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2. DESARROLLO
2.1 ¿Quién puede constituirse en actor civil?
El artículo 98 del Código establece como premisa inicial que el actor civil es el titular
de la acción reparatoria, luego precisa que esta acción sólo podrá ser ejercitada por
quien resulte perjudicado del delito. Recuérdese que la naturaleza de la acción
reparatoria es fundamentalmente patrimonial y es por ello la denominación del
titular de ella: “actor civil.” Dicho actor civil deberá, en primer término, sustentar en
el proceso cómo es que ha sido perjudicado por la conducta imputada al investigado
y cómo es que este daño sufrido puede ser resarcido. Si bien en muchos casos de
admite que hay un componente moral en la colaboración del actor civil en el proceso
a fin de aportar con elementos que permitan probar la comisión del ilícito, lo cierto
es que todas las facultades de este apuntan formalmente a la acreditación,
aseguramiento y pago de una reparación civil.
Resulta evidente que el que ha sido perjudicado por el delito es el agraviado, pero no
siempre hay identidad entre agraviado en sentido estricto y agraviado en sentido
procesal (artículo 94.2 del Código) y por lo tanto con el actor civil.
Por ejemplo en el caso de lesiones graves, el agraviado será aquél que efectivamente
recibió las lesiones y el daño sufrido se acredita mediante el certificado médico
correspondiente. Será entonces facultad de aquél que sufrió las lesiones constituirse
en actor civil.
Si los agraviados son los accionistas, socios, asociados o miembros (artículo 94.3 del
Código) de una persona jurídica, estos podrán también constituirse en actores
civiles, adelantándonos al cómo, se debe recordar que las asociaciones pueden ser
también asociaciones de hecho. En el caso de las inscritas deberán adjuntar sus
respectivas fichas registrales, ya que como se sabe los derechos de estos agraviados
solo serán oponibles a terceros a partir de su inscripción en los registros públicos.
En el caso de las asociaciones de hecho o no inscritas, deberán acreditar su condición
mediante la presentación de los libros correspondientes o las copias de estos
debidamente certificadas.
El artículo 94.4 del Código también atribuye a las asociaciones (por medio de sus
representantes legales) la facultad de ser agraviado en proceso donde se afectan
intereses difusos. Se entiende asociaciones que tienen en sus fines (conforme al
estatuto correspondiente) la defensa de los intereses difusos afectados mediante la
comisión del delito en investigación. Cuando estas asociaciones intervienen como
actor civil, se debe tener cuidado en el sentido de que su principal facultad es la de
colaborar con el esclarecimiento de los hechos y la investigación, la capacidad de
reclamar una reparación civil tiene que estar siempre en relación a beneficiar con
esta a los directamente afectados con los delitos cometidos.
Adicionalmente a los descritos, el actor civil no pierde los derechos que le asisten
como agraviado y que están descritos en el artículo 95 del Código:
No se debe olvidar que la constitución civil del agraviado genera su renuncia tácita a
acudir a la demanda en la vía civil pura, llamada extra penal. Solo puede recuperar
esa capacidad el actor civil que se desiste de tal condición hasta antes de la acusación
fiscal. De la misma manera, el demandante civil (extra penal) renuncia tácitamente
a constituirse en actor civil en el proceso penal derivado de los mismos hechos.
El artículo 102.1 en su última parte pareciera indicar que se dicta la resolución sin
mayor trámite que el haber recabado la información y la notificación de la solicitud:
Sin embargo, el segundo punto del indicado artículo precisa que para efectos del
trámite, rige lo dispuesto en el artículo 8 del Código Procesal Penal.
El artículo 8 del Código, que establece el procedimiento para el trámite de los medios
de defensa (cuestión previa, cuestión prejudicial y excepciones) establece que dentro
del tercer día de notificar la admisión del medio de defensa, el juez llevará a cabo una
audiencia con la intervención obligatoria del fiscal y, debe entenderse así, facultativa
de los otros sujetos procesales.
Resulta entonces que el trámite de la constitución en actor civil tendría que hacerse
necesariamente mediante audiencia. Los defensores de esta posición señalan que es
necesaria la audiencia en cumplimiento del principio de proceso público, oral y
contradictorio establecido en el artículo I.2 del Título Preliminar del Código Procesal
Penal, y que una resolución expedida sin “contradictorio” en audiencia no tiene
validez y atenta contra el modelo garantista.
Olvidan los que propugnan esta tesis, que la garantía de publicidad, oralidad y
contradicción, son garantías del juicio oral, y así se puede verificar de la lectura del
aludido artículo I.2 del Título Preliminar:
Tercero, y más importante: La constitución en actor civil implica por mandato legal
el impedimento del agraviado a recurrir a la vía extra penal. Imagínese a un
agraviado que decide litigar en la vía civil, presenta una demanda por daños y
perjuicios y finalmente pierde la capacidad de continuar dicho proceso por una
excepción deducida por la otra parte, la que se declara fundada debido a que en el
proceso penal originado en los mismos hechos, tiene la calidad de actor civil. Súmese
a esa hipótesis que a ese momento la causa penal ya esté en acusación fiscal,
imposibilitando el desistimiento. ¿Incurriría en responsabilidad el Juez que
constituyó en actor civil a este agraviado de oficio? A todas luces la respuesta es
positiva, y no solo incurriría en responsabilidad funcional, sino también en
responsabilidad civil.
3. CONCLUSION
Como se ha visto, se ha intentado abordar las principales dificultades que podrían
derivarse de la constitución del agraviado como actor civil. Si bien el procedimiento
parece sencillo, como se ha demostrado, en el trámite de los procesos, se pueden
advertir variables mucho más complejas que requieren soluciones no contempladas
por el Código. Es necesario afirmar que cualquier solución tiene que estar ajustada
a derecho, a los principios generales del proceso y a las reglas del Código Civil en
cuanto sean pertinentes.
Se deben evitar excesos como por ejemplo la realización de audiencias innecesarias
cuando no hay oposición, so pretexto de resguardar un “contradictorio” que como ya
se ha explicado, es una garantía del juicio oral, y es aplicable a la investigación
preparatoria siempre que no afecte la eficiencia del sistema.