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MÓDULO 2.1.

INTRODUCCIÓN

Las aguas residuales necesitan una descontaminación según los tipos contaminantes que
contengan y la cantidad de cada uno de ellos. Esto implica el desarrollo de unas instalaciones,
Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales, con líneas de tratamiento específicas, que
cumplan la normativa vigente.

Objetivos

Conocer las causas del vertido de las aguas residuales y por tanto, la obligación de
su descontaminación
Adquirir una visión global de una instalación de tratamiento: Estaciones
Depuradoras de Aguas Residuales
Ser capaz de calcular los caudales de aguas residuales que se van a tratar.
Conocer la legislación sobre tratamientos de aguas residuales.

Contenidos

CAPÍTULO 2.1.1. NECESIDAD DE DESCONTAMINAR LAS AGUAS RESIDUALES

CAPÍTULO 2.1.2. LAS DEPURADORAS

1. Estaciones
2. Tratamientos
3. Caudales a tratar

CAPÍTULO 2.1.3. LEGISLACIÓN SOBRE TRATAMIENTOS DE AGUAS RESIDUALES

Documentación en pdf

Módulo 2.1. Introducción Tratamiento Aguas Residuales


CAPÍTULO 2.1.1. Necesidad de descontaminar las
aguas residuales

El agua es probablemente el recurso natural más importante del mundo, ya que sin ella no
podría existir la vida y la industria no funcionaría. A diferencia de muchas otras materias primas,
el agua no tiene sustituto en muchas aplicaciones. El agua tiene un papel vital en el desarrollo
de las comunidades, ya que es indispensable que su abastecimiento sea seguro para que una
comunidad se establezca permanentemente. Sin embargo, los desechos líquidos y sólidos de
una comunidad tienen un potencial considerable para contaminar el ambiente.

En las civilizaciones primitivas el remedio para el problema de la contaminación era simplemente


trasladar la comunidad a otro lugar; en las civilizaciones más avan zadas tal mudanza es
impracticable y se deben tomar medidas para proteger y aumentar el abastecimiento de agua y
para eliminar satisfactoriamente los materiales de desecho. El concepto de agua como un
recurso natural que debe administrarse cuidadosamente es muy necesario ya que las
poblaciones en desarrollo y los complejos industriales tienen demandas de agua siempre
crecientes.

En las civilizaciones antiguas se reconoció la importancia del abastecimien to de agua y de


las medidas sanitarias para las aguas de desecho:

Los hallazgos arqueológicos muestran la existencia de letrinas y drenes en las


viviendas neolíticas
2000 años a.C., la civilización minoica tenía ya tuberías de arcilla para el agua y el
drenaje, además de retretes hidráulicos en las casas.
Los romanos te nían sistemas muy avanzados para el abastecimiento del agua y su
drenaje. Sus ciudades usaban grandes cantidades de agua con fuentes que
surtían continua mente a la mayoría de la población, aunque las familias ricas tenían
sus propios abastecimientos entubados. Se construyeron largos acueductos,
algunos de los cuales todavía existen, que recorrían hasta 80 km para que el
abastecimiento de agua de buena calidad a las ciudades fuera el adecuado. Los
albañales de piedra en las calles desalojaban el agua superficial y recolectaban las
descargas de las letrinas para conducirlasmás allá de los límites de la ciudad.
En la Edad Media comenzaron a desarro llarse pueblos en el cruce de los ríos
importantes, los cuales constituían una fuente de agua adecuada y un medio
aparentemente conveniente para la eliminación de desechos. Aunque en los
pueblos más grandes se construyeron albañales, éstos estaban diseñados
únicamente para el desalojo del agua superficial.
En el Reino Unido las medidas sanitarias eran mínimas: en 1579, una calle en
Londres con sesenta casas tenía tres letrinas comunales. En un intento por mejorar
las cosas, en 1847 se dictó en Londres una ley que hacía obligatoria la descarga
de los desechos de sumideros y letrinas en los albañales. Los alcantarillados de
Londres arrojaban los desechos en el Táme sis, del cual se obtenía gran parte del
agua para la ciudad; esto, aunado al deficiente estado de conservación de muchas
de las alcantarillas permitía que su contenido se filtrara al acuífero, que era la otra
fuente de abastecimiento de agua. Como consecuencia las enfermedades hídricas
abun daron en la ciudad. El brote de cólera de Broad Street Pump, que en 1854
causó 10 000 muertes, proporcionó la evidencia al Dr. John Snow para que
demostrara la conexión entre la contaminación del agua por agua residual y las
enfermeda des entéricas como el cólera y la tifoidea. El escándalo público dio lugar
a que se ordenaran los primeros trabajos importantes de ingeniería de salud
pública de los tiempos modernos.
La Revolución Industrial aumentó en gran medida la demanda urbana de agua y las
postrimerías del siglo diecinue ve vieron la construcción de obras importantes de
abastecimiento de agua que comprendían grandes almacenamientos en terrenos
elevados.

