Apuntes de Un Videógrafo Ruben Pouquette Primera Edición

Apuntes de un videógrafo

Ruben Pouquette
Notas, ensayos y otros textos acerca del oficio de hacer videos
en eventos sociales.

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Pouquette, Rubén Alejandro
Apuntes de un videógrafo / Rubén Alejandro Pouquette. 1a ed. adaptada. Villa
Luzuriaga : el autor, 2016.
Libro digital, PDF

Archivo Digital: descarga
ISBN 9789874217066

1. Producción Audiovisual. 2. Análisis Cinematográfico. 3. Cine Documental. I.
Título.
CDD 778.5

No está permitida la reproducción total o parcial de la
obra, ni su tratamiento o transmisión por cualquier medio
o método, sin autorización escrita del autor.

Hecho el depósito que marca la ley.

Para contacto o más información sobre el autor:
rbnpou@gmail.com
www.Pouquette.com.ar
fb.me/rubenpouquette
Fanpage del libro:
fb.me/apuntesdeunvideografo

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Dedicado especialmente a la persona que me acompañó y apoyó en
este camino y en mi vida, mi esposa Erica Terreros.

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Índice
¿Qué es y que no es este libro?. 8
Prólogos. 9
Prefacio. 12
Videógrafo. 14
Astronomía cinematográfica. 16
Historias… ¿qué historias?. 19
Mi cambio a las DSLR. 21
Cinemascope. 23
Siempre hay algo que contar. 25
Workflow de montaje. 26
Estructuras narrativas. 29
¿Qué es y qué hace un videógrafo?. 31
Consejos. 33
¿Qué es el video cinema?. 35
Guia de estilo. 37
El montaje paralelo. 41
La formalidad del video. 42
El porqué del cuanto. 43
Video de autor. 49

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Lo que veo. 51
Sobre las fotos y el video bajo las mismas condiciones. 53
Hábitos. 55
El problema del amor. 57
La entrega. 59
El sonido. 62
Las entrevistas. 64
Balanceando las expectativas en la narración. 65
Vestimenta. 67
Desde el comentario, a la historia. 69
Preguntas que podríamos hacernos. 71
Epílogo. 74

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¿Qué es y que no es este
libro?
Este libro no es, necesariamente, de anécdotas sobre mi trabajo. Es uno con
pretensiones más o menos técnicas en el que escribo acerca de lo que hago,
como lo hago y porqué lo hago. Se podría decir que es un compendio de
apuntes matizados con mis opiniones. En el primer armado incluía algunas
vivencias y opiniones personales sobre eventos y otros aspectos de la
videografía, pero los retiré considerando que no sumaban a la intención inicial
de la publicación. No obstante, no todos los artículos se encuentran exentos de
sarcasmo y, porqué no, ironía, ya que a pesar de todo lo dicho y lo auto
censurado, simplemente soy así.

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Prólogo de Tomás Utiliano
Acabo de terminar de leer “Apuntes de un videógrafo” y se me vienen varias
cosas a la cabeza que quisiera ordenar de la mejor manera que pueda. Primero
decir que aplaudo de pie el trabajo y la audaz iniciativa del autor; nunca había
tenido en mis manos un libro que hablara sobre nuestro oficio/profesión. Creo
que aportes como este ayudan de sobremanera a nuestro gremio, del cual,
aunque suene repetitivo, solo de nosotros dependerá que sea valorado,
respetado y reconocido. Además de darnos cuenta de la gran responsabilidad
que está en nuestras manos: la de preservar en el tiempo una memoria, y al
mismo tiempo disponer de una gran libertad para tomar el encargo y
transformarlo en arte y comunicación.
Si en un tiempo la Historia se escribió en palabras, hoy es nuestra
responsabilidad la de invocarla a través de imágenes y sonidos. Aquella
Historia que en un momento se vio determinada por grandes acontecimientos
mundiales, hoy es matizada por pequeñas historias de personas anónimas
cuya representación de una época y contexto generan una mirada histórica sin
precedentes. De los grandes relatos hemos pasado a los pequeños relatos y
muchas veces solamente voces fragmentarias. Cada vez más, la gente es
participe de aportar una página de las millones que componen la Historia
Contemporánea.
Veo con gran optimismo nuestro futuro como videógrafos. Preveo cada vez
más la necesidad audiovisual en la vida diaria de las personas. Apuesto por
este libro pensando en las generaciones que estén venir y que necesiten de un

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referente escrito que explique de manera cercana cada etapa de trabajo del
videógrafo de bodas.
Entonces, ¿qué es ser un videógrafo hoy?. Es quizás la evolución inevitable que
tendría el cinematógrafo. Es la síntesis de todos los oficios del cine en una sola
persona. Es trabajar como un creador de contenidos para redes sociales, un
storyteller multimedia capaz de ser el productor, distribuidor y exhibidor de su
propia obra. Un community manager que mantiene contacto directo y
frecuente con su audiencia. Una mirada libre sobre el mundo, un creador, un
observador de la vida, un cazador de poesía. La excepción a la industria
formadora de imágenes y de “verdades” como el cine y la televisión. Y, quizás,
audiovisualmente hablando, uno de los sectores con mayor libertad del medio
y con más necesidad de nuevas propuestas a diario. Ser videógrafo hoy se ha
vuelto popular y al mismo tiempo necesario de ser tomado en serio, como este
libro lo hace para que seamos responsables de las imágenes y sonidos que
generemos, las cuales compondrán la memoria de nuestro tiempo.
Tomás Utillano

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Prólogo de Santi Veiga
Me ha fascinado su visión y enfoque. Sin duda alguna, una obra que todo
videógrafo debe de tener en su librería, siempre cerca. Es muy bueno tener la
opinión y la manera de trabajar de otros colegas, eso nos ayuda a comprender
mucho mejor este maravilloso trabajo que tanto sacrificio requiere y tantas
alegrías nos da.
Me ha encantado la sencillez con la que trabaja y la cercanía hacia el lector,
pudiendo comprender sin tecnicismos ni adornos la obra en cuestión. Las
parejas de hoy en día, tienen la vista mucho más educada que años atrás, la
competencia es muy dura y tenemos la obligación de esforzarnos para entregar
un gran documento que permanezca elegante, atractivo y con mucho
contenido para el resto de sus vidas, y así, lo puedan disfrutar las generaciones
venideras. Hacer películas de parejas es algo extraordinario, escucharles,
comprender su historia y filmar su enlace dándole sentido a todos esos años de
noviazgo que al final se convierte en matrimonio.
A Rubén le deseo la mejor trayectoria en su carrera, que siga emocionando a
sus clientes y que nos muestre un pedacito de su visión como en esta obra lo
hace.
Gracias por mostrar al mundo del reportaje social tu talento y tu persona.
Santi VEIGA.

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Prefacio
Cuando empecé a grabar eventos sociales estaba solo. Literalmente. Mis
aspiraciones eran grabar los eventos con la calidad técnica de una película. Y
bien lejos de aquel tiempo, las limitaciones e ignorancia del medio me
permitieron aprender experimentando.
Mis inspiradores en aquel entonces: Spielberg, Kubrick, Tarantino, y muchos
otros cineastas que empezaban a abrir sus blogs escribiendo sobre sus films, lo
que me permitía apoyar a toda la literatura y libros técnicos que consumía.
Siempre fui curioso y detallista. Cualquiera de las dos cualidades me llevaba a
discusiones filosóficas y políticas sobre el trabajo.
Por aquel entonces lo único que encontraba en internet eran más o menos los
mismos textos que había leído y releído varias veces. Algunos resúmenes eran
interesantes y bien aplicables a lo que buscaba. Muchos eran una literal
transcripción.
No recuerdo exactamente en qué año, o en qué momento, escribí el primer
texto. Si tengo claro que lo hice para colaborar con la “comunidad” que tanto
me había dado. Darle una mano al que, como yo un tiempo atrás, buscaba
textos o algo que lo oriente o en qué basarse para poder llevar adelante una
producción con algo más de calidad técnica, algo que fundamente lo que siente
pero no sabe cómo llamarlo.
Mi idea base era escribir algo que comprendiera cada una de las etapas de la
producción de un evento social. Producción de video, claro (aunque tengo que

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decir que he estudiado sobre otras actividades en lo que respecta a los
eventos).
Si sirve o no, no podría decirlo objetivamente: mucho de lo que he leído
solamente ha llenado huecos en todo lo que aprendí; he encontrado el
fundamento en muchas cosas que “sentí” al grabar o editar el material: se
podría decir que somos el conocimiento previo, sumado a nuestra experiencia.
Somos producto de algo más. Somos la herencia que se heredará, con el
agregado nuestro, lo que dará mucho más valor a lo experimentado, lo
aprendido, lo creado, lo mejorado.
Quiero agradecer el apoyo de Erica Terreros, mi amiga, compañera, colega y
esposa. Sin las discusiones o largas charlas reflexionando sobre lo que
hacemos y el amor que me da cada día, nada de esto hubiera sido posible.
A quienes me ayudaron a aprender y crecer en esta profesión, con quienes
también comparto una gran amistad: Lucas Miguel (por la insistencia para
empezar a trabajar en esto), Matías Testino (por las interminables
reflexiones), Paula Abella (por los mates y las conversaciones), Alejandra Vilar
(por los workshops), Paula Chiraulo (por la foto de portada también), todos
los colegas que están y todos los que han pasado por mi vida.
A Santi Veiga, Tomás Utiliano y Mariano Teócrito, por ser tan abiertos,
geniales y grandes profesionales (y haber leído el último borrador del libro
antes de la publicación).
A mi familia y a mis queridísimos amigos.

