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ASPECTOS COTIDIANOS DE ACION DEL ESTADO EPH * DANIEL NUGENT Gilbert M. Joseph y Daniel Nugent (compiladores) Aspectos cotidianos de la formacion del estado La revolucién y la negociacién de! mando en el México moderno Coleccién Problemas de México @ Ediciones Era Seon ABSE cpa SSpmoccn de Rafe! Vargas salvo pur el pdlog,taduccn de Paton Vier emae de Gib Mer Ho rd Ra kn ri: ty a of Se Fi Sane Pes Br ote (OW Eaicones fia S Ade CV hak ay ak ee at, i tn ea fo fie, INDICE Prologo esa edi Gabe Jue Prdtogo ‘June © Sct La formacion det extado 1 Php Cogan |. FROLEGOMENOS TEORICOS ‘Galera popula formacién del esado en el Meso ‘evoluconario Giter fone y Dane Nogene Anas y arose el pase revlucionario mexicano a Ko 1, ESTUDIOS EMPIRICOS Reflexiones sobre las ruins formas cosiianas de formaciin ‘el erado en el México decimonénico ‘Florencia E Maton ara tepensar la mowliacin revlucionaria en Ménico: as temporada de srbulenciaen Yueatin, 19091915 * Giert Move ‘Tratciones selects en I reforma ager yla cha ‘ngtarin: Cultora popular yformacion del estado tel ido de Namiquia, Chiba * Danie Nugent Ant Marta Alonso IL RECAPITULAGION TEORICA Hegemontaylengusjeeontencioso Formas cotiianas de formacién de estado: algunos ‘comentarios drdeses acerca de a “hegemon Derek sive Notas Bibliogratia 105 us us 213 237 330 20 ‘Ata memoria de Danie! Nugent PROLOGO A ESTA EDICION 1 Gilbert M.Joeph Este volumen centa su ateneidn en el México moderne pars ex minar ua problema que posee exraorinara relevanela contempo ine la manera en que las sociedadesy eltas leas los proce 05 de violencia social ls estar x arieulan histricamente, Lt {dea surgis de una serie de dseusiones que unos Daniel Nugent. Marta Teresa Rovecky o en el Center for US-Mesican Studies en [Li Jola,Cafornia, donde fuimos invesigadoresvstantes 3 finales, Ae los ochenta. Losses acordames que, a pesar de los impreior nantes progresos habidos desde fines de lo resent, los extn [iticos sobre Is revoluein mexicana haba eden una expe- cle de camino wilado. Los invetigadoree mexicanosy extranjeros Segufan emitiendo monografas locales iinpecablemente funda. tmentadas y habian apareido en escen, tae variss decades de ‘era, las primera snes nacionles. Sin embargo, el debate se {gua slo eanalespredecbles, Habla sido lt revoluc, con ttl y fs Taeras, un hecho Yerdaderamente popular, tan popiir que ‘ared diferencias signifiatvns en la forma en que el poder los ecurosse dstibuveron yadminisraron a partir de exe momento? {0 habia sido tricinada in revoluclén po us propiesy maquiane- licos (no tan) revolnconarios lideres yet poderoso estado cenual ‘que ellos habia vevivider Desde luge, ambor bandos tenfan arguments que eaeimi, y Jos extudosos oe recielabaninterminablemente, faiéndoles me ‘vos datos locales oregonales con cada seteacinsucei. A pesar ello, nos pareea que desde el punto de vist interpreta, fo Jnvesgadores parecian entregados a wansformar un comple fro ‘uo retolucionaio ~quc era l mismo parte de wn tej histica mis amplio y con milpled hebras~en un tio econ Al hacerlo te alineaban con i versién historogriien del proverbial “empate mesieano™ nun pando, el acontecimiento era sefalad ‘como el momento eulininante la lucha heroics en la ison rmerieana; en el oto, se consideraba que mareaba el tuo Sal el estado sobre e peble. nfortanadamente, poeas veces ete aban revolucién mexicana como un proces cltialmente com a plej e hinéricamente gencrado, de manera que pudirailuminar Inrctacin recfprac existent entre norionesabutactas als como “el estado" yl pueblo" ‘Como nuesttsconversciones en trno a estas inquieudes em ppefiabun a inclu una gama mx mplia de colegas al norte yal sur {el ro Bravo, planeamos un simposio de inestigacim que incor porars personae que exaban trabajando creative iaterdscipin= Flamente sobre emis empiricosytéviossmllars en otras partes fel mundo, Se reali una conferenia internacional sobre "Cul tira popula, formacién del estado y revlucicn mexicana” en el Center for US-esiean Studies, en 1991, All un distinguido con Juno de“mexicaniste, tanto reconocidos como mas jvenes,pudo {ialogar con William