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eer td Perr] Ptatatoe eer ateue et tnt inant aa Ronin ny OCH ti Ore Un ene nie ne tary PCM TR tM a cnt ener a RnR ony CoC nerd ment eer Salm nr inet ity peso Sone amet aT Paramore enter teenporn ay RCS eae er aie ae Cree cet Naar ice een tease op et yc ee re Noma eae bo tay ee ele te aL ie ence ere Bim Autoandlisis de un socidlogo Autoandalisis UATE OS Pe ener titers NOTA DEL EDITOR FRANCES Anilisssocoldgico que exclaya Ia sos de as salvo algun Prenae BouRDE Note pripanatare te tet de Pere Bowrdien, redactad ent oe bre y diciembre de 2001 perw en ef que Ueoabu ijando y penn, plantenedos, en parti inne vonvenia dren, fue comcebido partir imo euro on el Calege de France, como una aon in (empliada, relebonads) del exptul final de de la science et vflenivité* fp ra sy perfctamente lt continua enare annbas texto ‘ef mismo ttle: Eidoco para wr autoaniliss decide pubticar este Wore primera en Aevnania Tar a aun nana se propenta rviarl y relabonerto p edicién futscesn, heme prfride publica la ver dn alemana con el dice aiadido de unas pocts ro as biblingrfcas para ae referencias expicza Dal misimo modo que ingresd en ef Callige de France fe 1982) con nna macy reflex Legon su la legon,! Pieme Bouriien babi decd di ima conforencia sometiendose a su ves, como a 1 rer esa po al eievetcia de la veflexividad, que he ‘ia consttide cada vez mat para da lo largo de su vida de investigador, tno de lr requisites previs me ceurios pans la inestigacin cientfic. Sable que toméndose a rf mismo como objeto no (dose ariesgaba a gue Lew saan de complaceneta también a proporsionar armas sodor aguellos (que silo esin esperando wa oportunidad para negar, de la posicion y de ke ray tori le Bourdieu, ef cardtercienificn de su socio cts» que no comprenden que eleecicio de la refs provisamente on nombre i sc fituo de una prolanada elaboraeién como Instrumente de ciemifiidad, Exe proyecto, paadajco donde los haya, no era un mero geen de estentacin CGobligar al lector preguntarce por qué lee ext», dive Pierre Bourdieu en sus apuntes de trabajo prepare ion), sino mas bien wn prepesito absolacamenze indi ta de manifear la canformidad final del inveigador Bliions de Minit, (982, (4 com an comcepoiém de la verdad centfca, um afin de propercionar va especie de gavanta skims del ca lcter cenifio de las propuertar enunciadar en toda Ua obs, mediante una rflesisn erechamente contre de lo ads Tad acerca de oi minwo (pongo al servic sbjetoa ob andliie mde objesions, escrbe también, comentando ete text). Eccd claro que estaba en fo cierto al temer eb mal sto que podia Iacrse de ete texto, Excribla ash, en una de sus versiones anteriores: «Esto no es una aut biogas pporgte be (Alenuncado le iluion bin ‘lta proficndamente antipatio, y la aversion, mee ‘Es um género que no silo me exh vedado clude'con remot, que me ba inducdo a desanimar @ trios “bidgraf” ex fruto de razones gue considerate Diciembre de 2003 [No tengo la intencidn de someterme al género, cuyo cardeter a la ver canvencional y engat bre destacado en coiterads ocasiones, de la autobio- grafia, Sélo quisiera recopilar y proporcionar algu- fos elementos para un autoanilisis. No aculeo mis remores, que van mucho mis alli del miedo habi- tual a ser mal comprendida, Tengo, en efecto, la sensacion de que, en particular a causa de la ampli tu de mi recorride por el espacio social y de fa in. ccompatbilidad prictica de los mundas sociales que vineula sin conciliatlos, dificilmente puede supo- ret pues estoy muy lejos de conseguirlo yo mismo con los instcumentos de la sociologia~ que el lector rré obligad sepa contemplar las vivencias que 2 eroear con la mirada adecuada, en mi opinisn, Al adopear ol punto de vists del anaista, me obligo (y me autorizo) + tomar en consideracin, Uinica y exclusivamente, los resgos que 300 pest nenees desde la pesspectiva de la