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FILOSOFÍA /
Videógrafo
Soy videógrafo. Pero joven. Me refiero a que uso el mote de “videógrafo”
desde hace poco tiempo. Antes era “camarógrafo”, y antes de eso lo que la
gente creyera: “cameraman”, “filmador”, “eldelvideo”, “elfotógrafo” y hasta
“ehvos!”.
El “escalafón” videógrafo engloba la capacidad de contar historias
desde la grabación hasta el montaje final, la destreza de la técnica
para manejar la cámara de video y la sensibilidad de apreciar el
sonido, entre otras supuestas capacidades.
Soy videógrafo, soy el encargado de registrar momentos, de ver las sensaciones
y los sentimientos que la gente experimenta durante uno de los eventos
sociales más importantes en su vida. Soy el encargado de discernir, de elegir,
de estar atento para presionar el botón de REC en el momento que crea
adecuado. Soy el que salvaguarda los recuerdos “crudos”, el que se encarga del
cuidado. Soy el que monta y edita esos recuerdos para que tengan un sentido
narrativo y dramático. Soy el que musicaliza o deja silencios para destacar lo
que sucede. Soy el que espera a que termine el render final, después del cual
voy a poder visualizar el material como parte de su familia, como protagonista
secundario de ese evento. Soy el que entrega la película final y espera. Espera,
espera... y a veces le dan una crítica. Otras no. Pero es normal.
En eso pensaba mientras en la cabeza me daba vueltas una fiesta que estaba
terminando. La música que usar, el tipo de montaje que iba a implementar. La

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preocupación, el esmero, en pos de trascender y volverme invisiblemente
eterno en 40 y pico de minutos de material.
Pero no importa. No importa el tiempo ni dedicación invertida. La imagen de
videógrafo grosso que trabaja mucho, bien y cobra acorde al trabajo realizado,
es justamente eso: una imagen. El tiempo invertido no se recupera
proporcionalmente a lo que se cobra. Los riesgos no son agradecidos como se
debe. La inversión en equipos tarda en amortizarse. La familia y amigos no
entienden lo que hacemos durante tantas horas y, a veces días, pero les agrada
momentáneamente cuando lo ven.
Y alguien a veces nos da un tranquilizador “gracias, el video está bueno”.
Soy videógrafo, lo reitero. Y no estoy en esto por el dinero y a veces ni por la
fama. Estoy en esto porque amo lo que hago. Y, si bien no hay compensación
por mi tiempo, mi formación o mis ganas, es lo que elegí, lo que amo. Es el
trabajo que me dio más satisfacciones en mi vida.

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PERSONAL /
Astronomía cinematográfica
A veces para explicar de alguna manera la satisfacción que da la concreción
positiva de un hecho específico que depende de varios factores o variables, uso
el término "planetas alineados".

Sobre un evento digo eso cuando el material grabado y posteriormente
editado, cumple con lo esperado: lograr una conexión emocional satisfactoria
entre quien lo visualiza, y quien lo realiza (en este caso el cliente que me
contrata, y el equipo de producción respectivamente).
Hace poco sucedió algo así otra vez. Y fue tan significativo que me impulsó a
escribir estas líneas tratando de analizar, de alguna manera, ese hecho.
Diciembre del 2015 fue un mes como tantos otros, en los que la vorágine del
trabajo de edición convive con la realización y producción habitual. Y con el
agregado de tener como meta todo el material listo para entregar antes del 15
de enero del 2016 un total de 10 eventos.
Uno de ellos resistió un poco al tiempo normal dispuesto para cada edición. Y
superó la cantidad de horas porque "algo había ". Ese algo era parte de lo
vivido durante el evento y, sobre todo, la simpatía, espontaneidad y lo
extrovertidos de cada uno de los componentes de la familia que parecía
traspasar lo grabado, sin detenerse en la intimidación que podría producir el
tener una cámara grabando delante suyo.

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Y lo escuchamos, observamos y sentimos que el material necesitaba más
tiempo. Que necesitábamos tomar la distancia habitual para poder pensar
mejor el montaje (en épocas " normales" se dispone de más tiempo entre las
etapas de grabación, visualización y edición).
Y el corte final pareció reflejar el sentimiento de esa jornada. Digo "pareció"
porque faltaba que lo viera nuestra productora por un lado, y la familia por el
otro.
Pasado el tiempo, las críticas fueron positivas, y hasta hubo lágrimas por parte
de los que lo visualizaron.
Incluidos parte del equipo.

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TÉCNICA /
Historias... ¿qué historias?
Suelo hablar de “historias que suceden durante los eventos”. Y todas en mayor
o menor medida me tienen como protagonista. Pero ¿qué pasa en un evento?,
¿cuántas historias hay?, ¿cuántas personas mas o menos importantes
podríamos encontrar?, ¿la historia de cuántos podría ser relevante para ser
mezclada y/o contada a la par de lo que (obviamente) sucede?.
Ayer mismo pensaba en esto debido al texto de un colega quien como
disparador planteaba la historia de la torta en un cumpleaños (cuando la
entregan en el salón, cuando la colocan donde va a ser exhibida durante la
noche, mientras la decoran, y finalmente es presentaba y cortada, etc.). Y eso
me llevó al contenido y, posteriormente al título.
Cuando participamos grabando en un evento, solemos hacer foco en la historia
o historias más notables: en un casamiento podría ser la relación que une a los
novios; los padres y, si los tuvieran, los abuelos. También en circunstancias
que hayan rodeado a la familia. En un cumpleaños de 15 quizás sería la
preparación de la quinceañera y posterior ingreso al salón; los padres,
hermano/s, abuelos, contando alguna anécdota y/o grabando algún saludo. Y
normalmente ahí parece terminar todo.
Pero no.

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Hablo de buscar algo más. Porque siempre hay más historias, y a veces tan
ricas en contenido y profundidad que la simple entrevista realizada a la
agasajada o familia inmediata.
Algunos ejemplos de las historias a las que me refiero podrían ser las
siguientes, agrupadas en tipo:
Historias relacionadas a personas:
“Un familiar viaja muchos kilómetros para asistir a la fiesta”.
“Un abuelo/a rememora a su pareja”.
“La madrina ayudo y/o colaboró a "cumplir el sueño" de la
homenajeada”.
Historias relacionadas a sucesos que acontecen durante la fiesta
“El clima de la jornada comenzó siendo de una manera y terminó
siendo de otra (empezó con una noche despejada y terminó con
una lluvia intensa)”.
“La manera en que se va armando y “vistiendo” el salón”, hasta el
resultado final previo a la fiesta, pasando por detalles de la
decoración, y finalmente el estado en que queda todo al terminar
el evento”.

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Ahora, luego de esto, con la cabeza más despejada y con las ideas acomodadas,
ya no me quedan excusas para no buscar otras historias que pueda grabar y
luego servir para lograr un montaje más personal.

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TÉCNICA
Mi cambio a las DSLR
Hace un tiempo renové los equipos con los que trabajo. Pasé de usar una
videocámara a utilizar cámara de fotos para grabar el 100% de los eventos.
Hasta el momento utilizaba una DSLR para grabar el principio, y luego la
videocámara durante el resto de la jornada.
Como contaba, deje la videocámara (una Sony Z5 HDV) en pos de usar una
cámara de fotos. ¿Por Qué?. Las razones son varias (a favor): poca
profundidad de campo, portabilidad, practicidad, flexibilidad, entre algunas
pocas más. Mi reticencia por años al uso de las cámaras de fotos para grabar
videos sociales partía de la costumbre de usar equipos confiables y robustos,
equipos preparados para resistir y grabar video en casi cualquier condición,
que no me dejara “de a pie” en medio de una fiesta. Pero claro, a pesar de todo,
no dejaba de ser poco portátil, y el formato y medio de grabación empezaba a
revelarse como poco flexible y anticuado para determinadas exigencias
(personales y profesionales).
Así que sumé equipos: un nuevo cuerpo Canon 6D y un lente Rokinon
35mm. f/1.4. Esto se suma a otro cuerpo Canon t3i y un lente Canon
50mm f/1.4.
Y así empezaba el cambio de paradigma.
Por arenga de una gran colega, me zambullí de cabeza y grabar todo un evento
con DSLR. Reitero, me sentía reticente, por lo que mi plan era ir incorporando
poco a poco el equipo de manera de no padecer tanto la transición (e ir

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sintiéndome “seguro” poco a poco). Era una inseguridad falsa, porque, como
escribí más arriba, uso cámara con lente fijo durante el principio de cada
evento (para realizar detalles, cubrir sesiones de fotos, registrar invitados, etc),
y no más, ya que debido a las características del sensor, tenía un límite de ISO
muy bajo, pasado el cual, la calidad del video comenzaba a mostrar ruido.
Y me mandé. Y fue una experiencia interesante. Salir de mi zona de confort
significaba utilizar la misma focal durante todo el evento, comprometerme a
caminar y buscar las tomas, en vez de permanecer estático y hacer zoom.
Hacer lo que los fotógrafos dicen “ir a buscar la foto”. Si bien lo hacía, pero
el zoom de la videocámara me permitía acercarme sin involucrarme
demasiado, aunque, claro, sacrificando valiosos puntos de diafragma.
Hacía tiempo que no probaba cosas nuevas, así que pasar una noche
descubriendo características del equipo y buscando otros ángulos fue
divertido. Y, después de mucho tiempo, puedo decir que el material me deja
estéticamente más convencido que antes. Finalmente la imagen empieza a
tener la textura y el brillo que buscaba. Y ni hablar de los equipos nuevos, que
responden (y cómo), permitiéndome cruzar las barreras que tenía con las otras
cámaras, llevando el ISO y la apertura más allá de los límites. Y si esta parece
una declaración de película, es porque aún no probaron trabajar con poca
profundidad de campo y en bajas luces. Se los recomiendo.
Y ahora que ya lo hice, y que puedo declarar todo esto, los invito amablemente,
a cambiar el paradigma.