Rosebery, Derek Sayer Philip Corrigan y James Scot, estdlonoe que abian producido esimulantes trabajos ‘obve temas cont i ormacién del estado a cultura, la resistencia yy concencia populates en el Sudeste Asitico, Europa y ots par fesde América Latina, Los cuatro dias de itensadiscusin y debar te de este elenco divero « interdsciplinario tvieron como res- {ado alteraryentiquecer lor marcos de referencia en que debian ‘onsiderase el extdo y Ia partieipacién popular antes, durante y ‘después de “La Revolucion ‘Nuetras muchas deudas con las fundaciones,instuciones ein Aviduos que nos permitieron fnancia, planes y lear a cabo el feneucntro de Lalla y después exeribirexte libro se enumeran en Indic em ingis ce 1993, Beryday Forms of tats Formation, publ cada por Duke University Pres. Aqu, quiero reiterar mi profunda {raised a Wayne Covnellus, el director del Genter for USMexican Studies, y as personal, que han impulsado tantos encuentros y hhan ampli fas fronteras de los estidios mesicanos. Tambien ‘quiero veterar mi grated 2 aquellos colegas que ayudaron 3 dar forma al encuentro, Las idea a engin de Tere Roveck fueron paricularmente des en In organizacion del encuentro, Ademés A los autores cuyo tabaje aparece en este volumen, quiero tame bign agradecer a lav siguientes personne que aportaron en La olla hallaagos de investigaion y comentarios que mejoraron sustan Calmente ef debate que aparece en estas pinast Roger Barra, Wiliam Beetley, Ann Crag, Adolfo Gly, Peter Guardino, Alicia Hernindee Chines, Fried:eh Kat, Martha Lampland, JaneDale oy rans Schrier, Daniela Spenser (quien generoramente ley Jas galeras de esta edn), Pat Vanderwood y Ere Van Young, 2 (Oxros partcipantes, Romana Faleén, Elie Rockwell, Marjorie Becker, Armando Barts, Jan Rory Barry Cart, aportaron valiosos tensayos a la edci6n orginal en inglés. Ediciones Era ha omitido estos eapitulon en Ia presente edicién, dado que los mismos trabae Jor t otrercelacionador con ellos ya tenian ampliadifusion en México El prematuro deceso de mi covcompilador Daniel Nugent en 1997 (ye de Bill Rosebery en 2000) me welve agree Ia escrt ra de tte prefucio. Daniel y yo habfamosexperado el dla en que podriamos compartir exte Yolumen con los Tecores mexicanos 8 {uienes estaba en gran medida dirgido. EI mayor don de Daniel tras eapacidad para reunir a las pessonas através de ls fronte- fas entre campos de estudio, diciplina, generaciones, grupos so- ‘nes, posicionesideolégiea, cultura y naionaldades-y luego lo- far que realmente lablaran, o mejor, diratinen productivamente Entre si. No slo apons sue duraderasconibuciones erica yen pica a a “historia anttopolgics’ de Namiqulpa, Chihuahua, Mexico y América Latina, sino que yudé a muchos de nosotros 2 hacer las nuestra, Nunca tuve un colege mie generoso y dudo que Tlegue a tener, Ea ediion et dedieada a su memoria. {Como el encuentro de La Jellay I edicin original, el presente svolumen esti esructurado en la forma de un dlogo entre teora © investigaciones empiricas. Lor ensayos que enmarean el volumen tn las parce 1y Sse ocupan dela historograia del Mésico revol- ‘lonaro y postvlucionaro, Ia pertinencia de los recientes avan- {even la eoria social para los ertdios mexicanos, el eardcter dels hhegemonta, ln natualera ye! poder dl estado, las directs fut faspara el estudio dela clea popular ya formacn del estado. {Ls eatdios de a sbreiadaseccién intermedia del libro se ocupan fe lowaidades tan distantes y diversas como Chihuahua, Yoeatin y ta Sierra de Puebla: pueblesindigenasy comunidades eampesines; ‘moullizaciones“xpontiness" desorganitadasy lucas poss mds formales, la historia academics la historia popular ‘Los scontecimientos que se han presetado en el Inpso trans sido desde que exte proyecto sobre cultura popular formacién Gel estado fue concebido no han hecho sino aumentar la actual- Ged del volumen, En 1987, cvando empezames a planear el pro- ect, tenfamos como el telén de fondo un ereckmiento cero en Mexico a erupsin de un fenémeno politic popular el neocar- enisma= que la mayoria de los exudioss, iguiendo al gobi 18 su! pareclan decididos a ignora. Dos afios mis ard, colncidien- o con el colapro