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1.

La luz y la formación de imágenes


2. Partes importantes de la cámara
3. Como vemos y como fotografiamos
4. Tipos de cámara. Clasificación
5. Tipos de cámaras. Ventajas e inconvenientes
6. Tipos de cámaras. ¿Qué cámara necesito?
7. Tipos de objetivos
8. Tipos de Plano (I)
9. Tipos de Plano (II)
10. Tarjetas de memoria y soportes de
almacenamiento
11. Tarjetas de memoria y dispositivos de
almacenamiento
12. Velocidad de obturación (I)
13. Velocidad de obturación (II)
14. La apertura de diafragma: Teoría
15. La apertura de diafragma: Ejemplos prácticos
16. Fotografía en manual: Introducción
17. Fotografía en manual: Ejemplos prácticos
18. ISO: la sensibilidad de tu cámara
19. El autofocus: Introducción
20. El autofocus: Modos de autofocus
21. El autofocus: Consideraciones sobre el autofocus
22. El encuadre
23. La medición: Introducción
24. La medición: Casos especiales
25. La composición
26. La composición: Aplicaciones
27. El Color. Introducción al color
28. El Color. Cómo hacer uso del color
29. El balance de blancos – Introducción
30. El balance de blancos – Uso creativo

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1. La luz y la formación de imágenes

! Comenzamos el curso de iniciación! Y para empezar voy a hablar un


poco de los principios básicos de la fotografía. Este es un tema
que puede ser muy extenso si entramos en cada una de sus partes y
es mucha teoría, pero voy a intentar resumirlo lo mejor posible.

Sin luz no habría fotografía, eso lo sabemos como que la necesitamos


para ver con nuestro ojos, de ahí que la palabra fotografía tenga
como significado “escribir con luz”. Debemos tener claro que la luz es
nuestra principal materia prima a la hora de hacer una fotografía.

La luz proviene de una fuente de energía que puede ser natural (el
sol) o artificial (un flash, una bombilla) y se transmite en línea
recta hasta llegar a los objetos.

Y gracias a que la luz está formada por varias longitudes de onda,


según la superficie donde incidan los rayos, nuestro ojo percibe esos
cambios de longitud como los distintos colores. Así, cuando vemos un
objeto de color verde, resulta que su superficie refleja en mayor
medida el verde, y absorbe el azul y rojo.

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Esto nos da la clave para entender el comportamiento de los filtros en
fotografía; si usamos un cristal transparente azul para filtrar la luz,
este dejará pasar la luz azul y absorberá los demás colores.

Ahora vamos a ver como gracias a un orificio pequeño se puede


formar una imagen, o lo que es lo mismo: el funcionamiento de la
antigua cámara oscura, los comienzos de la fotografía. Supongamos
que tenemos una caja de zapatos totalmente cerrada (a oscuras), y
en una de sus caras más amplia hacemos un pequeño agujero con un
alfiler. La luz del exterior entra en la caja. Si por ejemplo, colocamos
un objeto delante del orificio, dentro de la caja, en la cara contraria al
orificio, se formará una imagen invertida del objeto que tenemos en
el exterior. ¿Cómo ocurre esto?. Sabiendo que la luz viaja en línea
recta, los rayos que vienen de la parte frontal del objeto serán
reflejados en la parte opuesta de la caja de zapatos.

Pero claro, esto es muy rudimentario, y la imagen que se forma está


poco definida, dispersa. Por eso se empezó a usar lentes sustituyendo
ése arcaico orificio. Unas lentes convergentes (como las de una
lupa) que se ocupan de concentrar más luz y converger los
rayos, para que de esta forma la luz se dirigiese de forma más
precisa al lugar de incidencia formando imágenes más parecidas a la
escena original. Es exactamente lo que hacemos cuando intentamos
enfocar una escena con nuestras cámaras actuales, disponer las
lentes para conseguir una imagen nítida y con suficiente luz.

Nos falta el último elemento para tener sentadas las bases de la


fotografía; el material fotosensible. Sin éste, lo único que hemos
estado haciendo hasta ahora es representar objetos o escenas.

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Desde que se empezaron a usar lentes en la cámara oscura hasta que
se inventó un material fotosensible pasaron más de trescientos años.

El material fotosensible se ocupa de captar y fijar la imagen, y en la


actualidad lo podemos diferenciar entre materiales analógicos
(películas) y digitales (sensores).

Así, las bases de la fotografía se resumen en estos cuatro puntos:

Transmisión de la luz en línea recta


Formación de una imagen por un orificio
Convergencia de los rayos de luz por las lentes
Materiales fotosensibles

Sobre los temas restantes no serán tan largos y teóricos como este
!pero había que quitarse de encima lo antes posible toda esta teoría!
¿Alguna duda?. En lo siguiente hablaremos de las partes importantes
de la cámara.

2. Partes importantes de la cámara

Ahora trataremos un tema algo más práctico. Voy a hacer el recorrido


de las partes más importantes siguiendo el camino que sigue la luz al
entrar en nuestra cámara, principalmente una réflex:

Objetivo: Es el conjunto de lentes o lente que se ocupa de dirigir la


luz al sensor o película para conseguir la mayor y más fiel cantidad de
información de la escena que observamos. Se suele decir que un
objetivo cuanto más pesado más calidad ofrece, debido a la cantidad
y el tamaño de lentes que alberga; cuanta más luz sean capaz de
captar mejor. Esto es para el caso de objetivos réflex o compactas
avanzadas, en el caso de cámaras compactas es normal que las
lentes sean de un tamaño muy pequeño. Los objetivos pueden ser
más o menos luminosos según su diafragma.

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Diafragma: El diafragma se encuentra situado dentro del objetivo, y
es un conjunto de laminillas que conforman el orificio por donde entra
la luz, las cuales se cierran o abren para dejar entrar mayor o menor
cantidad de luz. Cuanto más pequeño es el orificio más profundidad
de campo obtenemos, es decir, enfocamos más partes de la escena y
obtenemos más nitidez. Los valores del diafragma (más o menos
abierto) se representan con el número f, y debemos tener en cuenta
que un número f 1,8 se refiere a un diafragma más abierto que un f
16. Como se aprecia en la imagen, el primer diafragma es un f 1,8 y
el segundo un f 16.

Mecanismo de enfoque: Nos ayuda a disponer las lentes más cerca


o más lejos para conseguir mejor nitidez del objeto que queremos
enfocar. Este mecanismo en cámaras réflex se encuentra en el
objetivo y se puede controlar manualmente, mientras que en una
compacta funciona automáticamente.

Esquema de una cámara réflex por fuera.

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Obturador: El obturador se ocupa de controlar la cantidad de luz que
llega al sensor mediante una serie de cortinillas que se abren y
cierran. Según la velocidad de obturación pasará más o menos luz.
Cuanto más tiempo pase abierto el obturador más luz entrará, pero
hay más posibilidades de conseguir una imagen menos detallada. Una
velocidad de T.1/125 dejará pasar menos luz que una velocidad de
T.1/15. De la relación velocidad de obturación-nitidez hablaremos
más adelante.

Visor: Es la parte de la cámara que nos permite ver la escena que


vamos a fotografiar. Según el tipo de cámara puede ser diferente. Si
hablamos de una réflex, el visor es una ventanita pequeña por la que
gracias a una serie de lentes y espejos colocados estratégicamente
podemos ver la escena tal y como la captará nuestro sensor a través
del objetivo. Aunque en la actualidad se está incorporando a la
mayoría de las cámaras réflex el modo LiveView. El cual consiste en
que el sensor se ocupa de captar la escena y nos la muestra en
tiempo real por la pantalla de la cámara. Proceso que realizan las
cámaras compactas digitales.

Sensor: Al igual que la película tradicional, el sensor se ocupa de


captar toda la información posible de la escena. Pero al contrario que
la película no se ocupa también de fijarla, de eso se ocupa el
procesador y la memoria. El sensor es el panel donde irá a parar toda
la luz que recoja el objetivo. Está formado por píxeles sensibles a la
luz, y tanto el tamaño del sensor como el número de píxeles que lo
forman son importantes para conocer la resolución de las fotografías
y su calidad. Hay distintos tipos; CCD (dispositivo de acoplamiento de
carga), CMOS, (Metal-Oxido-Semiconductor) Foveon (emplea tres capas
superpuestas, basándose en que el silicio -del que se componen los sensores)… De
distintos formatos; cuatro tercios, formato medio… Pero este tema lo
trataremos más ampliamente.

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1. La luz y la formación de imágenes

Más de una vez habrás presenciado una escena impresionante que


has querido captar con tu cámara. Una puesta de sol por ejemplo.
Pero al ver los resultados en la pantalla te das cuenta de que no tiene
nada que ver con la realidad, que los detalles que tú apreciabas y que
hacían la escena tan bonita no están en la foto, en la cual sólo se
aprecia parte de lo que observabas. Esto ocurre porque nuestros ojos
funcionan de forma distinta a como lo hace una cámara de fotos. Y de
eso hablaremos.

En algo sí que hay similitudes entre el ojo y la cámara, pero sólo


en la forma de captar la luz. Por lo que estamos en condiciones de
decir que: el objetivo por donde entra la luz, equivale en nuestros
ojos a la córnea y la pupila; el diafragma de la cámara se
corresponde con el iris, encargado de dejar entrar más o menos luz
en el ojo; la lente del objetivo es a su vez el cristalino del ojo,
necesario para enfocar a varias distancias; y el material fotosensible,
o sensor del ojo, es la retina, donde se encuentran las células
fotorreceptoras.

Y ahora veamos las diferencias entre lo que vemos con nuestros


ojos y lo que la cámara puede hacer, que es lo importante.

En escenas con alto contraste nuestro ojo se puede adaptar


fácilmente y podemos apreciar las zonas oscuras tan nítidas como las
zonas iluminadas. En el caso de que nos encontremos en una
habitación a oscuras y la única fuente de luz provenga de una
ventana, podemos apreciar los detalles que hay tanto dentro como
fuera de la ventana con la misma nitidez. Esto no lo puede hacer una
cámara, por lo que debemos hacer es que zona queremos que salga
bien iluminada en nuestra foto, si la más oscura o la más iluminada.
Ya hablaremos de técnicas para conseguir en estas situaciones una
foto donde todo esté bien iluminado.

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En esta foto opté por exponer bien la parte más iluminada, el fondo. Como ves lo demás
queda en negro!!!.

Si hiciéramos lo contrario, el fondo quedaría en blanco total, como en este ejemplo.

Ante los cambios de luz nuestro ojo se comporta de manera


excepcional, pudiendo aumentar su sensibilidad de forma rápida y
precisa. Mientras que con una cámara, la sensibilidad depende del
sensor y el ISO que estemos usando. Antes era un embrollo andar
cambiando de película según la luminosidad de la escena, pero ahora
con las cámaras digitales el cambio de sensibilidad del sensor se
puede hacer con relativa comodidad y rapidez.

Nuestra visión es selectiva, si dirigimos nuestra atención a un


objeto, lo veremos enfocado, mientras que el resto de la escena que
lo rodea no la apreciamos tan nítidamente. Centramos siempre
nuestra visión en lo importante, evitando así la distracción de lo que
no nos interesa. Además, nuestro ojo está enfocando
constantemente; allá donde posemos nuestra vista, veremos con
nitidez. Pero la cámara no discrimina, y capta todos los elementos
presentes en la escena sin diferencias. Así que para evitar fotografías
cargadas de elementos que distraigan, tenemos la posibilidad de

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enfocar una zona a la que deseamos dar importancia y dejar el resto
fuera de foco, para que al mirar esa foto, de forma automática,
desviemos nuestra atención a la zona más nítida. También debemos
tener en cuenta el encuadre que escojamos, intentando dejar fuera
de cuadro todo elemento no deseado y que pueda competir en
atención con aquello que queremos resaltar.

Enfoque selectivo; enfocamos la zona donde queremos que se centre


la atención del espectador.

Cuando hablemos sobre encuadre y composición entenderás mejor


cuales son las posibilidades que nos da la fotografía para dirigir la
atención del espectador y expresar con más exactitud lo que
buscábamos en el momento de disparar. Espero que por ahora les
queden claras las limitaciones que tenemos a la hora de representar
mediante nuestra cámara el mundo que vemos con nuestros ojos.

4. Tipos de cámara. Clasificación

Cuando intentamos hacer una clasificación de los tipos de cámaras


existentes, podemos hacerlo de una forma exhaustiva o de una forma
práctica. Quiero enfocarlo de un modo práctico e intentar ayudar al
aficionado que no sabe decidirse por qué cámara comprar.

De esta forma, normalmente las cámaras digitales suelen dividirse en


2 grandes grupos: compactas y réflex. Sin embargo existe una
categoría intermedia, que por sus características merecen una
mención especial. Son las llamadas bridge (puente) hibridas o
ultrazoom, intermedias entre unas y otras.

Veamos un poco de cada una de ellas:

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Cuando hablamos de cámara compacta o ultracompacta,
normalmente nos referimos a cámaras bastante pequeñas, de poco
peso, cuyo objetivo no es desmontable.

Suelen ser cámaras de fácil manejo, baratas y destinadas a un


público que se inicia en el mundo de la fotografía. Suelen tener un
zoom óptico entre 3x y 5x por lo que son más indicadas para
fotografía de paisaje, arquitectónica o cualquiera que no exija focales
muy largas.

Son perfectas para viajes, fiestas o reuniones de amigos. Para


llevarlas siempre encima, donde es más importante el recuerdo en si
que la calidad fotográfica.

De cualquier forma algunas tienen opciones de uso manual, por lo


que pueden ser ideales para iniciarse en el mundo de la fotografía si
no se ha tenido ningún contacto anteriormente.

Son cámaras un poco más avanzadas que las anteriores, aunque su


diferencia principal con las ultracompactas es el zoom óptico que en
estas cámaras puede llegar hasta los 18x.

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También suelen ser mayores de tamaño (ya no caben en el bolsillo),
con mayor presencia. Es un paso anterior a las réflex digitales,
aunque ya veremos que no son comparables.

Siguen siendo cámaras compactas, puesto que el objetivo sigue


siendo fijo. Son más versátiles que las ultra-compactas ya que el
zoom óptico nos permite otro tipo de fotografías donde se utilizan
focales más largas (Primeros planos, fotografía de naturaleza, etc…).
Son más caras que las compactas y (normalmente) más baratas que
las réflex.

El punto medio vemos, tanto en tamaño como en calidad ya que se


empiezan a ver mejores lentes en las ópticas. Ideales para quien
busca un punto más a las compactas pero que aún no quiere dar el
gran paso al mundo Réflex.

Son las hermanas mayores de la fotografía. Pensadas tanto para el


aficionado avanzado como para el profesional.

