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EL BUDDHA GOTAMA COMO PRECURSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS

INTRODUCCIÓN

Pongámonos de acuerdo y precisemos de una vez dos cosas: Quién es el Buddha Gotama y
qué son los Derechos Humanos. Ambas difíciles de precisar exitosamente en tres cuartillas,
cuando se tratan de temas extensos y por su contenido y cantidad de información,
considerados ambos hondísimos.

Pues bien, se dice que hace más de dos mil seiscientos años nace un hombre en el Norte de
la India que llevará por nombre Siddhartha, de la familia Gotama, que estaría destinado a
convertirse en un Monarca Universal o en el maestro espiritual más importante de la
historia de la humanidad. Criado en el seno de una familia de gobernantes, fue educado
según su clase social, de conformidad con su estatus de príncipe, sin embargo, a la edad de
veintinueve años decide renunciar a su palaciega para ir en busca de la verdad que pone fin
al sufrimiento humano.

Esto es importante señalar porque la motivación del joven príncipe de encontrar aquello
que pusiera fin al sufrimiento no era exclusivamente un deseo particular, es decir, no se
daría a la tarea de buscar el fin del sufrimiento para uso exclusivo de él, sino para el
beneficio de toda la humanidad. A la edad de treinta y cinco años, según el Canon Pali, que
es el registro escrito más antiguo sobre la Enseñanza del Buddha, alcanza por él mismo, la
Iluminación, y luego de ello, se daría a la tarea de enseñar su descubrimiento durante
cuarenta y cinco años, hasta que muere finalmente a la edad de ochenta años. Podemos
inferir entonces, que el Buddha es un maestro espiritual de la antigua India que descubre,
según él, el camino que pone fin al sufrimiento humano. Entonces Buda era un hindú
nacido en el norte de la India. Formó una escuela de pensamiento religioso que fue
diseñado principalmente para reformar el Brahmanismo (hinduismo) y, especialmente, para
derrocar el sistema de castas.

Por otro lado, el tema de los Derechos Humanos ha cobrado importancia en las últimas
décadas, a raíz de la Segunda Guerra Mundial, en donde murieron millones de personas por
ideales que quizá nunca entendieron.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, “Los Derechos Humanos son el
conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva
resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona. Este conjunto de
prerrogativas se encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional, en nuestra
Constitución Política, tratados internacionales y las leyes.”1

DESARROLLO

Durante el ministerio de cuarenta y cinco años del Buddha Gotama, éste proponía la
igualdad entre todos los seres humanos y el potencial de cada uno para alcanzar la
budeidad. De hecho, él nunca se atribuyó condición divina alguna, sino que exhortaba a sus
discípulos a esforzarse para alcanzar la Iluminación por sus propios méritos.

Recordemos que en la época del Buddha, ni por asomo se hablaban de los Derechos
Humanos, pues como ya vimos, fue sólo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en
el siglo XX, que se abordó este tema que siempre ha aquejado a la humanidad.

Pues bien, el Buddha propone un estilo de vida donde implícitamente incluye a los
Derechos Humanos, tal como los concibe, de hecho, la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, entendidos como el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad
humana. Puesto que al contrario de lo que se pregonaba en su época, gracias a los
Brahmanes, o brahmanismo, que era el conjunto de creencias de la época, y de por sí, la
estratificación de la sociedad en la que el Buddha vivió era ya clasista, hecho mismo con el
que el Buddha nunca estuvo de acuerdo, pues según él, no existía poder ni favor divino que
designara a los sacerdotes como seres superiores al resto, sino que el Buddha propugnaba
por la igualdad y el mismo potencial de todos para alcanzar la Iluminiación. Idea con la que
los Brhamanes o sacerdotes de la época, nunca estuvieron de acuerdo por la sencilla razón
de que admitir la igualdad de todos significaba perder beneficios en nombre de la igualdad.

El Buddha logra fundar la orden de monjes más antigua de que se tiene registro, en el
sentido de que si bien en su época ya existían monjes o ascetas, no existía una organización
u orden como la que logra establecer el Buddha Gotama. En dicha orden eran admitidos
todos por igual, y se ordenaron monjes hombres de todas las clases sociales, desde su primo

1
http://www.cndh.org.mx/Que_son_Derechos_Humanos
Ananda, que era también de la familia real, hasta cierto verdugo que en la etapa final de su
vida se arrepintió de su oficio que era precisamente matar a los condenados, y se hizo
monje, asegurándole el Buddha que dicho arrepentimiento y rectificación de su vida iba a
traerle beneficios, a pesar de los malos actos que había cometido durante su etapa de
verdugo, que sin duda traerían malos resultados.

Incluso el Buddha, y por petición de su madre de crianza, admite a las mujeres en su orden
de monjes. Es la primera vez en la historia de la humanidad que los hombres y las mujeres
pueden pertenecer a una misma orden y con el mismo rango. Esto es histórico porque si
bien es cierto que en el catolicismo existen monjas, estas no pueden celebrar la eucaristía,
notándose entonces una clara desigualdad, no así en el buddhismo donde la Enseñanza
puede ser abordada y estar a cargo de un monje o una monja.

Abonando a esta tesis, existen discursos atribuidos al Buddha en donde precisa que el
hecho de nacer en el seno de una familia acomodada, o nacido en una nación próspera, no
significa que hemos ganado el cielo, o que nuestras acciones (buenas o malas) no
producirán sus respectivos resultados; o que el haber nacido en desgracia o en una nación
pobre, no significa que podamos reivindicarnos. Todo lo contrario, según el mismo
Buddha, todos tenemos la misma potencialidad, y si bien nos diferenciamos en la voluntad
de querer superarnos, lo cual no es propio de la familia o a la clase en que pertenezcamos.

CONCLUSIÓN

El Buddha implementa lo que se conoce como Óctuple Noble Sendero, una propuesta de
vida donde todo aquél que quiera alcanzar el máximo logro espiritual: el Nibbana, puede
hacerlo, independientemente de su color de piel, su nacionalidad o su creencia religiosa, e
incluso, independientemente de su género o preferencia sexual, pues para el Buddha, lo
importante es la práctica, no el apellido, o la clase social. Reconociendo de este modo la
igualdad entre todos los seres humanos, la dignidad humana y en fin, los Derechos
Humanos de toda persona, sin importarle el origen o condición de las personas.

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