Los vertidos de aguas residuales son la fuente de la mayor parte, de la conta minación
antropogénica que puede hallarse en las aguas naturales. Por ello, el control de esta
contaminación mediante la depuración o tratamiento de dichas aguas constituye un aspecto
fundamental desde el punto de vista ecológico y de obligado cumplimiento desde el punto de
vista legal.

Cualquiera que sea su pro cedencia, los vertidos


de aguas residuales presentan una amenaza
para los seres vivos y el medio ambiente, ya que
producen una alteración de las características
del medio natural (masa de agua, terreno)
donde se produce la descarga. La importancia
de esta amenaza es función de las
características, cantidad y composición del agua
residual, así como de la capacidad de
autodepuración del medio frente al vertido al
que es sometido.

El conocimiento de la composición de las aguas residuales es fundamental para la gestión


correcta de los vertidos, en lo referente a recogida, tratamiento y evacuación de los mismos.

Para minimizar el efecto medioambiental es necesario recoger y tratar adecuada mente los
vertidos, manteniendo una serie de principios y objetivosen el proceso:

Prevenir y reducir lo máximo posible la contaminación y sus efectos.


Considerar todos los efectos posibles sobre el medio ambiente, asegurando la máxima
protección del mismo.
Aplicar una política ambiental de protección del medio en la planificación del desarrollo
urbano e industrial.
Eliminar los vertidos de carácter altamente tóxico, persistente y bioacumulativo.
CAPÍTULO 2.1.2. Las depuradoras

Introducción

La depuración consiste en tratar las aguas por medio de procedimientos físicos, o


biológicos, con el fin de que se parezcan lo más posible, en sus características físicas y
químicas, a las aguas que tenía el cauce receptor previamente a cualquier intervención
humana.

ESTACIONES

Debes conocer

Una depuradora o estación depuradora de aguas residuales (EDAR) es una instalación


donde el agua residual se somete a un proceso en el que por una combinación de
diversos tratamientos físicos, químicos y/o biológicos, se consigue eliminar la materia en
suspensión (sedimentable y no sedimentable) y las sustancias en disolución que contiene.

No hay dos depuradoras iguales. En efecto, cada una de ellas se adapta individualmente a los
requerimientos y necesidades concretas del lugar y a sus prioridades. De esta manera, las
depuradoras municipales, que principalmente tratan aguas domésticas, se basan en procesos
diferentes a los utilizados en depuradoras industriales, las cuales presentan una alta
concentración de sustancias tóxicas contaminantes.

A pesar de todo, existen, como es natural, similitudes básicas sea cual sea el proceso
depurativo: en primer lugar, se eliminan mecánicamente los elementos sólidos contenidos en las
aguas residuales. Posteriormente, se emplean procedimientos fisicoquímicos para eliminar los
sólidos en suspensión y, finalmente, las sustancias orgánicas disueltas se degradan mediante la
acción de un tratamiento biológico.

La materia orgánica separada del agua durante el proceso de tratamiento recibe el nombre de
fango. El elevado contenido en agua que posee hace que su volumen sea significativo, por lo
que debe ser tratado en vista del espacio limitado de los vertederos.

Así pues, cuando se habla del tratamiento de las aguas residuales no nos referimos sólo al
agua, sino también a un complejo proceso tecnológico englobado en el concepto de tratamiento
de aguas y fangos.

1. Desbaste y tamizado
2. Desarenado y desengrasado
3. Tratamiento primario
4. Tratamiento secundario o biológico
5. Decantación secundaria
6. Tratamiento terciario
7. Línea de fangos

Debes conocer

En un sistema de depuración de aguas se implican ciertas vías que se denominan líneas


de tratamiento, siendo su número más común el de tres:

Línea de agua

Representa la secuencia de depuración de las aguas propiamente dicha. Está constituida


por los diferentes tratamientos a los que se somete el agua. En la actualidad, los niveles
de depuración se emplean como recurso metodológico para conseguir la ordenación de
las operaciones y procesos unitarios.