Las diferencias principales con las compactas son dos:

Lo Primero es el visor réflex, gracias al cual podemos ver


directamente a través del objetivo y no una recreación digital en una
pantalla, tal y como pasa con las compactas o hibridas.

Lo segundo y también fundamental es que los objetivos son


intercambiables, llegando a tener un surtido muy variado de
focales, calidades y precios.

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Son mucho más caras y pesadas, pero también son las que más
calidad de imagen dan a menos que se invierta en buenas ópticas,
además permiten un control total de los parámetros, por lo que si de
verdad te gusta la fotografía y pretendes avanzar en este mundo, sin
duda es tu elección.

5. Tipos de cámara. Ventajas e inconvenientes.

Aunque en el capítulo anterior vimos de forma general las virtudes y


los defectos de cada tipo de cámara, voy a intentar hacer un resumen
donde esquemáticamente podamos ver que nos ofrece y en que
falla cada una de ellas. Empecemos:

Ventajas compactas

• Poco Peso y tamaño


• Excelente portabilidad
• Fácil manejo
• Baratas
• Permiten macro sin necesidad de accesorios
• Normalmente graban vídeo (de muy baja calidad 480x640)

Inconvenientes compactas

• Objetivo fijo
• Zoom óptico entre 3x y 5x
• Calidad de imagen contenida
• Muy pocos accesorios fotográficos
• Potencia de flash muy limitada
• Poco control de la profundidad de campo
• No suelen incluir formato RAW (Soporte Digital)
• Poco Rango dinámico
• Duración de la batería en ocasiones escasa

Ventajas Ultrazoom

• Tamaño y peso contenidos


• Portabilidad media
• Precio no demasiado elevado
• Gran rango focal
• Ergonomía mejorada respecto a las compactas
• Permiten macro sin necesidad de accesorios

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• Algunas incluyen formato Raw (Negativo Digital)
• Normalmente graban video (de muy baja calidad 480x640)

Inconvenientes Ultrazoom

• Calidad de imagen contenida


• Objetivo fijo
• Pocos accesorios fotográficos
• Potencia de flash limitada
• Rango dinámico limitado

Ventajas réflex

• Visor tipo réflex (vemos directamente a través del objetivo)


• Buena ergonomía
• Objetivos intercambiables
• Compatibilidad con objetivos analógicos mediante accesorios
• Gran calidad de imagen
• Gran cantidad de funciones y programas
• Buenos sistemas de medición de luz
• Enfoque rápido
• Posibilidad de colocarle flash externo
• Gran control sobre la profundidad de campo
• Gran cantidad de accesorios
• Muchas posibilidades fotográficas
• Mayor rango de sensibilidades ISO
• Incluyen formato RAW (Negativo Digital)
• Los últimos modelos incorporan previsualización en pantalla y
estabilización

Inconvenientes réflex

• Volumen y peso
• Portabilidad
• Precio (Cuerpo, objetivos, accesorios…)
• Manejo más complicado
• Objetivos de serie de calidad media
• No graban video
• Para macro se necesitan objetivos o accesorios específicos
• Algunas no incluyen filtro para evitar que entre polvo en el
sensor

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Probablemente se me olvide alguna, además estas pueden variar en
función de la persona y las necesidades, pero las fundamentales
seguro que están.

Para aquellos que están en la disyuntiva de cambia ó comprar una cámara digital
aquí va una ayudita…

6. Tipos de cámara. ¿Qué cámara necesito?

Probablemente esta sea la gran pregunta que todos nos hacemos


antes de afrontar la compra de una cámara digital: ¿Qué cámara
necesito? ¿Qué cámara me compro?. Intentaré ver cuál es la
manera correcta de afrontar la compra de TU cámara perfecta.

Si tenemos intención de comprar una cámara, lo primero que habría


que pensar es: ¿Para que la quiero? ¿Qué tipos de fotos quiero hacer?
¿Qué aspiraciones fotográficas tengo?.

Si tenemos claras las respuestas, la elección será, sin duda, mucho


más fácil. No es lo mismo querer una cámara para hacerte fotos con
los amigos, que para usarla en fotografía de naturaleza, por ejemplo.

Una vez que tengamos decidido qué tipo de cámara nos viene mejor,
sabiendo las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas,
podremos seguir unas pautas comunes para hacer una buena
elección. Vamos a verlas:

PRIMERO: La cámara NO es mejor porque tenga más


megapíxeles, solo te ayuda.

Probablemente este sea el error más común de todo el que piensa


comprar una cámara digital por primera vez, así que lo diré alto y
claro, LOS MEGAPIXELES NO MIDEN LA CALIDAD DE UNA
CÁMARA simplemente nos dan el tamaño final de la fotografía. La
absurda guerra de los megapíxeles es más un argumento de
marketing que otra cosa y puede ser útil solo para determinados
tipos de trabajo con grandes ampliaciones o trabajos en el que el
reencuadre a posteriori sea fundamental. Por lo tanto, mejor menos
megapíxeles y más calidad de la lente, del sensor, etc…

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Una cámara de 5 megapixeles es suficiente para el 99% de los
aficionados a la fotografía. Hay que tener en cuenta que para revelar
una foto a 10x15cm solo nos hacen falta 1.5 megapixeles, Y una 4
megapixeles para una 20x30cm.

Comparativa de tamaños en función de los megapixeles

SEGUNDO: Lo más caro NO es necesariamente lo mejor.

Muchas veces cometemos el error de ir en busca de la cámara más


cara, dentro de nuestro presupuesto, creyendo que será la mejor.
Pero es sin duda más inteligente pensar en cuáles son las
características que me interesa que tenga la cámara y a partir de ahí,
plantear la búsqueda.

Por poner un ejemplo, una cámara puede subir de precio por tener
grabación de vídeo, pero puede que a nosotros no nos interese esa
característica por cualquier motivo, por lo que sería absurdo pagar
por ello, ¿no crees?. De igual manera esa misma cámara puede que
no tenga esa función que de verdad nos interesa, por lo que al final,
no habremos hecho una buena compra.

Por tanto tenemos que ser consecuentes con lo que queremos que
nos ofrezca la cámara y buscar aquella que más se ajuste a nuestras
necesidades.

TERCERO: Controles MANUALES, SI: Siempre que queramos


intentar dominar la cámara y aprender fotografía deberemos de
buscar una que disponga de opciones de manejo en manual (M) o al
menos que podamos controlar el tiempo de exposición (S o Tv) y la

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apertura del objetivo (A o Av). Cuanto más avanzada sea la cámara
más fácil nos resultará que disponga de estos tipos de controles.

Modos de Nikon Modos de Canon

CUARTO: calidad óptica = calidad de imagen. Evidentemente hay


otros muchos factores que influyen en la calidad final de una foto,
pero es claro que si disponemos de una lente buena, la calidad de
imagen también lo será, por tanto, es una característica importante si
pretendemos fotos nítidas y de calidad.

Normalmente, las grandes marcas de cámaras como Nikon, Canon,


Olympus, Pentax, etc… tienen buenas ópticas, pero si te vas a marcas
secundarias tendremos que ver quien les fabrica la óptica y que
calidad tiene.

Como vemos en la foto en muchas ocasiones podremos comprobar


que en la parte del costado del objetivo tiene su especificación.
Aunque ya lo veremos más adelante, la calidad de un objetivo
dependerá de los tipos de lentes que monten (asféricas, cristales de
baja dispersión, etc…) y de la luminosidad del propio objetivo.
Cuanto más luminoso, mejor (valores de f lo más bajos posibles).

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QUINTO: Otras características importantes: Además de los 4
puntos principales que hemos visto, las cámaras digitales ofrecen
multitud de características. Les cuento algunas de las más
importantes a tener en cuenta para decidirnos al fin por un modelo.

a. El zoom: Nunca miraremos el zoom digital, solamente el zoom


óptico, ej. 10X. El zoom digital es el equivalente aumentar la foto con
photoshop por lo que siempre tendrá pérdida de calidad. Si buscamos
cámaras con mucho zoom, sería interesante que la cámara disponga
de estabilizador óptico para evitar fotos movidas.

b. La función de video: (En compactas y ultrazoom) es una función


interesante y casi por defecto, aunque con limitaciones. En las réflex
no existe. Si nos interesa esta función, intentaremos que los videos
sean de al menos 640x480 a 25fps (fotos por segundo) y con sonido.

c. El formato RAW: Es el equivalente al negativo de las cámaras


analógicas, este formato almacena mucha más información que un
simple .jpg, por lo que si eres de los que les gusta el retoque
fotográfico debes buscar una cámara con este tipo de archivos.

d. Las baterías: Normalmente es mejor que la cámara se alimente


de una batería que lo haga a través de pilas, aunque lo ideal sería
que permitiese ambas. Si en alguna ocasión nos quedamos sin
batería, las pilas podrían sacarnos de un apuro. Si solo usa pilas, lo
mejor, comprar recargables (de 2500mAh para arriba).

e. El tamaño cuenta: Ya sea réflex o compacta, muchas veces nos


da pereza sacar la cámara si esta es muy voluminosa y pesada, por lo
que es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de elegir.

7. Tipos de objetivos

A veces nos olvidamos de la importancia de los objetivos a la hora de


comprar una cámara. Los objetivos son los encargados de
definir la imagen en el sensor de nuestra cámara, tal y como
vimos en el capítulo donde explicábamos cómo convergen los rayos
de luz en una lente. Ya sabemos también que cuantos más elementos
ópticos de mejor calidad tiene un objetivo mejor será este, de ahí que
a veces calibremos esa calidad según su peso. En definitiva, será el
objetivo el encargado de darnos la nitidez que todo fotógrafo busca
en sus fotografías.

Ahora veremos una clasificación de los distintos tipos de objetivos.


Los diferenciamos principalmente por su distancia focal y el ángulo de
visión que abarcan:

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Ojos de pez. Son los objetivos con el mayor ángulo de visión,
alcanzan los 180º o más, y su distancia focal suele estar entre
los 6mm y los 16mm. Si no tienes cuidado al hacer una foto con
estos objetivos puede que hasta tus pies salgan en la foto, o algo
más si la haces con el 6mm de unos 220º. 

Tomada con un ojo de pez de 14mm. La deformación de las líneas es más que evidente.

Gran angular. Suelen denominarse así a los objetivos con focales


entre los 18mm y 35mm, con ángulos de visión que van de los
110º a los 63º. Son objetivos que producen distorsión en los
márgenes, pero según su calidad esto puede estar más o menos
acentuado. Ofrecen mucho realismo a nuestras fotos, ya que casi
todo lo pueden sacar nítido, es decir, tienen mucha profundidad de
campo. Pero hay que tener en cuenta que cuanto más se acerque un
objeto a la cámara más distorsionada se verá la imagen. Se suelen
utilizar en espacios abiertos como la fotografía de paisaje, para la
fotografía de arquitectura o en espacios interiores, y suelen ser
objetivos bastante luminosos.

Esta foto la hice con un Nikon 7mm (un 14mm con el factor de multiplicación), pueden
apreciar el trabajo que un buen angular puede hacer, muestra una gran amplitud de la
escena.

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Objetivo Normal. El objetivo normal es aquel que suele dar un
ángulo de visión muy parecido al del ojo humano, esto es, unos 46º a
49º. Y además no produce distorsión alguna en las líneas. Lo normal
que sea de 50mm. Son los más luminosos pudiendo llegar a una
apertura de f1.2

Esta foto esta sacada con un objetivo 50mm. Observa como las líneas no se distorsionan,
pero el ángulo de visión es menor.

Teleobjetivos. Se utilizan principalmente para acercar la imagen al


fotógrafo, esto es, para tomar fotografías desde lejos, por ejemplo
fotografías de aves o deportiva. Así que el ángulo de visión es
bastante reducido, de 30º para abajo, con unas distancias focales
que pueden ir de los 70mm en adelante. A diferencia de los
angulares, los teles suelen comprimir los planos mostrándonos
fotografías a veces poco realistas donde las distancias entre los
objetos se reducen de forma considerable. Se suelen usar bastante
para fotografía de retratos, ya que una de las grandes características
de estas focales es la capacidad de hacer enfoques selectivos;
enfocar a nuestro modelo mostrando su rostro nítido mientras
obtenemos un fondo borroso y desenfocado (efecto bokeh), con lo
que conseguimos dirigir la atención del observador donde nos
interesa. Ya hablamos de esto en el capítulo sobre el funcionamiento
del ojo humano y la cámara. Las focales usadas para retrato se
enmarcan entre los 70 y los 150mm, si usamos distancias focales
más largas tenderemos a alejarnos más del objeto a fotografiar para
poder enfocarlo, entonces es cuando el uso de estos objetivos se
destina a otro tipo de fotografía donde el fotógrafo necesita estar más
alejado. Imprescindible para fotografiar fauna salvaje.

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Esta foto la hice con una distancia focal de 300mm, y existía una distancia considerable entre
el señor y yo, además de que la gente también estaba bastante lejos.

Objetivos Macro. Suelen ser objetivos preparados de forma


específica para poder fotografiar desde muy cerca. Es normal que los
objetivos nos exijan una distancia mínima para poder enfocar, pero
los Macro permiten el enfoque hasta un centímetro del
objetivo, consiguiendo fotografiar objetos realmente pequeños,
estos son muy usados en la fotografía de naturaleza.

Existen otros accesorios para aproximación, lentillas, tubo de


extensión y duplicadores.

Fotografía macro de un pulgón tomado Micro 60mm, más duplicador x2.

Debemos saber que existen tanto focales fijas como variables


zoom. Las focales fijas sólo nos permiten disparar con una distancia
focal, como puede ser un objetivo normal de 50mm, éstos suelen dar

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muy buena calidad. Mientras que las focales zoom nos permiten
variar la distancia focal, por ejemplo un 24-120mm, sin necesidad de
andar cambiando de objetivo, aunque pueden no darnos la misma
calidad que uno de focal fija por norma general. Pero esto de la
calidad depende de cada objetivo y de su gama.

En este esquema podemos ver la relación entre una focal y su ángulo de visión.

Y por último, y no menos importante, debemos tener en cuenta


siempre el factor de multiplicación. Esta clasificación que hemos
visto está realizada en términos de fotografía analógica o para un
sensor con tamaño de 35mm (full-frame), que es el tamaño que
siempre han tenido las películas de rollos. Pero claro, en fotografía
digital no todos los sensores tienen el mismo tamaño, y para conocer
a cuanto equivale nuestra distancia focal en términos de 35mm
debemos llevar a cabo una simple operación. Si por ejemplo en
nuestra cámara digital tenemos montado un objetivo 12-60mm y el
factor de multiplicación para nuestro sensor es de 2, lo que hacemos
es multiplicar la distancia focal por ese factor, por lo tanto en realidad
estamos disparando con un 24-120mm en términos de 35mm. Esto
nos ayudará a conocer el ángulo de visión real de nuestro objetivo. El
factor +Canon es de x1.6, Olympus x2, Pentax x1.5, etc.

