Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
FACULTAD DE CIENCIAS
CAPITULO 5:
ESTRUCTURA ELECTRÓNICA DEL ÁTOMO
=u
donde u es la velocidad de la onda. Las ondas electromagnéticas cumplen también que, en el vació,
todas viajan a la misma velocidad de 2.997925×10 8ms-1, la llamada velocidad de la luz y que se denota
por c.[1]
La radiación electromagnética también cumple las propiedades de interferencia, difracción y
refracción La primera se refiere al fenómeno que sucede cuando dos trenes de onda se juntan y, si
coinciden en sus crestas o valles, es decir están en fase, se interfieren constructivamente, aumentando la
amplitud de la onda; si se encuentran una cresta y un valle, las ondas se interfieren destructivamente y
se anulan. Otras combinaciones resultan en interferencias constructivas o destructivas parciales. La
segunda propiedad se refiere a la dispersión de las componentes de diferente color de un haz de luz
debido a interferencia con reflexiones del haz sobre otras superficies.
La tercer propiedad se refiere al cambio de dirección que sufre un haz de luz al pasar de un
medio a otro diferente. Esto nos permite ver una banda de los colores que componen la luz blanca
llamada el espectro visible. cada color es una radiación de diferente longitud de onda y al pasar por una
interfase cada uno es desviado de manera distinta. Sin embargo, la luz visible es una franja pequeña del
espectro electromagnético, que viene a ser una banda en la que se muestran los diferentes tipos de
radiación y se ve que a mayor frecuencia menor longitud de onda y viceversa. [2]
Naturaleza corpuscular de la luz, la radiación del cuerpo negro, efecto fotoeléctrico, energía del
fotón.
Si bien la descripción ondulatoria de la radiación electromagnética explicaba varios fenómenos
observados, no explicaba todos. La emisión del cuerpo negro, el efecto fotoeléctrico y los espectros
atómicos faltaban explicar para poder entender bien la interacción entre átomos y radiación
electromagnética.
Los objetos al calentarse emiten radiación, por ejemplo, una hornilla caliente o el filamento de
un foco encendido. La física clásica asumía que la energía se transfería de forma continua, pero eso no
lograba explicar la radiación emitida por objetos o por un cuerpo negro (cuerpo que absorbe toda
radiación incidente y puede emitir radiación de cualquier frecuencia). [3] Para dar solución a este
problema, en 1900 Max Planck propuso la controvertida hipótesis que la energía se transfiere en
pequeños paquetes llamados quanta, cuyo valor mínimo de energía era el producto de una constante por
la frecuencia del quantum:
E=h
1
E n=−R H 2
n
donde RH, la constante de Rydberg, vale 2.18×10-18J. El número n se le llama el número cuántico
principal y toma los valores n=1,2,3,... . El signo menos de la ecuación indica que la energía del
electrón es menor cuando está en el átomo. El mínimo valor de energía se obtiene en n=1, su estado
fundamental, o basal; en cualquier otro nivel, se dice que el electrón está en un nivel o estado excitado,
con mayor energía y menor estabilidad.
Como la energía de los fotones emitidos es la diferencia de las energías de los estados inicial y
final, se puede escribir
E= E f −E i
reemplazando para la energía final e inicial y teniendo en cuenta al fotón que transmite esta energía,
tenemos
1 1
E=h = R H 2
− 2
ni n f
Al tener una muestra de hidrógeno y desarrollar su espectro de emisión, todas las transiciones
posibles van a suceder, desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. Como las órbitas están definidas, las
combinaciones de transiciones con efectos observables son finitas y eso nos da el espectro
característico La brillantez de una linea es indicativo de la cantidad de fotones con esa misma longitud
de onda que fueron emitidos. [5]
El modelo de Bohr logró explicar el espectro de emisión del átomo de hidrógeno y algunos
elementos de un solo electrón, sin embargo, no funcionaba bien para otros átomos de mayor número de
electrones. [2] Además, trabajar con el electrón como si fuese sólo una partícula pequeña no explicaba
muchos otros fenómenos. Pero a pesar de no ser un modelo completamente correcto, fue un paso
importante en el desarrollo de la física moderna y presentó conceptos que hasta ahora son usados como
los niveles de energía donde existe el electrón, su descripción por números cuánticos, la energía
asociada con el movimiento del electrón de un nivel a otro y las ideas de estados basales y excitados
del electrón. [4]
h
=
mv
y poco tiempo después fue comprobado el comportamiento ondular de los electrones por los
experimentos de Davisson y Germer, quienes demostraron que un haz de electrones se difracta como
un haz de rayos X.