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TÉCNICA /
Cinemascope
Cuando comparamos algunas películas con los videos que grabamos, podemos
notar que la porción de imagen es más alargada de lo común, por lo que vemos
franjas negras arriba y abajo de la pantalla. A eso se llama “relación de
aspecto”. Esto es la proporción entre el ancho y largo del cuadro. Se calcula
dividiendo el largo por la altura, y se expresa normalmente como «X:Y» (4:3,
16:9, 2:35:1, etc.).
Las cámaras normalmente graban en 16:9 o como normalmente le decimos:
wide (widescreen). Y en ese aspecto es que suele editarse y entregarse el
trabajo terminado. En mi caso personal, usé ese aspecto durante mucho
tiempo debido a un detalle técnico de crominancia en uno de los equipos que
usaba.
Actualmente realizo la composición del cuadro en 2:35:1, o cinemascope, a
secas. Esta es la relación de aspecto clásica del cine, por tal motivo fue mi
elección. Como decía compongo (grabo), edito y publico en este formato, salvo
excepciones de producción.
A continuación detallo algunas técnicas que uso al momento de grabar y
editar.
Grabación y composición
Componer en cinemascope no tiene mucho misterio. Tan solo es cuestión de
recordar las reglas de tercios y trabajar en función de eso, y/o de lo mismo que

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siempre hemos utilizado. Pero hay algo que no se puede evitar, y es
preguntarse de qué manera nos podemos guiar para hacer el “recorte”, cuando
el visor que proveen los fabricantes de las cámaras tiene una relación de
aspecto de 16:9. Bien, hay dos soluciones, de las cuales una sirve solo para
cámaras de la marca Canon. La primera es la instalación de un agregado
llamado Magic Lantern. No voy a explayarme aquí sobre las ventajas para el
uso en videografía, las cuales considero de peso, y en cantidad. Me refiero a la
posibilidad de agregar marcas de “cropeo” (corte), siendo una de ellas la de
cinemascope.
La otra solución es bastante (más) casera: realizar marcas con alguna fibra
indeleble sobre la pantalla, previa colocación de un protector de visor, claro.
Edición
En esta etapa, luego de bajar el material (el cual proviene grabado en 16:9 pero
compuesto con las marcas, por lo cual hay que “ocultar” esa parte del video), lo
que hago es colocar una imagen (PSD o PNG) diseñada con barras negras
arriba y abajo, dejando el centro libre con la proporción de la relación de
aspecto, en una capa de video BLOQUEADA ubicada sobre todas las demás
capas de video. De esa manera contaremos con la guía inamovible para poder
editar teniendo la imagen de la misma manera que compusimos PERO con la
ventaja de poder mover el cuadro hacía arriba o abajo para poder
recomponer en caso que lo necesitemos.
Finalmente queda el proceso de exportación (o como finalmente arreglamos
las implementaciones caseras) después del cual podremos ver el material.

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FILOSOFÍA /
Siempre hay algo que contar
El título se ha convertido en mi mantra. Siempre que conozco a una familia
pienso en lo mismo.
Siempre hay algo que contar. Siempre hay un disparador para hilar una
historia. Pero también hay algo cierto, muchas veces los protagonistas del
evento están tan nerviosos que no pueden ayudar con la narración. Y este que
menciono es solo uno de los factores que conspiran contra el material final.

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TÉCNICA /
Workflow de montaje
Algunas veces hablando con colegas viene a la conversación el tema del
workflow del material grabado, y la posterior edición. Y es en ese último punto
donde el tiempo parece discurrir en cámara lenta durante el trabajo. Es que la
edición lleva tiempo. Hay que ver el material y tratar de "conectarse"
emocionalmente y/o rememorar las circunstancias en las que sucedieron.
Setup de cámara
Casi siempre grabo en Full HD 1920*1080 25p, en formato 16:9 pero cropeo
con marcas de referencia (en pantalla) para componer (y entregar editado) en
formato cinemascope 21:9.
Descarga y orden
Después de bajar y clasificar el material (secuencias de vídeo, secuencia de
audio ordenados en carpetas y bien nombrados), importo todo a un nuevo
proyecto, seteado según la calidad del material grabado.
Una vez importado y creado los archivos proxy (previsualizaciones “borrador”)
ordeno las secuencias de video cronológicamente en una línea de tiempo.
Hablé de tener secuencias de vídeo (más las pistas de audio) y de secuencias
de audio separadas, provenientes de un grabador de audio externo. Bueno,
esas secuencias las sincronizaré posteriormente con el video.

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En esta instancia se podría decir que empiezo el proceso de edición. Por lo
general, antes de llegar al corte final (la versión final) el material (en mi caso
personal y siendo uno de los motivos que tanto me insumen) pasa por unas
cuatro etapas:
Primera etapa
Elección de "tomas buenas". Este proceso lo realizo sin tener en consideración
el audio (no en todos los casos, claro), y lo hago escuchando música que nada
tiene que ver con el evento. De esta manera logro un primer acercamiento
visual a lo grabado.
Segunda etapa
Luego de la primera versión, vuelvo a revisar todo otra vez pero junto con el
audio. Realizo una selección más detallada de las tomas y corto prolijamente
las secuencias que me interesan. En esta etapa las historias van tomando
forma, por lo cual también reordeno tomas y acomodo secuencias.
Tercera etapa
En esta pulo los tiempos de cada toma, sincronizo las secuencias de vídeo con
las de audio de las grabadoras, reacomodo las tomas, quito algunas otras y
recorto un poco más. También realizo las mezclas de audio, y musicalizo
algunos bloques del evento. De esta etapa sale la versión final que etalonaré en
la siguiente.
Cuarta etapa

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Acá me ocupo del etalonaje y del "estilo" de color que tendrá la película. Esta
es la última parte de edición (montaje).
Terminado con ese proceso sólo queda exportar la película en algún formato
estándar que pueda ser reproducido por cualquier medio y dispositivo, según
el material y el medio en que vayamos a entregarlo.

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TÉCNICA /
Estructuras narrativas
"Una historia debe tener un comienzo, un medio y un fin, pero no
necesariamente en ese orden."
Jean Luc Godard.
En cine se llama estructura narrativa a la serie de planos concatenados que
permiten contar una historia de manera coherente, según las decisiones del
guión, productor, director y/o montajista.
En el video social también podemos hallar una estructura narrativa que, en la
mayoría de los casos, es la tradicional en este tipo de realización: cronológica y
lineal. La cual podría ser (en el caso de un casamiento), la compuesta de partes
grabadas pertenecientes a los momentos: "Registro civil", "Iglesia", "Arribo de
la pareja al lugar del agasajo", "Recepción (lunch)", "Vals", "Tanda de baile",
etc.
Se podría decir que casi no existe mérito narrativo, ni siquiera sensibilidad en
el montaje, ya que los hechos son los que se pueden ver, en la sucesión que se
aprecia en la grabación, sin ningún filtro o reinterpretación por parte del
montajista o videógrafo.
Y es debido al trabajo de cualquiera de estos dos personajes lo que produce
una profunda diferencia entre las formas de narrar los eventos.

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En los últimos años, algunos videógrafos se han destacado por montar el
material grabado usando su propio criterio. Me refiero a la reinterpretación de
la cronología de los acontecimientos grabados. Esto no significa que hagan de
una boda una película de acción, sino que se han atrevido a lograr montajes
atemporales, con varias capas narrativas, con personajes marcados, contando
hechos que, en algunos casos, se han diluido en los recuerdos de las personas
asistentes a ese evento.
El montaje es fundamental para contar los eventos desde otra óptica, una más
amplia y artística (si se quiere), más conectada con la gente y el evento, y no
fría y cronológica como se ha realizado por años.
Pero no hay reglas concretas. Es la ventaja de los géneros nuevos. Es cuestión
de probar y arreglar hasta dar con un montaje que sirva para el material
grabado. La variedad de eventos puede ser un punto a favor para experimentar
con distintos formatos. Lo importante, en todo caso, sigue siendo lo mismo:
revivir los momentos, lograr que no se quiera dejar de ver hasta llegar al final y
emocionar a quienes ven la película.

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TÉCNICA /
¿Qué es y qué hace un
videógrafo?
Podríamos decir que un videógrafo graba los eventos, y nos faltarían
definiciones. Podríamos sumar que también edita ese material, y sin embargo
nos seguirían faltando enumerar tareas.
El videógrafo realiza mucho más trabajos de los mencionados, ya que para
contar con una buena pieza (película) son necesarios recursos y métodos que
muchas veces pasan desapercibidos en el corte final, pero que son parte
fundamental en la creación de la narrativa de la historia. Algunos de esos
trabajos se podrían catalogar según los oficios en el cine:
● Sonidista: trata de obtener el audio del evento con la mejor calidad
sonora posible, valiéndose de los, a veces, escasos recursos acústicos con
los que cuenta (techos altos, sonido del dj mal balanceado, eventos al
aire libre, discursos o palabras improvisados o fuera del cronograma,
etc).
● Microfonista: en caso de trabajar con micrófonos corbateros,
direccionales y/o ambientales, porque requieren ser bien ubicados ya
que no todos presentan las mismas características y utilidades.
● Fotógrafo: trata de lograr la mejor y/o más elegante composición.
● Director de actores: en algunos casos se hace necesario dirigir a los
improvisados actores del evento, por lo cual el videógrafo debe hacer

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gala de una dialéctica y precisión veloz antes que la emoción del
momento se diluya.
● Director de fotografía: con la ayuda de las luces, reflejos y a veces
con asistencia de iluminación extra, trata de lograr que la escena que se
está desarrollando se vea lo mejor posible.
● Cazador: pareciera que esta cualidad está fuera de contexto, pero lo
cierto es que es una de las más importantes. Sin ella la grabación de
cualquier evento sería una fría sucesión de momentos programados por
el protocolo. Recuerdo que hace años, cuando comencé a trabajar, solía
decir que mi labor era lo más parecido a la que realiza un camarógrafo
del National geographic.
Es probable que me haya olvidado de alguna faceta o tarea, y es porque esa
variedad de responsabilidades varía un poco de videógrafo a videógrafo. Y
como sea que las tratemos de definir, lo importante, como siempre, es
realizarlas de la mejor manera posible, porque cada una es parte del gran
trabajo que realizamos para cada evento que toca grabar.

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TÉCNICA /
Consejos
Las tomas deben ser las justas. Si creemos o parece que sobran o están
de más, es porque lo están.
Cada plano debe ser importante, debe hablar por sí solo. La
composición, el movimiento de cada elemento presente, debe parecer un
armado premeditado.
Cada movimiento de cámara es importante, debe ser delicado y, en lo posible,
preciso.
Tratar de mostrar más desde el punto de vista elegido, a veces lleva a no
mostrar nada y, en la mayoría de los casos, a tomas horribles. Si no es
absolutamente necesario hay que mantener las cosas simples.
Conocer las reglas es la única regla a seguir cuando queramos
alejarnos de las reglas conocidas.
La búsqueda del estilo no debería ser un fin en sí, sino el resultado de haber
trabajado arduo y bien. No tenemos que desesperarnos: el estilo a veces se
puede reflejar en otros aspectos aparte del audiovisual lisa y llanamente:
pueden ser algunos planos no convencionales, puede ser la producción del
sonido, podría ser la fotografía, la composición etc. Es, entre otras cosas, el
resultado de la experiencia, la búsqueda y la insistencia.