sociologia, cs de ‘i, necesarios para la explicacién y la comprensign ocioldgices. Pero lejos de watar de producis con ello, come seria de temes, un efecco restrictive, im- poniendo mi interpreracién, me peopomgo someter cesta experiencia, enunciada del mode mis honesco posible, a ln confroncacién crtica, como si se ta tara de cunlguier oro objeco. Soy perfectamente consciente de que, analizados desde este prisma como corresponde en cualquier caso, de confor midad con el sprincipio de catidade, todos fos mo: mentos de mi historia y, en particular, las diferen- tes opciones que yo haya podio clgit en materia de investgacién pueden parecer en cierto modo come adaptados a su necesidad sociol6gics, es dect, en este aspect, justilicados, yen cualquier caso, como rnucho mis racionales, 0 incluso razonados y razo- nables, de lo que fteron en realidad, an poco como sifueran Futo de un proyecto consciente de sf mis mo desde el principio. Aunque sé, y na vay a hacer nada para ocultarlo, que, en realidad, s6lo fai des- cubtiendo poco a poco, inelusa en el Smbito de la investigacién, lo principios que regian mi préetca, Sin ser erdaderamente inconscientes, mis «op. manifestaban mis que nada en cechazos ¥ ancipatias inteleceuales, la mayoria de veces ape- 4 nas articuladas, y no han llegada a expresaese de aude (por ejemplo la rnanera expliita hasta uy repulsidn, bascance profunda, que me inspraban el ‘alto de Sade, durante un tiempo de moda, ya vi si6n tipo Bauaille o Klossowski de las cucstiones swuales silo se reflejé en un conto de express en tun ndimero de deter dedicado al «Cometcio de los cietpos» en 1994), Til vee porque estaba ensimise mado de un mode excesivo en mi investigacién y cen el geapo que impulsaba para mirar a mi alrede- dot, tal vex porque pensaba que venla demasiado trabajo para dedicar una parte del tiempo del que tan necesitado andaba discutiendo o criticand in- cluso a los persona aban, en Francia o en el extranjero, et las ciencias y por los que no siempre tenia mucha consideracidn, tal ver porque soy bastante jes mas destacados que me rode sociales y la flosl torpe y' desafortunade en las discusiones incelectua- les a propésita de problemas que no son los mios (guardo un recuerdo bastante equivaco de un en- cuenteo con Habermas, muy cordial, 80 sf, que ha- bian organizado, en Paris, Dreyfus y Rabinow), he tenido tendencia a buena de Dios, yséla paco @ pose, y casi siempre rerospectivamente, empecé, aprovechando, en pas ticular estancias en el extranjero, 2 explicitar mi i adelance un tanto 4 la diferencia» sespeeto a aucores como Habermas, Foucaul © Derrida, a propésito de quienes me pre- sguntan ahora con frecuencia, y que entonces est 15 ban mucho menos presentes y eran macho menos importantes en mi investigtcién que los Cicaure, Labow, Darnton, Tilly y otros muchos historiado- tes, tndlogas 0 sacidlagas desconocidos en los arm ‘© medidticos. Podré, sin em baargo, basarme, en este eshuerza para explicarme y comprenderme, en las brianas de objetivacign de mf mismo que he ide dejando por cl camino en el decurso de mi investigacién, y que tratard de pro- fundizas,y ambién de siseematizar, aqua Comprender significa comprender primero el cual uno se ha ido apo con el cual y contra ¢ haciendo. Por eso, y aun arriesgindome as der a.un lector que tal vez espere verme comenrar por el comienzo, es decir, por la evacacién de los aos de mi nie y del universo social de mi infan- a, tengo que, ortadoxamente, examinar en primer x el estado del campo en el momento en q ingresé en él, hacia los aos cineuenta, Asi, coo re cordar que yo estaba entonces en la Escucla Nor smal Superior (ENS) estudiando filosofia, en hi cis pide de la jerarquta escalar, en una época en que la Filosofia podia parecer tiunfante, habré dicho lo xencial, creo, de lo necesaio ps 2 atender los re- duisitos de la explicacién y de la eomprensién de mi