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RECORRIDO HISTÓRICO POR LA ATENCIÓN PSIQUIÁTRICA

La psiquiatría se ha definido como:


Rama de la medicina, que se ocupa del estudio, prevención, tratamiento y rehabilitación
de los trastornos psíquicos, entendiendo como tales tanto las enfermedades propiamente
psiquiátricas como patologías psíquicas, entre las que se incluyen los trastornos de la
personalidad.
La peculiaridad histórica más importante de la Psiquiatría es el de ser la más joven de las
ramas de la Medicina, ya que ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada
como tal. A lo largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las
enfermedades, pero en mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la religión,
cuestionándose continuamente su condición misma de enfermedades, ya sea atribuyéndoles un
origen diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente social en la mucho más
reciente antipsiquiatría. Pero se ha avanzado bastante desde entonces, tanto en el estudio de la
parte biológica, genética, neurofisiológica, y epidemiológica de la psiquiatría, como en la
uniformización de criterios diagnósticos y de lenguaje en psiquiatría, considerándose una nueva
revolución actualmente en proceso.

PSIQUIATRÍA EN LA EDAD ANTIGUA


Las antiguas civilizaciones tenían una concepción mágico-animista o demonológica
de gran parte de las enfermedades, en especial de los trastornos psíquicos. La característica
fundamental de esta época era la equivalencia existente entre la enfermedad, el pecado y el
castigo. Aunque esto no era la generalidad en todas las culturas primitivas ya que también
existían aquellas que consideraban que el “loco” tenía un papel muy importante, ya que él
era el mediador entre los hombres y lo sobrenatural (brujo, chaman o hechicero) y que podía
ver, oír e interpretar a los espíritus y servir así de vinculo entre los mortales y las divinidades;
esa característica que lo diferenciaba de los demás miembros de la tribu era una apreciada
cualidad.
Los egipcios, mucho antes que los griegos, establecieron en sus templos un tipo de
medio ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse con actividades
recreativas, como excursiones, conciertos, danzas, pintura y dibujo.
PSIQUIATRÍA GRECORROMANA
Los griegos fueron los primeros en estudiar las enfermedades mentales desde
el punto de vista científico, separando el estudio de la mente de la religión, es decir,
atribuyeron las enfermedades psíquicas a un origen natural, lo cual subsistió hasta fines del
siglo XVIII.

PSIQUIATRÍA. EDAD MEDIA


Con la caída del Imperio Romano, las prometedoras ideas de las culturas griega y latina
sufren una involución. La Iglesia excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no pudo abolirla,
pues reapareció bajo el nombre de demonología. Así pues, las enfermedades mentales fueron
consideradas como posesiones demoníacas, y la demonología debía estudiar los signos o
estigmas de posesión diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba entre el rechazo y la
tolerancia, renació el primitivismo y la brujería, con lo que reapareció el modelo extranatural de
la enfermedad mental