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El montaje es un proceso maravilloso. Hace que poco a poco volvamos a creer
en el material que grabamos.

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OPINIÓN /
¿Qué es el video cinema?
El llamado vídeo cinema se nutre de la brevedad, de los planos estáticos donde
parece que todo sucede "justo cuando la cámara grababa", de las sonrisas,
abrazos, besos "espontáneos" y emociones varias. La captura no tiene más
misterios que una buena pre composición de cuadro (con pre me refiero a
supuesta, preventiva, de anticipación antes que sujetos o cosas parezca que
vayan a emplazarse o suceder), y dosis de paciencia para que, cuando el
"momento" suceda, nuestro equipo, las mediciones y valores marcados,
permitan una captura más o menos, técnicamente hablando, potable y
aceptable.
El vídeo cinema carece de compromiso documental completo, pues su objetivo
no es capturar los 20 minutos de un vals, sino la síntesis de ese momento en
tan solo algunos planos bien compuestos de, a lo sumo, un par de minutos.
Para ello no solo el cliente debe estar enterado, sino que el videógrafo debe
contar con las experiencias adecuadas para lograr no solo la mejor toma, sino
también haber recabado la mayor y más precisa información sobre los
invitados más importantes. Recordemos, yendo a un extremo, que no es
recomendable dejar al familiar venido desde lejos, fuera del corte final.
El vídeo cinema no se detiene en tiempos muertos sin un sentido narrativo.
Por eso se tienen en cuenta no solo las reglas de montaje en la postproducción
del corte, sino también, en su fase de grabación, la correcta composición de
cada plano y su correcto tiempo de grabación.

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Es importante mencionar que la fotografía, como expresión artística, puede
ser amplia en su interpretación, pero el vídeo, hijo del cine, responde a reglas
propias de su origen, interpretándose más “objetivamente”. Por eso es
necesario conocerlas y aplicarlas. La mayoría de la gente, por no decir toda,
creció frente al fulgor de una pantalla de televisión, por eso saber sobre el
lenguaje cinematográfico nos va a permitir desarrollar un corte final adecuado
y ceñido a reglas que inconscientemente ya todos conocen.

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TÉCNICA /
Guía de estilo
A veces me he encontrado con la situación de tener que balancear material
proveniente de distintos equipos. Hablo de cámaras de cualquier tipo (DSLR,
videocámaras, cámaras de acción, celulares (SIC) etc.). Pero eso no representa
mucho más que un desafío. A la situación que me refiero es a balancear
distintas maneras de ver la realidad a través de una cámara. De qué hablo?,
concretamente de la manera en que cada operador graba un evento.
Por ese motivo alguna vez me pidieron que escriba. Así que esta nota es una
especie de "guía de estilo" para pasarle a quien toca trabajar conmigo, sobre el
tipo de material que necesitaría y la manera o medios para obtenerlo y trabajar
mejor y lo más parecido posible, al momento del montaje.
Planos atmosféricos: hay niebla?, hay humedad?, llueve?, es de día o de
noche?, hace calor?. Hay que buscar las convenciones, grabar el agua cayendo,
el sol tras un árbol, la luna creciente, la niebla en el parque. Todo sirve para
indicar posteriormente como estuvo el clima. Si bien algunas de estas
imágenes pueden ser bajadas (o grabadas previa o posteriormente para usarse
después), lo ideal es contar con secuencias donde se pueda apreciar el lugar
donde se desarrolla el evento, o algún detalle característico, rodeado o con
interacción de la atmósfera. Por ejemplo, el agua cayendo por el borde del
techo del salón; el árbol que está en el parque siendo mecido por el viento; etc.
Planos de ubicación/situación: cuando alguien pregunta dónde fue, o
pide "el plano de situación", pensamos en eso: el frente del salón o estancia de
campo; el lugar donde se emplazó el evento o situación; la gente amontonada

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alrededor de un lugar específico; el movimiento general de los invitados en el
lugar, etc.
Primeros planos: ojos, bocas, manos, pies bailando, brazos en alto, risas
llantos, joyería, peinados: todo puede ser usado para realizar inserts en el
montaje posterior.
Siempre recomiendo andar con, al menos, dos lentes fijos (salvo en caso de las
videocámaras de lentes incorporados) y de una buena apertura (para evitar
levantar mucho el ISO en cámara), uno normal y otro angular. Por ejemplo: un
35mm y un 50mm. Esto es para poder " llegar bien" con los planos. Me
explico: teniendo un lente normal sería complicado lograr planos generales sin
caer en la incomodidad o la molestia de buscar una buena ubicación, con el
necesario espacio de fondo para que entren en el plano todos los elementos
que necesitamos mostrar y dar una idea de la ubicación. Quien haya tratado de
hacer una toma de un grupo grande gente, y tuvo que alejarse mucho del
grupo, puede entender a qué me refiero.
Estabilidad. No hay sensación más molesta que un plano que se mueve como
si quien lo grabó hubiera tenido un acceso de tos o se sintiera terriblemente
nervioso por lo cual le temblara el cuerpo.
Algo grabado así puede hacer que quienes estén viendo el video dejen de
prestar atención a lo que sucede en la toma, y, por otro lado, le resta calidad
técnica al trabajo final.
Para lograr estabilidad es necesario el uso de un recurso como un trípode,
monopie o soporte de hombro. Y prestar atención al movimiento de cámara
que se realice.

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Sonido diegético o ambiente: en el caso que sea posible, el sonido que se
graba junto al video debería estar “limpio” (sin las voces del videógrafo
charlando con el fotógrafo). Y en las tandas de baile, con el volumen de
grabación de la cámara normalizado o en automático. De esta manera el
volumen de grabación será constante y no se verá modificado abruptamente
por estar cerca o lejos de los parlantes por donde sale la música en el lugar
donde se esté desarrollando.
Voces en primer plano: en algunos eventos se da el caso que los
homenajeados hablarán a los invitados; o que algún invitado amigo o familiar
hablará. Para esos momentos, siempre que sea posible, recomiendo
“microfonear” a la persona o personas. No deja de ser útil llevar un micrófono
corbatero con unidad inalámbrica, o un grabador al que se le pueda enchufar
un micrófono corbatero. De esa manera la voz se podrá grabar en primer plano
y con la importancia que merece.
Caras o motivo principal de la toma bien iluminado: este es un punto
de conflicto. Por un lado, los videógrafos que usan cámaras con altos niveles
de ISO y/o lentes con grandes aperturas, podrán decir que “no usan
iluminación artificial o externa”, valiéndose de la (a veces escasa o mal
colocada) iluminación del lugar. En ese sentido, en el caso de la “escasa o mal
colocada” iluminación, es que siempre recomiendo usar, al menos, un
iluminador led (o de cualquier tipo) que “levante” apenas un poco la
iluminación del rostro cuando ese es el principal contenido del plano. Osea, no
considero el uso en todos los casos, solo en los que sea necesario iluminar las
caras: una tanda de baile, un momento especial en el cual se encuentren
hablando durante una dedicatoria, etc. La luz no siempre va a ser conveniente
o suficiente, porque la gente no entiende que debería pararse (bajo un
seguidor) o levantar la cabeza (para que la luz del salón no le cree sombras

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bajo la boca u ojos). Por eso la recomendación de llevar y usar un iluminador
cuando sea necesario.

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TÉCNICA /
El montaje paralelo
En los sociales, lo más habitual es el relato lineal, con cortes debido al tiempo
muerto que existe entre los distintos bloques de la fiesta, según el cronograma
o quien organiza el evento.
No existe solo lo que nosotros vemos, sentimos y sabemos. Al mismo tiempo
que sucede el evento principal hay otras historias, situaciones y circunstancias
que escapan a nuestros ojos y cámara. En cine, a estos hechos intercalados
entre la historia o hecho principal se llama montaje paralelo. Por ejemplo: una
toma contínua de la agujas del segundero del reloj girando desde la posición
12, cinco segundos después a la posición 5, y así hasta completar un minuto en
la posición 12 otra vez. Con esto se completa un minuto "de reloj". Si a esa
secuencia le intercalamos (sin modificar la duración del tiempo) planos de
lugares, gente sonriendo, coches andando en una calle, niños jugando, etc., ya
habremos experimentado con un montaje paralelo. Ahora imaginemos que las
tomas elegidas tienen una coherencia narrativa, y que cada una responde al
mismo evento. Voilá!, ya tenemos algo concreto y coherente.
Bueno, de esa misma manera suceden las cosas en un evento social y en la
vida.
Los puristas dirán que mentimos en la duración de las tomas. Y no solo eso,
sinó que también mentimos en la sucesión de los hechos y en el orden que se
fueron dando. Bueno, eso se llama elipsis. O elipsar el tiempo. O mentir. O,
también, cine.

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TÉCNICA /
La formalidad del video
La fotografía es luz y espontaneidad; el video es el exponente de la
formalidad de las formas cinematográficas.
A diferencia de la fotografía el vídeo si necesita, de alguna manera, de un
estudio formal. Esto no quiere decir que algunos fotógrafos sean neófitos en lo
que hacen, sino que las imágenes estáticas están más sujetas a la mirada de
cada uno, a la interpretación, a la subjetividad y discusión. Su abanico de
estilos es interpretaciones es amplio.
El vídeo en cambio, es un medio que aprendemos a mirar desde chicos. Por lo
tanto la construcción (montaje) está sujeta a los códigos impuestos y
estandarizados que el cine y la televisión nos han mostrado y acostumbrado a
decodificar. Y como la codificación parte del conocimiento y la
experimentación que han hecho cineastas, camarógrafos, montajistas,
estudios y demás, es bueno formarse para saber cómo, cuándo y dónde
aplicarlo en cada caso.

