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Definición de Etnopsicología

01/11/2007 historia2

 Rama de la psicología que combina los métodos de esta ciencia con


los de la antropología cultural para estudiar las características
psicológicas colectivas de los grupos y de las sociedades humanas.

 Según el especialista español Ángel Aguirre Baztán, uno de los


máximos teorizadores y sistematizadores de la disciplina en nuestro
país, “la etnopsicología tiene por objeto: a) registrar la variabilidad de
los comportamientos humanos desde sus propios contextos culturales;
b) analizar la especificidad cultural de las manifestaciones
sintomáticas de las enfermedades psicosomáticas, en cada contexto
cultural; c) analizar las formas de comportamiento y de sintomática
como aspectos de la identidad cultural y de los grupos; d) proclamar la
universalidad de las estructuras humanas y la relatividad cultural de
sus manifestaciones. Todo esto tanto a nivel de culturas primitivas y
tradicionales como a nivel de culturas urbanas”.

La etnopsicología se suele subdividir en tres disciplinas


fundamentales: a) la psicología cultural, también denominada
antropología psicológica, que se propone la interpretación del
comportamiento humano desde su dimensión cultural, tanto universal
como particular; b) la psicología étnica, que se interesa por el
comportamiento de los grupos humanos en cuanto poseedores de una
identidad cultural o étnica; y c) la psicología transcultural, basada en la
comparación etnológica de las similitudes y diferencias de la conducta
grupal de las comunidades étnicas. Entre los objetivos de todas estas
ramas figuran, por ejemplo, el estudio de la psicología de la edad
(infancia, adolescencia, ancianidad, etc.), del género (masculino y
femenino), del supuesto “carácter nacional” y de la “visión del otro”
que tiene cada pueblo, de fenómenos como la emigración, el
biculturalismo, el turismo, etc.

Los antecedentes de la disciplina etnopsicológica hay que buscarlos


en el siglo XIX, en el que, sobre todo en la Alemania prerromántica y
romántica, hubo un gran interés por el estudio de la “psicología
colectiva” y de la “psicología de los pueblos”, y vieron la luz empresas
intelectuales tan importantes como la revista Zeitschrift für
Völkerpsychologie (Revista de Psicología Popular). Posteriormente,
fueron el psicólogo alemán Wilhelm Wundt (1832-1920), en los diez
volúmenes de su Völkerpsychologie (Psicología popular) (1900-1920),
y Sigmund Freud (1856-1939), en Massenpsychologie und Ichanalyse
(Psicología de las masas y análisis del Yo) (1921), entre otras obras,
quienes desarrollaron de modo decisivo los métodos científicos, y
propusieron objetivos originales y específicos para esta disciplina.

Por la misma época en que Wundt y Freud elaboraban sus teorías y


desarrollaban una disciplina etnopsicológica con métodos y objetivos
autónomos, aparecieron (partiendo de las teorías de la escuela
difusionista) dos corrientes de pensamiento antropológico que
contemplaron los aspectos psicológicos de las sociedades humanas
desde el punto de vista de su evolución cultural: se trata del
particularismo histórico de Franz Boas (1858-1942), que defendía que
“unos mismos fenómenos pueden desarrollarse en una multitud de
formas”, debido al cambio por difusión y a la interdependencia
subsiguiente de todos los fenómenos culturales entre sí y con sus
condicionantes naturales, físico-biológicos, psicológicos y
sociohistóricos; y de la llamada Escuela alemana de “los círculos o
ciclos culturales”, que defendía que la difusión se desarrollaba en
forma de grandes círculos o ciclos a partir de escasos núcleos
civilizados, que la cultura y todos sus componentes (entre ellos el
psicológico) constituyen una entidad compleja que emigra
conjuntamente, y que el estudio de los pueblos debe hacerse desde
una perspectiva general que englobe, por ejemplo, a todos los pueblos
de un continente y todos sus elementos constitutivos, incluidos
también los psicológicos.

