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jTdmmisfraciótj: Veneras, 2, J\^adríd c€spaña)


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Academia Heráldica
Revista de Ciencias históricas,
Genealogia, Arqueologia, Heráldica, Bellas Artes, etc.

j^dmmistraciótj: V e n e r a s , 2, A f l ü R l b (España)
pp-^

Como los pueblos, las familias deben conocer su historia y


conservar el recuerdo de los hechos gloriosos.
L a ACADEMIA HERÁLDICA publica con especialidad aque-
llos datos que puedan interesar á sus lectores.

Precio de suscripción: 10 pesetas año.


flamero suelto, una peseta.
Anuncios: precios especiales.

LA MONTAÑESA
GRiN rÍBRICH DE BEBIDÜS GüSEOSiS, üGUiS DE SELTZ 1 iLCiüNiS, JiRiBES
MOVIDA POR QAS —EXPORTACIÓN Á PROVINCIAS
La primera fundada en Madrid el año de 1854.
Salón del P r a d o , 3. — Depósito: Ventura do la Yega, 5 .
P R O D U C T O S DE LA CASA
Sección de gaseosas.
Sifones y botellas de agua de Seltz, limón, naranja, zarzapa-
rrilla, frambuesa, grosella, fresa, azahar, vainilla, pina, pláta-
no, granadina, etc. Agua alcalino sódica: Soda-water.
liimonaila purgante.
Sección de Jarabes.
En botellas de litro: limón, naranja, zarza, frambuesa, fresa,
grosella, pina, plátano, agraz, etc.
Se fabrican de dos clases, concentrado y extraconcentrado.
Todos los productos fabricados en esta casa se garantiza su
pureza, por emplear inmejorables primeras materias; analiza-
dos por el Laboratorio Municipal de Madrid, cuyo análisis está
á disposición del público.
JUNIO 1906!

yTcademia heráldica
Director: D Julio L e o e a y Navas.
Administrador, Delegado y Gerente: D . Venancio de M o n a s t e r i o .
Secretario de Redacción: D. Samuel C a r d o n a .
Director artístico: D. Julio Yepes y Rosales.

b. nifonso XIII y b.^ Victoria Eugenia

La flcademia Heráldica en esta ocasión

solemne hace los mas fervientes votos por la

e t e r n a felicidad y prosperidad continua de los

S o b e r a n o s y d e la n a c i o n a l i d a d española.

1." J u n i o 1 9 0 6 .
ACADEMIA HERÁLDICA

Genealogía y heráldica.

CEPTARÍA con gusto el reproche


de haber descendido debajo de
la dignidad de la Historia, ha
dicho Macaulay, si l o g r a r a sa-
ber colocar ante la vista de los
ingleses del siglo xix una pin-
tura exacta de la vida de sus
antepasados.
Creo que ejecutaría m u y im-
perfectamente la labor que me
he propuesto, si t r a t a r a sólo de
batallas y sitios, de la elevación
y caída de los Gobiernos, de las
intrigas en Palacio y de los de-
bates en el Parlamento.„
E s t e criterio, seguido en los
modernos tiempos por todos
cuantos han escrito recuerdos de las pasadas edades, ha producido,
como consecuencia lógica, la amplitud en g r a d o extraordinario del
campo de investigación científica.
No es y a sólo la narración de los hechos realizados por los Reyes
la que ocupa todas las páginas de ese espejo de la verdad, sino tam-
bién la de los que con ellos coadyuvaron al éxito ó juntos participa-
ron de la desgracia.
L a genealogía, empero, no es ciencia n u e v a . Desde los más r e -
motos tiempos bien se comprendió su importancia y admira, en ver-
dad, el escrupuloso cuidado con que los libros santos nos describen
aquellas primeras generaciones, tronco y origen de los diversos
pueblos.
D u r a n t e la E d a d Media, en que cada señor era un pequeño R e y ,
y cuando la cultura se sobrepuso á la rudeza y destrucción de las
primeras luchas, encontramos otra vez vestigios genealógicos re-
presentados por los blasones, por los privilegios reales, por las fun-
daciones piadosas, por la sucesión en los m a y o r a z g o s .
¡Pero qué diferencia con las sencillas y bien definidas filiaciones
del P e n t a t e u c o !
P o r q u e si bien es cierto que después las encontramos en los pri-
ACADEMIA HERÁLDICA

meros nobiliarios, así, e s c u e t a s , cual simple lista de a s c e n d i e n t e s ,