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TÉCNICA /
El porqué del cuanto
"No importa cuánto dinero ganes, sino cómo lo haces".
Siempre quise escribir algo relacionado al tema de la cotización. Más que nada
porque cuando yo comencé con la videografía no había nada ni nadie que
tuviera las cosas claras al momento de explicarme de qué manera cotizar.
Algunos simplemente ponían un valor y nada más. Cada uno usaba su método.
Y más o menos daba resultado.
Cuando comencé a especializarse, adquirir equipos y a vivir de lo que hacía, caí
en la cuenta que lo que me decían era una respuesta a medias que no sólo no
me permitía tener un costo real, sino que el resultado se reflejaba en
honorarios deficientes, que no se condicen con la cantidad de inversión
formación, y horas de mi vida que dedicaba al trabajo.
Hablar de presupuestos suele ser controversial: que cuanto, qué por qué, de
qué manera, como... etc.
Un poco alejado de la discusión, pero con experiencia cercana, es que me
dieron ganas de escribir sobre el asunto.
Cotizar suele ser producto de factores y variables que pueden modificar
sustancialmente el número final.
Las variables pueden ser algunas de las siguientes:

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Equipamiento: según el valor y el periodo de amortización elegido, el
"alquiler" (me refiero al alquiler figurativamente) del equipamiento por
jornada puede variar. En este caso, la variable "equipamiento" es compuesta.
Jornada laboral de operación del equipo.
Jornada u horas de post producción: me refiero a todo lo que implique el
procesamiento del material; edición o montaje, etalonaje, auditoría del DVD,
etc.
Seguro para trabajar en salones o lugar donde se va a desarrollar el evento.
Traslado y/o logística.
Reuniones previas y/o posteriores con el cliente.
Embalaje o packaging.
Lisa y llanamente estos serían los más importantes a considerar. Existen otros
no de menor importancia, pero deben ser tenidos en cuenta junto a otros
aspectos los cuales exceden esta idea.
Primero, el costo del equipo y el tiempo de amortización. Voy a
trabajar a lo largo del texto con pesos argentinos como moneda. Nada de
dólares y reconversiones complejas. Resido y trabajo generalmente aquí, por
lo cual casi siempre cobro en pesos (o hago la conversión a la moneda que elija
el cliente).
Tomemos como base una inversión en equipamiento de 40.000. Hablo de un
equipo DSLR, algún lente, tarjetas de memoria, un bolso, baterías o grip,

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iluminador led, pilas recargables, un bolso donde llevar todo y etc. Hasta ahí
tenemos un combo para empezar a trabajar bien. Se podría discutir sobre si es
completo o no, pero no se puede negar que es lo mínimo indispensable.
Vamos a poner como tiempo de amortización un año. Esto significa que en 12
meses ya deberíamos haber costeado el valor invertido de manera de poder
planificar el reemplazo, actualización de los equipos o empezar a “ganar
dinero”.
Dejo a criterio de cada uno la adquisición de un seguro anual que, en caso de
hacerlo, debemos sumar al valor de la inversión.
Para hacerlo redondo, digamos que entre equipamiento y seguro sumamos
55.000
Esto lo dividimos por doce, que es la cantidad de meses (55.000 % 12 =
4583.33333). Unos 4600 pesos por mes. La cantidad de dinero que
tendríamos que "separar" para poder cubrir la inversión.
Ahora bien, promediando, cada mes tiene al menos cuatro fines de semana y, a
su vez, cada fin de semana tiene dos días donde se realizan la mayoría de los
eventos. Excepcionalmente son tres, pero para este ejemplo tomaré dos:
viernes y sábados. Esto significa que en cada mes hay posibilidad de trabajar
durante 8 jornadas (por ahora nada mal). Así que divido 4600 % 8 = 575. Un
valor bajísimo para lograr la recuperación de la inversión!. Ese sería el número
a tomar en cuenta sobre el equipamiento: 8 jornadas mensuales de 575 pesos
durante 12 meses.
La otra variable es la jornada de operación del equipo. En este caso el valor
para lograr una cotización no está del todo determinado por un índice

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concreto, sino más bien por el mercado. Podemos tomar como referencia los
honorarios por jornada de un operador de cámara de televisión o uno de cine,
pero la realidad de nuestro rubro no paga esos montos. Supongamos que
podemos cobrar 1000 pesos. Si, redondo, sin muchas vueltas. Con esto el valor
de nuestra jornada estaría en 1575 pesos (575 del equipo más 1000 del
honorario de operación). En este caso ya empezamos a ganar dinero. Pero
todavía faltan algunos puntos.
Traslado o logística. Con esto me refiero al costo para movilizarnos hacia y
desde el evento. Si tenemos auto habría que calcular el combustible, seguro,
patente, arreglos o mantenimientos, etc. Supongamos que vamos a movernos
en remis y que el valor del kilómetro sea de 25 pesos. Supongamos que
ponemos un límite para el traslado de 10 kilómetros. Eso nos permite calcular
250 de ida y 250 de vuelta: 500 pesos de traslado. Ya sumamos 2075 pesos por
evento (575 equipo, 1000 jornada, 500 traslado).
Sumemos un seguro contra riesgo porque en algunos salones pueden
solicitarlo. Unos 1500 pesos anuales (1500 dividido por 96 días laborables al
año, unos 16 pesos por jornada). Estamos en 2096 pesos.
Jornada de postproducción: ya tenemos el equipo, ya sabemos cuánto cobrar
la jornada, cuanto nos sale el traslado y el seguro. El material está grabado y
listo para editarlo. Esa es otra variable: la postproducción del vídeo.
Al igual que en el honorario de operación, tomaremos como referencia el
rubro, donde podremos encontrar valores que van desde los 1000 pesos hacia
arriba y hacia abajo por edición. Tomemos este valor medio como referencia y
nos da 3096 pesos. Aclaro antes de seguir que el trabajo y equipamiento del
editor está muy relacionado al del operador con cámara. Osea, también está

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persona está sujeta a una inversión la cual debe recuperar en un determinado
tiempo, la cantidad de horas de trabajo que le demanda una edición, etc.
Bueno, estamos en 3096 pesos. Esto se refiere a un videógrafo con
equipamiento propio, que trabaja en el evento en cuestión, y que
posteriormente entrega el material.
Y si, me olvido de mencionar las reuniones que hagamos con los clientes
donde no estaría más pagar los cafés o lo que sea con que se los invite.
Calculemos unos 300 pesos, por unas 3 reuniones (si, el valor puede ser alto,
pero no deberíamos escatimar en que nuestro futuro cliente se sienta cómodo
y bien atendido). Hasta acá llevamos 4096 pesos.
El último detalle es uno que nos va a permitir ser recordados. El packaging es
también marketing. Es la forma, el medio y la manera en que entregamos el
vídeo editado. Este punto quedará a criterio de cada uno, y solamente
mencionaré un valor de inversión por entrega de manera "simbólica". Alguno
mandará a realizar diseños a medida, otro comprará los elementos y armará
todo cada vez que tenga que realizar una entrega. Por eso no está de más está
remarcar la importancia de este punto.
Supongamos que invertimos 500 pesos por cada entrega. Con esto ya estamos
en un valor de 4596 pesos. Nada mal para el ideal de ocho jornadas de trabajo
mensuales. Aunque nada está más lejos de la realidad… pero hasta aquí el
porqué del cuanto.
Luego quedaría discutir cuántas fiestas es humanamente posible trabajar,
editar y entregar (en tiempo y forma). Y cuánto más dinero sumar al valor del
ejemplo por cuestiones " artísticas", "de autor", "por ser de X estudio",
"formación y estudios" “alquiler de domicilio” (sic), “gastos del auto”, “gastos

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de mantenimiento”, “comida” y un largo etcétera necesario para una correcta
y completa cotización.
¿Todo esto decir que lo que debemos cobrar son sumas de cinco dígitos?. No
necesariamente. Cada uno tiene sus propias necesidades económicas (las
cuales no vienen al caso), el valor al que llego no es terminante, sino de
referencia para ilustrar cómo llego a el. Sirve sólo como ejemplo BÁSICO para
saber dónde y cómo nos paramos al pensar en cotizar un servicio. Hay otras
variantes tan importantes como las pocas mencionadas aquí que permiten
llegar a un número más acorde a nuestras necesidades reales si pensamos vivir
de esto.
No estaría de más mencionar la experiencia de algunas personas que empiezan
a trabajar haciendo video pensando que "van a llenarse de plata" vendiendo
sus servicios a un precio irrisorio, y pasado un tiempo se ven en la necesidad
de comenzar a adicionar otros servicios referidos a eventos (como fotografía,
álbumes, disc jockey, karaoke, proyección en pantalla gigante, etc), por no
poder mantener los costos operativos y los personales. Y así y todo muchas
veces acaban trabajando de otra cosa, dejando el oficio por "no rentable",
cuando la realidad es que " no fue abordado con seriedad".
Espero haber ayudado en algo.