De acuerdo con este esquema el agua a depurar será tratada con los tratamientos
adecuados, según los contaminantes que presente, siguiendo el orden del esque ma. Se
puede utilizar más de un tratamiento de cada nivel, así como la eliminación de algún nivel.

Línea de lodos

Representa la secuencia de tratamiento de los lodos generados en la línea de agua.


Todos los tratamientos de aguas son meras separaciones de impurezas que contienen las
aguas, con lo cual al final de los tratamientos se llega a un agua de una cierta pureza y a
una mezcla de estas impurezas con los productos, que en alguna parte del proceso se
han tenido que añadir, más los generados en los propios procesos. Dejando aparte a los
sólidos separados en el pretrata miento, gruesos, arenas y granos a la mezcla del resto de
impurezas se la deno mina bajo el epígrafe de fangos o lodos. El sistema de depuración
nunca es completo si no se resuelve el problema que plantea este subproducto, los lodos,
convirtiéndolos, con el tratamiento adecuado, en un producto inocuo para un destino final.

Línea de residuos.

Los contaminantes separados en el pretratamiento (sólidos gruesos‑finos, arenas y


grasas) se les considera aparte de los lodos, incluyéndolos dentro del capítulo de línea de
residuos. En la mayoría de las ocasiones, sólo implica la disposición final del residuo, sin
ningún otro tratamiento.
Diagrama de líneas de aguas y lodos

TRATAMIENTOS

La depuración de un agua residual se puede realizar por muchos tratamientos posibles, los
cuales pueden clasificarse según diferentes aspectos, tales como:

La naturaleza del tratamiento


El tamaño del contaminante eliminado

Se clasifican los tratamientos en cuatro grandes grupos:

Físicos

Se basan en provocar un cambio físico en las propiedades de los contaminantes. Son los
tratamientos más simples. En general, buscan la eliminación del contaminante como sólido o
combinado con sólido o liquido. Los tratamientos típicos son:

Sedimentación

Se basa en la separación por la acción de la gravedad de los contaminantes sólidos, cuya


densidad sea mayor que la del líquido. Los sólidos se depositarán en el fondo del equipo, de
donde son retirados. Las densidades relativas de los sólidos eliminados están comprendidas
entre 1,05 y 2,6.

Flotación

Se basa en la separación por diferencia de densidad de los contaminantes sólidos cuya


densidad es menor que la del liquido. Esta flotación puede ser natural o provocada, como
cuando se introduce aire para favorecerla. Los sólidos se recogen en la superficie del líquido.

Filtración

Se fundamenta en el proceso de retención que provoca la interposición de un medio poroso al


paso del líquido. Los sólidos quedan retenidos en la superficie o en el interior del medio poroso,
según donde se realice el proceso de filtra ción. Como medio poroso se utilizan materiales tales
como: arena, carbón, vidrio y cerámicas porosas.

Evaporación

Se persigue la vaporización de un líquido de una solución o de una suspensión. El objetivo es


concentrar la solución. Para ello se requiere un aporte de energía.

Adsorción

Por medio de un sólido se busca retirar un contaminante de una solución. El contaminante se


fija, física o químicamente, en la superficie del sólido. Como sólidos se utilizan carbón activo y
zeolitas, entre otros.

Desorción – Stripping

Se provoca un stripping (desorción) cuando se pone en contacto una masa líquida con aire, al
cual se transfiere un contaminante. Este proceso es típico para la eliminación de amoníaco de
las aguas.

Extracción

Por este proceso se retira un contaminante de una masa líquida al ponerla en contacto con otro
líquido no miscible con ella, y en el cual el contaminante es más soluble.

Para saber más

Ventajas e inconvenientes de los distintos tratamientos físicos

Químicos

Estos tratamientos modifican las propiedades químicas de los contaminantes. Se persigue la


destrucción química del contaminante o la conversión del mismo en otro producto que sea
fácilmente separable. Los tratamientos típicos son:

Coagulación‑floculación

Se realiza la separación de sólidos de pequeño tamaño mediante un proceso de agregación


(coagulación‑floculación), lo cual permite aumentar el tamaño de los sólidos y utilizar alguno de
los tratamientos físicos anteriores para la separa ción. Para ello, se utilizan sustancias,
coagulantes y floculantes, que provocan la unión entre las partículas de los sólidos, generando
sólidos de mayor tamaño.