Espero que esto los ayude a elegir, tal o cual objetivos según las
necesidades de cada uno.

8. Tipos de Plano

Pensar en fotografía es más fácil manejando conceptos que


nos ayudan a ordenar los pensamientos. Llamarle a las cosas por
su nombre puede facilitar la tarea de recordar cosas, transmitirlas o
tratar de plasmarlas en equipo. Lo audiovisual tiene, como otras

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disciplinas, su propio código. Su jerga, que es aconsejable
manejar para entender mejor el medio en el que nos movemos.

Vamos a hablar de los tipos de plano. Habrás oído mil veces hablar
de planos americanos, primeros planos… para designar la cantidad de
persona que se incluye en una foto o en una toma de vídeo. ¿Pero
realmente conocemos qué es exactamente cada uno de ellos?
Hagamos un repaso:

PLANO GENERAL: Abarca todos los elementos de una escena.


Si se trata de una persona o un grupo de ellas, nos permitirá que los
veamos enteros.

PLANO AMERICANO: Muestra la figura humana debajo de la


cadera. Su uso se popularizó en la época dorada de los westerns,
pues este tipo de plano era ideal en los duelos, pues permitía ver las
pistolas colgadas en la cintura que llevaban los protagonistas. De este
hecho viene su nombre.

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PLANO MEDIO: Muestra el cuerpo a partir de la cintura. Es
adecuado para una foto de dos personas, por ejemplo.

PRIMER PLANO: Deja ver el rostro y los hombros. Implica cierto


grado de intimidad y confidencialidad, así que con su uso podremos
transmitir emociones más intensas que con los demás.

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PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO: Abarca un rostro desde el
mentón hasta la parte de arriba de la cabeza. Transmite incluso
más intimidad y confidencialidad que el primer plano.

PLANO DETALLE: Enfatiza elementos concretos, se destaca


elementos pequeños que con otro tipo de plano pasarían
desapercibidos.

Más datos
Decimos que un plano es más abierto cuanto más ángulo de
visión abarca. Por el contrario, uno cerrado será aquel que
muestra partes concretas de una escena o detalles, es decir,

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poco ángulo. Del mismo modo decimos “abrir el plano” o “cerrar
el plano” para referirnos a aumentar y disminuir la distancia focal
respectivamente. Por lo tanto, cuanto más nos acercamos al gran
angular, más abrimos el plano y cuanto más nos acercamos al
teleobjetivo más lo cerramos.

Selección del tipo de plano


La selección del tipo de plano que usaremos depende
principalmente de la información que queramos mostrar, lo
cual será determinante en las emociones que transmitiremos con
nuestra foto. También es importante tener claro qué no
queremos que aparezca. Imaginemos que vamos a hacer un
retrato en la calle. Si usamos un plano muy abierto quizás nos entre
en plano un horrible contenedor que no aporta nada a la foto, unos
cables o a saber qué. Si estos elementos no aportan ninguna
información importante, mejor evitarlos, pues distraen. La solución, si
no queremos cambiar la localización, puede ser simplemente hacer
un plano un poco más cerrado.

9. Tipos de Plano

Comentábamos que en función de lo que haya dentro del cuadro


podemos diferenciar varios tipos de plano, cada uno con sus
particularidades. Además de estos, podemos diferenciar tipos de
planos también en función de la posición de la cámara.

La elección de la posición de la cámara tiene una influencia


directa sobre la percepción subjetiva de una imagen. Cuando se
trata de crear imágenes que causen un determinado impacto en el
vidente, estas pautas se cuidan al detalle. Si nos proponemos a
fotografiar a una persona, la referencia será la altura de los ojos, no
es lo mismo disparar a la altura de los ojos, por debajo de ese nivel o
por encima.

Repasemos los tipos de plano en función de los posibles ángulos de


cámara. Iremos de la posición de cámara más alta a la más baja.

CENITAL y PICADO
La cámara está por encima de los ojos del sujeto, transmitiendo
la sensación de que éste está en una posición débil, de inferioridad
con respecto a la persona que ve la foto. Llevado al extremo máximo,
colocaremos la cámara sobre el objeto o el sujeto a fotografiar,
entonces se llama plano cenital.

  25
NORMAL
Suele ser el más habitual y sólo transmite la imagen tomada. No
suscita en el vidente ninguna sensación a mayores, como en el caso
del picado y el contrapicado.

CONTRAPICADO y NADIR
Llamamos contrapicado al plano conseguido con la cámara situada
por debajo de los ojos del sujeto, pero apuntando a éstos. Justo
lo contrario que el picado.
Generalmente con este tipo de plano se consiguen imágenes en las
que el sujeto fotografiado se muestra como alguien superior, más
poderoso que el que está viendo la imagen. En el caso de estas
imágenes se exagera mucho y se ve imponente.

Por cierto, cuando el contrapicado se extrema tanto que la


cámara apunta en línea recta hacia arriba, el plano recibe
nombre de nadir.

  26
Como indican las líneas verdes en el esquema, tanto el picado
como el contrapicado pueden llevarse a cabo con más o menos
una angulación con respecto al sujeto. En función de que nos
acerquemos al plano normal o, por el otro lado, al cenital en el caso
del picado y al nadir en el contrapicado, los efectos conseguidos
con ellos serán más o menos notables

Consideraciones

• Para hacer fotos de personas tanto el nadir como el cenital son


complicados, pues casi no nos permiten ver el rostro.
• Hay que ser cuidadoso con los contrapicados al fotografiar a
personas, este ángulo puede reflejar una papada exagerada.

E incluso, si el sujeto mira a la cámara, puede producirse un


doblez en la papada.

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Como conclusión me gustaría sugerir y que analicen el ángulo de los
planos en películas o pinturas y verán que más allá de la fotografía
existe un lenguaje común entre las artes visuales. Descubrirlo y
aprender a usarlo es el camino para hacer grandes fotos.

10. Tarjetas de memoria y soportes de almacenamiento

Empecemos a hablar un poco sobre las particularidades de las


cámaras digitales. La quizás más evidente de todas es que si a
diferencia de las cámaras tradicionales ya no disponemos de película,
¿dónde se almacenan las fotografías que hacemos?

Básicamente tendremos dos opciones para almacenar la imágenes en


el momento de hacerla: o en la memoria interna de la cámara o en
una tarjeta de memoria.

Personalmente, siempre he considerado la memoria interna de


algunas cámaras fotográficas como un añadido sin demasiado
sentido. En primer lugar porqué acostumbran a ser de una capacidad
bastante lamentable, con lo que el número de fotografías que podrás
almacenar allí es, en la mayor parte de los casos, insuficiente. Por
otro lado, al ser un soporte que no puedes extraer del dispositivo, es
fácil que te encuentres con la obligación de tener que borrar algunas
imágenes si quieres seguir haciendo más. Especialmente si tienes
tendencia a olvidarte de descargarlas. Lo único positivo que aporta es
la (pequeña) seguridad de tener un espacio donde poder almacenar
alguna imagen en el caso de que nos quedemos sin tarjetas
disponibles. (Solo será pequeños apuros).

Con lo dicho, se desprende una conclusión rápida: no elijas tu cámara


en función de esta característica.

Y llegamos a las tarjetas de memoria. Éstas son pequeñas unidades


de almacenamiento, normalmente tipo flash, con un vasto elenco de
capacidades que, si no nos hemos quedado desactualizados, llegan

  28
hasta los 16Gb. Además son unidades rápidas y muy resistentes al
uso con poca delicadeza.

Existen además un buen número de tipos de tarjetas de memoria,


algunos de los cuales son los siguientes:

• Compact Flash I, II y III (CF). Ampliamente utilizadas y


generalmente baratas. Las mejores son Lexar, Sandisk y
Kingston.
• SD, miniSD, MicroSD y SDHC. Son las más extendidas en la
actualidad y las más fabricadas por distintas compañías. Gran
variedad de precios y calidades.
• Memory Stick. Desarrolladas por Sony y por tanto, compatibles
únicamente con estos dispositivos.
• xD Media. La propietaria es Olympus. ¿Adivinas para qué
cámaras son?
• Multi Media (MMC). Igual que las SD pero no compatibles al
100%.

Pensando en lo que nos interesa, que son las cámaras de fotografía,


el tipo de tarjeta que utilicen no debería ser una variable muy
importante a la hora de elegir cámara. Aún así, hay un par de
detalles que sí deberías tener en mente:

• Piensa que las Memory Stick y las xD Media funcionan para


dispositivos Sony y Olympus respectivamente.
• Las Compact Flash y SD son las más extendidas y hay marcas
de gran calidad, (ej Lexar).
• La gran mayoría disponen de un amplio rango de capacidades.

Finalmente y a modo de consejo muy personal, les recomendaría no


adquirir la última tarjeta de alta capacidad que funcione en su
cámara. Aquella con la que podes hacer 5000 imágenes sin tener que
cambiarla. La razón es sencilla. Imagínate que tenés almacenadas
500 o más fotos de las vacaciones en algún lugar remoto del planeta,
no exagérenos tanto, solo a la vuelta de la esquina que lograste unas
tomas irrepetibles. Y por aquellas cosas de la vida, la tarjetita se te
pierde o falla. ¿Te imaginas el disgusto que te llevarías si se pierden
todas éstas? Minimiza este riesgo utilizando dos o tres tarjetas. Y por
favor, no las utilices para almacenar imágenes indefinidamente. Están
más seguras en tu PC, DC o DVD. Cuando llegues a casa descárgalas
siempre. (y grábalas en CD/DVD de inmediato y si es posible dos
copias)

  29
11. Tarjetas de memoria y dispositivos de almacenamiento

Una vez hemos repasado algunas de las características de las tarjetas


de memoria le toca el turno a otros dispositivos u otras opciones que
nos sirvan de ayuda en el almacenamiento de las imágenes.

En el repaso a este tema no incluimos opciones que se puedan llevar


a cabo en casa, lo oriento a soluciones de campo. O lo que es lo
mismo, a parte del equipo que podemos llevarnos a cuestas en
nuestras misiones fotográficas. (cuando sacamos muchas fotografías)

La idea es buscar soluciones a la cantidad de espacio necesario para


almacenar imágenes que produce nuestro disparo compulsivo con la
cámara. Y para ellos tenemos dos grupos de posibilidades. Por un
lado las opciones específicas para ello y por otro lado los apaños que
podamos realizar. Veamos ambas.

En cuanto a las soluciones específicas, en el mercado existen varios


productos que están destinados a echarnos una mano con el
almacenamiento de imágenes para que no debamos tener una gran
multitud de tarjetas para cubrir nuestras necesidades. Éste es uno de
tantos discos duros portátiles con lectores de tarjetas.

Existe una buena oferta de estos dispositivos:

Tenemos algunas opciones como Epson-P5000 (el de la imagen). Son


dispositivos destinados a almacenar nuestras fotografías, a partir de
backups de las tarjetas de memoria o conexión USB Host. Cuentan
algunos pantallas a partir de las cuales se pueden explorar los
archivos (desde el backup en el disco duro o desde la tarjeta) en
diversos formatos que incluyen muchas veces el RAW.

La gran pena de estos dispositivos: su alto precio.

Para terminar, no quiero dejar de anotar aquellas variables que hay


que tener en cuenta antes de comprar un disco duro portátil con
lector de tarjetas:

• Batería (tipo y duración)


• Capacidad del disco duro

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• Peso del dispositivo
• Tamaño del dispositivo
• Lectura de RAW (si dispone el reproductor)

12. Velocidad de obturación

Entramos en el funcionamiento de algunas de las características de la


cámara fotográfica que nos permiten controlar el resultado de la foto
que tomamos. Si lo que queremos es decidir cómo debe ser la foto
que hacemos y decirle a la cámara qué es lo que debe hacer cuando
disparamos (lo que implica pasar de programas pre-determinados, a
tener el control parcial o total de la cámara) hay que tener en cuenta
algunos parámetros, uno de los cuales es la velocidad de
obturación.

Antes de continuar, debemos señalar que jugar con la velocidad de


obturación (como pasa con otras características de las cámaras)
implica un aprendizaje con su consecuente práctica. Vale la pena
pasar por ello ya que al hacerlo se abren las puertas de nuestra
creatividad al poder conseguir múltiples efectos. En este capítulo
hablaremos primero del concepto y sus implicaciones en el resultado
de la fotografía, seguiremos con algunas características técnicas y
finalizaremos con una propuesta práctica.

El concepto. Jugar con la velocidad de obturación.

Hablemos de la velocidad de obturación. Ésta es, simplemente, la


velocidad a la que se abre y se cierra el obturador de una
cámara. El obturador no es más que el dispositivo que regula el
tiempo durante el cual le llega luz al sensor (o película) de la cámara.
¿Recuerdas que la fotografía es pintar con la luz?

Debemos quedarnos con el concepto de que a mayor velocidad de


obturación (más velocidad con la que el obturador se abre y se
cierra), menos luz llegará al sensor o película de la cámara. Por el
contrario, a menor velocidad de obturación (menos velocidad con la
que el obturador se abre y se cierra), más luz llegará al sensor o
película. Lógico, ¿verdad?

De lo mencionado anteriormente se desprenden varias


consecuencias. Una de ellas es que en condiciones de escasa
iluminación, una manera (de muchas posibles) de conseguir que
llegue la suficiente luz al sensor o película sería disminuir la velocidad
de obturación. Por ejemplo, en interiores, amaneceres, atardeceres,
noche, etc. O en el caso opuesto, cuando hay mucha luz, subiremos
la velocidad de obturación.

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Además de utilizarla para que nuestra fotografía esté bien expuesta,
podemos someterla a nuestra creatividad. Ejemplos de ello serían los
siguientes:

• Congelar la imagen. Conseguimos que el motivo principal de la


fotografía estén estáticos e inmóvil. Puede ser un efecto
interesante en las fotografías de deporte (p.ej.: deportista en la
ejecución de un movimiento), de naturaleza (p.ej.: el vuelo de
un pájaro en este caso), etc. Se consigue con velocidades
altas T. 1/1000.Otro ejemplo es la siguiente foto:

• Captar el movimiento: Algunos o todos los elementos de la foto


no están perfectamente definidos, dejan una estela a su paso.
Da sensación de movimiento e incluso de velocidad. Se
consigue con velocidades bajas T. 1”.

• Efecto seda: Se consigue fotografiando agua en movimiento


con una velocidad baja. Esta la saque en T. ½ aquí otro
ejemplo:

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• Pintar (literalmente) con la luz: A velocidades muy bajas,
podemos utilizar un elemento que desprenda luz para realizar
dibujos en el aire, en este caso una linterna puntual.