EL RENACIMIENTO
El Renacimiento, que se originó tras la toma de Constantinopla por los turcos, ofreció la
promesa de un nuevo espíritu de humanismo y conocimiento, pero terminó por convertirse en
uno de los capítulos más nefastos en la historia de la psiquiatría. En 1486, los teólogos alemanes
Heinrich Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del Papa, publicaron el Malleus
Maleficarum (El martillo de las brujas), referente a una conspiración contra el cristianismo,
dando lugar a una cacería de brujas que condujo a la muerte a miles de personas, la gran
mayoría mujeres, atribuyendo a la vez la causa de todas las enfermedades mentales al demonio.
El "tratamiento" prescrito para la enfermedad mental fue entonces la tortura, aún si se
llegaba a la muerte, y la cremación como un acto de piedad, para "liberar el alma" del
"desdichado".
No todo fue negro y oscuro en esta época se; dieron también algunos hechos muy
positivos, es así como ocurre la Primera Revolución Psiquiátrica, consistente en la fundación
del primer hospital psiquiátrico del mundo, en Valencia en 1409, por el sacerdote mercedario
Fray Juan Gilbert Jofré. Luego desde 1412 a 1489 se fundaron en España cinco centros
similares. El padre Jofré fundó el primer centro humano y científico para enfermos mentales,
que era un hospital donde se recogía a los menos favorecidos para atenderlos, evitando su
apedreamiento callejero. No estaba concebido como una institución donde encerrar a los
“dementes”, sino para cuidarles.
PSIQUIATRÍA ILUSTRADA
Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la hoguera, su suerte era aún
lamentable durante la Ilustración. Si no eran internados en los hospitales, vagaban solitarios,
siendo objeto de desprecios, burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia estableció asilos
para insanos, cuyos directores estaban autorizados para detener personas indefinidamente, y en
los cuales se llegó a encerrar enfermos mentales junto con indigentes, huérfanos, prostitutas,
homosexuales, ancianos y enfermos crónicos, a lo que se sumaba que debían soportar los
inhumanos tratamientos: eméticos, purgantes, sangrías y torturas.
Ese encierro, es el intento de ocultar la miseria ocasionada por la crisis económica y es
de tal magnitud que basta con citar como ejemplo que en la Salpêtiérè (una institución
parisiense reservada a mujeres pobres, mendigas, lisiadas e incurables, viejas, niñas, idiotas y
locas) a los pocos años de su apertura albergaba a 8.000 internos cuando la ciudad de París era
habitada por 500.000 personas.
Se trataba de quitar de en medio a los marginados, (que no se les viera mucho, que no
pulularan por las calles) más que de darles una atención sanitaria, todavía no se había
humanizado el trato a los enfermos mentales y no se disponía aun de medidas terapéuticas.
Con la Revolución Francesa (1789), la Declaración de los Derechos del hombre y del
Ciudadano, el Contrato Social y la libre circulación de personas y bienes, los gobernantes tienen
que reflexionar sobre la responsabilidad y los límites de la libertad. Como consecuencia de este
avance en las ideas El gran encierro, símbolo del absolutismo tiene que ser abolido.
Alrededor de 1800 comienza en Francia la Psiquiatría Científica, con la obra del médico
y reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien plantea que no deben construirse
nuevas hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos. La contribución
fundamental de Pinel fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que
sean considerados como seres humanos merecedores de un tratamiento médico. El enajenado ya