Precipitación química

Mediante este tratamiento se consigue que contaminantes solubles se transfor men en formas
insolubles, o que disminuya la solubilidad del contaminante en el líquido. Para ello, se añaden
diferentes aditivos, tales como: lechada de cal, hidróxido sódico o carbonato sódico, entre otros.
Los contaminantes son poste riormente eliminados por tratamientos físicos. Se utiliza,
principalmente, para eliminar metales pesados de las aguas.

Oxidación/reducción química

Consisten en reacciones en las cuales las moléculas de un reaccionante pierden electrones


(oxidación) mientras que las moléculas del otro reaccionante los ganan (reducción). Se han de
utilizar aditivos oxidantes, como peróxido de hidrógeno, ozono, cloro y permanganato potásico; y
también reductores, como sulfito sódico.

Reducción electrolítica

Este tratamiento incluye reacciones de oxidación/reducción sobre la superficie de los electrodos,


cátodo y ánodo. Se provoca una deposición del contaminante sobre uno de los electrodos,
generalmente el cátodo. Es un procedimiento de recuperación.

Intercambio iónico

Consiste en poner en contacto un líquido con un sólido que presente facilidad para intercambiar
iones, cationes o aniones. Como sólido de intercambio se utilizan resinas. Se aplica para eliminar
dureza del agua, así como iones de calcio y magnesio.

Ósmosis inversa

En este tratamiento se realiza la migración de agua a través de una membrana semipermeable


que separa soluciones de diferente concentración. La membrana es permeable al agua, pero
retiene los contaminantes disueltos, tales como: sales y componentes de alto peso molecular. En
este caso se aplica una presión a la solución más concentrada para conducir el agua hacia el
lado de la menos con centrada, en contra del flujo osmótico normal.

Para saber más

Ventajas e inconvenientes de los tratamientos químicos

Térmicos

Estos tratamientos utilizan elevadas temperaturas para descomponer los contaminantes. Las
especies metálicas pasan a las formas más elementales, generando cenizas y gases puros;
mientras que los compuestos orgánicos se descomponen a dióxido de carbono, agua y gases
halógenos.

Presentan como inconveniente la formación de compuestos intermedios no desea dos, así como
elevados costes de energía. Por lo que se reservan normalmente para el tratamiento de sólidos
y aguas residuales refractarias a otros tratamientos. En todos estos procesos las eficacias de
eliminación de contaminantes son superiores al 99,99%. Los tratamientos típicos son:

Oxidación húmeda

En este proceso se pone en contacto la fase líquida con aire a temperaturas de

150‑325 °C y presiones de 2.000‑20.000 kPa. Este proceso se utiliza en corrientes residuales


con contaminantes en bajas concentraciones, pero aún tóxicos para los procesos biológicos.
También se utiliza para eliminar materia orgánica refractaria antes de un proceso biológico, así
como para regenerar el carbón activado.

Oxidación supercrítica

En este proceso se explotan las propiedades del agua a temperatura y presión críticas, 374 °C y
25,3 MPa. En estas condiciones las sustancias orgánicas son completamente miscibles y las
sales son insolubles.

Incineración

Este es un proceso de destrucción térmica. El líquido es inyectado bien directa mente en el


quemador, o en la llama, o en la cámara de combustión y al mismo tiempo se introduce oxígeno.
Opera en el rango de temperatura de 1.000‑1.700 °C.

Para saber más

Ventajas e inconvenientes de los tratamientos térmicos

Biológicos

Estos tratamientos utilizan mecanismos biológicos y bioquímicos para llevar a cabo un cambio
químico en las propiedades de los contaminantes. Estos trata mientos se basan en la utilización
como alimento de ciertos compuestos orgánicos por los microorganismos, con lo que se generan
nuevos microorganismos. En ellos se persigue una doble acción, la degradación de
contaminantes orgánicos y la formación de flóculos biológicos fácilmente separables. Los
tratamientos típicos son:

Filtros bacterianos
En este proceso los microorganismos se presentan fijos sobre un soporte, mien tras que el
líquido fluye a través de ellos.

El oxígeno necesario se introduce en el sistema por tiro natural, o mediante tiro forzado en caso
necesario.

