5.

READAPTACIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO

5.1. READAPTACIÓN SOCIAL Y TRATAMIENTO

“En los establecimientos penitenciarios se establecerán programas técnicos

interdisciplinarios sobre la base del trabajo, la capacitación, la educación y la recreación,
todos ellos como medios para la readaptación social del sentenciado.”33

“Para la elaboración de los programas de tratamiento es necesario considerar la situación

del interno. A la población procesada se le debe incorporar a los programas de orientación,
de información y de apoyo psicológico, mientras que a la población sentenciada se le
involucra en los programas de tratamiento (en internación, externación, preliberacional y
postpenitenciario), más concretamente dirigido a promover su readaptación social. El
tratamiento se fundará en las sanciones penales impuestas y en los resultados de los
estudios técnicos que se practiquen al sentenciado, los que deberán ser actualizados
semestralmente.”34

Para la aplicación de estas medidas, el Reglamento de Reclusorios prevé distintos tipos de

establecimientos: “Los reclusorios para indiciados y procesados deben ser distintos de los
destinados a los de sentenciados y de aquéllos en que deben cumplirse arrestos.”35

Esta Comisión pudo comprobar que no se cumple en modo alguno la separación inicial de
la población reclusa entre los distintos tipos de establecimientos en función de su situación
procesal, ni mucho menos se efectúa una ulterior clasificación en función de las medidas y
tratamiento. En los reclusorios preventivos conviven indiciados, procesados y sentenciados.

Con datos de los centros visitados, se ha observado la sobrepoblación y la dificultad de

proceder a la correspondiente separación de internos; en este contexto, señalaremos que el
número de personas sujetas a proceso es de 8,467, mientras existen 14,254 personas
compurgando penas.

Asimismo, 3,502 presos del fuero federal (15.4%) conviven con 19,219 presos del fuero
común (84.6%) (véase tabla 10).

Tabla 10. Situación jurídica de la población penitenciaria

Hombres Mujeres

Común Federal Federal Común Federal Federal

Procesados 6,778 1,426 8,204 188 75 263

Sentenciados 11,701 1,739 13,440 552 262 814
Total 18,479 3,165 21,644 740 337 1,077

Fuente: DGPRS-DF, Acciones para el mejoramiento de los establecimientos

penitenciarios. México, documento interno, 2002.
Un 63 por cierto de la población es primodelincuente y convive sin restricciones con los
presos reincidentes. La DGPRSDF pretende corregir esta situación mediante la operación
del “Programa de reinserción y readaptación de jóvenes primodelincuentes”, del cual se
inició un proyecto piloto en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.36

Una vez dictado el auto de formal prisión, “el interno o interna es trasladado al Centro de
Observación y Clasificación (COC), donde se le diagnosticará mediante criterios técnicos a
fin de clasificarlos al medio idóneo de convivencia para su tratamiento, tratando de evitar la
transmisión y propagación de habilidades delictuosas”.37 De esta forma, los internos
deberían ser divididos, como ya hemos dicho, en grupos con el fin de facilitar el
tratamiento encaminado a su readaptación social.38

Notas al pie de página:

33. Reglamento de Reclusorios y Centros de Readaptación Social del Distrito Federal,

México, Diario Oficial de la Federación, 20 de noviembre de 1990. Artículo 4.
34. Ley de Ejecución de Sanciones Penales para el Distrito Federal, publicada en el Diario
Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 1999. Artículos 12 y 13.
35. Reglamento de Reclusorios y Centros de Readaptación Social del Distrito Federal,
México, Diario Oficial de la Federación, 20 de noviembre de 1990. Artículo 15.
36. DGPRSDF, Acciones para el mejoramiento de los establecimientos penitenciarios,
México, documento interno, 2002.
37. Reglamento de Reclusorios y Centros de Readaptación Social del Distrito Federal,
México, Diario Oficial de la Federación, 20 de noviembre de 1990. Artículos 38 y 19.
38. ONU, “Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos”, adoptadas el 30 de agosto
de 1955, en Instrumentos internacionales sobre derechos humanos ONU-OEA, tomo I,
México, Comisión Nacional de los Derechos Humanos, 1994, pp. 127-149.