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resentación

N u e s t r o compromiso social como universitarios, es responder a las demandas


del medio y a la divulgación del conocimiento más allá de las aulas. La com-
prensi6n que tenemos de nuestro medio social y poiítico es un incentivo para
dar respuestas acordes con las necesidades y realidades de nuestra sociedad.
El tema de la atención de salud en emergencias y desastres, ha cobrado
importancia mundial y en nuestro país, a raíz de las coyunturas vividas con los
desastres naturales como el Nevado del Ruiz y los causados por el hombre, co-
mo la situación del Palacio de Justicia, para mencionar sólo estos dos. Ello ha
generado una preparación especial, sobre todo en el sector de la salud.
Hace algunos aÍíos el doctor Juan Pablo Sarmiento, entonces Jefe de
Ia Oficina de Atención de Emergencias del Ministerio de Salud, solicitó a la
Facultad de Enfermerfa de la Universidad de Antioquia, a la Cruz Roja de
Antioquia, a la Oficina de Emergencias de Metrosalud, al Hospital Universita-
rio San Vicente de Paúl y al Servicio Seccional de Salud de Antioquia, ela-
borar las funciones del personal de enfermería en situaciones de desastre.
Con el fin de acometer este trabajo, un gnipo de enfermeras de estas Institu-
ciones conformó un equipo que desde entonces ha estado estudiando y pro-
fundizando los diferentes aspectos de la organización y atención de los
desastres.
El trabajo inicial estuvo enfocado a elaborar las funciones del personal
de enfermería en situaciones de desastre. La divulgación de estas funciones
se hizo durante el seminario-taller realizado en Medellín en 1988 con el aus-
picio de la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud,
y al cual asistieron enfermeros(as) de los servicios de salud y de las faculta-
des y escuelas del pafs. Los asistentes al seminario analizaron ampliamente
las funciones y dieron algunas sugerencias, con base en las cuales se hicie-
ron algunos cambios y se envió copia del documento a la Oficina de Aten-
ción de Emergencias del Ministerio de Salud.
El libro que entregamos a la comunidad es el resultado de nuestro
continuo estudio, investigación y práctica. Los documentos fueron someti-
dos a revisión y actualización y tratan los aspectos más relevantes en la or-
ganización y manejo de los desastres en el sector salud. El texto está
primordialmente enfocado para los(as) enfermeros(as); no obstante. dada la
actualidad y la forma como se presentan los temas, puede ser un aporte im-
portante para todos aquellos comprometidos con el campo de la salud.
Debido a que la atención de un desastre es una tarea interdisciplinaria,
todas las personas comprometidas deben comprender sus roles y responsabi-
lidad y estar preparadas para afrontarlas.
La tarea de preparación es una prioridad para el sector salud, teniendo
en cuenta su responsabilidad en la atención y manejo de los desastres y las
limitaciones de los recursos asignados a la prevención y atención de la salud
de la comunidad y a la situacibn política que atravesamos. Consideramos
que en la eventualidad de un desastre y dependiendo del tipo del mismo, de-
ben participar todas las organizaciones de la comunidad.
Para fuializar, esperamos que este trabajo contribuya de alguna manera,
a un mayor conociiniento del manejo y atención de los desastres. Nuestro obje-
tivo es, no s6Io que las(os) enfermeras(os) y el personal de salud adquieran el
dominio de esta temática, sino también contribuir a la preparación del recurso
para que en la eventualidad de un desastre podamos mitigar el sufrimiento y
que sus efectos sean menos devastadores para nuestras comunidades.
Los autores
Clasificación de los desastres
y sus efectos

Laura Alicia Laverde de üotero+


María Elena Cebalios V e l á s q u e ~

A n d e n Wijkman, en su libro Desastres naturales: fuerza mayor u obra


del hombre, plantea la dificultad que se ha tenido en el mundo para dar una
definición del término Desastre. Las organizaciones internacionales e inclu-

* Enfemiera M.S.P. Consultora Convenio Col. 88/010 - Alcaldía de Medellúi


PNUD.
+ * Enfermera M.S.P. Profesora Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia

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E1 profesional de enfermería frente a los desastres

sive la oficina Nacional de la Presidencia para Atención de Desastres carac-


terizan estos fenómenos como de origen natural, es asf como la atención de
los efectos se cuantifican en términos de destrucción, muertes y heridos. ,

Los estudios sobre la reacción de la población ante los desastres se


iniciaron con la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. du-
rante el decenio de 1950, por el peligro de una guerra nuclear donde resulta-
ba apremiante la necesidad de contar con comunidades entrenadas durante y
después de una catástrofe.
En Colombia, las calamidades públicas se han presentado desde hace
varios siglos, la repetición de los fenómenos como erupciones volcánicas,
sismos, desprendimientos de tierra, permiten cuestionar hasta dónde el fenó-
meno es solamente natural o la mano del hombre ha contribuido para que los
efectos sean cada vez mayores; dado que las comunidades constniyen sus
asentamientos en el mismo sitio donde ocurrió el desastre.
El fenómeno de los conflictos armados, disturbios interiores y situacio-
nes de violencia no son nuevos en el pafs, y en la úitima década se ha observado
un incremento notable afectando a grandes grupos de población en aspectos de
salud ffsica y mental, economía familiar y de la región. Estas consideraciones
permiten iniciar una clasificación donde se mencionen los desastres sociales de-
bidos a disturbios interiores, conflictos armados y violencia como parte de la
tipologia de los desastres y se trata con los programas de prevención, atención
y recuperación, de aunar esfuerzos para enfrentaríos.
Para efectos de este trabajo se clasifican en:
Desastres meteorológicos
Tormenrus. Conocidas también como ciclones, huracanes, tifones y
tomados. Pueden producir corrientes aéreas giratorias con una velocidad de
100 a 400 lan/h y la velocidad de desplazamiento entre 50-70 km/h, se
acompañan a menudo de lluvias copiosas e inundaciones. Los ciclones en
los océanos tropicales son especialmente destructores. En estas regiones se
registran un promedio de 40 ciclones por año.
En noviembre de 1970, Pakistán Oriental sufrió los embates de un ci-
c16n que causó la pérdida de miles de vidas humanas y una vasta destrucción
de reses y cosechas. Además de los daños causados por fuerza de la tormen-
ta. como casas desiechadas, los escombros también producen daños extensos
en vidas humanas y en la propiedad.
Los vientos tempestuosos lanzan toda clase de materiales con gran
fuerza y producen averfas en las líneas y postes de energfa eléctrica, inte-

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Clasificación de los desasires y srts efecros

rrumpen el funcionamiento de las instalaciones de tratamiento de agua y los


desagües. Se presentan problemas de saneamiento debido a que se acumulan
desechos que favorecen la propagaci6n de organismos nocivos.
En Colombia, hasta el año 1988 las tormentas no hablan presentado
un problema de gran magnitud, fue a principios del año 1989 cuando el hu-
racán Joan causó grandes pérdidas económicas en la región norte de Colom-
bia incluyendo la isla d e San Andrés.
Con relación a la muerte y las lesiones que producen las lomentas,
las observaciones publicadas en Norteamérica muestran cuatro aspectos que
se relacionan así:
El sitio en que las personas se encuentran en el momento del impacto:
la mortalidad se produce con mayor intensidad dentro de la zona de trayec-
toria principal del tomado y las lesiones graves ocurren en una banda un po-
co más ancha.
Las causas de la miterre: en los estudios realizados en Worcester (Es-
tados Unidos), se observó la decapitación, aplastamiento grave del cráneo y
traumatismos craneoencefálicos y de tórax. Estas lesiones se atribuyen a ob-
jetos despla~adosa grandes velocidades.
Tipos de lesidn: en las víctimas hospitalizadas como consecuencia de
los tomados se han observado lesiones craneoencefálicas, fracturas de crá-
neo y de huesos, desgarros y escoriaciones; además, una gran proporción de
heridas fuertemente contaminadas por tierra, estiércol y materiales extraños
que viajan a grandes velocidades. En Topeka (Estados Unidos) en el año
1966 se observ6 que las lesiones tfpicas como las abrasiones y equimosis
conrenfaii tierra. En Worcester la tasa de sepsis en las heridas menores fue
d e SO% a 60%.
Duros especfjicos por edad y sexo: en el análisis epidemioldgico de la
mortalidad y las lesiones ocurridas en los tomados indican que el riesgo au-
menta con la edad, la hora en que se produce el tomado, el sitio donde se
encuentran las personas y el comportamiento según el sexo.
Heladas: uno de los fenómenos más adversos a que están expuestos
los cultivos de tierra fría, ocurre cuando se da un descenso por debajo de
0°C. hacia los valores negativos de la temperatura ambiente y en la capa más
baja del aire (uno o dos metros), en la cual se encuentra la mayoría del fo-
llaje de los cultivos tradicionales. Las heladas son poco frecuentes en Co-
lombia, y m u y típicas en el Brasil. Hasta el día de hoy, las pérdidas humanas
como consecuencia de este fenómeno no han representado ninguna impor-
tancia en nuestro pats.

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El pr-ofesionalde rnfermer(afrentc a los desastres

Seqirlas: en general, cubre mayores áreas geográficas que otros fenó-


menos, y afecta grandemente la agricultura.
La mayoría de las regiones del mundo, están expuestas a este fenó-
meno.
La sequfa resulta de una prolongada ocurrencia d e precipitación, en
conjunción con altas temperaturas y evaporaciones, lo cual causa deshidra-
tación en las raíces y detiene el suministro de agua a las plantas.
Las consecuencias de la sequfa van más allá del daño causado a las
plantas y puede dejar secuelas en la economía d e un país como es la reduc-
ción de las cosechas en inmensas regiones naturales, lo cual conlleva proble-
mas socio-econ6micos graves como la escasez y el encarecimiento de los
productos agrfcolas. En la población causa mal nutrici6n, epidemias y mi-
graciones. La sequfa tarda tiempo en detectarse y en muchos casos no es
considerada como real desastre, hasta que haya originado considerable nú-
mero de muertes y daños irreparables. tanto físico como materiales.
Desastres topológicos
Inundaciones: la mayoría de las inundaciones fluviales, son causadas
por lluvias, nieve derretida o acumulaciones de hielo. Se sabe que algunos
dos se desbordan con regularidad cada año y los antecedentes permiten pre-
decir el momento en que se elevará el nivel del agua y la altura que alcanza-
rá. Liis inundaciones súbitas se deben a lluvias torrenciales anormales sobre
suelos rasos, húmedos o congelados, donde un desagüe produce tormentas
violentas en lechos fluviales que normalmente están secos o llevan poco
caudal.
Las inundaciones afectan a un número mayor de personas que cual-
quier otro tipo de desastre, a excepci6n de las sequfas. Los daños resultan de
la inundación de la tierra y de la fuerza de las aguas crecidas. Pueden des-
prender cañedas de agua y producir averías. Las salidas de alcantarillado y
las instalaciones de tratamiento de aguas residuales son las más expuestas en
las inundaciones. El reflujo en las alcantarillas inundadas produce rebosa-
miento en los pozos sépticos.
En Colombia, las inundaciones súbitas se presentan en la parte alta de
las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, y otros ríos de montaña, como
el Cornbeima y Sumapaz; las consecuencias y estragos producidos en la eco-
nomta nacional y familiar son bien conocidos.
Los daííos producidos por las inundaciones en llanuras de amplia co-
bertura y larga duraci6n son mayores, dehido a la atenuación de la onda de-

16
Clasificaciónde los desastres y sus efectos

crecida en los tramos bajos de un río, que se desplaza aguas abajo por el
cauce.
En Medellln, se presentó durante el segundo semestre del año 1988
una serie de inundaciones en el perímetro urbano de la ciudad, debido a las
precipitaciones fluviales que provocaron el desbordamiento de las quebra-
das, posiblemente por una cobertura insuficiente o por encontrarse obsiniida,
debido al manejo o mantenimiento de estos lechos.
Se afectaron 10.000 hectáreas, 1.152 viviendas de clase media baja de
las cuales el 39% tuvo destrucción total, no se contabilizó el total de las vi-
viendas afectadas de la clase media alta. Las pérdidas económicas fueron es-
timadas en 15 millones de dólares por daños en la infraestructura, sin tener
en cuenta los costos swiales que la tragedia ha significado. La mortalidad
fue de 18 personas que se encontraban viviendo a orillas de las quebradas,
sobre sus coberturas o transitando en vías vehiculares con bajo nivel.
Deslizamientos, desprendimienros de tierra y avalanchas. Se conside-
ra como uno de los fenómenos e n los que el hombre tiene mayor ingerencia,
a raíz de los factores socioeconómicos que generan las migraciones de los
campesinos pobres a las grandes ciudades, en busca de trabajo y mejores
condiciones de vida. Estos se ven precisados a vivir en las laderas de las
montañas cuyas erosionadas tierras sucumben rápidamente a la sobrecarga y
desordenado uso de que son objeto. Los desprendimientos de tierra, avaian-
chas y desplazamiento son fenómenos frecuentes en Colombia. Es necesario
mencionar la avalancha provocada por el deshielo del Nevado del Ruiz y por
la erupción del cráter Arenas, donde la mortalidad se calcula en 25.000 ha-
bitantes. En el departamento de Antioquia, se rescataron 12 cadáveres en las
orillas del río Cauca y Magdalena que fueron arrastrados de las poblaciones
de Armero y Chinchiná. De los 67 heridos remitidos para su atención a la
ciudad de Medellín se observaron las siguientes lesiones: el 45% de los he-
ridos presentaron fracturas, el 23% laceraciones múltiples y el 26% politrau-
matizados.
En Medellín, en el año 1987 en e l barrio Viiia Tina ubicado en una de
las laderas orientales de la ciudad, se registró un desprendimiento súbito de
tierra, de más o menos 36.000 metros cúbicos de material, conocido como el
golpe de cuchara, precipitándose sobre las viviendas de adobe en 10 segun-
dos. Las causas probables se relacionan con infiltraciones de aguas y con la
estructura de la formación geológica que presenta la zona.
De acuerdo con los datos obtenidos se afectaron 321 viviendas y 7 1 se
destruyeron totalmente. Los cadáveres rescatados fueron 199 y la totalidad

17
El profesional de enfermeríafrente a los desastres

de muertos no podra calcularse. El total de personas lesionadas fue de 94, la


letalidad hospitalaria del 12.5%. Las lesiones presentadas fueron clasificadas
asf: el 42% como menores, el 28% intermedias y el 30% mayores. El 28%
de las víctimas atendidas fueron hospitalizadas.
Se encontró que el 95% presentó fracturas y la de pelvis fue la más
frecuente, el 75% tuvo trauma encefalocraneano, seguido en su orden por
los politraumatizados y s610 se presentó una lesión de columna. No se obser-
vó diferencia en el comportamiento por sexo. Según la edad el 35% de los
lesionados se encontraban en el grupo entre 15 y 44 años, y entre uno y 14
años el 28%.
Desastres telúricos y tectónicos
Terremoros. Un terremoto es un movimiento brusco de la corteza te-
rrestre producido por explanaciones en las profundidades de la tierra, por la
actividad de volcanes (volcánicas) o por desplazamiento de capas de la cor-
teza terrestre a lo largo de las fallas (tectónico). La tercera parte de los terre-
motos del mundo se han producido en el llamado “Cinturón del Pacifico” en
donde está incluido el Litoral Pacffico Colombiano.
Los efectos de los terremotos sobre las comunidades dependen en
gran medida del desarrollo de las mismas. El Japón ha sufrido un total de 43
terremotos entre 1960 y 1981 y han causado un promedio de 63 muertos por
evento; Pení ha sufrido 3 1 desastres en ese mismo período, con un promedio
de 2.900 muertos en cada uno.
Los terremotos tectónicos son los más frecuentes y destructores. A lo
largo de los costados de la falla hay materiales que por frotamiento desenca-
denan temblores convulsivos que se propagan ampliamente hacia la superfi-
cie. Los terremotos importantes suelen acompañarse de sacudidas previas y
posteriores con intensidad variable.
Además de destruir edificios y otras construcciones, los terremotos
pueden provocar aludes, deslizamientos rocosos, grietas, resquebrajamien-
tos. marejadas e incendios, causa también mayor número de heridos que de
muertos.
Los danos y peligros relacionados directamente con el sanearniento
son especialmente, la ruptura, deformación y desplazamiento de conduccio-
nes de agua y alcantarillado y en general de todos los servicios públicos. Los
edificios se tambalean y se hunden, en las carreteras se abren zanjas y grie-
tas; los rieles de ferrocarril son doblados, las puertas se derrumban y en el
movimiento se generan ondas gigantes que devastan las zonas costeras.

18
Clasficación de los desastres y sus efectos

Los terremotos ocurren en periodos anuales pero generalmente son de


poca intensidad, por lo tanto la mortalidad depende fundamentalmente de las
diferencias en los estilos de consmcción y la densidad poblacional.
Para el estudio de este fen6meno es conveniente tener en cuenta:
Las características sfsmicas y geológicas de la zona, el diseño de
construcciones y los riesgos para sus ocupantes.
El sitio en que se encuentran los ocupantes, es decir fuera o dentro de
las edificaciones.
La edad y sexo de las personas.
Los tipos de lesibn, gravedad y fecha de presentación para el trata-
miento.
En el primer ítem eqisten factores sísmicos y geol6gicos que influyen
notablemente en los daños a estructuras fabricadas por el hombre, éstas son
causadas por la fuerza de las ondas vibratonas que llegan a la superficie ho-
rizontal.
La duración de las oscilaciones del terremoto tienen un efecto acumu-
lativo que produce una serie de temblores y pueden ser la causa del colapso
de un muro. Los expertos consideran que tienen mayores riesgos las estruc-
turas ubicadas en la zona del terremoto y tienen deficiencias en sus cimien-
tos, o fallas geológicas.
Al analizar la ubicaci6n de las víctimas en el momento del impacto
con respecto a la construcción, se observa relación entre el número de muer-
tos y lesionados. En Chile se identificó una relación neta entre el número de
muertos y la hora del día en que ocurrió la calamidad, porque los habitantes
en los signos premonitorios salieron de las edificaciones. En México la alta
mortalidad en el Hospital Juárez, coincidió con las actividades médicas de la
mañana. La ubicación de los sobrevivientes en el edificio es fundamental, en
el Hospital de Ginecologfa y Obstetricia de Ciudad de México, de los 18 re-
sidentes sobrevivientes 17 se encontraban en sus habitaciones. En el edificio
de las residencias médicas, durante la entrevista que se les hizo a los estu-
diantes, se concluyó que se pueden realizar una serie de acciones antes del
derrumbamiento de la edificación, lo que hace suponer que el adiestramiento
en evacuación permite actuar apropiadamente reduciendo la posibilidad de
las lesiones.
En los estudios posteriores a los desastres en Nicaragua, Guatemala e
irán se encontró que la primera causa de consulta son las fracturas especial-
mente de las extremidades superiores, inferiores y de clavícula.

19
El profesional de cnfermerfafrente a 10s desastres

La mayoría de las personas que consultan con posterioridad a 10s


terremotos presentan lesiones menores que obligan al tratamiento extra-
hospitalario, la proporción entre heridos graves y leves va desde 1:9 en
Tashken (U.R.S.S.), hasta de 1 a 29 en irán. El número de admisiones a
los Centros Hospitalarios comienza a disminuir después del segundo y
tercer día.
Erupciones volcánicas. Un volcán es una apertura de la corteza terres-
tre a través de la cual se expulsa el magma o sea las rocas encendidas acom-
pañadas de gases y fragmentos de rocas de diferentes tamaños.
Las erupciones volcánicas se presentan cuando la presión ejercida por
los gases y el magma rompen el equilibrio existente en la cámara donde es-
tán acumulados ascendiendo a la superficie a través de la chimenea o por las
grietas ya existentes. Cuando la presión de los gases volcánicos es grande y
la lava es viscosa o los conductos de salida están taponados, se originan ex-
plosiones volcánicas; si la presión es baja y los conductos están libres el
magma ernerge formando corrientes de lava que desciende por la ladera del
volcán. Otros fenómenos asociados a la actividad de un volcán son fumaro-
las, algunas fuentes termales y géiseres.
, Las fumarolas son coberturas ubicadas ya sea dentro o fuera del cráter
principal, por donde salen gases que forman columnas de vapores y gases de
diferentes alturas y colores, no son indicativos de erupción inminente. His-
tóricamente en Colombia, varios volcanes han tenido erupciones algunas de
las cuales han sido desastrosas.
En comparación con otros tipos de desastre, las muertes por erupcio-
nes volcánicas son menores. Se calcula que en los últimos 500 afíos por esta
causa han fallecido en el mundo 200.000 personas, no obstante dada la fer-
tilidad de los terrenos volcánicos las zonas aledañas se encuentran densa-
mente pobladas.
Los volcanes pueden afectar la situación de salud de una comunidad
cuando éstos se encuentran en actividad de dos maneras: la primera, en for-
ma directa por las explosiones, las comentes de lava y otros efectos. La se-
gunda, en forma indirecta, al causar los tsunamis, el desplazamiento de las
pobiaciones y los efectos adversos en la agricultura.
Los efectos de las cenizas en las vfas respiratorias y en los ojos son
conocidas y han sido estudiadas teniendo en cuenta, el tamaño de las partí-
culas, la frecuencia y duración de la exposición, los factores adicionales co-
mo enfermedades preexistentes de las vías respiratonas y la presencia de
sílice cristalino (SO?,)en las cenizas. las cuales causan asfixia.
Clasificación de los desastres y sus efectos

En la erupción del volcán Santa Elena en Washington (Estados ‘Jni-


dos), algunas muertes fueron causadas por los cristales de silicio que viaja-
ban por el aire y tenían un diámetro, que pemitfa su entrada al alvéolo
pulmonar, irritando las vías respiratorias y ocasionando obstrucción en &os.
Si la exposición se hace a una concentración suficientemente grande, con el
tiempo puede resultar silicosis y fibrosis pulmonar. Las partfculas de cenizas
pueden también penetrar en los ojos como cuerpos extraños y causar abra-
siones de la córnea y conjuntivitis.
Los accidentes de tránsito y la cafdas hacen parte de la morbiüdad re-
gistrada por la ceniza depositada en las calles, escaleras de las residencias,
lugares de circulación peatonal y en los techos aledaños a los sitios donde
hay erupción de cenizas.
Durante la erupción del volcán Irazú en Costa Rica, los gases que
se desprendieron al parecer con toxoide de azufre y combinados con las
cenizas produjeron irritación de faringe, tos seca e irritación de las fosas
nasales.
Tsunarnis. Es un fenómeno de tipo sismológico, se produce cuando
Ocurre un movimiento sísmico que mueve el fondo marino de tal forma que
perNba el fondo del mar. Estas ondas pueden en ocasiones, viajar a grandes
distancias y ocasionar efectos muy destructores lejos de la fuente de origen.
Entre los daños que pueden originar se encuentra la destrucción de las
áreas que rodean el mar y, las extensas inundaciones que en algunos ca-
sos se registran debido a la gran penetración que tienen las aguas marinas
causadas por la altura de las olas que superan los 20 metros, también su-
ceden grandes destrozos en embarcaciones y lo más importante, pérdidas
de vidas humanas.
En nuestro país las áreas expuestas a este tipo de eventos se hallan so-
bre la costa pacífica, dado que en esle Océano se encuentra una de las regio-
nes más propensas a movimientos sísmicos, siendo las zonas circundantes a
Tumaco las de mayor riesgo (tsumanis ocurrido en 1979).