la genealogía sufrió más que ninguna o t r a r a m a de la Historia, la
influencia r.efasta de la fantasía, e x a l t a d a quizás por el afán de lu-
cro y que se b a s a b a en falsos d o c u m e n t o s ó en p u r a s invenciones.
Y si aun hoj' existen muchos sucesos de la vida de los pueblos
r e p u t a d o s d u r a n t e largos siglos como verídicos y que la crítica ac-
tual desecha como simples tradiciones, esa crítica falta aún, salvo
r a r a s y c o n t a d a s excepciones, en los trabajos genealógicos y en los
estudios heráldicos.
Si personajes como F l o r i n d a la C a v a , la P a p i s a J u a n a , el H o m -
bre de la M á s c a r a de hierro, se esfuman y se pierden de vista al pro
fundizar la investigación, ¿qué q u e d a r á de aquellos fantásticos des-
cendientes de E n e a s , príncipes egipcios, r e y e s de pueblos descono-
cidos por la G e o g r a f í a y p o r la H i s t o r i a )' que sólo existían en la
calenturienta imaginación de sus autores?
E n g e n e r a l , deben considerarse como g e n e a l o g í a s legendarias
t o d a s las que se refieren á épocas a n t e r i o r e s al siglo xii, excepción
hecha de m u y contados casos; y aun en esos albores de las naciona-
lidades y de las familias m o d e r n a s , sólo e n c o n t r a m o s como a y u d a
poderosa los estudios heráldicos, puesto que el apellido no e r a toda-
vía h e r e d i t a r i o y sólo el blasón con sus v a r i a n t e s , que se esculpía
en los sepulcros, en los frontispicios de las casas, en los m u r o s de
los castillos.
A h o r a bien, ¿debemos r e c h a z a r con el m á s completo desdén esas
p u r a s invenciones de poetas, considerándolas como indignas de me-
r e c e r n u e s t r a atención?
N o s o t r o s creemos que no. L a s iradiciones h e r m o s a s que H o m e -
r o e s t a m p ó en sus p o e m a s inmortales h a n servido á H e r r n Schlie-
mann de g u í a s e g u r o p a r a r e a l i z a r sus descubrimientos y las t a b l a s
de Manethon, t a n d e s d e ñ a d a s en otros tiempos, han suministrado
preciosos d a t o s á la cronología del antiguo Misraim.
L a s familias, como los pueblos, deben conocer su historia, y éstos
como aquéllas, e n c u e n t r a n la n a r r a c i ó n de un g r a n n ú m e r o de su-
cesos modificados por la fábula que los embellece m u c h a s veces.
¿Sería t a n i n t e r e s a n t e Toledo sin sus leyendas?
L a crítica histórica y el buen sentido s e p a r a r á n los hechos v e r d a -
deros de los figurados y la ACADEMIA H E R Á L D I C A , que tiene un cri-
terio muy amplio en este asunto, no e s c a t i m a r á los medios que se
hallen á su alcance p a r a m a r c a r bien la divisoria e n t r e lo cierto del
hecho }' el ropaje poético que le e n c u b r e .
¡Labor g r a n d e , al considerar el inmenso n ú m e r o de documentos
falsos ó modificados como se produjeron en los p a s a d o s siglos!
ACADEMIA HERÁLDICA

E n este trabajo de depuración científica esperamos nos presten


su valiosa ayuda cuantos amen de v e r d a d el p r o g r e s o de las ciencias
históricas.
LA REDACCIÓN.

Rioja antigua.
J^efajos hisfórícos de lafamilia jYíanso de ^üñiga.
Zorremontalbo, Somato y Cenicero

Señorita Concepción A a n s o de Zúñiga:

ox sumo placer he leído, en la Ilustración Española y


Americana, que los escritores españoles pensaban dedi-
J car á usted una colección de tarjetas postales marcando
cada uno (espontáneamente)^ lo que ha sentido al leer el relato de lo
que usted ha ejecutado en bien de sus hermanos á la vista de tan te-
rrible suceso. Y o , que no pertenezco al número de escritores y que
á d u r a s penas alcanzo á ser hilvanador de retazos históricos, me
a t r e v o á ofrecer á usted algunos que atañen á la vida de varios
Obispos riojanos vuestros parientes, uniendo otros de vuestros ilus-
t r e s ascendientes; no porque usted los ignore, pUes constarán en el
archivo de su esclarecida casa, sino porque varios escritores han
confundido los hechos y las personas.
Como el S r . G a r r a n , siguiendo á G o v a n t e s , inicia la historia de
la villa de Torremontalho, me dispensará usted que yo continúe los
datos, y añada los de Somato, hoy su aldea y antiguamente su ca-
pital y los de Cenicero.
Conociendo su modestia y sabiendo que á usted no le a g r a d a el
capítulo de exhibiciones, n a d a diré de sus actos cristianos tan en
armonía con los del Santo de quien desciende; sólo deseo á usted
muchos años de vida p a r a ejercitar la caridad, en compañía de sus
amados padres que tan bien se lo han enseñado y usted dispense la
forma de estas pesadas líneas y aún más el atrevimiento de diri-
gírselas S. S. S., que la ama en Jesucristo,
NARCISO H E R G U E T A V MARTÍN,
Capellán de Alt.nr de la Real Capilla de S. M. en Madrid.

í i ) Este trabajo fué escrito á raíz de la catástrofe de Torremontalbo, cuya causa


se ha visto estos últimos días. En él señala el distinguido cronista de Logroño los as-
cendientes ilustres de los Sres. Condes de Hervías. —N, de la /i.
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JTntigua familia de los }fíanso de 3úñiga.

