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Tema 1:

La Sociología como una forma de ver el mundo.

• La perspectiva sociológica: Notas distintivas, repercusiones y problemas.

La sociología es el estudio sistemático, riguroso y científico de la sociedad. La sociología implica un modo


particular de ver el mundo que nos rodea, una determinada perspectiva.

Para Peter Berger la perspectiva sociológica consiste en ver lo general en lo particular. Los sociólogos son
capaces de identificar pautas generales en la experiencia social de las personas. Reconocen y tienen presente
que cada individuo es único, pero también reconocen que sus experiencias vitales van a ser unas u otras
dependiendo de la categoría a que pertenecen (si son hombres o mujeres, ricos o pobres, niños o adultos).

Las sociedades tienen expectativas sociales distintas para cada una de las etapas de nuestras vidas, lo que hace
que nuestras experiencias vitales sean distintas en cada una de estas etapas.

Mirar el mundo con los ojos del sociólogo implica cuestionar la idea de que las personas hacen lo que deciden
hacer, y admitir, por el contrario, que lo que las personas hacen y piensan viene en gran parte determinado por
la sociedad en que viven.

La sociología nos muestra que las pautas y los procesos sociales que terminan afectando nuestras acciones y
nuestras decisiones.

A menudo la perspectiva sociológica contradice ideas o percepciones que nos parecen de sentido común. La
idea, por ejm: de que la conducta humana es el resultado de decisiones individuales. Para la mayoría de
nosotros, la vida cotidiana consiste en asumir cantidad de responsabilidad, en tomas decisiones importantes
acerca de muchas cosas.

La importancia de la perspectiva global.

Perspectiva global: es el estudio y análisis de los fenómenos y acontecimientos que ocurren a nivel mundial y
de la posición que cada sociedad ocupa en relación a otras y dentro del sistema mundial.

La perspectiva global es una extensión lógica de la misma perspectiva sociológica. La posición que ocupa la
sociedad en la que uno vive dentro del contexto mundial va a afectar sus conductas, decisiones o experiencias.
En nuestra aldea global hay diferencias en cuanto a calidad de vida.

• Los países más ricos son países industrializados: la población dispone de recursos abundantes. Estos
países son EE.UU., Canadá, la mayoría de los países de Europa occidental, Japón, Israel y Australia.
Todos juntos producen la mayoría de los bienes y servicios que se generan en el mundo y controlan la
mayoría de los recursos del planeta. La mayoría de las personas que habitan en estos países viven
bastante bien, porque han tenido la fortuna de nacer en una de las regiones más ricas del mundo.

• Países que disponen de una cantidad moderada de recursos: son alrededor de 90, relativamente
industrializados y de renta per. capita menor que el grupo anterior de países. La mayoría se
encuentran en Europa oriental y Latinoamérica. Sus habitantes tienen más probabilidad de vivir en
zonas rurales que en ciudades. Hay mucha desigualdad social.

Países escasamente industrializados: los países pobres son la mitad de la población mundial. Hay una

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pequeña minoría de privilegiados, la mayoría de la población tiene como único afán sobrevivir y salir
adelante.

Tres razones de perspectiva global:

• Porque las sociedades de todo el mundo están cada vez más vinculadas entre sí. Es cuestión de pocos
años, las sociedades de todo el mundo han quedado interconectadas a un nivel inimaginable hasta
hace poco. La multiplicación de los intercambios comerciales entre las naciones ha creado una
economía global. Muchas grandes empresas producen y venden sus bienes y servicios a escala
mundial. El proceso de globalización implica unos vínculos o lazos cada vez más estrechos entre las
sociedades de todo el mundo, cada vez más interconectadas.

• Una perspectiva global nos permite ver que muchos de los problemas que tenemos en Europa los
están sufriendo también, pero con mucha más intensidad, otros países del mundo. La pobreza es un
problema importante en Europa, y especialmente en Europa oriental. Pero la pobreza está mucho más
extendida y es un problema muchísimo más severo en Latinoamérica, Asia y África. Hay conflictos
étnicos, racismo y xenofobia en Europa, en otras zonas del mundo estos fenómenos pueden tener
consecuencias verdaderamente catastróficas en términos de vidas humanas.

