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LECTURA II:

TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN (Propuesta de Jay Haley)

Fuente:
García, J. D. (2015). Terapia estratégica de Jay Haley. Trabajo final. Facultad de psicología. Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla.

En el enfoque estratégico se presupone que la conversación no provoca el cambio, para que se produzca el
cambio es necesario actuar; por lo que en este enfoque el terapeuta debe prescribir una directiva, sea directa
o metafórica.

Directivas
Las directivas o tareas impartidas a los individuos y familias tienen varias finalidades:

1) El objetivo principal de la terapia es hacer que la gente se comporte de manera diferente, para que tenga
así experiencias subjetivas diferentes. Las directivas son un medio de provocar esos cambios.

2) Se las emplea para intensificar la relación entre clientes y terapeuta: al decirles a aquellos qué deben hacer,
el terapeuta entra a participar en la acción y adquiere importancia, porque el individuo debe hacer o no hacer
lo que él le dice. Si debes hacer algo durante la semana, el terapeuta permanece ligado a sus vidas duran todo
ese lapso, pues piensan que pasara si no cumple la tarea, si la cumplen a medias, si la alteran para ejecutarla
a su modo, etc.; en la próxima entrevista el terapeuta habrá tenido si no les hubiese dado una directiva.

3) Se usan para obtener información. La manera en que reacciona la gente al recibir una directiva es
esclarecedora con respecto a ellos mismos y a como responderán a los cambios deseados. Ya cumplan la
tarea impuesta, no la cumplan, olviden cumplirla o lo intenten infructuosamente, el terapeuta tendrá
información que de otro modo no poseería. Lo mismo ocurre, en realidad, durante la conversación preliminar
en torno a la tarea: por ejemplo: si esta consiste en hacer algo a la hora del desayuno, se entera de lo que
ocurre en ese momento del día, pues hablaran de ello al discutir la forma en que cumplirán la directiva.

Tipos de directivas
Hay dos maneras de impartir directivas: 1) decirle a la gente qué debe hacer con el propósito de que lo
cumplan, y 2) decírselo con el propósito de que no lo cumplan, o sea, de que cambien por vía de la rebelión.

La primera manera comprende dos tipos de directivas:


a) Ordenarle a alguien que deje de hacer algo: en este caso el terapeuta trata de modificar el comportamiento
de una familia diciéndole a uno o varios de sus integrantes que dejen de hacer lo que están haciendo.

b) Pedirle que haga algo diferente: el terapeuta trata de cambiar el comportamiento de una familia pidiéndole
a sus miembros que adopten una conducta diferente a la usual, que prueben nuevos hábitos. En vez de tratar
de erradicar el rio, el terapeuta lo desvía hacia un nuevo cauce.
El pedido de cambio de conducta puede hacerse: 1) mediante buenos consejos; 2) Dando directivas para
cambiar la secuencia que tiene lugar dentro de la familia.

Paradojas
Tareas paradójicas:
Se emplean cuando el terapeuta quiere que se resistan y de ese modo cambien. Estas tareas pueden parecerles
paradójicas a los clientes que, habiéndoles dicho que desea ayudarlos a cambiar, al mismo tiempo les está
pidiendo que no cambien. Este enfoque se basa en la idea de que algunas familias que acuden pidiendo ayuda
rechazan la que se les brinda.

Con ellas podemos adoptar dos enfoques generales: 1) Encarar a la familia en un sentido global; 2) Impartir
directivas que involucren sólo a una parte de ella.
Uno consiste en impedir que el cliente mejore. Por ejemplo: el terapeuta le dice a un cliente: <<creo que
puedo ayudarle a superar este problema, pero no estoy seguro de que este usted preparado>>. Podemos decir:
<<Si usted cambia, ¿cuáles serán las consecuencias?>>. << ¿Qué hará el marido si la mujer se autoafirma?>>.
Adoptamos una postura donde en lugar de tirar de la persona para que cambie, es la persona la que tira de
nosotros para cambiar. Luego se pueden incluir varios retrasos hasta que el cliente insista en la terapia.

El segundo procedimiento paradójico consiste en animar al cliente a que tenga un síntoma cuando está ahí
para librarse de él. Cuando se hace bien, este procedimiento tiene un efecto curioso. Se puede usar el mismo
enfoque con las parejas que tienen problemas. Podemos programar las peleas de una pareja. Hagámosles
elegir una noche y una hora para que nadie les interrumpa y puedan discutir largo y entendido. En general,
no lo harán.

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