Accidentes y riesgos tecnológicos


Fallas en las construcciones
Por distintas causas, una presa o un dique fluvial se derrumba y gene-
ra liberación repentina y catastrófica del agua, produciendo daños extensos
en la agricultura. El número de víctimas depende de la situación local y del
momento del acontecimiento.
El profesional de enfermería frenre a los desastres

Por las caracterfstkas propias, las instalaciones donde afluye en forma


masiva el público, merecen una consideración especial ya que generan en sí
mismos una gran vulnerabilidad. Escenarios deportivos, plazas de toros, edi-
ficios públicos, iglesias, así como todas las instalaciones estratégicas que
cumplan funciones similares vienen a constituir, sitios de riesgo para las per-
sonas que las frecuentan; por la calidad de sus construcciones, la ausencia de
salidas de emergencia y falta de señalización.
Un aspecto que incrementa la posibilidad de desastre en este tipo de
casos y que viene a sumarse a los riesgos de origen natural, es el pánico. E1
comportamiento de las masas ante un evento aún pequeño, genera un aspec-
to multiplicador que transforma algo a veces insignificante, en una catástrofe
(estadio de Cali, estadio de Lima, Corralejas 1980).
Explosiones: Fenómeno de impacto violento causado por estallido de
material inflamable casi siempre de origen químico, regularmente abarca
áreas limitadas. Muchas se acompañan de incendios, se presentan con fre-
cuencia en zonas industriales causando grandes daños materiales y gran can-
tidad de heridos.
Incendios: La magnitud de un incendio varía de acuerdo con la dispo-
nibilidad del “triángulo de fuego”, combustible, oxígeno y temperatura.
Pueden producirse por fallas en equipos eléctricos, manejo inadecua-
do de los materiales combustibles y como consecuencia de terremotos y ex-
plosiones que causan daños en las líneas de energfa.
Un incendio puede extenderse rápidamente causando alta morbilidad
y en muchas ocasiones pérdidas materiales inmensas.
Accidentes de vehículos: En este rengldn se incluyen los accidentes
aéreos, terrestres y marítimos, la trascendencia de este fenómeno está rela-
cionada con el transporte masivo. Los efectos sobre la salud muestran alta
morbilidad y mortalidad, las personas sobrevivientes generalmente presen-
tan alguna incapacidad, por lo tanto las pérdidas sociales y económicas son
representativas.
Conraminacih por químicos: El acelerado desarrollo tecnológico en
nuestro país y el aumento progresivo en la fabricación de productos quími-
cos, tóxicos o potencialmente tóxicos, incrementan cada vez más los riesgos
que sobre la salud y el medio ambiente produce el inadecuado manejo de es-
tos productos.
La no observancia de las leyes de seguridad y la falta de información
a la comunidad, sobre los efectos nocivos de estas sustancias, se ha conver-

22
Clostjicación de los desastres y sus efectos

tido en motivo de preocupación por parte de las autoridades nacionales que


tiene que desarrollar acciones de prevención en este campo.
La contaminación química puede producirse por problemas en el pro-
ceso de producción, el transporte, los servicios de distribución de los pro-
ductos, el almacenamiento, el manejo de desechos municipales e
industriales.
Los accidentes químicos pueden afectar la salud humana y causar alta
morbilidad entre las personas expuestas. Los efectos sobre la salud pueden
ser clasificados de acuerdo con la naturaleza del producto, la duración de la
exposición, su reversibilidad, ya que sus manifestaciones pueden presentarse
en forma inmediata o retardada, el grado de concentración del producto y la
incapacidad permanente u ocasional que puede producir en la persona o en
sus funciones.
Los accidentes químicos pueden afectar además los organismos vivos
y el ecosistema; la naturaleza de los efectos debe contemplar el daño a los
microorganismos acuáticos, la contaminación ambiental y las consecuencias
sociales y económicas.
Desastres sociales por disturbios interiores, conflictos
armados y violencia
En Colombia se presentan en la actualidad diversas situaciones de
violencia generada por múltiples causas, que colocan al trabajador y al
sector salud en el ejercicio de funciones que conllevan a la atención ma-
siva de víctimas por patología común, urgencias médico-quirúrgicas o
problemas de saneamiento básico; pueden mencionarse situaciones espe-
ciales provocadas por el desplazamiento de pobiaciones, paros cfvicos,
manifestaciones públicas, enfrentamientos armados y masacres humanas.
Los efectos de este tipo de fenómenos sobre la salud, han mostrado una
alta mortalidad y morbilidad.
En septiembre de 1988 se registró una masacre en el municipio de
Segovia (Antioquia) que produjo 39 muertos, en el Hospital se atendieron
53 lesionados, de éstos el 80% fue clasificado como lesión menor ocasio-
nada, por esquirlas de granada, el 80% lesiones múltiples qué determina-
ron el traslado a centros especializados, 12% permanecieron
hospitalizados durante una semana por fracturas de miembros inferiores,
pelvis o clavfcula, heridas por bala localizadas en los miembros inferiores
y región supraescapular, también se observaron algunas avulsiones en
hombro y cadera.

23
El profesional de enfernrfr-(u fi.enre u los desasires

En los progr<amas nacionales e internacionales d e atención e n desas-


tres este renglón no se encuentra como un problema objeto de atención. por-
que son los desastres d e origen natural los que han sido motivo de estudio,
análisis y trabajo.
En nuestro medio y dadas las coridiciorics socio-políticas, se dche Iia-
cer un amplio ariAlisis y estudio. teridientes a clarificar no s610 desde el pun-
to de vista huinano y ético el papel del trabajador de la salud. sino tambien
la protección legal en situaciones tan específicas y cotidianas en el momento
actual.
Efectos d e los desastres
Para medir los efectos de los desastres, es necesario una evalurtción de
Irt magnitud de acuerdo con los daños ocasionados en lo 0rg,mi7~~cióri. in-
fraestructura ffsica, las características sociales. económicas y polfticas exis-
tentes en el área afectada, así como el tiempo necesario y el utilizado e n la
habilitación y rehabilitación de los afectados y del sector.
La evaluación puede considerar los aspectos inmediatos a la ocurren-
cia del desastre así como la evaluación pernianente y final. Toda la evalua-
ción busca una irifonnación veraz, oportuna y calificada para la plarieación,
organiiíiicih. dirección y control de la ayiida necesaria, para Iri coordiri;ición
de las acciones intra e intersectoriales.
La evaliiación depende del objetivo quc se busca, d e la calidad y can-
tidad de datos de que se disponga, de las fuentes d e iníormaci6n que se con-
sultan y de la preparación técnica, política y administrativa de quienes la
realizan.
Diferenciñr la evaluación inmediata de los rumores que surgen e n los
desastres es siempre importante. La evaluación continua es proporcionada
por los testigos oculares que fundameritan sus observaciones en análisis de
riesgo, vulnerabilidad y daños generados así como e n los informes obtenidos
por la comunidad o por técnicos que traba-jan e n el terreno. El rumor es una
afirmación que corre de boca en boca por personas emocionalmente afecta-
das y. generalmente sin preparación previa para enfrentar una situación de-
sastrosa, estos nimores siempre se deben estudiar e informar los resultados
obtenidos a los grupos afectados.
Para cuantificar y cualificar la magnitud de un desastre a través de los
efectos se debe disponer de un equipo niultiprofesional previamente entrena-
d o capaz de diligenciar sobre el terreno los formularios de cada sector de
acuerdo con la c1:tsificación y etapas tic los desastres. por lo tanto es misión

24
Clasqicación de tos desastres y sus decios

de los Comités de Emergencia velar por la Coordinación e htegraci6n de 6 -


tos en sus diferentes fases.
Evaluación económica de los efectos de un desastre
Desde la década de 1970 se viene estudiando la posibilidad de
identificar con mayor detalle las repercusiones económicas de los daños
causados por los desastres. La mayor parte de los análisis realizados esta-
blecen el balance de los daños causados y las consecuencias inmediatas.
Un grupo de expertos de Naciones Unidas clasific6 los efectos de los de-
sastres así:
Efectos directos: Afectan a las personas, empresas y colectividades en
sus patrimonios.
Efectos indirectos: Es el resultado de la disminución de Los ingresos
de los hogares y de la reducción de la producción de las empresas por enca-
denamiento de los efectos.
Efectos inducidos: Pueden ir apareciendo tiempo después del desastre,
como son la desigualdad del ingreso y aislamiento de regiones aprlcolas.
Los daños económicos pueden ser por efectos directos, indirectos o
inducidos se refieren generalmente a:
Pérdidas de capiral: Ocasionadas en inmuebles, equipos y reservas en
agricultura, la industria, la infraestnictura de transportes, telecomunicacio-
nes, vivienda, comercio y el sector de servicios.
Al comparar la totalidad de las pérdidas de capital con el nivel de de-
sarrollo de un país, cabe destacar una correlación positiva, mientras que apa-
rece una correlación inversa entre el nivel de desarrollo y la pérdida de vidas
humanas.
Pérdida de reservas: Destinadas al consumo final o a unidades de
producción intermedia.
Pérdidas de producción: Corresponde a una disminución de los ingre-
sos como la destrucción de cosechas o plantaciones, la mortalidad del gana-
do, el cierre de comercios o de unidades de producción industrial.
Pérdidas de ingresos: Estas pérdidas suelen tener importancia en los
desastres de origen cíimático. La pérdida de ingresos generalmente es una
consecuencia de las perdidas anteriores cuando la destnicción es ocasionada
en el comercio, la industria y la agricultura.
En nuestro medio la evaluación económica no se ha logrado comple-
tamente, es un campo en el cual debemos trabajar para !ograr la recupera-
ción económica desde la fase misma del impacto.
El profesional de enfermcrlaficnre a los desasncs

Evaluación de los efectos en el sector salud


La magnitud de los efectos ocasionados por un desastre en el sector
salud debe realizarse teniendo en cuenta tres grandes aspectos:
1. Daños en el sistema de infraestructura del sector y el tiempo de re-
cuperaci6n.
2. Estado individual y colectivo de la población afectada antes, duran-
te y después del desastre.
3. Condiciones de saneamiento y daños ecológicos en la localidad.

Danos en el sistema e infraestructura del sector salud


La evaluación estará relacionada directamente con el tipo de desastre,
la información que se obtenga servirá para planificar las acciones inmediatas
y la medición final de los efectos permitirá mejorar la preparación para fu-
turas eventualidades.
Por lo tanto es importante conocer:
1. El número de locales hospitalarios distribuidos en forma total y
parcial clasificando éstos de acuerdo al grado de complejidad en el siste-
ma de atención y localizándolos en un mapa para conocer su situaci6n
geográfica.
2. Contar con el recurso humano disponible por actividad, especiali-
dad y capacitación recibida en emergencias.
3. Cuantificar el personal de salud que falleció o que está afectado di-
recta o indirectamente.
4. Relacionar por períodos de tiempo la disponibilidad hospitalaria en
camas, camillas, quirófanos operantes, laboratorios clínicos, servicios de ra-
diología, bancos de sangre y en general los servicios disponibles según espe-
cialidad, complejidad en el sistema de atención y localización en el área
afectada y la circunvecina.
5 . Contar con la disponibilidad que tienen las instituciones de: ener-
gla, combustible, agua potable, funcionamiento y estado de los alcantarilla-
dos, disposición de basuras, etc.
6. Verificar y contabilizar el estado de las vías de acceso a las institu-
ciones, la disponibilidad de medios de transporte, de tele y radio-comunica-
ciones.
7. Relacionar en el tiempo la disponibilidad efectiva o no de suminis-
tros, equipos, alimentos y medicamentos por unidad de atención en la cade-
na de socorro.

26
Ciasijicación de los desasrres y sus efectos

8. Analizar las politicas a inmediato y corto plazo así como su opera-


tividad y aquéllas que fueron tomadas, de acuerdo con los resultados obteni-
dos en cada uno de los numerales descritos.
Efectos en la salud individual v colectiva
La medición de los efectos sobre la salud individual y colectiva en un
desastre está asociada con las observaciones anteriores y el tiempo en que se
ejecutan las acciones que tienen que ver con los indicadores expuestos a
continuación.
1 . Preparaci6n y respuesta de la población en labores de autoayuda,
ayuda mutua y salvamento, asl como también la integración de las organiza-
ciones de socorro y de salud con la comunidad afectada.
2. Tiempo utilizado para la adecuación y montaje de la cadena de so-
corro, su operatividad en cuanto a la distribución espacial, el número de le-
sionados atendidos en los diferentes eslabones, coordinación y respeto por la
unidad de mando. sistema de remisión de heridos de acuerdo con las patolo-
gías y severidad de las lesiones.
3. Valorar la mortalidad general, mortalidad in situ (lugar de impacto), en
la cadena de socorro, y en los hospitales en los días posteriores al desastre.
4.Relacionar las acciones realizadas en el manejo y la cuanlificaci6n
de los cadáveres rescatados, identificación, entrega a familiares, registro y
disposición final.
5 . Relatar en cifras la morbilidad endémica y epidémica de la pobla-
ción afectada, su estado inmunitario y la definición de políticas claras, para
disminuir los rieszos en la propagación de enfermedades.
6. Analizar la organización de la evacuación de la pobiacián general y de
los lesionados menores que fueron dados de alta para los alojamientos tempora-
les; el procedimiento empleado para el control e identificación de los afectados.
la migración e inmigración de susceptibles y portadores de enfermedades en la
comunidad afectada y circundante. La densidad de las personas por alojamiento
temporal o por viviendas para el caso de las poblaciones flotantes y, las condi-
ciones sanitarias y educativas; todo esto se relaciona con las políticas de salud
y la e-jecuci6n de los programas en los alojamientos temporales.
Condiciones de saneamiento y danos ecológicos de la
1 oca lid a d
En Colombia los programas de saneamiento ambiental se encuentran
administrativamente dependiendo del Ministerio de Salud, por lo tanto la va-

27
El profesional de e n f e m e d a frente a los desastres

loración de los efectos de un desastre la deben realizar los comités de emer-


gencias de salud asl:
1. Relacionar con las políticas y acciones de la comunidad los d a o s
en el suministro de agua, el tiempo de duración en la interrupción, el número
de personas afectadas y la fuente de obtenci6n, con la morbilidad en la co-
munidad.
2. Analizar los riesgos de contaminación y el deterioro de los ali-
mentos, con el estado de los programas regulares de protección, la educa-
ción de la comunidad, las acciones emprendidas y la presentación de
brotes epidémicos.
3. Valorar el estado del programa existente para la disposición final
de las basuras en la comunidad afectada y en los alojamientos temporales así
como la correcci6n de los problemas encontrados.
4. Determinar el índice de infestación de vectores que tienen que ver
con enfermedades del hombre o de los animales, el estado de los programas
regulares para el control y analizar las medidas de control adoptadas y las
condiciones de morbilidad y mortalidad por estas patologías.
5 . En caso de un desastre originado por un accidente químico o nu-
clear, se deben inventariar las sustancias liberadas en el medio, establecien-
do las rutas para la exposición a los seres vivientes, relacionando éstos con
las medidas de control apropiados y los efectos ocasionados en la salud del
hombre, animales y medio ecológico.
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28
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29
P a p e l del profesional
de enfermería en situaciones
de desastre

María Elena Ceba1los Velásq ue z *


Coiistanza Forero Pulido.
Liria Pérez Peláez**

* Profesoras Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia. Magister en Salud Pú-


blica.
** Profesora Facultad de Enfemeiía. Universidad de Antioquia. Mapister en Cnentn-
ción y Consejena.

30
Papel del profesional de enfermcrfu

P a r a que el profesional de enfermería esté en capacidad de participar con


el equipo interdisciplinario en situaciones de desastres, debe tener una pre-
paración tanto a nivel personal como profesional que le permita realizar su
trabajo de manera eficiente.
Las acciones del profesional de enfermerfa, pueden enfocarse hacia
acciones previas al desastre, durante el desastre y posteriores a éste.
Las acciones previas al desastre se refieren básicamente a tres
áreas: Preparación personal, compromiso comunitario y preparación pro-
fesional.
Dependiendo de la visión que el profesional de enfermeda tenga acer-
ca de las emergencias, estará en capacidad de brindar un apoyo efectivo den-
tro del equipo interdiscipIinario y actuar de manera adecuada.

Preparación del profesional de enfermería para actuar


frente a una situación de desastre
1. Preparación personal
Para lograr esta preparación se recomienda que la persona:
Esté convencida que es un recurso para la comunidad y se prepare con
este objetivo.
Mantenga su propio equipo y material de emergencia.
Tenga la certeza de que su familia sabe qué hacer en caso de emer-
gencia.
Sea prudente en seleccionar los sitios más seguros para su vivienda.
2. Preparacidn profesional
Comprometerse en el desarrollo de los planes de desastre para las uni-
dades de salud, el hospital y la comunidad.
Asistir a cursos de educación permanente para mantenerse actualiza-
do(a) en el manejo de emergencias.
Apoyar los esfuerzos administrativos para mejorar la preparación per-
sonal y grupal. acerca de los desastres.
3. Cornprornisos comunitarios
Familiarizarse con los planes locales de desastre y los procedimientos
de emergencia.
Comprometerse con los aspectos politicos de su comunidad y que es-
tén relacionados con el manejo de los desastres.

31
El profesional de enfermeríafrente a 10s desastres

Trabajar en concordancia con líderes comunales y políticos con el fin


de modificar el uso de la tierra y luchar por la promuigación de ordenanzas
o decretos que reflejen un conocimiento adecuado de los riesgos.
Apoyar y trabajar con las organizaciones de volunta.rios locales.
Participar en los programas de educación al público en cuanto a los
aspectos de preparación personal.
El personal de enfermería que labora a nivel hospitalario y comunita-
rio, tiene un papel importante en el manejo de los desastres; por lo tanto, el
entrenamiento y la preparación personal y profesional son esenciales y en el
futuro se debe hacer énfasis en el aspecto educacional.
Participación del enfermero(a) en situaciones de
desastres
La participación activa del profesional de enfermería en situaciones
de desastre es de fecha reciente en nuestro país, por lo tanto, la literatura re-
ferente al tema es muy escasa. No obstante, existen parámetros que sirven de
guía para determinar cuál es la responsabilidad del profesional de enfermería
en el equipo que debe atender las víctimas de un desastre.
Estos parámetros son:
1. Las acciones en la práctica de enfermería
Para el desempeño de la práctica profesional de enfermería se requie-
re educación especializada, juicio y habilidad basadas en conocimientos y
aplicación de principios derivados de la biologta, ftsica, ciencias sociales y
de enfermería.
2. En la organización estatal y privada establecida para la atención de
desastres, el profesional de enfermería desempeña un papel importante en el
proceso de planeación, organización, dirección, ejecución y evaluación de
los planes de emergencia ya establecidos a nivel estatal y privado.
3. La práctica de enfermerta de los departamentos de emergencia en
donde se trabaja con base en los siguientes objetivos:
Estabilizar fisiológica y emocionalmente a los individuos.
Garantizar el cuidado progresivo.
Preirenir complicaciones.
Condiciones del enfermero(a) que participa en la
atención d e desastres
Dado que la atención de enfermería en situaciones de desastres es di-
ferente a la atención tradicional, se requieren condiciones especiales que ga-

32
Papel del profesional de enfermeria

ranticen rendimiento y eficacia en la atención de la emergencia. En un de-


sastre, se Uata de atender al mayor número d e individuos en el menor tiempo
posible, teniendo como principio el trabajo en medicina de desastres, que
consiste en, atender en forma prioritaria aquellos lesionados con mayor p-
sibilidad de sobrevivir.
El profesional de enfermería debe reunir las siguientes condiciones:
Capacidad para asumir su función en situaciones de mayor tensión.
Capacidad para valorar adecuada y rápidamente a los lesionados.
Conocimiento de las operaciones internas del Departamento de
Emergencia.
Capacidad para tomar decisiones rápidas y firmes.
Habilidad para las comunicaciones.
Capacidad para prever situaciones.
Habilidad para la supervisión.
Capacidad para impartir enseñanza incidental.
Habilidad para realizar intervención en cnsis.
Habilidad en la prestación de primeros auxilios.
Capacidad para tratar lesionados con problemas de comunicación.
Conocimiento del sistema de aíención de emergencia de la zona.
Buenas condiciones físicas.
Es importante tener en cuenta que en la eventualidad de un desas-
tre, el manejo de la situación depende de la efectividad de los individuos
o grupos que responden; por Lo tanto, es preciso que cada uno no s610
asuma sus responsabilidades, sino que permita que otros cumplan con sus
tareas.
Los enfermerosfas), desde sus diversas posiciones y especialidades,
aportan varias habilidades para la atención del desastre; esto debe ser aten-
dido no sólo por los mismos profesionales de enfermería, sino también por
fuera de la profesión, ya que la mayoría de las personas asumen que cada
enfermero(a) sabe hacer todo en enfermería. Un principio fundamental, so-
bre todo en situaciones de desastre, es emplear las personas en funciones lo
más estrechamente asociados con su trabajo diario.
Además, el papel del enfermero(a) en desastrc depende también de
dónde se encuentra ubicado(a) en el momento del impacto. Un enferme-
ro(a) de emergencia que se encuentra cerca a la zona de impacto puede
ser un recurso valioso rara el rescate, evacuación y primeros auxilios.
Posteriormente, puede prestar sus servicios a nivel hospitalario y comuni-
tario.

33
El profesional de enfemería frente a los desastres

A los enfermeros(as) se les pueden presentar ciertos roles conflicti-


vos; durante un desastre se les puede solicitar que hagan triage, ayuden a
movilizar camillas. atender heridos menores o brindar soporte básico de la
vida a las vfctimas con lesiones graves.
Los enfermeros(as) pueden realizar todas estas actividades, pero es
posible que se esté haciendo un uso inapropiado de sus invaluables habilida-
des y destrezas.
Los profesionales de enfermería deben ser cuidadosos del rol que
acepten: las capacidades clínicas que poseen hace que sean muy valiosas pa-
ra la atención de los pacientes que requieren atención médica: por lo tanto,
el rol más importante que un enfemero(a) puede asumir es el cuidado de los
pacientes en la zona de tratamiento.
Es importante que el enfermero(a) tenga capacidad de adaptación para
el trabajo en situaciones de desastre. Con frecuencia el enfermero(a) está
orientado(a) al ambiente hospitalario donde encuentra los equipos disponi-
bles y donde existen unos protocolos de tratamiento que pueden no ser apro-
piados en una situación de masas, debido al gran número de vfctimas que
deben tratarse simultáneamente.
En un ambiente de emergencia normal, el enfermero(a) usualmente
compromete en el cuidado de un lesionado grave, mucho tiempo y equipos;
esto no es posible en casos de desastres, ya que se perderían vfctimas que
pueden ser recuperables. Es primordial que el enfermero(a) comprenda que
no se debe gastar equipo y tiempo valioso en vfctimas que no tienen espe-
ranzas de recuperación dadas las limitaciones en un desastre. Las decisiones
deben tomarse enfocando el tiempo y las energfas hacia las víctimas que tie-
nen mayores posibilidades de recuperación.
Otro aspecto importante, es la capacidad y voluntad que debe tener el
enfermero(a) para improvisar y permanecer flexible en la atención de las
vfctimas, racionalizando los equipos y materiales disponibles que casi siem-
pre son limitados o pueden tardar en llegar.
El enfermero(a) que trabaja en desastres debe poseer segundad y pre-
ver las situaciones. Las víctimas que han sufrido traumatismos, necesitan
una acción inmediata por parte del enfermero(a), además hay que tener en
cuenta que muchas víctimas con lesiones que amenazan sus vidas, pueden
presentar signos sutiles o ningún signo que indique la seriedad de la lesión.
El enfemero(a) debe tener la seguridad suficiente para observar y prever si-
tuaciones de víctimas que puedan sufrir deterioro si no se toman medidas
pertinentes. En el momento de un desastre, el enfermero(a) debe actuar y ob-

34
Papel del profesional de enfermerfa

servar estricta y prontamente las víctimas para tomar decisiones rápidas y


apropiadas.
Actividades con la comunidad
Durante un desastre, muchos enfermeros(as) que están por fuera del
sitio de cuidados inmediatos pueden trabajar con la comunidad realizando
visitas a los hogares, carpas y albergues donde pueden realizar actividades.
prevención, programas educativos y acciones de salud con la población del
desastre. También pueden trabajar en clínicas particulares y en los albergues
infantiles, si éstos han sido establecidos.
Se espera que en caso de desastre, los enfermeros(=) entiendan y ac-
túen en concordancia con la situación de tensión y de crisis que vive la co-
munidad. Esto implica que los enfenneros(as) tienen que aplicar sus
conocimientos y experiencias a una situación Única y rápidamente cambian-
te, la cual requiere planeación, administración, habilidades de liderazgo,
competencia y un esfuerzo coordinado y cooperativo en el trabajo. Durante
un desastre, sobre todo si es de grandes dimensiones, los enfenneros(as)
pueden esperar cambios grandes en los estándares de salud, debido a que és-
tos además de muertes y lesiones, crean condiciones de vida que aumentan
los riesgos de enfermarse.
Para cubrir estas necesidades apremiantes se debe recunir a obtener la
participación de enfermeros(as) inactivos de la localidad, es posible que ten-
gan diferentes niveles de experiencia, pero tienen un conocimiento valioso
de la comunidad y de sus integrantes. A estos enfermeros(as) se les debe
permitir actuar dentro del nivel de sus habilidades y ceñirse a la organiza-
ción y a las responsabilidades asignadas.
B i b1iogra fía
Forcro. Constanza; Cebdios, Mm’a Elena y Domínguez, Ana Isabel. “Funciones de enferme-
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35
P l a n e s de emergencia internos
v externos

Carmenza Bedoya Duque+


Constanza Forero Pulido**
Lina María Vélez Lodoño*+*

* Enfermera M.S.P. ;,,ea Rehabilitación Comunitaria, Comité d e Rehabilitación An-


tioquia.
** Profesora Facultad de Enfemieria. Universiciad de Antioquia.
*** Enfermera Epidernióloga. Asistente Oficina de Epidemiología. Servicio Seccional de
Salud de Antioquia

36
P h n c s áe emergencia internos y eHernos

s i partimos de la premisa que “planear es decidir hoy sobre lo que quere-


mos que sea el mañana”, tenemos que ubicamos en un mundo cambiante,
donde la planifkación juega un papel importante en la forma como la socie-
dad dfa a día trata de afrontar las situaciones que se le presentan, siempre en
busca de los mejores resultados. Se trata, entonces, de prever en forma anall-
tica y racional, pero con una buena dosis de intuición, los hechos que ocurri-
rán en el futuro, recurriendo para esto, a los análisis de los ambientes y
entornos, tanto internos como externos, detectando fortalezas y debilidades
en el primero y amenazas y oportunidades en el segundo. A partir de aquf se
pueden estructurar las diferentes acciones que respondan realmente a las ne-
cesidades, utilizando eficientemente los recursos para obtener los resultados
esperados.
La planificación, en la eventualidad de un desastre, busca minimizar
riesgos y aprovechar las opottunidades. considerando los entornos en los que
operan los planes, identificando alternativas y definiendo cursos de acción.
El objetivo de la planificación es la prevención en los tres niveles, pri-
maria, secundaria y terciaria.
Como prevención primaria se consideran las acciones que se realizan
y están encaminadas a disminuir o atenuar un riesgo para evitar que ocurra
el desastre. Entre éstas están:
Identificar y categorizar las amenazas.
Analizar la vulnerabilidad.
Determinar el nivel de riesgo.
Educar a la comunidad.
Realizar las acciones requeridas.
En la prevención secundaria se incluyen las acciones que se realizan
para afrontar los desastres, salvar vidas y reducir al mínimo los daños resul-
tantes. Estas se enfocan asf:
Sistemas de alerta y alarma.
Planes de evacuación.
Atención de lesionados y damnificados.
Educación a la comunidad.
La prevención tercia;ia comprende las acciones que se ejecutan pa-
ra evitar que los daños y pérdidas ocasionados por el desastre sean menos
severos y permitan la recuperación de las comunidades afectadas. Estas
incluyen:
Diagnóstico de necesidades.
Programas de recuperación.

