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PROVINCIA DE BUENOS AIRES

DIRECCION GENERAL DE CULTURA Y EDUCACIÓN


DIRECCIÓN DE EDUCACION SUPERIOR
ESCUELA NORMAL SUPERIOR “JOSÉ MANUEL ESTRADA”
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N° 163
CARRERA: PROFESORADO DE TERCER CICLO DE LA EGB Y DE LA EDUCACIÓN POLIMODAL EN LENGUA Y LITERATURA
CICLO LECTIVO: 2017
PROFESORA: LICENCIADA MARÍA SILVIA LAREO

Apunte de cátedra

Cuestiones textuales
Al abordar la lectura de un texto, cualquiera sea, tenemos que partir de la idea de que el emisor
construye discursivamente una versión de sí mismo, del referente y del posible receptor. Esta idea nos lleva a
concebir que toda producción lingüística, tanto oral como escrita, es una construcción. El lenguaje no es
transparente, no copia la realidad, tiene la característica de ser opaco; el lenguaje crea mundos. Este rasgo del
lenguaje posibilita que el escritor construya discursivamente un enunciador, el referente y el enunciatario –
como señalamos al comienzo del apunte –estos no son entes reales y empíricos que hacen uso de la palabra,
describen el mundo o la recepcionan, sino son producto de “la puesta en escena discursiva” (Narvaja de Arnoux,
E: 2006, 11)

El enunciador para construir su discurso se posiciona desde un lugar, por ejemplo:

 En los textos académicos se ubica desde la autoridad, desde el saber.


 En los textos sobre economía desde la experiencia, desde su desempeño laboral, desde las vivencias, por
ejemplo del ama de casa. Según el ámbito donde se construya el texto.

La construcción del enunciador, del enunciatario y del referente no es siempre algo pensado, consciente
sino que se vincula con la situación social y “responde a posiciones culturales e ideológicas de los sujetos y sus
grupos de pertenencia” (Narvaja de Arnoux, E: 2006, 11).

Rasgos del Enunciador del texto académico


 Conocedor en profundidad del tema y preciso en relación con la terminología y con la definición de
conceptos.
 Fiel a las fuentes que cita.
 Sus argumentos deben estar sólidamente fundamentados para que la comunidad cultural a la que
pertenece los acepte.
 Su texto debe tener corrección gramatical y ortográfica.
 Riqueza de bibliografía.

Con respecto al enunciador retomamos las preguntas de Narvaja Arnoux a modo de reflexión sobre el tema:

¿Desde dónde habla el estudiante universitario en sus escritos académicos?

¿Desde donde le hablan al estudiante universitario los textos académicos de lectura habitual?
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Anteriormente habíamos explicitado que el lenguaje no copia la realidad sino que crea mundos, es por ello
que cuando el lector desea interpretar el significado de un texto necesita “considerarlo como un acontecimiento
material, determinado por el contexto en que fue producido. Es decir, al leer un enunciado es necesario leer su
relación con la situación enunciativa en la tuvo origen, constituida por el espacio, el tiempo en que se produjo el
enunciado y los sujetos que la protagonizaron: su enunciador, su enunciatario y la relación entre ambos. El
referente construido por el enunciado depende en gran parte de esa situación enunciativa desde la que se
observa y valora lo real.” (Narvaja de Arnoux, E: 2006, 14)

Polifonía
Al abordar el tratamiento de la lectura de los textos académicos no sólo es preciso observar las
características del enunciador y del enunciatario, sino prestar atención a las distintas voces que entran en el
texto. En otras palabras, debemos referirnos al concepto de “polifonía”, término que fuera introducido por M.
Bajtin con el fin de nombrar a las múltiples voces dentro de una misma obra literaria, de ese modo podemos
acceder a las distintas cosmovisiones de los diferentes personajes.

Posteriormente el término fue retomado por O. Ducrot “para dar cuenta de los múltiples casos en los
que el que produce materialmente el enunciado no se hace cargo de él, no se plantea como su responsable.”
(Maingueneau D.: 2003, 77)

En los textos que nos ocupan, el enunciador (locutor) no se limita a expresar solamente sus propias
ideas, sino que deja oír otras voces con diferentes propósitos, en algunos casos para fortalecer su
posicionamiento frente a un tema, en otros para retomar un pensamiento que se opone al suyo, para luego
señalar sus diferencias con él y refutarlo. Estas distintas voces deben ser identificadas por el lector para
comprender el significado del texto. Las mismas son introducidas mediante el uso de distintos recursos
lingüísticos, ellos son: el estilo directo y el estilo indirecto.

