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a) Formación universitaria que culmine con el grado de Licenciado en Derecho o con el título
de Abogado como fase previa.
b) Con una Maestría o Doctorado Notarial.
c) Sistema de Oposición.
d) Universidad o Facultad Notarial especifica.
e) Estudio simultáneo del Notariado con la Abogacía.
En el primer caso, se pretende que el aspirante a Notario obtenga una licenciatura en derecho o el
título de Abogado previamente y después opte por ser Notario, los estudios de licenciatura y la
obtención del título de Abogado, garantiza su conocimiento en el campo del derecho.
En el tercer caso, la oposición, es utilizada en muchos países, se pretende que solo puedan llegar
los mejores. Para ello los concursos de oposición deben ser rigurosos y limitar el número de
notarios. El sistema de oposición así como tiene sus ventajas tiene también desventajas,
dependiendo a quien se deje en el encargo de llevar a cabo las oposiciones y asignar las notarías.
El estudio conjunto de ambas profesiones supone una preparación extensa en el campo jurídico, y
no solo en el jurídico, sino también en el social y económico, lo que da al estudiante una cultura
general amplia, siempre que sea bien aprovechada.
Hasta hace poco tiempo en Guatemala, se preparaba más al estudiante para ser Abogado que para
ser Notario y es hasta ahora, en los últimos tiempos, que hemos visto que el estudio del
Notariado, ha ido alcanzando el lugar que le corresponde, habiendo tomado conciencia de ello las
Facultades, intensificando los estudios para esta profesión.
Las universidades privadas hacen lo propio, sus autoridades tienen plena conciencia de ello. La
Universidad Mariano Gálvez impulsó por primera vez en el país los estudios de Maestría en
Derecho Notarial y graduó los primeros Magister Artium en Derecho Notarial en Guatemala. Las
otras Universidades están haciendo lo propio.
Algunos piensan que debería prepararse mejor al Abogado y Notario para hacer una carrera
eminentemente jurídica, sin embargo, autores como Santiago López Aguilar, plantean los
inconvenientes de esto, ya que como él afirma se llegaría “a la producción de artesanos en
derecho”.
En nuestro medio, además del cierre del currícula, que implica cinco o seis años, dependiendo de
la universidad, la aprobación de aproximadamente cincuenta créditos, entre cursos y seminarios,
es necesario hacer práctica de abogacía en los Bufetes Populares, que algunas sustituyen por
laboratorios, existen algunas practica notarial y los mencionados laboratorios que llevan a cabo
docentes y alumnos dentro de los cursos normales o fuera de ellos.
El examen técnico profesional es obligatorio muy riguroso en la rama del notariado, se culmina
con la tesis de grado.
Consideramos que puede ser ventaja, pero a su vez también desventaja, que en Guatemala, se
estudien conjuntamente la carreras de Abogado y de Notario, además la de ejercer
conjuntamente las dos profesiones, este es un privilegio que posos países cuentan. Esto ha dado
como consecuencia la falta de especialización, ya que todo Abogado es Notario y todo Notario es
Abogado.
En conclusión hemos visto como se ha mejorado la enseñanza del Notariado en Guatemala, como
dijimos en la Universidad de San Carlos, se estudian cuatro cursos.
En la Universidad Rafael Landivar, se estudian tres cursos, desde el octavo al décimo semestre,
además de dos clínicas de notariado (cursos complementarios)
En la Universidad Francisco Marroquín, también tres curos de derecho Notarial, desde el octavo al
décimo semestre.
La Universidad Mariano Gálvez, tres cursos de derecho notarial, desde el noveno al décimo primer
semestre.
Existen además Facultades de Derecho en las Universidades del Istmo, Rural, Mesoamericana,
Panamericana, San Pablo, la Universidad de Occidente y la Da Vinci.