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Sin embargo, pareciera ser que ciertos aspectos que en retrospectiva son
importantes para un análisis más profundo de la situación, no están incluidos
propiamente en el documento. Este documento no indica cómo arreglar problemas
altamente arraigados dentro del sector salud, y aunque no es su función original; es
complicado pretender mejorar una política farmacéutica sin mejorar la política de
salud. Se mantiene un mayor enfoque hacia la industria, su competitividad, y su
conexión hacia el resto del país, dejando algunos aspectos sociales y
gubernamentales sin suficiente detalle para proponer objetivos o soluciones claras
que se integren al resto del documento. Esto obviamente resulta complicado dando
la enorme cantidad de material que se debe analizar para dar un argumento
completo y que integre todas las facetas del problema; pero los puntos
anteriormente mencionados parecen de demasiada importancia para dejarlos
“incompletos”. Lo expansivo del tema también complica el dar procesos detallados
de cómo lograr los objetivos descritos a lo largo del documento, pero considerando
que busca ser más una guía o un marco general; no es algo grave. No obstante, se
corre el riesgo de dejar fuera de la discusión a sectores como los consumidores, la
academia, los pequeños empresarios, etc. Esto deriva en la pérdida de esas
perspectivas y en problemas como la influencia exterior por parte de grupos de
interés para cambiar la política farmacéutica a su favor, pérdida de enfoque hacia
situaciones como la disponibilidad de medicamentos para toda la población, entre
otros.
Para los medicamentos controlados, se propuso que para diciembre del 2005
adecuar el artículo 226 de la Ley General de Salud (LGS) para poder simplificar la
clasificación de los medicamentos; situación que al día de hoy no sucedió y no hay
modificación al respecto. Un ejemplo o una manera de comprobar eso es en los
reportes que envía la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)
en relación al consumo de morfina, donde México se encuentre entre los países con
un nivel de consumo bajo, limitando a que los pacientes que requieren control del
dolor con opioides no tengan acceso a los medicamentos debido a un sistema de
suministro y dispensación de medicamentos muy pobre dentro del país. México
reporta que al término de los periodos anuales, el medicamento que no logra ser
desplazado, sobra aún cuando hay muchos pacientes con necesidad