del mal lamado bloque “soviieo" de Europa forienul,e estido mexicano empend a desnantela a isttulo- bet el dacurso legiimador de propia revolcgn, Lo hizo con ‘scat oposicdn dea iquicrds wadilonal, que siempre exo n0- foriamente impreparada pars ver ms llé deste ortodoxos mode- Jos europeos. Ente tanto, en el muside academic occidental, lx evolucion y lor movimiento socials extaban dejando de ser mé ‘ancl intelectales ala moda. Lov extudioe “revisionists” sobre las revolucionestacionadas estan en el proscenio. Versiones tz ‘ier y derechistas de El fn de a historia" lenaban hs publ facionesacadémicasy los ccuits de conferenclas. Ea 1991, nos ‘euimos en La oll en plena Guerra del Golfo, en medio de na tormenta propagandistes del gobierno de Bush (el padre), la use twacién mis clara de a eapacidad del estado para construe marcos dlacursivos de que tenga recuerdo, Cuando Eoyay Fon of Stee ‘Fomation aparecis pr primera ve, en 1904, el orden aealiberal er taba consolidndoserapidamente a ambos lados dela fontera. En Ja edad de México, intelectler que algunar generaiones atrée podrlan haber colaborado en Regenacdn shor rescribian los I+ bros de texto para la educacin pabica con el fn de renovar los cums libeslesy modernzadores del pasado para el recign ine laugurado Tiatado de Libre Comercio. En ese momento, Nugent y yo coineidimor con muchos de nuestros colegas mexicanos en 3c- Salar que no bastaba escribir un nuevo quem de la Revolucion “Mexicana: eso ya se habia hecho, varias veces y desde dstintos sec- tores. La que realmente se necesita era una tera forma de ie terpretar el pada revoluctonario mexicano y aus legados popu re una nueva forma que putea cabalgar sus argas onda y no ficra soda asus ilies voces y dialect, coma los que extban entonces surgiendo de las montafas y ls elas de Chiapas. Ese tipo de citien, generada a rates de Ia experiencia de tna rex penta imaginauva alas formas de opresin, contol y mando, er Ta que Everyday Fos. queria stimula ‘Ocho shes despucy, al entear en prema la edicién en eapafal sme parece que ese estimulo nunca ha side sais necesaro. Desde Julio de 2000, un nuevo gobierno panisa ha procurado agresive- ‘mente borrar les simbolos yl recuerdo del pasado revolucionaio "epi ene ogit 1 “ dle México as como los vncios nguconaes qu el ext an fenia con 6 El presidente Viente Fox ha promctico wn segunda {evoluein nextana, baad ons reforms neoliberal ese doin contsectn del ea, una alteration del Consign de 1917 wna sociedad mis etch con Estados Udon, Pero mien tras México (ye eto del mondo) sigue en el pute de hewo del ‘eolbeaano an proyecto global que en nombre de lt lterat ‘ts economies lel a democraiaeldn” losers de Jos inventoiatas indies pone en pricicapolteas que an Plan ta desiguldas econsmic, sembr lanaogrtat pro Inve la medica daxauceén de as evtrtrsy format cles ‘ts de socnbliad parecer haber menos alternate pleat Populares ables gran interés uct porel Ey oos movinientos sociales poputes como El Baas ha dscenldo is promess elecraes fan ceo el paso aun embotelamieno legato ya una som tronadesconetin entre el debate legato ys preocpaciones den gente, Heo habla cada ters fee, peo parece estat Ailend y haciendo cada Yer menos. ara la gran maori de los {nexicano, ln revolvel6n neler” parece un eipefmo, una Concrenacion de sonora cas mercntls oor idicadores Incroccondmicos que lon han benefiiad yt vex munca Ls ‘enctcen El psi resluconriomexiano que ig enendo Poderonorsigaeados locals, ha sido unseramente bonado ferono se hasinitaid en nada Com el estado neoliberal busca ‘Eumbirfe Costitcdn de 1017 In morietin quinacwencial de ins demandaspopslaresy tare del modemo estado mexicinon Imichor mexicinosenen una nea sensi de er endo tna expropiaein econdmeay cull, Preisamente en sn co- yuntira,cuando lor estos sobre los movnlentos sociales y Los Proce revolcionriog a no ein de moda, yexien poco! pa Facigma Inspirados arg conecat a fvenigaign acai con I acl, un Horo cio propo es exc en a pes he- bas de Ia histori revluconara de Mexico y en la comunidades tll recprocamente negodada ue su deel aaqiere una imporanci rc como fuente de andre popula New Haven, Connecticut “junio de 2002 15 PROLOGO 1 James C. Scot La mayoria de Is simpoios jconferenca,y las compllaciones de ‘ensayos aque de ver en cuando dan lugar, aleanzan, en el mejor 4 los casos una tenue nidad temtica, Se asemean, seg la reve Iadora fase de Barrington Moore, aun “destyuno de perros” En tals casos los compiladores Uenen que exfreare much para ea borar un tenue hilo concepts que dé unidad als ensayosy cone venza al eicfpticolecor de que todos forman pare dela mis ex pres analtca ‘diferencia de ellos, ste lumen, ax como I conferencia que lo generd, comenraron con vn problema defini de manera muy precisa. El resullado es una reopilacin de ensayos qe pose ul igado de riqueza empiria y de unidad testis poco frecuente, En gran medida ello a debe a Gil Joreph y a Daniel Nugent por haber dstinguido y plamendo con gran clara lo ems velacio. rados con fa formacion del estado, la cultura popular y Is cevol ‘idn mexicana ¥ eambién ex neceario dar eréda a aguelles ato Fes que aumieron I esponssblidad de exelarecer algunos de los principales temas conceptunes, epecialinete a Alan Knight. Bll Roseberry y Derek Sayer Por timo, mile dit, los autores de cada uno de estos ensayos empties abordan de manera directa ls cspinosas relaciones entre los proceso hegetsnicos la resist fia contra ellos en cada parcel de I expevienca mexicana que ‘examinan Dieho de otra manera, todos son parte def inna cour ‘versacin de la misma comunidad diacursva ‘No soy, ni siguira remotainente, wn mexicana. Y annque he smeditada sobre los tema de la hegeinoni, la dominacin ya resis fencia en el contexto del adeste de Ai un pralogo difeimente Serta el espacio apropado pita plantear com plejos problemas com epuuaes “ja no digamos para resoverion Lo que pedo hacer e+ suger algunas ineas de Investigacion compaatva que soypecho ‘que podirfan ser frucueat elo no suena demasiado itesponsi Die, nsnuar unas cuanas preguntas provocaias aeeres dela he ge ‘monfa para scales no pretendo tener rexpisae defini, 7 oi fe a experincia lea des seoluetén smeicans? {C60 cencar ens experiencia en los valores y ls prtias locales? Que Felaldn guadaronexoralresy pritetsloeals con el erat pom Fevolucionario mexicana con el culo a revolueion que el sto ofiaiad? De una w otra manera, estas preguntas son considera Por pricdcamente todos le autores de este Hiro, Al leetos, hago Iincapié en eval livers grad en que as representantes del ‘sudo pretlecieron (por ejemplo, al esableeery mantener un ako grata de contenso hegemdnico). Dado que, come la mayor de ios autores concuerda, tales cuestiones son metodoldgiewsy no permiten rexpuesas exes o bir, I atencin ae ena eos {Grminos del equlibrio poco ast creado sujto x continvas ne {gocacione y frig por naturlees,Tanbign se plata una cue: tidn examinada con mucho menor frecnencia (que es a vex mis tialticaygrametans) hasta qué punto ha iad sobre et pro- plo proyecto legeménico del esti el vigor de la experiencia po- Pilar de las expectatve poplars movizadas por la evolucion? as preguntas planteadas en los ensayos que siguentenen cierto sire ext comin con el inmento y ero didlogo sobre el significa floy Ta herenia de la vevolucin frances, Maurice Agulhon, en x8 ‘memorable trabajo Le Répuiue ow vilag, ve hizo muchas de Ls Inismas preguntas aceres de ls varantes locales de Ia revoici6n frances (Agulhon 1970). Comprendi que la revolueign ostenta ba, on todas pares, fs hella de su parucular dsarollo local En ta media en que la exructta soil y econdmiea y lor aetores ‘empos lel proceso revolueionato de cualquiee local eran im tulares, pods decirse que cau munilpalldad y cada pueblo Bae ian tenido x propia y parselar revalucim, Para un pueblo, a fquema de lassie de le duds fetaales pda ocupa wn Iga ‘ental par oto, ers bs acrpacion dels boc e as rade fas para otro fe a conscripciOn posrevolucionaria ya amen zn contri lor scerdotes de In parvoquia del pueblo (como en a “contrarevocionaia" Vendée) y por oro mie! fin de wn nero so diexmo. Desde luego, hubo dvsiones en cl sno de las comun tlds, en principio, hast poden decire que ea familia (0, para te eao, cid inavio) tot propia revolueién frances. Agu thon también se pregund, como