Un interés mucho más particularizado por los fenómenos


etnopsicológicos es el que demostró la escuela antropológica
norteamericana denominada “Cultura y personalidad”, que desarrolló
una intensa actividad en Estados Unidos entre las décadas de 1920 y
1950, aproximadamente. Muy influidos por las teorías de Boas y de
Freud, los antropólogos pertenecientes a este movimiento,
especialmente Abram Kardiner (1891-1981), que había sido discípulo
directo del segundo, prefirieron combinar el trabajo de campo
etnográfico no con una perspectiva historicista diacrónica, sino con
una prospección sincrónica del comportamiento y de la psicología, que
consideraron mucho más operativa y útil a la hora de analizar y definir
la personalidad de los pueblos. En una etapa posterior, las nuevas
orientaciones que fue tomando la disciplina psicoanalítica, de la mano
de una renovadora generación de especialistas europeos establecidos
en Estados Unidos, contribuyeron a una mayor autonomía de la
etnopsicología con respecto a las teorías culturalistas generales, y la
dotaron de unos objetivos metaculturales que abrieron a esta
disciplina nuevas e interesantísimas perspectivas. Entre aquella
generación de especialistas que intentaron la síntesis entre
antropología y psicoanálisis destacaron el estadounidense de origen
húngaro George Devereux (1908-1985), director de la revista
Ethnopsychiatrica y autor de unos trascendentales Essais
d’ethnopsychiatrie générale (Ensayos de Etnopsiquiatría General)
(1971) y Ethnopsychanalyse complémentariste (Etnopsicoanáliis
complementarista) (1972); Géza Róheim (1891-1951), otro
estadounidense de origen húngaro, autor de Psychoanalysis and
Anthropology (Psicoanálisis y antropología) (1950) y Magic and
Schizophrenia (Magia y esquizofrenia) (1955); y Bruno Bettelheim
(1903-1990), estadounidense de origen austríaco autor de Symbolic
Wounds (Heridas simbólicas) (1954) y The Uses of Enchantment
(Psicoanálisis de los cuentos de hadas) (1976).

Otra de las tendencias actuales más interesantes de los estudios de


etnopsicología es la que parte de la etología o ciencia que estudia las
relaciones entre el comportamiento animal y el humano. Entre los
autores que han intentado acercamientos de este tipo figura, por
ejemplo, Irenäus Eibl-Eibesfeld, autor de obras como Der
vorprogrammierte Mensch: Das Ererbte als bestimmender Faktor im
menschlichen Verhalten (El hombre preprogramado: lo hereditario
como factor determinante en el comportamiento humano) (1973).

Posiblemente uno de los campos de análisis más fructíferos,


interesantes y de actualidad de la etnopsicología sea el del llamado
“carácter nacional” de los pueblos que, desde el siglo XIX hasta la
actualidad, ha dado origen a numerosas teorías que no han
conseguido una aceptación científica general porque muchas veces
han estado condicionadas o teñidas de parcialidades, simplificaciones
y propaganda política subliminal, cuando no de un racismo no
disimulado. Pese a ello, algunas reflexiones al respecto han tenido y
siguen teniendo extraordinario interés, especialmente cuando se
hicieron con el rigor que tuvieron las de Tomàs Carreras i Artau (1879-
1954), autor de interesantes estudios sobre la etnopsicología catalana
e hispánica; o cuando su objetivo es desmitificador, como es el caso
del libro de Julio Caro Baroja El mito del carácter nacional (1970).
También tienen un cierto interés, aunque sus aspectos interpretativos
deban ser siempre relativizados, los abundantes estudios que, sobre
todo en Estados Unidos, han pretendido en las últimas décadas hacer
una definición sintética de los modos de comportamiento, valores y
ética de los pueblos para poder definir su personalidad colectiva. Este
tipo de acercamientos abundan también en los países o regiones
donde está vivo el sentimiento o la actividad nacionalista. En el ámbito
ibérico, puede citarse al respecto el libro de Mikel Azurmendi Nombrar,
embrujar: para una historia del sometimiento de la cultura oral en el
País Vasco (1993), ejemplo de reflexión bien documentada y
estimable sobre la cuestión.

Otro de los campos más abiertos y prometedores que quedan dentro


del ámbito de la etnopsicología relacionada con los estudios sobre el
“carácter nacional” es el del estudio de “los otros”, de la visión que
cada pueblo tiene de los pueblos vecinos, aliados o rivales, y que está
generando una bibliografía cada vez más amplia y sólida, entre la que
puede mencionarse, por ejemplo, el libro de Tzveztan Todorov, La
conquête de l’Amerique. La question de l’autre (La conquista de
América. La cuestión del otro) (1982).

En España, también se están realizando en la actualidad estudios


locales de etnopsicología, como revela, por ejemplo, el profundo
tratado de José Antonio Martín Herrero titulado Tal como somos:
Etnopsicología de una comunidad ibérica (1995), centrado sobre una
comunidad de la provincia de Salamanca.

J. M. Pedrosa.

Temas relacionados
Antropología Cultural.
Etnología.
Psicología.
Psiquiatría.

