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7 maneras de dejar de temer lo que los demás piensen

de ti
Publicado en Desarrollo Personal | 8 de marzo, 2014

Por Marc Chernoff


Las personas más infelices en este mundo son las personas que se
preocupan demasiado por lo que piensen los demás.
“¿Qué tiene de malo querer agradar a los demás?”
Es lo que varias personas me preguntaron por e-mail en respuesta
a uno de mis artículos recientes. Hoy, quiero hablar de por qué no
es saludable tratar de complacer a todos, y cómo dejar de hacerlo.

Buscar la aprobación de los demás está perfectamente bien hasta


el punto en el que estés comprometiendo tu salud y felicidad en el
proceso. Se convierte en un problema serio si sientes como si la
aprobación generalizada de los demás, es el oxígeno que necesitas
para respirar. Hubo un tiempo en mi vida en el que me sentía
exactamente así.

Yo, literalmente, sentí como si me faltara el aliento, casi como si


me fuera a morir si mis compañeros no me aprobaban. Esta es
una condición que desarrollé en mi mente cuando era muy joven,
luego de que los niños en la escuela primaria se burlaran de mí
por ser un “nerd.” Hice todo lo que pude para ganar su
aprobación. Y a pesar de que crecí bastante y temprano en mi
adolescencia, el daño estaba hecho; quedé con la sensación
de inseguridad. Estaba condicionado a buscar y pedir la
aprobación de los demás, en todo momento.
El gran problema era que, al graduarme de la universidad con
veintitantos años y entrar a la fuerza laboral, sentí que todo lo que
hacía (o incluso pensaba) sólo tenía validez si era “lo correcto”
para decir y pensar. Y por “lo correcto”, lo que realmente quiero
decir es “lo que otras personas pensaban que era lo
correcto.” Estaba aterrorizado de dar un paso fuera de la
aceptabilidad; lo cual era especialmente dañino para mi
creatividad mientras trataba de cultivar mi pasión por la escritura
y los blogs.
Una vez que me di cuenta de lo que estaba haciendo, leí varios
libros, hablé con un coach, y me enfoqué con diligencia a curar
esa parte dañada de mí.

El punto es que buscar constantemente la aprobación, te fuerza a


perderte la belleza de ser simplemente tú mismo, con tus
propias y únicas ideas y deseos. Si pasas por la vida sólo haciendo
y siendo lo que crees que los demás esperan de ti, entonces, de
alguna manera, dejas de vivir.
Así que ¿cómo puedes dejar de temer a lo que los demás piensen
de ti? Echemos un vistazo:

1. Siéntete cómodo con no saber lo que los demás piensan.


Cuando empecé a escribir en este blog, agonice por saber si la
gente pensaría que lo que estaba escribiendo era lo
suficientemente bueno. Desesperadamente esperaba que les
gustara, y muchas veces me sorprendí a mí mismo imaginando
que no lo hacían. Entonces, un día me di cuenta de cuanta energía
estaba perdiendo al preocuparme por eso. Así que aprendí
gradualmente a relajarme con simplemente no saberlo.

Algunos problemas en la vida, como no saber lo que los demás


piensan de ti, no están realmente destinados a ser resueltos. De
todos modos, cómo la gente te percibe puede tener más que ver
con ellos que contigo. Incluso puede que les agrades o no,
simplemente porque has disparado una asociación en sus mentes
recordándoles a alguien que les agradaba o disgustaba en su
pasado, lo cual no tiene absolutamente nada que ver contigo.
Así que aquí tienes un nuevo mantra para ti; dilo, y luego dilo otra
vez: “Esta es mi vida, mis elecciones, mis errores y mis
lecciones. Mientras no lastime a la gente, no tengo que
preocuparme por lo que piensen de mí.” (Angel y yo hablamos
con más detalle sobre esto en los capítulos “Self-Love” y
“Relationships” de “1,000 Little Things Happy, Successful People
Do Differently“)
2. Entiende que la mayoría de las personas no están
pensando sobre ti de todos modos.
Ethel Barrett dijo una vez: “Nos preocuparíamos menos sobre lo
que los demás piensan de nosotros, si nos diéramos cuenta de lo
poco que lo hacen.” Nada podría estar más cerca de la verdad.

Olvídate de lo que los demás piensen de ti, lo más probable es que


ni siquiera estén pensando en ti de todos modos. Si sientes como
si siempre estuvieran, comprende que esa percepción de que te
están viendo y criticando cada movimiento, es un producto de tu
imaginación. Son tus miedos e inseguridades los que están
creando esta ilusión. Eres tú juzgándote a ti mismo el
problema.
3. Acepta que la opinión de otra persona no es tu problema.
¿Cuántas veces miraste a una persona e inicialmente juzgaste mal
su brillo? Las apariencias engañan. Cómo le pareces a alguien y
cómo eres realmente rara vez convergen. Incluso si entienden la
esencia básica de quién eres, aún así están perdiendo una gran
pieza del rompecabezas. Lo que alguien piense de ti rara vez
contendrá toda la verdad, lo cual está bien.

Si alguien forma una opinión sobre ti, basado en superficialidades,


entonces les toca a ellos, no a ti, reformar esas opiniones
basándolas en un punto de vista más objetivo y racional. Deja que
ellos se preocupen; eso es, si es que tienen alguna opinión
después de todo.

