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SENTENCIA DE LA CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD

PENA DE MUERTE (Parte II)


DERECHOS HUMANOS DE LOS ASESINOS O DE LAS VÍCTIMAS

El 24 de Octubre del 2017, la Corte de Constitucionalidad,


Guatemala, según Expediente 5986-2016, dicta
SENTENCIA sobre acción de inconstitucionalidad
interpuesta en contra de la aplicación de la Pena de
Muerte que, según ellos, “vulneran” los artículos 17, 46 y
149 de la Constitución Política de Guatemala (CPRG),
acción que fue declarada CON LUGAR bajo los siguientes
fundamentos legales y doctrinarios.

Los puntos medulares de la acción de inconstitucionalidad interpuesta, en


cuanto a los DERECHOS HUMANOS, se concentran en dos fundamentales: 1)
Que se violentan la preeminencia de los tratados internacionales sobre
Derechos Humanos y convenciones, en la que prohíben insertar o ampliar
leyes que regulan la aplicación de la Pena de Muerte, Tratados que tienen
mayor jerarquía y obligan al ordenamiento jurídico interno, conforme lo
establecen los artículos 46 y 149 de la CPRG; y 2) Que debemos ajustarnos a la
tendencia internacional de la Abolición de la Pena de Muerte como un avance
de las sociedades modernas.

Como antecedente, se recomienda leer el Artículo SENTENCIA DE LA CORTE


DE CONSTITUCIONALIDAD PENA DE MUERTE. GRAVÍSIMOS ERRORES
HERMÉUTICOS (Primera Parte: Introducción y Reacción al primer enfoque)
que lo pueden encontrar en: http://unidostodosporguate.blogspot.com/2017/.

Hoy nos enfocaremos sobre el fundamento de los Derechos Humanos


Internacionales.

COMPETENCIA. “Corresponde a esta Corte, como función esencial, mantener


la preeminencia de la Constitución sobre el ordenamiento jurídico, conociendo
de las acciones contra leyes, reglamentos o disposiciones de carácter general
que sean objetadas parcial o totalmente de inconstitucionalidad.” (Doctrina de
la Corte de Constitucionalidad)

“… las normas tachadas de vicio de inconstitucionalidad, al no cumplir con los


principios y prácticas internacionales, riñen con la defensa de los derechos
humanos, porque contravienen los artículos 2, 4, numeral 2), 9 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos”, “En los países que no han abolido la pena
de muerte, ésta solo podrá imponerse por los delitos más graves, en
cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de
conformidad con la ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la
comisión del delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no
se la aplique actualmente”, ello implica violación al artículo 46 y 206 de la
CPRG, porque el ordenamiento jurídico interno, extendió la aplicación de la pena
de muerte a nuevos delitos; y 2, numeral 2), y 15 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos… al igual se violentan principios internacionales
como el de -pacta sunt servanda y ius cogens-buena fe - contenido en el artículo
26 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, que
establece: “Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
ellas de buena fe” ACOTAN: “…salvo una confrontación abierta con el texto
constitucional interno…”; que según el artículo 53 (y 26, 27, 31 numeral 1) de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados: “…una norma imperativa
de derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la
comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite
acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior de
derecho internacional general que tenga el mismo carácter”.
Es de suma importancia RESALTAR: “…salvo una confrontación abierta con el
texto constitucional interno…” y no admite acuerdo en contrario y que sólo puede
ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que
tenga el mismo carácter. Estas normativas nos obligan a plantearnos dos
interrogantes vitales:

a) ¿Los Derechos Humanos Universales son absolutamente


incondicionales? y; b) ¿La soberanía de los pueblos
democráticos están estrictamente condicionadas por la
determinación y opinión internacional?

Los Tratados de Derechos Humanos ratificados por Guatemala, NO ANULA


IPSO FACTO la aplicación de la Pena de Muerte. Aún más, ratifican que SÍ es
factible aplicar la pena de muerte para los delitos más graves y para los casos
de asesinato previamente tipificados en el momento de haber contraído el
compromiso.