Estas la saque con velocidades muy bajas T. 15”

Lo que te permita tu imaginación…

  33
13. Velocidad de obturación

Aspectos técnicos

En la columna de arriba está los valores que nos marca la cámara y


en la de la derecha su tiempo real. Es importante que sepas que al
salto de un tiempo a otro contiguo se le denomina paso. (hay pasps
enteros y en tercios)

Cuando hemos hablado de la creatividad que permite este parámetro,


hemos hablado de velocidades altas y bajas. En general, y sin que
sea una verdad universal, consideraremos velocidades bajas aquellas
inferiores a T.1/60 y velocidades altas o rápidas a aquellas
superiores a esta misma. Así de sencillo.

Y a lo mejor te estás preguntando como puedes controlar la velocidad


con tu cámara. Bueno… para empezar debe poder permitir el uso de
controles manuales. Si es así, en las cámaras solemos tener dos
opciones para jugar con ella. Una es el modo manual (normalmente
M) en el que configuraremos la velocidad de obturación y el
diafragma. El otro es el modo de prioridad a la velocidad
(normalmente S,) en el que simplemente deberemos configurar este
parámetro.

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Existe un accesorio indispensable si acostumbramos a jugar con
velocidades lentas. Éste es el trípode. Cuando utilizamos velocidades
bajas, hacer fotos a pulso puede que no sea una muy buena idea.
Nuestro movimiento puede arruinar la foto. El trípode (o cualquier
otro punto de apoyo) puede salvarnos la vida. Pero ¿cuándo debemos
descartar la idea de hacer la foto a pulso? Pues muy sencillo, existe
un truquito para esto. La velocidad máxima a la que dispararemos sin
ayuda será la distancia focal que utilicemos. Por ejemplo, si
utilizamos un 50mm o 33mm en DX, no es recomendable
arriesgarse por debajo de T.1/60.

Este parámetro es un íntimo de la apertura del diafragma y que los


valores de uno influyen en el otro. Pero esto es algo que ya verás
cuando hablemos del diafragma.

Prácticas

Les dejo algunas sugerencias para que puedan jugar y aprender


sobre el uso de la velocidad de obturación:

• Experimenta con un grifo abierto (un pequeño chorro de agua


bastará) con distintas velocidades. Trata de congelar el agua
que cae con velocidades altas y trata de conseguir un fino y
uniforme hilo con velocidades bajas. Usa la prioridad a la
velocidad para no tener que preocuparte de nada más (y no
derroches demasiada agua).
• Prueba fotografiar coches en la noche con velocidades bajas.
Aquellas que te permitan que el coche aparezca en la foto junto
a la estela que dejen sus luces y aquellas en las que ni el coche
aparezca (velocidades más bajas).
• Juega a disparar fotografías con velocidades bajas mientras
cambias la distancia focal. Te sorprenderán los resultados.
• Prueba a fotografiar niños o mascotas jugando, personas
realizando una actividad física, etc. en exteriores y con
velocidades muy altas. A ver qué detalles eres capaz de captar.
• Intenta colocar un elemento estático y otro móvil en el
encuadre. Busca que velocidad es la mejor para lograr la
sensación de movimiento. Será más fácil si lo haces en
condiciones de baja iluminación, no lo hagas a plena luz del
día…

4. La apertura de Diafragma. Teoría

Cuando miramos un objetivo, normalmente nos encontramos con dos


tipos de números. El primero, nos indica la distancia focal del mismo,
diferenciando los objetivos en angulares, teles, zoom… la última
generación de lentes, ya no traen más los números f, porque el
sistema se opera internamente con un dial…

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El segundo número es el que veremos, el llamado numero f, que nos
indica la luminosidad del objetivo, o sea, la capacidad del mismo
de meter luz a la cámara, a través del diafragma.

El número f puede venir expresado de dos formas:

1. Ofreciéndonos los valores máximos de apertura del diafragma para


dos focales, por ejemplo: 1:3,5-5,6. Normalmente se da en
objetivos con zoom. Siendo el primer numero la mayor apertura
correspondiente a la focal más corta (angular) y el segundo la
máxima apertura para la focal más larga (tele)

2. Ofreciéndonos un valor único de apertura, por ejemplo 1:2.8, que


se da en objetivos fijos, aunque también podemos encontrar algún
objetivo zoom de valor de apertura fijo. Los objetivos fijos suelen ser
más luminosos que los objetivos zoom y por tanto de mejor calidad.

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Como ves el numero f siempre viene representado de esta forma
1:xx, siendo 1 la mayor capacidad de recibir luz que puede tener un
objetivo y siendo el siguiente número la capacidad máxima del
objetivo.

Cuanto menor es ese número, es decir, cuanto más se acerca al 1,


más luminoso es un objetivo. Aunque hay muchos factores de los
que depende la calidad de un objetivo, normalmente, este se
considera mejor cuanto más luminoso sea. Es evidente que cuanto
más luminoso sea mayores posibilidades de juego para el fotógrafo a
la hora de ajustar la exposición en condiciones deficientes de luz.

Para regular la entrada de luz a la cámara podemos modificar o bien


la velocidad de obturación o bien la apertura del diafragma. Para
modificar la apertura, lo haremos con la cámara en modo manual o
bien en modo prioridad a la apertura (A o Av). Según el número f
que coloquemos pasará más o menos luz a la sensor o película.

Las distintas combinaciones entre velocidad de obturación y apertura


nos darán las claves para el correcto manejo de una cámara en
manual, que veremos en el siguiente capítulo.

Por último quiero decir que la apertura tiene consecuencias directas


en la nitidez de la imagen final, y sobre todo, en la profundidad de
campo de la misma. Pero esto lo veremos en el siguiente artículo
junto a los ejemplos prácticos.

15. La apertura de Diafragma: Ejemplos prácticos

La teoría está muy bien, pero ¿En que influye la apertura del
diafragma a la hora de hacer una foto? Buena pregunta no?

Como vimos en el artículo anterior, la apertura tiene principalmente


consecuencias directas en dos características: la profundidad de
campo y la nitidez de la fotografía.

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Veamos ahora los efectos prácticos:

Respecto a la nitidez podemos decir que cuanto más cerrado esté el


diafragma (mayor número f, f22) mayor debería ser la nitidez y por
el contrario, a más abierto (menor número f, f3,5) menor es la
nitidez, pero la nitidez también depende de la difracción, que
aumenta al cerrar el diafragma. Por lo tanto, mientras por un lado la
nitidez aumenta al cerrar el diafragma, por otro disminuye al
incrementarse la difracción.

(En física, la difracción es un fenómeno característico de las ondas que consiste en la dispersión y 
curvado aparente de las ondas de luz cuando encuentran un obstáculo).

Como consecuencia se considera que la mayor nitidez se produce


con los diafragmas que están uno o dos pasos más abiertos
que el máximo del objetivo, aunque finalmente dependerá de cada
objetivo (la calidad).

Es decir, si tenemos un objetivo 1:2, f2 probablemente obtendremos


la máxima nitidez con valores de f entre 4 y 8 (1-2 pasos)

El tema de la profundidad de campo es probablemente más


interesante ya que nos permite ver más claramente los resultados.

Cuanto más abramos el diafragma (valores de f bajos) menos


profundidad de campo tendremos y viceversa, cuanto más lo
cerremos (valores de f altos) más profundidad de campo.

(La profundidad de campo se, lo que sale nítido por delante y por detrás de lo q hemos
enfocado, en 1 parte por delante y 2 parte por detrás).

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Vamos a ver un ejemplo práctico:

Imaginen que quieren hacerle una foto a tres objetos, (en este caso a
las piedritas) y a una de ellas que se destaque. Lo que pretendemos
es darle más importancia a la piedrita azul, por lo que la piedrita
azul la ponemos en primer plano y las otras en un segundo plano. El
punto de enfoque lo ponemos sobre la piedrita azul.

Primero vamos a cerrar al máximo el diafragma. En nuestro


caso f22. Al estar cerrado el diafragma, entra menos luz, y por lo
tanto la velocidad de obturación a la que tendremos que disparar será
mayor, es decir más lenta. En esta ocasión me dio T. 1” segundos,
por lo que evidentemente usé un trípode.

Esta es la imagen que obtenemos:

Bien parece que no ha quedado mal. Ya tenemos nuestra foto, en ella


vemos a las piedritas azul que está en primer plano le damos más
importancia, pero aun así, podemos mejorarla.

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Ahora vamos a abrir el diafragma al máximo que nos permita el
objetivo en esa focal, en este caso f 3.5 y seguimos T.1/60
enfocando (punto de enfoque) en la piedra azul.

Bueno, esto es otra cosa. Al haber abierto el diafragma hemos hecho


lo que se llama un enfoque selectivo y ahora la piedrita azul, es la
protagonista de la foto, quedando las piedritas amarilla y roja
desenfocadas. Este efecto será aún más marcado cuanto más
luminoso sea el objetivo.

Como conclusión diremos que:

• Valores de f altos aumenta la nitidez y aumentan la profundidad


de campo
• Valores de f bajos disminuyen la nitidez y disminuyen la
profundidad de campo

El concepto es que la apertura nos puede dar mucho juego para las
fotos. En el siguiente capítulo, hablaremos sobre el manejo de una
cámara en manual, uno de los temas más importantes si quieres
aprender fotografía. ¡¡A practicar el enfoque selectivo!!

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16. Fotografía en Manual “M” (esto sí que me gusta)

Es probable que esta entrega resulte un poco complicada si esta es el


primer contacto con este modo de trabajo. Pero vale la pena, les
puedo garantizar que si entiendes esto abras dado un gran
paso adelante para dominar la técnica fotográfica y que, a
partir de aquí, tu velocidad de aprendizaje se multiplicará.

Ahora que ya conoces el obturador como el diafragma es el momento


de ponerlos totalmente a nuestro servicio para lograr las
fotografías que queremos.

Disparar usando los modos manuales es la manera que nos dará


libertad plena a la hora de hacer fotos y conseguir lo que realmente
queramos.

Todas las cámaras réflex y la mayoría de las compactas medias y


avanzadas poseen modos de disparo manual. Suelen tener los
siguientes modos:

• P Programmed Auto. La cámara funciona como en la posición


AUTO, pero permite que no se varíen los parámetros.
• A (en algunas cámaras aparece como Av): Aperture Priority, es
decir, prioridad de la abertura/diafragma. Para un diafragma
dado (por el usuario), la cámara calcula la velocidad a la que
debe disparar (abrir y cerrar el obturador). Este modo es muy
útil para disparar cuando queremos controlar la profundidad de
campo.
• S (en algunas cámaras aparece como Tv): Shutter Priority, o
prioridad de la velocidad. La cámara calcula la apertura
necesaria para poder lograr una exposición correcta partiendo
de una velocidad elegida por el usuario. Darle prioridad a la
velocidad permite interpretar el movimiento en nuestras
exposiciones.(congelar el movimiento)
• M Manual: Todo es controlado por el usuario.

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Cuando se trata de disparar en modo totalmente manual, M, el
fotómetro o exposímetro que todas las cámaras traen se vuelve una
herramienta indispensable para calcular la exposición correcta. Poco a
poco, con la práctica, irás desarrollando la capacidad de averiguar los
parámetros adecuados para cada situación. Aunque siempre contarás
con el apoyo del exposímetro para comprobar si tu intuición te está
llevando por el camino correcto.

FUNCIONAMIENTO DEL EXPOSÍMETRO

Este sencillo mecanismo nos indicará si con los parámetros


elegidos la exposición será correcta, si la foto resultará clara
(sobreexpuesta) o si por el contrario estará oscura y como
resultado obtendremos una imagen (subexpuesta). Además nos
informa de en qué medida está sobre o subexpuesta.

Lo que trataremos de lograr en condiciones normales siempre va a


ser una exposición correcta. Por lo tanto, que el indicador se
encuentre situado bajo el 0 o EV 00. (Pero esto no es en todos los casos, ya
que en ciertas ocasiones tendremos que sobreexponer o subexponer para lograr un
resultado determinado)

¿CÓMO INTERACTUAN EL DIAFRAGMA Y EL OBTURADOR?


Sabemos que una foto bien expuesta se logra si la cantidad de
luz que llega al sensor de nuestra cámara es la adecuada. Que
esto sea así depende de cómo configuremos la abertura del
diafragma y el tiempo de exposición. Variar cualquiera de estos dos
parámetros incide directamente en la cantidad de luz que va a entrar
en nuestra cámara y, por lo tanto, en el resultado de nuestra foto.

Ya hemos hablado del obturador y del diafragma. Para estudiar la


interactuación entre ambos parámetros, partamos de las escalas
numéricas clásicas de abertura de diafragma y velocidades de
obturación. (La combinación de T. y f/, que nos da el Valor de
Exposición = Exposure Value E.V. = i x t).

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E.V. = i x t

i = intensidad lumínica

t = tiempo de exposición

Es decir la cantidad de energía lumínica que actúa sobre una


emulsión, puede regularse mediante dos mecanismos diferentes:

I = intensidad lumínica regulada por la abertura del diafragma

T = tiempo de exposición regulado por las cortinillas del obturador. 

• Velocidades de obturación clásicas T.: (en números enteros)

T. 30” - 15” – 8” – 4” – 2” – 1” - 2 - 4 - 8 - 15 - 30 - 60 -
125 - 250 - 500 - 1000 – 2000 4000 - 8000

• Aberturas de diafragma clásicas f/: (en números enteros)

f/ 1.4 – 1.8 - 2 – 2,8 – 4 – 5,6 – 8 – 11 – 16 – 22 - 32

En las cámaras digitales actuales, puedes encontrar pasos


intermedios (en tercios) tanto de diafragmas como en velocidades
de obturación. Esto no es malo, al contrario, es bueno, pues te
permitirá ajustar mejor la exposición a las condiciones luz. Pero
aprendamos cómo interactúan usando sus valores clásicos.

Debemos asumir, como norma, que cada paso de diafragma


clásico que subimos implica que en nuestra cámara entrará la
mitad de la luz que entraba en el paso anterior. Por el
contrario, cuando bajamos un paso, la cantidad de luz que
entra se duplica.

Lo mismo ocurre con las velocidades de obturación, cuando


subimos una, la cantidad de luz que entrará en nuestra
cámara será la mitad. Por el contrario, cuando bajamos un
paso, la cantidad de luz que va a entrar será el doble.

Sabiendo esto es lógico deducir que no existe la combinación


perfecta de velocidad de obturación y abertura de diafragma,
pues hay muchas que son equivalentes. Elegir una de ellas dependerá
siempre del efecto que queramos lograr en nuestra foto, y lógico
sobre todo la luz.