• Pensar en términos globales es un ejercicio excelente para entendernos mejor a nosotros mismos y la
sociedad en la que vivimos.

La perspectiva sociológica en nuestra vida cotidiana.

Los beneficios de la perspectiva sociológica.

Cuatro beneficios:

• La perspectiva sociológica termina convirtiéndose en una forma de pensar, una especie de talante crítico
que sirve para poner en cuestión los valores, las normas, las definiciones de las cosas o incluso la forma de
hacer las cosas, que nosotros mismos y otras personas dan por supuestas. Al pensar en términos
sociológicos, podemos llegar a la conclusión de que algunas de nuestras ideas que considerábamos
naturales o indiscutibles, terminan apareciendo dudosas o falsas. Los sociólogos tratan de averiguar la
validez de afirmaciones que todo el mundo parece compartir, que se dan por supuestas o parecen de sentido
común, y por eso tienen que hacerse preguntas que pueden parecer extrañas o sorprendentes.
• La perspectiva sociológica nos permite conocer mejor las oportunidades y los obstáculos que podemos
encontrar en nuestras vidas. La sociología nos hace ver que la sociedad opera con ciertas reglas. Nos ayuda
a entender cuáles son esas reglas y cómo se aplican. La sociología nos puede ayudar a entender cuáles son
las dificultades con las que nos podemos encontrar intentando cumplir nuestros objetivos y a redefinir
mejor esos objetivos y a ser más efectivos a la hora de alcanzarlos.
• La perspectiva sociológica hace que seamos miembros activos de nuestra sociedad. Podemos pensar que las
cosas son así en nuestra sociedad porque así son las cosas <<naturalmente>>. Pero cuanto mayor sea
nuestro conocimiento de otras sociedades, mejor entenderemos las instituciones, valores, tradiciones, etc.,
de la sociedad en la que vivimos, y así estaremos más dispuestos a convertirnos en miembros activos de
nuestra sociedad. Para nosotros significa transformar la sociedad. La sociología no tiene una orientación
política que le sea consustancial. No teniendo una determinada orientación política, los sociólogos pueden
ser de todas las tendencias. La sociología tiene una dimensión crítica en cuanto que se desenvuelve
poniendo en cuestión el sentido común. En su trabajo de investigación el sociólogo tiene que dejar a un
lado sus valores y tendencias políticas y esforzarse por llegar a conclusiones sólidas.
• La sociología nos ayuda a reconocer que existen diferencias entre las sociedades, a reconocer el sufrimiento
humano, y a afrontar el reto de vivir en un mundo tan complejo y tan plural. El pensamiento sociológico
sirve para valorar en sus auténticas dimensiones la extraordinaria variedad de organizaciones sociales en el

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mundo, así como el sufrimiento real y potencial de muchas personas a lo largo y ancho del planeta. En todo
el mundo, las personas tienden a definir su propio estilo de vida como <<natural>> y a ignorar otros estilos
de vida. Pero la sociología nos hace pensar críticamente acerca de las ventajas y desventajas relativas de
otros estilos de vida, de otras tradiciones o instituciones que hacen que las personas vivan sus vidas de
forma muy distinta a la nuestra. También hace que reflexionemos sobre nosotros mismos, nos pone en
mejor disposición para identificar y valorar el sufrimiento humano allí donde lo encontremos y a entender
que tales sufrimientos ocurren muy frecuentemente por la forma en que las sociedades están organizadas.

Problemas de la perspectiva sociológica.

• La sociología es parte del mundo en constante transformación. Las sociedades están cambiando
constantemente. No son objetos fijos, y cambian mientras el sociólogo las está estudiando. Tenemos
que esperar a que nuestro conocimiento de la sociedad cambie también rápidamente.

• Los sociólogos son miembros de una sociedad, son parte del objeto de estudio.

• El conocimiento sociológico termina siendo parte de la sociedad. Las investigaciones y estudios que
hacen los sociólogos, los libros que escriben, las explicaciones que ofrecen sobre cosas muy diversas,
terminan siendo parte del conocimiento que una sociedad tiene de sí misma. Los sociólogos proponen
ideas que pueden llegar a ser aplicadas, llegando así a transformar en parte de una sociedad.