Este descubrimiento luego condujo a preguntar, si los electrones se pueden comportar como
ondas, ¿podrán los fotones comportarse como materia? La ecuación de De Broglie nos permite calcular
el momentum de una onda de cierta longitud
h h h
= = y p=
mv p
lo que sugiere que un cambio en el momentum de una onda causaría un cambio en longitud de onda.
Esto fue comprobado por Compton en un experimento en el que dirigió un haz de fotones de rayos X
hacia una muestra de grafito y observó que la longitud de onda de los fotones reflejados era mayor. [2]
Principio de Incertidumbre
Entonces se demostró que los electrones tenían comportamiento tanto corpuscular como
ondular, la llamada naturaleza dual de la materia, pero, ¿qué nos decía eso sobre su lugar en el átomo?
Una partícula ocupa una locación específica en el espacio, pero una onda no. Una onda se extiende
sobre una región del espacio. [6] Esta conclusión llevó a Werner Heisenberg a postular su Principio de
Incertidumbre. Él establece que, a nivel atómico, no se puede obtener la posición y el momentum de
una partícula simultáneamente. Matemáticamente se puede expresar así:
h
x⋅m u
4
donde Δx es la incertidumbre en la posición y Δu es la incertidumbre en la velocidad.
Este principio es de gran relevancia, sobretodo para un modelo atómico Si no se puede saber
con seguridad los parámetros de una partícula, entonces no se le puede asignar un recorrido fijo. En
efecto, el Principio de Incertidumbre desacredita la suposición de Bohr que los electrones se mueven en
órbitas circulares. [2]
Modelo Mecánico Cuántico del Átomo: Funciones de onda, números cuánticos y orbitales
atómicos.
El físico austriaco, Erwin Schrödinger, en 1926 desarrolló una ecuación matemáticamente
compleja que describe como se comportan, las causas de esos comportamientos y la energía de las
partículas subatómicas del átomo de hidrógeno. Esta ecuación incorpora el comportamiento
corpuscular y ondulatorio de las partículas en términos de la masa y de su función de onda ψ,
respectivamente. Así comenzó el nuevo campo de la mecánica cuántica.
La función de onda, que depende de la posición de la partícula y el tiempo, no tiene tanto
significado como su cuadrado, ψ2, que define la densidad electrónica, o la probabilidad de encontrar un
electrón en cierta región del átomo Pero, a cada función de onda, representativa de cada electrón, que
resulta al resolver la ecuación de Schrödinger se le denomina orbital atómico, que a su vez está
definido por tres números llamados números cuánticos n, l y m.
El número cuántico principal, n, describe la energía del orbital y el tamaño de la zona alrededor
del núcleo donde se distribuye la densidad electrónica Este número toma valores enteros mayores que
uno y su valor coincide con el número n del modelo de Bohr. El número cuántico l, de momento
angular, dicta la forma de los orbitales. Sus valores dependen del valor de n, tal que para un cierto n, l
adquiere valores de 0 a (n-1), y se les designan las letras s, p, d, f, g,... y después en orden alfabético.
Las primeras cuatro de estas letras tienen un origen histórico de como los físicos que los estudiaban los
describían, como sharp, principal, difuse, y fundamental. A orbitales con un mismo n se les considera
un nivel, y aquellos con mismo l y n se les llama un subnivel.
Un orbital s tiene forma esférica y su densidad electrónica es mayor en el núcleo Para cada
subnivel p hay 3 orbitales, cada uno de la forma de “pesa”, idéntico y perpendicular a los otros dos. En
el subnivel d hay 5 diferentes formas de orbital cada uno con una orientación y forma particular. En el
nivel f hay 7 orbitales de orientaciones distintas. [2]
Finalmente, para describir un orbital se requiere el número cuántico magnético ml. Este describe
la orientación del orbital en el espacio y puede tomar valores de -l a +l. entonces, el número de valores
que puede adquirir ml indica el número de orbitales en el subnivel. Sin embargo, hay una propiedad
más que pertenece a los electrones en cada orbital, que viene a ser su giro. Esto se denota con el
número cuántico de espín del electrón, ms, que toma valores de +½ o -½. [5]
Bibliografía
[1] Petrucci, Ralph H. Química General 8 va Ed. Pearson Educación, Madrid, 2003. pp 298-305
[2] Silberberg, Martin S. Química General. McGraw-Hill Interamericana, México, 2002. pp 264-298
[3] Nave, Carl R. Hyperphysics. http://hyperphysics.phy-astr.gsu.edu/Hbase/hframe.html
[4] Brown, et al. Chemistry: the Central Science. Pearson Education, New Jersey, 2002. pp 200-215
[5] Chang, Raymond. Química 7ma. McGraw-Hill Interamericana, México, 2002. pp 248-269
[6] Olmsted, John A. Chemistry 4th Ed. John Wiley & Sons, 2005. Chapter 7.