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RESUMEN
Por milenios, el territorio del actual Ecuador ha sido escenario de interesantes procesos culturales. Una
amplia variedad y riqueza de vestigios constituyen el testimonio de lo que otrora fuera la humanidad
de esta parte del planeta. Las investigaciones arqueológicas han sido, sin embargo no muy frecuentes,
quedando por descubrir todavía una buena parte del pasado aborigen.
Por nuestra parte hemos puesto la mirada sobre los vestigios rupestres, cuyo estudio es todavía más
escaso en nuestro país, pese a que en los últimos veinte años se han reportado importantes yacimientos
de este tipo.
La Universidad Técnica Particular de Loja, a través del Centro de Gestión Cultural Universitaria y la
Escuela de Arte y Diseño se ha interesado en auspiciar las investigaciones del arte rupestre existente
en la provincia de Loja, mediante la creación del Proyecto Petroglifos, el mismo que pretende
documentar científicamente los sitios, gestionar su protección, educar a la comunidad y aprovechar el
recurso patrimonial en la aplicación del arte y el diseño.
Contenido
La provincia de Loja, ubicada en el extremo sur del Ecuador forma parte de una región rica en
diversidad natural que ha sido el escenario para el desarrollo de varios grupos humanos desde épocas
remotas.
Los estudios arqueológicos realizados durante los últimos veinte años en esta región
(M.Temme, 1982, J.Guffroy, 1986, 1987, 2004, Idrovo y Gomis, 1997, F. Valdez 2004) han permitido
esbozar un primer panorama de lo que fue la ocupación humana en la época prehispánica.
∗
Universidad Técnica Particular de Loja. E-mail: dsgonzales@utpl.edu.ec
En lo que respecta a la provincia de Loja, una ruptura cultural importante se produce entre los
siglos VII y XI de nuestra era con la llegada de grupos de población oriundos de la Amazonia,
pertenecientes a la familia lingüística Jíbaro.
Los cronistas españoles designan con el nombre genérico de ´Paltas´ a estos habitantes
aborígenes proto-Jíbaros que ocupaban la provincia de Loja, al momento de la llegada de los Incas, en
el siglo XV. Sin embargo no se puede hablar de un grupo homogéneo. Al momento de la conquista
española existían varios subgrupos al parecer diferenciados por sus dialectos: Paltas, en la zona central
y norteña de la provincia, los Calvas, hacia el sur, los Malacatos en el este y los Bracamoros en la
vertiente oriental de la cordillera. La lengua de los paltas, a su vez, contaba con al menos seis
variedades. Otros grupos vecinos, pertenecientes a etnias diferentes corresponden a los Cañaris,
ubicados en el extremo norte de la provincia, así como grupos denominados yungas vinculados a la
costa peruana.
Los trabajos realizados hasta la actualidad determinan la presencia de arte rupestre en varias zonas del
territorio ecuatoriano, situadas en la región sur y en el oriente (Fig. 1). Los vestigios son en su totalidad de
petroglifos; no conocemos la existencia de pinturas. Los reportes de las localidades rupestres son los
siguientes:
• Valle del Misagualí, provincia de Napo, al nordeste del país: al menos 75 rocas grabadas
reportadas por P. Porras en 1985.
• Limón Indanza, provincia de Morona Santiago también en la región oriental con más de 150
hectáreas en las que hay petroglifos, según un reporte de prensa de Ricardo Tello en 1999.
• Petroglifos de Suicay y Shungumarca en el norte de Cañar: tres rocas reportadas por Mario Garzón
Espinoza en el año 2000.
• Petroglifos de Ingapirca: reportados por Napoleón Almeida en un proyecto publicado en la Revista
N. 1 de la Comisión del Castillo de Ingapirca, en el año 2000.
• Petroglifos de la provincia de El Oro: varias rocas localizadas en Zaruma, Santa Rosa y Piñas,
descritas por Celiano González en 1982.
• Provincia de Loja, en la región sur: casi medio centenar de rocas grabadas en 22 sitios reportados
en un primer inventario de E. Alejandro, J. Celi y M. Ortega (1993) y por nuestro proyecto (2004).
Véase ejemplos (Figs. 2 - 6).