trayectoria posteriot en el campo univers Pero para comprendder por qué y emo se volvia uno sfilésofor, eérmino cuya ambiglledad conti hula a fomentar la ingente sobseinversién que e= cluyen attas opciones menos indetesminadas y mis ddicectamente ajustadas a las posibilidades scales, tambien tengo que tratar de evocar el espacio de los posibles eal coma se me preseneaba entonces y los Fitos de insticién adecuados para produce los nk veles de conviccidn tntima y de adhesion inspirada que, en aguel entonces, ein Ia condlicisn para in igresar el ribu de ls flgsofos No puedo recordar aqut roda la ceamoya del la oposicibn de ingreso en los cursos preparstorios hasta lt realiaada para entrar en la ENS, leva a los elegidos ¢y muy garticularmente a aquellos que, carentes de influen- cias, lo consiguen por puro milagro) a clgir la Fs zeonovet los criterias de proceso de consigracién que, d cuela que los ha elegido, a re cleccidn que los han consteuido come cic; la mis moya que, mis adelante, los leva a orientar- se, yp sin duda, con tanto més ahinco cuanto mi cencumbrados estén, hacia Ia disciplina reina. Uno se volo «filésofo» porque habia sido consagrado, y tuna se consagraba asegurdndose el prestigioso esta tus de aflésatin, La eleccgin de la flosoa eta a una manifestacién de la seguridad de un estatus «jue consolidaba la seguridad (o la arrogancia) de exe estatus, Y ello més que nunca en una época en lh que todo al campo inteleewal estaba dominado por ia figura de Jean-Paul Sarre y en la que las cur 18 sos preparatoros, en particular con Jean Beauties, destinatario dela Letere sur UTeumaniome de Heide get y la propia oposicidn de ingreso en la ENS, ccon su tribunal compuesto en un momento dado por Maurice Merleau-Ponty y por Vladimie Janke- levieeh, eran, 0 podian parecetlo, lugares cumbre dela vide inclectual so en ht ENS fran el lugae donde se escenificaba la ambicién in telecrual a fa francesa en su expresién mis clevad: cs deci, filoséfica, FI incelectual rotal, euya figura acababa de inveneary de imponer Sarre, estaba so- licitado por una ensefiaza que ofreca un amplia abanico de diseiplina (losofia, literatura, historia, lenguss clisicas y modernas) y que estinulabs, a ‘avs de] aprendizaje de la edisertaién de oma re Los eusos prepatatarios de tcbilin(segin la expresién de Durkheim), pieda angular de todo el dispositive, una seguridad en ‘ono mismo rayana a menudo en la inconsciencia de la ignorancia teiunfante, Indudablemente, la fe en la omniporencia de I2 invencidn rexérica slo ppodia halla sus mejores estimulos en las exhibicio- nes doctamente teatralizadas de la improvisscién Be 1. Martin Heid bier, 1964 [Cite sob of Burnin 2000, rade de H. Contry A, Lee | losses: pienso en maestros como Michel Alesan- dre, discipulo cardio de Alsin, que ocultaba con poses profticas ls debilidades de un discurso Ble séfico reducido a los meros recursos de una refle xidn sin hase hiscérica, © como Jean Beauffet, que desyelaba a sus alamnos deslumbracos los arcanos el pensamiento de un Heidegger —salvo es ain sin traducit (EL exo extraordina- rio que el fldsolo de la Selva Negra caseché en Francia sla se explica del codo si se considera que, x tanto que encarnacién ejemplar del aristocrats mo profesoral y dela flosofia indiscutida de la filo sofla que permea, sin que ellos lo sepan, a los pro: Fesores de filosofia, est4 mas cerca de lo que parece de la antigua tradicidn francesa de los Lagneau y Alain, como prueba el hecho de que tantossldso- fose formadas en las aulas de los cursos preparato- rios de los afios cineuenta hayan podido empalmar la adiiracién por Alexandre con el fervor por He degger) Asi se constitulan la legitimidad del estatus de una aristocracia escolar universalmente reconocida yi anobleza obliga» el sentido de la propia grandeza {que impone al fldsolo digno de ese nombre ls m: yores ambiciones intelectuales y que le