• Matrices sociales en que se gesta la sociología.

Los grandes acontecimientos históricos son el resultado de determinadas causas sociales, complejas y sólo en
parte predecibles. Así también fue con el nacimiento de la Sociología. Ésta es una de las disciplinas más
jóvenes. Fue en 1838 cuando el pensador Auguste Comte acuñó el término <<sociología>> para describir
una nueva forma de reflexionar sobre el mundo.

Ciencia y sociología.

La naturaleza de la sociedad fue uno de los más importantes temas de reflexión para los grandes pensadores
del pasado. Los filósofos griegos Platón y Aristóteles dedicaron parte de sus reflexiones al tema de la
sociedad.

De la misma manera, Santo Tomás, Ibn Jaldún y el filósofo ilustrado Montesquieu también dedicaron parte de
su tiempo a reflexionar sobre las sociedades. Pero no fue hasta el S.XIX, y gracias al trabajo de Emile
Durkheim, que se abordó el estudio de la sociedad desde una perspectiva puramente científica.

Antes del nacimiento de la sociología, los filósofos y los teólogos se limitaban a describir o imaginar cómo
debía ser la sociedad. Ninguno intentó analizar la sociedad tal como era realmente. Comte y Durkheim tenían
como objetivo entender y explicar cómo es o cómo funciona la sociedad.

Para conseguir este objetivo debía aplicarse el método científico al estudio de la sociedad. Según Comte
puede dividirse la historia de la humanidad en tres fases o estadios:

♦ Primera fase: abarca la Edad Media europea, Comte la denominó teológica. En esta fase se
interpretaba y explicaba el mundo y la sociedad en términos divinos. Se entendía que las
cosas eran así porque era la voluntad de Dios.

♦ Segunda fase: corresponde al Renacimiento, las explicaciones teológicas dieron paso a otras
de tipo metafísico. Las consideraciones que se hacían de acerca de la naturaleza humana
servían para elaborar otras, de orden puramente metafísico acerca de la sociedad.

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♦ Tercera fase: en la fase científica se intenta explicar la naturaleza en sus propios términos.
Esto lo hicieron personas como por ejemplo Copérnico, Galileo o Isaac Newton. Según
Comte, había que aplicar el método científico para entender y explicar la organización de la
sociedad. En esto radica la contribución de Comte a la sociología.

Comte fue un positivista, persona que cree que sólo se puede obtener conocimiento verdadero de las cosas
aplicando el método científico. Comte pensaba que, al igual que la Naturaleza se rige según leyes que han
descubierto los científicos, la sociedad también obedece a ciertas leyes que toca descubrir.

Los sociólogos de hoy en día siguen pensando que es necesario el método científico para obtener un
conocimiento riguroso y válido de la sociedad, aunque la mayoría reconocen que no es posible encontrar
<<leyes>> que expliquen la sociedad al modo en que Comte esperaba.

Se piensa así porque se reconoce que la conducta humana es mucho más compleja que muchos de los
fenómenos naturales. Se reconoce también que el método científico es mucho más sofisticado de lo que
Comte y sus contemporáneos pensaban. De la misma manera, el universo es mucho más caótico y azaroso de
lo que antes se pensaba, lo que hace que la empresa científica también lo sea.

Cambio, transformación y sociología.

Según Anthony Giddens, la sociología fue fruto de las inmensas transformaciones sociales que tuvieron lugar
en los dos últimos siglos. La Revolución Francesa de 1789 y la revolución industrial que se originó en
Inglaterra en el S. XVII <<disolvieron las formas de organización social bajo las que los hombres habían
vivido durante milenios>>.

Las enormes transformaciones sociales que tuvieron lugar en Europa en los S. XVIII y S.XIX explican el
nacimiento de la sociología. Viendo desmoronarse las estructuras sociales existentes, no es de extrañar que
algunas personas inquietas se pusieran a reflexionar de un modo más riguroso y científico sobre la naturaleza
de la sociedad y de los cambios sociales que se estaban sucediendo en aquel entonces.