37
El profesional de enfermería frente a los desasrres

Educación a la comunidad.
Todos estos elementos se integran en un concepto único de planifica-
ción, que si bien, por metodología, se trabajan en forma separada, en la prác-
tica no es posible desligarlos. La integración de los elementos es
responsabilidad de todos los sectores y de la comunidad.
Est r uc t u ra administrativa
Para que la planificación de la atención en desastres dé resultados po-
sitivos, se requiere de una estnictura administrativa formalizada y coherente
que garantice la continuidad de las acciones. Esta estructura se refiere no s6-
lo a la jerarqufa de la autoridad, sino que supone la existencia de nomas téc-
nicas y administrativas, sistemas de control y evaluación y la generación de
un sistema de comunicación formal.
La estructura administrativa está dada por los comités de emergencia
que deben existir en cada una de las instituciones, respaldadas por resolu-
ción de la dirección que los establece como entes formales. La conformación
de los comités variará de acuerdo con el grado de desarrollo de la institu-
ción, de su nivel de complejidad y debe estar enmarcada dentro de las nor-
mas y legislación vigente. El comité básicamente está integrado por: el
director de la institución, quien hará las veces de coordinador, los jefes de
enfermería y de urgencias, el administrador y un representante del área de
saneamiento. Se integrarán, además, otras áreas, buscando involucrar aque-
llas que tienen mayor responsabilidad en el manejo de los desastres.
Las principales funciones del comité de emergencias son:
Elaborar, establecer y evaluar los planes de emergencia.
Coordinar los planes con instituciones tanto del sector salud como de
otros sectores.
Capacitar todo el recurso humano de la institución.
Establecer mecanismos de comunicación y divulgación.
Dirigir la atención hospitalaria y coordinar durante el desastre todas
las acciones tendientes al control y manejo del mismo.
Evaluar los planes y actualizarlos periódicamente.
Promover y participar en las investigaciones de salud en desastres.
Preparación del sector salud
En las diferentes fases de la emergencia antes, en y durante, el sector
salud desempeña un papel fundamental para la preparación y manejo de la
situación y para lograr la disminución de las consecuencias.

38
Planes de emergencia internos y externos

Planes de emergencia
Se define como el diructivo para categorizar riesgos en cada una de
las áreas, indica acciones que deben tomarse para prevenirlos y fija respon-
sabilidades y funciones en cada una de las unidades y personas que deben
actuar en el manejo y control del desastre.
Los objetivos del plan van encaminados a:
Utilizar eficientemente los recursos, con el fin de prevenir la ocurren-
cia de un desastre, atender el mayor número de lesionados y reducir al míni-
mo las consecuencias cuando éste ocurra.
Los planes deben reunir las siguientes características: efectivos, flexi-
bles, oportunos, impersonales y coordinados.
Los planes difieren en algunos aspectos dependiendo de si se trata de
emergencias internas o externas.
Emergencia inrerna: se entiende que la emergencia ocurre dentro de
las instituciones hospitalarias, comprometiendo su estructura y la integridad
del personal, los pacientes y sus familiares. El plan debe tomar las medidas
necesarias para proteger a las personas, generalmente a través de un disposi-
tivo de evacuación que puede ser total o parcial, según esté comprometido el
hospital o parte dr 21.
Emergencia exrerna: se entiende que la emergencia ocurre fuera de
las instalaciones hospitalarias, ocasionando una demanda superior a La ordi-
naria, haciendo insuficientes los recursos, lo cual implica una organización
interna diferente a la habitual, que pexmita satisfacer la demanda.
La elaboración de planes debe iniciarse con la elaboración del diag-
nóstico, entendiéndose éste como la identificación y análisis de la situación
para definir conductas y acciones.
Para la elaboración de los planes se deben tener en cuenta los siguien-
tes conceptos:
Factor de riesgo, definido como las circunstancias o características,
presentes o ausentes que inciden en la probabilidad de ocurrencia de un de-
sastre. Algunos factores de riesgo existentes en la comunidad pueden ser
modificables, por ejemplo, habitar a la orilla de un río y no contar con un
sistema de alerta adecuado.
Amenaza, considerada como toda aquella condición ubicada en el es-
pacio inmediato o cercano a la comunidad, de tipo natural, social o tecnoló-
gico, que por su condición inestable puede actuar en forma repentina
afectando el conjunto social.

39
El profesional de enfemeda frente a los desastres

Riesgo, es la probabilidad de que suceda un evento, causando altera-


ción en las condiciones de vida de una determinada comunidad.
Vulnerabilidad, se entiende ésta como el nivel o grado de susceptibi-
lidad de una comunidad expuesta a determinadas amenazas; estí4 relacionada
entre otras, con factores de riesgo tales como el nivel educativo de la comu-
nidad, el grado de desarrollo de la misma, el nivel socio-económico y el gra-
do de preparación.
La vulnerabilidad puede ser modificada a través de planes que inter-
vengan sobre los factores de riesgo.
Análisis de vulnerabilidad: requiere la identificación de las amenazas
existentes en la comunidad, al interior del organismo y de sus factores de
riesgo, teniendo en cuenta:
Antecedentes históricos de los desastres ocurridos en la zona, tipos de
desastres, sus efectos y la medidas tomadas para su manejo.
Caractedsticas de la población, su densidad poblacional, estructura
por edad y las migraciones.
Infraestructura de la población, se refiere al tipo de vivienda, a la co-
bertura y calidad de los servicios públicos, a la disponibilidad de comunica-
ciones, vfas de transporte y vehfculos disponibles.
Organización de los servicios de salud, se contemplan aspectos como
la situación de salud (morbimortalidad), número y tipo de unidades de salud
existentes en la zona, número de camas y la posible ampliación de capaci-
dad, número de ambulancias, condiciones de saneamiento ambiental y el nú-
mero de recursos humanos y materiales.
Amenazas de tipo meteorológico, topológico, telúrico, hidrológico o
tecnológico. Se considera la capacidad destructora de la amenaza y sus po-
sibles efectos sobre la salud individual y colectiva de la población.
La combinación de todos estos elementos permiten establecer la vul-
nerabilidad de las zonas de estudio con el propósito de identificar las más
críticas y establecer acciones correctivas para lograr la disminución de la
vulnerabilidad.
Actualmente se trabajan modelos matemáticos que permiten definir
fndices de riesgo, amenaza y vulnerabilidad de una manera más precisa, es-
tableciendo ponderaciones de cada uno de los elementos descritos anterior-
mente para clasificar la comunidad como de alto, medio y bajo riesgo para
desastres.
Acciones de prevención y mitigacibn: procedimientos derivados del
análisis de vulnerabilidad, que buscan modificar a corto y largo plazo aque-

40
Planes de emergencia internos y e.uernos

llas situaciones que incrementen la susceptibilidad de las instituciones ante


situaciones de amenaza.
Norificacidn: son los procedimientos que permiten suministrar infor-
mación rápida y oportuna a las autoridades y comunidades, acerca de las si-
tuaciones específicas antes, en y después de un desastre.
Antes del desastre se da la voz de alerta y alarma. Alerta significa es-
tar atento y listo, no implica moviüzación, debe estar apoyada en un sistema
de detección que permita dar información sobre las amenazas. Ejemplo de
esto, son los puestos de vigilancia y una señal sonora conocida por todos.
Alarma, indica movilización inmediata del personal, ante la ¡,minen-
cia del evento desastroso. Requiere también la utilización de señales especl-
ficas. Su activación provoca la cadena de llamadas, dado que la alarma
implica aumento de la disponibilidad de recursos; igualmente conlleva el es-
tablecimiento de un centro de operaciones (véase Gráfico 1).
Durante el desastre se realizan funciones de coordinación que facilitan
las acciones mientras dura la emergencia. Después del desastre, se requiere
coordinación con todas las entidades vinculadas a la atención del mismo, in-
formación veraz y oportuna sobre la situación de salud de la comunidad
afectada, los factores condicionantes del medio ambiente, todo esto enmar-
cado en el proceso de vigilancia epidemiológica. Contempla los mecanismos
para notificar la vuelta a la normalidad, después de la alerta o la alarma.
Plan de emergencia interna
Hay gran variedad de eventos que pueden poner en peligro las insta-
laciones del hospital, las personas y los equipos que allf se encuentran en un
momento dado. Por ejemplo, los movimientos sfsmicos, un incendio o un
atentado. En un plan de emergencia interna se tienen en cuenta los siguientes
objetivos:
Proteger a los pacientes, visitantes y al personal.
Brindar atención de emergencia en el lugar.
Aislar el área de desastre y evacuar aquellos que se hallan en peligro
de lesionarse.
Tranquilizar a aquellos comprometidos en la situación.
Limitar la interferencia con otros servicios tanto como sea posible.
Plan de evacuación
Se define como el conjunto de actividades y procedimientos tendien-
tes a conservar la vida y la integridad ffsica de las personas en el evento de

41
El profesional de enfermeda frente a los desastres

Gráfico 1
Cadena de llamadas
Comité hospitalario de emergencias

Médico jefe de urgencias


Teléfono: Te1éfono:

Jefe mantenimiento Enfermera jefe de


Teléfono: departamento
Teléfono:

Teléfono:

42
Píanes & emergencia iruernos y externos

verse amenazados, mediante el desplazamiento a tfavt% y hasta lugares de


menor riesgo.
La evacuación se hace necesaria siempre que existan amenazas colec-
tivas inminentes que puedan afectar simultáneamente a varias personas o
que puedan comprometerlas en forma secuencial.
La evacuaci6n puede clasificarse en diversas formas: según el mo-
mento, cuando se da con antelación a la causa que la origina (preventiva) y
cuando se ordena como resultado de la ocurrencia de un desastre. Así m i s -
mo, puede ser total o parcial, dependiendo del área de las instalaciones que
han sido afectadas.
Fases del plan
1. Detección del peligro: es el período de tiempo que transcurre desde
que se origina el peligro hasta que éste es detectado; puede variar de acuerdo
con el tipo de amenaza y los sistemas de alerta y a l m a disponibles en la
institución.
2 . Evacwción: se inicia en el momento en que se toma la decisión de
evacuar y finaliza cuando sale la úitima persona de la zona de peligro. En el
plan debe estar definido quién da la orden de evacuación. Una vez ordenada,
todo el personal debe acatar la decisión y s610 permanecerá en el interior de
la institución aquel personal asignado para controlar el peligro.
Las personas con adiestramiento específico asumen la dirección de la
evacuación y deben ser las últimas en salir. El personal del hospital transpor-
ta a los pacientes que no pueden hacerlo por sí mismos.
Deben determinarse las vfas de salida de cada una de las dependencias
de la institución, debe ser un camino seguro y continuo que lleve a espacios
libres exteriores. Estas rutas deben estar señalizadas de tal manera que cada
una de las personas conozca previamente la ruta que debe tomar de acuerdo
con su ubicación en la planta ffsica.
Así mismo, deben establecerse rutas alternas que permitan ajustes y
alternativas en la eventualidad de un desastre.
El plan contempla sitios de reunión final que deben estar de acuerdo
con las rutas de salida y en los cuales se realizan las actividades de control,
verificando la presencia o no de las personas asignadas a este sitio.
El plan de evacuaci6n de las instituciones de salud debe incluir las
pautas a seguir para evacuar a los pacientes, labor de gran dificultad pero
necesaria y que requiere ser planificada preferiblemente en forma especffica
para cada unidad de servicios y teniendo en cuenta las mayores limitantes

43
El profesional de enfemerfafrcnte u los dcsastrcs

como son el tiempo disponible, las dificultades de movilización de los enfer-


mos y el tipo de consirucción prevalente en nuestras instituciones.
Por lo anterior, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
Métodos de traslado de pacientes, de acuerdo con cada caso éste pue-
de ser por sus propios medios, en silla de ruedas, cargado o en arrastre di-
recto. La elección del método se hace no sólo pensando en la mejor forma
de evacuar individualmente, sino teniendo en cuenta el objetivo de rescatar
el mayor número posible de enfermos en el menor tiempo.
La evacuación se debe iniciar con aquellas personas que se encuen-
tran más cerca del peligro.
En general, se evacuan en primera instancia aquellas personas que
pueden desplazarse por sus propios medios. Seguidamente se procede a eva-
cuar aquellos que no pueden moverse sin ayuda y que se encuentran más le-
jos de la puerta de salida. Por Último, se evacuan aquellas personas que
requieren ayuda para movilizarse pero que están cerca de la puerta de salida,
dando prioridad a aquéllas con mayor probabilidad de sobrevivir.
En el sitio de reunión final, los responsables de la evacuación confir-
man la presencia de todos los evacuados (personal de servicio y pacientes) y
proceden luego a efectuar el traslado de los pacientes a servicios según sus
problemas de salud.
3 . Atencibn en salud: una vez concluida la fase de evacuación, se pro-
cede a categorizar los pacientes evacuados y a1 personal que pudiera resultar
lesionado, para definir el tipo de atención que requiere de acuerdo al triage.
4. Evaluacián: una vez finalizada la emergencia interna, el comité de
emergencias será el encargado de efectuar la evaluación de dafíos en las de-
pendencias, igualmente analizará el manejo de la situación y el desempe5o
de los diversos grupos encargados de desarrollar e1 plan para identificar fa-
llas y aciertos y efectuar los correctivos pertinentes.
Como complemento de la evaluación, el plan de emergencias interno
debe ser probado periódicamente a través de simulacros, los cuales deben
programarse por lo menos dos veces al año.
Recomendaciones especiales
Para cada una de las amenazas deben establecerse recomendaciones es-
pecíficas, sin embargo, existen unas pautas generales que deben tenerse en
cuenta en todo plan de evacuación. A continuación se detallan algunas de htas:
En caso de incendio, para prevenir la expansión del hego se deben
apagar las luces, los equipos eléctricos y las válvulas centrales de oxfgeno.

44
Planes de emergencia iniernos y eiiernos

No evacue a menos que reciba la orden.


Dada la voz de alarma, la evacuación se efectúa en orden, evitando
gritos y exclamaciones que puedan producir pánico.
No corra.
Obedezca la voz .de mando.
No utilice ascensores.
Si durante la evacuación pierde algún objeto no intente recuperarlo,
continúe.
Permanezca en la zona de reunión final hasta nueva orden.
No se devuelva por ningún motivo.
En caso de humo desplácese agachado.
Si tiene que refugiarse deje una señal.
Si el pomo de la puerta o ésta se toca caliente no la abra.
Todo el personal es responsable de la evacuacih del hospital.
Plan de emergencia externa
Para un hospital, una situación se convierte en emergencia cuando los
medios, métodos ordinarios de trabajo y los recursos exislentes son insufi-
cientes para una acción inmediata: bajo estas circunstancias los métodos or-
dinarios deben ser abandonados y los recursos realineados para expandir la
capacidad hospitalaria. Esta es la base del plan de emergencia.
En la elaboración del plan, los siguientes aspectos siempre deben ser
considerados:
Análisis de vulnerabilidad y evaluación del riesgo que conlleva, el in-
ventario de recursos, la determinación de la autonomía del hospital y la de-
terminación de la capacidad operativa.
Establecimiento de la alerta y a l m a .
Determinación de las áreas de expansidn, establecimiento del flujo de
tránsito de pacientes y la señalizaci6n interna.
Establecimiento de un organigrama de emergencia y la reasignaci6n
de funciones al personal hospitalario.
Establecimiento de criterios de remisión.
Determinación de los sistemas de registro, inforniación y comuni-
cación.
Análisis de vulnerabilidad y evaluación del riesgo
Teniendo en cuenta los aspectos básicos ya enunciados, en un plan de
emergencia externa se tienen en cuenta:

45
El profesional de enfernterlafiente a los desastres

Determinación de la autonomfa en la institucidn ante un desastre con


relacidn al autoabastecimiento en drogas. suministros, agua. alimentos. com-
bustible y electricidad entre otros. Además. la capacidad locativa y el recur-
so humano propio disponible para atender la emergencia.
Determinación de la capacidad operativa estableciendo el número má-
ximo de lesionados que se pueden atender en forma simultánea en el servi-
cio de urgencias, en una situación regular y con los recursos propios.
Establecimiento de alerta y alarma
La voz de alerta y alarma debe ser dada por el director del hospital, el
jefe de urgencias, el jefe de enfermería y en todo caso, por un miembro del
comité de emergencias.
La voz de alerta puede tener diferentes grados de intensidad, de acuer-
do con la gravedad del acontecimiento y la capacidad de respuesta:
Alerta verde: el personal presente en el hospital deberá permanecer en
él, los otros deben permanecer disponibles en sus casas.
Alerta amarilla: todo el personal debe dirigirse al hospital y permane-
cer allt.
Aferra roja: todo el personal debe acudir al sitio de trabajo y asumir
la funciones asignadas. Se activa el plan (equivale a la alarma).
Atencidn a mirltitud de lesionados
Areas de expansión: identificx y señaliz*?rlas áreas funcionales que
permitan aumentar la capacidad de atención, estableciendo al interior de la
institución el flujo de movilización de pacientes.
Area de triage: debe estar anexa al servicio de urgencias y a la zona
de entrada de las ambulancias.
En esta área se lleva a cabo la clasiíicaci6n de los heridos que llegan
al hospital, estableciendo la prioridad en la atención y determinando el área
hospitalaria a la cual será remitido.
Area de cuidados intensivos o área roja: se remiten allf los lesionados
graves que no admiten espera, son lesionados potencialmente recuperables
que requieren atencidn permanente e inmediata.
Debe a t a r 1ocali;rada en el .servicio de urgencias y en cuidado intensivo.
Area de cuidados intermedios o área amarilla: se remiten allí los lesio-
nados cuyas heridas comprometen en forma medianamente grave su estado
general, son pacientes que requieren atención médica pemianente pero no
necesariamente i nm ed i ata.
Debe estar locali-rnda en el servicio de urgencias.

46
PIanes de emergencia internos y edernos

&ea de cuidados mínimos o área negra: se remiten allí los lesionados


que difícilmente sobrevivirán.
Debe estar localizada cerca al servicio de urgencias.
Area de procedimientos menores o área verde: se remiten allf los le-
sionados leves que pueden ser tratados con procedimientos sencillos y que
no requieren atención permanente ni inmediata; además pacientes en franca
recuperación.
Debe estar localizada en un área retirada del servicio de urgencias, por
ejemplo en consulta externa.
Morgue: debe estar localizada cerca al servicio de urgencias.
Además, debe disponerse de un centro de información al público, ale-
jado del servicio de urgencias.
De igual forma, deben definirse áreas de parque0 para las ambulan-
cias y los vehículos particulares.
Las áreas de expansión deben ser sitios diferentes a los pasillos ya que
utilizarlos para este fin crea congestión en el flujo de pacientes y personal.
Por último, debe seleccionarse un lugar cómodo para el descanso del
personal.
Las áreas de expansión deben estar señalizadas en forma permanente
utilizando los colores establecidos para la clasificación de pacientes.
Establecimiento de organigrama de emergencia
Durante la atención de una emergencia, se suspende temporalmente la
estructura formal de la instituci6n por una estructura funcional para atender
la emergencia, buscando racionalizar el equipo humano existente y permitir
la ubicación en zonas especiales de los pacientes que lleguen al presentarse
la emergencia. Cada una de las zonas de expansión, hospitalización y apoyo,
debe tener disponible un equipo de trabajo propio con funciones asignadas
especfficamente para la emergencia. Los equipos se deben conformar con el
personal habitual de la institución, estableciendo turnos no mayores de 12
horas. Si se requiere refuerzo de otros hospitales, debe tenerse esto en cuenta
para la conformación de los nuevos equipos. Al definir las funciones y acti-
vidades a realizar en las diferentes zonas se deben tener ea cuenta las rels-
ciones entre cargos y funciones y no entre personas y funciones.
Establecimientos de criterios de remisión
De acuerdo con el nivel de complejidad de la institución, el número y
tipo de lesionados, se deben establecer parámetros de remisión, definiendo

47
El profesional de cnfcnncría fienrc a los dcsustrcs

previamente a qué organismos de salud y por cuáles rutas serán trasladados,


buscando así utilizar al máximo los recursos de salud y garantizar a cada pa-
ciente el tipo de atención requerida.
Determinación de los sistenias de registro, inforniación
y comunicación
El plan debe establecer un sistema de registro de lesionados incluyen-
do un consolidado de ingreso de lesionados en el que se registran datos de
identificación, tipo de lesión, sitio de remisión externa e interna; también se
debe tener un registro individual que consigne la información de cada lesio-
nado, ésta puede ser una tarjeta individual o la historia clínica.
La información debe ser canalizada a través del comité de emergen-
cias, mediante un flujo previamente definido.
Iguaimente, es importante recordar que el plan debe ser coordinado
con otras instituciones y probado periódicamente por medio de simulacros
con el fin de hacer los ajustes necesarios y mantenerlo actualizado.
Exrensión de servicios: El plan debe contemplar el establecimiento de
mecanismos que permitan la extensión de los servicios de salud y atención
al medio ambiente durante las fases de impacto y rehabilitación para aque-
llos desastres que así lo requieran.
Evaluación: Para normalizar la puesta en prueba del plan a través de
simulaciones y la determinación de mecanismos que permitan la conexión
de las desviaciones y el fortalecimiento del plan.
Bibliografía
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Cruz Roja Colombiana. Plan de preparación para desastres. Serie 3000. Mcdcliín, 1989.
Flórcz. TJ. “Análisis de riesgo para la salud dc la población en caso de desastre”. Medeüín.
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Hospital Universitario San Vicente de P a d . Plan anfi-desasfres.Medeiiín. 1988.
Organización Panamericana de la Salud. Organización de los servicios de salud para siiua-
ciones de desastre. Washington. 1983.
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N o . 1 . Bogotá, 1987.
Sarmiento, J.P. Plan Hospitalario de emergencias. Docr<meníos 1 y 2 . Programa de preparu-
tivos para emergencias y desastres. Bogotá, Ministerio de Salud, 1989.

48
c a d e n a de socorro

h u r a Alicia Laverde de Botero*


Jorge Ivdn Lbpez Jaramillo**
Lina María Vélez Londoño***

Es una estructura organizativa conocida y aprobada por los comités de


emergencias y las instituciones que participan, para garantizar la atención y
mejorar la sobrevivencia de los afectados a través de la coordinación y el de-
sarrollo de los planes operativos. Las funciones de ésta, son:

Enfermera M.S.P. Consultora Convenio Col. 88/010. Alcaldía de Medeiiín. PNüD.


** Asesor Convenio Col. 88ID10. Alcaldía de Medeiíín. PNUD.
+** Asistente Oficina de Epidcmiologíía, SSSA.

49
EIprofesionol de enfermerlafienfc a los desastres

Colaborar con la comunidad en las labores de evacuación.


Realizar las actividades de salvamento, rescate, atención médica y
transporte de lesionados desde la zona de impacto hasta el lugar de alención
definitiva.
Coordinar el funcionamiento de los distintos eslabones a través del
puesto de mando unificado (P.M.U.).
Utilizar adecuadamente los recursos humanos y ffsicos para garantizar
la atención de las víctimas a través del triage.
Organizar, facilitar y adecuar las comunicaciones a todos los niveles.
iniciar la asistencia social desde la zona de impacto.
El concepto de cadena de socorro se basa en la determinación de una
serie de eslabones, a partir de la ZOM de impacto, en el sentido del flujo de
los lesionados y afectados que son transportados hacia los hospitales o alo-
jamientos para atención definitiva.
Se reconocen de esta manera tres eslabones principales:
Eslabón 1: Zona de impacto
Eslabón 11: Centros de atención y clasificación de heridos (C.A.C.H.)
Eslabón 111: Unidades hospitalarias (U.H.)
Los elementos que componen los eslabones de la cadena son: puestos
de avanzada, puestos de relevo, centro de atención y clasificación de heridos
y unidades de salud vinculados entre sf a través de los servicios de apoyo,
tales como: las comunicaciones, el transporte y los suministros, entrelazados
por el puesto de mando unificado (P.M.U.), organismo que asume el control
durante esta fase, en coordinación con el comité local de emergencias
(C.L.E.) (véase Gráfico 1).
Para entender la localización geográfica de los eslabones y permitir la
ubicación de los grupos de trabajo, es necesario trazar lfneas imaginarias en
el sitio de emergencia. Como zona de impacto se toma el área donde se re-
gistra propiamente el hecho, pudiendo o no, en ella, persistir riesgos poten-
ciales para extender el daño. La zona de seguridad es el área donde no hay
riesgo aparente, pero la circulación de personas está restringida.
Los puestos de avanzada deben instalarse entre la zona de impacto y
la zona de seguridad: los centros de atención y clasificación de Heridos de-
ben situarse en la zona de seguridad con vfas de acceso que permitan la uti-
lizaci6n de las ambulancias; el traslado de heridos entre estos dos eslabones,
se hace generalmente a pie; si el terreno y la distancia hacen del traslado una
actividad extenuante, deben instalarse puestos de relevo, para evitar la fatiga
de los camilleros.

50
Cadma de socorro

Eslabón 1: puesto de avanzada (P.A.)