prohibe re- hujarse dedicindose a determinadas disciplinas ‘objec; en particule aquellos que tocan los especia- Tistas cle ls clencias sociales (gerd necesaria, por cjemplo, la sacudlda de 1968 para que los fidsofos formacios en la aulas de los fos 1945 se enfreneen, y silo de us modo altamente sublimado, al proble rma del poder y de Ia polities: no hay dda de que Deleuze y Foucaul, y todos los que los han seguido, no habefin podido plaatear un problema tan claea mente excluido del canon Alosdfico a lx antigua como el del poder si éste no hubiera sido intioduc docen el corazdin mismo del npo universiario por rudiantil que se inspiraba en trad cones tedricas absolutamente ignoradas © menos- preciadas por la ortodoxia académica, como el mar- xismo, Ia concepcidn weberiana det Estado o el la comtessacién andlisis sociol6gico de la insttucién escolar), [8 influencia de los grupos poderosamente tegmdos, cuyo limite (y modelo peictica) es laf mila convencional, se debe en gran medida al he- cho de que estia unis por una cll en la isi, ‘una complicidad fandamental en la fantasmagoria colectiva, que gatantia a cada uno de sus mier- bros Is experiencia de una exalacion del yo, princ- ppio de una solidaridad basada en la adhesin a la imagen del grupo como imagen encuntada del pro- pil yo. Es, en efecto, este sentimiento socialmente conscruido de pertenecet a una vespecie superior lo que, con las solidaridades de interesesy las afin des de Aabitws, contribuye mds a establecer lo ‘que no podemos menos que llamar tn vespirite de cuerpo, por insdlta que pueda parecer esta expre- si6n aplicada a un conjunto de individuos eonven- cidos de ser esencial y absolucamente insustcuibles. nw de las funciones de los vitos de iniciacién con sisie en ctear una comunidad de los inconscientes ‘que posibilice los conflicros velados entre adversar ios fatimos, los préstamos ocultas de wemas 0 de ideas que cala cual se siente lgitimad a atbuirse puesto que son druco de esquemas dl ‘muy cercanos a los prapios, ls referencias tdcitas y las alusiones sélo inveligibles dentio del reducido circulo de los iniciadas (considerar desde este pris ama lo que se ha escrito 4 partir de los aos sesenta significa descubrit, por debajo del oropel de las d- ervocias proclamadas, la profinds homogeneidad se los problemas y de los temas y saber eeconacer, por ejemplo, en el lema derridiane de fs wdecons- traceiény, més alld de la teansfiguracign acarteada por el cambio total de contexta tebrica, el tema backelisdiano de la rupuua con ls preconstruccio- nes que, conwvertido en fipor escolar, cambin se promovié, en el mime momento, ea el extrem ‘puesto del campo de la flosofla ~en Althusser, en pauticular-y en las ciencias sociales en mi obra Le Metier de socologue;' eo especial). Pera la earictristica més importante, y tam- 1, Le Air de scope, Pe, Mos Bends, 1868 fon Jean-Chaule Chumboredon y Jen-Claude Passeon) [etfs decides, Made, Siglo 8X1, ad de EH. Ace may]. Sabie] biga la mis invisible, del universe loséfico de este lugar y de esce momento ~y cal ves, asimismo, de tados los tiempos y de todos Ios pals esrb sin duda, en el aitamiento escolistico, que, por mis (que rambign sex cartcreristica de ottas eambres de la vida académica, Oxford 0 Cambridge, Yale 0 Harvaid, Heidelberg o Tosi, meses una de sus formas mis cjemplaies en el roundo eetrado, asl do, alejado de ks vicisitudes del mando sal, en el ue se han forma, alrededor de ls anos vineuen: 1, Ia mayor parte de los filsofos frances cay mensaje inspira hoy un campus nadia planet ti, pasculacmenee a vavés de los cull mudin Los efectos del sislamiento, acentuados por los de 1a eleceiSa escola y de la cohabitacién prolongada de un grupo socialmente may homogéneo, sla pueden, en efecto, propia un distancianmienco so- Gal y mene en telacién con el mondo que nunca és an manifest, pardsjicamente, come ea losin rents, a