Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
definitivo.
no parece surgir una crítica concreta y razonada del fallo como exige el
artículo 265 del Código Procesal, sino más bien la simple disconformidad o
analizando parte por parte los errores, las omisiones y demás deficiencias que
c/Consorcio Bernaldes 1922 y otro del 6/7/92 en Rev. J.A. del 3/1/96,
II. Primer Agravio: la “No contemplación por parte de S.S. de las injurias
vertidas en juicio por la actora”.
Entiendo que tal agravio recibe una adecuada respuesta en el dictamen del Sr.
Fiscal de Camara, a cuyos términos me remito para evitar reiteraciones innecesarias.
Me limito a agregar que, respecto a las injurias vertidas en juicio, resulta menester
que hayan sido introducidas de mala fe y con el claro propósito de la parte imputante
de injuriar o difamar al otro cónyuge excediendo las necesidades de la defensa lo
cual no se observa en el caso de autos. El límite al derecho de defensa se encuentra
cuando las frases injuriosas no son necesarias para describir los hechos, lo que no
ocurre en este caso.
III. Segundo Agravio: “Arbitrariedad al considerar la causal de abandono
voluntario y malicioso del hogar conyugal (art. 202 inciso 5 C.C.)
Comenzaré diciendo que para que esta causal se encuentre configurada,
resulta necesaria la concurrencia de dos factores: el hecho físico y el elemento
intencional.
En cuanto al primero, que constituye la situación objetiva, implica
necesariamente que los cónyuges interrumpan la cohabitación y se alberguen en
lugares diferentes. Esta situación no se encuentra controvertida en autos, ya que lo
ha dicho la actora en su libelo, y lo ha admitido el recurrente (ver fs. 174), con lo
cual corresponde tenerlo por cierto.
Lo que resta cotejar es si, además, concurre el elemento intencional, lo cual
dependerá de si media o no una causa justificada para el cese de la convivencia
(Azpiri, Jorge, Derecho de Familia, pág. 250/251).
El esposo que abandona el hogar conyugal es quien tiene a su cargo
el esposo —art. 202, inc. 5, Cód. Civil—, si no se aportó ninguna prueba que
Poder Judicial de la Nación
2006 E, 491).
lapso que perduró la unión de ambas partes (cuestión probada en los autos
sobre “Alimentos” que en este acto tengo a la vista, -ver fs. 342 y 343- del
proceso citado). Con la obvia restricción que ello acarrea en relación a sus
cónyuge.
Todo ello sin perjuicio de señalar que, el hecho de que los hijos de
a favor con relación a los alimentos provisorios (fs. 372/3) como también
y trabar medidas cautelares para obtener el cumplimiento del demandado (cfr. fs.
1024, 1057, 1062, 1254, 1554).
sentencia apelada en todo cuanto fue materia de agravios. Las costas de Alzada se
conferido a fs. 738. Los Dres. Jorge A. Mayo y Liliana E. Abreut de Begher, por las
consideraciones expuestas por el doctor Kiper, adhieren al voto que antecede.- Con
lo que se dio por finalizado el acto, firmando los señores Jueces por ante mi de lo
que doy fe.- Fdo. Jorge A. Mayo, Liliana E. Abreut de Begher, Claudio M. Kiper.-
De esta manera, cabe ponderar que el proceso se inició en el año 2000 con el
patrocinio de los doctores Fanego y Cardellichio, quienes se desempeñaron en tal
carácter durante la tramitación de todo el proceso. Sin embargo en mérito de lo
resuelto a fs. 652 que fuera confirmado por este Tribunal, dichas profesionales no
cumplieron con la última etapa del proceso ordinario -presentación de alegatos-,