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Como vemos en este ejemplo, al ir cerrando paulatinamente el
diafragma se van prolongando los tiempos de exposición, de esa
forma contrarrestamos la luz que está dejando entrar al cerrar el
diafragma. Pese al cambio de parámetros, la exposición es idéntica
en las tres fotos, pero cada vez hay más profundidad de campo.

NECESITO MÁS LUZ? ABRO EL DIAFRAGMA f3.5, o HAGO UNA EXPOSICIÓN


MÁS LARGA T. 1”

Partiendo de unos parámetros determinados podemos hacer que


llegue más luz a nuestro sensor o bien abriendo el diafragma o
haciendo exposiciones más largas. Recuerda que ninguna
combinación es perfecta, será buena siempre que el exposímetro nos
diga que así es.

Todo depende de las condiciones de luz y, sobre todo, de qué


queramos lograr.

17. Fotografía en Manual

Ya hemos aprendido a exponer con corrección usando el exposímetro


con nuestra cámara en modo manual. En esta entrega fotografías en
modo manual aprenderemos a conseguir los resultados que
persigamos. Este paso es definitivo, una vez hayamos asumido
estos conceptos, día a día la cámara se convertirá en una
prolongación de nuestra mano.

Como punto de partida pensemos que si necesitamos más luz para


lograr una buena exposición podemos lograrla o bien abriendo el
diafragma o haciendo exposiciones más largas, esto es,
haciendo que las velocidades de obturación sean más lentas.

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La elección entre usar el diafragma o el obturador para exponer
bien una imagen, depende, ante todo, de qué queramos lograr y
de cómo queramos interpretar el movimiento que se produce
delante de la cámara. Veamos algunos casos concretos.

USANDO EL DIAFRAGMA
Para lograr más luz usando el diafragma la única limitación que
tenemos es la luminosidad de la lente, esto es, cuánto se pueda abrir
el diafragma. Algunas lentes no son muy luminosas, es decir, su
diafragma no se abre demasiado. Podemos decir que todo lo que abra
más allá de f3.5 es bastante luminoso. (ej. f2.8 – f1.8)

1. Maximizando la profundidad de campo


Si lo que necesitamos en nuestra foto es una gran profundidad de
campo, habitual en fotos de paisajes, cerraremos lo máximo posible
el diafragma. Es probable que al cerrarlo al máximo entre tan poca
luz que se haga necesario usar una exposición larga (mocho tiempo)
y, por lo tanto, trípode.

2. Enfoque selectivo
El enfoque selectivo significa dar nitidez solamente a lo que interesa,
lo que permite un mayor control sobre el contenido y la interpretación
final de la fotografía. Se trata de dejar nítida una sola parte de la
imagen, mientras el resto está totalmente desenfocado, una buena
manera de destacar el centro de interés. (recuerdas las piedritas?)

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Este efecto se logra con diafragmas muy abiertos, que reducen
muchísimo la profundidad de campo. En el caso de la foto del ejemplo
(arriba), se trata de un f1.8 con el foco sobre el elemento metálico
de la mano de la chica, Gina una alumna, dejando fuera de foco el
primer término de la imagen y el fondo.

La profundidad de campo

Te preguntaras que es, más allá de la breve explicación anterior, aquí


va más en detalle y unos gráficos así lo entiendes mucho mejor:

Es la zona de nitidez aceptable que se extiende por delante y


por detrás del motivo sobre el que se ha enfocado. Varía con:

Son tres los factores que determina la profundidad de campo, a saber:

1 - La abertura de diafragma: a mayor abertura de diafragma, menor


es la profundidad de campo. ¿Recuerdas siempre la relación que hay
entre la profundidad de campo y la abertura del diafragma es muy
importante si?

2 - La distancia de enfoque: a menor distancia de enfoque, menor es


le profundidad de campo.

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3 - La longitud focal del objetivo: a mayor longitud focal, menor es la
profundidad de campo. La zona de nitidez situada detrás del punto de
enfoque es mayor que la situada por delante.

Muchas de las actuales cámaras SLR y DSLR con medición a plena


abertura disponen además de un pulsador de previsualización de la
profundidad de campo que cierra el diafragma a la abertura
seleccionada y permite examinar en la pantalla de enfoque dicha
variable. El control de la profundidad de campo es una de las armas
más útiles del arsenal del fotógrafo, que debe aprender a usarla
correctamente.

Por cierto, hay que fijarse en esas formas como manchas suaves de
color que toman los objetos desenfocados por delante y por detrás de
la zona que está enfocada. Esa “atmósfera” que crean las lentes con
diafragmas muy abiertos recibe el nombre de bokeh.

Abrir el diafragma al máximo no siempre es suficiente para lograr una


exposición adecuada. En esos casos tenemos que pasar a jugar con
las velocidades de obturación para ganar luz. (exposición correcta)

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USANDO EL OBTURADOR
El uso del obturador para regular la luz en las exposiciones nos
permitirá tomar fotos en situaciones difíciles de luz, así como obtener
interpretaciones creativas del movimiento en función de nuestras
intenciones.

1. Velocidades altas de obturación


Disparar por encima de T.125 hará que congelemos los movimientos.

2. Velocidades lentas de obturación


Cuanto más lenta sea la obturación nos permitirá captar luz durante
más tiempo, consiguiendo una buena exposición, además de registrar
todo el movimiento que se efectúe delante de la cámara e incluso el
propio movimiento que haga la cámara.

  48
3. Paneos
Otra opción, más fácil de explicar que de conseguir, son los paneos.
Se trata de usar una velocidad de obturación lenta, en la imagen de
abajo use T.1/30 y, en este caso del camión y el caballo en
movimiento, los mantuve durante toda la exposición en el mismo
lugar del cuadro. El resultado es que el fondo aparece borroso
(barrido) y el sujeto congelado. O algo parecido, no es fácil. A
practicar!!!

Recuerda que ninguna combinación de diafragma y velocidad de


obturación es la perfecta, será buena siempre que el exposímetro
nos diga que así es, incluso aunque no nos lo diga, dependiendo de
qué queramos lograr, será buena también. A practicar!!!!!

  49
18. ISO, la sensibilidad

Las cámaras de hoy en días nos permiten cambiar la


sensibilidad por medio de sus menús. ¿Pero a qué nos referimos
cuando decimos “sensibilidad”?. Es ajustar su forma de actuar con la
luz, en cierta manera regular las “gamas” con las que absorbe la
luz existente.

En analógico, cada película tiene sus propias características


químicas que le confieren una determinada sensibilidad. Como
es lógico, durante el uso de una misma película se trabaja con la
limitación de una única sensibilidad. No como en digital que, para
cada foto, podemos asignar una, la más adecuada a las
circunstancias.

Pensemos en el sensor. Sin lugar a dudas es una de las piezas más


delicadas y complejas de nuestra cámara. El de una cámara réflex
habitual mide alrededor de 23.6 x 15.8 mm, las réflex mas avanzadas
tienen el censor Full-Frame, los de las cámaras compactas son
mucho más pequeños. En tan poquita superficie contienen millones
de microscópicas células sensibles a la luz, los píxeles.

Imaginemos que cada uno de ellos funciona como un cubo que


se puede llenar de luz. Eso ocurre cada vez que pulsamos el
disparador; cada uno de esos cubos se llena de luz, pues cuando
disparamos se abre el obturador y la luz circula a través de la lente
directamente hacia el sensor durante el tiempo que el obturador deja
el paso abierto.

En el sensor, los cubos “se llenan” de luz. La imagen se procesa y


se graba en la tarjeta de memoria. Todo en décimas de segundo.

Si analizamos la cantidad de luz en los “cubos” del sensor,


veremos que cada uno de ellos contiene una cantidad determinada.
Unos han quedado llenos, otros medio llenos y otros vacíos. Esto

  50
significa que algunas partes de la imagen están sobreexpuestas,
otras bien expuestas y otras subexpuestas.

Intentemos ahora sacar otra foto, pero con poca luz y volvamos a
analizar los cubos. Veremos que ninguno de ellos se ha llenado en
la pequeña fracción de tiempo que hemos empleado en la exposición.
Casi todos han quedado a medio llenar (o medio vacios, si eres
pesimista).

Utilizamos el ISO para decirle a la cámara que los cubos se


deben esforzar para absorber el doble, el triple o más luz
durante las exposiciones. Independientemente de cuánto dure la
exposición. Es por ello que, sobre todo en fotografía analógica, uno
se puede referir a la sensibilidad de la película como
“velocidad”. Por ejemplo, una película de ISO 400 es más rápida
que una ISO 100, porque en el mismo tiempo capta mucha más luz.
Como es lógico, en función del tipo de fotografía y las circunstancias
de luz se escogerá una “velocidad” u otra.

Por tanto, cambiar el ISO implica cambiar la sensibilidad de la


cámara ante la luz. Con el ISO alto la cámara será muy sensible a
la luz y para una exposición correcta necesitará menos tiempo, aun
cuando las condiciones de luz sean difíciles. Con el ISO bajo
necesitaremos más tiempo para lograr una exposición correcta.

Generalmente, aunque varía según los modelos, las cámaras suelen


tener un rango que va de ISO 50 a los ISO 3200 en cualquier réflex
normal. El único problema que entraña el uso de ISO altos es
que añaden ruido a nuestra foto…

Escala de ISO 25 – 50 – 100 – 200 – 400 – 800 – 1600 – 3200 - 6400

  51
CONCEPTO DE RUIDO

El ruido digital es un problema técnico sin resolver en la fotografía


digital. Se trata de un efecto comparable al grano en una fotografía
analógica o fotoquímica.

Mientras que el grano fue ampliamente utilizado en la fotografía


analógica como recurso artístico, en el campo de la fotografía digital
es un aspecto discutible.

En situaciones normales, el ruido no suele ser apreciable. Se hace


especialmente visible, en fotografías oscuras o con un ajuste alto del
ISO.

La cantidad de ruido en una fotografía digital depende en gran


medida de la calidad de la cámara:

• Tamaño de los fotositos (cada fotosito equivale a un pixel), a menor


tamaño mayor ruido. El tamaño de los fotositos depende de la
densidad de integración del sensor, y/o del tamaño del sensor.
• Calidad de los componentes electrónicos, por ejemplo los conversores
analógico-digitales.

Pero también de otros factores externos:

• Tiempo de exposición (fotografía).


• Iluminación insuficiente.
• Ajuste elevado de la sensibilidad (ISO).
• Temperatura elevada del sensor.
• Gran ampliación de la imagen.
• Motivo.

  52
RELACIÓN ENTRE ISO Y RUIDO
El ISO tiene relación directa con el ruido de una imagen. Si subes el
ISO a niveles altos se notarán granos gordos en tu imagen. Que a un
determinado nivel de ISO se note más o menos, el ruido depende de
la calidad del sensor. Normalmente, en las cámaras de alta gama y
de uso profesional, a niveles de ISO altos, pese a ser perceptibles, se
notan menos que en las cámaras para aficionados.

Esta foto no tiene ruido la tome con ISO 100, y con una cámara hibrida

En cualquier caso, cuando queramos lograr la mayor nitidez en


nuestras fotografías es recomendable usar la sensibilidad más baja
disponible, aunque haya que emplear un trípode o una vean bag
(bolsa de arena) para que la exposición sea la correcta. Esto es, el
valor de ISO más bajo.

A TENER EN CUENTA…
En ocasiones puede que te encuentres con que los bordes de los
objetos que aparecen en las zonas de alto contraste de la imagen
tienen color. No tiene porque ser un problema de las lentes, aunque

  53
se lo solemos achacar a las aberraciones cromáticas que puedan
producir. No es así, para solucionarlo prueba a subir un paso de ISO,
verás que desaparecen.

19. El Autofocus

La serie sobre el Autofocus (AF, de ahora en adelante), un útil


automatismo de nuestras cámaras que aunque nos parezca
increíble no ha existido siempre. ¿Cuándo fue el primero? ¿Qué
cambios introdujo? ¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta
en su uso?

El primer AF data de mediados de los 80. Hasta entonces sólo


existían lentes con foco manual (MF). Aunque los primeros
modelos (como el Maxxum 7000 de Minolta) eran mucho más
sencillos y menos fiables que los de hoy en día, lo cierto es que
el AF introdujo cambios en la forma de fotografiar.

En un principio, los fotógrafos profesionales, educados en un


mundo de MF, achacaban al AF la pérdida de oportunidades
fotográficas por su lentitud y su poca eficacia. Un problema
añadido era que aquellos primeros modelos con sistema de AF, sólo
hacían foco en el punto central del cuadro. Todo esto resultaba en
que los profesionales, sólo usaban el AF cuando disparaban fotos que
no tenían demasiada importancia, manteniendo su técnica de MF para
trabajar.

En la actualidad, los AF han evolucionado mucho y son capaces


de hacer foco en múltiples puntos del cuadro. Dependiendo de la
complejidad de la cámara empleada, la gestión de los puntos de
enfoque será más o menos manual. Habitualmente la cámara nos
permite elegir en qué punto hará foco. Algunos modelos muy
sofisticados incluso detectan la dirección de la mirada para
hacer foco en el punto de enfoque más próximo al lugar al que
miramos.

Además, los primeros modelos de AF, generalmente, sólo


hacían foco en el punto central del cuadro, por lo que su uso
implicaba casi siempre el reencuadre usando el bloqueo del
enfoque, esto es, el AF-LOCK.

  54
EL BLOQUEO DEL ENFOQUE
El dominio del AF requiere una forma de trabajar determinada.
Unas rutinas que, una vez asumidas, pondrán la herramienta a
nuestro servicio y reducirán las probabilidades de errar de manera
considerable.

Desde los primeros modelos de AF, que hacían foco solamente en el


punto central del cuadro, hasta los actuales, más complicados, se ha
hecho necesario el uso del bloqueo del enfoque. Se trata de una
técnica consistente en conseguir enfocar el sujeto que queramos
tener nítido y fotografiarlo evitando que el AF nos juegue una mala
pasada.

¿Cómo nos puede jugar una mala pasada el AF? Pues enfocando
continuamente sin que seamos capaces de fijarlo en el objeto que
queremos. Ahí entra a jugar un papel importante el AF-LOCK.

Esta técnica es importante, pues hoy en día, pese a que los AF están
muy perfeccionados, se sigue utilizando. Y no sólo con el enfoque,
sino también cuando medimos la luz, esta vez, empleando el bloqueo
de la exposición, AE-LOCK.

A la hora de disparar en modo AF, el objeto al que queramos


disparar no siempre estará en uno de los puntos de enfoque
de nuestra cámara. Además, observarás que no todos ellos enfocan
con la misma precisión. Generalmente, el más preciso es el punto
central.

