En conceptualización, la administración es el proceso de planificar,
organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos y las actividades de trabajo
con el propósito de lograr los objetivos o metas de la organización de manera eficiente y eficaz. Entonces, en términos sencillos, la administración no es más que un proceso que incluye en términos generales planificación, organización, dirección y control para un adecuado uso de los recursos de la organización bien sea; humano, financiero, tecnológico, material, de información u otro, para la realización de las actividades de trabajo. Por consiguiente, tiene la intención o propósito de lograr los objetivos o metas de la organización de manera eficiente, eficaz y productiva; es decir, lograr los objetivos con el empleo de la mínima cantidad de recursos. Cabe destacar que tradicionalmente se ha catalogado como Administración eficiente; a aquella gestión que logra atraer y retener personas adecuándolas a los puestos de trabajo vacantes y/o de nueva creación. No obstante, se debe considerar que el Recurso Humano, es el recurso más difícil de administrar, ya que es el único recursos que tiene emociones “sentimientos”; es comprensible que la Administración de Recursos Humanos, no sea una tarea fácil, difícilmente podemos satisfacer todas las necesidades y deseos de las personas, a través del diseño y establecimiento de sub-sistemas de gestión estandarizados. El dilema de la Administración de Recursos Humanos, es que debe satisfacer las necesidades y los deseos de la organización, sin perder de vista que también debe contribuir a satisfacer las necesidades y deseos de los colaboradores (empleados). La respuesta a tal dilema parece compleja, sin embargo puede llegar a ser muy simple cuando rompemos el paradigma de la Administración de Recursos Humanos tradicional y nos aliamos con los mismos colaboradores para entender sus propias necesidades y deseos. La forma de lograrlo es “conociéndolos”, y esto solamente se logra “escuchándolos” lo cual a su vez solamente se logra, si generamos un ambiente de “confianza” para desarrollar conjuntamente con ellos un ambiente de “ libertad de expresión ”; lo cual es sin duda, el único medio para “descubrir y auto-descubrir”, los verdaderos intereses, motivos, deseos; pero por sobretodos ellos, los verdaderos propósitos de cada uno de los colaboradores, los cuales al ser descubiertos se convierten en la fuente principal de la energía y el principal insumo para el fortalecimiento de las competencias ya existentes y el desarrollo de nuevas competencias, que permitirán acercarse más al cumplimiento de los objetivos personales. En consecuencia el administrador de Recursos Humanos, puede llegar a ser el vínculo entre las aspiraciones y el futuro de los colaboradores; debe tener una mentalidad estratégica y ser un buen comunicador, además debe ser un buen escucha, que a través del entendimiento del entorno, pueda ser receptivo a los mensajes y comentarios aspiracionales de los colaboradores; puede llegar a ser el promotor de grandes cambios actitudinales, si su esfuerzo coadyuva al auto-descubrimiento y promueve el desarrollo del talento humano, a través de la auto-gestión del mismo, por parte de cada uno de los colaboradores. Por tal motivo, la administración de Recursos Humanos tradicional debe sufrir una transformación total y migrar hacía la Gestión del Talento Humano; cuyo fundamento principal es el potencial de los colaboradores. Enmarcado en lo anterior, se puede esbozar que existe una diferencia trascendental entre ambos enfoques; puesto que mientras que la Administración de Recursos Humanos se fundamenta en el pasado de los colaboradores, otorgándole valor al currículum y a los logros que en él se describen, la Gestión del Talento Humano se fundamenta en el futuro de las personas, en sus aspiraciones, en sus objetivos, en sus propósitos. En otras palabras, La Administración de Recursos Humanos encasilla a los candidatos y colaboradores en los éxitos del pasado, pero le da muy poco valor al futuro, es por ello que su fundamento para elección de candidatos, es el currículum, la solicitud de empleo, la entrevista y las referencias laborales/personales. En contraposición a esta práctica; La Gestión del Talento Humano busca descubrir en los candidatos, el talento y el potencial que ya poseen; y a través del entendimiento de los generadores de satisfacción de la persona, determinar y desarrollar nuevas competencias. Su fundamento es el futuro, el pasado es simplemente referencial y el presente se considera el punto de partida. En contexto, han sido diversos los especialistas que han realizado aportes acerca de la evolución de la administración de recursos humanos y gestión de talento humano, entre ellos lo que se mencionan a continuación: Primeramente, Frederick Taylor, fundador del movimiento