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ENTOMOFAGIA

ENTOMOFAGIA
Definición:
Se llama entomofagia (del griego ἔντομος [éntomos], ‘insecto’, y φᾰγεῖν
[făguein], ‘comer’) a la ingesta de insectos y arácnidos, o artrópodos en
general, como alimento para los humanos y los animales, un hábito alimenticio
muy extendido en algunas culturas de la
Tierra: África, Asia, Latinoamérica y Australia; no obstante, en algunas otras es
muy poco común o es considerado un tabú. La entomofagia es objeto de
estudio de la etnoentomología.

IMPORTANCIA:
 Nutritiva: La entomofagia procura principalmente proteínas (por
ejemplo un saltamontes tiene un 20% de proteínas frente a un filete de
ternera que posee un 27%.2 Las concentraciones de proteínas pueden
crecer una vez que el insecto se haya preservado seco pudiendo llegar a
un 60%.2 Algunas orugas pueden llegar a tener entre 30% y 80% de
contenido proteico.3 Además los insectos pueden aportar a la dieta
humana vitaminas, minerales y grasas. El aporte de cada uno de estos
nutrientes depende de la especie y de la preparación de los insectos, y
dentro de una misma especie depende en gran medida del hábitat.
 Entomofagia en el mundo: Existen diversos reportes del consumo
de insectos a través del mundo y que se refieren a numerosos paí- ses y
épocas: Grecia, Roma, Alejandría, Asiria, Alemania, Italia, India, Rusia,
Africa, Suecia, Arabia, toda Asia, Moldavia, Polonia, Francia, Indochina,
Tailandia, Zaire, Sudáfrica, Australia, Estados Unidos, Nueva Guinea,
Nueva Caledonia, Congo, República Central Africana, Botswana,
Nigeria, Marruecos, Tánger, Egipto, Guinea Portuguesa, Benin,
Mozambique, Tanzania, Colombia, Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador,
Panamá, Honduras, Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Paraguay,
Bolivia, Guyanas, China, etc., NGUYEN-CONG-TIEU (1928), BERGIER
(1941), BODENHEIMER (1951), REIMS (1962), VAN DER MEER
(1965), MEYER ROCHOW (1973), TAYLOR (1975), LENKO &
PAPAVERO (1979), RAMOSELORDUY (1974-2004), DEFOLIART
(1999),
 INTERVIENE EN EL SISTEMA DE CREENCIAS EN LOS PUEBLOS:

Los insectos intervienen en la vida anímica y espiritual en muchos


grupos étnicos, teniendo significados varios y representando deidades,
ya sea en forma de tótems, estatuas, pinturas, o simplemente por el fin
utilitario con que se les asocia.
OBTENCIÓN, PRESERVACIÓN Y PREPARACIÓN DE LOS
INSECTOS COMESTIBLES:

Existen diversas formas de obtención de los insectos comestibles, que


son mediante colecta manual o con instrumentos diversos: palas,
barretas y/o picos, hachas, machetes y/o cuchillos, “garrochas” o sea
palos muy largos y delgados, así como con redes o con canastos, de
diferentes tamaños, formas y material, todos ellos en general,
instrumentos del quehacer cotidiano de los individuos que habitan las
áreas rurales (RAMOSELORDUY & CONCONI, 1993). En el norte de
África, los Touareg, en lugar de redes para recolectar chapulines, utilizan
una sábana larga, cogida por LOS INSECTOS COMO ALIMENTO
HUMANO, ESPECIAL REFERENCIA A MÉXICO 63 Bol. R. Soc. Esp.
Hist. Nat. Sec. Biol., 102 (1-4), 2007. varios hombres que van
avanzando, en los extremos hay un hombre que lleva una palangana de
hierro a la cual le pega con una cosa metálica para hacer ruido, así los
chapulines van brincando sobre ella y cuando ya hay suficientes,
rápidamente la cierran para formar un saco donde quedan atrapados
(BERGIER, 1941).