Lodos activos

Consiste en poner en contacto, en suspensión, un licor constituido por microor ganismos con el
liquido a depurar. El proceso es aerobio, por lo que se precisa la introducción de oxígeno, por
medio de burbujeadores o mediante aireadores superficiales.

Lagunas aireadas

Son procesos similares al de lodos activos, con la salvedad de utilizar estanques de poca
profundidad por lo que se precisan extensiones importantes.

Biodiscos

Son procesos intermedios entre los filtros bacterianos y los lodos activos, pues presentan una
superficie amplia para la fijación de los microorganismos parcialmente sumergida dentro de un
tanque con licor mezcla. La aireación se realiza mediante el giro continuo de la superficie de
fijación.

Degradación anaerobia

Los procesos anaerobios se presentan en igual forma que los anteriores con la diferencia de la
ausencia de oxígeno para poder realizar la degradación.

Para saber más

Ventajas e inconvenientes de los tratamientos biológicos

El tamaño de contaminante eliminado

En general, el tratamiento de un agua se puede basar en la eliminación de los contaminantes,


considerándolos como sólidos, de acuerdo con su tamaño y natu raleza. Por lo que las
operaciones y procesos unitarios, anteriormente menciona dos, se agrupan para proporcionar lo
que se conoce como tratamientos primario, secundario y terciario; así como un pretratamiento,
en base al tamaño del conta minante eliminado.
Para saber más

Secuencia típica de los tratamientos de depuración

CAUDALES A TRATAR

El método de cálculo de los caudales a tratar en la estación depuradora de aguas residuales


varía en función del origen de las aguas.

Aguas blancas

En las aguas blancas se incluyen las de escorrentía superficial y las de drenaje. Los caudales y
características de estas últimas son muy específicos de cada caso por lo que no pueden darse
orientaciones cuantitativas con carácter general.

El tratamiento de las aguas de lluvia presenta especiales dificultades en las pe queñas


depuradoras, al presentarse enormes diferencias entre los caudales me dios de tiempo seco y
los caudales de aguacero.

Los principales problemas qué pueden encontrarse son:

Caudales excesivos que la planta no tiene


capacidad para absorber.
Aporte de gran cantidad de arenas,
debido en su caso a carencia de pavi-
mentación en viales y superficie de
recogida de aguas.
Aporte de gran cantidad de productos
voluminosos, que fácilmente van a tu pir
rejas o tamices, incapaces de hacer frente
a estos volúmenes.

Caudal de cálculo

Se denomina caudal de cálculo de lluvia o escorrentía al máximo caudal que se decide admitir en
la red de saneamiento y que, en consecuencia, será el que llega rá a la estación depuradora.

Este caudal de cálculo no es el máximo que puede producirse en la localidad, pues ello
conllevaría la adopción de grandes secciones de conductos que encarecerían
extraordinariamente la obra y dificultarían su funcio namiento con lluvias débiles, y especialmente
en tiempo seco si la red es unitaria.

Lógicamente la elección de un mayor o menor caudal de cálculo, para una de terminada


población o zona, viene determinada por los daños que pudieran crear las inundaciones que
pudieran producirse.

En los barrios comerciales de grandes poblaciones, en que las interrupciones del tráfico
provocan grandes trastornos a la actividad comercial y el anegamiento de los sótanos
ocasiona pérdidas de valor considerable, habrá que considerar una lluvia de cálculo que
sólo se presente una vez cada bastantes años.

En otras zo nas urbanas se podrá descender a lluvias que tengan la probabilidad de


presentar se en 5 ó 2 años. Y en zonas en contacto con el campo, pequeñas poblaciones
y zonas rurales podrá adoptarse como caudal de lluvia para el cálculo uno que pue da
producir algunas inundaciones al año de breve duración, si bien, para decidir el número
de inundaciones anuales admisibles, habrá que comparar el valor de los perjuicios que
puedan causarse con el sobreprecio de las alcantarillas de mayor sección.

Siguiendo el método racional, el máximo caudal de aguas de lluvia evacuado en una zona, para
una determinada frecuencia de precipitación, valdrá:

Q =YxIxS

siendo:

Q : Caudal de cálculo de la escorrentía, en I/s.


Y : Coeficiente de escorrentía, adimensional.
I :Intensidad media de lluvia correspondiente a la máxima precipitación para una
frecuencia y una duración del aguacero determinados, en I/s.ha.
S : Superficie total de la zona, en ha.