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OPINIÓN /
Video de autor
La denominación puede sonar grandilocuente, pero lo cierto es que la
mayoría, en sociales, son "video de autor". El motivo es claro: cada videógrafo
edita el material que graba, y lo graba con su propio criterio. Las excepciones
son aquellos que no editan lo que graban, o que no graban lo que editan, por lo
cual la comprensión y uso del material queda a cargo del editor y/o empresa
que contrató el servicio del videógrafo (que en este caso pasaría a ser solo un
camarógrafo).
¿De qué hablo entonces cuando digo " vídeo de autor"?. Los pintores usan casi
todos las mismas herramientas, casi las mismas pinturas y trabajan casi sobre
el mismo material. Pasa lo mismo con los videógrafos, salvando la distancia de
que nuestras opciones son tanto más limitadas.
No obstante, existen diferencias notables entre uno que trabaja de manera
"industrial" (entregando todos los trabajos editados de la misma forma), y uno
que edita para entregar "de otra forma". Las comillas no son de capricho,
simplemente las uso para remarcar términos o frases sujetas a discusión.
El trabajar de otra forma pasa por varios lugares.
Para empezar podría hablar la composición del cuadro. ¿Cuanto cuesta en
vídeo componer de manera adecuada y que, luego, ese clip o toma de vídeo sea
potable para incluir en la edición final?. No cuesta nada, solo dedicaciòn y
paciencia. Quien lo practica lo sabe. Se podría decir que es difícil, complicado,

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que lleva tiempo, que la luz, que la gente... si, son muchos factores a tener en
cuenta, pero eso no es excusa cuando se requiere un trabajo distinto.
También tenemos a la luz, la gran aliada. Si bien es verdad que la falta casi
absoluta puede significar un gran problema, se puede echar mano de algunos
accesorios como iluminadores portátiles, linternas y hasta teléfonos celulares.
Y el sonido, un tema no menor pero olvidado en los vídeos industriales. Y no
por difícil adquisición, sino por compleja posproducción. Ocuparse de la
mezcla de sonido suele llevar, a veces, apenas un poco menos de tiempo que la
corrección de color. Porque hay que ver el material, escucharlo, comprenderlo
y accionar según lo que creamos necesario. Y lo es casi todo. En cine dicen que
"el sonido es el 70% de la película", así que sólo queda imaginar la importancia
en un evento social donde la gente suele hablar y/o decir cosas importantes.
Y el montaje no suele ser algo poco importante. Al contrario. Sabemos que con
buen material grabado, un mal montaje se desluce. A la inversa el resultado
suele ser " decente", y mezclar buen material con una edición correcta suele
dar como resultado un vídeo más que aceptable (sin llegar a ser
necesariamente sobresaliente).
De esto hablo cuando hablo de vídeos de autor: "De un trabajo esmerado en
todos los aspectos. De un cuidado y amor especial por el oficio. De una
formación constante y proactiva".

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PERSONAL /
Lo que veo
Lejos, muy lejos de la poesía o la contemplación abstracta, hace unas noches,
durante un evento (bastante aburrido y mal llevado por la maitre), pensaba en
lo que busco, veo y observo durante la jornada de trabajo y durante el tiempo
que vivo.
Ver y observar no se trata de lo mismo. Ver es lo que normalmente se hace,
observar es prestarle atención a las cosas, a la manera en la que se dan los
acontecimientos. Esto es lo que yo pienso, y aún lo sigo sosteniendo.
Buscar es mirar y observar, prever. Me explico: miro hacía un lugar específico
buscando lograr una buena composición fotográfica, observo los objetos, las
líneas, la luz. Encuadro y preveo lo que podría llegar a suceder. La primer
parte (el componer) es "fotografía", la segunda "prever" es video. Se entiende?.
Así suelo trabajar. Cuando hay tiempo, claro. A veces tengo que hacer todo en
tan solo unos segundos. Otras dejo que sucedan las cosas y reencuadro "al
vuelo". Es que los tiempos en los eventos suelen ser variados y dinámicos: en
un momento sobran los minutos y en otros estoy corriendo porque alguien
olvidó avisar que, por ejemplo, están llegando los novios o la quinceañera está
por cortar la torta...
Lo que veo es mas o menos lo siguiente: Veo el lugar, la decoración, la luz que
instalaron para destacar las mesas, las plantas y/o flores. Veo la gente
caminar, como se mueven, como sonríen, como se abrazan. Veo los detalles de
su vestimenta.

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Observo de qué manera se mueven y desplazan: debido a que y/o con que
sentido; observo cómo y porqué rien; observo como cae la luz en los objetos y
de qué manera se proyecta la sombra en el piso o pared; observo como las
personas van componiendo un cuadro (que podría capturar).
Preveo el movimiento cuando pude observar el porqué o cómo se desplaza la
gente y preparo el equipo; preveo que alguien o un grupo de personas va a
detenerse bajo un spot y seteo la cámara para obtener la secuencia; preveo que
cuando el/los agasajado/os ingresen al salón, la luz que la/los iluminará va a
"quemar" (sobreexponer) el video; etc.
No se que tan grave es mi cuadro clínico, pero a veces no puedo evitar andar
así por la vida. En algunos casos logro apagar la cabeza y simplemente disfruto
observando lo que sucede a mi alrededor.
Y lo peor es que es una historia real.
Veo, observo, preveo.

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TÉCNICA /
Sobre las fotos y el video
bajo las mismas condiciones
Durante el mismo evento, ¿porqué en las fotografías que toma el fotógrafo, a
quien acompaño, la imagen sale bien y el vídeo lo veo oscuro y/o con algún
otro problema?.
El motivo es que el vídeo graba lo que estás viendo, pero la fotografía "crea" la
foto en la medida de la experiencia, pericia e intención del fotógrafo.
Antes de sacar una fotografía se hacen pruebas de iluminación y se presupone
(y/o pregunta al iluminador, discjockey, maitre, ambientador, etc) que
esquema de iluminación se utilizará para el momento que sigue. Con esos
datos el fotógrafo puede medir la exposición actual del lugar y tratar de
proyectar la situación de luz que encontrará luego. Por eso las fotografías
pueden salir, por ejemplo, con el fondo bien expuesto; sin sombras en la cara,
con los colores bien balanceados, etc. El fotógrafo "crea" el ambiente para la
foto gracias a las condiciones de iluminación dispuestas y existentes.
El vídeo, en cambio, es más dinámico: la iluminación que se puede encontrar
en un lugar determinado, no es la misma que está presente dos metros más
allá. La disposición de la iluminación puede ser muy distinta. Y ni hablar de
las temperaturas, tipos y/o colores de las lámparas usadas.
Por otro lado, en un lapso de (supongamos) cinco minutos, el fotógrafo podría
hacer decenas de fotos, chequeando y variando valores para reajustar los

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seteos previos y acomodarse a las situaciones. El vídeo, en cambio, es
continuo. Un cambio de temperatura en la iluminación podría cambiar la
percepción del momento. O proyectar sombras irreales. Un spot sobre el lugar
donde se den los acontecimientos podría "quemar" (sobreexponer) la toma.
Imaginemos si esos cinco minutos no debieran ser cortados... es el "riesgo"
que tomamos al hacer vídeos.
Las fotos obtenidas en esos minutos podrían ser editadas obteniendo un
revelado prolijo. Y hacer una preselección para solo entregar las más
elegantes. Y listo. Esos cinco minutos del acontecimiento ya estarían cubiertos
por algunas fotos. Pero el vídeo es distinto. De esos cinco minutos hay que
extraer tomas que sean representativas, prolijas, que transmitan algo. Y si se
encuentran mal expuestas, movidas o mal compuestas, poco podrá hacerse y, a
veces, ni siquiera será posible introducirlas en el material final.
Por eso es necesario conocer el equipo y los distintos accesorios; sus funciones,
limitaciones y operación. Muchas veces la diferencia entre entre una toma
quemada y una (más o menos) bien expuesta, está en el nivel ISO o en el anillo
del diafragma.
O en patear la columna que sostiene el spot que encandila el motivo.
Mi consejo es subexponer un poco, sin confiar tanto en el visor, cerrando el
diafragma un punto más, compensando con ISO. Obviamente sin pasarse
demasiado. La idea es lograr que todo lo importante esté bien iluminado. En
post a veces se puede subir un poco los valores MEDIOS (sombras) y/o de
EXPOSICIÓN. Pero cuanto mejor grabado esté el material, menos problemas
nos vamos a encontrar, y menos tiempo vamos a tardar en llegar al corte final.

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TÉCNICA /
Hábitos
El desarrollo e implementación de hábitos suele ser un proceso largo y
aburrido, pero como me voy a referir a costumbres positivas que pueden
mejorar notablemente nuestra manera de trabajar, rendimiento físico y
calidad de vida, no esta de mas abordarlo.
La primera es hacer actividad física. Desde caminar algunos kilómetros a
diario, hasta trotar o correr varias veces por semana. Lo ideal si no hacemos
ninguna actividad, es comenzar caminando poco a poco, manteniendo el ritmo
e incrementando el objetivo semana a semana.
Con esto obtendremos mejor oxigenación, y claridad mental. Y ni hablar de
concentración.
Visualizar variedad de piezas audiovisuales, como documentales y
películas de bajo presupuesto. Con los documentales podremos conocer
nuevos puntos de vista y, con las películas de bajo presupuesto o
independientes, nuevas formas de trabajar en la realización: encuadres, uso de
lentes, aplicación de la iluminación natural, sonido, etc.
Leer, observar libros de arte, asistir a workshops y seminarios,
charlar, debatir, escuchar y preguntar a colegas. Cualquier medio es
bueno para aprender. Tenemos que poder apagar la máquina de prejuicios y
acercarnos a otros compañeros. Y aprovechar los workshops para reafirmar
supuestos y conocer maneras distintas de trabajar.

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Comer bien. No hablo de hacer dieta (cada uno sabrá cuánto y cómo comer),
simplemente digo comer en tiempo y forma, alimentos que no representen
una carga excesiva para el estómago. Recordemos que cuanto más "pesada" la
comida, más tiempo de reposo para asimilarla es necesario.
Un buen descanso antes del evento no significa tres horas de sueño. En
lo personal, he comprobado que hasta 15 minutos son bienvenidos si se
descansa bien. Lo que yo hago es acostarme con la puerta de la habitación
cerrada y trato de poner la mente en blanco (aquí, el que no pueda hacerlo
podría ayudarse de un poco de ruido blanco reproduciéndose con el celular).
Lentamente me quedo dormido y, posteriormente, me despierta la alarma
para empezar la jornada.
Estos son algunos de los hábitos que he incorporado a lo largo de los años. Y lo
más importante es que las necesidades de hacerlo me fueron surgiendo a
medida que pasaba el tiempo, y una vez incorporados me permitieron mejorar
no sólo en lo laboral, sino también en lo personal. Por eso es que los puedo
instar a hacerlo, garantizando que les va a hacer bien.