En el estilo directo el discurso del citante se diferencia claramente del citado. En los textos escritos dicha
separación se marca por medio de los dos puntos, comillas, guiones o bastardilla o letra cursiva. El discurso
citado conserva las marcas de enunciación, como pronombres y referencias espacio – temporales. Su finalidad
es mostrar la fidelidad hacia el texto original, presentar los hechos tal cual ocurrieron y dar impresión de
objetividad. No obstante, podría vislumbrarse una manipulación del discurso que se manifiesta por el nuevo
cotexto verbal en el que la cita aparece; además debemos considerar que al citar tomamos una parte del
discurso del otro, la parte que conviene a nuestro mensaje.

En el estilo indirecto “el discurso citado pierde autonomía, se subordina sintácticamente al discurso
citante, que borra las huellas de la otra enunciación”. (Narvaja de Arnoux, E: 2006, 18). El que cita no reproduce
la palabra del otro, sino que la reformula. Siempre se puede observar la manipulación del discurso del otro de
acuerdo a los intereses del citante.

Los enunciados referidos pueden ser incluidos de distintos modos y con diferentes funciones, según la
tipología textual en la que aparezca. Por ejemplo, en el discurso argumentativo, cita de autoridad, cita para ser
refutada. En el discurso expositivo, cita de autoridad.

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Paratexto
Haremos referencia al paratexto en los textos académicos, que difiere del paratexto de los materiales
literarios, periodísticos, relativos al arte, de divulgación científica, ya que en los textos que nos ocupan es más
formal y tiene otra finalidad para el lector. Si pensamos en la bibliografía podemos observar que la misma pone
de manifiesto la seriedad y formalidad de la producción.

“En el ámbito académico …. Las referencias bibliográficas muestran la ubicación del autor de un texto en
una línea teórica o corriente de estudios, así como la actualización de un profesional en su área y su
reconocimiento de los aportes de otros especialistas, reconocimiento que no sólo salva de cualquier acusación
de plagio o descalificante ignorancia del estado de la cuestión que se trata, sino que también sirve para destacar
cuál es el aporte propio”( Nogueira S. coord., 2010: 102)

Entre los paratextos podemos citar:

 El título, subtítulos, nombre del autor y de la institución, notas al pie, apéndice, tablas, figuras,
imágenes.
 Las referencias bibliográficas con respecto a las citas.
 La bibliografía utilizada.

Con respecto a este tema retomamos la definición de paratexto de Gerard Genette, la cual dice que
“paratexto es todo aquello que permite que el texto se transforme en libro y lo proponga como tal a sus
lectores y al público en general. Para este autor son elementos paratextuales la tapa, la contratapa, las
solapas, las ilustraciones…, los prefacios, notas al pie o al final, epígrafes, dedicatorias, índices, apéndices,
bibliografía, los elementos tipográficos, el diseño gráfico y hasta el formato y el tipo de papel” (Narvaja
Arnoux E., Di Stefano M. y Pereira C., 2006: 31)

Estas mismas autoras retoman las palabras de la profesora de la UBA, Maite Alvarado, quien en su libro
Paratexto describe detalladamente qué es, qué funciones cumple, cuáles son los objetivos y destaca la
importancia que tiene para el lector “como disparador de operaciones de anticipación, búsqueda en la
memoria, selección y puesta en relación de la información, propia del proceso de lectura.Todos estos
elementos permiten al lector elaborar hipótesis sobre el texto…”(Narvaja Arnoux E., Di Stefano M. y Pereira
C., 2006: 31)

Es destacable la importancia didáctica en el proceso de enseñanza de la lectura, el proponer unidades


didácticas cuyo tema sea la lectura de los elementos paratextuales y su incidencia en la comprensión de los
textos.