Para cuencas urbanas de entre 5 y 200 hectáreas y para mayores extensiones en cuencas
naturales, en las que la mayor distancia no excede de 1,5‑2 km, en las que se puede considerar
que las precipitaciones cubren uniformemente toda el área, se recomienda la utilización del
método racional para la determinación de los caudales de escorrentía.

En cuencas urbanas mayores de 200 ha será necesario establecer los correspondientes


modelos, que representen las interrelaciones reales en el desarrollo de la escorrentía y simulen
conceptualmente su comportamiento.

Para saber más

Coeficiente de escorrentía y precipitaciones

Aguas negras
Un primer dato para el dimensionado de las estaciones depuradoras es la cuantificación de los
volúmenes de agua a tratar.

En caso de conocer el consumo urbano real en el momento del diseño se adoptará dicha cifra
como valor inicial, debiéndose realizar la prognosis de cauda les hacia el futuro en un período de
25 años.

Actualmente los valores usuales de dotación de agua están entre 100 y 250 litros diarios
por persona. En los núcleos de pequeño tamaño suele ser próxima a los 100 I/hab.d: En
los núcleos urbanos de muy alto nivel de desarrollo y con in dustria asociada de
consideración, o en algunas áreas residenciales de lujo, las dotaciones por habitante
llegan a alcanzar valores de 400 a 500 I/d.

En redes de saneamiento sin infiltraciones de consideración, los volúmenes re cogidos de aguas


negras son del orden del 75% al 85% de los volúmenes de agua distribuidos en el
abastecimiento.

Consumos medios que a lo largo del tiempo evolucionarán de acuerdo con el modelo

Dt = D (1+ a) t

siendo

D: la dotación en el momento de la realización del estudio o proyecto, to mado de la tabla,


o la cifra real si es mayor
t: tiempo
a: coeficiente de incremento poblacional que se recomienda no sea superior a 0,012
(aunque a veces se llega a considerar como válido 0,02).
En el proceso de dimensionamiento se seguirán los siguientes pasos:

1. A partir de los datos de población del núcleo disponibles hacer una estima ción de la
población futura en un período de 15 y 25 años (P15 y P25).
2. Con dichos valores de población futura entrar en la tabla y calcular D15 y D25
3. Como caudales de diseño medios diarios se adoptarían:

Q15 = 0,8 x P15 x D15

Q25 = 0,8 x P25 x D25

En función de los resultados obtenidos deberá decidirse si la planta se constru ye en una única
fase con el Q25, o en dos fases, una inicial calculada con Q15 y una segunda fase o ampliación
con Q25.

Aguas industriales

En caso de actividades específicas complementarias de los consumos urbanos típicos, habrá


que sumar a los valores anteriores los correspondientes a aquellos usos o actividades
(industriales, agrícolas, ...) que vierten a la red. Los valores a adoptar pueden extraerse de las
tablas.

Las cifras que se consideran como normales para zonas industriales son:

• Dotación de suministro: 50 m3/d por hectárea de zona industrial (40‑70 m3/ha.d)

• Caudales de usos sanitarios del personal: 50 I/d por trabajador (30‑100 I/trab.d)

No obstante los vertidos, en cuanto a cantidad, son totalmente diferentes de unas industrias a
otras y, por otro lado, dentro de los mismos tipos de industrias, variarán considerablemente.
CAPÍTULO 2.1.3. Legislación sobre tratamientos de
aguas residuales

Introducción

La legislación disponible en materia de tratamientos de aguas residuales es refiere a


aguas residuales urbanas.

Con carácter general, se establecen dos obligaciones claramente diferenciadas: En primer


lugar las aglomeraciones urbanas deberán disponer, según los casos, de sistemas
colectores para la recogida y conducción de las aguas residuales y, en segundo lugar, se
prevén distintos tratamientos a los que deberán someterse dichas aguas antes de su
vertido a las aguas continentales o marítimas.

En la determinación de los tratamientos a que deberán ser sometidas las aguas residuales
urbanas antes de su vertido, se tiene en cuenta si dichos vertidos se efectúan en zonas
sensibles o zonas menos sensibles, lo cual determinará un tratamiento más o menos
riguroso.

En los siguientes apartados se van a resaltar los aspectos más importantes de esta
legislación.

Real Decreto Ley 11/1995

En este Real Decreto – Ley se establecen las normas aplicables al tratamiento de las aguas
residuales urbanas, transponiendo la Directiva 91/271/CEE, con el fin de proteger la calidad de
las aguas continentales y marítimas de los efectos negativos de los vertidos de las aguas
residuales urbanas.