lo hacen aqui muchos de los atto- res, cil habin sido exatamenteelselment istuciona, smb Tico y rita de Lago ple gue la revolcin hain deja. Si La evr ane a s rvinan a rn je ( — pongo ques), lo mexicano yl mesicanisas todavia debatirin fen torno dela revolueida mexicana ysu herencia durante mis de un sil. ‘Coino no mexicans interendo en la hora arava y en Tos asuntoe de i dominacin, encuentro de abrumador interés la die ana espeificidad y varledad de la experience revolucionarias, Alescrte ag. Giger emo empiico euidadosamentedetllado ‘ssiempre mie ico que as generlizaciones que puedan exraere ‘de él Aprorechando la riquers de lon estudio de eso, avenue a- ‘gona breves obseracones ‘Una revolucin ex también un interregno. Ente el momento en ‘que un sgimen previo ze desintegra y el momento en que un fevo régimen se ha istlado con firmera, hay un terreno poe {que muy potas voces fa ido examinado con detenimiento. Las ‘descripcionesesiatocentista de un periodo ast subrayan, de mar hers avacteriaia, st anarqula, caose ineguridad. Sin embargo, para muchos iudadanosy comunidades, puede representar in pe Frode notable, sn paeos a viganeia ext, unperiodo en el ‘que pueden reverse la injanicin; ensuma, un parents de au- tonomia. En lugar de la *soberania dua", tn bien descrtn por Chases Til, el térming “waco de soberania” 0 “soberania local” pede ser més dtl. Por lotto, con frecuencia el inal det inte- Fregno puede vr concebido como una reeonquist del campo, ‘ects paca veces olent, por lon agentes del estado sucesor Uno de ls propdsitor de tales reconquistas es sustuir la varante local elkities" de aveyolcién porta version ofa de orden re- \olluclonatia, Con frecuencia los tmpuestos son motivo de disput ‘Ai paral habitants de Namiguipa que deseiben Nugent y Ana ‘Alou, la revolucidn no inchy6 al ejidosancionado pore estado fi sue impueston ebutaios para el campesinado de Tlaxcala, txaminado por Elsie Reckell Geph y Nugent 1994),* i eval ‘Sn sige final de low impentos 3 ensedanea, ‘Orlando Figes (198) ha examinado Ie pricticas locales de en seiinaa, impestos, part agrarioy goblemo en diversas provin+ ‘dae de Te Ria europea urate el breve inerregno posrevolucio- hari para poder comprender algo dels politics sunomas de a Comunidad eampesina, Pr diveros motes, un inveigaisn s+ tila, como la que tn aceradamente se iniea con este libro, pares 19 ce aim mis importante pasa México. En primer lig porque ein teregn fue mucho mds prolonguo en exis ue en Basis En segundo, porque fa reoluion mexicana ey en ina media mi ‘ls conclsin de que “por lo wnuo el asunto central no es tanto Tevolucién sola como el contol polio", Womack expica que st ‘ennayo "slo toca brevemente los movimiento sociale porque por importante que sea su surghznlent, su derroay subordinacin im portaon més" (Womack 19868181}, ?Pocos negarian en un pentrer ands, que los movimientos soci. les ms populares en el México de siglo Xx fueron derrotados 0 co ‘optador por el extado,o que ae derrumbaron implosionaron debi- ‘dba contradcclones interna dele propios movimientes. Tampoco ‘sie conocer el valor de un enfaque como el. que Womack e+ thr’ en lov ocenta para star In reotucién mexicana en relacisn Con las fuera yenructuraspoltissy econémiea de excla mu ‘a Finalmente, concentra lai en la dinensién pelea dea ‘dceada revolucionsia yen las consecuencias materiales que ao el ‘erect del poder al racer = dexruir~ las vides de millones de personas, iene la uilidad de corepir I imagen romantica de axe 6 ‘oun y de lo que pas por una auténica insurgencia popu lary campasina, imagen que infesia gran pare de literatura sobre rmovimiemtos socials y prowess rales de Amériea Latina ® ‘Las propasinterpreaciones revisionists def evolu mex ‘ana apareceron, eh gran medida, como rexpiesta acs ist Flea del estado mexicano después de 1068. se afo (al que Nar Shall Berman probablemente lama "un gran afl moderns ‘Ease Berman 199255) se nics con la esperanza y la promest de 1a primera ofensva Tet en Viewar, la Primavera de Praga, lon dias de mayo en Parisy ls movilzacones estudiantes a través de Asn, Europa y Exados Unidos, ytermind con wa intensilisein de You bbombardeos