menudo patticas, por alanzar el mind rel, en particular mediante los comprotios poll ‘ico (estalnismo, maofsmo, etetera) que por st topimo irresponsable y su radicalidad ewan smanifesuin que sguen constiruyendo una forma panndéjica de neg ls ealdades del mundo socal su claro que pata mi, coma para todos aque: Hibs que tenfan entonces alguet relacién con la flo- 8 sofia, la figura de Sarte jvc, canco en el orden intelectual como en el dmbito de la politica, une fascinacisn no carente de arsbivalencia. No obscun: te, ka dominacién del autor de £Ene et te Néani! nunca lleg6 a ejercerse del roo sobre este universo, yy aquellos (entre los cuales me cuente) que preten- ‘Son sexste al vexisrencalismor en su forma mun- dana o escolaz podlan apoyarse e0 un conjunto de cortientes dominadas: en primer lugar, una historia de la Glosofla muy estechamente ligada a la histo ria de las ciencias, cuyos «prorotipos» estaban se- presentados por dos grandes obras: Dynamique ot dsaphysique leibniziewnes, de Martial Guéroulk antiguo alumno de la ENS y catedritico en el College de France, y Physigue ee métaphysigue kan sennes, de Jules Vuillemin,’ en aguel eatances jo- ven adjumo en la Sorbona y colaborador de Les Tips modernes, quien, también anciguo alurnno dela ENS, seri el sueesor ce Guésoule en el Colle ge de France; despues, una epistemologia y una his- toria de las cienciasrepresentadas por autores como Gaston Bachelard, Georges Canguilhern y Alexan- ean Paul Sass, LB ole Man, Bs, Glia, 1943, (Blur 7 fa nada, Barcelona, lays (993, ede J Vala 2. Maral Gurole, Dynamique o staph fb zien, Bas Les les Lt, 1935. 3. Jnl Vile, nu et mzaphvique kai, Pais, PUE 1956, 24 de Koyré, A menude de origen popular y provin iano, 0 extranjeros y ajenos a Francia y asus tradi cones escolares, y vinculados a instituciones uni versinerise excéntricas, camo la Escuela de Alcoe dios o el Collage de France, estos autores mar- ginales y temporal zcepcién comiin por el brilla de los dominantes, inte daminados, ocleacos a la dfiecfan amparo 4 aquellos que, por razones diver sas, pretendian seaccionar contra k imagen ab. vee fascinamtey rechazada del intcleeual total, presente en todas los frentes del pensamienco. (Habria que abadir a Fric Weil, cos comentatias de Hegel ha- bie escuchado, ya emtonces, y al que conoci mejor as tarde, cuando me nombraron profesor en la fe caltad de Lille, principios de los afios seseata.) Condisejpulo en Ia ENS de Sastre y de Avon, de los que le separa un origen popu y provincia rho, Georges Canguilhem podri ser tivindicado @ Ja ver por los ocupantes de posicianes opaestas en cel campo universitario: en canto que horse aeade ‘micas ejempla, servirs de modelo emblemético 2 cetedniticos que acupan en lar instancias de re- produccién del cuerpo posiciones absolutamente homélogas con la suya, como Dagognet; peto en tanto que defensor de uns cadicién de historia de las ciencias y de epstemologia que, en la époce del triunfo del existencialisme, tepresentaba el refugio herético de la seriedad y del rigor, sees consagrado, con Gaston Bachelard, como modelo de pense 5 miento por algunos de los fldsofos ms alejados dol nicleo duro de Is tsadicién académica, sales como Aldhusser y Fo ‘3 poticin a la vee centeal ult, entre eas; era cama s ‘menor en el campo universiacio y las disposicianes abvolitamence in sélieas, cuando no exéricas, que le habian predis puesto @ ecuparla le hubieran dlesignado para repre Senear el papel de cmblema eoxéimieo para todos aquellos que pretendian somper con el modelo do- rminante y que se constinalan en acalegio invisibles reivindieand su nombrs Fl deseo de huir de los entusiasmas mundanos también padia llevar a buscar oxo antidote comtea nico las fucilidadess del existencialismo =a m identficado, sobre todo en su versién cistiana, con una exaltacién un canto bobalicona de lo «vividos en [a lectura de Huser! (tiducide por Paul ‘Rieaeut' 0 por Suzanne Bachelar hija de filo © historiadora de las ciencias) 9 en os fenomenslo- gos as propensos a concebir la fenomenologla en faneo que ciencla rigurasa, por ejemplo, Mausice Merleas-Ponry, que tambide brindsba una sada hacia las ciencias humanas, hr pscologle infantil, 1, dan Hash fe alteriz pur ne phenome solo, Pris, Gallia, 1950. 