no puede ser encerrado por que las nuevas normas sociales necesarias para el desarrollo
económico prohíben la privación de la libertad, sin garantías jurídicas, a partir de entonces, la
reclusión de los “locos” ha de definirse como algo terapéutico. (Hasta entonces era un mero
arresto).
La flamante sociedad democrática nacida de los avances que trajeron las nuevas ideas,
hace otro aporte en 1836: el enajenado o loco es una persona supuestamente irresponsable, no
es sujeto de derecho; la idea de irresponsabilidad criminal triunfa por primera vez con el indulto
de Pierre Riviéré parricida múltiple exculpado por padecer una monomanía.
Desgraciadamente y de otro lado empieza a tomar cuerpo la teoría de la degeneración.
Morel (1809-1873). En su Tratado de enfermedades mentales (1860), el francés Benedict-
Augustin Morel postuló que algunas enfermedades mentales podían heredarse de padres con
afecciones similares y que la predisposición podía sufrir una activación lenta hasta convertirse
en una enfermedad debido a transmisión vertical repetida o bien a una activación repentina por
eventos externos como traumas sociales, alcoholismo o infecciones. Introdujo la denominación
de "demencia precoz" para referirse a la actual esquizofrenia Ideas que van a fundamentar la
psiquiatría, junto con los conceptos de peligrosidad, incurabilidad y cronicidad, con graves
consecuencias hasta hoy, hay que “aislar” a los “peligrosos” para proteger la sociedad. No tenéis
más que leer cotidianamente la prensa o escuchar a los medios de comunicación para daros
cuenta de la terrible vigencia de esta idea.
En España el concepto de peligrosidad, se retoma durante la dictadura de Primo de
Rivera, recogiéndose en el Código Penal de 1928, suponiendo un retroceso en el trato de los
dementes.
Han de pasar tres siglos para que una nueva crisis del sistema económico de Occidente
(la robotización frente a la manufactura) junto con la derechización en la gestión política de
ésta, plantee, sobre todo en las grandes ciudades, los problemas de la mendicidad, violenta, de la
marginación y formas irracionales de convivencia, agravadas por las drogas duras, el
envejecimiento de la población y el incremento de la cronicidad incapacitante. Como resultado
de esto surgen voces pidiendo el retorno a los manicomios, la creación de sidatorios la
promulgación de duras leyes. Otra vez, la indigencia, la cronicidad y la enfermedad mental so-
bre todo cuando adoptan formas de conducta no aceptada por la mayoría despiertan tentaciones
totalitarias en sectores importantes de la sociedad, con llamamientos a la marginación y al casti-
go, por mucho que se sepa de su inutilidad y de su costo social.
Las críticas de la efectividad del encierro surgen, pero no será hasta pasada la Segunda
Guerra Mundial, en tiempos de crecimiento económico y reconstrucción social, de mayor
tolerancia y sensibilidad por las diferencias, cuando la comunidad científica y cultural llega a la
conclusión de que el manicomio debe ser transformado o suprimido. A esta voluntad colectiva
habría que añadir, la aparición de psicofármacos, la introducción del Psicoanálisis y el
concepto de Salud Pública en las instituciones psiquiátricas como factores que determinaran los
movimientos de la Reforma Psiquiátrica.
La Reforma Psiquiátrica comienza casi al unísono en Francia, EE.UU., Inglaterra e
Italia, adaptándose a las peculiaridades de cada país en materia sanitaria, pero teniendo como
punto en común la crítica a la institución psiquiátrica cerrada y abogando por la alternativa del
tratamiento fuera de los muros del manicomio.

