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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE CHICLAYO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

“AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL MAR DE GRAU”

ALUMNA:
 Keiko Velásquez Parra

DOCENTE:
 Doris Villegas

CURSO:

 Metodología de Enfermería

TEMA:

 Convulsiones

CICLO:

 II- C

AÑO:

2016
El embarazo es un estado en el cual la mujer, por la posibilidad que le brinda su
sistema reproductivo puede albergar dentro de su útero, rodeado de líquido
amniótico, que está contenido en el saco amniótico, a un nuevo ser, producto de
la fecundación del óvulo por parte de un espermatozoide masculino.
El estado de embarazo o gravidez termina con el parto, donde el nuevo miembro
de la especie sale al exterior teniendo una vida independiente de su madre. Esto
ocurre normalmente en un período de nueve meses, o cuarenta semanas, aunque
puede suceder, según lo establece la legislación con el objeto de atribuir
la paternidad del niño al marido de la madre, basado en constataciones biológicas,
entre los 180 y los 300 días.

A las cinco semanas, ya existen rudimentariamente, ojos, oídos, boca, hígado y


vértebras; y hay esbozos de piernas, brazos, cola y corazón. En el segundo mes
ya se han desarrollado los órganos internos.

Hasta el tercer mes se trata de un embrión, luego recibe la denominación de feto,


está ya formado, y comienza un crecimiento veloz.
En el quinto mes ya responde al estímulo sonoro, y se mueve de modo activo.
.
Los embarazos humanos son en general únicos, aunque pueden darse
embarazos múltiples, sobre todo cuando ha habido tratamientos de fertilización.
El alimento y la oxigenación del feto se logran a través de la placenta, ubicada
dentro del útero y consistente en una masa de vasos sanguíneos. Los desechos
del futuro bebé se logran expulsar a través del cordón umbilical.
 SIGNOS

1. Cansancio o fatiga.

Por sí solo, el cansancio es un difícil detector de un posible embarazo, ya


que suele ir más asociado con el estrés o la falta de sueño. Sin embargo, la
fatiga suele ser una pesada compañera en estas primeras semanas de
gestación. Si crees estar embarazada, intenta combatirla descansando
más y comiendo mejor, en lugar de recurrir a bebidas estimulantes, como
la cafeína o teína.

2. Falta en la menstruación.

Aunque es lo primero que nos viene a la mente a la hora de considerar un


posible embarazo, tener una 'falta' no siempre es sinónimo de estar
esperando un bebé, al menos no exclusivamente. Las irregularidades en
el ciclo menstrual son frecuentes a cualquier edad (en mujeres jóvenes
pero también en las que se acercan a la menopausia), y pueden estar
provocadas tanto por estrés como por cambios hormonales o por la propia
fatiga que comentábamos anteriormente.

3. Sangrado muy leve.

Otro síntoma habitual que suele seguir a los posteriores seis o doce días
de la concepción es el sangrado, muy leve, así como los calambres en el
bajo vientre, similares a los calambres menstruales, y que pueden estar
asociados a la implantación del óvulo fecundado en la pared uterina. Se
denomina 'sangrado de implantación'.

4. Olfato y gusto sensibles.

Muchas mujeres sienten aversión hacia determinados alimentos en las


primeras semanas del embarazo, que suelen desaparecer a partir del
segundo trimestre. No hay una lista específica de alimentos que 'repelan' a
las embarazadas, aunque en el caso de los olores, es frecuente que sean
los olores que antes encontrábamos ligeramente molestos los que ahora
nos resulten aversivos, como perfumes my fuertes, quesos o el humo
del tabaco. Tanto uno como otro -olfato y gusto-, se vuelven más sensibles
por los cambios hormonales que atraviesa el organismo durante la
gestación.
5. Pecho más grande o más sensible al tacto.

Los cambios en el tamaño del pecho son otro indicador temprano del
embarazo, manifestándose entre la primera y la segunda semana de
gestación.

6. Ganas de ir al baño frecuentes.

Durante todo el embarazo, también en las primeras semanas, el


crecimiento del útero tiende a empujar la vejiga, aumentando con ello las
visitas al baño casi sin darnos cuenta del por qué.

7. Estreñimiento.

El estreñimiento suele ser la otra cara de la moneda, también asociado a


los altos niveles de progesterona del cuerpo, que ralentizan el proceso de
digestión y del paso de los alimentos a través del tracto intestinal.
Fundamental beber agua para mantener activo el sistema digestivo, comer
frutas y verduras ricas en fibra y hacer ejercicio para evitar molestias
mayores en etapas posteriores de la gestación.