Imaginemos que llevamos nuestro AF programado para que enfoque


con el punto central, porque creemos que con una lente determinada
es el mejor, o el único como les ocurría a los primeros modelos de
AF, y queremos fotografiar un objeto dejándolo en un lado del
cuadro. ¿Cómo hacemos? Bloquearemos el enfoque con la función
AF-LOCK (AF-L).(o bien manteniendo el disparador a la mitad de su
recorrido, hasta que el reencuadre nos conforme)

Esta funcionalidad de la cámara provoca que cuando lo


accionamos, simplemente, el AF se bloquea. No sigue haciendo
foco y queda fijado en eso en lo que nosotros hemos enfocado.

Por lo tanto, sin dejar de pulsarlo, podemos reencuadrar, dejando en


la zona del cuadro deseada el objeto enfocado desde el punto central,
y disparar.

Recuerda:
1. Enfocamos con el punto de enfoque que por el motivo que sea más
nos convenga.
2. Bloqueamos el enfoque con el AF-L.

  55
3. Reencuadramos.
4. Disparamos.

Más sencillo es en la práctica de lo que parece, esta técnica te


facilitará mucho el uso del AF al fotografiar a objetos que no se
muevan a gran velocidad.

Como parece lógico, no todos los modos de AF son iguales.

20. Modos de Autofocus

Como resulta normal, no en todas las situaciones podremos usar el


mismo tipo de Autofocus. No es lo mismo fotografiar a sujetos
estáticos, a sujetos que en cualquier momento pueden comenzar a
moverse o a sujetos que se están moviendo.

Cada situación a fotografiar tendrá unas particularidades que nos


llevarán a elegir el modo de autofocus que mejor se adecúe.

Los diferentes fabricantes de cámaras tienen también diferentes


modos de Autofocus. Veamos, por encima, cómo funcionan los de las
principales marcas.

SISTEMA NIKON
S (Single Servo AF): Enfoca automáticamente objetos estáticos.
C (Continuos Servo AF): Mantiene enfocado el sujeto que se mueve
ante la cámara mientras mantengamos pulsado a medias el
disparador, pudiendo disparar en cualquier momento del movimiento
del sujeto. Idóneo para fotografiar, por ejemplo, fauna en
movimiento.
Incluyen a mayores el modo M (Manual Focus) que, como estás
imaginando, es el modo totalmente manual.

Las cámaras Fujifilm réflex (de la serie S) guardan gran similitud con
las Nikon y sus modos de enfoque son los mismos.

SISTEMA CANON
One Shot: Se trata del modo de AF normal, el enfoque automático
se activa mediante media pulsación del disparador y se efectúa sobre
el punto de enfoque que hayamos seleccionado. Modo recomendado
para retratos, bodegones, etc.
AI Servo: El enfoque es continuo mientras se mantenga presionado
el disparador. Es ideal para hacer seguimiento de elementos en
movimiento teniéndolos siempre en foco. Este modo es el
recomendado, por ejemplo, para deportes.
AI Focus: Asiste en el enfoque de un elemento estático. Si éste
empieza a moverse, lo sigue enfocando mientras se mueve. Es un
One Shot que cuando detecta movimiento pasa al modo AI Servo.

  56
SISTEMA OLYMPUS
S-AF (AF simple): El enfoque se efectúa una vez presionado el
disparador a medias.
C-AF (AF continuo): La cámara repite el enfoque mientras el
disparador permanece pulsado a medias.

Hasta aquí, como vez, las principales marcas son muy similares.
Simplemente cambian la nomenclatura de sus modos de enfoque,
aún siendo básicamente los mismos. Pero aquí, Olympus introduce
una variación que puede resultar interesante.

Se trata de los modos MFAFS y MFAFC. Ambos, combinan el


enfoque AF simple y el continuo con el enfoque Manual. Esto es que,
una vez la cámara ha enfocado con AF, ya sea continuo o simple,
pueden efectuarse ajustes con el anillo de enfoque como si de un
modo plenamente manual se tratara.

El dominio y el conocimiento de todos ellos, como siempre, con la


práctica. ¡Así que a practicar!

21. Consideraciones sobre el Autofocus

El Autofocus (AF), vamos a entrar a exponer algunas.


Consideraciones que habremos de tener en cuenta en su uso.
Como decíamos anteriormente, cualquier automatismo de la cámara
requerirá de nuestro conocimiento y, sobre todo, de nuestra
intervención para que lo pongamos a nuestro servicio.

El AF es una ayuda más, pero no una herramienta irrenunciable


sin la cual no podemos fotografiar. Igual que en algunas
ocasiones es conveniente fotografiar usando la cámara totalmente en
modo manual, con el enfoque ocurre algo similar. No siempre será
conveniente usar el AF, sino que en algunas ocasiones
obtendremos mejores resultados con el foco manual (MF).

Piensa siempre que el AF no está dentro de tu cabeza, por lo que


tenderá siempre a enfocar el sujeto más cercano o el más
contrastado, que no tienen porque ser los que tú quieres.

Por lo tanto deberás aprender a elegir las diferentes zonas de


enfoque y a utilizar la técnica del bloque del enfoque.

En la medida de lo posible, trata de emplear el modo de autofocus


que se adecúe mejor al tipo de fotografía que estás haciendo.

Es importante que conozcas tus lentes. Es frecuente que las lentes


sean más precisas enfocando en el centro que en los lados.

  57
Averigua cuáles son las particularidades de tus lentes y sé consciente
de ello cuando las uses, lograrás unas imágenes mejor enfocadas.

Si tus lentes enfocan mejor en el centro evita hacer siempre


composiciones poco atractivas que giren siempre en torno al centro
de la imagen. No me cansaré de repetirlo, acostúmbrate a usar el
bloqueo del enfoque (AF-LOCK).

Sé consciente de que no siempre vas a poder usar el AF. En


condiciones de poca luz, las mejores lentes serán capaces de enfocar,
pero una buena técnica ayudará a que lo hagan bien. Aprovecha las
fuentes de luz que pueda haber a la misma distancia de la cámara
que el sujeto al que vayas a fotografiar, será más sencillo enfocar
sobre fuentes de luz que sobre un sujeto sin iluminar.

Algunas cámaras asisten el foco con una pequeña luz. Esto será
adecuado para sujetos que estén muy cerca de la cámara, pero a
más de 50 centímetros… Normalmente, los flashes externos
suelen ser más eficaces en estas circunstancias. Si no quieres usar
flash en la foto, una vez hayas enfocado, simplemente apágalo.

Al AF le cuesta enfocar sobre superficies blancas o sobre


objetos brillantes y reflectantes. Tenlo en cuenta. Enfoca en los
alrededores de estas superficies si es lo que quieres fotografiar,
procurando siempre que la distancia que hay entre el punto donde
haces foco y la cámara sea similar a la distancia entre el sujeto a
fotografiar y la cámara.

Otra situación complicada es cuando tratamos de hacer foco a


través de un cristal, pues es probable que el sistema de AF
entienda que lo pretendemos enfocar es la superficie de cristal. Para
evitarlo, procuraremos acercarnos lo más posible a dicha superficie,
en muchas ocasiones será suficiente.

Una vez más, ¡a practicar!

22. El Encuadre

Una vez que disponemos de cierto conocimiento y destreza en el


funcionamiento técnico de nuestra cámara, viene un nuevo paso,
subir otro escalón en el que nos centraremos en el motivo, para
seleccionar y organizar el espacio. Lo que se viene a denominar
encuadre. Así que nos adentramos en este nuevo tema que voy a
desarrollar a continuación.

El encuadre no es otra cosa que definir qué elementos


aparecerán en la imagen y cuáles vamos a descartar. El encuadre
sirve para concentrar la atención del espectador en la imagen, por

  58
lo que la correcta selección del motivo es un primer y fundamental
paso en el proceso fotográfico. Tenemos que pensar en el motivo a
mostrar en base a las proporciones del marco de nuestro visor o
nuestra pantalla LCD.

El encuadre de la imagen puede ser de las siguientes formas:

1. Horizontal. También denominado apaisado por ser el formato


más habitual para capturar paisajes. Es el formato más común y se
suele decir que produce sentimiento de serenidad y espacio,
estabilidad y dirección. Aunque en la fotografía digital varía
ligeramente la proporción con respecto a la clásica película de 35
mm, sigue siendo la forma más tentadora para componer, además
de que es fácil dejarse llevar por él, ya que es el formato que nos
dispone la cámara en su posición horizontal. Por ello, es
recomendable no abusar del mismo y probar otros encuadres hasta
dar con el más idóneo al motivo.

2. Vertical. Más conocido como formato retrato, por tratarse del


más adecuado para los retratos de medio cuerpo. Produce
sentimiento de fuerza y enfatiza las líneas y planos verticales.
También este formato confiere más poder visual a las diagonales. Es
ideal para el retrato de cuerpo entero y primer plano, además de ser

  59
el más utilizado comercialmente para publicidad, revistas, portadas
de libros, etc.

3. Cuadrado. Es un formato más estático y mucho más limitado.


No es propio de la fotografía digital, sino que viene de las películas
instantáneas Polaroid y de las películas de 6x6 para cámaras
analógicas de formato medio. En digital podemos lograrlo en la
edición posterior, recortando los otros formatos, aunque el resultado
final pueda ser satisfactorio tiene la desventaja de que no ha sido
compuesto con el mismo rigor y parámetros. Los márgenes
cuadrados son simétricos y transmiten solidez y estabilidad. En
algunos campos es muy gratificante su utilización (vegetación,
plantas, flores…), aunque es un formato en desuso, también debido a
la dificultad que conlleva la composición.

Este formato (cuadrado) son las que Este formato (rectangular) tienen las cámaras
tienen las cámaras hibridas y las Réflex analógica o digital.
Compactas digital.

Hay que tener cuidado cuando se hace fotos con estas cámaras hibridas o compactas,
porque si sacamos muy justo, cuando las hacemos copiar en un laboratorio estándar, nos
pueden cortar una parte de la imagen. En las imágenes de arriba está el ejemplo, más allá
de mostrar el formato.

4. Panorámico. Es un formato impactante en paisajes tanto


naturales como urbanos y, a pesar de su historia y tradición, sigue
resultando original. Requiere una cuidadosa selección del lugar o
motivo y plantea dificultades de composición para no dejar zonas
superfluas. Se trata de un formato muy de moda en la era digital,
porque con los avances tecnológicos es muy sencillo crear una
panorámica. Casi todas las cámaras incorporan esta función y con
los programas de edición, el montaje de distintas tomas es muy
sencillo.

  60
Si hablamos de encuadre, estamos hablando de COMPOSICIÓN…

Algunos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora del encuadre
son:

• La ubicación. La tendencia natural cuando comenzamos en la


fotografía es ubicar el motivo en el centro del encuadre,
que se suele denominar síndrome de “ojo de buey”. Esta
composición deja dos zonas superfluas a cada lado del motivo
y, aunque es atrayente, hay que intentar descentrar el
motivo para liberar la composición. Es necesario separar el
motivo y el fondo para lograr realzar los detalles.

• Tamaño del encuadre. Del mismo modo, hay una tendencia


natural a no acercarse al motivo, a no recortarlo. Es habitual
encontrar fotografías en los que todo queda tan general que no
sabemos dónde mirar y es debido a que no hemos realizado
una correcta composición, por lo que hay que intentar
aproximarnos al motivo y llenar el encuadre para que el
espectador capte rápidamente lo que queremos mostrar. En los
retratos se enfatiza mucho si llenamos el encuadre y es un
recurso que nos puede ayudar mucho a mejorarlos. Sólo hay
que fijarse en las fotografías de modelos, donde es habitual
encontrar primeros planos donde el rostro suele tener la frente
cortada o no es mostrado completamente.

  61
Conclusiones: todas estas indicaciones nos pueden ayudar a
mejorar, pero como siempre hay que tener en cuenta que las reglas
no son inflexibles y que lograr una fotografía bien encuadrada que
funcione depende mucho de nuestra creatividad. De todas formas,
experimentado y, sobre todo, disparando mucho en diferentes
encuadres aprenderemos nosotros mismos a mejorar los encuadres.

23.- La medición

La medición es la acción de calcular la cantidad de luz que hay


en una escena para poder elegir unos valores de exposición
adecuados, que, como ya sabemos, vienen dados por la combinación
de velocidad de obturación, apertura del diafragma y sensibilidad.

En una de las entregas anteriores, hablábamos sobre la fotografía en


modo manual. En ella comentábamos que cada cámara tiene un
exposímetro.

El exposímetro, es el responsable de la medición de la cantidad de


luz que hay en una escena. Pero éste no siempre mide de la
misma manera.

  62
Entendiendo que el área azul del gráfico es la zona de la imagen que
el exposímetro contempla para la medición, podemos diferenciar
varios modos de medición:

Medición Matricial o Evaluativa: Sistema que calcula la mejor


exposición para una fotografía a partir de una división en 256 partes
de la imagen. Al tener en cuenta todas las partes de la imagen para
evaluar cuáles son los mejores valores de exposición para esa
imagen, suele ser la que mejor se adapta a la mayoría de las
situaciones de luz.

Medición Central o Promediada Ponderada al Centro: Sistema


de medición de la exposición de la imagen, que utiliza el centro de
ésta para ajustar los valores de exposición del contexto. Útil para los
retratos.

Medición Puntual o Parcial: El sistema de exposición de la cámara


se concentra en un punto central de la imagen enfocada para
componer que supone alrededor del 3% de la imagen, en función de
éste punto, los valores de exposición del resto de la imagen.

Usar tiempos de exposición apropiados en las fotografías es


esencial, sobre todo cuando disparamos con sensibilidad, que tienen
un rango de exposición menos amplio. Por lo tanto, cuanto mejor
entendamos la medición, mejores resultados conseguiremos.

Ya que trabajemos con una réflex o una compacta, aprender cómo


funcionan la propia cámara y el exposímetro nos ayudará a
conseguir siempre lo que queremos, pues sabremos hasta
dónde los razonamientos a los que llegan las máquinas son
fiables. Con la práctica entenderemos que ciertas situaciones de luz
son engañosas y, engañan a la cámara. Ahí es donde entra nuestra
pericia como fotógrafos.

Ahora veremos una serie de casos específicos en los que nosotros,


como fotógrafos, tendremos que tomar el control para lograr una
buena exposición, en lugar de dejárselo a la cámara.

  63
24. La medición - Casos Especiales

Comentábamos que aprender bien cómo funcionan la cámara y


el exposímetro nos ayudará a conseguir siempre lo que
queremos.

Es importante que sepamos hasta dónde los razonamientos a los


que llegan las máquinas son fiables y, sobre todo, en qué
momento debemos dejar los automatismos a un lado, tomar la
iniciativa y guiar nosotros el proceso para lograr exactamente lo que
buscamos.

