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ARTÍCULO DE REVISIÓN
MSc. Omer Rodríguez Martínez, Dra. Mireya Benítez Cartaya, Dra. Isabel
Ambou Frutos, Dra. Daysi de la Caridad Vilches Lescaille, Dra. Claudia
Hernández Cruz, Dra. Ariacna Castro Machado
RESUMEN
ABSTRACT
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INTRODUCCIÓN
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A pesar de las estadísticas expuestas, la retinitis por CMV -aun siendo la más
común de las manifestaciones sistémicas de la enfermedad por CMV relacionadas
con el SIDA- se convirtió en una enfermedad a la cual no se le prestó la suficiente
atención en esta pandemia.4 Reportes recientes6 dan cuenta de cuán significativo es
este problema en China y su asociación con niveles de depresión inmunológica
severa. La retinitis por CMV ha sido estimada en el 16,8 % (19/113) de los
pacientes infectados por VIH, al tener conteos celulares por debajo de 50
células/microlitro (el grupo de mayor riesgo).7,8
Otras tasas de incidencia de retinitis por CMV con SIDA notifican el 0,36/100
personas/años basadas en 29 casos incidentes, de 8 134 personas/año de
seguimiento. La tasa fue mayor para aquellos con conteos de células CD4,
inmediatamente en la primera visita por debajo de 50 células/microlitros, mientras
que solamente un individuo con conteo de células de 50-99 células/microlitro y dos
individuos con conteos celulares mayores de 100 células/microlitro desarrollaron
retinitis por CMV. La presencia de un conteo celular de CD4 por debajo de 50
células/microlitro en la primera visita antes de la evaluación por retinitis por CMV
fue el único factor de riesgo hallado y el más importante para desarrollar la
retinitis.11
Aunque la infección por CMV tiene una amplia distribución mundial, la retinitis por
CMV ha ocurrido primariamente en aquellos países con suficientes fuentes de
atención médica para mantener al paciente con SIDA con vida lo suficientemente
larga como para desarrollar bajos conteos celulares de CD4.
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DESARROLLO
Una vez que el CMV infecta una célula, el genoma ADN viral migra hacia el núcleo
celular. El curso subsiguiente de la infección depende del estado de
activación/diferenciación de la célula. En ciertos tipos celulares en las cuales la
replicación viral es completamente permitida como en los fibroblastos y células
endoteliales, hay una cascada regulada temporalmente de la expresión del gen
viral.
Los primeros genes virales que son transcriptos son tempranamente genes
inmediatos que codifican la unión DNA viral a proteínas los cuales regulan la
expresión de otros genes virales, seguida de genes que inician tempranamente la
replicación genómica viral del ADN, y de genes tardíos que codifican proteínas
estructurales virales que se ensamblan para formar nuevas partículas virales.
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DE LA LATENCIA A LA REACTIVACIÓN
El antígeno receptor reconoce péptidos cortos que son presentados por las
moléculas clase MHC sobre la superficie de las células infectadas por el virus. Las
células CD4 reconocen péptidos derivados de proteínas extracelulares presentadas
por las moléculas MHC clase II, mientras que las células CD8 reconocen péptidos
derivados de proteínas intracelulares presentados por las moléculas MHC clase I.
Cuando los receptores de las células T reconocen a un péptido específico sobre una
célula dendrítica en un nódulo linfático, estas experimentan una proliferación clonal
mantenida y una diferenciación en efectores altamente activados de células T que
secretan citokinas y/o células killer infectadas viralmente. Una vez la infección viral
inicial ha sido controlada, la mayoría de las células T activadas mueren por
apoptosis, pero las que permanecen, persisten como una población expandida de
células T específicas de memoria circulantes que pueden experimentar una rápida
proliferación cuando encuentran un virus de nuevo.
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La retinitis por CMV ocurre en pacientes en los que ha fallado la generación de una
respuesta primaria de células T contra el virus (en trasplantes de órganos sólidos o
trasplante de órganos halogénicos de medula ósea) o en pacientes que son
portadores de CMV, pero en los cuales ha decrecido previamente la respuesta
efectiva CMV-Células T específica por existir enfermedad (SIDA) o tratamiento
inmunosupresivo (incluyendo quimioterapia por enfermedad maligna).
El factor de riesgo primario para retinitis por CMV parece ser el nivel de deficiencia
inmunológica, como es determinada por las células CD4, pero otros factores de
riesgo contribuyen. Estos otros factores incluyen el nivel de células CD8 (células
cito tóxicas), daño retinal vascular, como evidencia de microangiopatía en la retina
(conocida como retinopatía del SIDA o retinopatía del VIH), y la bacteriemia por
complejos Mycobacterium avium (MAC).12
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El espectro clínico de una uveítis por recuperación inmune va desde una vitritis
asintomática, pasando por una vitritis leve transitoria a una vitritis persistente con
miodesopsias, pérdida de visión, edema macular cistoide y formación de
membranas epiretinianas.1 En los pacientes con terapia TARGA y retinitis por CMV
previa con diagnóstico de uveítis por recuperación inmune es necesario descartar
otras causas de panuveitis como la sífilis o la retinitis herpética. El tratamiento de
las uveítis por recuperación inmune depende de la intensidad de la inflamación,
donde los corticoides son las drogas de elección y eligen la vía de administración
según la gravedad del caso.
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Otros autores citan el patrón hemorrágico como una de las tres variantes clásicas
junto a la retinitis fulminante o clásica y la forma granular o indolente, en el que
predominan las hemorragias retinianas intercaladas con la necrosis retiniana y no
describen la forma perivascular como patrón.
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Después que las células infectadas por CMV son difundidas, el ganciclovir es
primeramente fosforilado por la quinasa viral UL97; seguidamente fosforilado por
las quinasas celulares a ganciclovir trifosfato, que es el que inhibe la polimerasa
viral UL54 del ADN. El valganciclovir es un ester de valina del ganciclovir. Siguiendo
la absorción intestinal, el ester de valina es abierto naturalmente para liberar el
ganciclovir libre.
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En los últimos 5 años, el compromiso del CMV ha sido notado en aumento en dos
formas de enfermedad del segmento anterior: uveítis anterior y endotelitis. En
ambas, el ADN del CMV es detectado en el humor acuoso por reacción de
polimerasa en cadena (PCR). En la patogénesis, no queda claro aún si la
reactivación por CMV es la causa primaria de la inflamación o si la reactivación local
de CMV ocurre en el segmento anterior como consecuencia secundaria de
activación de macrófagos y células dendríticas provocada por una causa primaria
diferente (como ocurre en la reactivación local en pacientes que tienen colitis
ulcerativa o colitis asociada a Clostridium difficile).2
Aunque es poco común, la infección por CMV puede producir una uveítis anterior
unilateral crónica o recurrente asociada a hipertensión y grados variables de atrofia
sectorial del iris en pacientes adultos inmunológicamente competentes. Son
generalmente subclínicas.3,29,30 Su característica fundamental es que son crónicas
de intensidad moderada. Son típicos los PK múltiples, difusos de márgenes
estrellados o reticulares (presentes en el 92 % de pacientes con SIDA y retinitis por
CMV). Es rara la existencia de sinequias y de atrofia de iris. También es infrecuente
que afecten el segmento posterior.30
Esta asociación está basada en la demostración tanto de del ADN del CMV a través
del PCR, así como la presencia de anticuerpos intraoculares directos antiCMV
detectados por ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay), unido a los
correspondientes resultados negativos para HSV y VZV en muestras de acuoso.3
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CONCLUSIONES
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