L o s g e n e a l o g i s t a s de personajes que vivieron en la E d a d Media


casi nunca v a n conformes con los historiadores: los p r i m e r o s , colo-
can el mismo apellido á los varios individuos que se suceden direc-
t a m e n t e , como a c o n t e c e a h o r a ; los segundos, ponen casi s i e m p r e el
nombre del p a d r e p o r apellido del hijo, cual se puede v e r en la se-
rie de los Condes de Castilla: al C o n d e D . R o d r i g o , que pobló á
Ama3'a, le heredó su hijo D i e g o Rodrigues ó Porcelos, repoblador
de B u r g o s en el 884. E l e g i d o J u e z Ñ u ñ o R a s u r a , n o m b r a r o n des-
pués á su hijo Gonzalo Núñes ó F e r n á n d e z , y á su esclarecido meto
F e r n á n González, que murió en 970, le
sucedió su hijo G a r c í a Fernández (f 995),
después S a n c h o García (f 1021) y p o r
último G a r c í a I I Sánchez asesinado p o r
los V e l a s en 1029.
H e c h a esta a d v e r t e n c i a , que c r e e m o s
necesaria, v e a m o s cómo los genealogis-
tas e n u m e r a n los a n t i g u o s personajes de
la familia de los Manso. E x i s t e n dos li-
bros con el mismo título, que pueden ori-
g i n a r a l g u n a confusión: denomínanse
^Moisés segundo ó vida de Santo Do-
mingo Manso, llamado liasta ahora San-
to Domingo de Silos,,: del p r i m e r o q u e Santo Domiug;0 de Silos.
escribió en 1653 F r . A m b r o s i o G ó m e z , sa-
c a r e m o s los informes genealógicos q u e c r e e m o s m á s p r o b a b l e s ; del
s e g u n d o , escrito en 1736, casi n a d a podemos utilizar, pues su con-
tenido se r e d u c e á la vida de S a n t o D o m i n g o de Silos, escrita p o r
B e r c e o y por Grimaldi.
D e D o n L o p e ó J a u n Zuria, p r i m e r S e ñ o r de V i z c a y a , y de su
esposa D o ñ a D a l d a Sánchez, S e ñ o r a d e D u r a n g o , nació D . Manso,
ó Munio L ó p e z , s e g u n d o S e ñ o r de V i z c a y a , que casó p r i m e r a m e n t e
con D o ñ a M a r í a , S e ñ o r a d e Ordufla, y después, hacia el a ñ o 924,
con la Infanta D o ñ a Blanca ó Bla^quita, hija de D . S a n c h o G a r c é s
y de D o ñ a T o d a , R e y e s d e N a v a r r a . D e este m a t r i m o n i o nació D o n
L o p e L ó p e z Manso, que en el pueblo de C a ñ a s de S u s o , ó s e a en el
de Canillas actual, fundó p o r el a ñ o 940 la casa solariega d e los
Manso. D . L o p e e n g e n d r ó á o t r o D . L o p e , á quien alude S a l a z a r
{Nobilario de Vizcaya, 122): " E s t e s e g u n d o L o p e M a n s o fue S e ñ o r
de A l b e r i t e é d e E n t r e n a , é de o t r o s l u g a r e s : é caso con u n a rica
d u e ñ a é obo en ella á J o a n Manso é Alfonso M a n s o . E este J o a n
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Manso caso con una dueña que digeron T o d a , é obo de ella al glo-
rioso Santo Domingo Abad de Siíoi,, é otros fijos, é á otra fija que
dixeron Dalda, que non fue casada,,. Solamente este autor nos dice
el nombre de la m a d r e de Santo Domingo: ni Grimaldi en su histo-
ria latina, ni Berceo en la vida del S:mto la nombran; éste, al ha-
blar de su padre en la c u a r t e t a séptima, dice:
«Juhan avie norane, el su padre ondrado
D e l linage de Mans uu orne sennalado.
Amador de derecho, de sexo acabado,
N o n falserie su dicho por aver monedado.)/

J u a n Manso, p a d r e del S a n t o , j u n t a m e n t e con los demás hijos,


tomaron el hábito de monges en el Monasterio de Cañas, y la casa
solariega de los Manso pasó á su hermano Alfonso Manso, cuyo
hijo Lope López Manso engendró á Iñigo López Manso, y éste á
P e d r o Manso, que firma un documento hecho por D . Alfonso V I I I
en las Cortes de Nájera (;1164?) y en favor de la catedral de Cala-
h o r r a . Su hijo J u a n Manso tuvo á P e d r o Manso, Clavero que fué de
la Orden de C a l a t r a v a , y que t a n t o se distinguió rompiendo el pa-
lenque que tenían los moros cuando San F e r n a n d o tomó á Sevi-
lla (1248), y en premio D . Alfonso el Sabio le incluyó en el r e p a r t i -
miento, hecho á 200 caballeros en 1253, de v a r i a s posesiones, casas,
viñas y t i e r r a s .
Murió sin sucesión el Clavero de C a l a t r a v a , y la casa señorial
pasó á su hermano Benito Manso, al que heredó su hijo P e d r o G a r -
cía Manso, después su nieto Pedro Manso, y, por último, su biznieto
Juan, que fué Oficial de la casa de la Reina Doña Blanca, mujer de
D . P e d r o el Criiel, el cual mandóle degollar por su adhesión al In-
fante D . E n r i q u e .
No dejó sucesión, y heredó la casa su tío Lope Manso, y á su
hijo J u a n le dieron los R e y e s el Señorío de la villa de F u e n S a l d a ñ a ,
que heredó su hijo Pedro López ó Gómez Manso, casado en L e -
queitio con una señora de la familia de Butrón; este matrimonio
fundó en Lequeitio el convento de S a n F r a n c i s c o , donde está ente
r r a d o , por más que el Diccionario geográfico é histórico de la Aca-
demia nada nos diga de la existencia de tal convento. Hijos suyos
fueron Martín Manso y J u a n Manso, p a d r e de

j)on JTIorjso J/lanso, primer Obispo de puerto T^ico.