Pensemos que los fotómetros de las cámaras miden la luz


reflejada, asumiendo que, más o menos todo en el mundo refleja
un 18 por ciento de la luz que recibe. Esto, en cierto modo,
aunque no es cierto, es bastante adecuado en términos de medición.

Repasemos ahora algunos casos prototípicos en los que la


medición de la cámara no será correcta. Para lograr una buena
exposición tendremos que aplicar la lógica y exponer en consecuencia
a lo que vamos a aprender.

Normal + 2 diafragma

LA NIEVE
La nieve refleja un 36/40 por ciento de la luz que recibe. Esto
es el doble de lo que el fotómetro espera que cualquier objeto refleje,
un 18 por ciento. El fotómetro asume esto como que tiene
delante algo excesivamente brillante, por lo que sugiere un
tiempo de exposición corto para no quemarlo.

  64
Si le hacemos caso al fotómetro la imagen resultará subexpuesta, por
lo que tendremos que añadir a la lectura del fotómetro uno o
dos diafragman adicional y lograr una toma bien expuesta.

Esta forma de proceder no sólo se aplica a la nieve, sino también a


todos los objetos blancos como paredes, vestidos, cielos nublados
claro, etc.

OBJETOS NEGROS
Ocurre justo lo contrario con los objetos negros. Un gato negro dará
una medición errónea. Refleja un 9 por ciento de la luz que
recibe, mientras que el fotómetro de la cámara asume que se trata
de un objeto muy oscuro reflejando 18 por ciento de la luz recibida.

Partiendo del planteamiento anterior, la cámara sugerirá un


tiempo de exposición demasiado lento, para que ese objeto
“tan” oscuro se vea bien, resultando una imagen
sobreexpuesta.

Para corregir la medición errónea de la cámara deberemos restar a


la sugerencia del fotómetro uno o dos diafragma. Cerrándolo
más lograremos evitar esa sobreexposición.

La Luna ¡¡¡qué tema!!!


Cuando intentamos fotografiar la luna, sin duda, se produce uno de
esos casos en los que no debemos hacerle caso a la medición de la
cámara, porque esto sucede… la luna queda como una mancha en el
cielo, con fondo oscuro, la cámara no sabe lo que queremos sacar,
ella interpreta que hay poca luz, y el objetivo principal queda
sobreexpuesto, f5,6 T.1/8 lente 200mm.

  65
En esta otra imagen, regule manualmente “M” la cámara y logre este
resultado, f5,6 T,1/125 lente 200mm

CONCLUSIONES
La medición es una guía, la mayor parte de las veces muy fiable,
de lo que tenemos frente a nosotros, pero no se trata de algo
infalible o que tenga que ser seguido sin cambiar. Aprende a evaluar
lo que tienes frente a vos y a detectar los casos en los que la cámara
se va a equivocar.

No descartes utilizar la cámara, simplemente, como fotómetro e


investigar con ella cuánta luz hay en las diferentes zonas del
cuadro para luego elegir por ustedes mismos los valores para la
exposición.

Podes elegir los parámetros con los que vas a realizar la exposición
promediando las distintas lecturas que el fotómetro nos ha
dado en las diferentes zonas de la toma. Otra opción es elegir
unos parámetros buenos para la luz de una zona del cuadro
siendo conscientes de que sólo son adecuados para esa zona que es
la única que nos importa que salga bien. Dependiendo de las
situaciones actuaremos de una manera u otra.

  66
Tener siempre en cuenta que se supone que, como meda, entre
las zonas más luminosas y las más oscuras de una buena foto
sólo debe haber una diferencia de dos pasos de diafragma.

Si estamos inseguros de en qué parte del cuadro debemos medir, es


el momento de aprovechar la ventaja de la fotografía digital y tomar
diferentes fotos con distintos parámetros de diafragma, por
encima y por debajo de lo que creamos que sería correcto, por
ejemplo, para poder ver cómo afecta.

Cuando sea posible, es recomendable tratar de medir sobre


zonas de la foto que sean de un gris neutro. Si no hay grises
neutros a la vista, trataremos de medir incluyendo en el cuadro el
mayor número de colores posible. Conseguiremos unas lecturas
más precisas.

Si estamos haciendo fotos del cielo, nunca midamos en el


suelo, casi siempre es varios diafragmas más oscuro que el cielo y
quemaremos este último. Por el contrario, si vamos a fotografiar el
suelo, evitemos medir en el cielo o lo dejaremos muy oscuro.

Una última cosa, partiendo de lo que hemos aprendido les propongo


un experimento que nos ayudará a lograr dominar no sólo la
medición, sino también la exposición. Pone la cámara en
manual y, simplemente, con el exposímetro y el fotómetro de
la cámara trata de exponer con corrección. ¡a practicar!!

25. La composición

Abordamos un nuevo tema que guarda gran relación con el tema, ya


tratado, del encuadre. Tenemos que seguir practicando para lograr
entrenar nuestro ojo y asimilar de forma intuitiva las normas o reglas
de la composición.

La composición implica toda la creación de una imagen, desde la


valoración y estudio del motivo, la selección y análisis, hasta el
disparo. Al contrario de lo que ocurre con la técnica fotográfica,
donde se requiere una aplicación metódica, la composición exige
criterio y aplicación de nuestro gusto particular, de nuestra
percepción personal. Por ello es indispensable aprender a mirar. Y
es que para componer hay que saber organizar las formas dentro del
espacio visual de forma armoniosa y equilibrada, lo que requiere que
aprendamos a ver como fotógrafos.

  67
No existen unas reglas fijas que se puedan aplicar para realizar una
composición vigorosa, por lo que hay que desarrollar nuestra visión
fotográfica, basada en la experiencia y en el conocimiento de ciertas
normas. Por lo que es necesario y útil conocer los principios básicos
de la composición para mejorar nuestras fotografías.

La regla de los tercios.

Esta archiconocida y clásica regla nos dice que el centro de


atención debe colocarse en la intersección de las líneas imaginarias
que dividen una fotografía en tres partes de arriba abajo y de
izquierda a derecha, en el caso de estas dos imágenes. Es una
excelente ayuda para establecer la estructura de la composición
en una imagen. Algunas cámaras incorporan esta cuadrícula en la
pantalla y que nos resulta útil para componer. Hay que tenerla muy
en cuenta en fotografías de paisajes, por ejemplo, y evitar situar el
horizonte en el centro del encuadre.

  68
Por lo que si tenemos un cielo muy interesante podemos colocar el
horizonte en el tercio inferior y darle protagonismo. También es
aplicable en el caso opuesto. Del mismo modo, podemos ayudarnos
de las líneas verticales para situar a una persona en un paisaje, o
bien, en un retrato vertical, situar los ojos en el tercio superior.

Es recomendable, en estos casos, tener en cuenta la también


conocida ley de la mirada, con la que situaremos más espacio libre
hacia el lugar donde miran los ojos.

  69
Otros aspectos a tener en cuenta en la composición:

• El punto de vista. Romper con el habitual punto de vista


puede ayudar a lograr imágenes originales o mejorar la
composición, con un efecto interesante. Pero, lo cierto que hay
que tenerlo muy en cuenta porque la correcta elección del
mismo forma parte de una buena composición y contribuye a
aumentar el interés visual de la imagen.

• La simetría. Se produce cuando centramos el motivo y se


divide la imagen en dos partes, creando una sensación
agradable. Hay que intentar no abusar del mismo, para no
ser monótonos y poco originales. Es fácil encontrar esta
simetría en la fotografía de edificios o en los reflejos del agua
en un paisaje.

• La asimetría. Poseen más fuerza e impacto expresivo, a la


vez que resulta más ágil y dinámica. Esta asimetría se puede
producir desde el mero encuadre hasta el enfoque, el color, el
volumen o la perspectiva de la imagen. Hay que tener en
cuenta que resulta necesario compensar el desequilibrio de
alguna forma, a lo que nos puede ayudar también el color, con
el enfoque selectivo o con elementos formales como la textura,
el tono o la forma. Es más difícil de desarrollar, pero nuestro
ojo fotográfico debe acostumbrarse a componer
asimétricamente de forma intuitiva.

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Como conclusión hay que incidir que el proceso de composición
resulta algo pesado al principio, ponerlo en marcha requiere mucho
esfuerzo por nuestra parte y también más tiempo en cada toma. Y se
podría decir que esto puede frenar la espontaneidad de la
fotografía, pero tomar una buena imagen requiere, en muchas
ocasiones, de algo más que disparar en el momento adecuado. Una
buena forma de asimilar la forma adecuada de componer es viendo
muchas fotografías, ver a los grandes artistas nos ayuda a entrenar
el ojo, al igual que experimentar y tomar muchas imágenes. Hoy en
día, esto resulta muy fácil gracias a las cámaras digitales, y también
a internet, una fuente inagotable de grandes fotografías.

26. La composición. Aplicaciones

La popular regla de los tercios nos resulta de gran ayuda para


componer nuestras fotografías en la mayor parte de las ocasiones.
Con la práctica podemos ir acostumbrándonos a tener el gráfico de la
cuadrícula en mente y ubicar los elementos que queremos destacar
en esas intersecciones, que son los puntos fuertes.

Este es famoso gráfico que representa la ley de los tercios,


destacando los puntos fuertes:

Otra opción complementaria para organizar el centro de interés es la


simetría dinámica, que se basa en las proporciones de la sección
áurea, utiliza las diagonales en vez de las cuadrículas. Diagonales
que cruzan, imaginariamente, el encuadre de extremo a extremo.
Como podes ver todo esto son sencillas reglas geométricas que,
cuando uno está aprendiendo las tiene que tener en cuenta, pero a
menudo que se va adquiriendo experiencia, uno llega a olvidarse,
puesto que es un concepto que acaba asimilándose.

  71
Veamos ahora algunos sencillos consejos para aplicar la
composición y lograr imágenes que funcionan.

• Simplificar. Es sin duda lo más importante. Hay que desechar


aquellos elementos que distraen la atención del encuadre,
eliminar lo que no contribuye a transmitir el mensaje de la
imagen. Para lograr esta simplificación, lo mejor es encuadrar
en el momento del disparo, aunque podemos apoyarnos para
mejorarlo en el proceso digital posterior.

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• Utilizar líneas. Podemos utilizar las líneas naturales que nos
encontramos en cada escena: una carretera, una sombra
proyectada, un edificio,... Ya sean horizontales, verticales,
diagonales, curvas o rectas, con ellas se consigue transmitir
fuerza, dinamismo y ayudan al ojo del espectador a recorrer
la imagen, a modo de guía visual. Lo lógico es que se logre
converger las imágenes en los puntos fuertes, que no se crucen
y generen profundidad (como los puntos de fuga en pintura).

• Usar formas básicas. A la hora de fotografiar nos


encontramos formas y, a menudo, si nos fijamos bien,
podemos apreciar que existen geometría en ellas, Por ello
combinarlas y jugar con ellas ayuda a mejorar la composición.
Por supuesto, hay que tener en cuenta la textura, la
iluminación y el color que son elementos que complementan
las formas, las generan y las destacan.

• Primer plano, plano intermedio y fondo. Hay que cuidar


especialmente la profundidad de campo. Para ello, además
de utilizar la perspectiva, la iluminación y el encuadre,
tenemos que prestar especial atención al enfoque. Un enfoque
selectivo destacará el elemento en la composición, quedando
desenfocado el resto, lograremos captar la atención sobre el
motivo que queremos destacar.

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Como podes apreciar el tema de la composición se presta a
profundizar en él y tratar todos sus aspectos con más detalles,
incluso trasladar todas estas formas de aplicarlos a los distintos
géneros (paisaje, bodegón, retrato, macro...).

Pero, como siempre insisto, es necesario hacer muchas fotografías


para practicar y ver a los grandes fotógrafos para aprender y
entrenar nuestro ojo.

27. El Color. Introducción al color

Te peguntaste porque las cosas se ven en color? En este grafico de vas a dar cuenta, te lo
resumo, los rallos de luz llega en todo su espectro a los objetos, y solo refleja el color del
mismo, y los otros colores son absorbidos…

El color, es esa longitud de onda que rechazan absorber los cuerpos y


nuestro cerebro las interpreta más o menos de la misma manera en

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todo cerebro humano (absténganse daltónicos), dando lugar a lo que
conocemos como los colores

La retina de nuestra cámara como sabes, es el sensor que está


compuesta por millones de cuadraditos homogéneos caracterizados
por su brillo y color, las sales de plata en lo (película) o píxeles
(digital).

Los Píxeles

Los píxeles están precedidos por una malla conocida como Mosaico de
Bayer formada por 50% de filtros verdes, un 25% de rojos y un 25%
de azules. Interpolando dos muestras verdes, una roja, y una azul se
obtiene un píxel de color. ¿Por qué hay tanto verde? Porque el ojo
humano es más sensible a dicho color. Esta es la archiconocida y
deseada información cruda, “el RAW” que más tarde procesaremos
nosotros en nuestra computadora en lugar de hacerlo la propia
cámara.

Lo que interpreta tu cámara más tarde lo que ve nuestra cámara

(dando prioridad al verde) (a través del mosaico de Bayer)

La información del color de ese píxel (determinada por Red Green


Blue) Rojo Verde Azul se almacena en unos 24 bits donde a cada
componente le corresponden 8 bits. En las imágenes de 32 bits hay
un componente adicional (alfa) que afecta a la transparencia del color
de ese píxel. Y así es como las cámaras sacan más de 16.7
millones de colores diferentes, que dicen que son los que puede
distinguir un humano. El conjunto de esos millones de cuadraditos
homogéneos darán lugar a la fotografía.

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Trabajando con los píxeles

Algunas cámaras digitales y los programas de retoque digital nos


ofrecen distintos tipos de espacio, de perfiles de color para trabajar
en RGB (Adobe RGB, Apple RGB, ColorMatch , sRGB, ProPhotoRGB )

Por experiencia e intercambio de impresiones con otros colegas yo


aconsejaría trabajar en Adobe RGB (con un rango mayor de colores )
para impresión de fotografías en papel y sRGB para otros usos de las
fotografías, sobre todo en soportes digitales, ya que este último suele
ser el mejor interpretado por, software etc.

Aunque cada vez más la impresión de que el sRGB acabará con el


Adobe RGB.

El color como forma de expresión

El color se abrió paso en la fotografía a comienzos del siglo XX (1903)


de la mano de los hermanos Lumiere (el autocromo), evolucionó en
los años 30 con el kodacromo (diapositiva) y el kodacolor, Negaivo
color) hasta que Polaroid y Kodak lo popularizan en los 70–80 en
adelante por todo el mundo.