lo largo y ancho dat sureste de Asia, distrbios en Chicago, anquerrisosen Checosloragulay la matanza, en ia ite dad de Mésico, de centenare de cvs inermes en la plaza de ‘Tlatelolco, No es extrafo queen las dcadas de 1970 y 1980 Io r= ‘sonia buscaran poner ele cabernet ortodoxlarevolucions Fa, Niampoco es coineidencia que fers dentro de ene clin pol ico que ia neva historia regional de Mésicaaleanzara i mayoria ‘dead, con un gran nimero de resonistas entree miembros Fundadores, Desifiando ef saber convencional que reposaba en una envejecida historiografia capitalina, desmistiieand las iver pretciones oficiales de os acontecmients regionals al vex que zeclaman cross locales, buscando las afces hse y lv analor las que podean guar actin polities del presente or aves Iisoiadores regionals los mierohstriadoresexpidieron tna grave denuneia contra la atxiantecentalzaciin del extad poste- ‘oluconaria (Martinez Assad 1900, 1991; Joseph 199Tb; Van Young 18626; Lomnieer 1992; Foe Sala 1998), Pero si bien los revisionists han hecho importantes svances al reinterpretar lot grandes acontecinientosy el eonvexto police ccondmico dela revolueién mexicana desde puntor de ita regio- Bales en ver de metropolitans, no han lorade del todo extender sl andlisi hasta las comunidades ruraes? De hecho, no solo no hhan pod comprendr Ia conciencia polica de la masa revol- clonariay I ultra en que se austen; en algunos telson revisio- nina Ia cimensién popula de ls prtiea reolucionaria ha sido onsignada al basuera de Is histori. Pero, como lo expuno sn pur no de los primeroscrics de las descripeiones revision, er inducable que Ia revlicin fe algo mis que “una serie de episodios eadicos, impesosos f los 6 se ns fuerza poplars, en el mejor de lov esos instrumentos de ‘aciques manipuladores, © de lideves de aepiracones burguess y Pequeicburyuesast (Knight 1886a-x). Adolfo Gil, en sv nftyen te libro La reolucin intrrupide (1971), demosts edmo lon eer tos populares del sry del ort se unieron (aunque fugaziente) fon 101415 para enfrenar de manera directa fa burgucss Alf donde Womack subrays Ia derrta ya sbordinscin dels ove ‘lento sociale populares, ily ata nuestra stencin hacia av llldad ya efcacia de Is presencia popular durante el periodo de la eebelin armada en Mesico, de 1D10 a 1020, Come para echarle ‘gsoina a exe fuego en expecal, Alan Knight argementa de mane: Fr enfitca que "no puede haber una alta politic sn una buena Aosis de baa polite. Est gx eppecalmente cierto ya que, seyun ‘rcemos, la revolucin fue un movimiento atnscamente popslar por end un ejemplo de ess episodio velasvamente raros en Intorla en los que la mara de gente nflaye de manera profunda en Jos acontecimientos" (19808: las cursivas son nuestas) De esa ‘manera sostiene él los movimiento populares de diverss egio- res que animaron Ia “baja pola” det periodo 19101920 deben ser vsios como “los preesrore, lox necesris precursore dela re ‘olucién datiste-a “alta plea que vino despié, ents cide ‘de 1920 71930 (19882: Sin embargo, exe tipo de objecén a ns ncerpretacionesteisio- nists slo puede ser convinceste si espcifia fo que te quiere ecireon “popular, y quéo aquiénes se qulere dexignar on frases como lar masa popula Las ivocaciones al pueblo" en genera pueden ingenuamente presiarse al juego del partido gobernante fe Mésico, un partido poli que, a pesar del deseo definite to de su suet populsia en la década de 1980, en la década si uence todavia rua en que er el parti de na revolicign ine {ucionatizada de as clases populares De hecho, ls inwocaciones a "el pueblo”, "lo popular, ors del mismo po corren el exgo de resucitar el romantiismo caacterisico de los pimeros estudis de Tas décadas de 10201980. Sin embargo, los wabajos més recientes de los neopepulistasy ertcor del estado denen la virtua, por lo ‘menos de manera potencal de tomar con seriedad lor moviien-| tos sodale eamperinor que han aparecido en forma Intermitente por tade México desde 1910, asf como en las ddeadasantevioven® Hasta ahora, al caracteizar las interpretaciones de Ia eval mexicana formladas por los revisionists y sus sucesores, hemos a subrayalo sus diferencia mis destacads