En la zona que hemos estudiado (Fig.3) se han registrado hasta el momento 22 sitios con grabados. La gran
mayoría corresponde a bloques aislados. En pocos casos aparecen varias rocas en una misma área y existe
un único caso de rocas aparentemente levantadas por la acción humana, algunas de las cuales también
poseen grabados (Fig. 6).
La mayoría de los sitios rupestres se halla en entornos no muy elevados con respecto a la zona..
Casi todos poseen en su cercanías fuentes de agua (ríos, quebradas).
La dureza de los soportes y el aspecto de los grabados es bastante variado, con trazados irregulares
y sin pulir y otros de apariencia más regular y delicada. Las profundidades de los surcos que los conforman
oscilan entre 0.2 cm y 1 cm, con anchos con anchos que van de 0,5 a 3cm
Los temas tratados van desde imágenes reconocibles (Figs. 4 y 5) pero simplificadas hasta signos
abstractos. Entre las primeras aparecen figuras de apariencia humana (completas o partes), animales y
representaciones que por nuestra formación identificamos como solares (Fig. 2). Dentro del segundo grupo
se encuentran los puntos, trazos lineales, espirales, figuras rectilíneas y curvilíneas y combinaciones de
ellos.
Con respecto al estado de conservación de las rocas grabadas debemos decir que su suerte ha sido
tan variada como sus características. Además de la meteorización y los agentes naturales, los grabados han
sufrido los efectos de la acción humana. Pocas rocas quizá se han librado de alguna de estas acciones:
rayones, trazos de piedra o tiza sobre los surcos originales, desprendimiento de la corteza de ciertas rocas
por acción del fuego usado para quemar la vegetación antes de las labores agrícolas, movilización de las
piedras de su posición inicial (incluso una se halla en una plaza pública), construcción de cercos de
hormigón bien intencionados, aplicación de pintura acrílica, destrozo, etc.
El desconocimiento del valor que poseen los vestigios, la ausencia de planes de acción que hagan
cumplir la ley de Patrimonio Cultural, acciones unilaterales de determinadas dependencias públicas, son
algunas de las causas que están amenazando la conservación de este legado de nuestros ancestros.
A partir del año 2000, la Universidad Técnica Particular de Loja decidió continuar con la investigación iniciada
años atrás y que fuera recogida en una obra sin publicar titulada “Informe sobre el inventario arqueológico,
etnográfico y cultural de la Provincia de Loja” (Alejandro, Celi, Ortega: 1993). Nace así la fase piloto del
llamado Proyecto Petroglifos (Investigación, gestión y aprovechamiento del arte rupestre de la provincia de
Loja) que forma parte a su vez de una estructura mayor denominada Lojanidad.
La primera etapa del Proyecto Petroglifos se cerró con la publicación del libro “El arte rupestre de Loja”
y de la página web: http//:www.utpl.edu.ec/arterupestre en el marco del I Seminario Taller de Arte Rupestre,
dictado por el profesor Mario Consens y con el aval del CIARU (Centro de Investigación de Arte Rupestre del
Uruguay) y el IRD (Instituto de Investigación para el Desarrollo, de Francia).
Consideramos que la “fase piloto” del proyecto ha sido realizada en forma satisfactoria dentro de sus
limitados objetivos y se hace necesario continuar con una segunda etapa que extienda los alcances de su
predecesora. Tomando en consideración la experiencia obtenida y aprovechando la asesoría brindada a partir del
I Seminario Taller de Arte Rupestre, estamos en capacidad de determinar que existen varios puntos –algunos,
críticos- que merecen la atención de quienes hacemos este tipo de investigaciones que involucran no sólo a los
objetos arqueológicos sino a los sitios, el entorno y también a toda la comunidad. Explicaremos las razones que
justifican la continuidad de nuestro proyecto:
Salvaguarda del Patrimonio Cultural. La provincia de Loja cuenta con un patrimonio rupestre cuya
riqueza intrínseca e iconográfica constituye un recurso no renovable que empieza a sentir los efectos negativos
derivados del desconocimiento de su manejo. Estos bienes culturales que han resistido por siglos los efectos de
por sí destructivos del clima, se tornan frágiles ante la acción humana que en poco tiempo puede causar –y han
causado- su alteración o desaparición. Consideramos que es deber de las personas e instituciones contribuir a la
conservación de estos bienes para beneficio de presentes y futuras generaciones.