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PERSONAL /
El problema del amor
Sigo enamorado. Es la verdad. Y digo las cosas desde ese lugar. Porque para
dedicarse a algo tan imprescindible en un evento como es la videografía o la
fotografía, se necesita amor.
El amor permite ver las cosas positiva y creativamente, pensar que las
oportunidades para hacer una toma se encuentran a cada minuto. Y no es
idílico, es real. Porque pensar en algo hace que suceda, hecho que no tiene que
ver con la "ley de atracción" (o quizás sí). La explicación es que al estar libres
de prejuicios y pensando en observar cuándo sucederá algo, en el momento en
que la situación comience a desarrollarse, estaremos en posición de accionar
más rápidamente que si no estuviéramos pensando, o tuviéramos algún
prejuicio (ya sea estético, étnico, cultural, etc).
El amor podría ser un problema, claro. Sin darnos cuenta podemos estar
pensando todo el tiempo en lo mismo. O hacer cualquier cosa con tal de
trabajar. Pero cuando no sabemos manejar las emociones es que surgen los
conflictos.
El más común es el "trabaja por cualquier dinero". Y no digo que esté mal o
que sea un problema exclusivo del amor por la profesión (porque también
puede ser debido a otros motivos). Como decía, mal no está, pero al no ir
parejos en cuanto " al amor" que ponemos en cada realización, y el beneficio
económico, nuestra dedicación y ego podrían resentirse. Porque no hay nada
peor que dar, dar y dar, para recibir poco o nada. Hablo de un "gracias"
(sincero), un "quedó precioso" (sincero), o un sobre con 5000 pesos. Cualquier

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retribución es bienvenida en una relación de este tipo. Sobre todo la suma de
dinero. A las demás expresiones a veces ni hay que esperarlas...
Madurar no sólo es para frutas, también es necesario en los sentimientos. Esto
nos va a permitir decir que no y poder detenernos durante una negociación.
Madurar es preciso para saber cuánto vale nuestro trabajo y para poder decirlo
sin ponernos colorados o pensar que el cliente podría reprocharnos el monto
que le estamos proponiendo.
El amor puede ser complicado, pero llevarlo de forma ordenada puede hacer
que la relación siga por mucho tiempo.

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TÉCNICA /
La entrega
Hay mucho mito, leyenda y recelo sobre determinados puntos. Uno de ellos es
el material final que se entrega al cliente. Declaro que hasta saberlo de boca de
los colegas, había hecho mucha especulación sobre lo que ellos y yo podíamos
entregar. Y no es que me dejara sin sueño, solo que me daba curiosidad.
Mis entregas pasaron por varias etapas:
Primeramente entregaba el evento editado en un disco DVD con autoría (esto
significa con un menú y el evento codificado para poder ser visto en un
reproductor de DVDs).
Luego, con la masiva adopción del HD como resolución dominante, seguí
entregando el DVD con autoría, más la edición en formato HD en otro disco
DVD pero de datos.
Y esto se mantiene así hasta la actualidad, solo que complemento el DVD con
autoría, con un pen USB con la edición en HD (para que pueda ser conectado
en un televisor o computadora y visualizado con mejor calidad). Aparte de eso
también preparo un tráiler el cual va en el pen, y que previamente subo y
publico en las redes sociales.
Pero, la pregunta no siempre suele ser “¿que material entregas?” refiriéndose a
los ítems mencionados, sino más bien, al tipo de material: ¿como editás el
evento, la película final?.

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Ahí mismo es donde las dudas se enfocan. En el “estilo de grabación”, en la
manera de montar, tratar, interpretar y resignificar la grabación. En los
prejuicios y riesgos asumidos. Estos factores son parte de lo que determina el
estilo y la trascendencia de todo el trabajo realizado.
Yo realizo el montaje de manera cronológica, encadenando los hechos tal cual
ocurrieron durante el tiempo del evento. Utilizando el sonido diegético lo
máximo posible. Lo que podría denominarse “montaje tradicional”.
Y a veces, si la fiesta presenta particularidades, y las respuestas durante las
entrevistas (si se realizan) salen de lo común, suelo hacer un montaje más
corto, no necesariamente cronológico, y lo subo a internet para que el cliente y
su familia puedan verlo. No suelo incluirlo entre el material que entrego
porque es una realización con la que no puedo comprometerme
comercialmente. Osea, no vendo este material explícitamente como parte de
mi servicio.
Y ahí aparecen los prejuicios. Si bien me despojé de muchos, el de “que
pensará el cliente si le entrego su evento tan corto” todavía no me lo pude
sacar del todo.
Ante eso puedo casi asegurar que es un prejuicio de lo más común entre todo
tipo de videógrafo. Y no me refiero a la duración, sino también al montaje
final. Podemos encontrar a diario clips avances, y hasta eventos “completos”
de tan solo unos minutos. Pero es probable que muchas veces esos colegas no
solo entreguen eso, sino también adjuntan al material otros clips
complementarios como podrían ser: extras, otras historias (que se trataron de
desarrollar pero el material resultó escaso o poco interesante para incluir en el
montaje final), saludos de los asistentes u... ¡otro montaje del evento
cronológico y más extenso!. Es que a veces ante los ojos del cliente puede

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parecer poco o decepcionante recibir solo una porción de todo un gran evento.
Sobre todo en una boda.
Nuevamente. Hay que sacarse los prejuicios. Hay que empezar a entender que
cada cliente es único, y que la entrega que le preparemos va a ser única. Y eso
es lo que recordarán. Y si de ese evento tienen algo para ver que es dinámico,
curioso, elegante, bien realizado, sorprendente y comedido en duración, el
resultado para nosotros (la devolución que el cliente podría hacernos), será
muy grata.
Solo es cuestión de intentarlo. Como ejemplo de colegas que lo han hecho,
tenemos a cualquiera que últimamente nos haya inspirado.

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TÉCNICA /
El sonido
La característica más olvidada y la que deja más en evidencia la calidad de
factura de un video, es el sonido. ¿Por Qué?, porque un sonido deficiente o
descuidado, se nota. Por sonido me refiero a la música, a los efectos de sonido
extradiegéticos, de las tomas de sonido ambiente y de la edición de todo eso.
El sonido no es solo una capa más en la composición de un video, sino que
puede convertirse en un hilo argumental, con la importancia que eso conlleva.
¿Cuanto vale el sonido ambiente en una toma atmosférica?, ¿cuanto narra?,
¿cómo describir que el día del evento llovió torrencialmente mientras dentro
del salón el ambiente era otro?. Por un lado, el sonido de la lluvia puede
ayudarnos a ahorrar tiempo narrativo: al mostrar un clip con la lluvia
golpeando contra un vidrio y acompañarlo con sonido de lluvia; luego otro clip
grabado en el interior del salón, pero con el sonido de lluvia más “apagado”.
Rápido, sencillo, económico y elegante. Y la imagen que damos en un montaje
como ese es de profesionales. Pero claro, hay que mantener estos detalles a lo
largo de todo el montaje. Porque no es cuestión de mejorar sólo una porción
con un detalle de montaje como este. Hay que hacer algunos más a lo largo de
la película. Porque el cliente que aprecia este detalle, esperará encontrar más
en lo que fijarse. Y se sentirá algo decepcionado si no los encuentra.
Otro caso es el sonido en ausencia de imágenes, lo que permite reforzar
situaciones, o sugerir momentos, o usarse como el preludio para algo “más
grande” (basta con recordar algunas de las entradas de los agasajados en el

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salón principal, donde, antes que entren, apagan las luces y ponen música
alta). El mismo efecto da el sonido en ausencia de imágenes en una edición.
También el sonido puede usarse como transición entre clips, o momentos. O
ser parte de la narrativa. O ayudar a narrar hechos. ¿Cuántas veces hemos
visto en películas la pantalla en negro mientras una voz relata un suceso?. De
la misma manera podemos usarlo nosotros en nuestras ediciones. Tan solo es
cuestión de probar, probar, y probar.
El sonido cumple una función importantísima en cada montaje, casi tanto
como la imagen en sí. Por eso es necesario prestar atención a la manera en que
lo utilizamos.

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TÉCNICA /
Las entrevistas
Empiezo a grabar casi desde el momento en que ingreso al lugar donde tengo
que realizar la entrevista. Y no apago el grabador hasta que el entrevistado no
se retire del lugar. No soy partidario del "off the record", me parece éticamente
reprochable, pero que recuerde ahora, nunca grabé declaraciones escandalosas
o censurables.

Previamente a declarar el comienzo de la grabación suelo charlar. La idea es
que se olviden que estoy grabando y se relajen, para así obtener un registro
más rico y espontáneo.

Y en esa porción de la grabación a veces encuentro cosas interesantes.

Dado que el contexto siempre es familiar, casi nada de lo que digan escapa al
conocimiento de los demás componentes de la familia. Igualmente soy
discreto y no juzgo lo que me cuentan. Y si es necesario no lo incluyo en el
corte final.

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TÉCNICA /
Balanceando expectativas en
la narración
La estructura narrativa se desglosa en partes como principio, nudo y
desenlace. Básicamente se podría explicar que en la primera se presenta a los
personajes y situaciones, en la segunda se procede al desarrollo, y en la tercera
se concluye la historia dándole cierre a las situaciones.

La estructura narrativa es básica pero ha sido replicada por todos los
narradores.

A lo que voy, es que a un comienzo, siempre le sigue un desarrollo y luego un
final. Los lectores saben lo que sigue porque comprenden la estructura. No es
necesario que la sepan definir, pero si algo está fuera de lugar es muy posible
que lo noten.

En el cine suele pasar lo mismo. Y hay un detalle que muchos conocemos y
esperamos en casi cualquier película antes del final: una escena espectacular
que hace las veces de puente entre el nudo y el desenlace. Es que el cine
comercial nos acostumbró a eso y nos resulta casi inconcebible que una
película no intercale (entre el nudo y desenlace) una escena de grandes
proporciones. Para exagerar en el ejemplo cito a "Transformers", "Los
Vengadores" y cualquiera otra de cine comercial del género de acción.

Y en el cine de eventos pasa algo similar.

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La gente está tan habituada a los tiempos del cine que sabe esperar (y desea
ver u oír) los "armados" de cine (entiéndase un montaje excepcional, un
"puente" entre un momento y otro, una mezcla de sonido en particular, un
cierre del evento emotivo, etc).

Así como son muchos los detalles que hacen que un vídeo social parezca una
película, también son muchos los detalles que hacen que una narrativa se vea
fluida y no "decepcione" al público.