Primero fueron los avances científicos y tecnológicos que hicieron posible la producción fabril. En segundo
lugar, el desarrollo de la economía industrial, basada en la producción en fábricas, produjo la migración de
millones de personas del campo a la ciudad. En tercer lugar, concentradas en grandes ciudades y centros
industriales, muchas personas comenzaron a enfrascarse en debates acerca del gobierno de la sociedad, la
democracia y los derechos políticos.

Una nueva economía industrial.

Durante la Edad Media, la inmensa mayoría de la gente se dedicaba al cultivo de la tierra o a la producción
manufacturera a pequeña escala. Pero a finales del S. XVIII fue posible diseñar grandes máquinas que
pudieran aprovechar estas formas de energía y que hicieran posible la producción a gran escala. Así nación la
producción fabril: la producción en grandes fábricas, que fue sustituyendo a la producción manufacturera.

Con el nacimiento de las fábricas, los trabajadores dejaron de trabajar en sus casas, y al ritmo que ellos se
marcaban. De manera que se convirtieron en un eslabón en una cadena de producción. Pasaron a formar parte
de un enorme ejército industrial, trabajando a las órdenes de capataces a los que no les unía ningún tipo de
vínculo social distinto de la necesidad de obedecer. Estos cambios tan drásticos en el mundo de la producción
tuvieron grandes efectos sobre las familias y las tradiciones bajo las que habían vivido durante siglos.

El crecimiento de las ciudades.

Las fábricas actuaron como imanes para los que estaban buscando trabajo. Muchas personas fueron

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expulsadas del campo cuando los propietarios de las tierras empezaron a cercar sus propiedades para
transformarlas en pastizales. Este proceso obligó a los campesinos a trasladarse a los centros industriales en
busca de trabajo.

La emigración a las ciudades y zonas industriales se produjo a un ritmo tan rápido que muchas de ellas se
vieron desbordadas. En muchas ciudades la pobreza, las enfermedades, el desempleo,... eran problemas que
estaban al orden del día y para los que no parecía haber una solución fácil. Estos problemas y estas grandes
transformaciones sociales contribuyeron al desarrollo de la sociología.

Cambios políticos.

Durante la Edad Media la mayoría de las personas pensaban que la sociedad era reflejo de ola voluntad de
Dios. Con el desarrollo económico y el crecimiento de las ciudades fue inevitable que se produjeran cambios
en el pensamiento político. Estos cambios se iniciaron en el S. XVII, con la obra de pensadores como Thomas
Hobbes, John Locke y Adam Smith. En la obra de estos tres pensadores se empieza a abandonar la idea de
que la sociedad es producto de un plan divino y de la entiende como producto de los hombres o como el
resultado de las acciones de los hombres, orientadas a satisfacer sus necesidades e intereses. En este nuevo
clima político se empieza a tomar en serio al individuo y sus derechos.

Bajo la influencia de Locke, la Declaración de Independencia de Estados Unidos proclamó que todo individuo
tiene <<ciertos derechos inalienables>>, como el derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

La Revolución Francesa de 1789 significó una ruptura aún más radical con las tradiciones sociales del pasado.
Alexis de Tocqueville dijo que los cambios operados tras la Revolución Francesa implicaban << la
regeneración de la especie humana>>.

La sociología nació precisamente en Francia, Alemania e Inglaterra, los países en los que los cambios de los
que hemos hablado fueron más notables.

Los primeros sociólogos reaccionaron de forma diferente frente al nuevo orden de cosas. Algunos, como
Auguste Comte, temían las consecuencias que se podían derivar de que muchas personas hubieran tenido que
abandonar las pequeñas comunidades que vivían, y habían vivido sus antepasados, y se vieran impotentes
frente a los cambios que se estaban operando. Así se explica que Comte defendiera la revitalización de la
institución de la familia y de la moral tradicional.

Desde una postura diferente, Karl Marx no se preocupaba mucho por las viejas tradiciones. Estaba
preocupado porque el desarrollo de la industria concentraba la riqueza en pocas manos, mientras que la
mayoría de la población padecía condenada al hambre y la miseria.

Comte y Marx tenían algo en común. Pensaban que las sociedades eran algo más que la suma de las
decisiones individuales de sus miembros. Pensaban que las vidas de las personas están en buena medida
condicionadas por la sociedad que les rodea. Esta afirmación sigue siendo cierta hoy en día.