En pocas palabras: Las opiniones que otras personas tengan sobre


ti es su problema, no el tuyo. Cuanto menos te preocupes por
lo que piensen de ti, menos complicada se volverá tu
vida. (Lee The Four Agreements.)
4. Pregúntate: “¿Lo que piensen, siquiera importa?”
La gente pensará lo que quiera pensar. No importa lo
cuidadosamente que elijas tus palabras y gestos, siempre hay una
buena probabilidad de que alguien las malinterprete y distorsione.
¿Importa realmente en el gran esquema de las cosas? No, no lo
hace.

Cómo te ven los demás no es importante. Cómo te ves a ti mismo


significa todo. Cuando estés tomando grandes decisiones,
recuerda, lo que piensas de ti mismo y de tu vida es más
importante que lo que la gente piense de ti. Mantente fiel a TI
MISMO. Nunca te avergüences de hacer lo que sientes que
es correcto. Decide que lo que piensas está bien y adhiérete a
ello.
5. Ve el beneficio en ser único.
Si estás pensando como todos los demás, no estás pensando. Y si
no estás pensando, no está viviendo realmente.

Es la naturaleza humana tratar de imitar a los otros humanos que


miramos (tal vez a alguna figura paternal o algún famoso)
especialmente cuando nos sentimos inseguros en nuestra propia
piel. Pero tratar de ser otra persona siempre nos dejará una
sensación de vacío interior. ¿Por qué? Porque lo que nos gusta de
la gente que admiramos es su individualidad; las cualidades que
las hacen únicas. Para poder copiarlos realmente, tenemos
que desarrollar nuestra propia individualidad, y de esa
manera, tendríamos que ser menos como ellos y más como
nuestro verdadero ser.
Todos tenemos manías y perspectivas únicas. Cuanto más
relajado estés con tus diferencias, más cómodo te empezarás a
sentir siendo simplemente TÚ. Celebra ser diferente, fuera de lo
común, un poco en el lado extraño… tu propia creación especial. Si
te encuentras como si fueras un pez fuera del agua, busca por
todos los medios un nuevo río donde zambullirte. Pero NO cambies
quien eres, SÉ quien eres. (Lee The Road Less Traveled.)
6. Mantente completamente presente y consciente de como
te quieres sentir.
Está bien saber como no te quieres sentir, pero eso no es todo
sobre lo que deberías estar pensando. Imagina alguien tratando
de aprender a leer, desperdiciando su tiempo enfocándose en
cómo no quieren no ser capaces de leer. Realmente no tiene
ningún sentido, ¿verdad?

¡Basta es basta! Olvídate de lo que no quieres sentir por un


momento. Averigua cómo deseas sentirte ahora mismo, en este
momento. Prepárate para vivir aquí y ahora sin lamentarte por
cómo los demás te hicieron sentir alguna vez, o temer la
posibilidad de juzgamiento futuro.

Si le estuvieras haciendo respiración boca a boca a tu madre en


público para salvarle la vida, estarías 100% enfocado y en el
presente. No estarías pensando en lo que los espectadores
pensarían de tu pelo, tu cuerpo, o la marca de jeans que llevas.
Todos estos detalles intrascendentes desaparecerían de tu
conciencia. La intensidad de la situación te motivaría a elegir no
preocuparte por lo que los demás pudieran estar pensando de ti.
Esto demuestra, simplemente, que pensar en lo que los demás
piensan de ti es TU ELECCIÓN.

7. Habla y vive tu verdad.


Di tu verdad, incluso si tu voz tiembla. Sé cordial y razonable, por
supuesto, pero no elijas con cuidado en cada palabra que
dices. Empuja a un lado tus preocupaciones sobre lo que los
demás puedan estar pensando. Deja que las consecuencias de
hacerlo se desentrañen naturalmente. Lo que descubrirás es que
la mayoría de las veces, nadie se ofende ni irrita en absoluto. Y si
se enojan, es probable que sólo sea porque has comenzado a
comportarte de una manera que hace que sientan que tienen
menos poder sobre ti.
Piensa en ello. ¿Por qué ser falso?

Al final, la verdad saldrá de una manera u otra, y cuando eso


suceda, estarás solo de pie si has estado viviendo una mentira. Así
que vive toda tu verdad a partir de ahora. Si alguien te hace pasar
un mal rato y te dice: “Has cambiado”, no es algo malo. Sólo
significa que dejaste de vivir tu vida a su manera. No te
disculpes por ello. En lugar de eso, sé abierto y sincero, explícale
cómo te sientes, y sigue haciendo lo que sabes en tu corazón que
es correcto.
Reflexiones
Una vida dedicada incesantemente a tratar de complacer a la
gente que, tal vez, son incapaces de ser complacidos, o tratar
excesivamente de verte siempre como haciendo “lo correcto”, es
el camino seguro a una existencia lamentable.

Haz algo más que simplemente existir. Todos existimos. La


pregunta es: ¿Vives?
Yo, eventualmente, me di cuenta de que existir sin vivir de
verdad, no era lo que quería para mí. Así que hice cambios;
implementé los siete puntos de los que hable en este artículo y
nunca miré atrás. Si estás en el mismo lugar que una vez estuve
yo, buscando la aprobación de todo el mundo en cada pequeña
cosa que haces, por favor toma este artículo en serio y empieza a
hacer cambios hoy. La vida es demasiado corta como para no
hacerlo.

Tu turno…

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