Educación para la conservación. Una finalidad de la investigación es que los resultados de los
estudios beneficien a la sociedad. Las comunidades donde se encuentran los yacimientos rupestres cuentan con
recursos cuyo valor no es apreciado en toda su dimensión, por lo que se requieren acciones emergentes
tendientes a educar en primera instancia a dichos grupos humanos, con el propósito de desarrollar a través de
ellos la formación necesaria de las jóvenes generaciones sobre la base de hitos físicos de su identidad,
convirtiéndoles en custodios de su Patrimonio y en última instancia a los turistas, a fin de que se lleven una
información real sobre los vestigios y realicen visitas responsables.
Aprovechamiento del recurso iconográfico. La gráfica rupestre de Loja ha empezado a ser utilizada
con diferentes finalidades. La Universidad Técnica Particular de Loja, gestora de este proyecto, a través de la
Escuela de Arte y Diseño está en capacidad de emprender un trabajo de mayor envergadura, aprovechando la
creatividad de sus estudiantes y la riqueza de imágenes registradas.
El mencionado justificativo se resume en los siguientes objetivos de la segunda etapa, que aspiramos
completar en el lapso de 18 meses:
Luego del I Seminario Taller de Arte Rupestre, tenemos en claro que cualquier trabajo que podamos realizar en
torno al tema que nos ocupa, requiere de una metodología de la investigación científica que permita obtener, de
manera sistemática, información objetiva de los vestigios.
Las relaciones que hemos cultivado durante la primera etapa del proyecto, con los colegas
investigadores y amigos de distintas disciplinas, ha permitido conformar un equipo de trabajo estable que cuenta
con: el arqueólogo Geoffroy de Saulieu; José Guartán, responsable del estudio geológico; el Sr. José Chamba,
responsable de los levantamientos topográficos y un grupo de apoyo de estudiantes de la Escuela de Arte y
Diseño.
Mediante este valioso grupo humano estamos llevando a cabo las labores de relevo in situ que consisten en:
• Breve exposición del trabajo que realizaremos y presentación del equipo humano ante las personas
de la comunidad visitada.
• Reconocimiento del yacimiento y su entorno.
• Determinación del estado actual de las rocas grabadas.
• Determinación de altitud y datos de GPS (rocas, senderos).
• Levantamiento topográfico del área.
• Recolección de muestras para el estudio geológico.
• Obtención de diapositivas empleando distintos recursos (filtros, cambios de iluminación).
• Obtención de calcos con rotulador fino sobre hojas transparentes.
Con los datos obtenidos, procedemos con el trabajo de laboratorio que comprende las siguientes
actividades:
La información resultante de las labores de documentación permitirá conseguir el éxito de los objetivos
restantes, ya que podrá ser transferida al INPC (Instituto Nacional de Patrimonio Cultural) a fin de gestionar la
puesta en valor de los sitios, su protección y conservación. De la misma manera se espera presentar los informes
a las comunidades custodias y a la ciudadanía en general, así como a la comunidad científica, quienes serán los
encargados, por un lado, de evaluar la validez de los procesos y, por otro, de avalar la creación de un centro de
investigación del arte rupestre en Ecuador. Por otro lado, será posible ampliar el espectro de aplicaciones que ha
involucrado desde el inicio del proyecto a los creadores locales, propiciando así la difusión de las imágenes
escondidas de nuestras culturas y su apropiación por parte de la colectividad.
Sabemos de las múltiples dificultades y limitaciones que se nos presentarán a lo largo de esta nueva
etapa del Proyecto Petroglifos, en una época y cultura que propicia una corriente contraria a nuestros objetivos,
en un país que además cuenta con tanta riqueza como despreocupación por su justo aprovechamiento. Estamos
convencidos, sin embargo, que resulta urgente emprender esta labor si queremos apostar por la construcción de
una sociedad que, conciente de su pasado y su identidad, aprenda a plantear algún momento soluciones para el
beneficio común.
BIBLIOGRAFÍA
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• GONZÁLEZ OJEDA, Diego: El arte rupestre de Loja. Loja, Editorial UTPL, 2004.
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• TEMME, Matilde. Excavaciones en el sitio precerámico de Cúbilan. En “Miscelánea Antropológica Ecuatoriana”, vol.2.: 136-164.
Guayaquil, 1982.