Definiciones:

Habitante equivalente (h-e): la carga orgánica biodegradable con una demanda de


oxígeno de cinco días (DBO 5) de 60 gramos de oxígeno por día.
Tratamiento primario: tratamiento de aguas residuales mediante un proceso físico o físico
– químico que incluya la sedimentación de sólidos en suspensión, u otros procesos en los
que la DBO5 de las aguas residuales que entren, se reduzca, por lo menos, en un 20%
antes de vertido, y en total de sólidos en suspensión en las aguas residuales de entrada
se reduzca, por lo menos, en un 50%.
Tratamiento secundario: el tratamiento de aguas residuales urbanas mediante un proceso
que incluya un tratamiento biológico con sedimentación secundaria u otro proceso, en el
que se respeten los requisitos que se establecerán reglamentariamente.
Tratamiento adecuado: El tratamiento de las aguas residuales urbanas mediante cualquier
proceso o sistema de eliminación, en virtud del cual las aguas receptoras cumplan
después del vertido, los objetivos de calidad previstos en el ordenamiento jurídico
aplicable.
Zona sensible: Medio o zona de aguas declaradas expresamente con los criterios que se
establecerán reglamentariamente
Zona menos sensible: Medio o zona de aguas marinas declaradas expresamente con los
criterios que se establecerán reglamentariamente.

Según este Real Decreto se deben haber realizado las siguientes actuaciones:

Las aglomeraciones con más de 2000 h-e tendrán un sistema colector para las aguas
residuales urbanas
Las aglomeraciones con más de 10000 h-e y más de 2000 que viertan en aguas
continentales o estuarios tendrán un tratamiento secundario de aguas residuales urbanas.
Si vierten en zonas menos sensibles podrán tener un tratamiento menos riguroso que el
secundario siempre que existan estudios que indiquen que no habrá efectos negativos
sobre el medio ambiente y haya un tratamiento primario.
La aglomeraciones con menos de 2000 h-e y que viertan a aguas continentales y
estuarios y las aglomeraciones con menos de 10000 h-e y que viertan a aguas marítimas
tendrán un tratamiento adecuado de las aguas residuales urbanas
La aglomeraciones de más de 10000 h-e y que viertan a zonas sensibles tendrán un
tratamiento más riguroso que el secundario.

Para saber más

Texto completo Real Decreto Ley 11/1995 por el que se establecen las normas aplicables
al tratamiento de las aguas residuales urbanas.

Real Decreto 509/1996

En este Real Decreto completa el Real Decreto – Ley 11/1995 sobre las normas aplicables al
tratamiento de las aguas residuales urbanas, para lo cual fija los requisitos técnicos que deberán
cumplir los sistemas colectores y las instalaciones de tratamiento de las aguas residuales, los
requisitos de los vertidos procedentes de instalaciones secundarias o de aquellos que vayan a
realizarse en zonas sensibles y regula el tratamiento previo de los vertidos de las aguas
residuales industriales cuando éstos se realicen a sistemas colectores o a instalaciones de
depuración de aguas residuales urbanas.

Asimismo, se determinan los criterios que deberán tomarse en consideración para la declaración
de las zonas sensibles y zonas menos sensibles.

Para saber más


Texto completo: Real Decreto 509/1996, de 15 de marzo, de desarrollo del Real Decreto-
ley 11/1995, de 28 de diciembre, por el que se establecen las normas aplicables al
tratamiento de las aguas residuales urbanas.

Resumen

Las EDAR son un conjunto de instalaciones destinadas al tratamiento de las aguas.


Dentro de las mismas existen dos líneas de tratamiento principales, la línea de aguas y la
línea de fangos, cada una de ellas integradas por diversos tratamientos específicos para
la eliminación de ciertos contaminantes.

Antes de diseñar una depuradora debemos conocer el tipo de contaminación y el caudal


que vamos a tratar. Para calcular el caudal hay que tener en cuenta las aguas blancas,
que incluyen la escorrentía y las precipitaciones, las aguas negras y las industriales.

Por otra parte, las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales Urbanas deben
adecuarse a la normativa vigente en la que se establecen los tratamientos mínimos a
implantar dependiendo de los habitantes equivalentes (carga contaminante) y el medio
donde se realiza el vertido final.

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