El puesto de avanzada es el primero y más cercano lugar de aten-
ción que reciben las vfctimas procedentes de un desastre: el tamaño y los
recursos necesarios para su funcionamiento dependen del tipo de emer-
gencia y del carácter de su instalación. El número de puestos varfa de
acuerdo con la magnitud del desastre y con la división imaginaria en sec-
tores de la zona de impacto. El recurso humano contempla personal que
permanece en el puesto, como son el coordinador y el grupo de auxilia-
res; el personal móvil, conformado por los equipos de avanzada y los ra-
diocomunicadores, quienes realizan labores de salvamento y rescate en la
zona de impacto. En este puesto se deben cumplir las siguientes activida-
des:
Distribuir y coordinar el personal por actividades en cada sector.
Prestar los primeros auxilios.
Realizar labores de rescate.
Trasladar lesionados al siguiente eslabón por orden de prioridad.
Registrar información.
Mantener comunicación con el puesto de mando unificado.
La dotación mfnima requerida incluye: camillas, botiquines, tarjetas
de clasificación, libreta de apuntes, lápiz, radio portátil, raciones personales
de agua y alimentos.

Eslabón 11: puesto de relevo


El puesto de relevo es el sitio intermedio enue los puestos de avanza-
da y los centros de clasificación y atención de heridos (C.A.C.H.) es el lugar
donde se realiza el cambio de camilleros.
Su objetivo es agilizar el transporte, disminuir la fatiga de los camille-
ros y mejorar la atención del lesionado. Se requiere de un coordinador y au-
xiliares que cumplan las siguientes funciones:
Coordinar los suministros y el personal.
Mantener comunicación entre el puesto de avanzada y el centro de
atención y clasificación de heridos.
Auxiliar a los lesionados.
Trasladar a los heridos al siguiente eslabón por orden de prioridad.
El equipo necesario cocsta de: camillas, mantas, botiquín, radiocomu-
nicación portátil, lápiz, libreta de apuntes, ración de agua y alimentación
personal, carpa o local para su instalación.

51
El profesional de enfemeda Rente a los desastres

Gráfico 1

ZONA DE SEGURIDAD

ESLABON I

Centros de atención
ESLABON II y clasificación d e
heridos (C.A. C. H.)

\
PUESTO DE MANDO
UNIFICADO

Centros hospitalarios
ESLABQN Iii

52
Cadena de socorro

Centro de atención y clasificación de heridos


Es el elemento principal en el segundo eslabón de la cadena de SOCOKO,
donde se inicia la asistencia medica propiamente dicha y se concentra el mayor
número de recursos. Se encuentra ubicado en la ZOMde seguridad, con vías de
comunicación terrestre o a6re.a. El número de centros de atención y clasifica-
ción a instalar,asf como la complejidad de éstos, varía de acuerdo con la mag-
nitud, tipo de desastre y capacidad de los recursos existentes.

Objetivos del centro de atención y clasificación de


heridos
Proporcionar asistencia médica calificada, por orden de prioridades, a
las víctimas provenientes de un desastre.
Preparar y remitir a los lesionados para su evacuación a centros hos-
pitalarios designados para atención de niveles n y In.
Coordinar con protección social la evacuación de las personas que no
necesitan una asistencia médica, a los sitios de alojamiento designados por
el comité local de emergencia.
Mantener comunicación constante con el puesto de mando unificado.
Planear, organizar, coordinar y controlar con los puestos de avanzada
y puestos de relevo a su cargo, las acciones necesarias para su buen funcio-
namiento.
Instalación del centro de atención y clasificación de
heridos
Para la elección del lugar de instalación se deben tener en cuenta los
siguientes aspectos:
Area física donde se puedan acomodar las unidades necesarias para la
atención de víctimas y heridos afectados por el desastre.
Estar localizado fuera de la zona de impacto y de la línea de seguridad.
Permitir la protección del sol, la lluvia y el viento.
De fácil acceso para el transporte terrestre, aéreo o fluvial.
Que exista la disponibilidad en la obtención de agua y electricidad, así
como también para el desecho de sólidos y aguas servidas.
Que las condiciones sean favorables para las tele y radiocomunicaciones.
Disposición de las señales aéreas y de otras que permitan demarcar
claramente los espacios de circulación, acceso, vías y las unidades funciona-
les de servicio.

53
El profesional de enfemerla frente a los desastres

Distribución locativa y organizativa del centro de


atención y clasificación de heridos
Para facilitar la instalación al interior, el eslabón iI de la cadena se di-
vide por áreas que contienen unidades funcionales, asi:
Area de recepción de heridos: es el lugar donde ingresan los heridos
a través de diferentes medios como son: ambulancias, vehículos de motor en
general, camillas, helicópteros, lanchas, aviones, etc.; por lo tanto, debe dis-
poner de espacio suficiente de acuerdo con el número de lesionados y de&-
tados que se esperan. Se subdivide en dos unidades:
Unidad de información y control: su objetivo es informar al usuario y
al personal acerca de los servicios disponibles en dicho centro y controlar la
entrada del personal.
Unidad para identificación y clasificación de heridos: es el sitio donde
se registra el número de personas que demanda servicios y donde el personal
médico clasifica y establece prioridades sobre la atención de los pacientes.
Area de atención médica: es el lugar donde se realizan los procedi-
mientos necesarios para mantener o mejorar las condiciones de salud de los
lesionados. Se subdivide en:
Unidad roja: se atienden los pacientes en estado crítico recuperable.
Unidad amarilla: se atienden los lesionados que no son de mucha gra-
vedad, requieren de asistencia médica pero la atención da lugar a espera.
Unidad negra: se atienden los pacientes moribundos con poca o nin-
guna posibilidad de vida.
Unidad verde: atiende las personas con heridas menores.
Unidad de cadáveres: es donde se depositan los cadáveres que llegan
al lugar o las personas que mueren durante la atención.
Area de abasrecimienro: es el sitio para la reserva de materiales, don-
de se coloca la existencia disponible aportada por las instituciones que se en-
cuentran en el centro de atención y clasificación de heridos; por lo tanto, se
debe llevar el inventario cuidadoso de los recursos y necesidades, así como
emplear mecanismos ágiles para el envio, utilización y mantenimiento de
equipos. Se subdivide en:
Unidad de alimentos.
Unidad de menajes.
Unidad de productos médicos y de salvamento.
Area de transporte: es el centro que reúne todos los recursos interins-
titucionales cuyo objetivo es racionalizar éstos para atender y coordinar el

54
Cadena de socowo

traslado de víctimas, afectados, transporte de equipo y suministros, así como


también labores de inspección, supervisión y transpone de personal de sa-
lud. Está conformada por las siguientes unidades:
Unidad administrativa: es el eje central del área donde se atienden y
resuelven los aspectos de planeación, organización, direcci6n y control del
recurso humano y material para el transporte.
Unidad para el transporte de lesionados: se encarga de coordinar las
labores en el traslado de las víctimas desde el lugar del impacto hasta las
áreas de hospitalización en la zona de su influencia, para evitar la pérdida de
pacientes o la subutilización de vehfculos.
Unidad para el transporte de ilesos: en coordinación con la protección
social, se encarga del traslado de los ilesos y sus enseres, desde el lugar de
impacto, pasando por los distintos eslabones, hasta el lugar de alojamiento
temporal, el cual puede ser donde sus familiares o en lugares escogidos por
el Estado.
Area de proteccibn social: es el lugar donde se coordina la recepción,
distribución y atención de los afectados. Le corresponden tres unidades:
Unidad administrativa.
Unidad de recepción e información.
Unidad para la acomodación y distribución.
Area para el descanso del personal: cuando la emergencia pueda du-
rar vanos días, se debe disponer de un lugar para la recuperación física y
mental del personal que trabaja en el centro de atención y clasificación de
heridos. Debe tener en lo posible, tres unidades, asf:
Unidad de administración de personal: es el sitio donde se realizan las
labores de planeaci6n, vinculación, distribución, supervisión, control y eva-
luación del recurso humano asignado a los puestos de avanzada, de relevo y
de centros de atención y clasificación de heridos; incluye todo el personal
del área de influencia.
Unidad de alimentación: es el lugar donde se organiza y distribuye la
alimentación para el personal que trabaja en el centro de atención y clasiíi-
cación de heridos y en los puestos de avanzada de la jurisdicción.
Unidad de donnitonos: con servicios sanitarios y camas o colchones
para dormir o descansar.
Area de radio y telecomunicaciones: es el área donde se coordina la
comunicación entre los diferentes eslabones y con el puesto de mando U i -
cado. Se subdivide en dos unidades:

55
Elprofesionai de enfermeda frente a los desastres

Unidad central de comunicaciones: atiende y coordina los aspectos re-


lacionados con la planeación, organización, control y locaiizaci6n de las co-
municaciones.
Unidad coordinadora del centro de atención y clasificaci6n de heri-
dos: es el p p o encargado de la planeación, coordinación, organización, di-
rección y control de las actividades durante la fase de emergencia en los
centros de atención y clasificación de heridos. Está conformada por el coor-
dinador médico quien actuará como coordinador general, un representante
de la unidad administrativa del personal, un representante de transportes y
uno de protección social. Las funciones de la unidad coordinadora son las
siguientes:
Organizar diariamente el plan de actividades o plan de acción y la dis-
tribución del trabajo según el tipo de emergencia y las responsabilidades ins-
titucionales.
Establecer los turnos de atención del puesto con la unidad coordi-
nadora.
Evaluar diariamente las actividades.
Informar al puesto de mando unificado el funcionamiento del Centro
y de los puestos de avanzada bajo su jurisdicción, asf como las necesidades
de recursos o las situaciones especiales que se presenten.
informar diariamente o cuando el puesto de mando unificado lo re-
quiera, acerca del movimiento de vfctimas y afectados a los distintos centros
de atenci6n.
Recurso humano del centro de atención y clasificación
de heridos
Para atender las distintas áreas se debe disponer de:
Personal de salud: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería; pa-
ra que asuman las funciones de clasificación y atención de los heridos.
Personal de socorro: de acuerdo con las funciones y filosoffa de la
institución a la cual pertenezcan, realizan labores en unión con la unidad
coordinadora del centro de atención y clasificación de heridos.
Personal de comunicaciones: para coordinar la información y comuni-
cación dentro y fuera del centro de atención y clasificación de heridos; re-
quiere de técnicos en el manejo, instalación y mantenimiento de estos
equipos, asf como de comunicadores sociales y ayudantes o auxiliares de es-
tadfstica que permitan llevar el registro de las personas afectadas, heridos y
actividades que requieran el regisuo y control de la información.

56
Cadena de socowo

Personal para el área de traqsporte: en este campo se incluye el p p o


de camiiieros, conductores de vehículos livianos y pesados, así como pilotos
de helic6pteros o de aviación.
Personal para la protección social: se incluyen trabajadores sociales,
promotores sociales, soci6logos, abogados y sicólogos.
Personal administrativo: de acuerdo con el lugar y magnitud de la tra-
gedia, se dispondrá de un grupo de personas con experiencia en almacenar
elementos, otros encargados de la contabilidad, de recibir y entregar los pro-
ductos, personal de vigilancia y control y personas de oficios varios. Es im-
portante disponer de un jefe de personal con experiencia, para asumir el
mando de la unidad administrativa de personal.
Eslabón 111: atención hospitalaria
Los centros hospitalarios deben tener políticas, estrategias y planes
formulados por el comité de emergencias y aprobados por la dirección de la
instituci6n, para la actuación en la previsión y mitigación de los desastres
que ocurran en el área de influencia y que pueden afectar o no, las instala-
ciones hospitalarias.
Los comités son de carácter normativo y asesor, están integrados por
profesionales de la salud, la administración y servicios generales que repre-
sentan los diferentes departamentos del hospital. Los planes deben estar in-
tegrados y coordinados con los centros asistenciales existentes en la
localidad y en la periferia, a través del comité de atención de emergencias
del sector salud; es así como se logra realmente la conformación del tercer
eslabón de la cadena.
La remisión para la atención de los lesionados debe planearse tenien-
do en cuenta:
El paciente.
La institución a elegir.
La distribución de los hospitales y los centro de atención y clasiíica-
ción de heridos.
En el primer caso se hace la evaluación de la lesión, su gravedad y
complejidad, las características de la persona en cuanto a edad (atención pe-
diátrica o para el adulto), el sexo y la afiliación con algún sistema de salud,
por ejemplo seguridad social o una caja de previsión social.
En segundo lugar. es necesario conocer la disponibilidad de quirófa-
nos operantes, las especialidades méúicas que se ofrecen, los servicios de
ayuda diagnóstica en el campo clínico y de laboratorio, en toxicología, en

57
El profcsiona[ dc cnfcmcrfa firntc a los desastrcs

radiología, la capacidad del banco de sangre y sus derivados, el horario de


servicio, el número de camas y camillas en sus áreas de expansión y hospi-
talización, asf como también condiciones de la estructura física, si ésta se
encuentra en peligro o presenta algunas averías.
El tercer paso consiste en la distribución de los hospitales asignando
éstos a cada uno de los centros de atención y clasificación de heridos, te-
niendo en cuenta las vías de acceso y la distancia, el desarrollo de la organi-
zación y estructura del centro de atención y clasificación de heridos, la
cantidad de heridos que se deben atender y el tipo de desastre. Siempre se
tendrá en cuenta que a cada centro le correspondan instituciones de los tres
niveles de atención en la estructura organizativa del sistema nacional de sa-
lud, aunque en muchas oportunidades debe recurrirse a instituciones de otros
municipios y departamentos.
Los sistemas de alerta, alarma, información y comunicaciones de-
ben unir los tres eslabones para la coordinación vertical entre los puestos
de avanzada y las instituciones hospitalarias; solamente el puesto de man-
do unificado podrá conocer la totalidad de la información de la cadena de
socorro.
La distribución locativa de las áreas de expansión es similar a la del
centro de atención y clasificación de heridos; ésta varía en cada hospital de
acuerdo con los servicios y especialidades del centro.
En algunas de las emergencias, las unidades de salud de mediana
complejidad actúan como centro de atención y clasificación de heridos, fun-
ción que permanece durante toda la fase de impacto; en la mayorfa de las
veces, en la etapa de rehabilitación, son éstas las instituciones que desarro-
llan las actividades de salud con la población afectada.
Puesto de mando unificado
El puesto de mando unificado es un organismo temporal encargado
de la coordinación, organización y control del mando urgente durante la
fase de impacto, su creación facilita las labores de salvamento, la admi-
nistración y atención médica de los afectados, la evacuación de las vtcti-
mas de acuerdo con su urgencia y la racionalización del recurso humano
y técnico.
Composicidn :
Son representantes de jerarqufa autorizados para tomar decisiones
operativas en forma inmediata a nombre de las instituciones siguientes:

58
Cadena de socorro

Organhciones de socorro: defensa civil, cruz roja, bomberos.


Fuerzas de orden piíblico: ejército y policía.
Organizaciones de apoyo: scouts y todas las de voluntarios locales, re-
gionales, tiacionales e internacionales.
Representante del tránsito municipal y departamental según el lugar
de emergencia.
Representante del comité local o regional de atención de desastres.
Representante del comité de desastres del sector salud, quien actúa
como coordinador.
Representante del comité de protección social.

Campo de accidn:
De acuerdo con la magnitud, tipo de desastre. condiciones geográficas
y políticas del área afectada, se dispondrá de uno o varios centro de atención
y clasificación de heridos con sus respectivos puestos de avanzada e institu-
ciones hospitalarias encargadas de atender la emergencia; por lo tanto, le ac-
ción del puesto de mando unificado, se lleva a cabo durante la fase de
impacto.

Funciones.
Evaluar la magnitud inicial de la emergencia a través de los informes,
verificando por intermedio de los puestos de avanzada, para notificar al co-
mité de emergencias las necesidades de asistencia inmediata y de protección
a las vfctimas.
Organizar en forma inmediata el plan de actividades o plan de acción
y la distribución del trabajo según el tipo de emergencia y las responsabili-
dades institucionales. Es importante actualizarlo cada 24 horas.
Nombrar el coordinador general de operaciones y al suplente para li-
derar las acciones de comando, planeación, logistica y financieras, teniendo
en cuenta la capacitación y experiencia de los integrantes. En situación de
desastre es aconsejable tener un jefe cada doce horas.
Evaluar diariamente las actividades.
Adoptar y transmitir las órdenes necesarias para el funcionamiento de
la cadena de socorro.
Recibir informes sobre las necesidades del personal y del material ne-
cesario durante la fase de emergencia, coordinando y arbitrando los recursos
necesarios.

59
El profesiortal de enfemeda frente a los desastres

informar al comité regional de emergencia y al comitk local de emer-


gencia sobre el desarrollo de las actividades y necesidades de recursos en la
zona de impacto.
Coordinar las actividades, administrar y racionalizar los recursos dis-
ponibles de las organizaciones de socorro, de las fuerzas para el orden públi-
co y otras nacionales o extranjeras, diagramando la posición de cada una
sobre el terreno y el listado del jefe de operaciones de acuerdo con la divi-
sión de la zona de impacto para la distribución de los equipos de avanzada.
Canalizar la información inicial para la comunidad y los medios de
comunicación a través de una central de radiocomunicaciones con presencia
sobre el terreno.
Coordinar con el comité de protecci6n social el desplazamiento, la
ayuda de emergencia para la población sobreviviente y su localización en los
alojamientos temporales.
Dejar informe escrito sobre las acciones ejecutadas en la fase de im-
pacto.
Levantar el puesto cuando el comité de emergencia considere que la
fase de impacto ha terminado.
Comité local de atención de emergencias
En casos de desastre, es la máxima autoridad en la jurisdicción. Está
conformado por el alcalde y demás autoridades civiles, de seguridad del es-
tado y organizaciones de socorro.
Las funciones principales se relacionan con las actividades de planea-
ción, organización, dirección, control, evaluación y manejo de los recursos
financieros para la prevención y mitigación de los desastres.
Atención de salud en la cadena de socorro
LA atención en salud debe prestarse desde el lugar del impacto hasta
lograr la rehabilitación física y mental del afectado; la cadena de socorro
busca en términos de asistencia médica, establecer un sistema de ayuda y
tratamiento por etapas:
En el área de impacto, la asistencia puede pr-estarseen tres formas: La
auroayudu, cuando la realiza la vfctima por sí misma; la ayuda mufua, cuan-
do es prestada por un vecino u otra persona afectada; y la ayuda sanitaria,
cuando la presta personal de socorro durante las labores de salvamento y
rescate. Esta asistencia está limitada a la realización de medidas elementales
capaces de salvar la vida o evitar complicaciones ulteriores.

60
Cadena de socorro

Asistencia pre-médica: se r,eaiiza en los puestos de avanzada por el


personal de socorro y en algunos casos por personal de salud; se presta ayu-
da de acuerdo con la clasificación de las lesiones y se estabiiizan los pacien-
tes buscando la evacuación a centros con mayores posibilidades de
tratamiento para aquellos que requieran atención inmediata.
En este lugar, si las condiciones lo permiten, se elabora el primer do-
cumento donde va plasmado el diagnóstico inicial, la naturaleza de la lesión
y las primeras indicaciones: es la tarjeta de identificación y clasificación la
que debe acompañar al lesionado hasta el lugar donde se inicie el tratamien-
to definitivo.
Asistencia médica: se realiza en los centros de atención y clasificación de
heridos; ocupan un lugar de gran importancia porque en &tos se hace la recep
ción cuidadosa y la clasificación de los heridos, estableciendo el diagnóstico
inicial y la necesidad de tratamiento; se les distribuye para su atención, de
acuerdo con la urgencia, en las unidades de atención y tratamiento prioritario:
los lesionados graves que requieran atención médica inmediata, se llevan a la
unidad roja para trasladarse, una vez estabilizados, a los centros asistenciales de
tercer nivel de complejidad; los lesionados intermedios o diferidos cuya aten-
ción da lugar a espera, se remiten a ia unidad amarilla; los pacientes moribun-
dos se remiten a la &dad negra y son tercera prioridad para el traslado a
centros especializados; los lesionados menores que pueden ser atendidos en su
totalidad, se remiten a la unidad verde; por Úitimo, en caso de fallecimiento, el
médico debe proporcionar los certificados de defunción y realizar los procedi-
mientos o trámites acordados con medicina legal.
Asistencia médica especializada, etapa en la cual se brinda asistencia
médica de tercer nivel de complejidad; incluye las patologías que requieran
atención del especialista, además los programas de rehabilitación ffsica y si-
cológica.
En la planificación sanitaria para emergencias se debe disponer de un
inventario de estos recursos para su oportuna utilización. Un aspecto impor-
tante en este renglón son los programas de atención que tienen que ver con
la epidemiologta y la salud pública, en el campo individual, colectivo y del
medio ambiente.
La asisiericia médica especializada adquiere importancia en los desas-
tres nucleares y los producidos por accidentes en el manejo y transporte de
sustancias peligrosas, guerras biológicas y la guerra química, ya que en to-
das las etapas se debe contar con personal altamente calificado y con equi-
pos de protección y manejo adecuados.

61
El profesional de enfermeda frente a los desastres

Bibliografía
Bernani Catinat, G.y Vknque. CH.''Le Médicin de I'Avant. le Poste de Sacoun. le Triage
Initial". En: MCdicine de Catastrophe. 1985. pags 463467.
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Maim-Gaicía, L. Disaier nursing planning assessment ami iniewention. Rockviiie. Aspai
Publication. 1985.
Noto. R: Huguernard. P. y Larcan. A. Médicine de Catastrophe. Paris. Masson. 1987.

62
Triage

María Elena Ceballos Velásquez*


Consranza Forero Pu Lido‘
Liria Pérez Pei&ez*+

EI triage se inició a partir de la experiencia de los militares en casos de


“pérdidas masivas”, y consiste en que ante un flujo grande de lesionados se
establezca el balance, categorizando los heridos para decidir prioridades de

* Profesoras Facultad de Mermería, Universidad de Antioquia Mapister en Salud Pú-


blica.
** Profesora Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia. Mapister en Orienta-
ción y Consejeria.

63
Eiprofesionai de cnfennedaficnre a los desastres

evacuación y para establecer un tratamiento prioritario de acuerdo con la ca-


tegorización .
El triage es. entonces, una tentativa permanente de adaptacibn de los
medios disponibles a las necesidades, con el único fin de salvar el mayor nú-
mero de vidas. El triage es inseparable de la puesta en marcha de la evacua-
ción con la cual se recurre a un conjunto de técnicas especfficas cuando se
requieren medidas urgentes.
Un desastre, cualquiera sea su dimensión, se caracteriza por la llegada
súbita de un gran n b e r o de vlctimas al mismo lugar. El flujo desordenado
inicial se canaliza enviando los heridos hacia los principales puestos de so-
corro.
Algunos ejemplos recientes permiten apreciar la dimensión de los de-
sastres.
Desastres sfsmicos
Octubre 1980, Argelia, El Asnam, 9.000 heridos, 2.590 muertos.
Noviembre 1980, Italia, región de Nápoles, 20.000 víctimas, 2.916
muertos.
Noviembre 1986, Colombia, Erupción del cráter Arenas del volcán
Nevado del Ruiz, 8.000 heridos y aproximadamente 30.000 muertos.
Desastres tecnológicos
Noviembre 1984, México, explosión de Gas (Propano Butano) 1.000
heridos, 1.200 desaparecidos, 500 muertos.
Diciembre de 1984, India, Fuga de Gas en una fábrica de pesticidas
(isocianato de metilo) 20.000 víctimas (afecciones pulmonares y oculares)
1 SOO-2.000 muertos.
La destrucción o no de las estructuras se considera un factor agravan-
te adicional en un desastre.
Los recursos siempre serán insuficientes en cantidad numérica y cua-
litativa y esto no sólo a nivel personal sino también material y de los medios
para una evacuación pronta y adecuada.
Las posibilidades de los hospitales periféricos pueden ser reducidas,
ya que se debe considerar no solamente el número de camas disponibles si-
no, sobre todo, el número de horas para los quirófanos y las camas para cui-
dados intensivos.
Durante un desastre, el objetivo básico del triage es la determinación
de la sobrevivencia, lo que puede presentar considerables conflictos y serias
implicaciones para el personal de salud acostumbrado a realizar máximos
esfuerzos con pacientes que tienen mínimas posibilidades de sobrevivir. En

64
Triage

este sentido, las personas que tienen poca posibilidad de sobrevivir, lo mis-
mo que aquellas que para sobrevivir requieren el empleo excesivo de los Ii-
mitados recursos disponibles, y quienes estarían considerados como
insalvables ameritan que se les dedique un mínimo de esfuerzo.
Esta noción de urgencia puede lesionar los principios éticos de algu-
nos miembros del personal de salud, sin embargo, no se debe hacer un des-
bordamiento de los medios disponibles para las vfctimas con lesiones
gravísimas, por ejemplo, cráneo, tórax, abdomen, que exigiría aun en situa-
ciones de urgencia individual un máximo de medios terapéuticos y de tiem-
po y, no obstante su pronóstico es incierto durante un largo período.
La atención de estos lesionados inrnovilizaría los equipos médico-qui-
nírgicos y condenaría a sacrificar un buen número de heridos que poMan
recuperarse con pocos esfuerzos.
La actitud terapéutica frente a estos lesionados con mínima esperanza
de sobrevivir debe aislarlos y proporcionarles sedación y analgesia que haga
menos dificil su situación.
Este concepto es diffcil de aceptar por el personal de salud y de resca-
te, pero la meta principal de las acciones durante un desastre es salvar el ma-
yor número posible de vfctimas. El utilizar una cantidad de tiempo y
recursos, (ambos muy limitados), en vfctimas que tienen poca posibilidad de
sobrevivir derrota este intento y priva a las víctimas con posibilidad de so-
brevivir de los cuidados necesarios.