Vio la primera luz en Becerril de Campos, del obispado de P a
lencia; pasó á estudiar á Salamanca, donde recibió la beca de cole-
gial del Mayor de San Bartolomé el 23 de E n e r o de 1486. Explicó
ACADEMIA HERÁLDICA

S a g r a d a E s c r i t u r a , y o b t u v o , por oposición, la M a g i s t r a l de aquella


Catedral; mandóle el R e y Católico que visitase la Universidad, y
porque los doctores c a t e d r á t i c o s salieron á recibir al Príncipe D o n
J u a n con r o p a s de seda, costeadas por el a r c a de la Universidad,
les condenó á que las p a g a s e n de su peculio p a r t i c u l a r .
El E m p e r a d o r le n o m b r ó Obispo p r i m e r o de la S e d e de P u e r t o
Rico, adonde p a r t i ó , después de h a b e r sido c o n s a g r a d o en la P e ­
nínsula; siendo, a d e m á s , el p r i m e r Inquisidor del N u e v o Mundo, y
allí celebró auto de fe. E n 1512 erigió en C a t e d r a l la iglesia de
San J u a n , erección que confirmó el P a p a Julio I I .
NARCISO H E R G U E T A Y M A R T Í N .
(Continuará.) .

LÓPEZ

PAPENBROEK, que en el s i g l o
x v i t dirigía la publicación del
Acta Sanctorum, t u v o ocasión
de n o t a r , como todos los histo­
r i a d o r e s de la E d a d Media, lo
difícil que era su labor, debido
al g r a n n ú m e r o de documentos
apócrifos. Ú n a s e á esto el que
casi todos los hechos de a l g u n a
i m p o r t a n c i a e s t á n unidos á la le­
y e n d a , y se c o m p r e n d e r á la cau­
sa por la que ese período nos es
mucho menos conocido que€l-an-
tiguo E g i p t o , con su l a r g a serie
de faraones, que los pueblos ira­
nios con sus e t e r n a s luchas y h a s t a que la vida del h o m b r e primitivo
que tenía p o r refugio las c a v e r n a s y cuyos p r o g r e s o s , g r a c i a s á la
arqueología, nos es dado conocer.
L a invasión de los b á r b a r o s i m p o r t ó en el S u r de E u r o p a sus
primitivas creencias en aquellos s e r e s s o b r e n a t u r a l e s que vivían en
los bosques, que s u s u r r a b a n en las fuentes, que c o r r í a n en las a g u a s
de los arro}'uelos, y no reconociendo m á s Dios que un solo Dios y
sólo un Lucifer, e t e r n o enemigo, E g i s y las G ó r g o n a s de la religión
a n t i g u a se t r a n s f o r m a r o n bien p r o n t o en los d u e n d e s y en las bru-
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jas, y los Dioses lares de los gentiles en el Á n g e l de la G u a r d a y el


C r e a d o r de todo lo creado que desde su elevado trono veía las m i s
mínimas acciones que realizaban los mortales.
Así como en las leyendas g r i e g a s los dioses luchaban entre sí y
protegían y defendían á los seres, de igual forma en los de los tiem-
pos medioevales la mano del Señor está siempre presente 3' deja
sentir su poderoso influjo cuando se t r a t a de alguno de sus ele-
gidos.
Aquella fuerza misteriosa que hacía seguir á las gentes d e t r á s
del Salvador... " Y pasando más adelante, vio otros dos her.nanos,
Jacobo, de Zebedeo, y J u a n su hermano que estaban en un barco
con Zebedeo, su p a d r e , remendando sus redes, y los llamó. Y ellos,
dejando luego el barco y á su padre, le siguieron...„, se transmitió
también á sus discípulos; y ese Jacobo que deja á su padre en la bar-
ca, ese Santiago, que vino á predicar en E s p a ñ a la Divina Doctrina
y que murió martirizado en Jerusalén, realiza aún después de su
m u e r t e conversiones nuevas al o b s e r v a r los incrédulos cómo prote-
g e el cielo á sus elegidos.
L o s discípulos del Santo Apóstol, conociendo el cariño que sentía
por la t i e r r a hispánica y que ésta era su voluntad, recogieron el ca-
dáver insepulto, y llevándole por caminos desconocidos, le conduje-
ron á la orilla del m a r .
"Una nave g o b e r n a d a por la mano de Dios^, dice el Pontífice
León III, condujo en el breve espacio de siete días los mortales des-
pojos desde lope, en Palestina, á la antigua Iria Flavia, situada en
los confines de Galicia.
V i v í a á la sazón en esta comarca, y era señora de g r a n d e s po-
sesiones una m a t r o n a conocida, á causa de su g r a n poder, con el
nombre de Reina L u p a ó R<>ina L o b a . A ella tuvieron que dirigirse
los discípulos del Apóstol para obtener permiso de e n t e r r a r l e con
toda solemnidad.
E r a su residencia una fortaleza ó castillo llamado posteriormen-
te C a s t r o Lupario, en el camino que va del P a d r ó n á Santiago de
Compostela. Descreída, recibió sin e m b a r g o , con benevolencia la
súplica, encargando á los solicitantes fuesen á ver al Gobernador,
deudo suyo y que vivía en los límites del cabo de F i n i s t e r r e .
H o m b r e cruel, no sólo negó lo que le pedían, sino que cual faná-
tico exaltado, mandó prender á los osados viajeros; pero un ángel
les sacó por la noche de su prisión, y sus perseguidores, al tener que
pasar un puente, el de Ous, el del aviso, sobre el río T a m b r e , se
hundió, según el P a p a Calixto, con el mismo Régulo á la cabeza.
L a Historia Compostelaiia dice que entonces, no sólo este Go-
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b e r n a d o r a r r e p e n t i d o les pidió volviesen á verle, sino que se con-