Igualmente, cuando se trata de insectos con aguijón, para evitar las


picaduras se aísla a los adultos mediante el uso de humo de leña verde
a la entrada del nido y que éste penetre, lo cual hace que salgan
huyendo. Para ello es necesario que se fijen dónde hacer la fogata con
relación a la dirección e intensidad del viento (RAMOSELORDUY,
2003B). También se utilizan cebos para recolectar por ejemplo a los
grillos. Además, existe una preservación de los insectos comestibles,
que generalmente se hace por secado, al sol o en el comal,
guardándose después en bolsas de papel estraza, en bolsas de malla de
plástico o incluso en costales de tela o de plástico, para contar con
alimento cuando éste escasea. También se preservan en salmuera. La
gran mayoría de los insectos se consumen asados en el comal (placa
metálica), agregándoles sal y/o salsa de chile y poniéndolos en tortilla,
haciéndose el taco. Muy pocas especies se comen vivos, como es el
caso de algunas especies de jumiles o la hormiga mielera (RAMOS-
ELORDUY, 1997B). Los insectos comestibles también constituyen parte
de platillos tradicionales mexicanos, como los tlacoyos rellenos de
gusano rojo, las quesadillas rellenas de gusanos de los palos o del
gusano blanco de maguey o de los gusanos del nopal, los tamales
rellenos de chicatanas, axayacatl o de padrecitos, los sopes
condimentados con gusano blanco de maguey, coxas, chiquereis o
gusano elotero, en cuyo caso de incorporan los insectos asados, fritos
y/o guisados con yerbas de olor (RAMOS-ELORDUY, 2004).
BIODIVERSIDAD MUNDIAL DE INSECTOS COMESTIBLES
Los insectos son un grupo animal cuya biodiversidad total es enorme, pero su
alcance se desconoce. Algunos autores, como WILSON (1985), aseveran que
existen 751000 especies, mientras que MITTENMEIER (1988) postula que
existen de 300 a 400 millones de especies insectiles, sin embargo, en cuanto a
insectos comestibles se refiere el número censado hasta la fecha se constituye
de 525 especies para México, las cuales han sido rastreadas mediante
estudios de campo, entre diversas etnias del país, de éstas el 83% pertenecen
a insectos del ámbito terrestre y sólo el 17% a ecosistemas acuáticos
continentales. Asimismo, el 55,79% de ellas se consumen en estado inmaduro
(huevos, larvas, pupas, ninfas), y el 44,21% en estado adulto, siendo algunas
especies consumidas en todos los estados de desarrollo. Para registrar a las
especies de insectos comestibles en el mundo, recurrimos a revisiones
bibliográficas en diferentes revistas mundiales especializadas, de alimentación,
de antropología, nutrición, geografía humana, biología, ecología, entomología,
etc., reportes de la FAO y de la OMS, diversos libros al respecto, así como las
crónicas de los viajes realizados a diversos países exóticos, libros de
Antropología de la alimentación, nutrición, etc. y sólo algunas especies
correspondieron también a las censadas personalmente, por los acuerdos
realizados con diferentes instituciones, y/o universidades de diversos paí- ses,
con los que se estableció algún convenio para este tipo de estudios. El número
total de especies registrado en el mundo hoy en día es de 1681 comprendidos
en 14 órdenes de la clase Insecta (RAMOS-ELORDUY, 1997A). De las
especies censadas, el mayor número corresponde de nuevo al orden
Coleoptera con 468 especies, seguido de Hymenoptera (351), Orthoptera
(267), Lepidoptera (253), Hemiptera (102), Homoptera (78), Isoptera (61),
Diptera (34), Odonata (29), Ephemeroptera (19), Trichoptera (10), Megaloptera
(5), Anoplura (3) y Thysanura (1) (Fig. 1) (RAMOS-ELORDUY & CONCONI,
1994, RAMOS-ELORDUY et al., 2003). Consideramos que esta cifra no
representa ni de lejos la realidad, ya que son muy escasos los estudios
respecto a la verdadera cantidad que de insectos comestibles se consume en
el mundo.