Tipos de triage
Primer tn’age
Es el que se realiza en la zona del impacto (Primer eslabón de la ca-
dena de socorro) y es el primer esfuerzo de clasificación.
Es iniciado por el primer personal entrenado (Personal de socorro).
Tiene como objetivos principales:
1. Realizar una evaluación primaria de los pacientes y brindar un au-
xilio inmediato a aquéllos cuyas lesiones los ubican en peligro de muerte en
pocos minutos. Por ejemplo: Paro respiratorio que responde a maniobras de
reanimación.
Para lograr el cumplimiento de este objetivo, el auxiliador debe partir
del siguiente esquema, basado en la presencia o ausencia de respiraciones. Si
la vfctima no respira después de las maniobras, debe pasarse a otra víctima,
lo que se denomina “triage negro” (véase Gráfico 1).

65
El profesional de enfemidafiente a los desastres

Gráflco 1
Proceso de triage inicial

Observación
1
Respiración
1
SI
4
1 NO'

.' Evaluac i6n Visual


Con dificul iad
O
I
Triage negro
se halla inconsciente I

A
Herida Hemorragia Mantener vfa aérea Pasar a la
Torácica próxima víctima
Comprensión
externa
8
Mantener Posición
I Lateral de seguridad

Vendaje

2. Clasificar las víctimas según la prioridad de sus lesiones y proceder


a su traslado hacia el centro de atención y clasificación de heridos.
En el primer triage se inicia la identificación de las vfctimas por me-
dio de tarjetas de clasificación y se mantienen durante el tiempo que dure la
operación.

Segundo íriage
Se realiza en el centro de atención y clasificación (segundo eslabón de
la cadena de socorro) por médicos y enfermeras entrenados. El triage secun-
dario tiene como objetivos:

66
Triage

1. Realizar una categorización donde las vfctimas sean valoradas nue-


vamente con el fin de revisar la prioridad, estabiiizarlas y prepararlas para SU
traslado.
2. Organizar el orden de traslado de los lesionados, desde el centro de
atención y clasificación de heridos hacia el sistema hospitalario.
El tnage primario y secundario busca racionalizar la evacuación y lo-
grar que en primera instancia se irasladen los heridos clasifxados como
prioritarios. Evacuando primero aquellos con lesiones mayores se logra ha-
cer un uso más racional de los recursos hospiíalarios, brindando un trata-
miento más adecuado a los heridos graves lo cual trae como consecuencia,
mayores posibilidades de salvarles la vida.
Tercer biage
Se realiza a nivel hospitalario por personal médico y de enfermeda,
sus objetivos son:
1. R e a f i i a r la prioridad en el tratamiento.
2. Brindarles a las vfctimas del desastre la asistencia médica hasta la
curación.
3. Planear la utilización de log quirófanos, servicio de rayos X, banco
de sangre y laboratorio, así como el recurso humano especializado.
Prioridades en el triage
En todas las etapas del triage es importante adoptar un sistema unifor-
me de prioridades. No habrá confusión si todo el personal adopta igual ter-
minologfa y utiliza consistentemente las definiciones de estos términos.
El sistema empleado debe evitar excesivas y muy complejas catego-
rías. El uso de pocas y sencillas categorfas aplicadas consistentemente, evi-
tan confusión y caos.
El sistema más frecuentemente empleado es el de las cuatro categorías:
Prioridad uno, o roja, de cuidados inmediatos.
Prioridad dos, o amarilla, de cuidados intermedios.
Prioridad tres, o negra, de cuidados mínimos.
Prioridad cuatro. o verde, de cuidados menores.
Prioridad uno,roja. Cuidados inmediatos
Son aquellas vfctimas que tienen lesiones serias, pero su posibiliciad
de sobrevivir es buena si el tratamiento es adecuado y oportuno, haciendo
prioritario su evacuación.
En esta categoría se incluyen lesionados que presenten:

67
El profesional dc cnfcrmcrlnfrmfc a los dcsasircs

a. Problemas respiratorios
Vía aérea obstruida
Paro cardio-respiratorio presenciado
insuficiencia respiratoria aguda
Herida de tórax con dificultad respiratoria
Neumotórax a tensión
Tórax inestable
Heridas máxilo-faciales severas
intoxicaci6n por inhalación
b. Shock o amenaza de shock
Hemorragias severas internas y externas
Sfndrome de aplastamiento
Quemaduras con extensión mayor del 20% de la superficie corporal
Quemaduras de tercer grado en cara, manos y pies, mayores del 10%
de superficie corporal
Quemaduras complicadas con otras lesiones
Quemaduras eléctricas
Taponamiento cardiaco
Avulsiones extensas
Heridas abdominales con exposiciún de vfsceras.
c. Parto en expulsivo
La reanimación cerebro-cardio-pulmonar debe ser inmediata, el
tiempo para esta reanimación es mínimo. La evacuación debe realizarse
una vez que se haya logrado la estabilización de la función ventilatoria y
circulatoria.
Es deseable que el transporte de estos lesionados lo realice personal
bien entrenado.
Prioridad dos, amarilla. Cuidados intermedios
Se clasifica en esta prioridad a las vfctimas con lesiones serias, cuyo
tratamiento puede ser pospuesto, sin gran amenaza para su vida, o de uno de
sus miembros.
Se incluyen en esta categorfa las vfctimas que presentan:
Heridas de tórax sin dificultad respiratoria
Alteraciones neurológicas con un puntaje del test de Glasgow entre
cuatro y siete (respuesta verbal, motora y ocular)
Heridas en cualquier región sin signos de shock
Fracturas mayores (pelvis y fémur) sin signos de shock
Hemorragias que pueden detenerse con vendaje compresivo

68
Triage

Quemaduras de segundo grado del 10% al 20% de la superficie corporal


Quemadurv de tercer grado entre el 2% y el 3% de la superficie corporal
Lesiones abdominales no penetrantes
Disrritmia sin signos de shock
Crisis convulsiva sin compromiso respiratorio
Sobredosis de droga o veneno, sin compromiso respiratorio
Poliiraumaiizados o chocados
Aquellas víctimas con lesiones abdominales dudosas, politraumatiza-
das no chocadas y con dolor torácico, deben vigilarse esírictamente ya que
su estado puede agravarse o tomarse prioridad uno (roja).
Prioridad rres, negra. Cuidados mínimos
En esta prioridad se clasifica a las víctimas que n o se salvarían ni aún
con una atención inmediata, son pacientes en estado crítico diftcilrnente re-
cuperables.
Se incluyen en este grupo los que presentan:
Paro cardio-respiratorio no presenciado cuando hay muchos le-
sionados
Quemaduras mayores del 60% de extensión y con segundo y tercero
de profundidad.
Alteraciones neurológicas con un puntaje del test de Glasgow me-
nor de tres
Prioridad cuatro, verde. Cuidados menores
Son aquellas víctimas con lesiones relativamente menores, cuyo trata-
n)ienio requiere cuidados y curaciones inmediatas, pero el tratítmieiito defi-
nitivo da espera sin peligro para sus vidas. Estas personas no requieren
hospitaliiación sistemática.
Se incluyen en este grupo los pacientes con:
Lesiones de columna sin compromiso respiratorio
Heridas de tejido blando sin signos de shock y con pulsos periféricos
presentes
Fracturas menores cerradas y abiertas sin signos de shock
Quemaduras de primer grado independiente de su extensión
Quemaduras de segundo grado menores del 10% de extensión corporal
Quemaduras de tercer grado menor del 2% de extensiCin corporal
Aparte deben clasificarse aquellas personas con limitaciones físicas y
quienes presentan trastornos psíquicos graves. Estas últimas víctimas deben
aislarse del sector de aiención y eventualmente se les debe aplicar ansiolíti-
cos o sedantes.

69
El profesionai de enfermeríafrente a los desastres

Sistema de tarjetas de clasificación


El sistema de tarjetas de clasificación debe seguirse durante toda la
operación del desastre. La tarjeta no debe ser complicada, pero debe tener
suficiente espacio para anotaciones importantes.
Debe ser fácilmente identificable y proveer una rápida información de
la prioridad de la vtctima y mantenerse hasta su llegada al hospital.
Esta tarjeta debe tener además de la identidad, fecha y hora, la catego-
ría de la prioridad, el diagnóstico inicial, la terapia efectuada, la hora de eva-
cuación, el destino y la evolución durante la evacuación.
Las categorías de colores están indicadas por una serie de bandas de
colores en la parte de abajo de la tarjeta.
La categoría de una víctima se indica desprendiendo las bandas de co-
lores de abajo hacia arriba de la categoría requerida. De adentro hacia afue-
ra, las categorías deben estar:
Negra, cuidados mínimos, prioridad tres
Roja, cuidados intensivos, prioridad uno
Amarilla, cuidados intermedios, prioridad dos
Verde, cuidados menores, prioridad cuatro
En caso de no tener las tarjetas disponibles, pueden identificarse las
víctimas marcándoles la prioridad en la frente o en los brazos empleando 1á-
pices o marcadores en la siguiente forma:
X Prioridad uno, roja
XX Prioridad dos, amarilla
XXX Prioridad tres, negra
XXXX Prioridad cuatro, verde
En síntesis, el triage debe conducir a clasificar los heridos y establecer un
orden de evacuación preciso de acuerdo a la urgencia. El triage requiere entre-
namiento para que la valoración pueda efectuarse en un mínimo de tiempo.
En teoría, una persona con experiencia en triage puede categorizar en
una hora “20 heridos” acostados o “60 sentados”.
La estabilización de los lesionados para la evacuación requiere entre-
namiento, experiencia y técnicas específicas de reanimación para cada tipo
de lesión.

Equipos d e triage
Los equipos de triage han llegado a ser w a parte importante de los
planes de preparación para los desastres.

70
Triage

Este recurso debe provenir de una sola fuente, preferiblemente del


mayor recurso hospitalario en el &ea, para facilitar el entrenamiento y orga-
nización del equipo y para SimpIifcar el transporte al drea del desastre. El
personal más apropiado para esta función es el que labora en el departamen-
to de emergencias.
Estos equipos deben conformarse con anterioridad, de tal manera que
permitan un conocimiento del grupo y que realicen entrenamientos peri6di-
COS con base en los posibles riesgos que les tocará afrontar.
El equipo de triage primario debe ser personal de socorro con entrena-
miento especial. Los miembros de triage secundario y terciario deben ser
médicos y enfermeros(as), entrenados en las funciones que deben realizar en
cada uno de estos niveles.
Al elaborar el plan de emergencias se debe prever el sitio de reunión
del equipo de triage para transportarlo al lugar del accidente, el medio de
transporte y el equipo material que debe llevar consigo.
En la zona de desastre, ya sea en la de impacto o en el centro de aten-
ción y clasificación de heridos, el equipo de uiage debe ser fácilmente iden-
tificable con cascos o blusas de material refiectivo claramente marcados.
Los roles deben distribuirse $1 iniciar el trabajo, se debe designar el
oficial de triage quien coordina y define quien hace triage o reanimación se-
gún las capacidades de cada uno y del personal disponible.
Cuando se asigna una función se debe conocer la situación y el riesgo
a que se está sometido. Las funciones deben aceptarse de manera voluntaria;
por lo tanto, cada miembro del equipo debe ser consciente de sus Iúnitacio-
nes, y aceptarlas sin temor a sentirse subvalorado.
La seguridad del equipo en el sitio del desastre debe garantizarse, ya
que médicamente el equipo es competente pero puede no estar familiarizado
con el trabajo en ambientes que amenacen sus propias vidas.

Bibliografía
Catinat. B. y Virenque. Ch."Le Medicin de L'Avant le Poste de Sccours. le Triage Initial".
En: Medicine de Catasrrophe Cons. Mcd. 1985. pp 463467.
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New Yo&, McGraw-Hiil, 1986.
M a l n - C a d a . L. Disoster ni<rsing:planning. assessmeni ami interveniion. Rockville: Aspen
Pu blicat ion. 1985 .
Memonas curso sohrc ofencirín y rrrgencius e n sirituciones de desastre. Mcdeilín. 1987.
Noto. R.: Hupenard. H. y Larcan, A. Médicrnc d e Carasirophe. Paris, Masson, 1957.

71
Funciones del personal
de enfermería en situaciones
de desastre

Constanza Forero Pulido y María Elena Ceballos Velásquez


Liria Pérez Peláez y Ana Isabel Domínnguez Otero*
Lina María Véiez Londoño**,Graciela Hurtado V.***
Carmenza Bedoya Duque****
* Profesoras Facultad de Enfermena, Universidad de Antioquia.
** Asistente Oficina de Epidaniología, Servicio Seccional de Salud Antioquia.
*** Cruz Roja Colombiana, Seccional Antioquia.
**** Enfermera A r c a de Atención Comunitaria, Comité de Rehabilitación de Antioquia.

72
Funciones del persona[ de cnfrrmería

E s t e artículo esta enfocado a definir las funciones del personal de enfer-


mería en situaciones de desastre, con el frn de brindar elementos que le per-
mitan dar una atención óptima a los afectados.
Se definen las funciones del personal de enfermería de acuerdo con
los niveles de atención en situaciones de desastre y se especifican las res-
ponsabilidades del profesional, las actividades delegadas y los puntos de
coordinación con otras profesiones.
Partiendo de la organizaci6n de la cadena de socorro, el personal
de enfermería debe cumplir funciones en la fase de atención prehospitala-
ria y hospitalaria. Por lo tanto, las aquí consignadas están acordes con la
estructura administrativa y organizativa del sector salud para situaciones
de desastre.

Funciones en la fase prehospitalaria

Eslabdn II de la cadena de socorro


Coordinador(a)de enfermería en el centro de arencibn y clasificación
de heridos (CA.C.H.):
1. Coordinar las funciones de enfermería en el segundo eslabón de
la cadena.
2. Planear y ejecutar la inducción y distribuci6n del personal de en-
fermería.
3. Obtener el censo de recursos humanos, camas, camillas y elernen-
tos necesarios para la atención de la emergencia.
4. Coordinar las acciones con los demás miembros que coordinan la
atención en el C.A.C.H.
5 . Organizar los relevos obligatorios del personal de enfermería.
6. Evaluar el funcionamiento del plan de emergencia en el C.A.C.H. y
establecer los mecanismos de control y ajuste a nivel de enfermería.
7. Liderar la participación del equipo de enfermería en investigaciones
tendientes a mejorar los planes de emergencia y la atención de enfermería en
situaciones de desastre.
Enfermerofa) en rriage
Es parte del equipo de triage y como tal es responsable de la aplica-
ción del proceso de enfermería en la atención de los lesionados en el triage,
debe estar capacitado en atención de desastres con experiencia en el manejo
de pacientes en estado crítico.

73
El profesional de rnfemedafrenfe a los desastres

Sus funciones son:


1. Realizar en coordinación con el mddico la valoración de los le-
sionados.
Reconocer a los lesionados.
Determinar la funci6n respiratoria y cardiaca.
Identificar los signos y síntomas de hemorragia.
Evaluar el estado newol6gico del lesionado con base en la escala de
Glasgow.
Identificar signos y síntomas de:
Alteraciones osteomuscdares y de la piel.
Quemaduras.
Lesiones en tórax y abdomen.
Alteraciones neurovasculares en extremidades lesionadas.
indagar por antecedentes de enfermedades crónicas.
2. Realizar con los demás miembros del equipo de tnage la clasifica-
ción de los lesionados.
De acuerdo con la valoración del estado de salud del lesionado, deter-
minar la prioridad de atención.
3. Iniciar acciones tendientes al soporte básico de la vida.
Realizar las medidas para garantizar el soporte básico de la vida (vía
aérea, ventilación y circulación) (véase Esquema 1)
Registrar los datos de la valoración, clasificación y acciones realiza-
das, en la tarjeta individual.
Determinar la remisión de los lesionados de acuerdo con las prioridades.
4. Administrar la atención de enfermería en el área de uiage.
Asignar al personal de apoyo las actividades a realizar.
Coordinar al personal de apoyo en la ejecución de actividades.
Supervisar las acciones realizadas por el personal de apoyo.
Evaluar la atención dada por el personal de apoyo.
Establecer correctivos de acuerdo con la supervisión y evaluación.
Asignar al personal de apoyo el registro colectivo de lesionados.
5 . Valorar la situación emocional de los lesionados, para proceder a
realizar la intervención emocional breve.
A u i l i a r de enfermería en niage
Apoya la atención de enfermería en el triage, debe ser auxiliar de en-
fermería certificado(a) con capacitación en atención de desastres y experien-
cia en el manejo del paciente en estado crítico.

74
Funciones del personal de enfemeda

Esquema 1
Atención de enfermería en tnage

Manfener Medidas

Gasto cardiaco Reanimacióncerebro-


cardio-pulmonar
(R.C.C.P.)

Ventilación Posición lateral de


seguridad

Hemostasia

Funcibn cerebral
(escala de Glasgow)

Heridas Disminución del dolor

Quemaduras lnmovilizacibn

Fracturas bTransporte

75
EIprofesional de enfennerfafimle a los desastres

Su función es realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de


triage encaminadas a la estabilización de los lesionados.
Enfermero(a) de atencidn a pacientes prioridad uno (I), en estado
critico recuperable
Es el responsable de la aplicación del proceso de enfermería en la
atención de los lesionados en el área de cuidados inmediatos (l), debe ser
enfermero(a) capacitado en atención de desastres y manejo de pacientes en
estado crítico.
Sus funciones son las siguientes:
1. Mantener en los lesionados el soporte básico de la vida, (vía aérea,
ventilación, circulación), hasta la remisión de ellos a los centros asistencia-
les (véase Esquema 2).
Reconocer las alteraciones señaladas en el triage para determinar las
prioridades de atención.
Mantener las funciones ventilatoria y hemodinámica.
Asignar al personal de apoyo las actividades encaminadas a mantener
la estabilización de los lesionados.
Valorar a los lesionados y actualizar las tarjetas de triage conjunta-
mente con el médico.
Determinar con le médico la remisión de los iesionados de acuerdo
con las prioridades.
2. Administrar la atención de enfermería para lograr la estabilización
de los lesionados. Las actividades son similares a las enunciadas en la fu-
ción cuatro del enfermero(a) en triage.
3. Valorar la situación emocional del lesionado, para proceder a reali-
zar la intervención emocional breve.
Auxiliar de enfermeria de atención a pacientes prioridad uno ( 1 ) , en
estado crítico recuperable
Apoya la atención de enfermerfa en el área de cuidados inmediatos,
debe ser auxiliar de enfermería certificado(a) con capacitación en atención
de desastres y experiencia en el manejo de pacientes en estado crítico. Su
función es realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de atención
prioridad ( l ) , encaminadas a mantener la estabilizaci6n de los lesionados.
Enfennero(a)de atencidn a pacienres con prioridad dos ( 2 ) y c u r r o ( 4 )
Es el responsable de la aplicación del proceso de enfermería en la
atención de los lesionados en el área de cuidados intermedios (2) y cuidados
menores (4).
Debe ser enfermero(a) con experiencia en el área médicoquirúrgica.

76
Funciones del personal de enfermería

Esquema 2
Atención de enfermería prioridad uno, dos y cuatro

Mantener Medidas

Gasto cardiaco Reanimación cerebro-

+ Posición lateral de

Hemostasia y suturas

71
El profesional de enfemerfafrenie a los desastres

Sus funciones son:


1. Estabilizar a los lesionados prioridad dos y cuatro de acuerdo con
la valoración, hasta su remisión o ser dados de alta.
Reconocer las alteraciones de prioridad dos y cuatro determinadas en
el triage y ejecutar las medidas de acuerdo con las lesiones o alteraciones
(véase Esquema 2).
Valorar a los lesionados y actualizar las tarjetas individuales para su
remisión conjuntamente con el médico.
Informar a los lesionados y a su familia de acuerdo con el estado
clfnico, la prioridad de atención, traslado establecido y las medidas a to-
mar.
2. Administrar la atención de enfermería para lograr la estabilización
de los lesionados. Las actividades son similares a las enunciadas en la fun-
ción cuatro del enfermero(a) en hage.
3. Valorar la situación emocional de los lesionados para proceder a
realizar la intervención emocional breve.
Auxiliar de enfennerh de pacientes con prioridad dos (2) y cuatro ( 4 )
Apoya la atención de enfermería en el área de cuidados intermedios
(2) y cuidados menores (4). Debe ser auxiliar de enfermería certificado(a)
con experiencia en el área médico-quirúrgica.
Su función es realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de
atención prioridad dos y cuatro, encaminadas a estabilizar los lesionados.
Enfermero(a) de atención a pacientes con prioridad tres ( 3 ) , en esta-
do crítico difícilmente recuperable
Es el responsable de la aplicación del proceso de enfermería en la
atención de los lesionados en el área de cuidados mínimos (3). Debe ser
enfermerota) con experiencia en el manejo de pacientes médico-quinírgi-
COS.
Sus funciones son:
1. Valorar los lesionados con el fin de identificar errores de iriage.
2. Brindar atención algológica (dolor) y tanatológica (muerte) a los le-
sionados prioridad tres.
3. Administrar la atención de mfermería para lograr la estabilización
de los lesionados.
AiuriIiar de enfermería de atención a pacientes con prioridad tres (3)
Apoya la atención de enfermería en el área de cuidados mínimos, de-
be ser auxiliar de enfermería certificado(a) con experiencia en el manejo de
pacientes médico-quirúrgicos.

78
Funciones del personal de enfermeria

Su función es realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de


atención prioridad (3). encaminadas a la atención algológica y tanatológica
del lesionado.
Funciones en la fase hospitalaria
Eslabdn III de la cadena de socorro
Se realiza en las instituciones de salud, a este nivel son referidos los
iesionados del centro de atención y clasificación de heridos o aquéllos traf-
dos por la comunidad de la zona de impacto. Los lesionados son admitidos
en la institución hospitalaria en el servicio de urgencias donde se realiza el
segundo triage; por lo tanto, en la sala de urgencias se deben establecer áreas
de acuerdo a las prioridades uno, dos, tres y cuatro de donde serán remitidos
los lesionados a los servicios del hospital o a otras instituciones de salud pa-
ra su tratamiento definitivo teniendo en cuenta la clasificación.
En este nivel, el recurso humano básico lo componen el personal mé-
dico y de enfermería.
Coordinador(a) o jefe de enfermería del hospital
1. Activar las señales de alerta y de a l m a en caso de que no se en-
cuentre el director de la unidad o el médico jefe de urgencias.
2. Coordinar las funciones del personal de enfermeria, en el tercer es-
labón de la cadena.
3. Planear y ejecutar la inducción y distribución del personal de en-
fermería.
4. Obtener el censo de recursos humanos, camas, camillas y elemen-
tos necesarios para la atención de la emergencia, en coordinación con el jefe
de atención médica.
5 . Definir con otros miembros del comité, las áreas de expansión hos-
pitalaria.
6 Coordinar la evacuación de los servicios, cuando sea necesario.
7. Mantener coordinación y comunicación con el personal directivo y
los demás miembros del comité de emergencia.
8. Organizar los relevos obligatorios del personal de enfermería.
9. Evaluar el funcionamiento del plan de emergencia y establecer los
mecanismos de control y ajuste a nivel de enfermería.
10. Liderar la participación del equipo de enfermería, en investigacio-
nes tendientes a mejorar los planes de emergencia y la atención de enferme-
ría en situaciones de desastre.

79
El profesional de enfemcrfafientc o los desustres

11. Asumir las demás funciones que le asigne el comité de emergen-


cias hospitalario.
Enfermero(a) en triage
Los requisitos y las funciones son las mismas que las descritas para el
enfermero(a) del C.A.C.H.
Auxiliares de enfermerfa en triage
Los requisitos y las funciones son las mismas que las descritas para el
auxiliar de enfermería del C.A.C.H.
Enfermero(a) de atencidn a pacientes prioridad uno (1)
Es el responsable de la aplicación del proceso de enfermería en el área
de urgencias, salas de cirugfa, cuidados intensivos y especiales, (1). Debe
ser enfennero(ri) capacitado(a) en atención de desastres y con experiencia en
el manejo del paciente en estado crítico.
Sus funciones son:
1. Mantener en los lesionados el soporte avanzado de la vida, hasta
lograr su estabilización ventilatoria y hemodinámica.
Reconocer las alteraciones de prioridad uno determinadas en el iriape.
Realizar las medidas para garantizar el soporte avanzado de la vida
(véase Esquema 2).
Realizar y controlar los registros de enfermería.
Realizar la remisión de los lesionados en coordinación con el médico.
2. Administrar la atención de enfermerfa para lograr un soporte avan-
zado de la vida.
Detectar necesidades de recursos humanos y materiales.
Asignar al personal de apoyo las actividades a realizar.
Coordinar con los diferentes servicios la atención de los lesionados.
Coordinar al personal de apoyo para la ejecución de las actividades.
Supervisar las acciones realizadas por el personal de apoyo.
Evaluar atención brindada por el personal de apoyo.
Establecer correctivos de acuerdo con la supervisión y evaluación.
Mantener informado al coordinador(a) o jefe de enfermería de la si-
tuación del área.
3. Valorar la situación emocional de los lesionados para proceder a
realizar la intervenci6n emocional breve.
Auxiliar de enfermerfa en atención a pacientes prioridad uno ( 1 )
Apoyar la atención de enfermería en el área de urgencias, salas de ci-
rugfa, cuidados intensivos o médicos especiales.