8. Cambios de humor.

Aunque los cambios de humor se suelen asociar al síndrome premenstrual,


el cóctel de hormonas que acompaña a las primeras semanas de embarazo
también puede disparar la sensibilidad femenina, haciendo que vayamos de
la risa al enfado sin explicación.

9. Dolores espalda. También asociados a los cambios hormonales, los


dolores de espalda suelen aumentar progresivamente a medida que avanza
el embarazo, ya que los músculos suelen distenderse a medida que el
cuerpo va ganando peso.
 SÍNTOMAS

1. CÓLICOS O DOLOR ABDOMINAL

Además de un sangrado leve, el embarazo inicial puede causar alguna


molestia en la parte inferior del abdomen, a veces una sensación de hinchazón
en el vientre, mimetizando los síntomas que surgen días antes de la
menstruación.

Durante el embarazo, el útero sufre alteraciones constantes, inclusive de


tamaño, lo que estimula la aparición de algunas contracciones uterinas,
sentidas por la mujer, como cólicos. Es común también una sensación de peso
en la parte inferior del vientre.

Conforme el embarazo avanza, leves contracciones uterinas pueden hacerse


comunes, que es una especie de entrenamiento del útero para cuando llegar la
hora de contraer de verdad durante el trabajo de parto.

Estas molestias y cólicos del inicio del embarazo, cuando asociadas a un


sangrado vaginal, pueden muy bien engañar las embarazadas, haciéndolas
pensar que menstruaron.

Atención: tanto los cólicos cuanto el sangrado vaginal en las fases inicias del
embarazo suelen ser muy menos intensos que aquellos que ocurren en la
menstruación de verdad.
2. RETRASO MENSTRUAL

El retraso de la menstruación es una señal clásica de embarazo. Es,


generalmente, la señal que hace que la mujer busque hacer una prueba para
saber si está embarazada.

Sin embargo, ni todas las mujeres sienten facilidad en reconocer este síntoma
de embarazo. Algunas mujeres tienen ciclos menstruales muy irregulares,
presentando, inclusive, periodos de anovulación (no ovulan durante un
determinado mes), haciendo que haya casi dos meses entre una menstruación
y otra. Además, como explicado anteriormente, el sangrado vaginal en el inicio
del embarazo no es un evento raro, haciendo que la interrupción de la
menstruación no sea inmediatamente identificada.

Es importante resaltar que la menstruación puede atrasar por varios otros


motivos que no un embarazo, entre ellos estrés, infecciones, intercambio de
anticonceptivo, alteraciones en el peso, cansancio… La propia expectativa por la
menstruación, cuando la mujer no quiere de ninguna manera quedarse
embarazada, pero se descuidó teniendo relaciones sexuales desprotegidas,
puede causar un retraso menstrual.

3. DOLOR EN LAS MAMAS

Otro signo típico del embarazo, el aumento de las mamas, puede surgir con
solo una o dos semanas de gestación. Además de más grandes, las
embarazadas pueden sentir los senos más sensibles y con sensación de
hinchazón. A veces, el simple acto de tocar en los senos o vestir el sostén se
hace incómodo.

El aumento de los senos ocurre por alteraciones hormonales que promueven la


estimulación de las glándulas mamarias, preparándolas para el periodo de
lactación que vendrá en los próximos meses. En algunas mujeres, estas
alteraciones ocurren precozmente, mientras otras solo notan alteraciones en las
mamas después de pasadas varias semanas del embarazo.
4. FATIGA Y SUEÑO EXCESIVO

Una sensación de cansancio desproporcional a las actividades diarias es un


síntoma de embarazo muy común. Esta fatiga puede surgir con solo una
semana de gestación. Si ya tienes una rutina agotadora durante el día, ella
puede llegar a ser exhaustiva.

El aumento del sueño también es muy común. Tu cuerpo da señales de que


necesita descansar con más frecuencia. Puedes comenzar a querer acostarse
más cedo y tener más dificultad que lo habitual para despertar por la mañana.
Durante el día, una buena siesta parece ser todo lo que más deseas.

El cansancio y el sueño en el embarazo ocurren por alteraciones hormonales,


principalmente de la progesterona, que actúa directamente en los sistema
nervioso céntrico y en los sistemas respiratorios y cardiovascular. El cansancio
también es un síntoma del inicio del embarazo que, habitualmente, desaparece
en el segundo trimestre, pero retorna a finales del embarazo, cuando el bebé
ya se encuentra grande y pesado.
5. DESEOS ALIMENTARES

El deseo por ciertas comidas en las primeras semanas de gestación es uno de


los síntomas más clichés del embarazo. El deseo por algunos alimentos puede
hasta hacer con que mujeres vegetarianas sientan ganas de comer
hamburguesa.