2. Edmund Hise, Lapigue Bove fgigue mene onda Pats, PUR, 1957. [Lago firmed y lice recon dal, México, Centr de Estos RlodBeos, 1962, ‘ducign de Luis Villa 26 eoxebanza que imparts ea la Sorbona, antes de ba cetlo on ol Collage de France, asf come en Saus re, Weber y Mauss, En ste contest, la revista Cri gue, diigila por Georges Bataille y Eric Wel al permits el acceo 4 una cules intenacional 7 teansdiscplinaris, permit librase del efecro de tisamiento que cjeree cualquier escuela de él. (Creo que resulta evidente gus, en esta evocaidn cel expacia de los ponibles flocs, eal como se ‘es, 2 menudo my imperuosisy ain hoy senvides de ins veinee aos, y el puneo de vista particular @ partir del cual se ba engendrado mi represeoracion del campo universitaio y de la Filosofia) Queda clara asi que es posible producir a vor Tonead lat apaiiencias de la continuidad o de Ta rupcura encre los afos cincuentay los aos setenta segiin se tenga en cuenta 0 no a los dominadas de los afios cineuenta en los que se apoyacon algunos de los cabecllas de la revolucion antiexistencalis cn losofia, Pexo si bien es cierto, por una parte, que, excepeuando, rl ver, a Bacheland, que serabrs- boa sus excricos de comentarios irdnicos a propésito de las afiimaciones perentorias, particularmente en lo referido ala ciencia, de los maestros exstencalis: 12s, los dominados de los afos cincuenta ban de- janido, tanto en su vida como en su obra, abundan: tes indicios de su sumisién al modelo filos6fico do- ‘inante, n9 lo es menos, por otra que los nuevas clominantes de los aos serenta na llevarin basta el final la evolucin que babian emprendide conte al imperio del filésofa voeal. Incluso sus wabajos mis lberados de la impronea académica conserva le hella de la jerarqula, inserita tanto en la este ‘ura objetva de las inscinuciones, coo, por ejemplo, la oposicién entre la esis doctoral, sede de los desi los mis ambiciosos, mis originales y més shui lances, y la tesina, antiguamente escita en latin, consagrada alas lahores humildes de la erucign & de las ciencias del hombre, como en las estructuras cognitivas, os sistemas de clasificacién incorpera. os, en forma de oposicida entre lo te6rico y lo tempitico, lo general y lo especalizado, la fllosofa y las ciencias socials sin duds, aBrmaron eanto més su aféa por ‘amtener y por marcar las distancia respecto a esas ciencias plebeyas cuanto mis éstas, a principios de los afios sesenta, empezaton a representar una ame. ‘osza que hacfa peligrar la hegemonia de a Filosofia Asien su conffoncacién misma com ells, se vieron abocados a acabar imitando la resérca de le cient ficidad (en particular, a eravés de lo que yo llamo el efecto logis: ogramatolagiae, oarquenloghas,etcéie- ¥3, ¥ otros recursos ret6ricos,visbles, en especial entre los althussetianos) y apropisndose discres tmente de muchos de sus planteamientos y de sus 28 descuibrimientos Gerd preciso que alguien algdin dia mblezea el inventario de los préstamos que los fi sofas de esa generacién han tomado sin tecone- cerlo casi nunca —no canto por falta de hontades cuanto por una tadicién de sentimiento soberano de ls propia grandere y para no rebajarse~ de le «asta inferior de Jos linglistas, de los etndlogos ¢ incluso, sobre todo después de 1968, de los socid- Jogos). Lo que ha concribuido, y no pac, a impe- itis pereibir que la ruprura con las ingenuidades biempensante cel humanismo personalista que ex. aban Ilevando a cabo no hacia més que recondur

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