80
Funciones del personal de enfermería

Debe ser auxiliar de enfermería certificado(a) con capacitación en


atención de desastres y experiencias en el manejo de pacientes en estado
crítico.
Realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de atención
prioridad uno, encaminadas a mantener el soporte avanzado de la vida.
Enfemro(a) de atención a pacientes con prioridad dos (2) y cuatro (4):
Es el responsable de la aplicación del proceso de enfermería en el área
de cuidados intermedios (2) y cuidados menores (4).
Debe ser enfennero(a) con experiencia en el área mkdicoquhlrgica.
Sus funciones son:
1. Estabilizar los lesionados tipo dos y cuatro de acuerdo con la valo-
ración, hasta su tratamiento definitivo o ser dado de alta.
Reconocer las alteraciones de prioridad dos y cuatro determinadas en
el triage y ejecutar las medidas de acuerdo con las lesiones o alteraciones
(véase Esquema 2).
Realizar y controlar los registros de enfermería.
informar a los lesionados y a su familia, de acuerdo con su estado clf-
nico, la prioridad de atención establecida y las medidas a tomar.
Realizar la remisión de los lesionados en coordinación con el médico.
2. Administrar la atención de enfermerfa para lograr la estabilización
de los lesionados hasta su tratamiento definitivo o alta.
Las actividades son similares a las enunciadas en la función dos del
enfermero(a) prioridad uno, a nivel hospitalario.
3. Valorar la situación emocional de los lesionados para proceder a
realizar la intervención emocional breve.
Auxiliar de enfermería en atención a pacientes con prioridad dos ( 2 )
y cuatro ( 4 )
Apoyar la atención de enfermería en el área de cuidados intermedios
(2) y cuidados menores (4).
Debe ser auxiliar de enfermerfa certificado(a) con experiencia en el
manejo de pacientes en estado crítico.
Su funci6n es realizar las actividades asignadas por el enfermero(a) de
atención prioridad dos y cuatro encaminadas a mantener la estabilizaci6n del
lesionado hasta su iratamiento definitivo.
Enfermero(a) de atención a pacientes con prioridad tres ( 3 )
Los requisitos y funciones son los mismos descritos para el enferme-
ro(a) en la atención de los lesionados de prioridad tres en el centro de aten-
ción y clasificación de heridos (C.A.C.H).

81
El profesional de enfemcr(afrcnte a los desastres

Auxiliar de enfermería de atencidn a pacientes con prioridad tres ( 3 )


Los requisitos y función son los mismos descritos para el auxiliar de
enfermería en la atención de los lesionados prioridad tres, en el C.A.C.H.

Remisión de lesionados según los niveles de atención


del sistema nacional de salud en situaciones de desastre
El sistema de remisión de pacientes dentro de los diferentes niveles
del Sistema Nacional de Salud obedecerá, en primera instancia, a la proxi-
midad entre el área del desastre y la unidad asistencial y en segunda instan-
cia, a las capacidades de los centros asistenciales para satisfacer la demanda
generada a raíz de la emergencia.
La elaboración y ejecución de planes de emergencia hospitalarios pre-
tende adecuar todas y cada una de las unidades de salud a fin de que puedan
cumplir con una responsabilidad bien definida en caso de una emergencia,
de acuerdo con su nivel de complejidad. Es así como un puesto o centro de
salud debe tener la capacidad de brindar la atención requerida a las vfciimas
de un desastre con lesiones menores, además de una clasificaci6n. estabili-
zación y remisión adecuadas a centros asistenciales de mayor complejidad
de aquellos con lesiones mayores. Los hospitales locales podrán prestar no
sólo una atención inicial de clasificación y estabilización sino que podrán
instaurar medidas terapéuticas y procedimientos quirúrgicos menores, requi-
riendo de remisión para algunos pacientes que necesiten de una atención
médico-quirúrgica más compleja.
Los hospitales de referencia o regionales recibirán pacientes remitidos
de otros centros asistenciales, o pacientes que por proximidad al área de de-
sastre acuden allí. Podrán atender un número mayor de vfctimas y efectuar
intervenciones y procedimientos, teniendo en cuenta la existencia de las cua-
tro especialidades básicas: cirugía, pediatría, ginecología y medicina interna.
De igual forma, contarán con ayudas diagn6sticas más completas que ayuda-
rán a lograr UM mejor atención.
Los hospitales especilizados tendrán la responsabilidad de atender a
aquellos pacientes que requieran atención de máxima complejidad.
En la remisión de pacientes deberá tenerse muy en cuenta las capaci-
dades reales de atención de cada centro asistencia1 a fin de hacer uso racio-
nal del recurso hospitalario.

82
Funciones del personal d e enfermería

Fase de rehabilitación
Se inicia durante la fase de emergencia y termina gradualmente
cuando la comunidad reasume su orden y funciones. Durante esta fase se
requiere el restablecimiento de todos los procesos sociales, económicos y
los relacionados con el bienestar y la salud, por lo tanto, el sector salud
juega un papel primordial. Para tener claridad de la función del enferme-
ro(a) en esta fase se hace necesario tener una mínima comprensión de
cuáles son las pautas y el manejo organizativo de los alojamientos tempo-
rales.
Dependiendo de la magnitud y tipo de desastre, la reubicación de la
población es indispensable. Si los planes de emergencia han sido bien es-
tructurados esta fase debe haberse previsto y, los sitios para la posible ubi-
cación de los alojamientos temporales deben estar predeterminados.

Funciones ji actividades en la fase de rehabilitación


Como miembro del equipo administrador del alojamiento temporal, el
profesional de enfermería debe programar el trabajo en los servicios de salud
teniendo en cuenta las siguientes fases:
Valoraci6n
Planeación
Ejecución
Evaluación
El profesional de enfermería debe tener presente que los objetivos de
los servicios de salud del alojamiento temporal son:
Dar apoyo emocional
Proteger la salud
Prevenir la enfermedad
Proveer atención temporal hasta que las familias puedan asumir el
control normal de su vida.
Enfermern(aJ de rehabilitación
El profesional de enfermería, en la fase de rehabilitación, debe traba-
jar conjuntamente con el equipo interdisciplinario y la comunidad. allí debe
cumplir las tareas que se le asignen dentro del equipo y además, las funcio-
nes enmarcadas en los tres niveles de prevención primaria, secundaria y ter-
ciaria (educativas, asistenciales y de vigilancia epidemiológica).
El profesional de enfermería es el responsable de la atención de salud
y d e enfermería a personas con patologías crónicas, enfermedades adquin-

83
El profesional de enfeimcrlafrentc a los desastres

das en el desastre, remitidas de centros asistenciales que requieren control y


personas que presenten patologfas posteriores al desastre.
El profesional que labora en esta área debe ser enfermero(a) con ex-
periencia en trabajo comunitario.
Sus funciones son:
1. Realizar con el equipo de salud el diagnóstico del estado de salud
de los afectados por medio de la encuesta de morbilidad.
Identificar el número de lesionados por el desastre
Idhtificar el número y tipo de enfermos agudos y crónicos
Identificar grupos de personas vulnerables
Identificar número de personas con alteraciones mentales agudas o
crónicas
2. Realizar la valoración del estado de salud de las personas identif-
cadas en la encuesta de morbilidad.
Realizar la anamnesis
Realizar el examen físico
Identificar los problemas de la persona
Elaborar el plan de atención de enfermería
3. Valorar la situación emocional de los lesionados para proceder a
realizar la intervención emocional.
4. Realizar las acciones de enfermerfa de acuerdo con las alteraciones
de la persona (véase Esquema 3).
5 . Realizar las acciones de enfermería correspondientes al programa
materno infantil: crecimiento y desarrollo, vacunación, control prenatal y
planificación familiar; teniendo en cuenta las normas pre-establecidas por el
Ministerio de Salud para estos programas.
6 . Registrar las acciones de enfermería en los formatos correspon-
dientes.
Llevar el registro individual de enfermería
Llevar el registro de control de acciones de enfermería
7. Remitir, en coordinación con el médico, a las personas que requie-
ren atención hospitalaria u otro servicio especializado.
8. Promover la educación en salud conjuntamente con el equipo, a in-
dividuos y grupos, de acuerdo con las necesidades identificadas.
Identificar las necesidades educativas de acuerdo con la rnorbiiidad, los
grupos vulrierables y las condiciones ambientales del alojamiento temporal.
Elaborar un programa de educación en salud conjuntamente con el
equipo de salud y la comunidad de alojados.

84
Funciones deípersonai de enfermerh

Esquema 3
Atención de enfemerla en rehabilitación

Alteración Actividades

Hipertensibn Programasespecfficos
Diabetes del Ministerio de Salud
Enfermedades
Infecto-contagiosas

crónicos -
Problemas cardiacos
~

*
Control de dieta
Control de ejercicio
Control de farmacológico

Problemas respiratorios Terapia respiratoria


crónicos = Control farmacológico

Enfermedad aguda Atención inicial


Remisión para
atención médica

Heridas y Curación
fracturas 7Terapia de rehabilitación

Alteraciones Intervención en crisis


emocionales Remisión

85
El profesional de enfemerla frente a los desastres

Impartir ensefianza en Salud de acuerdo con los programas establecidos.


Evaluar logros obtenidos a traveS de los programas realizados.
Planear nuevos programas educativos con base en las evaluaciones
realizadas.
Promover la participación comunitaria en las acciones de salud.
9. Administrar la atención de enfermería para lograr la rehabilitación
de las personas afectadas.
Identificar necesidades de recursos humanos y materiales.
Asignar al personal de apoyo las actividades a realizar.
Coordinar con los diferentes servicios la atención de los afectados.
Coordinar al personal de apoyo en la ejecución de las actividades.
Supervisar las actividades realizadas por el personal de apoyo.
Evaluar la atención brindada por el personal de apoyo.
Establecer correctivos de acuerdo con la supervisión y evaluación.
Mantener informado al administrador del alojamiento temporal acerca
de la situación.
Auxiliar de enfermería en rehabilitación:
Apoya la atención de enfermerfa y realiza las actividades asignadas
por el enfermero(a) encaminadas a lograr la rehabilitación de las personas
afectadas.
Debe ser auxiliar de enfermería ceriificado(a) con experiencia en el
trabajo comuni (ario.

Bibliografía
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Funciones del personal de enfcrmedu

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87
Protocolos de atención
de enfermería en la fase
prehospitalaria en situaciones
de desastre

Constanza Forero Pulido*


María Elena Cebalios Velásquez.
Liria Pérez Peláez*
Nora Restrepo Re.strepo*

* Profesoras Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia

88
P rotcxolo de atención de enfermería

Introducción
A medida que aumenta la conciencia pública acerca de los desastres, las
exigencias para unas mejores prácticas en el manejo de los mismos, es cada
vez más evidente.
La meta primordial en el manejo de un desastre, es prevenir o minimi-
zar el número de muertes, las lesiones, el sufrimiento y la destrucción. En la
eventualidad de un desastre se busca que la atención de la salud sea a g i l h -
da y cumpla el objetivo primordial cual es, mantener la función cerebral y
por ende, la vida útil del ser humano.
Desde el punto de vista profesional y dada su preparación, quienes la-
boran en los servicios de emergencia son quienes deben prestar sus servicios
en el momento de un desastre.
Los protocolos que se presentan en este trabajo, son una propuesta
formal para que sean utilizados por los profesionales de enfermería que la-
boran en los servicios de emergencia. Estos protocolos han sido consultados
con profesionales médicos y de enfermería, expertos en el área. Considera-
mos y proponemos que los protocolos sean aprobados por todo el equipo de
emergencia de la institución.
Los protocolos están diseñadds y van dirigidos a los profesionales de
enfermería con capacitación en la atención de emergencias y desastres. Son
los profesionales de enfermería con preparación y experiencia en la atención
de emergencias quienes están en capacidad de llevar a cabo con responsabi-
lidad funciones médicodelegadas como la administración de drogas del tipo
de la adrenalina. atropina, dopamina, bicarbonato de sodio y morfina, tam-
bién implica que el profesional de enfermería actúe con rapidez y tenga ca-
pacidad de discernir cuando se enfrente a situaciones que menten consulta
inmediata del médico.
Protocolos de atención
Los protocolos describen los procedimientos de urgencias que deben
ser realizados por enfermeras(os) en la fase de atención prehospitaiaria en
una situación de desastre; teniendo en cuenta siempre las prioridades de
atención, con el fin de alcanzar resultados satisfactorios.
Prioridades de atencidn
Prioridad uno o pacientes con tarjeta roja:
Son los que requieren cuidados inmediatos y su estado es crítico recu-
perable. Se incluyen en esta categoría quienes presentan:

89
El profesioml dc c n f c m c d a ficntc a los dcsusires

1. Problemas respiratorios
1.1. Vía aérea obstruida
1.2. Paro cardio-respiratorio presenciado
1.3. insuficiencia respiratoria aguda
1.4. Herida de tórax con dificultad respiratoria
1.5. Neumotórax a tensión
1.6. Tórax inestable
1.7. Heridas máxilo-faciales severas
2. Shock o amenaza de shock
2.1. Hemorragias severas internas o externas
2.2. Quemaduras de segundo grado con extensión mayor al 20%,
de superficie corporal
2.3. Quemaduras de tercer grado en cara, manos y pies, mayores
del 10% de superficie corporal
2.4. Quemaduras complicadas con otras lesiones
2.5. Quemaduras eléctricas
2.6. Taponamiento cardiaco
2.7. Avulsiones extensas
2.8. Heridas abdominales con exposición de vísceras.
3. Parto en etapa de expulsivo
Prioridad dos o pacientes con tarjeta amarilla:
Son aquellos de cuidados intermedios que requieren una atención me-
dica que da espera.
Se incluyen en esta categoría quienes presentan:
1. Heridas de tórax sin dificultad respiratoria
2. Alteraciones neurológicas con un puntaje del test de Glasgow entre
cuatro y siete (respuesta verbal, motora y ocular)
3. Heridas en cualquier región sin signos de shock
4. Fracturas mayores (pelvis y fémur) sin signos de shock
5 . Hemorragias que puedan controlarse con vendaje compresivo
6. Quemaduras de segundo grado del 10% al 20% de superficie corporal
7. Quemaduras de tercer grado entre el 2% y el 10% de superficie
corporai
8. Dolor torácico
9. Dismtmia cardiaca sin signos de shock
1O. Crisis convuisiva
1 1. Sobredosis de droga o veneno, sin compromiso respiratorio

90
Protocolo de atención de enfcnneria

Prioridad tres o pacientes con tarjeta negra-


Son personas en estado crítico, difícilmente recuperables, que requie-
ren cuidados mínimos.
Se incluyen en este grupo los que presentan:
1. Paro cardio-respiratorio, no presenciado cuando hay muchos le-
sionados
2. Quemaduras mayores del óO% en extensión de la superficie corpo-
ral con segundo y tercer grado de profundidad.
3. Alteraciones neurológicas con un puntaje del test de Glasgow me-
nor de tres.
Prioridad cuatro o pacientes con tarjeta verde:
Requieren cuidados menores, pueden ser atendidos en forma ambula-
toria. Se incluyen en este grupo:
1. Lesiones de columna sin compromiso respiratorio
2. Heridas en tejido blando sin signos de shock y con pulsos periféri-
cos presentes
3. Fracturas menores cerradas y abiertas sin signos de shock
4. Quemaduras de primer grado menores del 60% de extensión
5 . Quemaduras de segundo gqado menores del 10% de extensión
6. Quemaduras de tercer grado menores del 2%
Protocolo de evaluación inicial del lesionado
La evaluación inicial del lesionado debe realizarse rápidamente ha-
ciendo una inspección de la vía aérea y respiración, estado circulatorio, he-
morragia activa, estado de conciencia y lesiones que ponen en peligro la
vida.
Estas observaciones tienen prioridades en la atención inicial, dado que
la conservación de la vida útil depende esencialmente del flujo de sangre
oxigenada que iiega a los órganos vitales.
Con el fin de mantener la función cerebral en óptimas condiciones, se
debe hacer la valoración observando en:
1. Vía aérea (Ver protocolo de vía aérea)
Permeabilidad u obstrucción
Presencia de cuerpos extraños
Movimientos respiratorios: Torácicos o abdominales
2. Respiración
Movimientos torácicos, frecuencia, profundidad y esfuerzo respirato-
rio (ruidos respiratorios, posiciún de la tráquea, enfisema subcutánea).
El profrsional de rnfcnnrrlaficntc a los dcsasircs

Hipoventilación paro respiratorio.


3. Estado circulatorio
Pulso carotídeo o femoral: frecuencia, ritmo, amplitud, arritmia. bra-
dicardia, paro cardiaco.
Presión arterial.
Ruidos cwdincos, ingurgitación yugular.
4. Hemorragia
Externa o interna. Localización y tamaño d e los vasos, palidez y
diaforesis.
5 . Estado de conciencia
Consciente, alerta. orientado en tiempo, persona y espacio. Signos de
rrauma de cráneo. crisis convulsiva, agitado, confuso.
6. Otras lesiones
Evaluación céfalocaudal para detectar lesiones en piel y músculo-es-
queléticas.
Determinar antecedentes de: enfermedades crónicas y alergias. Medi-
camentos de uso permanente.
Protocolo de manejo de la vía aérea
1. Evaluación inicial.
2. Si la respiración espontánea está presente pero deteriorada
Realice la posición de hiperextensión. Si sospecha lesión cervical rea-
lice la maniobra de mandíbula (triple maniobra).
Revise presencia de cuerpos extraños (Ver protocolo de obsuucci6n
de vía aérea).
Coloque una vía aérea orofaríngea, si es posible con cánula de
Guedel.
Coloqiie oxígeno suplementario (nasal-máscara). con un FIOz de rná-
xiino 35%.
Aspire si es necesario.
Coloque al paciente en posición lateral de seguridad.
3 . Si la respiración esponthea está ausente o respira ocho o menos
ciclos por minuto.
Mantenga la vfa aérea permeable con la posición apropiada cabe^^,
cuello, mandíbula).
Ventile con un aparato de ventilación mec&nica, ambú, boca-máscara,
boca-boca.
Realice intubación endotraqueal

92
Protocolo de atcncidn de enfermería

Siempre pase el tubo entre las dos cuerdas vocales. No se tome m8s
de 30 segundos.
Si es incapaz de psar el tubo: pare, ventile nuevamente por otros
medios (presión positiva, ambú, boca a boca, boca-mbcara) por lo menos
30 segundos (seis-ocho ventilaciones) antes de intentar de nuevo la intuba-
ción.
No intente iníubación endoiraqueal en el lugar del accidente por más
de dos veces.
Cuando haya realizado la intubación endotraqueal, ventile, observe
la expansión del tórax y auscúltelo bilateralmente para asegurarse de la loca-
lización del tubo. Luego infle el balón, adapte el tubo endoiraqueal al ambú,
continuando con las maniobras de resucitación y oxígeno suplementario
(máximo tres litros). Asegure el tubo.

Protocolo de obstrucción de vía aérea


1. Evaiuación inicial de acuerdo con el protocolo.
2. Evalúe trauma de cuello.
3. Si el trauma de cuello está presente o se sospecha:
Ventile empleando la triple mhniobra o una vfa aérea orofaríngea (Ver
protocolo de manejo de vía aérea).
inmovilice todo el cuerpo del paciente empleaxido tabla, bolsas de are-
na e inmovilizadores, dejando libre la mandíbula.
Emplee presión manual (maniobra de Heimmlich) abdominal o toráci-
ca para forzar el cuerpo extraño hacia arriba (la presión abdominal está con-
traindicada en embarazadas, lactantes y personas muy obesas).
Cuidadosamente remueva el cuerpo extraño de la boca si ya ha sido
desalojado (use aspirador cuando sea necesario).
Ventile y repita la misma maniobra si la vía aérea aún continúa
obstruida.
Si no tiene éxito, emplee el laringoscopio para visualizar y tratar de
removerlo empleando pinza hemostática larga, con mínima flexión del cue-
llo e inmovilización manual de un asistente.
Si aún no se tiene éxito, repita la presión manual y el método con la
pinza hemostática larga.
Si es incapaz de despejar la vta aérea, como último recurso utilice la
cricotiroidotomía, percutánea con aguja hipodérmica No. 14 ubicando el si-
tio anatómico exacto.
El profesional de enfemeda ficnic a los desastres

Transpórtelo inmediatamente al hospital más cercano.


4. Si no hay trauma de cuello y el individuo esta consciente:
Verifique si la persona puede hablar.
Si no puede hablar, realice maniobra de Heimmlich, cuatro veces.
La presión abdominal esta contraindicada en embarazadas, lactantes y
personas muy obesas, en estos casos se realiza presión torácica.
Limpie la boca y ventile.
Si continúa la obstrucción, repita las maniobras anteriores hasta tener
una vía aérea permeable o hasta que el paciente pierda la conciencia.
Vía aún obstruida y el individuo esta inconsciente:
Repita los pasos anteriores.
Empleando larhgoscopio, visualizar el objeto y remover con pinza
hemostática larga.
Si todos los pasos fallan, como último recurso: Efectúe una cricotiroi-
dotomía percutánea con aguja hipodérmica No. 14, ubicando el sitio anató-
mico exacto.
Transpórtelo inmediatamente al hospital más cercano.

Protocolo de reanimación cerebro-cardio-pulmonar


(RCCP)
1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo (expan-
sión torácica, respiración, circulación y estado mental).
2. Inicie la reanimación cerebrocardio-puimonar si la respiración y el
pulso carotfdeo están ausentes, o si son inadscuados para mantener la vida.
Inicie el soporte básico de la vida (A=vfa aérea, B=ventilación, Cxircula-
ción, A-B-C).
3. Mantenimiento de la vfa aérea:
Limpie la vfa aérea, asegure la vía aérea permeable con la posición
adecuada. Si el paciente no respira, inicie con dos (2) insuflaciones rápidas
y profundas (respiración boca a boca o con ambú). Si está seguro, coloque
tubo endotraqueal y ventile
4. Circulación: si n c se palpa pulso carotídeo, realice masaje cardiaco
externo, alternado con insuflaciones de aire teniendo en cuenta la relación
compresi6n-insuflación estandarizada 60-12. Nunca interrumpa la reanima-
ción cerebrocardio-pulmonar, por más de 15 segundos.
5 . Instale 500 ml de Dextrosa al 5 % en agua con u11 catéter o aguja
hipodérmica calibre No. 18 6 20.

94
Protocolo de atención de enfermcrfa

6. Si hasta aquí no responde, administre un bolo de Adrenalina, 0.5


mgs y aumente el goteo de Dextrosa al 5% por 30-45 segundos.
7. Registre los datos de la evaluación y tratamiento del individuo,
transpórtelo al hospital más cercano.

Protocolo para síndrome de dificultad respiratoria


(S. D. R .)
Para la atención del paciente con síndrome de dificultad respiratoria
(S.D.R.):
1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo.
2. Defina el manejo del síndrome de dificultad respiratoria siguiendo
los protocolos de mantenimiento de vía aérea, obstrucción de vía aérea y re-
animación cerebroxardio-pulmonar.
3. Si hay heridas succionantes o soplantes, aplique apósito oclusivo.
4. Si hay tórax inestable, inmovilice Únicamente el área afectada.
5 . Coloque el individuo en la posición más confortable posible. semi-
sentado.
6. Suministre oxígeno con un FI02 de 35%.
7. Instale 500 ml de Dextrosa al 5% en agua para pasar lentamente.
8. Si hay severos estertores pulmonares presentes, sugiriendo edema
pulmonar, coloque la persona en posición de 45 grados y aplique torniquetes
roiatorios en dos extremidades. Rótelos en sentido de las agujas del reloj y
anote el tiempo establecido.
9. Si la persona está en edema pulmonar agudo y sus signos vitales
son estables, debe prepararse para aplicar entre dos mgrs a diez mgrs de
morfina i.v. y furosemida 20-80 mgr i.v. (no excederse de 100 mg). Ver do-
sificación de drogas.
10. Los pacientes conscientes con síndrome de dificultad respiratoria de-
ben transportarse semisentados en ánguio de 45 grados y en hiperextensión.
11. Registre los datos de evaluación y tratamiento del individuo y
tr,uisporte al hospital más cercano.

Protocolo de trauma múltiple


1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo.
2.En casos de sospecha de trauma cervical o dorso-lumbar: inmovi-
lice cuello impidiendo movimientos de flexión, rotación y extensi6n, inmo-
vilice la espalda antes de movilizar a la persona.
El profesional de enfermeda frente a los desastres

3. Realice atención respiratoria siguiendo los protocolos de manteni-


miento de vía aérea, obsüucci6n de vta a&ea y reanimación cerebroardio-
pulmonar.
4. Controle signos vitales, respiración, pulso, presión artenal y estado
de conciencia.
5 . Detenga la hemorragia si es posible.
6. Evalúe deformidades, hematomas, laceraciones de cabeza, cara y
cuello.
7. Evalúe deformidades, hematomas y laceraciones de la caja toráci-
ca, heridas soplantes. tórax inestable y caracterfsticas de sonidos respirato-
rios y cardiacos.
8. Evalúe hematomas, laceraciones, evisceración, disfunción y sensi-
bilidad abdominal.
9. Evalúe pulsos, calor, color y sensibilidad de las extremidades le-
sionadas.
10. Inmovilice la extremidad lesionada, teniendo en cuenta el sitio de
la alteración (huesos largos o articulaciones).
11. Instale una vía venosa con catéter o aguja hipodérmica No. 18- to-
me cinco cc de sangre y colóquela en un tubo seco para clasificación (Rh y
grupo sanguíneo), inicie infusi6n de 1.000 ml de Hartman en las siguientes
circunstancias:
Pacientes en estado de shock (ver protocolo de shock).
Gran pérdida de sangre.
Sospecha de hemorragia intra-abdominal.
Presencia de deformidad en tejidos blandos u óseos debido a lesiones.
Presencia de heridas por arma de fuego o conopunzante u otro trauma
que puede producir hemorragias severas.
12. Realice la profilaxis del tétanos según cuadro de dosificación de
drogas.
13. Registre los datos de evaluación y tratamiento del paciente y
transpórtelo al centro de emergencia más cercano.