virtió á la v e r d a d e r a fe, r o g á n d o l e s se a v i s t a r a n n u e v a m e n t e con la
Reina.
Mandó entonces ésta, influida por S a t a n á s , realizasen la sepul-
t u r a en el monte lUicino ó Pico S a c r o , y que cogiesen toros de la
v a c a d a que en el c a m p o poseía p a r a t r a n s p o r t a r el sepulcro, forma-
do m i l a g r o s a m e n t e , al d e s e m b a r c a r el s a n t o c u e r p o y colocarle so-
bre una piedra, que ella sola, cual blanda c e r a , se modeló in mo-
dum sarcophagi, dice el Obispo Equilino.
E l espíritu malo, t o m a n d o la forma de d r a g ó n y arrojando lla-
m a s por la boca, se antepuso á los fieles discípulos; pero bien pron-
to h u y ó e s p a n t a d o a n t e la señal de la cruz, y dos feroces t o r o s ,
a m a n s a d o s s ú b i t a m e n t e , se unieron al c a r r o y t r a n s p o r t a r o n el p r e -
ciado tesoro al l u g a r elegido p a r a su s e p u l t u r a .
"Don D i e g o Barrej^ro, criado del R e y N u e s t r o S e ñ o r , D . Feli-
pe I V de este n o m b r e y su R e y de a r m a s m á s antiguo en todos sus
reinos de España,,, señala en la ejecutoria formada p a r a D . G a b r i e l
Alonso L ó p e z , en 1655, que de este caballero llamado Hefia des-
cienden los López de Galicia.
E n c u é n t r a s e , sin e m b a r g o , este n o m b r e m u y unido á la historia
del S a n t o P a t r ó n de las E s p a ñ a s , señalando varios a u t o r e s diversos
L ó p e z ó L u p u s . H e aquí lo que sobre el p a r t i c u l a r manifiesta F r a y
Luis de los A n g e l e s , de la O r d e n de S a n A g u s t í n :
„ E n t r e o t r a s nobilísimas familias de que se jacta n u e s t r a E s p a -
ña, después de la venida de Cristo Redtíntor N u e s t r o al m u n d o ; se
conoce por mu}' ilustre la de los L u p o s ó L ó p e z , de quienes el pri-
m e r o que se ha conocido fué aquel insigne A r q u i t e c t o que edificó la
t o r r e de la C o r u ñ a y dedicó su memoria al Dios M a r t e en los tiem-
pos del E m p e r a d o r A u g u s t o . Como consta de su inscripción, llama-
da c o m ú n m e n t e T o r r e de H é r c u l e s ; del cual t a m b i é n consta que fué
P r í n c i p e ó r é g u l o muj- señalado, que á no serlo, no dejara su nom-
bre escrito en obra pública, por e s t a r prohibido p o r ley de los ro-
manos: éste se n o m b r ó Cayo S e r v i o L u p o .
„De esta familia hubo t r e s ilustres m a t r o n a s : una fué Claudia
L u p a , de quien se dicen m u c h a s cosas en la historia de S a n t i a g o .
,,La segunda se llamó t a m b i é n Claudia L u p a , la de la ciudad d e
G u a d i x , hija de la p r i m e r a de quien se t r a t a en la historia de los
siete discípulos, T o r c u a t o y sus c o m p a ñ e r o s .
„ L a t e r c e r a también Claudia L u p a , d e la provincia de e n t r e D u e -
ro y Miño, m u y digna de ser contada e n t r e ellas; y a u n q u e e n t r e
ellas no t e n g a el p r i m e r l u g a r , le debe t e n e r por no h a b e r sido me-
nos noble que las dos; y si se m i r a á la a n t i g ü e d a d de su conversión,
10 ACADEMIA H E R Á L D I C A

primero y antes que la de Galicia se convirtiese, y a ésta era cris-


tiana, lo cual consta porque cuando los discípulos traían el cuerpo
de su maestro por el Océano que confina con P o r t u g a l , enfrente de
la villa de Bouzas, en la p a r t e donde ahora se dice Matosiños, una
señora originaria de la ciudad de O p o r t o se desposaba con un ré-
gulo; y aunque las historias no nos dicen el nombre de estos dos
Príncipes, sin e m b a r g o , los hallamos escritos en mármoles, que son
libros antiquísimos, porque en ellos dura el nombre de Cayo C a r p o
Palanciano y el de su esposa Claudia L u p a Cálense, el cual Cayo
C a r p o fué de la ciudad de Palancia y L i b e r t o del E m p e r a d o r A u
gusto, Coadjutor de Claudio Atenodoro, Perfecto del bastimento, y
su mujer se llamó Claudia L u p a ó L u p a r i a , cuyo origen y deseen- j
dencía era de la ciudad Cálense, que ahora se dice Oporto.,,
E n efecto, al pasar la nave que conducía el cuerpo de Santiago ;
por el lugar citado de Bouzas ó A m a y a , desposábanse Cayo Carpo j
y Claudia L u p a .
Dirigía aquél una cuadrilla ecuestre que h a r í a diversos ejerci-
cios y diversiones, cuando desbocándosele súbitamente el caballo
que montaba, se arrojó al m a r y sumergido llegó hasta el sitio don-
de se encontraban los discípulos d e l Apóstol, en donde, alzándose y
permaneciendo sobre las aguas como si fuera tierra firme, encon-
tróse caballero y montura cubiertos de conchas.
Admirado, solicitó noticias á los n a u t a s de aquel e x t r a ñ o suceso,
y éstos, después de haberle adoctrinado y hecho oración, oyeron
una voz del cielo que explicaba de esta forma las conchas que cu-
brían al náufrago:
"Jesu-Christo ha sido servido de manifestar por ti á los que aho
r a viven y á los que después vinieren que los que fueren devotos de
este su siervo y Apóstol D i e g o , y que le buscasen donde este su
Cuerpo fuese sepultado; que en memoria su)-d llevasen de allí o t r a s
semejantes conchas, s e r á n tenidos de allí adelante y en el día
del juicio bien recibidos y conocidos de Dios y admitidos en el
cielo. „
P o r eso Alejandro III llama en su Bula de 1165 a l a s veneras
Insignia Beati lacobi, y prohibe que se vendan en otro lugar sino
en Compostela, prohibición confirmada por G r e g o r i o X I en 1277 y
Clemente III en 1308.
A la vista de tales milagros, aquella Reina L u p a se convirtió al
cristianism.o y construyó el p r i m e r santuario de Compostela.
Y a no fué loba, sino que cual manso cordero, siguió la inspiración
divina, mereciendo ser adorada en los altares. El día 22 de F e b r e r o
es Santa Claudia L u p a , y sus sucesores e s t a m p a r o n en los escudos
ACADEMIA HERÁLDICA 11