De la misma manera que surgen deseos, las mujeres embarazadas también


pueden tener aversiones a ciertos alimentos y olores. Aquél restaurante
japonés que adoras, durante el embarazo, puede causarte náuseas solamente
de pasar por la puerta.

5.ALTERACIONES DEL PALADAR Y DEL OLFATO

Además de tener deseos y aversiones alimentarias, el cambio de paladar es


otro síntoma muy común del embarazo. Dulces pueden volverse demasiado
dulces, el café que adoras pasa a tener un raro sabor y, durante el día, puedes
sentir un gusto de metal en la boca sin ningún motivo aparente.
6.AVERSIÓN A OLORES FUERTES

Así como algunos alimentos causan náuseas en las primeras semanas del
embarazo, olores intensos, inclusive agradables como perfumes o alimentos,
pueden hacer sentirte enferma. Olores malos o muy fuertes, como humo de
cigarrillo, gasolina, alcohol, productos de limpieza, etc., causan el mismo efecto.

Un síntoma común del embarazo es una mayor sensibilidad del olfato. La


gestante refiere la sensación de haber desenvuelto un súper olfato. Olores que
pasaban desapercibidos o no incomodaban, ahora se hacen insoportables.

7. DOLOR DE CABEZA

Los cambios hormonales, el relajamiento de los vasos sanguíneos y las


alteraciones del flujo sanguíneo cerebral explican por qué algunas embarazadas
pasan a tener dolor de cabeza durante la gestación. El estrés y el cansancio
también contribuyen. El dolor de cabeza es un síntoma que suele surgir ya en
las primeras semanas del embarazo.
8. DOLOR LUMBAR – DOLOR EN LA ESPALDA

El exceso de peso que la mujer embarazada tiene que cargar en la barriga


durante meses es la principal causa de los dolores lumbares. Sin embargo, el
dolor lumbar puede surgir precozmente, antes del bebé estar muy pesado. La
progesterona causa un relajamiento de la musculatura y de los ligamentos de
varias partes del cuerpo, incluyendo la espalda y el abdomen, haciendo que la
embarazada altere su postura y encuentre dificultades de lidiar con el propio
peso.
Definimos Parto Normal como: comienzo espontáneo, bajo riesgo al comienzo del
parto manteniéndose como tal hasta el alumbramiento. El niño nace
espontáneamente en posición cefálica entre las semanas 37 a 42 completas.
Después de dar a luz, tanto la madre como el niño se encuentran en buenas
condiciones.
La cesárea es una cirugía para el nacimiento de un bebé. El bebé se saca a
través de una incisión en el abdomen de la madre. En los Estados Unidos, cerca
de una de cada cuatro mujeres dan a luz de este modo. La mayoría de las
cesáreas se realiza cuando ocurren problemas inesperados durante el parto. Las
razones para una cesárea incluyen:

 Problemas de salud de la madre


 Un embarazo múltiple de la madre
 El tamaño o la posición del bebé
 La salud del bebé está en peligro
 El parto no avanza como debería

La operación es relativamente segura para la madre y el bebé. Sin embargo, es


una cirugía mayor e implica riesgos. También requiere un período de
recuperación más prolongado que el parto vaginal. Puede aumentar el riesgo de
tener problemas en embarazos futuros. Algunas mujeres pueden presentar
problemas al intentar un parto vaginal más adelante. No obstante, muchas
mujeres pueden dar a luz por parto vaginal después de una cesárea.
 CAUSAS:

1. Una o dos cesáreas anteriores o cirugía uterina anterior:

Una de cada 4 cesáreas se


programan por una cesárea anterior. Muchos especialistas están trabajando en
promover un parto vaginal después de cesárea por considerar que los riesgos de
una nueva cesárea son mayores que intentar un parto vaginal. De hecho, se
puede llevar a cabo en el 70 por ciento de los casos

2. Bajo peso al nacer

Un peso igual o inferior a 1,5 kg puede llevar a temer que el bebé no sea
suficientemente fuerte para aguantar un parto vaginal.

3. Posición inadecuada del bebé dentro del útero:

La transversal obliga a una cesárea, pero la podálica –el bebé viene de nalgas–
depende de la decisión del ginecólogo. En principio, un bebé sano y no muy
grande y una madre colaboradora pueden afrontar un parto vaginal. Sin
embargo, muchos ginecólogos prefieren la cesárea con el fin de evitar cualquier
riesgo.