La sana hermenéutica demanda conciliar todos y cada uno de los criterios,


legales y doctrinales, que pueden arrojar luz para llegar a una conclusión
acertada. Los tratados internaciones tienen como máximas los siguientes
principios fundamentales: PACTA SUNT SERVANDA significa “el pacto
obliga a las partes” convirtiéndose en ley (Art. 26 Convención de Viena de
1969, y párrafo 2 del Art. 2 de la Carta de las Naciones Unidas); sin embargo, se
estipula una aplicación “razonable y equitativa” (Derecho de los
Tratados, Art. 4 del Anuario de la Comisión de Derecho Internacional Vol. II),
por lo cual es de vital importancia entender que este principio NO ES
ABSOLUTO, como así lo indica EDGAR ALBERTO PATIÑO CARMONA
(Doctorado en la Universidad Pontificia Bolivariana):
Hay tres excepciones a éste principio del pacta sunt
servanda: Imposibilidad física es cuando se escapa de las manos de alguno
de los intervinientes (sujetos de derecho internacional); Imposibilidad
moral cuando hay elementos dentro de una sociedad que se ven
violentados, es decir, tocan la esencia del pueblo, de los individuos que lo
componen, y por ese motivo, el tratado es considerado moralmente
inviable; e Inconveniencia política o social cuando el tratado vaya en
contra del ambiente político del país o del desarrollo social, el Estado en
forma unilateral debe denunciarlo. “Un tratado puede quedar sin efecto
cuando determinadas circunstancias históricas o políticas aceptan su
denuncia”[5], también es conocida esta excepción como la rebus sic
stantibus, que significa “estando así las cosas”.

OTRO principio fundamental es: BONA FIDE que significa “Buena Fe”, por lo
tanto, el derecho internacional excluye en definitiva “toda mala intención”
“Sin atropellar los derechos del otro” y “garantiza la plena lealtad y
transparencia entre los sujetos que firman el contrato”, y “evita el
abuso del derecho y vicios jurídicos” (Art. 26 Convención de Viena).
OTRO principio fundamental para los tratados internacionales es: EX CONSENSU
ADVENIT VINCULUM, cuyo significado natural es “Del consentimiento deviene
la obligación”. Por tanto, la voluntad que se da, debe estar libre de VICIOS DE
CONSENTIMIENTO (Arts. 48, 49 y 50 Convención de Viena). Debe resaltarse
el Art. 50 que establece la posible CORRUPCIÓN DEL REPRESENTANTE para
anular el efecto de la obligatoriedad del Tratado Internacional. En principio,
siendo que el tema de la PENA DE MUERTE es un asunto de ALTA
IMPORTANCIA para nuestro pueblo, DEBIÓ HACERSE UNA CONSULTA
NACIONAL, para entonces determinar la conveniencia de un pacto
internacional QUE CONCULQUE LA VIDA DE LOS ASESINOS. LA VIDA DE
LOS GUATEMALTECOS NO PUEDE ESTAR CONDICIONADA A LA “OPINIÓN”
DE UNOS “IDEÓLOGOS” Y “MENOS AÚN DE EXTRANJEROS QUE NO
ENCARNAN NUESTRA REALIDAD SOCIAL”

OTRO principio fundamental es: IUS COGENS cuyo significado es “Derecho


necesario”, esto es el Derecho que ha de cumplirse necesariamente por los
Estados. Sin embargo, el mismo puede ser modificado, suspendido o anulado
por una norma ulterior; y además, es de suma importancia citar el Art. 53 de la
Convención de Viena, 1969, «es nulo todo tratado que, en el momento de su
celebración, esté en oposición con una norma imperativa de Derecho
Internacional general». En este sentido, veamos otro principio fundamental:

Rebus sic stantibus, esto es “estando o mientras continúen así las cosas”,
cuyo significado es “Cláusula que permite la revisión de los contratos cuando,
debido a la concurrencia de circunstancias nuevas respecto a las existentes en
el momento de celebración del contrato y que son imprevisibles, las prestaciones
de alguna de las partes han devenido excesivamente gravosas, rompiendo
el equilibrio del contrato (Enciclopedia Jurídica). Debe sumarse el principio
Mutatis mutandis “cambiando lo que debe cambiarse”, la sociedad es un ente
dinámico al igual que las leyes que la regulan. La ley está para servicio del
HOMBRE, y no el Hombre al servicio de la Ley, puesto que este último sería
pura anarquía e innecesaria o injusta. La ley está en función de la necesidad
del ser humano, en este sentido la ley es utilitaria. La ley creada en un vacío
social es un sin sentido.
El Estado de Guatemala debe apegarse al criterio de la IMPOSIBILIDAD DE
CUMPLIMIENTO, establecido según en el numeral 1 del Art. 14 (Derecho de
los Tratados. Anuario de la Comisión de Derecho Internacional, Vol. II),
puesto que las circunstancias sociales actuales, el alto índice de
criminalidad y la aberración de los actos criminales, superan el
DERECHO DE DEFENSA de la población guatemalteca, por tanto, la Aplicación
de la Pena de Muerte y su extensión para casos nuevos dentro de las formas de
asesinato, se enmarcan en el DERECHO DE DEFENSA de la población
guatemalteca, el cual por el momento se encuentran en un estado de
indefensión ante la delincuencia organizada.

El Congreso de la República argumenta: “… se puede establecer que se


tipificó la conducta que sería objeto de la pena, pudiendo el individuo que
infrinja la ley, establecer que de su conducta antijurídica se pueden desprender
las consecuencias establecidas en la norma… las penas objetadas serán
aplicadas en delitos que por su naturaleza son de especial impacto para
la sociedad… el Legislador trató de plasmar dicho repudio en el hecho de que
si es cometido en circunstancias que agravan el delito, la pena máxima de
cincuenta años impuesta no era suficiente, sino que para compensar a la
sociedad por la crueldad con que fueron cometidos los hechos se deberá imponer
la pena de muerte”.

Se admite: “… el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, también el


Comité de Derechos Humanos, han manifestado…: “El Estado Parte debe limitar
la aplicación de la pena de muerte a los delitos más graves, entiéndase los delitos
que entrañan la pérdida de vida humana”. Y en conformidad con el párrafo 2 del
artículo 6 del Pacto se indica: “Se invita al Estado Parte a que vaya hacia la
abolición total de la pena de muerte”.

Según la opinión de los abolicionistas internacionales es más coherente


al raciocinio humano el imponer como pena máxima a los asesinos
de niños, mujeres y ancianos, TRES CADENAS PERPETUAS, 100 o
200 o 300 AÑOS DE PRISIÓN en lugar de la Pena de Muerte, bajo
alimento y protección y plena alcahuetería, porque según los
abolicionistas, hay que salvaguardar el derecho a la vida como un
derecho natural universal e INCONDICIONAL, claro está, impulsan sus
esfuerzo para proteger a los ASESINOS sentenciados a muerte, y a esto se
suma la gravedad de reincidencia de los asesinatos mediante actos de
intelectualidad.

Señores abolicionistas ¿Qué paso con el derecho a la vida de los ASESINADOS?


¿Qué pasó con el derecho de justicia que los familiares de las VICTIMAS
anhelan para reivindicar el VALOR DE SUS SERES QUERIDOS? Aún más, ¿Qué
han hecho ustedes señores abolicionistas para impedir que los reos vuelvan a
cometer NUEVOS ASISINATOS? Ustedes son culpables del establecimiento de
un estado de indefensión en contra de los ciudadanos honorables.

