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Evau17-18
La parte teoú rica de la oratoria que se ocupa del estudio concreto de esas
reglas y de la ensenñ anza de las partes del discurso es la retórica.
Por tanto, la praú ctica judicial ateniense que obligaba a los ciudadanos a
defender sus causas ante los tribunales y el hecho de que todo aqueú l que
quisiera seguir la carrera políútica debíúa dominar el arte de la palabra, para
ganarse el favor de sus conciudadanos en la Asamblea, favorecioú y popularizoú el
estudio de la oratoria.
Auú n asíú, por regla general, cuando un ciudadano teníúa que defenderse ante
un tribunal solíúa acudir a un logógrafo (escritor de discursos profesional) y
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despueú s lo memorizaba; los ciudadanos maú s ricos acudíúan a los sofistas que
hicieron de la ensenñ anza de la oratoria y la retoú rica la parte fundamental de su
labor profesional.
No habíúa líúmites muy ríúgidos entre las categoríúas. Por ejemplo, era
frecuente que en los discursos de caraú cter judicial, que implicaban una cierta
rivalidad políútica, se incluyeran temas propios de la epidíúctica, como la
alabanza de los antepasados y la exaltacioú n de los grandes acontecimientos
pasados.
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del 411, y de quien el historiador Tucíúdides hizo grandes elogios. De eú l nos quedan tres
ejercicios oratorios, “Tetralogíúas”.
En cuanto a la estructura, eú l fue al parecer el que dio el esquema que sirvioú de base a los
posteriores discursos forenses. El discurso se compone de cuatro partes
fundamentales:
LISIAS
Los discursos judiciales eran escritos por profesionales para que los
pronunciaran los propios interesados. A estos profesionales, como ya se ha dicho
antes, se les llamoú “logógrafos” y ganaron merecida fama de oradores.
Estos son los medios de que se vale Lisias para resaltar su cualidad principal
e inconfundible, que constituye su personalidad y cuyo encanto e intereú s conserva
hasta hoy. Es un narrador nato. Tiene la cualidad natural de crear un cuadro, de
colocar en eú l los personajes con luz y expresioú n apropiadas, con su personalidad y
con el míúnimo de medios necesarios, pero sin que falte ninguno. Sus figuras vivas y
escenas reales no conocen, como sucede en la comedia, el grave peligro de la
tipificacioú n abstracta y geneú rica. Las narraciones de Lisias, junto con la comedia y
el drama en general, constituyen un enriquecimiento de la personalidad y una
experiencia humana de gran intereú s psicoloú gico y de gran valor artíústico.
DEMÓSTENES
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pasoú un tiempo como actor, y sirvioú en el ejeú rcito, en donde se distinguioú . Tambieú n
ocupoú varios puestos de alguacil en tribunales, y en particular en la Bouleú ..
Participoú en varias campanñ as militares que le llevaron finalmente a la arena
de la políútica y por esta razoú n fue enviado en una embajada para levantar al
Peloponeso contra Filipo II de Macedonia. Sin embargo en una segunda embajada
en el anñ o 347 a. C parece ser que Filipo logroú ponerle totalmente de su parte. Por
este motivo fue acusado por Demoú stenes y por Timarco de alta traicioú n. Esquines
contraatacoú acusando a Timarco de haber perdido el derecho de hablar frente al
puú blico como consecuencia de sus relaciones en la juventud, que le habíúan dejado
una reputacioú n de prostituto (Timarco habíúa sido el eromenos de muchos hombres
en la ciudad portuaria del Pireo). Tras este discurso Timarco fue sentenciado y se
dice que aparecioú ahorcado.
Este discurso, Contra Timarco, es considerado muy importante por la gran
cantidad de leyes atenienses que cita, y por la luz que arroja sobre la construccioú n
de relaciones homosexuales entre los hombres de esa eú poca. En particular, es un
documento muy valioso que muestra la permisividad que existíúa entre los
atenienses a la hora de contemplar las relaciones homosexuales entre hombres y
joú venes. Muestra que dichas relaciones eran permitidas siempre y cuando
estuviesen basadas en el deseo y en la persuasioú n, tal y como Esquines describe sus
propias relaciones con joú venes, sus discusiones con ellos y los poemas que les
dirige, a la vez que lo utiliza para evitar que dichas relaciones puedan usarse en su
contra. Por otra parte, las relaciones que estaban basadas en acuerdos financieros
en los que el joven vendíúa sus favores a cambio de dinero (que era de lo que se
acusaba a Timarco), no eran aceptadas y, por el contrario, eran condenadas.