Protocolo de trauma cabeza y cuello


1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con los protocolos.
2. Si la causa del accidente o los signos y síntomas sugieren lesión
cervical, inmoviiice la cabeza y el cuello a la vez que asegura la vía aérea
permeable.

96
Protocolo de utencidn de erfermeria

3. Si hay signos de paro cerebro-cardio-pulmonar inicie la reanima-


ción según el protocolo de reanimación cerebrocardio-pulmonar.
4. Realice una f m e estabilización de la columna cervical de la peno-
na, colocándola en una tabla e inmovilizando cabeza y cuello. No use colla-
res ortopédicos.
5 . Determine si hay herida y trátela de acuerdo con el protocolo de
heridas.
6. Determine si el shock está presente o ausente (el shock puede ser
neurogénico o hipovolémico). Maneje el shock de acuerdo con el protocolo
de shock.
7. Instale una vfa venosa con catéter o aguja hipodémica No. 18 e inicie
una infusión de dextrosa al 5% en agua (ver protocolo de trauma múltiple).
8. Ideniifique y documéntese sobre el origen de la lesi6n:
La fuerza del impacto (velocidad del vehfculo y distancia de la caída).
El ángulo del impacto.
Posición de la víctima al impacto.
Tipo de objeto que produjo la lesión.
Localización exacta del impacto en cabeza o cuello.
9. Registre los datos de ev?luación y tratamiento de la persona y
transpórtela al centro *de emergencias más cercano.
Protocolo de shock
1. Realice la evaluación de acuerdo con el protocolo.
2. Defina el manejo del shock siguiendo los protocolos de manteni-
miento de vfa aérea, obstrucción de vfa aérea, reanimación cerebrocardio-
pulmonar y de trauma múltiple.
3. Si hay hemorragia deténgala, si es posible.
4. Aplique oxfgeno con el mecanismo apropiado (ver protocolo de
manejo de vfa aérea).
5 . Eleve los miembros inferiores 20 cms y mantenga la temperatura
corporal, cubriendo, si es necesario, la persona con una manta.
6. Si la persona está en shock hipovolémico, instale una vía venosa
con catéter o aguja hipodémica No. 18, comience una infusión de Hartman
1.000 ml, a goteo tan rápido como sea posible. Si el shock severo está pre-
sente (en adultos pulso mayor de 120 x minuto - presión arteria1 menor de
60/40), instale una segunda vfa intravenosa como en el paso seis.
7. Registre los datos de evaluación y tratamiento de la persona y tras-
ládela al departamento de emergencia más cercano.

97
EI profesional de enJcmerfafrcnte a los desastres

Protocolo del quemado


1. Realice la evaluación inicial (de acuerdo con prioridades y proto-
colo de evaluación inicial).
2. Impida que continúe el proceso de la quemadura de acuerdo con la
causa que la produjo.
3. Realice el manejo de vfa aérea, respiración y circulación de acuer-
do con el protocolo respectivo.
4. Remueva la ropa alrededor de las áreas quemadas, remueva ani-
Ilos, brazaletes, collares para prevenir compresión debido al edema; pero no
haga debridamiento de piel o tejido.
5 . Observe signos sutiles de quemaduras de tracto respiratorio, (que-
maduras nasales y orofaríngeas), lengua quemada y sonidos respiratorios
anormales, dificultad para hablar o quemaduras del vello facial (ver protoco-
lo de vfa aérea).
6. Administre oxígeno con el mecanismo apropiado (ver protocolo de
vía aérea).
7. Observe signos sutiles de quemadura en ojos.
8. Valore la extensión de la quemadura según la regla de los nueve y
los grados de profundidad.
9. Envuelva o cubra las áreas quemadas con sábanas estériles o lim-
pias, mantenga seca el área quemada.
10. instale una vfa venosa con catéter o aguja hipodérmica No. 18 (no
en el área quemada si es posible) en todas las personas con quemaduras de
segundo grado por encima del 18%de superficie corporal; inicie infusión de
1.000 mI de Hartman.
11. Si la persona presenta dolor y sus signos vitales son estables, pre-
pare para aplicar i.v. una ampolla de morfina disuelta en 10 ml de solución
salina (véase Tabla 1).
12. Registre los datos de evaluación y tratamiento de la persona y
trasládela al departamento de emergencias más cercano.

Protocolo de niane.jo de heridas


1. Evalúe al individuo siguiendo el protocolo de evaluación inicial.
2. Defina el manejo siguiendo los protocolos de: mantenimiento de
vla aérea, reanimación cerebro-cardio-pulmonar, trauma múltiple y
shock.
3. Determine la localización y naturaleza de la pérdida de sangre.

98
Protocolo dc armcibn de cnfennerta

4. Si hay hemorragia sin lesión ósea haga hemostasia aplicando pre-


sión directa sobre la herida y si es'una extremidad, elévela.
5. Si la herida continúa sangrando:
Coloque vendaje compresivo y mantenga elevada la extremidad.
Aplique presión en los puntos arteriales (humeral y femoral).
6. No remueva objetos penetrantes, si es posible recórtelos a 15 cms
del punto de entrada.
7. Haga limpieza de la piel y tejidos de acuerdo al sitio de la lesión,
preferiblemente con solución yodada y cubra con apósitos, en lo posible es-
tériles.
Las heridas abiertas de cráneo, con salida de masa encefálica y las pe-
netrantes de cavidad abdominal con evisceración se deben cubrir con ap6si-
tos, en lo posible estériles, humedecidos con solución salina.
No ejerza presión sobre los órganos expuestos.
Las lesiones penetrantes a tórax cubrirse con un apósito vaseiinado de
tal forma que impida los efectos del soplo y succión de la herida.
8. Suture las heridas menores que comprometen piel y cara superfi-
cial del músculo.
9. Trate las quemaduras de aqerdo con el protocolo para quemaduras.
10. Realice la pl-ofilaxis del tétanos según el cuadro de dosificación de
drogas.
11. Registre los datos de valoración y tratamiento del paciente y haga
la remisión teniendo en cuenta la gravedad de la herida.
Protocolo de coma
1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo.
2, Defina el manejo del coma siguiendo los protocolos de manteni-
miento de vta aérea, obstrucción de vía aérea, síndrome de dificultad respi-
ratoria (SDR), trauma de cabeza y cuello y protocolo de intoxicaciones.
3. Evalúe el estado de conciencia de acuerdo con la escala de coma de
Glasgow (apertura ocular, respuesta verbal y respuesta motora). Comple-
mentario con otros datos como pupilas (tamaño, reacción a la luz), reflejos.
4. instale una vfa venosa con catéter o aguja hipodémica No. 18, to-
me 10 ml de sangre en tubo adecuado para determinar glucosa en sangre,
instale 500 ml de Dextrosa al 5% en agua.
5 . Si sospecha sobreúosis de narcóticos en pacientes con depresión
respiratoria y/o pupilas puntiformes, administre Narcan i.v. lentamente (ver
tabla dosis de drogas) coloque oxígeno y ayude a ventilar al paciente.

??
El profesioml de enfemerfafrcnie a los desastres

6. Si se presentan convulsiones, prepare para administrar de cinco a


diez mgr de Diazepam i.v. directo en forma lenta (ver tabla dosis de drogas).
7. Registre los datos de la evaluaci6n y tratamiento del individuo.
8. Transpórtelo en posición lateral de seguridad al centro de emergen-
cias más cercano.
Protocolo de dolor toracico
1. Reaiice la evaluaci6n inicial de acuerdo con el protocolo.
2. Defina el manejo del individuo siguiendo los protocolos de síndro-
me de dificultad respiratoria (S.D.R.), trauma múltiple y shock.
3. Administre oxígeno por la vía y método indicado para las condicio-
nes de la persona (ver protocolo de mantenimiento de vía aérea).
4. Haga una historia resumida del dolor torácico teniendo en cuenta lo
siguiente:
Descripción del dolor: localización, duración, intensidad e irradiación.
factores que lo agravan o disminuyen.
Si hubo aigún trauma.
Si hubo episodios anteriores de enfermedades cardiacas o pulmona-
res, diabetes o hipertensión.
Medicamentos que consume o ha consumido: digitálicos o nitroglicerina.
5 . Si la historia del individuo sugiere un episodio anginoso déle una
tableta de Dinitrato de Isosorbide, si el paciente tiene una presión sistólica
por encima de 100 mmHg. Colóquelo en posición supina.
6. instale una vfa venosa con aguja hipodémica o catéter No. 18 y co-
mience una infusión de 500 ml de dextrosa 5% en agua para sostenimiento
de vena.
7. Si la causa del dolor es diferente a la coronariopatía aplique un
analgésico de acuerdo con las necesidades del individuo (ver tabla dosis de
droga).
8. Registre los datos de evaluación y tratamiento del individuo y
transpórtelo al centro de urgencias más cercano.
Protocolo de intoxicaciones
1. Realice la evaluación inicial según el protocolo y de acuerdo con
las prioridades.
2. El síndrome de dificultad respiratoria y el coma son complicaciones
clínicas comunes. Siga los protocolos de síndrome dificultad respiratoria,
coma, reanimación cerebrocardio-pulmonar, manejo de vfa aérea y shock.

1O0
Protocolo de atención de enferme&

3. infórmese con la persona o los espectadores de lo ocurrido inclu-


yendo lo siguiente:
Qué droga, veneno u otro material fue ingerido, inhalado o inoculado.
Determine antfdotos, tomando muestras si es posible.
¿Cuándo? Duración de los síntomas.
¿Depresión? ¿Suicidio? LSobredosis?
¿Historia de abuso de drogas? ¿Cuál?
¿Accidental? ¿Naturaleza del accidente?
Historia médica.
4. Mantenga la persona acostada- Trate el shock. Mantenga la tempe-
ratura del cuerpo.
Déle tranquilidad para reducir la ansiedad.
5 . Tome signos vitales y repftalo cada 15 minutos.
6. Tome muestra de sangre en la extremidad superior no lesionada,
para análisis en el hospital e instale una vía iníravenosa con una aguja hipo-
dérmica No. 18, con 500 ml solución Hartman.
7. En caso de picadura o mordedura c h e q u e la temperatura dista1 en
el sitio de la lesión (para determinar la vasoconstricción debido al edema).
8. De acuerdo con el tipo de intoxicación, realice lavado gástrico y ba-
ño de la persona.
9. Registre los datos de evaluación y tratamiento del individuo y
transpórtelo al centro de urgencias más cercano, cerciorándose del envío de
las muestras tomadas.
Protocolo para partos de urgencias
1. Evalúe la mujer siguiendo el protocolo de evaluación inicial.
2. Defina el manejo de la mujer siguiendo los protocolos de manteni-
miento de: vía aérea, reanimación cerebro-cardio-puimonar, shock.
3. instale una vía venosa con catéter o agua hipodérmica No. 18, ini-
cie una infusión de Hartman para sostener vena (ver protocolo de trauma
múltiple).
4. Evalúe la madre así:
4.1. Historia
Número de embarazos
Número de nacidos vivos
Fecha probable del parto
Pinta de sangre. ¿,cuándo?
Ruptura de la fuente, ¿,cuándo?
El profesional de enfemedo frente Q los desastres

iniciacih del trabajo de parto


Frecuencia de las contracciones
4.2. Examen
Signos vitales: pulso, respiración, presión arterial.
Determine la etapa del parto: primera, dilatación del cuello; se-
gunda, expulsión del feto y tercera, expulsión de la placenta.
5 . Defina el manejo de la paciente a s í
5.1. Primera etapa:
Monitoree signos vitales, contracciones uterinas y pérdida de san-
gre en la madre; ritmo cardiaco y preseniaci6n. en el feto.
Registre los datos de la evaluación y de acuerdo a ésta y a la dis-
tancia del centro de emergencias más cercano defina la remisión.
5.2. Segunda etapa
Monitoree signos vitales, contracciones utennas y pérdida de san-
gre en la madre; ritmo cardiaco y presentación, en el feto.
Coloque la madre en posición ginecológica, realice la episioto-
mía.
Una vez presente la cabeza del óebé, limpiele las vías aéreas y ma-
niobre cuidadosamente el cordón si presenta circulares alrededor del cuello.
Si es del caso, ayude a la expulsión del bebé por el canal vagina1
de acuerdo a su descenso natural.
Pince y corte el cordón umbiiical.
Atienda y examine al bebé (ver numeral seis).
5.3. Tercera etapa:
Evalúe hemorragia y condiciones de la madre de acuerdo con el
protocolo de shock y defina la remisión de la paciente después de haber re-
gistrado los datos de la evaluación y el tratamiento.
Aplique presión firme y continua al fondo del útero hasta que sal-
ga la placenta.
Evalúe la placenta y determine si está completa.
Evalúe la contracción uterina.
Evalúe periné y suture la episiotomfa previa analgesia y limpieza
del área.
6. Evalúe y defina el manejo del recién nacido así:
Limpie vías aéreas, aspirando suavemente por la boca y nariz con una
pera de bulbo y defina si está permeable u obstniida.
Estimule el llanto del niño, controle la frecuencia respiratoria (normal
entre 20 y 40 por minuto). Si el bebé presenta apnea realice maniobras de

I o7
Prorocolo de atención de enfermería

ventilación artificial con t&nica boca-boca-nariz, con soplo suave alrededor


de 20 por minuto.
Continúe esta maniobra hasta lograr una ventilación esponthea ade-
CUada.
Determine la frecuencia cardiaca (normal 120-160 por minuto). Si el
óebé está en paro, realice masaje cardiaco hasta obtener una función cardia-
ca espontanea adecuada.
Valore el color de la piel (cianótica o rosada) y mouicidad de extre-
midades.
Ligue el cordón umbilical.
Haga la tarjeta de identificación del bebé y ffjela en el antebrazo del
recién nacido.
Vista y cubra adecuadamente al recién nacido.
7. Registre datos de evaluación y tratamiento del niño y de acuerdo
con éstos, remita al sitio donde se encuentra la madre.
Protocolo de atención algológica (dolor)
1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo.
2. Determine el manejo de la persona siguiendo los protocolos que
tengan relación con ¡as alteraciones encontradas.
3. Defina el manejo del dolor asf:
Dé seguridad a la persona alejándola del peligro, dándole información
sobre el desarrollo del accidente de su familia, de la ayuda interna y externa
que se le puede brindar y explíquele los procedimientos que se realizarán.
inmovilice las lesiones si es del caso.
Colóquelo en posición adecuada según las lesiones, respetando la po-
sición antálgica.
Cúbrale las lesiones. Coloque hielo, especialmente en hematomas.
Aplique, si es posible, los métodos caseros que sugiera la persona o la
familia.
Administre drogas y coadyuvantes analgésicos siempre de acuerdo
con un horario, así el paciente no tenga dolor en ese momento.
En caso de dolor leve o moderado, utdice anaígésicos de tipo penférico
preferiblemente ácido acetilsaiicllico (Aspirina, Mejorai). o acetaminofén (Do-
lex, Adorem) en dosis de 325 a 650 mgr cada cuatro a seis horas por vía oral.
En caso de contraindicación de la vfa oral (vómito) utilice analgési-
COS penféricos (dipirona) por vía inlramuscular o intravenosa. siempre y
cuando el paciente no esté hipotenso.

!O?
EI profesional ¿e enfemería Rente a los desastres

Si el paciente está muy ansioso,se puede potenciar el analgésico uti-


lizando Hidroxicina (Hiderax) una tableta de 25 mgr.
En caso de dolor de moderada intensidad que no mejora con los
analgésicos de tipo periférico, utilice Lisalgil o narcóticos débiles como
Oxycodona (Percodán) Dextro y Propexifeno (Algafán) administrados cada
seis u ocho horas; solos o combinados con Aspirina o acetaminofén.
Si el dolor es de gran intensidad y no cede a los analgdsicos anterio-
res, utilice narcóticos fuertes como la Morfina. Adminístrela de la siguiente
manera:
Diluya una ampolla (diez mgr) en cinco ml de solución salina y apli-
que uno a dos ml (dos a cuatro rngr), espere 20 minutos, si al término de
éstos el dolor disminuye se continuará con la misma dosis cada cuatro horas.
En caso contrarío, aumentar la dosis cada 20 minutos hasta quitar el dolor,
luego se hace un promedio del total de la dosis aplicadas y se continúa ad-
ministrando la dosis promedio resultante cada cuatro horas.
4. Realice los registros correspondientes.
5 . Trasládelo al centro de urgencias más cercano.

Protocolo de atención tanatológica (moribundo)


1. Realice la evaluación inicial de acuerdo con el protocolo.
2. Determine la prioridad de atención, teniendo en cuenta las altera-
ciones físicas y psicológicas que presenta la persona (dolor, náuseas, sed, in-
somnio, temperatura corporal) y haciendo énfasis en la adecuada
clasificación del paciente en estado crítico dificilmente recuperable.
3. Colóquelo en una posición adecuada que favorezca la ventilación y
disminuya el dolor.
4. Mantenga una vía aérea permeable y una adecuada oxigenación
(ver protocolo de mantenimiento de vía aérea).
5 . Trate el dolor de acuerdo con el protocolo de atención algológica.
Si el dolor es muy agudo y el paciente presenta ansiedad, instale dex-
trosa al 5% en agua con una o dos ampollas de morfina con un goteo a ve-
locidad variable de ucuerdo con el dolor y el estado del paciente.
6. Dé apoyo espiritual y sicológico permitiendo que siempre esté
acompañado y procure los recursos humanos necesarios para satisfacer di-
chas necesidades.
7. Realice los registros correspondientes y de acuerdo con la evalua-
ción. decida su remisión.
Protocolo & arcnción dc enfemerla

Tabla 1
Dosis de droga

Dosis U s d No cxcrdcr Precauciones


especiales

Adultos: 0.5 mgr 2.0 mgr i.v en epi- No aplique menos &
i.v directa cada 5 sodios relacionados 0.4 mgr.
minutos. CUI problmm CU-
Pcdiátrica: 0.01 a diacos.
0.03 mgrkg. i.v.

Adrcnalina Adultos: 0.5 mgr 2.5 nigr en 20 mi- 1- Proteja de la luz


Solución i.v dirccta por 1-4 nutos i.v dincta. 2- No se mezcle con
1:1o.OoO minutos. bicarbonato de Na.
Pcdiátrica: 0.1
mgr/kg i.v.

Furosemida Adultos: 20-80 mpr 100 mgr i.v directa. 1- Actúa en 5-10 mi-
i.v directa por 1 4 nutos
minutos. 2- Potenciaiiza antihi-
Pediátrica: 1 pertensivos. Vigilar
mgr/kg d i m t a por presión arterial.
más de 1-4 minutos 3- No aplique si hay
embarazo.

Morfna Adultos: 2.0 mgr En una dosis máxi- 1- Aplíquela diluida en


i.v directa. m o 15 mgr i.v. 10 ml & solución salina.
Pcdiátnca: O. 1-0.2 2- Vigilar dificultad
mprkg i.v por 3-5 respiratoria espccial-
minutos. mente en ancianos.
3- Tenga Narcan antl-
doto listo.
Bicarbonafo de Adultos; 50- 100 200 mEg en 20 mi- No mezclar con C ~ O N -
Sodio. mEg i.v dirccta. nutos. No aplicar ro de Ca adrcnaiina u
Peúiátrica: 1 más dc la mitad de otras catecolaminas.
niE@p i.v &cta. la dosis inicial c/10
minutos.

Xilocafna bolo i . v Adultos: 50-75 mgr 100 mpr i.v k t a 1- Usar con precau-
directa i.v d i m t a . no exceder de 200 ción en desórdenes hc-
Pcdiátrica: 0.5 mgr e n 20 minutos. páticos.
m g r k p por 3 mi- 2- El cfwto dura 10
nutos. minutos.
3- V i d a r conwlsioncs.
El profesional de enfemeda f i n t e a los desastres

Xilocaína en goteo Adultos: 2 rngr en 2 gramos. 1- Una s d a microgota


500 cc de dextrosa no será efoztiva hasta
al 5%. Aplicar 4 los 30 minutos.
mgr minuto. 2- Vipilar convuisionu
Pediátrica: 100 mgr 3- Vigilar pulso.
en 550 cc de dex-
trosa al 5 % en agua
0.02 0.03 rngrkg
por minuto.

Dinitrato de Isosor- Adultos: Una table- 4 tabletas 1- Actúa al minuto


bide ta (1/500) sublin- después de la adminis-
gual. tración.
Pediátrica: No esta- 2- Control de PA y la
blecida sistótica que no pase
de 100.

Doparnino Adultos: 400 mgr Observar efectos va- 1- Se descompone


(2 arnp) en 500 cc soconstrictorcs PA, pronto
de dextrosa 5% en diuresis y pUi.0. 2- Vipilar signos de
agua por microgo- earavasación.
teo i.v solamente. 3- Canalice vena
Pediátrica: No esta- grande
blecida 4- Control de presión
arterial y diuresis.

Toxoide Tetánico Adultos: 1 ampolla Dosis Única 1- Advertir al paciente


im. que revise su esquema
Pediátrica: 1f2 am- de vacunación.
polla im.

Antitoxina Tetánica Adultos: 3.000 uni- Dosis única Se aplica cuando hay
dades im. Aplicarse e n las heridas con pérdida de
Pediátrica: 1.500 primeras 72 horas tejido y causadas por
unidades im. plarga revia prueba elementos cortopun-
de sensibilidad. zantes y oxidante.

Narran Adultos: 0.4 mgr 1.2 rngr i.v directa 1- Se diluye el conteni-
i . v directa ( 1 amp). (3 m p ) . do (0.4mgr) hasta 10
Pediátrica: 0.01 rnl en dextrosa al 5%.
mgr/kg i.v. 2- Suspenda la admi-
nistración cuando la
respiración comienza a
mejorar.

1O6
P rotocolo & atención de enfermeda

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Funcionamiento de los servicios
de cirugía y central de esteriliza-
ción en situaciones de desastre*

Leonor Bustamante Fern&ndez**,María Cecilia Lalinde G6mez*


Nora Resnepo Respepo**,Gloria Trujillo de Villegas**

* Este trabajo fue inicialmente realizado con la colaboración de María Isabel Botero,
Mada Cristina Idárraga y Tulia Mejía Unbe.
*+ Profesoras del Departmento de AISA, Facultad de Enfermería. Univsersidad de Ar-
tioquia
Funcionamiento de los servicios de cirugía

L o s servicios de c h g f a , recuperación y central de esterilizaciónfuncionan


con un máximo de ocupación, estÓ implica planear, organizar, dirigir, ejecu-
tar y evaluar un programa para disponer de mecanismos que permitan la
atención inmediata, eficiente y segura de pacientes en situaciones de desas-
tre, creando la necesidad de tener normas claras y definidas que faciliten el
trabajo coordinado, bien sea inter o intra-institucional, de los diferentes ser-
vicios de cirugía. de la región donde ha ocurrido el desastre.
Para hacer la remisión de los pacientes a los diferentes servicios de
cirugía, se tiene en cuenta la especialidad de cada uno de ellos y la gravedad
de los casos remitidos con el fin de diversificar la atenci6n quirúrgica por
niveles de complejidad y aprovechar mejor los recursos.
Este articulo pretende dar bases para planificar un trabajo que requie-
ra un mínimo de tiempo y dé mayor seguridad al paciente, tratando de cum-
plir las normas de asepsia y circulación; sin olvidar que hay momentos en
los cuales la gravedad del paciente impide el cumplimiento de las normas de
asepsia.
Para la realización de los cálculos de personal que aparecen en éste y
la elaboración de funciones, actividades y sugerencias, se tuvo en cuenta la
revisión bibliográfica y las experiencias adquiridas en el ejercicio profesio-
nal de las personas participantes.
Se opta por establecer turnos de 12 horas para el personal debido al
escaso recurso humano de nuestras instituciones y a la “tensión” que puede
provocar la situación, pues en esta forma se requiere menos personal y la
tensión emocional se disminuye con descansos más continuos.

Objetivos del plan


1. Elaborar y difundir el plan de emergencia en los servicios de ciru-
gía, recuperación y central de esterilización, en situaciones de desastre.
2. Definir las estrategias del trabajo de enfemerla en ei quirófano, en
la central de esterilización y en recuperación en caso de desastre.