y como r e c u e r d o de aquel g r a n hecho, el sencillo animal, símbolo


de c a n d o r 3' de v i r t u d .
El mismo R e y de a r m a s B a r r e y r o describe así el blasón de los
L ó p e z de Galicia: "Sus a r m a s y divisa es un escudo p a r t i d o por me-
dio; en la p a r t e de a r r i b a , en c a m p o azul, un c o r d e r o de p l a t a con
su cruz y b a n d e r a como a g n u s , y la p a r t e de abajo, en c a m p o colo-
r a d o , un castillo de oro á la m a n o d e r e c h a y en la siniestra u n a flor
de lis de plata.„
JULIO L E C E A Y NAVAS.

Caballeros calafravos.

b. Eduardo de flcha.
H o n r a m o s hoy n u e s t r a s p á g i n a s con el r e t r a t o de D . E d u a r d o
de A c h a , descendiente de la noble familia de los A c h a s de A y a l a ,
cruzado caballero de la O r d e n de C a l a t r a v a , el día 22 de E n e r o del
corriente año.
J u z g a m o s , con este motivo, p e r t i n e n t e d a r algunos detalles so-
b r e o t r o s A c h a s , distinguidos t a m b i é n en diversas ocasiones, p o r
servicios p r e s t a d o s á su R e y y á su p a t r i a ; p e r o como esto s e r í a
demasiado l a r g o , r e p r o d u c i r e m o s sólo la relación de los m é r i t o s y
servicios de D . Nicolás de A c h a y A v e n d a ñ o , C a p i t á n de la s e x t a
c o m p a ñ í a del batallón de Milicias de Infantería de Buenos A i r e s , y
á quien le fué concedida, en 1787, la cruz de C a r l o s I I I .
E r a éste n a t u r a l de Bilbao, caballero hijodalgo, de casa y solar
conocido. E n 19 de A g o s t o de 1758 le declaró la R e a l Audiencia
de la C o n t r a t a c i ó n , por hábil y capaz de comerciar á las Indias con
caudales propios y de E n c o m i e n d a s .
En 5 de S e p t i e m b r e de 1760 le n o m b r ó el Consulado de Cádiz
p a r a A d m i n i s t r a d o r del p a q u e b o t e San Fernando, que n a v e g ó de
aviso del asiento del comercio al p u e r t o de B u e n o s A i r e s . E n aten-
ción á su conducta, valor, aplicación y experiencia militar, le nom-
bró el G o b e r n a d o r y C a p i t á n g e n e r a l , que fué de aquella provin-
cia, D . F r a n c i s c o B u c a r d i , en 1." de E n e r o de 1767, p a r a S u b t e -
niente de una de las c o m p a ñ í a s del batallón de Milicias de F o r a s t e -
r o s de aquella ciudad.
E n el año siguiente de 1768, le eligió el Cabildo, Justicia y Re-
12 ACADEMIA HERÁLDICA

gimiento de la propia ciudad p a r a los empleos de Regidor y De-


fensor de menores, y desempeñó ambos cargos con aceptación de
aquel ilustre Cuerpo.
El Teniente del R e y de aquella plaza D . Diego'do Salas, certi-

D. EDUARDO DE ACHA.

ficó, con fecha 1." de Marzo de 1774^ que servía en el expresado


batallón de Milicias desde el referido año de 1767, primero de Sub-
teniente y luego de Teniente, con a m o r y acreditada conducta,
desempeñando su obligación, así en estos empleos como en los
encargos que le confiaron los G o b e r n a d o r e s de la provincia, y
ACADEMIA HERÁLDICA 13

p a r t i c u l a r m e n t e en el de s e g u n d o C a p i t á n del citado paquebote San