La Reforma Psiquiátrica en España va a ser más tardía y no se produce hasta terminada


la Dictadura; ya en el período de la Transición política y junto a otros cambios sociales que esta
trajo en los servicios públicos, es cuando comienza a ser posible en nuestro país el inicio del
cambio en la institucionalización psiquiátrica, el comienzo de formas distintas de tratamiento
para patologías mentales, empezar a desmontar moles que “almacenaban” hasta mil “locos”.

Será la Ley General de Sanidad de 1986 la que aboga por una asistencia comunitaria
como alternativa al Hospital Psiquiátrico, contemplando la necesidad de estructuras intermedias,
de rehabilitación y reinserción social en programas conjuntos con servicios sociales. Estas ideas
se fueron conformando gracias a colectivos progresistas de profesionales de la Salud Mental.
Sería injusto olvidar a un grupo de profesionales la llamada Generación del 27 que
adelantándose a su tiempo propugnaron e iniciaron cambios en la atención psiquiátrica que se
truncaron y abortaron con la Guerra Civil, entre ellos hay que destacar a los psiquiatras Lafora,
Sacristán, Sanchís Banús, César Juarros y José Germain.
LA ATENCIÓN PSIQUIÁTRICA EN EL SUR DE MADRID

En el Sur de Madrid, se produce un ejemplo claro del paso del manicomio a la


Psiquiatría Comunitaria; el desmantelamiento del Hospital Psiquiátrico de Leganés y la
creación de recursos alternativos, entre ellos los Centros de Salud Mental.
Corría el año 1975 cuando un grupo de profesionales del “Viejo Manicomio”, salen de
él para dar atención ambulatoria en Leganés, en el antiguo edificio del Ayuntamiento que fue
cedido para este fin. Años más tarde en 1980 ya hay asistencia ambulatoria en Móstoles, un año
más tarde en Alcorcón y así hasta abarcar a todos los pueblos de la zona Sur (Getafe, Parla,
Fuenlabrada, Navalcarnero). Conforme se creaban recursos alternativos era posible sacar del
Manicomio a los pacientes que en él había y que permanecían allí desde hacía 30, 40 y hasta 50
años, en muchos casos sin patología psiquiátrica evidente. (No pocos ingresados, lo habían sido
por mediación del cura o el alcalde de su pueblo y a saber en función de que intereses).
El proceso de reforma psiquiátrica en el Sur de Madrid culmina con el cierre del Psiquiátrico en
1992, estando ya en funcionamiento la red alternativa de recursos.
El resto de la geografía madrileña ha seguido una evolución parecida en cuanto a
reformas psiquiátricas.
En la Comunidad de Madrid hay en estos momentos treinta y cinco Centros de Salud
Mental, uno para cada distrito sanitario. Los hospitales monográficos (psiquiátricos o
manicomios) se han ido cerrando o trasformando paulatinamente al tiempo que se habrían
departamentos de psiquiatría en hospitales generales. Se han creado Mini Residencias para
pacientes psiquiátricos, disponemos de algunos pisos protegidos, también se han ido creando
Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS) y Centros de Rehabilitación Laboral (CRL).
Este panorama que parece estupendo, no lo es tanto, ya que aunque disponemos de más
recursos, estos son francamente insuficientes; por no citar es escasísimo crecimiento de la
contratación de trabajadores de la Salud Mental junto con el aumento de la demanda de
asistencia por parte de los ciudadanos.

La reciente publicación de la Ley de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid


(Ley 12/2001, de 21 de diciembre), ha de tener sin lugar a dudas, repercusión en la prestación de
asistencia en Salud Mental(SM.) para los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, sin embargo,
las referencias que en ella se encuentran (respecto a la SM.) son escasas y ambiguas, hay que
decir que la única enmienda admitida a esta ley es para hacer referencia a la rehabilitación en
psiquiatría (aspecto que no se tenía en cuenta en el borrador de dicha ley), puntal fundamental
de la reforma psiquiátrica. A continuación “corto y pego” del BOCM. los párrafos dedicados a
la SM.
En el ámbito de la asistencia sanitaria se ha procurado dar un tratamiento integral a todas
las actividades asistenciales, en sus niveles de atención primaria y especializada, y con una
referencia expresa a la salud mental, respecto de la cual se aplica claramente el principio de
integración, dentro de la atención especializada, que se debe prestar en los mismos centros en
que reciben asistencia otros pacientes, como una especialidad más, con el objeto de evitar toda
estigmatización y discriminación, que por su condición de enfermos mentales, estos pacientes
pudieran sufrir en su atención sanitaria.
(pag.9 Preambulo II)

b) La atención integrada de salud mental potenciando los recursos asistenciales en el ámbito


ambulatorio, los sistemas de hospitalización parcial, la atención domiciliaria, la rehabilitación
psico-social en coordinación con los servicios sociales, y realizándose las hospitalizaciones
psiquiátricas, cuando se requiera, en unidades psiquiátricas hospitalarias. (pag.16. sección
segunda articulo 16 apartado b).

BIBLIOGRAFÍA:

Coto E, Gómez-Fontanil Y, Belloch A. Historia de la psicopatología. En: Belloch A, Sandín B,


Ramos F, eds. Manual de psicopatología. Volumen I. Madrid: McGraw-Hill, 1995:3-44.

Manuel Desviat ,La Reforma Psiquiátrica, Ediciones DOR, S.L. 1994.

Manuel González Chaves ,La Transformación de la Asistencia Psiquiátrica, Eds.. Mayoría 1980

B.O.C.M Ley 12/2001, de 21 de diciembre, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de


Madrid (publicado en el nº 306 de la fecha 26/12/2001)

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