conocido como organización científica del trabajo. El pensamiento que lo guía es la eliminación de las pérdidas de tiempo, de dinero y otros, mediante un método científico. Afirma que “el principal objetivo de la administración debe ser asegurar el máximo de prosperidad, tanto para el empleador como para el empleado”. Para el empleador, el máximo de prosperidad no significa la obtención de grandes beneficios a corto plazo, sino el desarrollo de todos los aspectos de la empresa para alcanzar un nivel de prosperidad. Para el empleado, el máximo de prosperidad no significa obtener grandes salarios de inmediato, sino un desarrollo personal para trabajar eficazmente, con calidad y utilizando sus dones personales. Por su parte, Henry Fayol, a través de su teoría clásica de la administración hacia énfasis principalmente en la estructura y funciones que debe tener la organización para alcanzar la mayor eficacia, representándola mediante principios, fundamentos y funciones los cuales deben manejarse de manera sincronizada y armónica con la finalidad de lograr la mayor eficiencia y productividad en la organización. Asimismo, Gary Becker, pionero del estudio del capital humano a nivel organizacional, postula con su estudio que el mayor tesoro era el capital humano que estas poseían, esto es, el conocimiento y las habilidades que forman parte de las personas, su salud y la calidad de sus hábitos de trabajo. Además logra definir al capital humano como importante para la productividad de las economías modernas ya que esta productividad se basa en la creación, difusión y utilización del saber, logrando de esta manera re direccionar la administración de recursos humanos, dándole gran importancia a la fuerza humana como capital de la sociedad, en el cual se puede invertir para generar grandes beneficios sociales y económicos. Igualmente, el postulado de Idalberto Chiavenato, radica en su visión humanista de la administración y las organizaciones empresariales. Él valora y resalta al individuo dentro de la organización como el capital más valioso, destacando el rol de las relaciones humanas como eje y punto de partida a una administración innovadora. Según Chiavenato, la administración inteligente de los recursos humanos es la pieza clave en una organización exitosa. El capital humano constituye el elemento esencial en cada componente de la organización, la administración eficaz se fundamenta en la responsabilidad de cada administrador (gerente, jefe sección, director) de las distintas áreas funcionales de la organización, ya sea la de finanzas, contabilidad, marketing, producción, compras, capacitación e incluso recursos humanos. Cualquiera sea el área empresarial seleccionada, el futuro administrador necesita fundamentar su visión de cómo tratar los asuntos relacionados con las personas y obtener una perspectiva de recursos humanos que le permita alcanzar el éxito profesional y liderar su organización hacia la excelencia y competitividad. Luego de lo anterior, es importante resaltar los objetivos básicos de la gestión de recursos humanos y subsistemas de talento humano, destacando: - Lograr que las personas se sientan y actúen como socias de la organización, participen activamente en un proceso de desarrollo continuo a nivel personal y organizacional y sean los protagonistas del cambio y las mejoras. - Atraer candidatos potencialmente calificados y capaces de desarrollar o adquirir las competencias necesarias de la empresa u organización. - Motivar a los empleados para que estos adquieran un compromiso con la empresa y se involucren en ella. - Ayudar a los empleados a crecer y desarrollarse dentro de la empresa. En resumen, La gestión de los recursos humanos en las empresas ha cambiado drásticamente a lo largo de los años; anteriormente, los departamentos de recursos humanos estaban enfocados a funciones exclusivas, como contrataciones, nóminas y beneficios; pero ahora, las compañías comienzan a entender el impacto positivo de contar con un equipo de empleados calificados, comprometidos e involucrados con las metas de la organización. Todo lo anterior permite el mejoramiento continuo para lograr una mayor eficacia y eficiencia, fomento de una cultura de consecución de los objetivos organizacionales con un rendimiento superior. Adicionalmente, mejora la cultura organizacional y el clima de trabajo. Proporciona mayor satisfacción laboral por parte de los colaboradores y disminuye la rotación de personal y aumenta la retención de talento clave. Finalmente, más allá de lo económico, es necesario considerar a la fuerza humana o recurso humano como el factor más importante para alcanzar el éxito en una compañía. Es precisamente el capital humano el que tiene las habilidades y conocimientos necesarios para manejar el cambio continúo que marcan los ciclos y retos de la vida organizacional.