Sin embargo, en todo el siglo pasado nunca pareció interesarnos el


color como forma de expresión en fotografía artística y la gran
mayoría de los fotógrafos siguieron utilizando el blanco y
negro.

Con la aparición de Photoshop en los 90, y ahora más que nunca, con
la digitalización de la fotografía, el color parece que está tomando
más fuerza que nunca, en mi opinión.

Yo creo que antes era bastante complicado tomar el control


sobre cada color de la fotografía; y ante un rojo rebelde que
pudiera distraer al espectador del elemento principal de la imagen
pues parecía conveniente neutralizar todo el color para que así no se
distrajera uno y se pudiese concentrar totalmente en el mensaje.

Quizá ésta, pudiera ser una razón de fondo que justificase esa
reivindicación del mensaje sobre la forma por parte de los puristas
que desprecian las posibilidades digitales a la hora de manejar el
color y toman como más fácil prescindir directamente de él.

En resumidas cuentas, parece evidente que el color puede ayudar


muchísimo en una fotografía si se sabe manejar. Y ahora, con la
fotografía digital tiene más perspectivas y es más sencillo que en
tiempos pasados.

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28. El Color. Cómo hacer uso del color

Colores primarios y secundarios, círculo cromático, colores de mezcla,


gradaciones o matices, colores complementarios, luminosidad,
colores acromáticos, colores calientes y fríos, escalas lumínicas,
escalas unidimensionales, bidimensionales y estructuras
tridimensionales, cubo de Hickethier, el doble cono de Ostwald… : son
algunos de los términos existentes referidos al color. Podría
escribir varias hojas sobre este único tema, pues intentaré hacer una
síntesis práctica que ayude más y que no dificulte la ya dura labor
del aprendizaje.

La Armonía

La armonía en sí, es ya un arte; el de saber combinar, en este caso,


los colores en una imagen de tal forma que creen una sensación
agradable en la visualización de la fotografía.

La teoría del Color.

Cualidades propias de cada Color

Matiz o tono: corresponde al nombre del color: rojo, verde, amarillo,


azul…

Saturación: La pureza de un color sin mezcla de otro.

Luminosidad: La mayor o menor brillantez que posee un color


respecto a los demás.

En toda composición bien organizada, el matiz, así como su


saturación y luminosidad están establecidas de tal modo que forman
entre si un conjunto equilibrado. Además cualquiera de estos
parámetros es fácilmente modificable desde software de edición
digital y es específico sobre archivos RAW.

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Los colores complementarios

A cada color le corresponde su complementario, el opuesto en el


círculo cromático. Son colores que se intensifican mutuamente. Y
es que al parecer la visualización persistente de un color primario
fatiga las zonas sensibles de dicho color en el cerebro y el ojo fabrica
el complementario como defensa al cansancio producido. Al cambiar
la vista hacia otra zona hace que aparezca la post-imagen en su color
complementario durante algunos segundos.
Prueba a cerrar los ojos fuertemente tras mirar durante unos
segundos tu hoja o la pantalla y verás la de colores que aparecen en
tu retina.

Por ello trata de que los elementos que forman parte de la fotografía
cumplan dicha condición siempre que puedas.
Por ejemplo en fondo natural verde, una cereza que es roja siempre
funciona mucho mejor que un fruto negro o amarillo.

Gamas de color cálido y frío

Si partimos nuestro círculo cromático en dos, observaremos como


queda a la derecha una serie de colores a los que llamaremos fríos y
otros a la izquierda, los cálidos.

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La gama de colores calientes a los comprendidos entre los amarillos y
los rojos y los fríos a las gamas de verdes y azules. Con
independencia de su explicación científica, lo que nos interesa
comprobar en fotografía, es que los colores calientes dan la
impresión de avanzar y los fríos de retroceder, los primeros
salen al exterior, los segundos se repliegan. Los grandes artistas han
sabido utilizar estos efectos transformando la extensión estática
en espacio dinámico sin recurrir a la profundidad o al modelado.

Psicología del Color

En el lenguaje visual de la fotografía, el color también puede jugar


una importante labor psicológica y esta está marcada
fuertemente por la cultura. Así sabemos todos que hay colores
cercanos al amor y la violencia (rojo) o de pureza (blanco), que
existen grises triste y naranjas tranquilos…

Se puede llegar a convertir en un juego muy entretenido el de


asociar o no estos colores al contenido de la fotografía que has
hecho.

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Y por último los dejo con una bonita reflexión acerca del color
que dijo un tal Berger, que era pintor:

“Los colores existen en virtud de una lógica que les es propia y constituyen
el espacio que necesitan para expresarse. No se les podría exigir pues que
reproduzcan la realidad y menos aun que obedezcan a nuestros prejuicios.
Corresponde al espectador situarse en la lógica que ellos plantean y en la
que, si se entra, adquieren poder de lenguaje”

Cuando de hablemos de edición digital, les prometo que les ayudare


a aplicar todos estos conceptos sobre sus fotos en programas como
Photoshop

29. El balance de blancos - Introducción

Yo digo que “en esta vida hay dos cosas buenas: la luz natural y el
balance de blancos”. Aunque lo digo con cierto toque de ironía, la
frase tiene su magia para un fotógrafo.

Lo que nos ocuparemos es una de esas “cosas buenas de la vida”: El


balance de blancos.

Cualquier cámara digital, aunque a veces no seamos conscientes de


ello, hace automáticamente balance de blancos. Pero ¿qué es
exactamente el balance de blancos?

Simple y llanamente, en cada situación la cámara sepa cuál es el


blanco para la temperatura de color que hay, de forma que ella,
automáticamente, recalcará el resto de los colores en base a ese
dato.

La temperatura de color
¿Es lo mismo fotografiar un día nublado que en un atardecer de un
día despejado? ¿Y en un interior que por la noche? No, hay
diferencias.

Esa diferencia que notas es la temperatura de color. A pesar de los


cambios que hay entre la temperatura de la luz de estas situaciones,
es probable que tu cámara las esté interpretando como iguales,
cuando no es así.

La temperatura de color es el método usado para cuantificar el color


de la luz. Se expresa en Kelvins (K). Por ejemplo, la luz del día tiene
alrededor de 6.500 Kelvins (6.500K).

La luz cálida tiene una temperatura de color baja, este es el caso del
atardecer, que tiene alrededor de unos 4.000K. La luz fría tiene una

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temperatura de color más alta. Las noches con luz azulada tienen
alrededor de 7.500K.

Por lo tanto, cuanto más cálida sea la luz (amarillo-rojo) más baja
será la temperatura de color y cuanto más fría (azul), más alta la
temperatura de color.

Percepción humana de la temperatura de color


Nuestro cerebro no recibe la información de luz que envía el ojo de
manera pasiva, sino que la interpreta. De hecho, lo que los humanos
percibimos, es una señal que nuestro cerebro ya ha interpretado por
lo que, en ocasiones, no se corresponde exactamente con lo visto
directamente por el ojo, es decir, la realidad.

¿Cuando sales de un edificio a la calle al atardecer notas alguna


diferencia de luz? El cerebro, simplemente se adapta a lo que ve sin
que apenas lo percibamos, tratando de conseguir la constancia. Pero
para una cámara esto no es tan fácil y, por lo tanto, el fotógrafo que
está detrás de ella tiene que saber qué hacer.

¿La respuesta? El balance de blancos.

Cuándo hacer balance de blancos


A lo largo del día la temperatura de la luz cambia muchas veces,
aunque el cielo esté despejado. Cada vez que detectemos un cambio
de luz, si trabajamos en modo manual de balance de blancos, y
queremos que los objetos aparezcan con sus colores reales
deberemos hacerlo.

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Balance de blancos en analógico
Si el balance de blancos es importante en digital, en analógico lo es
más. Esto se debe a que cada tipo de película está preparada para
una determinada temperatura de color.

Como parece lógico, esto es una limitación, pues no siempre vamos a


disparar en condiciones de luz idénticas una película entera. Lo que
se hace para contrarrestar esta limitación es usar filtros de colores.
De esta forma se pueden corregir las posibles incorrecciones en el
color que registra la película debido sus características químicas,
adecuadas para otra temperatura de color distinta, por ejemplo: si
teníamos cargada la cámara con un película para luz día y
trabajábamos en interior (sin flash), teníamos que utilizas un filtro
corrector 80B, (es decir frio), o si teníamos una película para luz
cálida y trabajábamos en exterior, teníamos que utilizar un filtro
corrector 80ª (es decir cálido), igualmente se podía corregir en
laboratorio cuando hacíamos las copias mediante el filtrado.

Balance de blancos automático y presets


Como mencionábamos antes, todas las cámaras digitales hacen
balance de blancos automático. Algunas de ellas tienen unos presets
que se adecúan “a las diferentes situaciones de luz tipo”.

El uso del balance de blancos en automático es adecuado cuando la


aplicación de las fotos no requiere una exactitud total del color,
cuando en la escena fotografiada no hay una dominante de color muy
evidente y cuando se quiera “ajustar” la temperatura de color a la de
la luz existente.

Vamos a comentarlas todas, de menor a mayor temperatura de color.

• Tungsteno o Incandescente: El balance de blancos se ajusta


asumiendo que se encuentra en un espacio iluminado por luz
incandescente (bombillas).
• Fluorescente: Para usar con lámparas de vapor de sodio,
fluorescentes blancos o con lámparas de vapor de mercurio.
• Luz Día: Para los objetos iluminados con la luz del sol
directamente.
• Flash: Se utiliza cuando disparamos con flash. Ya sea el
integrado o uno externo.
• Nuboso: Perfecto para emplearlo con luz de día y cielo nublado.
• Sombra: Se usa con luz de día y sujetos en sombra.

Como es natural, estos presets funcionarán perfectamente cuando


disparemos en las condiciones de luz para las que han sido creados.
Pero podemos usarlos para disparar en otras condiciones, obteniendo
resultados que pueden resultar interesantes.

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Se trata del mismo lugar a la misma hora pero fotografiado con
diferentes presets de balance de blanco. ¿Interesante no?

Balance de blancos Manual (Manual WB)


El balance de blancos manual es adecuado cuando se necesita la
máxima fidelidad al color o cuando queremos que los colores de la
escena aparezcan como si estuviesen bajo una luz neutral.

El formato RAW y el balance de blancos


Entre muchas otras, una de las mayores ventajas de disparar en RAW
es la posibilidad de reajustar la temperatura de color de la fotografía
después de haberla realizado.

Todos los procesadores de RAW poseen la capacidad para alterar la


temperatura de color. Asimismo permite ajustarla a los presets
típicos de la cámara.

En cualquier caso, una buena razón para disparar en RAW.

Para pensar
Pero ¿Y si preferimos mostrar una escena con determinado balance
de blancos, que no es el real, para expresar un sentimiento? ¿La
visión subjetiva de una escena? Sí, también podemos hacer un uso
creativo del balance de blancos. (hay que intentarlo por ejemplo la
imagen de de arriba)

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30. El balance de blancos - Uso creativo

En la primera parte de esta entrega acerca del balance de blancos,


aprendimos el concepto de balance de blancos y qué logramos
corregir con él.

Actualicemos el concepto: el balance de blancos sirve para que la


cámara, actuando en luces con diferentes temperaturas de color,
siempre interprete el blanco como lo que es: blanco. Y, a partir de
ahí, calcule el resto de los colores, de forma que eliminemos
dominantes indeseadas de color de nuestra foto.

Pero ¿y si no queremos que el blanco sea blanco? ¿Y si nos interesan


esas dominantes? Puede que no siempre nos vaya a interesar reflejar
la realidad con luz blanca.

Para muchos los mejores momentos del día para fotografiar son el
amanecer y el atardecer (el más fácil y más bonito). En ambos casos
la luz pasa por tonos amarillentos, anaranjados e incluso rojizos y,
con ella, los blancos se verán influidos por esas dominantes.

Hacer un balance de blancos manual para que todos los objetos


pierdan la temperatura de color de la luz del amanecer y se vean
como si fueran iluminados por luz blanca ¿sería conveniente? Si lo
fuese, nadie madrugaría para hacer fotos al amanecer así, ¿no?

Por lo tanto, el balance de blancos es una herramienta muy útil para


representar los colores con fidelidad a la percepción humana. Pero
también puede ser tenido en cuenta como otra herramienta
disponible para interpretar lo que tenemos frente a nuestra cámara.
Puesto al servicio de nuestra creatividad, nos permite dar una visión
subjetiva de las cosas.

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Retomemos la imagen empleada en la anteriormente.

Estas fotos las tome en una tarde de sol. Esta última fue tomada con
un preset de balance de blancos con una temperatura de color similar
a la existente, tienen un color bastante fiel a lo que percibí.

Sin embargo, si nos vamos a los extremos del cuadro (presets de


tungsteno y de sombras) observamos que una imagen muestra una
dominante azul muy acusada y la otra una dominante anaranjada.

¿Qué significa esto? Que si hacemos una foto con el balance de


blancos calibrado para una temperatura de color mayor a la
correspondiente, la foto tenderá al azul. Y al contrario, si calibramos
el balance de blancos para una temperatura de color menor a la de la
escena, la foto tenderá a naranja.

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Efectivamente, cuando calibres manualmente la temperatura de color
o hagas un balance de blancos sobre un “blanco”, manejando estos
conocimientos lograrás crear el ambiente que quieras, reduciendo
dominantes de color en la medida que quieras o convirtiendo una
tarde normal en un atardecer. Las opciones son casi ilimitadas.

Espero que estos apuntes te sirvan de ayuda, está hecho pensado para
aficionado que se inician en este maravilloso mondo de la fotografía,
espero lo disfrute como yo…

Este apunte está hecho por experiencia propia, de errores y aciertos, de hacer miles y miles de
fotografías, de leer, mirar imágenes de grandes fotógrafos como así también de aficionados.
Quiero decirles que yo solo los puedo guiar y brindar mis conocimientos y dar las herramientas teóricas
y prácticas necesarias para que a ustedes les sea más fácil llegar a lo que quieran expresar, no pretendo
ser un maestro, solo quiero compartir mis experiencias…

AníbalCepero

Consultas o dudas:

anibalcepero@speedy.com.ar
anibalcepero@hotmail.com
www.anibalcepero.com.ar

Terminado en Junio 2008

Fuentes consultada:

Ojo Digital

Xataka

Manual de técnicas fotográficas JOHN HEDGECOE

El reconocimiento simultáneo, en una fracción de segundo, de la importancia de un evento, así como la


organización de formas precisa que da a ese evento su adecuada expresión… En la fotografía, la cosa
más pequeña puede ser un gran tema. El pequeño detalle humano puede convertirse en un
leitmotiv.

Cartier Bresson

Propiedad Intelectual ley 11.723, Capture d, it is “Protected by Federal Copyright Law”.  

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