Vous êtes sur la page 1sur 3

Tema: las interpretaciones naturales de Feyerabend y la noción de Paradigma en Kuhn.

Primero voy a describir ambos conceptos y luego voy a establecer algunos puntos de conexión y
distanciamiento que interpreto puede haber.

Las interpretaciones naturales son ideas que están tan estrechamente ligadas a las observaciones
que se necesita un esfuerzo para percatarse de que están y tienen contenido. Son “operaciones
mentales” que siguen de cerca a los sentidos. Es la unidad de la apariencia de algo, de un
fenómeno más un enunciado, por ejemplo “la piedra cae en línea recta”. Si bien se puede separar
tal enunciado, para la persona que describe un acontecimiento lo es una unión bien firme.

Esta unidad es el resultado de un proceso de aprendizaje que comienza desde niños. Los
procedimientos de enseñanza dan forma al fenómeno y establecen una firme conexión con las
palabras, que al final los fenómenos parecen hablar por sí mismos. De manera que el significado
de un fenómeno es producto de una construcción social –aprendido socialmente, a través del
lenguaje de generación en generación- que condiciona nuestra modo de pensar y percibir, “ver” el
mundo.

Cuando Kuhn habla de Paradigma se refiere a aquello que comparte una comunidad científica en
un momento determinado. El paradigma es hegemónico, e importa ciertos compromisos que
definen a la comunidad científica, que los aprenden a través del sistema educativo, los libros de
texto, etc. Es un esquema, un marco conceptual de la realidad. El Paradigma implica dos aspectos:
uno filosófico y otro sociológico. Al aspecto sociológico lo denomina “la matriz disciplinaria”, es
aquello en lo que es entrenada y disciplinada una comunidad científica, está compuesta por:
generalizaciones simbólicas (principios fundamentales de las teorías, ecuaciones, fórmulas);
modelos (representan al mundo, de manera gráfica y de manera ontológica –estableciendo cómo
y de qué manera está conformado el mundo); y valores metodológicos. En el aspecto filosófico se
encuentran los ejemplares, que serían algo así como la “base empírica” de las generalizaciones
simbólicas. El ejemplar es el caso paradigmático, el modelo bajo el cual se resuelven todos los
demás problemas, importa una manera de ver el mundo.

El Paradigma también involucra un sentimiento de esperanza y confianza del científico hacia él,
confianza que se deriva de la promesa en el paradigma para ser capaz de resolver todos los
problemas que se configuran dentro del mismo.

Considero que el principal punto de encuentro entre estos dos conceptos es que ambos pueden
entenderse como formas de ver el mundo, las interpretaciones naturales nos dan la impresión de
que los hechos hablan por sí mismos, y el Paradigma engloba a los científicos en un marco
conceptual que dice cómo es y qué constituye el mundo.

Las interpretaciones naturales son necesarias porque sin ellas se pierde la capacidad de pensar y
percibir el mundo que nos rodea. Si bien Feyerabend las llama “naturales”, esa unión entre el
enunciado y la percepción es adquirida, de modo que se puede cambiar unas interpretaciones
naturales por otras. Feyerabend observa esto en la argumentación que hace Galileo para probar el
movimiento de la tierra, en donde no prueba ni dice que la observación del otro argumento era
incorrecta, sino que cambia –o introduce- otro significado. EL argumento contrario sostenía que si
la tierra se moviese la piedra caería en diagonal. Esta visión importaba una concepción de
movimiento absoluto. Lo que Galileo hace es introducir una noción de movimiento relativo, en
donde el movimiento de la tierra no afecte la percepción del sentido que podamos tener del
movimiento de la piedra. Lo que hace Galileo es introducir un nuevo lenguaje observacional en la
noción de movimiento.

Los paradigmas también pueden cambiarse. Un Paradigma se cambia cuando comienza a haber
una anomalía que no se puede resolver y entra en conflicto con las partes sólidas del mismo. La
comunidad científica entra en un periodo de “ciencia extraordinaria” en donde todas –o la
mayoría- de las investigaciones están abocadas a la resolución de la anomalía. Se crean teorías de
cómo encajar las piezas de formas alternativas, hasta que un caso puede resolverlo y se
transforma en un ejemplar (que será el modelo de la base empírica del nuevo Paradigma). Este es
el periodo pre-paradigmático en donde los científicos no hacen ciencia, comienzan a discutir
métodos, compromisos ontológicos, cómo alistar el conocimiento acorde al mismo ejemplar. Una
vez que se ajusta todo aquello, nace un nuevo Paradigma. ¿Cómo darse cuenta que estamos en
presencia de un nuevo Paradigma? Porque cambian los libros y manuales de texto que se enseñan.