• La teoría sociológica como mapa de la realidad social.

Una teoría es un enunciado que expresa cómo y por qué unos determinados hechos están relacionados. Todos
teorizamos en todo momento, pero la sociología hace esto de una forma más sistemática y racional. Para
evaluar una teoría hay que tener en cuenta muchas cosas: cómo se han conseguido los datos, si éstos son
válidos, etc. Los sociólogos utilizan las reglas de la lógica y distintos métodos o técnicas de investigación para
construir y probar teorías. Los hechos permiten confirmar las teorías señalando cuales son sus puntos débiles;
o rechazarlas.

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Cuando un sociólogo se pone a la tarea de construir teorías acerca del funcionamiento de la sociedad tiene
muchas opciones desde donde empezar. Cuando un sociólogo intenta explicar la sociedad tiene a su
disposición algo así como un mapa que va guiando sus reflexione teóricas, un <<paradigma>> en la
terminología de Kuhn.

Un paradigma teórico es una imagen básica de la sociedad que guía no sólo la investigación, sino también
las reflexiones teóricas del investigador.

Comte y Marx entendían y explicaban los cambios que entonces se estaban operando en el mundo de una
forma muy distinta. Esas diferencias persisten hoy en día: hay sociólogos que subrayan la capacidad de las
sociedades para mantenerse estables y en equilibrio, y otros que insisten en el cambio y el conflicto social.
También otros sociólogos quieren además promover ciertos cambios sociales y según sus criterios o valores.

Los sociólogos no suelen estar de acuerdo acerca de las cosas que se deben estudiar prioritariamente. Incluso
si coinciden en esto, posiblemente, seguirán rumbos de investigación distintos. Esto, sin embargo, no hace que
la sociología sea una disciplina caótica. En los últimos cien años, los sociólogos han desarrollado tres grandes
paradigmas teóricos que les han permitido analizar prácticamente todas las dimensiones de la sociedad.

• Las rutas del sociólogo: Principales paradigmas en sociología.

• Paradigma funcionalista.

El funcionalismo es un paradigma teórico según el cual la sociedad es un sistema complejo cuyas partes
<<encajan>> entre sí, produciendo el equilibrio y la estabilidad social. Para el funcionalismo nuestras vidas
están orientadas según la dirección que marcan ciertas estructuras sociales, entendiéndose por ello pautas
relativamente estables de relaciones sociales.

El funcionalismo entiende las estructuras sociales en términos de las funciones sociales que cumplen; esto es,
en términos de las consecuencias que tienen para el funcionamiento de la sociedad. Según el funcionalismo,
toda estructura social (la familia, por ejemplo) contribuye al funcionamiento de la sociedad.

El funcionalismo debe mucho al pensamiento de Auguste Comte, quien frente a los grandes cambios sociales
que le tocó vivir y sobre los que tanto teorizó estaba preocupado por encontrar mecanismos de integración
social. Pero también es notable la influencia del pensador británico Herbert Spencer.

Spencer era un estudioso del cuerpo humano y de la sociedad, y mantenía que había fuertes paralelismos entre
el uno y la otra. Las partes del cuerpo humano, el esqueleto, los músculos y los otros órganos son
interdependientes unos de otros. De la misma manera, las estructuras sociales también son interdependientes,
lo que garantiza el funcionamiento de la sociedad. El paradigma estructural−funcionalista busca identificar las
estructuras de que se compone una sociedad y las funciones que cumplen.

En Francia, Durkheim no estaba de acuerdo con el darwinismo social al que dieron pie las reflexiones de
Spencer. Su pensamiento sociológico estaba orientado a estudiar la solidaridad social; esto es, cómo las
sociedades son capaces de mantenerse unidas.

Con el desarrollo de la sociología en EE.UU., los sociólogos americanos discutieron e incorporaron en sus
investigaciones y reflexiones muchas de las ideas de Spencer y Durkheim. Este fue el caso de Parsons, el
máximo representante del paradigma funcionalista. Concebía la sociedad como un sistema que tiende al
equilibrio y la supervivencia. Parsons se propuso identificar las tareas o requisitos básicos que todas las
sociedades deben realizar o satisfacer para sobrevivir, y las formas en que conseguían hacer esto.