Fernando, á que le destinó el G o b e r n a d o r , D . P e d r o Cevallos, lue-
g o que en el año 1762 se a r m ó en g u e r r a p a r a el corso de aquel R í o
de la P l a t a , manifestando en todo su a c e n d r a d o celo 3^ obediencia á
cuanto se le m a n d ó y cediendo á favor del R e a l E r a r i o sus sueldos,
hallándose entonces de guarnición, por e s t a r la t r o p a v e t e r a n a en la
o t r a b a n d a de dicho r í o ; por lo que a s e v e r a n d o ser un fiel vasallo,
de conocido crédito, nacimientos y nobles circunstancias, le consi-
d e r a b a a c r e e d o r á las h o n r a s y g r a c i a s que S. M. se dignase dis-
pensarle.
L o s Oficiales Reales de la propia ciudad certificaron, con fecha
de 13 de A b r i l del mismo año de 1774, que no había percibido suel-
dos ni gratificaciones a l g u n a s de la R e a l Hacienda, así del tiempo
que fué segundo C a p i t á n del p a q u e b o t e e x p r e s a d o , como desde que
servía en el batallón de Milicias de F o r a s t e r o s , y que condujo una
vez desde Potosí á Buenos A i r e s el situado de la guarnición de esta
plaza.
Su p a d r e , D . D o m i n g o de A c h a , sirvió á S. M. desde 27 de
A g o s t o de 1759, en el empleo de Fiel de la R e n t a de L a n a s en la
mencionada villa de Bilbao con el m a y o r celo y d e s i n t e r é s .
E n atención al mérito de D . D o m i n g o R o m u a l d o de A c h a y
A v e n d a ñ o , h e r m a n o del enunciado D . Nicolás, y á las circunstan-
cias de su p a d r e y á los de sus ascendientes, por R e a l d e c r e t o de
24 de D i c i e m b r e de 1756, se sirvió S. M. concederle 200 ducados
anuales de lanzas y ballesteros m a r e a n t e s en el Señorío de Vizca-
y a , que h a b í a n v a c a d o por fallecimiento de D . A n d r é s F r a n c i s c o
de Mendoza y A r t e a g a , con calidad de que hubiese de s e r v i r con
27 lanzas y 15 ballesteros m a r e a n t e s , siempre que se le m a n d a s e ,
conforme á la orden que a c e r c a del referido servicio le fuere d a d a
y de que se le expidieron R e a l e s cédulas y c a r t a vizcaína en 23 de
A b r i l de 1757.
P o r R e a l o r d e n de 20 de N o v i e m b r e del mismo año, se sirvió
S. M. conceder i g u a l m e n t e al p r e c i t a d o D . D o m i n g o la plaza de
Oficial de la S e c r e t a r í a del Consejo de H a c i e n d a , en Sala de única
contribución, donde continuaba su m é r i t o , y p o r o t r a de 29 de J u -
lio de 1773 le confirió la T e s o r e r í a de C r u z a d a y papel sellado de
M a d r i d y su p a r t i d o .
Su h e r m a n o , D . Joseph R a m ó n , sirvió asimismo á S. AI. con el
empleo de Oficial de la C o n t a d u r í a de los R e a l e s E j é r c i t o s , y des-
pués continuó a l g u n o s años su m é r i t o de e n t r e t e n i d o en la S e c r e t a -
r í a de este S u p r e m o Consejo de Indias, por lo t o c a n t e á la N u e v a
España.
14 ACADEMIA HERÁLDICA

Posteriormente h a hecho constar que, hallándose vacante la sex-


ta Compañía del batallón de Milicias de infantería de la propia
ciudad de Buenos Aires, por r e t i r o de D . Lorenzo Cosió, atendien-
do el V i r r e y D. P e d r o Cevallos al mérito, conducta y experiencias
militares del citado D . Nicolás, y haber servido de Teniente de Gra-
naderos desde el año 1772 hasta entonces á s-u costa y expensas to-
das las c a m p a ñ a s que habían ocurrido, desempeñando su obligación
con mucho celo y á satisfacción de sus Jefes, le nombró para este
empleo, expidiéndole el certificado en 10 del mismo; haber servido
igualmente por tiempo de diez y ocho años sin intermición y á su
costa en todas las c a m p a ñ a s y fatigas ocurridas en dicho tiempo y
en el año de 1772 de Capitán de la fragata San Fernando, en aquel
río y sitio de la colonia del S a c r a m e n t o ; y en el de 1775, en la ex-
pedición del R í o G r a n d e , y h a b e r conducido dos situados desde la
villa de Potosí de un millón de pesos con puntualidad y fiel e n t r e g a
hecha á satisfacción de los Oficiales Reales, considerándole por todo
y su notorio desempeño muy acreedor á las piedades de S. M.
El Cabildo secular de la expresada ciudad de Buenos Aires,
con fecha de 20 de Marzo de 1786, certifica que es Regidor de ella;
y que en el año de 1768 sirvió i g u a l empleo con el c a r g o de Defen-
sor general de menores, sin g r a v a m e n alguno de ellos. E n todos
estos destinos y las demás comisiones que ha obtenido se ha ver-
sado con la m a y o r pureza y honor á satisfacción del público.
N.

Ladrón de Guevara.