Como consecuencia de su exitoso ataque a Timarco, Esquines fue absuelto
de los cargos de traicioú n que eú ste le habíúa imputado.
En 343 a. C. Demoú stenes renovoú sus ataques contra Esquines en su discurso
titulado Sobre la Falsa Embajada. Esquines replicoú con otro discurso .Esta rivalidad
fue constante hasta el anñ o 330 a. C., momento en que los dos rivales pronunciaron
los discursos Contra Ctesifonte (Esquines) y Sobre la Corona (Demóstenes). El
resultado fue una completa victoria de Demoú stenes.
Esquines se exilioú de forma voluntaria y se fue a vivir a Rodas, en doú nde
abrioú una escuela de retoú rica. Maú s tarde se mudoú a la isla de Samos en donde murioú
a la edad de setenta y cinco anñ os.
Sus tres discursos, que en la antiguü edad recibieron el apodo de "las tres gracias", se
situú an al nivel de los de Demoú stenes y son los siguientes: Contra Timarco, Sobre
la embajada fraudelenta y Contra Ctesifonte
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RESUMEN EVAU.
Podríamos definir la oratoria como el arte de crear bellos discursos con la intención de
persuadir. Se pretende, pues, poner la belleza literaria al servicio de la utilidad (por ejemplo,
para ganar un juicio o para convencer a los conciudadanos de una medida política). A partir del
siglo V a.C. se convirtió en género literario en Grecia.
Tiene antiguos precedentes, pues ya en la Ilíada hay muestras de ella y los propios héroes
reconocen que a unos los dioses les dieron la cualidad de luchar bien en la guerra y a otros la
de hablar hábilmente en la asamblea, como a Néstor.
Pero lo que de verdad desarrolló el género fue la vida de la polis, que exigía la participación del
pueblo en su gobierno y la necesidad de defender intereses privados ante los tribunales.
Atenas es el mejor ejemplo de ello.
Tipos de oratoria
De acuerdo con los fines concretos que perseguía, se divide la oratoria en: forense (δικανική),
política (συμβουλευτική) y de exhibición (επιδεικτική).
La oratoria forense servía para hacer buenos discursos ante los tribunales. De gran utilidad si
se tiene en cuenta que en Grecia el acusado había de defenderse personalmente en el juicio,
sin representación de abogado como hoy, por lo que dependía muchas veces de su habilidad
para salir airoso o sufrir una condena (la Apología de Sócrates es un buen ejemplo de este tipo
de discurso).
Los que no tenían esta habilidad recurrían a un experto para que les compusiera los discursos y
luego ellos se los aprendían de memoria y los pronunciaban ante el tribunal.
La oratoria política, por su parte, enseñaba el arte de deliberar en la asamblea.
El tercer tipo de oratoria, la de exhibición, tenía un fin más teórico que las anteriores. Se
utilizaba en los discursos pronunciados ante grandes multitudes en las fiestas; derivó luego en
mera exposición pedante en banquetes, en discusiones filosóficas o en la literatura. Alcanzó su
momento culminante en la segunda sofística, durante el siglo II d. C.
El discurso solía estar dividido en cuatro partes: el prólogo, la exposición, la prueba y el epílogo.
B. AUTORES Y OBRAS
ORATORIA LISIAS DISCURSOS Escritos destinados a litigantes que cubren una gran
variedad de temas, desde el asesinato hasta el adulterio y
la malversación.
ORATORIA ESQUINES CONTRA TIMARCO Discurso compuesto en el 346-345 a.C. para enfrentarse
al proceso que este personaje, amigo de Demóstenes, se
disponía a abrir contra el autor.
ORATORIA DEMOÓ STENES FILIÓPICAS Discursos elaborados en contra de la política
expansionista del rey de Macedonia.
ORATORIA DEMOÓ STENES SOBRE LA CORONA Discurso judicial de defensa a Ctesifonte y de ataque
vehementemente a todos aquellos que