¡¡¡Basta ya de esta torpeza ideológica,


Que nos tiene de rodillas a todo un pueblo que sufre y sangra¡¡¡

El Congreso de la República en cuanto al contexto histórico guatemalteco de la


legalidad propiciada indican con precisión, fundamentando: “es necesario
tomar en cuenta que cuando se firmó la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, había delitos que no constituían un flagelo para la sociedad, siendo
importante analizar hasta qué punto llega la prohibición contenida en el convenio
internacional en relación a la realidad actual de un país que exige se garantice su
seguridad” “.... con relación al delito de Plagio o secuestro, la CORTE de
CONSTITUCIONALIDAD en sentencia de seis de junio de dos mil siete, según
expediente 3457-2006, hizo referencia a que el mismo ya existía como tal, previo a
la ratificación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”; y en
sentencia del treinta y uno de octubre del dos mil, según expediente 30-2000, la
CC indicó: “… Repercutiendo seriamente la decisión en una sociedad
crispada por la odiosidad del delito de plagio o secuestro y por su
crecimiento exponencial, de lo que es reflejo la frecuencia y la intensidad con
que el legislador últimamente ha tratado de contenerlo por medio de la gravedad
de la pena (durante casi sesenta años lo castigó con pena que no rebasó los
quince años de prisión y en los últimos cinco la elevó a cincuenta años de prisión
y la de muerte), esta Corte no puede ser insensible a ese clamor que puede ser de
la mayoría de la población…”

Señores, NUESTRA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE GUATEMALA imprime


como deber primario del Estado proteger la vida de las personas (de
ciudadanos honorables que pudieran ser víctimas, y NO de los asesinos),
proteger a la familia, defender el bien común, garantizar la justicia, la
libertad, el desarrollo individual y colectivo (de ciudadanos honorables que
pudieran ser víctimas, y NO de los asesinos) (Arts. 1, 2, 3, 12, 26, 44 de la CPRG).
La génesis histórica de los Derechos Humanos tiene su razón de ser en la
VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS de todas las personas que se sujetan al
respeto del derecho positivo y humano de los demás. Entiendan de una vez
por todas, la DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS corresponde en pleno a
las VÍCTIMAS, y no a los victimarios. El Derecho Positivo tiene su razón de
ser en los que violentan el derecho de los demás. La Pena de muerte es un
Derecho Positivo, y un derecho natural de defensa, establecido para ser
aplicado en contra de aquellos que, en menosprecio de la vida del ser humano,
la quitan despiadadamente. (Compárese: incisos c) y d) del numeral 1 del Art.
15. Derecho de los Tratados).

POR TANTO, los principios internacionales PACTA SUNT SERVANDA,


BONA FIDE, EX CONSENSU ADVENIT VINCULUM, IUS COGENS, REBUS
SIC STANTIBUS Y MUTATIS MUTANDIS, deben interpretarse bajo la
REALIDAD HISTÓRICA de nuestro pueblo guatemalteco, el mismo que está
cansado de la pérdida diaria y constante de sus seres queridos, 25 a 30 muertes
diarias, mutilaciones, desmembraciones. ABERRACIONES que han
provocado la organización de la sociedad para eliminar, linchar, hacer justicia
por su propia mano, en razón de la IDEOLOGÍA ALCAHUETISTA E
IRRACIONAL de los abolicionistas de los “DERECHOS HUMANOS” mal
concebidos.

¿Por qué NO ASUME EL ESTADO SU RESPONSABILIDAD LEGAL Y


MORAL DE GARANTIZAR LA VIDA DE LOS CIUDADANOS Y NIÑOS
DE GUATEMALA? ¿Qué es LO QUE LES DETIENE PARA
DENUNCIAR LOS TRATADOS INTERNACIONALES QUE, LO ÚNICO
QUE HACEN ES CONCULCAR LA PÉRDIDA DE VIDAS INOCENTES
Y DE GENTE TRABAJADORA?

Señor Presidente de la República, Señores Diputados, cumplan con


el deber que se les acomete DE SALVAGUARDAR LA VIDA DE LOS
GUATEMALTECOS HONORALBLES con valor y gallardía, y Señores
Magistrados de la Corte de Constitucionalidad tengan la bondad de
someterse a los intereses de la nación y no a los intereses
mezquinos e irracionales de la opinión internacional sobre
Derechos Humanos mal concebidos y aplicados en desmérito de la
vida de los guatemaltecos.

Guatemala, 11 de febrero del 2018

Lic. John Del Salto, M.A.T.


Presidente CCNyA

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