Grandes descubrimientos bajo el cuadro de Pablo Picasso «La
Misereuse Accroupie» («La pobreza agazapada»). Un nuevo estudio ha permitido identificar que el lienzo esconde dos imágenes. Una es del propio Picasso, y es una variante que se relaciona con una acuarela de una figura femenina que sostiene un mendrugo de pan. La otra, la imagen de fondo, que el genio malagueño cubrió completamente, es un paisaje que del hispano-uruguayo Joaquín Torres-García, según un estudio presentado hoy por la Universidad de Northwestern y el Instituto de Arte de Chicago.
Esta obra, oculta en un cuadro perteneciente al Período Azul del
creador malagueño, fue descubierta gracias al uso de una tecnología avanzada de rayos X fluorescentes que permite «de forma no invasiva» profundizar en cada capa del lienzo, según informaron los autores del estudio en el encuentro anual de la Asociación Americana para el Avance Científico, en Austin (Texas). Actualmente, «La pobreza agazapada» (1902) está expuesta en laGalería de Arte de Ontario, en Canadá.
Un profesor de la Universidad de Northwestern (Illinois, Estados
Unidos), Marc Walton, explicó que «la relación de amistad de ambos artistas y la similitud en el uso de las técnicas» permite pensar que el cuadro original pertenece a Torres-García (Montevideo 1874- 1949).
ras los primeros hallazgos en 1992, los expertos advirtieron que
existían colores que no concordaban con la pintura de Picasso, y para ello tomaron muestras de unas pinceladas que asomaban en una grieta, así como ciertos trazos en la mano de la figura plasmada en el cuadro, que hacían pensar que se trataba de una lámina reutilizada. «Está nueva tecnología nos ha permitido entrar en la mente del artista y comprender cómo era el proceso creativo», detalló el profesor universitario. Walton explicó que Picasso usó el paisaje «como fuente de inspiración» para dibujar la forma femenina, tomando como referencia las colinas en el fondo que se convertirían en el contorno de la túnica que cubre la espalda de la mujer. Por su parte, la directora de conservación e ingeniería del Instituto de Arte de Chicago, Francesca Casadio, apuntó que también aplicaron esta innovadora técnica de investigación en 39 esculturas de bronce del autor,centradas en la época de la invasión nazi en París. Casadio comentó que decidieron estudiar esa época porque «en aquellos instantes los alemanes robaban los metales pesados para sus infraestructuras», y sin embargo, «los centros de arte catalogan estas esculturas como elaboradas en dicho material». La técnica de rayos X permitió conocer que Picasso empleaba varios materiales más dúctiles como arcilla o yeso, para más tarde aplicar un recubrimiento de bronce.