BIOGEOGRAFIA DE INSECTOS COMESTIBLES:


El número de países en los que se consumen insectos asciende a 102, de los
cinco continentes; el índice relativo de entomofagia nos indica que son más que
el total de las especies mencionadas y ello se debe a que algunas especies se
consumen en más de un continente (Tabla II). América (sobre todo México y
Brasil) es aparentemente el continente más entomófago, le sigue África, luego
Asia, Australia y Europa. En años anteriores no era así, pues África era el
continente más entomófago, aun sin haberse hecho estudios entomofágicos de
una manera sistemá- tica (RAMOS-ELORDUY, 1997A). Ello posiblemente se
debió a que en África el papel de los insectos comestibles fue más expuesto, ya
que los colonizadores buscaban otros recursos para ser explotados y a la
población africana no se les prohibió comer su alimento habitual y se anotaban
en algunos casos lo que ésta consumía tan sólo por mera curiosidad; algunos
europeos llegaron a probar los insectos comestibles y los consideraron
“alimentos exóticos”, calificados generalmente como muy sabrosos; diferente
fue lo que sucedió en México, ya que para los “patrones” esto no era un
alimento (RAMOS-ELORDUY & CONCONI, 1994). Existen en los lugares de
asentamiento de los variados grupos entomófagos condiciones bioecológicas
particulares en donde hay limitaciones y oportunidades ecológicas en cuanto a
la disponibilidad de recursos alimenticios, ya que sólo alrededor del 10% de las
especies registradas (1681) corresponde a especies cosmopolitas. 4.1.
Distribución Geográfica Mundial de los Insectos Comestibles La distribución
geográfica mundial de los insectos comestibles en el mundo en general
comprende las áreas tropicales y las áreas subtropicales, pero éstos se
ingieren hasta en el Primer Mundo (EEUU y Europa) aunque en un número
relativamente menor sobre todo en la segunda, pero su consumo se da hasta
en áreas muy frías como Alaska. En toda Asia se consumen abundantemente,
al igual que en Australia y en Ucrania sólo se ve el reporte de una especie en
Odessa (Fig. 1) (RAMOS-ELORDUY, 2004). En relación con los diferentes
órdenes podemos darnos cuenta de que a pesar de que los estudios sobre los
insectos comestibles no se han efectuado de una manera sistemática, es fácil
notar que los Coleoptera, Lepidoptera, Orthoptera e Isoptera son muy
ampliamente consumidos en todo el continente africano, al igual que en Centro
y Sudamérica, en la parte sureste de Asia y en toda la Polinesia y Micronesia y
una parte de Australia. Los Hemiptera se consumen mucho en México, además
de algunas partes de África, y en el sureste de Asia de manera abundante y los
Homoptera igualmente en una menor proporción en los diferentes sitios de las
mismas áreas geográficas mencionadas y además en el norte de Arabia y en
los países del oeste de Asia. De los insectos sociales pertenecientes a los
Hymenoptera son las abejas con aguijón (Apidae) las más consumidas, ya que
muchas especies son objeto de cultivo y prácticamente se les encuentra
distribuidas en todo el mundo, el consumo de las abejas sin aguijón está
restringido a las áreas neotropicales de América, África, Asia y Australia. Las
avispas están representadas en Centro y Sudamérica, en la parte sureste de
Asia incluidos China y Japón y en Australia, además de en Francia. Una
distribución de consumo semejante, existe para las hormigas (Formicidae),
donde sólo hay que agregar también a Italia.
ENTOMOFAGIA EN AMERICA:

En Estados Unidos, igualmente son pocos los informes al respecto. Entre ellos
tenemos los de las larvas de la mariposa Coloradia pandora que según BLAKE
& WAGNER (1987) se recolectan LOS INSECTOS COMO ALIMENTO
HUMANO, ESPECIAL REFERENCIA A MÉXICO 67 Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.
Sec. Biol., 102 (1-4), 2007. muchas toneladas al año en Estados Unidos, así
como la captura del tetigónido Anabrus simplex del cual se recolectan de 5 a 6
toneladas por año (DEFOLIART, 1989). En los ecosistemas acuáticos,
SCHURR (1972) asegura que los insectos forman una enorme cantidad de
biomasa comestible. En México hemos evaluado poco este aspecto, y sólo
tenemos algunos ejemplos, como el del chapulín del género Sphenarium, en
Santa Inés Ocotlán en Oaxaca, cuya recolecta asciende a 10 toneladas al año,
la de los Xamues en Tulancalco, Hidalgo, que es de tres toneladas al año
(RAMOSELORDUY & PINO, 2001B), la de los jumiles de Morelos y Guerrero,
que son alrededor de 5 toneladas por familia y por año, el de las hormigas
chicatanas en Arriaga, Chiapas, que alcanza 39 toneladas al año, y así como la
de la cuetla, larva de la mariposa Latebraria amphypirioides en la región de
Bethel, Chiapas, que es de alrededor 3 toneladas por año (CHAN KIN, 1997).
Además, habría que considerar la enorme biomasa de la mariposa monarca
(Danaus plexipus) que llega cada año y en la que los adultos son comestibles.
En Colombia y Venezuela, DUFOUR (1987) reporta 2000 ejemplares del
gusano de la palma/individuo/hora. En Perú, en la región de Ayacucho,
PAVLICH (Comunicación personal 1999) indica la recolecta de muchos kilos de
un grillo grande negro (Brachytrupes sp.). En Europa, no hay ningún dato
cuantificado a este respecto. Es por demás enfatizar los miles de toneladas de
miel producidos en los diversos países del mundo, por ejemplo en México se
producen al año unas 58000 toneladas
(http://www.sagarpa.gob.mx/Dgg/cifra/promiel.pdf) de las que se captan como
divisas 60 millones de dólares e igualmente podríamos mencionar otros
productos elaborados por los insectos, como cera, seda, colorantes como la
cochinilla de la grana, laca, etc. Al hablar de biomasa, se debe pensar no sólo
en la cantidad de individuos que se producen y/o se capturan sino en el gasto
energético efectuado para ello. En primer lugar tendríamos a la eficiencia de
conversión, o sea, el hecho de transformar en masa de su propio cuerpo, el
alimento que ingiere y en qué tiempo lo hace, en donde vamos a ver cuánta
energía necesita para llevarlo a cabo, pero en los insectos la energía contenida
es elevada.

COMERCIALIZACIÓN DE INSECTOS COMESTIBLES:


La demanda de especies de insectos comestibles con un sabor sumamente
característico o único, en parte obedece a la emigración y constituye un
mercado real y potencial de diversas especies, lo que ha provocado la
formación de una red de comercialización nacional o internacional (RAMOS-
ELORDUY, 1997B). La exportación se da por la amplia aceptación y gusto de
un mercado constante que poseen algunas especies de insectos comestibles
como los gusanos blanco y rojo de maguey, escamoles, chicatanas, jumiles, y
la miel de meliponas y trigonas, chapulines, cueclas (larvas de mariposa),
ahuautle, entre otros insectos de México (RAMOS-ELORDUY & CONCONI,
1996). Hasta la fecha hemos detectado que en México se comercializan
regularmente 95 especies de insectos comestibles, como se puede observar en
la Tabla III En la actualidad desgraciadamente existen pocas tecnologías
puestas a punto para el cultivo de insectos. Estas especies se venden en los
tianguis, en los días de mercado de diferentes poblados y/o en los mercados
municipales. También se ofrecen de puerta en puerta en los pueblos y ciudades
peque- ñas. Se venden vivos, secos, frescos, preparados para comerse o en
frascos de vidrio incluidos en algún jarabe (chicatanas en Yucatán).
Generalmente se venden por medidas locales: el almud, litro, en cazuelitas de
diversas tallas, en latas vacías (de atún o de sardinas), en bolsitas de plástico o
bien simplemente por puños. Rara vez se venden por peso, y quizás es debido
a que los insectos ocupan más volumen que peso (RAMOSELORDUY &
CONCONI, 1996, RAMOS-ELORDUY, 1997B).

BIBLIOGRAFIA:
http://historia.bio.ucm.es/rsehn/cont/publis/boletines/43.pdf
http://www.efn.uncor.edu/departamentos/divbioeco/entomo/Entomofagos.
pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Entomofagia
file:///D:/stell/BIOLOGIA/artropodos/pdf%20de
%20seminario/EFentomofagia.pdf
http://www.ibiologia.unam.mx/zoo/laboratorios/etno.htm

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