Las interpretaciones naturales como los Paradigmas son concepciones sobre el mundo que se
aprenden, y pueden cambiarse, reemplazarse. A las primeras, desde un proceso de aprendizaje
desde niños y de generación en generación, a través del lenguaje. Y los Paradigmas a través de
decisiones de la comunidad científica, a partir de una anomalía que no resuelve el paradigma, y a
través del sistema educativo.

Otro rasgo importante que comparten en éstos conceptos Kuhn y Feyerabend es la


inconmensurabilidad. Para Feyerabend hay inconmensurabilidad entre las teorías pero también en
las interpretaciones naturales. Cómo estas están firmemente unidas al lenguaje y el lenguaje crea
maneras de observar, crea eventos (así como cada teoría crea su propia evidencia) cada
interpretación natural tendrá un dominio diferente. Se trata de una inconmensurabilidad en el
sistema de pensamiento, en donde el aparato perceptual produce objetos perceptuales que no
son comparables unos con otros. Estos sistemas de pensamiento pertenecen a distintas
cosmologías, que no pueden compararse, aunque sí examinarse; aún teniendo similitudes
estructurales –entre una cosmología y otra, lo cual es posible- no es posible pensar a las dos
juntas, pensar los principios fundamentales de una suspende los principios de la otra.

La inconmensurabilidad está presente en los Paradigmas de Kuhn también. Un científico que está
inserto en un Paradigma que tiene determinada metodología, instrumentos, configuración de los
objetos, de los problemas, y del mismo mundo y cómo abarcarlo; tendrá una discusión “sorda”
con otro científico perteneciente a otro Paradigma, quizás incluso ni hablen de lo mismo.

Siendo los sistemas de pensamiento de Feyerabend y los Paradigmas de Kuhn inconmensurables,


se puede seguir que ambos autores rechazan la idea del conocimiento como un proceso
acumulativo.
Por otro lado, hay un distanciamiento grande entre Feyerabend y Kuhn. Feyerabend sostiene que
lo que él llama la “condición de consistencia” (concordancia, correspondencia entre una teoría y la
hipótesis) que ha sido la pretensión general de la ciencia, impide el progreso científico, porque lo
que busca esencialmente es la preservación de una teoría dominante (la que está confirmada) y
no la mejor o la más útil. Esto favorece al dogmatismo y a la uniformidad de teoría, posición
opuesta a la noción de progreso en Feyerabend, la cual va de la mano con la proliferación de
teorías, de nuevas alternativas, lo que posibilita el poder crítico en el científico. La ciencia vista de
este modo sería más humanitaria, porque no recorta las distintas capacidades humanas, lo deja al
científico en un ámbito de mayor libertad.

Kuhn sostiene que el progreso en la ciencia se da de manera acumulativa en el periodo de ciencia


normal. Por lo que una condición para que haya progreso, es la presencia de un Paradigma
hegemónico y la ausencia de crítica, lo que le permite al científico poder focalizarse en la
resolución de problemas, esto admite que los resultados se produzcan en la misma dirección y que
sean acumulables. Ahora bien, entre un Paradigma y otro, si bien hay inconmensurabilidad, es
obvio que la ciencia no se encuentra en el mismo lugar que hace mil años, de modo que hay un
tipo de evolución. Lo que observa Kuhn es que se debería cambiar la idea de que nos acercamos a
la verdad, en vez de pensar en el progreso como una “evolución hacia lo que queremos” pensar el
progreso como una “evolución a partir de lo que conocemos”. De modo que Kuhn no admite la
proliferación de teorías en la ciencia-investigación normal, y Feyerabend sí. La educación científica
para Kuhn debe ser estricta y la misma para la comunidad científica, para que puedan resolver
problemas dentro del mismo marco conceptual; mientras que para Feyerabend la educación
científica debe tener otras alternativas, debe incrementar la capacidad crítica del científico, el
debate y la discusión.

Vous aimerez peut-être aussi