como citienteshistorior {rificas. No obstane, estas diferencias ocnitan et hecho de que en tu nivel fundamental amas Lieas de interpretacin inten var lism conjunto de emis; Ins dos quieren arucular I euleura po- polar, Ia revolucidn y la formacin el extaco en el anliss del Mésico moderno. Por ejemplo, ant revisioniats como neapopulisas han escrito volimenes sobre los agraiosydemandas locales ya eapaciead qe tenfan los actores lores para darles voz (por ejemplo, Knight 19864; Tusno 1986; Nugent 1988s; Joseph (1983) 1998; Katz 19683)" También se ha considerado el papel de los grandes deter Ininantes erature, iclayendl ne risk ecolgiesyeconmica ‘que caracteizavon a subordinacin de México dentro de un dispar "ej sistema mundial de expansién caplaita al comienzo del siglo 2¢ (Ka 10813: Hart 1987; Roe 1988; Joseph (2982) 1088). Todos Jos patones de autoridad,reclutamiento y movizaién, ya gama de Felaiones entre lo lderesy seguldoresrevolutonarios que aparecieron en el vasiado proceso de medion entree xa, tos poderesregioales la sociedad local han sido explorados en ins medida w otra (Brading 1980, Kate 19884; Nugent 19880, Bew- Jamin y Wasserman 1990; Rodger 1990. ‘Sin embargo, es instruciho ditinguir las manerss en que ead corrente interpretaiva concepauliza los vinculos entre el exo Tas) cula(s) populares) durante Ia revoucén mexicana, Lot revisionists, culdadosos de ls eres de la iaguierda a a “ner histor socal” como un ejrccio apoltico y por ende potencial ‘mente romantzante (Berard Colin de msners sardéniea la apods| “istriaproctldgies(1980:214] cf. Jude 1979 Securit 1988), + tublecieron eon ésito la dimension polities en el centro def ole ‘matque Demostaton af una conciencia dele relalones de poder ‘que gan ala sociedad yaa eultra locales con los contexion mis amplios de regién,nacién, economia Internacional, y una arena polca de escala mundial (a propésito del poder local y regional ‘éanse Joseph 1986; y De ia Pei 1089) Pero como hemos sefiala- lo, con frecuencia st trabajo cult at personas que hicieron is ‘evolucién mexicana ala We que, come Alan Knight nos lob re- ‘cordado na y ot vet, caengecurrentemente en la “onto (€£-Gramsc 1071:268) Para deco de maners toca al concentrar sus anil en la reaci6n ente el estado nacional los ideres ‘movimientos reglonales sin extender el anise a rel local) han 8 ‘wclto a meter al estado" pero han dejado ala gente fuera (ct Nugent 1988158). Por otra pare, los citcas de los revisionists reclaman que se brine mayor stencil partcipacion de lar eles populates en Jn revolucin mexicana, sus reamos se basan en gran parte en tin letra sensata dela props monografias de lor revision, bien dacumentaasy con una gran riqueza empirca (tase, por «ejemplo, V. Garcia 1992, que se apoya en lor excelente studios ro ‘sionals sobre el Veracruz revoluionariohechos por Fale y 8 {Garcs (1977, 1986] y FowlerSalamial (1978). Enueano, tabaos sn recientes han logrado el reconocimiento te6rico de Lo realize Go por esa lars populares en la pretica isdrica especialmente In trticulatén de formas carsceriricas de concienca experien- cla. Hava ahor, sn embargo, la mayorfa de aquellos que han crit- ‘ao el revisionimo se ha resis a consierar esa coneienia co ‘viedad y detenimnient ya examina su relacin con la cultura po- Pilar” Pero como cl trabajo de James Scot entre otos~y buena parte de lor ensayo de este bro revelan, tal conciencia es pclae Frade con base en tradcionesselectivas(yslempre debaidas) de memoria hstvie que son inbierentas 2 “subcultras de ressten- da" popula y de ella se nutren (Seo 1985; véanse también Scott 1900; Adae 1982; Gua 1982, 19820, 1988, 1984, 1985, Alonso 1902); Herndndez Chiver 1991; Nugent 199%; Koreck 1991, y los capitlor de Joseph, Mallon, Nugeaty Alonso en este libro, y Rus fen Joseph y Nugent 190, pero c: Rebel 1989) ‘Lor ensiyos que sguen van més ald de inerpretacionesantetio res de a vevlucin al describe minuciosamente a variedad de co- Frieatesy niodalidade strove de as euales los movinientos popt- laresinflujeron sobre larevoluci y el nuew estado, yjugaron un Papel en Ia wransformacign dela sociedad mesican, Mas stn: mis Sif de afin que lor moviienton