Géneros discursivos
“La pertenencia (de un texto) a un género discursivo es lo que explica casi todo lo que ocurre en el texto:
el modo de plantear el comienzo y el cierre, el tema a tratar, los modos de incluir la palabra de los otros, el
registro más o menos formal y hasta la sintaxis y el léxico empleados…” (Narvaja Arnoux E., Di Stefano M. y
Pereira C., 2006: 33)

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El ser humano a lo largo de de su vida y de acuerdo con el espacio cultural donde vive, las actividades
que desarrolle en los distintos ámbitos y según los momentos históricos por los que atraviese va
aprendiendo los distintos géneros discursivos; algunos de forma espontánea, otros en los trayectos
educativos formales. Tal es el caso de los géneros académicos, las producciones discursivas del ámbito
universitario y terciario, los cuales por su complejidad necesitan de un proceso de aprendizaje guiado y de
una reflexión constante tanto en el proceso de lectura como en la escritura. Entre estos últimos podemos
citar ensayos, artículos, informes de lectura, ponencias para congresos, parciales, monografías, etc.

Secuencias textuales
Los textos presentan características composicionales que refieren a formas de organización
“prototípicas”, estas formas son denominadas “secuencias textuales”

 Narrativa
 Descriptiva
 Expositiva- explicativa
 Dialogal
 Argumentativa
 Instruccional

En los géneros académicos predominan las formas expositiva- explicativa y argumentativa. Según J.M. Adam, la
secuencia se define como “una estructura dotada de una organización interna que le es propia, y con una
autonomía relativa, en tanto establece relaciones de dependencia/independencia con el conjunto más vasto del
que forma parte”(Narvaja de Arnoux, Di Stefano y Pereira. C, 2006, 37)

Es importante señalar que no existen textos “puros”, es decir con la presencia de una única secuencia; lo que sí
encontramos es una secuencia dominante y otras que se insertan en ella.

En los textos académicos cuya secuencia dominante es la expositiva- explicativa se puede apreciar:

 Exposición de un saber legitimado socialmente


 Exposición de un saber teórico referido a hechos que han sido valorados después del proceso de
observación.
 En general en estos textos se tiende a borrar las huellas del sujeto enunciados (marcas valorativas,
afectivas o apreciativas), se presenta una distancia entre el texto y el enunciador (Uso del “se”
impersonal”) para dar efecto de objetividad.
 También para lograr estos efectos se emplea la primera persona del plural, “se trata del nosotros que
ubica al enunciador como miembro de una comunidad científica que lo respalda” ”(Narvaja de Arnoux,
Di Stefano y Pereira. C, 2006,41)
 Predomina la dimensión cognitiva.

También se observa el empleo de:

 Definiciones
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 Comparaciones
 Analogías
 Reformulaciones
 Reiteraciones
 Organizadores del discurso
 Ejemplos

En los textos cuya secuencia dominante es la argumentativa podemos apreciar que:

 El sujeto que enuncia el discurso se manifiesta y confronta su opinión con la de otros.


 La dimensión dialógica argumentativa se expresa mediante el uso de estrategias como: las concesiones,
ironía y otras estrategias de refutación.
 El enunciador toma postura ante los hechos o el tema e intenta persuadir al enunciatario.
 En el texto queda más expuesta la subjetividad del enunciador y el carácter valorativo del lenguaje.

Bibliografía consultada y citada


 Ciapuscio, Guiomar Elena (1994) Tipos textuales. Buenos Aires, Universidad Nacional de Buenos Aires.
 Ducrot, Oswald y Todorov, Tzvetan (1979) Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Madrid,
Siglo XXI.
 Filinich, María Isabel (1998) Enunciación. Buenos Aires, EUDEBA.
 Maingueneau, Dominique (2003) Los términos clave del análisis del discurso. Buenos Aires, Nueva
Visión.
 Maingueneau, Dominique (2009) Análisis de textos de comunicación. Buenos Aires, Nueva Visión.
 Narvaja de Arnoux, Elvira, Di Stefano Mariana, y Pereira Cecilia (2006) La lectura y la escritura en la
universidad. Buenos Aires, EUDEBA.
 Nogueira, Sylvia (coord.) (2005) Manual de lectura y escritura universitarias: Prácticas de taller. Buenos
Aires, Biblos.
 Nogueira, Sylvia (coord.) (2010) Estrategias de lectura y escritura académicas: estudio y ejercitación de
la enunciación, la textualidad, la explicación y la argumentación. Buenos Aires, Biblos.

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