3. Placenta previa oclusiva diagnosticada: al situarse entre el feto y el orificio


del cuello uterino, la placenta impide la salida del niño por el canal vaginal.
No debe inquietar si la placenta está baja en la segunda ecografía (mitad del
embarazo) porque suele ir subiendo a medida que se acerca el parto. La
verdadera placenta previa se diagnostica al final del embarazo y suele ir
acompañada de pérdida de sangre.

4. Anomalías en el cuello uterino, vagina o vulva.

Miomas, fibromas, tumores, etc pueden obligar a programar una cesárea.

5. Una pelvis materna pequeña para la cabeza del bebé.

La desproporción pelvicocefálea es muy infrecuente. Algunas se detectan


durante el embarazo, otras durante el parto.
6. Gestación múltiple.

En España, el 50 por ciento de los partos múltiples termina en cesárea. En


Holanda, el 14 por ciento. La decisión está siempre en manos del ginecólogo que
evaluará los riesgos considerando, entre otros factores, la madurez fetal y la
posición de los bebés.

8. Enfermedades maternas que desaconsejen el parto vaginal, por ejemplo una


cardiopatía descompensada, la preeclampsia o infecciones en fase activa
por VIH o vaginal, como el virus del papiloma humano.
Cuando la cesárea se programa, la madre se puede preparar para la operación.
En algunas maternidades, también se anima al padre a prepararse para asistir al
nacimiento de su bebé estando cerca de la mamá para que disfrute de su apoyo
y su afecto.

TIPOS DE CESÁREA

 CESÁREA ELECTIVA:

Intervención programada por patología materna


o fetal que contraindique o desaconseje un parto por vía vaginal.

 CESÁREA EN CURSO DE PARTO O DE RECURSO:

Se indica y se realiza durante el curso del parto por distintos problemas,


generalmente por distocia: Se incluyen desproporción pélvico fetal, inducción del
parto fallido, distocia de dilatación o descenso y parto estacionado. No existe
riesgo inminente para la madre ni para el feto.

 CESÁREA URGENTE:

Es aquella que se realiza como consecuencia de una patología aguda grave de


la madre o del feto, con riesgo vital materno- fetal o del pronóstico neurológico
fetal, lo que hace aconsejable la finalización del embarazo rápidamente.
TRATAMIENTO DESPUÉS DEL PARTO (CESÁREA)
La cesárea es una operación y, a diferencia del parto vaginal, requiere de una
recuperación postoperatoria y de una internación más prolongada, generalmente
entre 2 y 4 días.
Se recomienda caminar lenta y progresivamente desde el primer día de la
intervención para mejorar y acortar la recuperación. Y en el caso de sentir dolor,
el médico indicará analgésicos que se pueden tomar aún amamantando.

Notarás que los loquios (pérdidas de sangre) tienen las mismas características
que los del parto normal, aunque a veces las pérdidas son de menor cantidad.

Los puntos de la cirugía se retiran entre los 10 y 15 días de realizada la cesárea.

Una vez que puedas regresar a casa después del nacimiento de tu bebé, es
importante que te organices bien y pidas algo de ayuda ya que posiblemente
estés un poco dolorida y además tenés un bebé para cuidar, por eso es
aconsejable aceptar toda la ayuda que puedas necesitar.

¿Cómo se debe higienizar la herida?


La herida se debe lavar con agua y jabón neutro -se puede poner antiséptico
iodado-, se debe secar bien y finalmente colocar una gasa estéril sobre ella.
Luego, hay que cubrirla con una faja abdominal (al colocar la faja la cicatriz debe
quedar justo en medio así lo bordes de la misma no la rozan) que en general los
médicos indican durante 30 días, especialmente para colaborar ante movimientos
que requieran utilizar los músculos abdominales, como al incorporarse. Con estos
cuidados ayudarás a que se cicatricen y cierren bien todos los tejidos.

Si observas que la herida tiene secreciones, esta hinchada o roja, es importante


consultar al médico.

Tener en cuenta que puedes levantar al bebé, pero intenta no levantar a tus hijos
más grandes, al menos durante los primeros 15 días.

Recuerda que no se puede hacer gimnasia, al menos durante el primer mes.

