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Después de haber leído el siguiente texto, interpreta cada uno de los cuestionamientos que te brindara

tu profesor; y responde con tus propios términos en forma breve.


Escuelas de interpretación histórica
Positivismo

Cuando las ciencias sociales iniciaron un proceso de seguimiento - en su método de investigación - a las ciencias naturales
y exactas, la Historia se ubicó en el marco del positivismo, en el cual el grupo más fuerte "el más apto" impulsaría a toda
la sociedad a un estado de orden y progreso "natural". De este tipo de jerarquización se desprendía la interpretación que
proponía una estructuración poblacional en forma de pirámide, en cuyo vértice se encontrarían unos cuantos, los más
aptos; y en la gran base el mayor grupo de individuos, quienes deberían aceptar tal distribución sin intentar
transformaciones violentas. Durante este periodo - iniciado a mediados del siglo XIX - el medir, el contar y el ofrecer
resultados "objetivos" se convirtieron en los elementos centrales de toda investigación histórica. Hasta nuestros días,
esta corriente de interpretación mantiene vigencia y rechaza aspectos no mensurables, calificándolos de "subjetivos".

El Positivismo por sus bases empíricas rechaza todo lo que no se pueda comprobar desde la óptica humana, y eso pasa en
nuestros días, el hombre cada vez más acostumbrado a la técnica y a la manera de mostrar las cosas, a través de
laboratorios e investigaciones, se hace más inverosímil ante las tesis de pensamiento y las especulaciones.

El gran desarrollo de la ciencia en los últimos siglos le ha permitido al Positivismo posicionarse en nuestros días como una
disciplina de verdadero conocimiento, que mirando atrás, puede situarse con muchos adelantos y muchos logros, ya que
lo que se vende, lo aceptado y lo creíble para nuestros días, es solamente lo que se puede comprobar por algún proceso
positivo. Las ciencias que han rechazado el Positivismo, hoy no despiertan ningún tipo de seguidores, ya que la
conceptualización tan propia en otras épocas, donde fueron aceptadas y tenidas como fuente de conocimiento, hoy más
que nunca son cuestionadas y tildadas de trocadoras del verdadero saber, y esto gracias al Positivismo.

Sin embargo, a pesar de las influencias efectivas del Positivismo en la vida espiritual latinoamericana, no se puede afirmar
que tal influencia posee un carácter reflejo, pues ya existía en nuestros países un autóctono Positivismo, que empieza a
germinar a partir de la crítica de la escolástica y la teología colonial. Es más, el Positivismo fue instrumentalizado por un
afán de sus seguidores de imprimirlo a las específicas situaciones históricas. Se arraiga de manera profunda dicha actitud
positivista en la mayoría de nuestros pensadores, también siendo su reacción muy extraordinaria.

Esta corriente surge en el siglo XIX. Su creador fue Augusto Comte. Es introducida en México por el maestro Gabino
Barreda (1818 - 1881).

 La historia es elevada a la categoría de ciencia.


 Utiliza el método de las ciencias naturales pretendiendo llegar a establecer leyes generales.
 Postula la ley de los tres estadios: teológico, metafísico y positivo.
 Establece una estructura poblacional piramidal.
 El medir, el contar y ofrecer resultados objetivos se convirtieron en los elementos centrales de toda investigación
histórica, lo demás es subjetivo.

Historicismo: Corriente teórica e interpretativa de la historia que plantea abordar la realidad con una evolución continúa.
Esta corriente llega a una serie de relativismos que niegan el carácter acumulativo de las verdades históricas. Esta
negación, asimismo, implica encontrarse ante una serie de ideas distintas, sin relación entre sí y no ante un desarrollo
sino ante fenómenos aislados. Sin embargo, una sola vertiente del historicismo resultaría difícil de encontrar, pues tanto
el positivismo como el materialismo histórico presentan elementos comunes a él, sobre todo la perspectiva de linealidad
ascendente del devenir humano. No se debe olvidar que estas tres corrientes de interpretación histórica se generaron en
Europa occidental, atendiendo a las particularidades del desarrollo del sistema capitalista, pero sin romper con una
concepción evolucionista que sustenta la idea de un ascenso de los hombres y mujeres en pos de una vida en armonía,
diferente a otros sistemas de interpretación de la historia, como en la cultura china, donde existe una concepción no
lineal, sino circular en eterno retorno. No obstante, el positivismo rompe con el historicismo al proponer un método
científico de aprehensión de la realidad histórica - eliminando parcialmente - el relativismo propio del historicismo. En
cuanto al materialismo histórico toma su distancia al plantear que son los hombres con condiciones determinadas que
ellos pueden modificar, los que hacen realmente a la historia.

La historia es importante para ubicar las ciencias y contextualizarlas, pero llegar hasta ahí no es importante como se
sugiere para encontrar la verdad, se tiene la mentalidad que lo pasado debe ser superado y lo que tiene para superar no
es necesario retomarlo.

Sin ser el historicismo la panacea de la filosofía, en la actualidad, tendría muchas ventajas si fuera más valorado y temado
en cuenta. Es urgente conocer la historia, las raíces y así abrirse espacio por las posibilidades, por los horizontes que
permiten al hombre encontrar su plenitud.

Se inició en Europa a finales del siglo XIX, alcanzando su madurez en el siglo XX. Su máximo exponente en México es
Edmundo O´Gorman.

 El conocimiento histórico no es objetivo ni exacto (depende del sujeto historiador).


 La visión subjetiva de la historia no permite el establecimiento de leyes histórica.
 El conocimiento histórico es relativo.
 El suceso histórico es único e irrepetible.

Materialismo histórico: El marxismo sostiene que la historia es consecuencia del desarrollo dialéctico de la
infraestructura económico-social, causa de los hechos y motor de la evolución de la humanidad. Las relaciones
económicas dan origen a las clases sociales y a la infraestructura que determina la formación de una superestructura,
integrada por la ética, la cultura, la religión y el ordenamiento jurídico. Esto es así porque según Marx, la ideología de una
época es la de la clase dominante. De esta manera, la burguesía al apoderarse del poder, desde su condición de
propietaria de los medios de producción (infraestructura) crea un sentido de la ética, una cultura y un ordenamiento
jurídico (superestructura) que forman una conciencia favorable al sistema.

Escuela de los Annales

La trascendencia innovadora de los Annales, con todas las matizaciones correctoras que se quiera, fue, sin embargo, un
hecho difícilmente contestable. La reivindicación de una historia analítica de carácter fundamentalmente
socioeconómico, frente a la vieja e inútil historia positivista de hechos y relatos, la superación del viejo mito de la
neutralidad o imparcialidad del historiador, la defensa de la interdisciplinariedad, la ambición heurística insaciable que se
desarrolló mucho más allá de los meros documentos -la única fuente reconocida por el positivismo-, pero, sobre todo, la
asignación a la función del historiador de responsabilidades mucho más trascendentes que la estrictamente
entretenedora de la vieja historia tradicional, tales como la comprensión total del mundo y el servicio al progreso de la
humanidad, son aspectos que si no son inventados por la escuela de los Annales, sí fueron por ella promovidos y
plenamente legitimados por la autoridad científica de Braudel.

Surge en el siglo XIX.

Sus creadores fueron Carlos Marx y Federico Engels.

Sus exponentes en México, entre otros son Enrique Semo y Adolfo Gily.

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