populares de diversas reglones iueron lor necetarioe precusores de Ia "evolucign ertatista” que tuo lugar en las denne de 1920 y 198, estos extudos nos muer tran alge de a dinimiea dela formacin del estado y expecialmen- telos process cotiianor mediante los cuales el nuevo estado tr joa los cites populares yvcevern. Eos anlisa procuran explcar ‘uellos axpectos dela experiencia solal que realmente han ean bdo, y busean Kdeniicar alos agents y las agenclas de fa trans formactén sok, Basidos en a inerpretacin de las continuidades > disontinuidades del podery dels experlencas de la resistencia 20 popular que han dlucdad la invenigaciones recientes sobre el México revolucionaio yours pases, demiestran que la participa: ‘in popular en ls melipes campus en que xe levuban & cabo low proyectos oficiales invarablemente tenia por realtado negociacior hes desde abajo. METER OTA VEZ AL ESTADO SY DEAR FUERA A La GENTE ate volumen va ms alli de los wabajos anteriores sobre México porque nuestra preocupacién explicia er dtelar un marco anal para integrar de manera simulsineavisiones cle In revoicion ‘mexicana "dese abajo" com uns "vs dene ania” mas exigente YY matizada. Eso requiere un coneepto de cutirs poplar que = [pueda analiza con relaién 3 una noclon del ormacion del ester {do que reconozca por igual la importanca de a alimensin cule el proceso histo y de In experiencia soca En lugar de comer ‘ar on definiciones abstract de exon trio, enperaremos por subrayar el inmenso valor de las investigacionesrealiadas fra de México para valorar la slacin entre cultura popula yformacion dclesado. Por ejemplo, al dejar al desexbierto las ordinarasy cotiianas “armas de los debiles"despegadis por los campesinon yal explo- rar las informales “subculteas de resistencia” que la ssent los ‘studios de James Scot sobre el sutexe de As reirigen la ate ‘in hacia os grupes y clases subordinads coma protagonisias de Ia historia (Seot 1977, 1986, 1087). Al evar el estat que los e= tudiosos nommalmente conceden & lot movinentos “organizados (Casas 0 no en la clase socal) como el nico marca relevante para comprender lo “revolucionatie" owes epizoios de insurger fs (Scott 1975, 1985, 1987, 1990), y al emplear nociones de “eco: ‘noma moral tomadis de , P. Thompson, el uabajo de Sooty el de oxrosestudiosos del surest asitica (por ejemplo, Adat 1982, Kahin 1985; Scot y Kshlict 1986) ha tenido i papel importante cen los recientes debates sobre el carder de In eonctencla popu Tgualmente sobreslentes han sido Ios endo que sparecieron en Subaler Stats durante la décuda de 1980, el libro Blenntary Aspects of PasentIusegecy x Canal Iria (1988) de Rana Guth, yas penetrantesyfascinantesresedas 9 creas ext obra del grupo de Salen Stes (por ejemplo, Bay 1988; O°Hanlon 1985; Spivak 1985, 1988), De manera setejante, el ensayo progrs- 0 inskco de Steve Stem que sive como introduecién a Reston Rebelo, and Conrousns in the Anda Pest Wed (1987) erica a a tworfa de lo stmas nundiales de Wallerstein (1988) han colaborado a poner nuevamente el tera de a conciencia poll- tica en I agenda de quienes quieren comprender la reaela rah cen América Latina, ‘Lo que unificaa ess esudion ens compartdainsstencia en que ta naturateza de lt experiencia y la concieneia populares slo se Puede especincar én contettos isérieas de poder desigual en los {que claborao manifesta la cultura poplar El poder del etado, ‘apecaiente de extado capitalist, ha sido de notable importance al suministrar algunos de los rminor props bajo los que lo pos subondinados han incido sus lucas de emancipacin, partic lermente en grsigionsC ReeuMyndo a una mettorathompeoniana diferente ("campo de fuepa?, Wiliam Rossberry explora, ens ‘olaboracion tanto las poiildades como lo limites de la hegemonia del estado, Una ines de invertigaciin adopt en Ja mayoria de los ensayor que siguen incliye el examen de lo ue Rosebery lama prowss hegeménicos, que 6 ots colaboraores se han esforzado em dininguir de la hegerionia como wuld (séanse también Roseberry y O'Brien 1981, Roseberry 1989). ‘Nuesuainsstendia colectv en ver la hegemonia, a cult a

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