¿Cuántas cesáreas es posible tener y con qué


frecuencia?
Se aceptan hasta tres cesáreas, en períodos superiores a un año entre una y otra.
Hay excepciones que han llegado hasta cinco, lo cual no es lo recomendable por
las complicaciones que puedan surgir (rotura uterina, entre otras).
¿Cuándo se pueden reiniciar las relaciones sexuales?

Luego de una cesárea deben pasar entre 30 y 40 días para reiniciar las relaciones
sexuales, sin embargo, cada mujer tiene sus tiempos, y es posible hacerlo una
vez que las pérdidas o loquios hayan cedido (algo que sucede, habitualmente, 20
días después de la cesárea).

Hay parejas que reanudan las relaciones el primer mes, otras luego de la famosa
“cuarentena” y otras esperan meses hasta que se sienten cómodas nuevamente.

Durante la lactancia hay anticonceptivos orales que son muy efectivos y que
además son inocuos para el bebé. Otra buena opción anticonceptiva es el DIU
(espiral).

¿Cuándo se puede empezar a hacer actividad física


después de una cesárea?

Para comenzar con actividad física o gimnasia después de una cesárea, la mamá
debe contar con el alta del médico que determinará si está todo bien como para
empezar con ejercicios. Esto suele suceder al mes de la cesárea, cuando la
herida ya cicatrizó, de todas maneras depende de cada mujer, hay quienes deben
esperar más de un mes para que desaparezcan las molestias y el tirón en el bajo
vientre, por eso es fundamental tener el alta médica.

Luego de un parto es importante comenzar con ejercicios que ayuden a ajustar el


abdomen y a recuperar la tonicidad perdida, favoreciendo la vuelta de la
musculatura a su lugar original y la involución del útero, que ayuda a que los
loquios, pérdidas normales luego del parto, disminuyan con más rapidez.

En el caso de una cesárea, sucede que en el postparto pueden costar cosas tan
básicas como sentarse en la cama, pues al sentarse se hace fuerza con el
abdomen y duele, por eso la mamá debe incorporarse yendo hacia un costado y
desde allí levantarse. Como hay una herida que está en proceso de cicatrización y
como eso genera dolor y molestias físicas, se debe postergar el inicio de los
movimientos hasta que la mamá deje de sentir dolor en la herida. Una vez que la
herida está cicatrizada y no se sienten molestias, se puede empezar con
ejercicios suaves para la pared abdominal, teniendo en cuenta que como hubo un
corte se pierde mucho la sensibilidad de la zona y la fuerza de la panza.

Lo que sí se puede hacer de inmediato y es importante, son los ejercicios para


favorecer la contracción del piso pelviano, pues si bien el bebé no pasó por ahí,
esa zona se vio fuertemente exigida para sostener los órganos internos, entre
ellos el útero con el bebé.
¿Cuándo recomienzan los ciclos menstruales?

Esto ya no depende de que haya sido un parto por cesárea o vaginal, sino de
otros factores, y es muy variable de mujer a mujer.

Si se está amamantando de manera exclusiva al bebé, lo habitual es que no se


produzca la ovulación. Pero si bien esto es frecuente, no es siempre así, y luego
de 45 días después del parto pueden reanudarse los ciclos menstruales. Por esta
razón, no hay que confiar en la lactancia como método anticonceptivo, ya que
puede fallar.

Si se está alimentando al bebé con leche de fórmula, es posible comenzar a


menstruar entre el primero y el tercer mes luego del parto.

¿Cuándo consultar al médico?

Es importante llamar al médico:

 Si la zona de la cicatriz está caliente, roja, hinchada o supura.


 Si se hincha una o ambas piernas.
 Si el dolor en la zona de la cirugía empeora o aparece de forma repentina.
 Si se tiene fiebre (aunque la zona de la cicatriz esté bien).
 Si hay algún cambio en el flujo vaginal o este huele mal.
 Si al orinar se siente ardor o si la orina es oscura.
 Si se sienten muchas ganas de orinar, constantemente, aunque solo
salgan unas gotitas.

¿Cuándo puedo buscar un nuevo embarazo?


Después de una cesárea, se aconseja una espera de al menos 18 meses para la
búsqueda de un nuevo embarazo.

Hasta hace poco tiempo se consideraba que debían pasar dos años de la cesárea
para poder tener chances de un parto vaginal. Actualmente, no sólo se evalúa el
tiempo que ha pasado desde la cesárea, sino también otros factores como la
causa de la cesárea anterior, condiciones obstétricas adecuadas para un parto
vaginal, tamaño del bebé, entre otras.
DIFERENCIAS ENTRES PARTO VAGINAL Y CESÁREA

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