Bibliografía
T. Carreras i Artau, Una excursió de psicologia i etnografía hispanes
(Barcelona, 1918).
T. Carreras i Artau, “Psicologia del poble catalá”, Manual per a
recerques d’Etnografia de Catalunya (Barcelona, 1922) pp. 51-72.
W. H. R. Rivers, The Contact of Peoples in Psychology and Ethnology
(Londres, 1926).
C. R. Aldrich, The Primitive Mind and Modern Civilization (Londres-
Nueva York, 1931).
E. H. Erikson, Identity. Youth and Crisis (Nueva York, 1968).
J. Caro Baroja, El mito del carácter nacional (Madrid, 1970).
C. Lisón Tolosana, Perfiles simbólico-morales de la cultura gallega
(Madrid, 1974).
R. Needham, Primordial Characters (Charlottesville, 1973).
M. Pagès, La vida afectiva de los grupos (Barcelona, 1977).
C. Esteva-Fabregat, Cultura, sociedad y personalidad (Barcelona,
1978).

ETNOLOGÍA ES UNA DISCIPLINA ESPECIALIZADA DENTRO DEL CAMPO MÁS AMPLIO DE LA


ANTROPOLOGÍA. DENTRO DE ESTA DISCIPLINA, LAS CARACTERÍSTICAS DE IDENTIFICACIÓN DE
UN GRUPO CULTURAL O ÉTNICO CONCRETO, SE ESTUDIAN EN DETALLE, CON UN OJO HACIA LA
COMPRENSIÓN DE CÓMO CADA UNO DE ESTOS ELEMENTOS FORMA LA FUNCIÓN INTERNA DE
ESE GRUPO. A MENUDO, EL ESTUDIO ABARCARÁ TAMBIÉN LA COMPRENSIÓN DE CÓMO UN
SEGMENTO PARTICULAR DE LA FAMILIA HUMANA UTILIZA SUS CARACTERÍSTICAS ÚNICAS DE
RELACIONARSE CON OTROS GRUPOS ÉTNICOS Y CULTURALES, RECORDANDO ASÍ A LA
ETNOPSICOLOGIA COMO LA INVESTIGACIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LAS RAZAS Y DE LOS
PUEBLOS.
HAY VARIAS ÁREAS DE INTERÉS QUE COMPONEN LA ETNOLOGÍA DE CUALQUIER
INVESTIGACIÓN SERIA. PARA CUALQUIER GRUPO RACIAL, ÉTNICO O CULTURAL, LA ATENCIÓN
SE CENTRA EN LOS COMPONENTES QUE LE DAN AL GRUPO SU PROPIO SABOR ÚNICO. ESTO
INCLUYE ELEMENTOS COMO LOS ORÍGENES DE LA COMUNIDAD, LA DISTRIBUCIÓN DE SUS
MIEMBROS, Y LA ESTRUCTURA SOCIAL INTERNA, QUE HA EVOLUCIONADO CON EL TIEMPO. CON
EL FIN DE APRECIAR PLENAMENTE ESTOS FACTORES, TAMBIÉN ES NECESARIO PARA
COMPRENDER EL PAPEL QUE LA RELIGIÓN, EL IDIOMA, LA ECONOMÍA Y LATECNOLOGÍA EN LA
FORMACIÓN DE LA IDENTIDAD DEL GRUPO.
LOS GRUPOS ÉTNICOS, ASÍ DEFINIDOS, TAMBIÉN PUEDEN SER CONSIDERADOS COMO PUEBLOS,
NACIONES, NACIONALIDADES, MINORÍAS, TRIBUS, O COMUNIDADES, SEGÚN LOS DISTINTOS
CONTEXTOS Y CIRCUNSTANCIAS. A MENUDO SE IDENTIFICA A LOS GRUPOS ÉTNICOS EN
FUNCIÓN DE SUS RELACIONES CON GRUPOS SIMILARES Y CON EL ESTADO. DE HECHO, MUCHOS
CONFLICTOS ÉTNICOS EN EL MUNDO OBEDECEN A PROBLEMAS SURGIDOS A RAÍZ DE LOS
CAMBIOS EN LA POSICIÓN DE UN GRUPO ÉTNICO DENTRO DEL MARCO SOCIAL MÁS AMPLIO.

AL MISMO TIEMPO, EL PROCESO ETNOLÓGICO EXPLORA EL ORIGEN Y DESARROLLO DE


ACCIONES E IDEAS QUE SON CONSIDERADOS TABÚ DENTRO DE UN GRUPO SOCIAL PARTICULAR
TRATANDO DE RECREAR LA CADENA DE ACONTECIMIENTOS QUE LLEVARON A ESTAS IDEAS Y
ACCIONES.