El sociólogo norteamericano Robert K. Merton reformuló el concepto de función social:

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• En primer lugar señaló que las consecuencias de una pauta de acción social podían ser distintas para
distintos individuos.
• En segundo lugar, la gente raramente es consciente de las funciones que realizan cuando participan en
una estructura social en concreto. Por eso Merton diferenció entre funciones manifiestas, que hacen
referencia a las consecuencias intencionadas y reconocidas de la acción social, y funciones latentes,
que hacen referencia a las consecuencias desconocidas y no intencionadas de la acción social.

• En tercer lugar, según Merton no cabe esperar que todas las consecuencias que se siguen de tal o cual
estructura social sean siempre funcionales o positivas. Por eso habló de disfunciones sociales: de las
consecuencias negativas (negativas para el equilibrio o para la marcha de la sociedad en su conjunto)
que se siguen del funcionamiento de tal o cual estructura o pauta social.

Algunos autores señalaron que decir que tal o cual otra estructura social es funcional o disfuncional no sirve
de gran cosa; Quizá sea más apropiado pensar que existe tal o cual estructura social porque sirve los intereses
y preferencias de aquellos que tiene y quieren conservar sus privilegios económicos o políticos.

Evaluación crítica: la característica más relevante del funcionalismo es su visión de la sociedad como un todo
comprensible, ordenado y estable. Los sociólogos funcionalistas combinan esta visión de la sociedad con
métodos científicos de investigación a fin de entender qué es lo que hace que una sociedad funcione.

El paradigma funcionalista fue el dominante en sociología hasta los años 60´. Los críticos al funcionalismo se
preguntan cómo es posible asumir que la sociedad tiene un orden natural cuando vemos variaciones tan
substanciales entre distintas sociedades y en las mismas sociedades a lo largo del tiempo. Además, se pode
tanto énfasis en la estabilidad y el equilibrio social, como hace el funcionalismo, se corre el riesgo de
infravalorar la otra cara de la moneda: la desigualdad y los conflictos sociales, como los conflictos entre clases
sociales o entre razas o etnias, por ejemplo, capaces cada uno de ellos de romper las sociedades en pedazos.

• Paradigma de la sociología del conflicto.

Dentro de lo que se llama sociología del conflicto se agrupan las teorías sociológicas que analizan la sociedad
desde el punto de vista de la desigualdad, el conflicto y el cambio social. Se trata de destacar la fragmentación
y los conflictos sociales que son consecuencia de la desigualdad social.

Dentro de este paradigma se exploran las causas y los efectos de las desigualdades económicas, de las
desigualdades por razón de género, de etnia o raza, etc. Para la sociología del conflicto las estructuras sociales
lo que hacen es perpetuar una distribución desigual de los recursos económicos y políticos entre la población.

Desde la sociología del conflicto se resaltan las relaciones de dominación que enfrentan a los países entre sí y,
dentro de ellos, a diferentes categorías de personas: a los ricos y a los pobres, a los hombres y a las mujeres, a
los blancos y a los negros, etc. Se analizan también las estrategias que emplean los primeros para mantener su
posición de dominación, y de los segundos para intentar mejorar su situación.

Imaginemos el caso de una investigación sobre educación universitaria: un investigador que trabajase desde la
sociología del conflicto estudiaría cosas muy distintas. Estudiaría, por ejemplo, si sigue habiendo, y por qué
carreras masculinas femeninas.

• Paradigma de la acción.

Tanto la sociología funcionalista como la sociología del conflicto tienen una orientación macro, esto es, el
punto de arranque de la reflexión e investigación sociológica sitúa al nivel de las grandes estructuras sociales,
que permiten entender a la sociedad como un todo. La sociología de orientación macro estudia las sociedades
desde arriba. Los que se busca es una comprensión global

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La teoría de la acción tiene otro punto de arranque que es el de las personas. O como se orientan y actúan las
personas en sus relaciones con otras personas, y sobre la base de significados o entendimientos acerca del
mundo. Esto implica una orientación micro, esto es, el nivel de análisis del que se parte no son las grandes
estructuras sociales, sino las interacciones entre las personas en distintos contextos sociales.