L estado continuo de lucha en que se vio sumida nuestra


' P a t r i a d u r a n t e los siglos medios y el deseo de conseguir
[ la victoria, usando todos los medios que posibles fueran,
han dado origen á un sin número de pequeñas anécdotas, algunas
sumamente curiosas y que en no pocos casos revelan la intelectua-
lidad de los g u e r r e r o s de aquellos tiempos.
V e a m o s una, tal y como la describe F r a y Felipe de la G á n d a r a ,
de la Orden de S a n A g u s t í n , Coronista g e n e r a l de los Reinos de
León y Galicia:
ACADEMIA HERÁLDICA 15

" E n estas inquietudes de Galicia—dice—que causó el Conde de


Camina, D . P e d r o A l v a r e z de S o t o m a y o r , por aquel Reino, llegó
al sosiego dellas D . L a d r ó n de G u e v a r a , desemboscando en Pon-
t e v e d r a , con órdenes de c o n v o c a r á todos los señores y caballeros
del Reino p a r a que le asistiesen y a y u d a s e n á r e c u p e r a r las ciuda-
des y villas de que se había apoderado el Conde de Camina; y á
esto acudió el Arzobispo de San-
t i a g o , D . S a n c h o d e U l l o a , Con-
de de M o n t e r r e j ^ el Conde de
A l t a m i r a , D . A l v a r o de Mosco-
so, D . D i e g o de A n d r a d e , Señor
de P u e n t e de E u m e , F e r r o l y
Villalba y con ellos vino D o n
S u e r o de Oca y otros g r a n d e s
caballeros de P o n t e v e d r a , adon-
de hubo muchos c o m b a t e s y asal-
t o s que resistió D . P e d r o Alva-
rez de Sotomaj^or; y siendo la
e m p r e s a m u y difícil, D . L a d r ó n
de G u e v a r a t r a t ó de e n c a m i n a r
su pretensión por a l g u n a inteli-
gencia con que poder p r e n d e r
al Conde; y p a r a esto se ordenó
que un peón llamado F e r n a n d o C a l v a d o , llevase una c a r t a al de
Camina; y que m i e n t r a s él se detuviese en leerla, c o r t a s e las
piernas al caballo en que a n d a b a , y que luego acudirían y le pren-
derían.
„Recelóse el Conde del ardid y no quiso que llegase el soldado,
sino que pusiese la c a r t a en l u g a r a p a r t a d o y que se fuese, con lo
cual se desvaneció t o d o .
„Don L a d r ó n de G u e v a r a , viendo los pocos efectos que resulta-
ban de su cuidado, e n t r ó en sospechas de que D . S u e r o Gómez de
S o t o m a y o r , Mariscal de Galicia, e r a primo del Conde de C a m i n a ,
y que S u e r o de Oca e r a cuñado del mismo Mariscal, casado con su
h e r m a n a D o ñ a M a r í a G ó m e z de S o t o m a y o r , y que los d e m á s caba-
lleros profesaban a m i s t a d con el Conde, d e t e r m i n ó de p r e n d e r l o s ,
y p a r a esto los convidó á un b a n q u e t e en su n a v e , y caminando jun-
tos se encontró con ellos G a r c í a M a r t í n e z d e B a r b e i t o , el cual, p r e -
sumiendo á lo que iba, les dijo:
„—Gardebos D e u s ora; non deu con v o s o u t r o s en Vizcaia, esse
vos e n t r e g a n ó Rei, g r a n d e s contas a v e d e s de d a r .
„Ellos le respondieron:
16 ACADEMIA HERÁLDICA

„—Boniso, Boníso (que quiere decir: tonto ó menguado).


„E1 respondió:
„—luro á D e u s que vosoutros sodes mais locos que eu.
„Conque divirtieron su camino y no quisieron ir á bordo, y se
d e s a m p a r ó el sitio que tenían puesto.
„Así lo refiere Aponte: Conque el Arzobispo de Santiago, Don
Alonso de Fonseca, pareciéndole de Suero de Oca e r a de la opinión
de Suero Gómez de Sotomayor, y éste de la del Conde de Camina,
con la gente y con la del Conde de Monterrey, movieron contra
Suero de Oca, entrando por sus tierras, contra la casa fuerte de
Oca, que había fundado su padre D . A l v a r o ; el cual, viéndole des
apercibido y sin tiempo p a r a poderlo hacer, no pudiendo hacer ros-
t r o al Arzobispo, dejó la casa y sus t i e r r a s y se pasó á Orense, de-
jando á su mujer y familia en la casa, entendiendo que con ella, por
ser señora de t a n t a calidad y digna de todo respeto, h e r m a n a del
Mariscal D . Suero Gómez, y ella se llamaba Doña María Gómez de
Sotomayor; pero no sucedió así, porque el Arzobispo, después de
e n t r a d a la fortaleza, prendió A Doña María y la hizo llevar á San-
tiago, la cual ocupada de pena por verse aprisionada, dentro de
t r e s días murió y descansa su cuerpo en la Quintana del Convento
de Santo D o m i n g o , y su lápida tiene este letrero:
"AQUÍ IAZE A N O B L E SEÑORA D O Ñ A MARÍA GÓMEZ
D E SOTOMAIOR,
HERMA D E SUEIRO GÓMEZ
U E SOTOMAIOR, MARISCAL, E MULLER D E SUEIRO D E OCA, DEUS
P E R D O N E SUA ALMA.„

C O N D E D E CINARCA.

Noticias.

E l J u r a d o de la Exposición Nacional de Bellas A r t e s ha conce-


dido una 2." Medalla á D . Guillermo Gómez Gil, y una 3." á D. José
Nogué. Reciban n u e s t r a cordial e n h o r a b u e n a .

H a fallecido en Madrid D . Miguel Sánchez Pinillos, padre de


nuestro querido amigo D . E d u a r d o Sánchez Roldan. Reciba su dis-
tinguida familia el testimonio sincero de nuestro pésame.

Imp. de Ricardo Rojas, Campomanes, 8,—Teléfono 316.

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