EN SU NÚCLEO, LA ETNOLOGÍA SE TRATA DE CREAR UNA HISTORIA DE LA FAMILIA HUMANA,


CON LA DEBIDA CONSIDERACIÓN DE CADA CULTURA QUE HA CONTRIBUIDO O SIGUE
CONTRIBUYENDO A LA GENTE DE HOY CÓMO PENSAR, ACTUAR, EL CULTOY EN DIRECTO. DESDE
ESTA PERSPECTIVA, LOS OBJETIVOS DE LA ANTROPOLOGÍA Y LA ETNOLOGÍA EN GENERAL QUE
SE CENTRA EN LOS ASPECTOS SOCIALES O CULTURALES DENTRO DE UN GRUPO EN
PARTICULAR SON MUY SIMILARES. COMO CON TODAS LAS RAMAS DE LA ANTROPOLOGÍA, LA
ETNOLOGÍA PROPORCIONA UNA FUNCIÓN PRODUCTIVA Y NECESARIA EN LA COMPRENSIÓN DE
QUIÉNES SOMOS Y CÓMO LLEGAMOS A SER LO QUE SOMOS HOY.

CONCEPTO DE ETNOPSICOLOGÍA El concepto de “etnopsicología”, que


alberga dos componentes fundamentales: “cultura” (etnos) y “personalidad”
(psicología) es decir, la identidad cultural explicada desde el comportamiento
psicológico. E n g e n e r a l , s e c o n c i b e l a “etnopsicología” como una
“continuación” histórica y temática del movimiento “Cultura y Personalidad”.
Recordemos, por un lado que este movimiento nació como estudio de la
“mentalidad primitiva” de los pueblos y más tarde, como estudio del “carácter
nacional” de los pueblos. a) Para realizar una adecuada definición de la
“etnopsicología” será necesario definir, qué es cultura y qué es personalidad.
La cultura es: Un sistema de conocimiento que nos proporciona un modelo de
realidad a través del cual damos sentido a nuestro comportamiento. Este
sistema está formado por un conjunto de elementos interactivos
fundamentales, generados y compartidos por la organización como eficaces
para alcanzar sus objetivos, que cohesionan e identifican, por lo que deben ser
transmitidos a los nuevos miembros. (Aguirre,2004: 125). Destacar en esta
definición, que la cultura es un sistema de conocimiento que nos hace
inteligible la realidad, al igual que, en menor escala, la economía nos hace
entender el mundo monetario. Pero, sobre todo, es un conjunto de elementos
interactivos (valores, lenguajes, productos, creencias, historia) fruto de la
interacción de los miembros del grupo cultural, comandados por el líder. La
cultura cohesiona, identifica y es eficaz para alcanzar los objetivos del grupo.
Por ello, hay que transmitirla a los nuevos para que accedan al “nosotros
cultural común”. Como “personalidad” entendemos: Un conjunto de elementos
psicológicos internos y estables que estructuran la conducta del individuo o del
grupo, de una manera diferente y propia a como lo hacen otros, en situaciones
similares. El concepto de identidad surge del individuo y del grupo, al
considerarlos “sujetos de atribución”, porque, es y tiene identidad, lo que es
sujeto de acción, de una forma individuada. (Aguirre & Morales, 1999).
Podríamos decir que, la identidad psicológica (etnopsicología) de un grupo o de
una comunidad, nace de la angustia interior por la desintegración del grupo, a
la cual se contesta con una “ilusión grupal”: La ilusión grupal responde a un
deseo de seguridad y de preservación de la unidad yóica amenazada, por eso,
reemplaza la unidad del individuo por una identidad de grupo: a la amenaza
dirigida hacia el narcisismo individual, responde reinstaurando el narcisismo
grupal (Anzieu, 1986: 102). El individuo, a través de la imagen del cuerpo, crea
un imaginario grupal, como una r e spue st a na r c isist a a l a angusti a de
desmembración, de cuarteamiento, de escisión, de disgregación, de cuerpo
arlequinado, es decir, el imaginario es una respuesta a la angustia de muerte
cultural, individual o grupal. El imaginario grupal puede ser doble, según se
vivencie el interior y el exterior. En los grupos cerrados, el interior recela del
exterior, mientras que en los grupos abiertos, el interior necesita del exterior
para poder realizarse. En los “grupos cerrados”, (sectas, cuarteles, internados,
cárceles, etc.) se hace patente la angustia de seguridad e identidad, por lo que
tienen una componente “paranoide” (desde fuera nos amenazan con
disolvernos). Por eso, los “grupos cerrados” intentan ser

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