El origen del paradigma de la acción − un conjunto de teorías de nivel micro desde las que se analizan cómo
los actores dotan de significado al mundo que les rodea − se encuentra en la obra del sociólogo alemán Max
Weber. Weber insistía en la necesidad de entender un contexto social desde la perspectiva de los individuos
que participan en él.

Weber reconocía que fenómenos no puramente subjetivos también contribuían a configurar una sociedad.
Weber compartía también algunas de las ideas de Marx sobre los conflictos sociales. Pero su enfoque era
mucho menos materialista y más centrado en el poder explicativo de las ideas. Al orientar las acciones de los
individuos en un sentido u otro, las ideas terminan haciendo que las sociedades también se desarrollan en
direcciones distintas. Así, según esta perspectiva, la sociedad moderna no es el producto de los avances
tecnológicos o del capitalismo, sino de un nuevo modo de pensar.

Gran parte de la obra de Weber es de naturaleza comparativa. En sus investigaciones Weber estaba
continuamente comparando sociedades entre sí y a través del tiempo. Estos análisis históricos y comparativos
le sirvieron para crear lo que él llamaba <<tipos ideales>>. Un tipo ideal es una herramienta conceptual que
sirve para reconstruir de forma estilizada una pauta de relaciones sociales. Los tipos ideales describen las
características básicas que no tienen porqué coincidir todas juntas en el mundo real. Los tipos ideales sirven
para ordenar las observaciones y los datos, para describir contextos de relaciones sociales y para entender las
acciones de las personas a las que se refiere el tipo ideal.

Dentro de esta tradición de la sociología de orientación micro también está el interaccionismo simbólico, una
corriente teórica que se desarrolló a partir de la obra del filósofo norteamericano Herbert Mead. Las
reflexiones de Mead se centraron en explicar cómo las personas van construyendo su propia identidad y
definiéndose a sí mismas a través de sus experiencias sociales. Según el interaccionismo simbólico, una
sociedad es el producto o resultado de las interacciones cotidianas de las personas, que ven definiendo o
dotando de significado al mundo social que les rodea.

Pero, ¿cómo se puede decir que una sociedad es el resultado de las experiencias e interacciones de millones de
personas? Una respuesta es que la sociedad es algo que las personas construyen diariamente en sus relaciones
sociales cuando, interaccionando unas con otras, van dando sentido o imputando significado a las cosas que
les rodean; y esto les incluye a sí mismas.

Por supuesto, no hay garantías de que este proceso de interacción continua haga que las personas terminen
imputando los mismos significados al mundo que les rodea y así, reaccionando de la misma manera ante los
mismos acontecimientos.

Un enfoque muy próximo al interaccionismo simbólicos es el enfoque dramatúrgico de Goffman. Este


enfoque señala que las personas son como actores que, al igual que en una obra de teatro, tienen que
desempeñar los papeles sociales que les corresponden, y hacerlos creíbles. Hay otros enfoques micros, como
el intercambio social, que han desarrollado Homans y Blau entre otros. Desde este enfoque, se entiende la
interacción social como una negociación entre individuos que buscan llegar a algún acuerdo que les reporte
algún beneficio.

Evaluación crítica: los enfoques micro nos ayudan a entender cómo los individuos van creando y recreando la
sociedad en la que viven, a través de infinidad de interacciones que se suceden en infinidad de actividades.

Pero por otro lado, cuando la investigación sociológica se centra en el análisis de las interacciones cotidianas,

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es fácil perder de vista la influencia de otras variables macro o variables estructurales.

Estos tres paradigmas o enfoques teóricos ofrecen distintas perspectivas acerca de los temas que interesan al
sociólogo, pero ninguno de ellos es suficiente por sí mismo, o mejor o más correcto que los otros. Jugando
con estos tres enfoques surgen debates y controversias teóricas que le sirven a la sociología para ir
desarrollándose y progresando.

Sociología General. I.− LA EMPRESA CIENTÍFICA DE LA SOCIOLOGÍA: TEORÍA Y MÉTODO.

Tema 1: La Sociología como una forma de ver el mundo.

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