Por ejemplo, si colocamos títulos al principio del vídeo, es recomendable
colocar también en el final. De lo contrario la realización parecerá terminada a
las apuradas (la gente podría pensar "claro, puso títulos al principio y, como
estaba apurado para la entrega se olvidó los del final").

Los puentes o transiciones del evento, son escenas o montajes realizados con
el fin de unir dos momentos distintos en el evento. Podría ser, por ejemplo,
pasar de la recepción donde se encuentran sólo los invitados, al ingreso de los
homenajeados. Una de las maneras de resolverlo podría ser dejando que la
música que usamos para la recepción vaya bajando lentamente y deje sin
sonido unos cinco segundos antes que termine el clip, los cuales
"rellenaremos" con sonido ambiente diegético o extradiegético, el cual
permanecerá hasta cinco segundos de comenzada la secuencia del ingreso,
pasados los cuales, lentamente (o en un "golpe" del tema) comenzaría a sonar
la música. Puede resultar complejo escribir sobre la manera de montar, por
eso traté de ser minucioso.

Por otro lado tenemos algún que otro clip con un montaje destacado. Si
tenemos dos podríamos ubicar uno alrededor del final del primer tercio, y el
segundo alrededor de la mitad del tercer tercio. De esta forma

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"balancearíamos" un poco el montaje. Si en cambio, sólo contáramos con un
clip, podríamos colocarlo pasado el segundo tercio.

Otro de los puentes podría ser un clip corto de niños jugando en el salón en
donde se suceden los dos momentos a encadenar.

Recuerdo que durante la visualización de un evento, en medio de una tanda de
baile, encontré una grabación que hice, en la que los agasajados se besaban
cariñosamente. Ahí recordé que pensaba usarla de alguna manera. El
problema residía en que no quería usarla como puente. Así que se me ocurrió
cortarla, ponerla en cámara lenta, y colocarla como "insert" durante ese clip de
la tanda misma. De esa manera el momento se destacaría. Y para reforzar la
idea de "momento único y privado donde se olvidan de su alrededor", trabajé
la pista de audio (contínuo entre las partes entre las que iba a colocar el
"insert") y le cambié algunas frecuencias (posible de hacer con el plugin "band
pass" o "cambio de banda" de Premiere) con lo cual la música, en ese
momento, se escucha más baja y "plana", logrando crear un momento único e
irrepetible. Un detalle que se destaca y sale de lo común durante el montaje de
una tanda de baile.
La idea en general es entender de qué manera transcurre y evoluciona cada
evento. No son todos iguales por el simple motivo que la gente no es toda
igual. Tenemos que estar atentos para reconocer pequeños detalles que
podrían ayudarnos en la edición para hacer de una fiesta común y sin
sobresaltos, una película entretenida para ver.

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TÉCNICA /
Vestimenta
Algunas veces me preguntaron "¿cómo voy vestido?". Otras veces tuve que
pedirlo antes de un evento. Normalmente uso zapatos, pantalón de vestir y
camisa. Algunos pensarán que "voy demasiado formal", pero yo no olvido que,
ante todo, el primer requisito de los eventos es justamente ese: la formalidad.

Existen otros casos que permiten un guardarropas menos estrecho. Inclusive
los clientes podrían sugerirlo. Pero, en mi caso, de esa manera me siento
cómodo y se que no voy a destacar. Al contrario. También suelo usar colores
negros, por lo que mi persona, a veces, pasa desapercibida.

El tema de cómo nos vestimos no es solo una cuestión personal: la gente que
nos vea va a considerarlo como un "asunto corporativo". Dicho en otras
palabras, nuestra apariencia es el reflejo de la empresa que representamos. De
ahí la importancia. La vestimenta puede hacer que la gente nos perciba como
sofisticados, clásicos, informales, serios... o descuidados. Imágenes que luego
quedan asociadas en el inconsciente de la gente que nos ve trabajar. Prejuicios,
claro. Pero ante la falta de comunicación con los invitados, no existe (a veces)
otra referencia que la apariencia.

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TÉCNICA /
Desde el comentario, a la
historia
En algún momento he hablado de historias. Que la agasajada, que la familia,
que como se armó el salón... pero de ahí puede surgir una pregunta lógica:
cómo podría enterarse uno de las historias personales?. Tomando el peor
escenario posible, el de "conocer a la familia el mismo día del evento y tratar
de hacer una conexión durante el desarrollo del mismo evento", es que voy a
contar mi experiencia.

Normalmente llego al lugar del evento antes del horario pautado, inclusive,
que los clientes. En ese momento, la gente del lugar, puede ser que estén
terminando de acomodar algún mueble, terminado detalles o probando
equipos. Ese momento lo aprovecho para hablar con ellos y, también, con el
encargado o encargada de coordinar todo el evento. Eso me permite darme
una idea global y más o menos precisa sobre cómo se va a desarrollar todo el
evento, y la composición y personalidad de la familia.

Si hay una suite donde los agasajados tienen la posibilidad de vestirse y/o
maquillarse y/o arreglarse, busco el momento y la manera de poder ingresar
para conocer un poco la dinámica que tienen como familia, los nervios ante el
evento que tienen por delante, y enterarme de alguna situación cotidiana e
inusual que me permita luego iniciar un diálogo o generar una complicidad
cómica con la que pueda romper el hielo al hacer las entrevistas. Claro que en
estas participaciones suelo llevar el grabador de audio siempre grabando (y

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tratando de ubicarlo en el mejor lugar posible), y la cámara, también, siempre
grabando y atento para realizar cualquier toma por insignificante que sea.
Prefiero grabar de más y no arrepentirme por no hacerlo.

Durante las entrevistas, en un ambiente convertido en "más formal", trato de
romper el hielo evocando algún comentario, chiste o situación vivida en la
ocasión anterior. Suele funcionar. Otras no. Pero trato de dar charlar y
preguntar obviedades. A veces algo sale, y ese que creí poco interesado o
"difícil" quizás es el que me dé una interesante historia. O tal vez un
comentario divertido. O alguna experiencia vivida previamente a la fiesta.
Todo suma. Aunque, como suelo asegurar para dar tranquilidad antes de
empezar la entrevista, "si no sirve, no lo editamos". Ese vendría a ser mi
"contrato de moralidad documentalista".

Estos son los momento en que paso de desconocer a una familia, a enterarme,
a veces, más de lo que esperaba. Para dejarlos tranquilos, soy muy discreto con
ese hecho.

Como decía: lo considero importante. Es como si me abrieran la puerta: me
permite conocer familiares o amigos destacados, relaciones sociales. Me da
otro panorama sobre la fiesta, me permite saber si habrá sorpresas o algo
inesperado.

Ahí están los principios de las historias. Y de cómo voy desde un comentario a
conocer las relaciones familiares más importantes del evento.

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OPINIÓN /
Preguntas que podríamos
hacernos
Ya que seremos los que eligieron los clientes para capturar ese momento tan
importante, sería interesante plantearnos algunas preguntas:
¿Es tan importante lo que hago?
Si.
¿Importan mis conocimientos?
Claro. No se trata sólo de grabar por grabar, el conocimiento, la experiencia, y
el criterio son fundamentales.
¿Es importante cobrar?
Por supuesto. Nuestro tiempo vale. Y ese valor se halla relacionado a nuestros
conocimientos, experiencia, criterio y, sobre todo, al valor que nosotros le
demos a nuestro trabajo. Hay un punto a considerar: la gente aprecia más el
trabajo que le realizarán, cuando tiene que dar algo a cambio. Y, también,
muchas veces se lo valoriza, según el coste monetario que se le plantea. El
valor también tiene que ver con el público al que se quiera apuntar. Pero no
hay que olvidar también que “cobrar más” implica una serie de
implementaciones, algunas de las cuales tienen que ver con la presencia en

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medios/redes sociales, y la adopción de ciertas posturas comerciales más
cercanas al marketing que a la calidad del trabajo final.
¿Cuanto?
Eso podría ser determinado promediando los valores del mercado. Pero
depende de varios factores y variables. Lo importante es que sea un número
con el nos sintamos cómodos pensando que nuestro trabajo es valorado.
¿Es necesario ser tan meticuloso?
No. Pero si es necesario ser claro. No es mi intención confundir, sino dar
cuenta de las variables y explicaciones de las que normalmente no se habla
(por ignorancia, por creer que están sobreentendidas, por ocultamiento u
omisión, etc). Cuanto más sepamos, más argumentos tendremos disponibles.
¿Es necesario un monopie o soporte?
No. Lo importante es que los movimientos no sean tan bruscos y que la
operación de la cámara no produzca fatiga, por eso se recomienda usar algún
soporte.
¿Estudiar cine es realmente útil?
Así como saber un lenguaje cuando vamos a un país, o conocer tecnicismos
nos permite comunicarnos y entendernos con el entorno, saber de cine nos va
a permitir entender un idioma audiovisual que la gente, sin poder definirlo,
entiende desde prácticamente muy joven. Comprender ese lenguaje implica

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contar con ventaja al momento de producir, grabar y editar nuestro material,
de manera acorde a ese lenguaje.

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Epílogo
Después de haber llegado hasta acá podemos estar de acuerdo en algunas
cosas y en otras no, pero como escribí al principio, mi intención no era formar,
sino compartir mis experiencias y puntos de vista.

La videografía no es un trabajo nuevo ni una moda, es la forma correcta de
llamar a una profesión fascinante y llena de vetas artísticas y técnicas. De
nosotros depende ser reconocidos y respetados como también lo son los
fotógrafos, pero no podemos lograr nada sin saber de qué hablamos.

Espero algunas de estas líneas te hayan ayudado u orientado.
El camino es largo y, cuando sentis que te acercas al objetivo, la búsqueda y la
curiosidad te vuelven a alejar. Porque la perfección no es un destino, sino un
viaje constante en el que ganas experiencia y amigos.

No dejes de intentar hacer lo mejor posible para que ese evento donde vas a
trabajar se vea mejor de lo que esperabas.

Podés contar conmigo para que lo que creas que pueda ayudarte. Que tengas
muchos éxitos!.
Ruben Pouquette.
Agosto de 2016.

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