1. Operatividad
Con el fin de planificar mejor la realización de las actividades se tiene
en cuenta:
I . Fases del plan de emergencia. se consideran las definiciones de ca-
da una de las fases, con el fin de hacer claridad sobre las actividades que en
ellas se realizan.
El profesional de enfemeda frente a los &sastres

Fase 1: preparación y coordinación. incluye básicamente la capacita-


ción del recurso humano y el establecimiento de la reserva.
Fase II: alistamiento o alerta. En la cual se recibe informaci6n de la
inminencia del riesgo. No implica movüizaci6n.
Fase Iií: alarma. Periodo comprendido entre la primera señal de ries-
go inminente hasta el momento del impacto.
Fase IV: de impacto. Ocurre el desastre.
Fase V:emergencia. Se inicia cuando termina el impacto.
Fase VI: rehabilitación. Se inicia durante la fase de emergencia y ter-
mina gradualmente cuando la comunidad reasume su orden y funciones.
2. Atencibn hospiralaria. está dada en las instituciones de salud donde
se encuentran los servicios de cirugía a los cuales se remiten los pacientes
del nivel iI de triage, de acuerdo con las prioridades en él establecidas y a
solicitud de la coordinadora de enfermería del servicio, para evitar el cúmulo
de pacientes en el área de quirúrgica.
11. Desarrollo del plan
1 . Fase de preparación. Contempla aspectos importantes de tipo orga-
nizativo que sirven de base a las fases siguientes. El servicio de cirugía debe
tener un comité coordinador para el plan de emergencias conformado por:
médico jefe de cirugía, médico jefe de anestesia (en aquellas instituciones
donde exista), enfermera coordinadora de cirugía, coordinadora de hstru-
mentación, jefe central de esterilización.
Capacitación de personal: toda unidad hospitalaria debe proceder, con
suficiente anticipación, a designar y capacitar a las personas que tendrán a su
cargo la atención de enfemería en los servicios de cinigfa, recuperación y
central de esteriiizaci6n.
La habilidad y la experiencia previa en estos servicios, son elementos
básicos en la selección de personal.
La capacitación contempla los siguientes aspectos:
Conocimientos generales sobre atención y comportamiento en de-
sastres.
Información del plan de emergencia en la unidad hospitalaria.
Identificación de la estructura administrativa del comité de emergen-
cia de la institución y del comité interinstihicional, o subcomité de salud.
Reconocimiento de las funciones del equipo de Salud.
Manejo del paciente en el trans y post operatono inmediato.
Definición de normas de circulación y asepsia.
Funcionamiento de los servicios de cirugía

Manejo de equipos de uso corriente en quirófanos y central de esten-


lización (autoclaves. hornos, electro-bisturí y monitores).
Elaboración de material quirúrgico.
Lavado y arreglo del instrumental.
Revisión de los métodos de esterilización.
Información sobre los canales de comunicación a utilizar.
Disposición de equipos y materiales.
Registro de datos.
Esta preparación se debe dar utilizando una metodología que incluya:
conferencias, demostraciones, simulacros y visitas a los servicios de cirugfa
y central de esieriiizaci6n.
Las instituciones docentes deben considerar la posibilidad de vincular
su personal e n las actividades asistenciales durante las fases de preparación
y emergencia en aquellas entidades donde realizan la práctica clínica.
Reserva de materiales: cada servicio de cirugía debe disponer de una
reserva para ser utilizada d m t e la fase de emergencia, pues por las cir-
cunstancias del desastre pueden presentar obstáculos en la consecución de
suministros. La reserva debe estar acorde con la capacidad operativa y el
análisis de vulnerabilidad de su área de influencia.
En caso de no ser posible obtener esta reserva general, evaluar pe-
riódicamente las existencias del servicio para mantener actualizado su de-
p6sito. En la fase de impacto se debe dar a conocer al comité de
emergencias las necesidades de cada una de las instituciones que se en-
cuentran en la zona de desastre y éstos a su vez al comité interinstitucio-
nal o subcomité de salud con el fin de realizar la obtención de los
materiales faltantes.
Como método de esterilización para los materiales se recomienda el
óxido de etileno que garantiza una esterilización por cinco años.
Los elementos que hacen parte de reserva, han sido calculados para
un servicio de cinigfa con cuatro (4) quirófanos operantes durante 24 horas
y teniendo en cuenta un consumo mínimo de materiales y la confonnación
del equipo quirúrgico: cirujano, ayudante de cirujano, instrumentadora y cir-
culante de sala.
En aquellas instituciones cuyo número de quirófanos sea mayor o me-
nor al analizado y propuesto, dicha reserva se promedia de acuerdo al núme-
ro de quirófanos y de intervenciones quirúrgicas.
Elementos de reserva general: cada institución debe tener a disposi-
ción para la atención de un desastre:

111
El profesional de enfennerlafienfe a los desastres

paquetes de ropa que contengan:


2 envolvederas 3 blusas
1 bolsa de mayo 1 paquete por 10
compresas
1 sábana básica o de pie 12 sábanas plásticas
guantes:
No. 6 '12 36 pares
7 l/2 24 pares
8 24 pares
jeringas desechables:
20 cc 14
10 cc 2
5 cc 20
venocath:
No. 18 16 unidades
No. 21 24 unidades
No. 22 16 unidades
sondas: Levine (P.S. 12- 1-16) 6 unidades
Folley (Nos. 14-16-18) 6 unidades
Nelatón (Nos. 8-10-12) 12 unidades
Equipo para venoclisis:
macrogotero 12
microgotero 8
equipos de son& a tdrax con lo siguiente: 6
Frasco, equipo de drenaje,
sondas calibre 28-30-32 6 equipos
vendajes estériles:
tela (3" x 4 yardas) 12
elásticos (3" x 4 yardas) 12
vendajes sin esterilizar:
tela (3" x 4 yardas) 12
elásticos (3" x 4 yardas) 12
esponjas: 12 paquetes de 8 esponjas cada uno.
Se recomienda mantener una buena existencia de fármacos, material
de suturas y soluciones endovenosas.
Funcionamiento de los servicios de cirugía

Existencia de drogas de emergencia


Es importante que todo servicio de cirugía mantenga una existencia de
las drogas necesarias en situaciones de urgencia como son: adrenalina, cal-
cio, nairol, katrol, bicarbotiato, intropín, apresolina. effortil, cedilaníd, niíro-
prusiato de sodio, osmorin, xilocaína 96 simple.
Sinraciones imprevistas
Se recomienda hacer con anticipación la selección de sitios a donde se
pueda trasladar el trabajo quirúrgico, en caso de no ser posible la remisión
de los pacientes a otra institución hospitalaria, tales como: escuelas, casa
campesina, asilos o cualquier lugar que tenga condiciones mínimas para Ile-
var a cabo el trabajo: dos (2) recintos amplios sin mucha comunicación con
el exterior, instalaciones de servicios públicos y condiciones higiénicas
aceptables. En caso de no disponer de ningún lugar adecuado, proceder a la
instalación de carpas donde se puedan realizar dos cirugías simultáneas y
destinar otra para la recuperaci6n de los pacientes.
Cuando existe daño en el fluido eléctrico, iluminar los quirófanos con
lámparas de gas o gasolina, linternas o reflectores de carro.
Cuando el faltante es agua, será desinfectada y suministrada por la
central de esterilización.
Funciones del comité coordinador
Participar en el proceso administrativo de los planes de emergencia de
la institución a la cual pertenece.
Programar y desarrollar el plan de capacitación del personal médico y
de enfermería para los servicios de c h g f a , recuperación y centrai de esteri-
lizaci6n.
Conocer el análisis de vulnerabilidad realizado por el comité de emer-
gencias de la instituci6n y determinar así los tipos de cirugía que más se es-
peran, por grupos de edad.
Determinar la reserva de materiales para la fase de emergencia.
Normalizar reuniones periódicas para la planificación de desastres.
Valorar periódícamente las necesidades del servicio, dándolas a cono-
cer al comité de emergencias de la institución.
Planear con el administrador las funciones del p e r ~ 0 de
~ 1oficios vanos.
Médico jefe de cirugía
Seleccionar el personal médico requerido teniendo en cuenta que debe
estar capacitado para dar atención en quirófanos y en su defecto. a s es- ~
tudiantes de Último oivel de medicina.
Participar en la preparación del personal dentro del plan de emergencias.

113
El profesional de cnfermerfafrente a los desastres

Mantener actualizado nombre, dirección y teléfono del personal a


su cargo.
Médico jefe de anestesia
Conformar el equipo de anestesiólogos para el centro quirúrgico y en
su defecto asignar estudiantes del último nivel de medicina.
Participar en la capacitación del personal denm del plan de emergencias.
Mantener actualizado nombre, dirección y teléfono del personal a su
cargo.
Enfermera coordinadora servicios de cirugía
Participar activamente en la capaciíaci6n del personal dentro del plan
de emergencias.
Mantener actualizado nombre, dirección y teléfono del personal dis-
ponible para su localización rápida y oportuna.
Seleccionar el personal de enfermería requerido, el cual debe estar ca-
pacitado para dar atención en quirófanos y en su defecto asignar estudiantes
del último nivel de enfermería.
Mantener actualizado el inventario de instrumental y equipos dis-
ponibles.
Determinar una provisión de drogas de emergencia y reserva de ma-
teriales.
Coordinadora de instrumentacián
Participar activamente en la capacitación del personal dentro del plan
de emergencias.
Mantener actualizado nombre, dirección y teléfono del personal dis-
ponible a su cargo para su localización rápida y oportuna.
Jefe central de esterilizacián
Participar activamente en la capacitación del personal a su cargo.
Mantener actualizado nombre, dirección y teléfono del personal
disponible.
Personal auxiliar de enfermería
Asistir a los cursos programados por la institución para casos de desastre.
2. Fase de alistamiento o alerta. Esta fase, que no implica moviliza-
ción, se centra en actividades similares a todo el personal y encaminadas a:
Realizar inventario de los recursos humanos y material de los servi-
cios de cirugfa, recuperación y central de esterilización.
Distribuir el personal seleccionado en turnos de doce horas para la fa-
se de emergencia.
Organizar, elaborar y simular la cadena de Uamadas (véase Gráfko 1).

11.1
Gráflco 1
Cadena de llamadas servicio de cirugía recuperación
y central de esterilización

Administrador Medlco Jefe Cirugía


Teléfono: Teléfono:
-

Jefe anestesia Enfermera Jefe Depto.


Teléfono : Teléfono:

Cirujano No. 1 Anestesiologo No. 1


Teléfono: Teléfono:

Enfermera jefe Jefe central materiales


quirófano - Teléfono: Teléfono:

lnstrumentadora No. 1 Enfermera recuperación


Teléfono: Telefono:
A

Cirujano No. 1 Anesteslólogo No. 2


Teléfono: Teléfono:

Enfermera planta No. 1 lnstrumentadora No. 2


Teléfono: Teléfono:

Auxiliar No. 1 Voluntaria No. 1


Teléfono: Teléfono:

- Ayudante No. 2 Enfermera planta No. 2 -


Teléfono: Teléfono:

1:5
El profesional de enfcnnerlafrcnre a los desastres

3 . Fase de alarma. La sihiación en esta fase es la espera del impacto.


4 . Fase de impacro. Mientras llegan los pacientes se deben realizar las
siguientes funciones :
Comité coordinador
Establecer comunicación con el comitC de emergencias de la insti-
tución.
Asignar las funciones establecidas a cada uno de sus miembros.
Cancelar las cirugfas electivas.
Realizar la cadena d e llamadas d e acuerdo con el plan previsto.
Médico jefe de cirugía
Distribuir el personal seleccionado d e acuerdo con los quirófanos
operan tes.
Establecer comunicacidn con los servicios de apoyo: banco de sangre,
laboratorio clínico, anatomopatológico y radiológico.
Médico jefe de anestesia
Distribuir el personal seleccionado de acuerdo con los quirófanos ope-
rantes y el servicio de recuperación.
Establecer comunicaci6n con la farmacia para el aprovisionamiento
de drogas y otros elementos.
Enfermera coordinadora servicio de cirugía
Distribuir el personal seleccionado de acuerdo con los quirófanos ope-
rantes en el servicio de recuperación.
Revisar la disponibilidad y abastecer de instnimentales, equipos y de-
más implementos necesarios para el máximo funcionamienio de los servi-
cios (quirófanos y recuperación).
Tener a disposici6n la reserva establecida.
Establecer comunicación con trabajo soc’ial. voluntariado, lavande-
ría, mantenimiento. transporte (camilleros. ambulancia) y central de este-
rilización.
Coordinadora de instrumentación
Distribuir el personal a su cargo según los quirófanos operantes.
Colaborar con la enfermera en la revisión de instrumental, equipo y
demás implementos.
Colaborar con su personal en la preparación de material y equipos.
5 . Fase de emergencia. Es en esta fase donde los servicios de cirugía,
recuperación y central de esterilización despliegan su mayor actividad y se
requiere disponer del recurso humano capacitado en la fase de preparación y
de la resewa de materiales.

116
Funcionamienio de los scm’cios de cirugía

Las circunstancias del evento, hacen que el manejo del paciente en el


trans y post operatorio inmediato sufra algunos cambios que agiiicen los
procedimientos pero que en ningún momento vayan en detrimento de la
atención que éste requiere.
Es importante resaltar la necesidad de racionalizar al máximo los re-
cursos humanos y ffsicos, pues la magnitud del desastre en algún momento
afecta al personal involucrado en el plan de emergencia.
De acuerdo con lo anterior, el cálculo de los recursos se hace teniendo
en cuenta los siguientes parámetros:
Un servicio de c h g f a con cuatro quirófanos operantes y cinco cami-
llas en el servicio de recuperación.
Promedio de duración del acto quirúrgico dos horas.
Turnos de trabajo para el personal de 12 horas, teniendo en cuenta que
esta fase puede durar en estos servicios un máximo de 72 horas.
Funcionamiento de los servicios de cirugía, recuperación y central de
esterilización, durante 24 horas.
Determinaci6n de recursos de los servicios de cirugía, recuperación y
central de esterilización.
Recurso humano: en la Tabla 1 se establece el personal necesario para
cubrir estos servicios durante la emergencia (siete días).

Tabla 1
Recurso humano para los semkios de cirugía,
recuperación y central de esterilización

Cálculo horas y
Tiempo
Recurso Humano 1 2 Hora 24 Horas 7 Días
Enfermeras 4 8 16
Jefe Central de Esterilización 1 2 4
Auxiliares de Enfermería 10 20 40
Operadores Central de Este-
rilización 3 6 12
Secretaria de Sala 1 2 4
Aseadora 1 2 4
Voluntaria 2 4 8
Mensajero 2 4 e
TOTAL 24 48 96
El profesional de enfemer(afiente a los desastres

Una vez decretada la emergencia, se conforman cuatro grupos con


turnos de doce horas para cada uno de éstos.
Disaibucibn
La asignación del recurso humano a los diferentes grupos y lugares de
trabajo, se hace ubicando al personal de planta en sitios donde se requiera
mayor conocimiento del funcionamiento de los servicios y la disposición de
materiales y equipos.
Se recomienda distribuir el personal en la siguiente forma:
Una enfermera profesional para funciones asistenciales por cada dos
quirófanos.
Una enfermera profesional que coordine la atención de enfermería en
recuperacibn.
Un jefe para central de esterilización.
Una auxiliar de enfermería por cada quirófano como circulante in-
tema.
Una auxiliar de enfermeda por cada dos quirófanos como circulante
externa.
Una auxiliar de enfermería por cada dos pacientes en el servicio de
recuperación.
Una auxiliar de enfermería para organizar instnimenfales y equipos.
Tres operadores de la central de esterilización.
Una secretaria de sala para trámites administrativos.
Dos voluntarios.
Dos mensajeros.
Una aseadora.
Recursos ffsicos
En primera instancia, se hace uso de los recursos existentes en el mo-
mento del impacto incluyendo la reserva general, luego elaborar los pedidos
a los diferentes servicios hospitalarios una vez se active el plan.
Ropa quirúrgica
Los paquetes de ropa se utiizan con su contenido usual hasu terminar
su existencia; a partir de este momento se simplifican de esta manera:
3 blusas 1 campo quinírgico
1 bolsa de mayo 1 sábana básica o de pie
2 envolvederas (interna-externa) 1 paquete de 10 compresas
Cuando los campos quirúrgicos se agoten, se recomienda reemplazar-
los por sábanas plásticas desechables, sábanas y campos de tela-papel dese-
chable envueltos en paquetes individuales.

1I R
Funcionamiento de los servicios de cirugh

Ropa del personal


Para racionalizar el trabajo de la lavanderfa, tomar las siguientes
medidas:
Reemplazar las polainas por bolsas plásticas o solicitar al personal
traer zapatillas limpias y apropiadas (c6modas. lavables y seguras) para usar
en su turno y sitio de trabajo.
Usar gorros y mascarillas desechables.
Asignar dos pijamas de cirugía a cada persona haciéndolas responsa-
bles de su arreglo.
Compresas
Para una situaci6n de desastre se pueden reemplazar por esponjas (es-
pumas) organizadas en cubetas por ocho unidades que se utilizarán durante
el acto quirúrgico previo lavado en la solución acostumbrada (suero salino o
agua estéril); una vez finalizada la cirugía se lavan y se esterilizan nueva-
mente.
Las medidas de estas esponjas son: largo 9 cms, ancho 9 cms y espe-
sor 2.5 cms.
No sobra advertir que el uso de estas esponjas está abolido en las ci-
rugías infectadas tanto en situaciones normales como de desastre.
Insrrwnental
Para atender las intervenciones quirúrgicas iniciales generadas por
el desastre se utilizan los equipos como los tenga organizados la institu-
ción, para las siguientes cirugías se racionalizan disminuyendo a lo estric-
tamente necesario el número de instrumentos que los conforman y
preparando el resto de los elementos como instrumental adicional en pa-
quetes individuales.
Al iniciar el cierre, entregar el equipo, conservando únicamente los
elementos necesarios para este tiempo qukúrgico, logrando rapidez en el
proceso de lavado, secado y esterilización.
Manejo nansoperarorio del paciente
Para la realización de procedimientos en caso de emergencia se re-
quiere tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Cumplir únicamente las funciones asignadas
Simplificar al máximo el procedimiento
Evitar pasos innecesarios
Terminar una actividad antes de iniciar otra
Registrar el procedimiento, tan pronto como sea posible
Racionalizar los recursos materiales
El profesional de enfennerfafiente a los desastres

Circular siempre por la derecha, al entrar o salir del quirófano, con el


fin de evitar accidentes.
Admisibn al quirdfano
El paciente es solicitado por la enfermera coordinadora y su traslado
al quirófano, se hace en forma inmediata, registrando su ingreso a este ser-
vicio en una hoja de registro colectivo.
Esta hoja debe ser llenada por la secretaria del servicio o por quien
delegue la enfemera coordinadora.
Debe llegar al quirófano con
venoclisis instalada
ropa específica de cirugía
tarjeta de identificación
El tiempo de recorrido del paciente desde que ingresa al área quinír-
gica hasta su ubicación en el respectivo quirófano, es fundamental en la con-
servación de su vida.
Si la situación de salud del paciente es de tratamiento quirúrgico in-
mediato, se lleva directamente a la mesa de operaciones, sin hacer cambio
de camilla. Si la urgencia lo permite, se hace el traslado a la camilla del área
quirúrgica, como es rutinario. Para facilitar el transporte del paciente en el
post-operatono, se sugiere utilizar lonas que cubran la mesa de operaciones.
Al llegar el paciente, instalarle tensiómetro, fonendoscopio y si es del
caso, fonendoscopio precordial. Se inmovüizan luego los miembros supe-
riores y se espera la orden de aplicar la droga de inducción. A los pacientes
con extrema urgencia canalizarle otra vena tan pronto sea posible.
Para la aplicaci6n de las drogas, se dispone de tres jeringas por ca-
da paciente, racionalizando su uso y teniendo en cuenta no descartar nin-
guna droga en solución, ni las ampollas vacfas, hasta que finalice el acto
quirúrgico.
Lavado quirúrgico de las manos
El lavado rutinario de las manos de cirujanos e instrumentadoras debe
hacerse durante cinco minutos empleando la técnica de frotación con Prepo-
dine jabón. Se utiliza cepillo, palillo de madera o de plástico únicamente pa-
ra limpieza de las uñas. En caso de utilizar jabón quirúrgico o de baño, el
tiempo será de diez minutos.
Asepsia
La asepsia del área operatona y de otros procedimientos se hace con
una solución bactericida de amplio espectro (derivados del yodo, gluconato
de Clorhexdina y Hexaclorofeno) teniendo en cuenta el tipo de desastre ocu-

120
Funcionamiento de los servicios de cirugía

mdo. En caso de no conocerse las sustancias causantes o sus posibles efec-


tos utilizar únicamente agua y jabón.
Registros de enfermería
Para facilitar el registro de un mayor n h e r o de datos en una forma
concisa y ordenada, sugerimos el uso de los siguientes formatos:
Registro de enfermería: trans y post-operatono. Se deben i m p b u en
una sola hoja con el fin de reducir el volumen de la historia c h i c a .
El registro de todos los datos en esta hoja de control, será responsabi-
lidad de la enfermera o de la persona a quien ella asigne el paciente.
Es de mucha importancia el registro cuidadoso de los datos, tanto para
efectos de identificación como para fines estadísticos, no siendo necesario
consignar datos en las hojas rutinarias para registros de enfermerfa.
Manejo post-operatorio
Se deben seguir las mismas pautas establecidas en situaciones norma-
les, recomendándose un anestesiólogo de planta que evalúe los pacientes pa-
ra su remisión a los diferentes sitios de hospitalización.
En caso que la institución no cuente con el recurso de anestesiólogo o
éste, por las condiciones del momento, no pueda autorizar la remisión de pa-
cientes, se recomienda utilizar el “Score de Aldrette” para que se autorice la
salida de acuerdo a estos parámetros.
Clasificación de las intervenciones según el grado de contaminación
y desinfección del quirófano
Aunque la desinfección del quirófano es un procedimienro rutinario
después de la realización de un acto quirúrgico, su limpieza está determina-
da por el tipo de cirugía que en él se haya efectuado.
A continuación se enuncia la clasificación de las intervenciones según
el grado de contaminación y la forma de hacer la desinfección en cada uno
de los casos.
Cirugfa limpia confaminada.Es la intervención en la cual se abre una
vfscera hueca, sin derrame profuso de su contenido y en el caso de herida
abierta si no ha transcurrido un período superior a cuatro horas de evolución.
Por principio, toda cirugía urgente reviste este carácter.
Cirugfa contaminada. Es la intervención en la cual se abre una vtscera
hueca y hay derrame profuso de su contenido o aquella cuya lesión tiene
más de cuatro horas de evolución con presencia de materiales extraños. En
los casos anteriores, la desinfección del quirófano es el procedimiento mti-
nario de limpieza de las mesas de operaciones y del instrumental, lámpara
EIprqfesionaI de enfemeda fiente a los desastres

cielítica y máquina de anestesia, con solución desinfectante, como hipoclo-


rito de sodio o Wescodyne.
La dilución de hipodorito de sodio para la desinfección de la planta
física y el instnunental se prepara a una concentración de 200 partes por mi-
llón (p.p.m.).
Agua: diez litros
Hipoclorito de sodio: 2.5 C.C. (unacucharadita cafetera).
Las intervenciones que se presentan con mayor frecuencia en caso de
desastre suelen ser contaminadas o limpia contaminada.
Cirugfu sucia. Es la intervención en la cual el paciente presenta sig-
nos de infección y presencia de pus.
En este caso se procede a la desinfección terminal del quirófano, de
acuerdo con las siguientes normas:
Colocar aviso “quirófano sucio” en la puerta del quirófano
Los miembros del equipo quirúrgico deben cambiarse la ropa antes de
retirarse del quirófano.
Proveerse de bolsas plásticas para depositar en una de ellas el ma-
terial desechable: compresas, restos de suturas y guantes utilizados en el
procedimiento. Esta bolsa se rotula “infectado” y se manda a quemar. La
otra, para depositar la ropa del paciente y del personal, de igual forma se
rotula “infectado” y se envfa a la lavandería para realizarle el procedi-
miento adecuado. El material y la ropa infectadas deben manejarse con
estricto cuidado.
La circulante interna no debe retirarse del quir6fano. Si necesita algo,
lo solicita a la circulante externa.
Al finalizar la intervención, sumergir el instnimental en un reci-
piente con solución desinfectante, hasta terminar el aseo y desinfección
del área física.
Los elementos para la anestesia (cubetas, tubos endotraqueales, etc.)
deben sumergirse en un recipiente con solución desinfectante que no los de-
teriore (Cidex, Wescodyne). Retirar del quirófano los recipientes con el ins-
trumental y los elementos de anestesia, para lavarlos con el procedimiento
usual y luego esterilizarlos.
El aseo del quirófano debe realizarlo el personal circulante en el pro-
cedimiento quirúrgico, utilizando guantes.
Iniciar la limpieza por las zonas y equipos menos contaminados. La-
varlos inmediatamente con paño humedecido en agua y jabón, luego aplicar-
le Wescodyne o hipodorito de sodio.

122
Funcionamienro d e los servicios de cirugía

Retuar tapado el material aspirado y depositarlo en el sif6n, lavar lue-


go el aspirador por medio de succión, con agua jabonosa y finalmente con
Wescodyne. El sifón debe lavarse con hipoclonto de sodio.
Trapear el piso con una solución desinfectante.
El paciente se recupera en el qullófano, mientras se hace el aseo de &te.
Es importante hacer énfasis en que no es necesario el cierre del q”6-
fano por un tiempo determinado después de este procedimiento.
Manejo de materiales y desechos
La recolección de ropa y desechos tanto orgánicos como inorghi-
cos debe agilizarse en una situación de desastre, ya que su acumulación,
además de obstaculizar el trabajo, es un factor de riesgo en la aparición
de infecciones.
Si la frecuencia de recolección en situaciones normales es de una a
dos veces diarias, en caso de desastre debe aumentarse a cuatro o seis veces
al dfa, una vez cada cuatro o seis horas, según el volumen de cirugías que
realice cada servicio.
Las piezas anatómicas que resultan de cirugías mutilantes, se colocan
en bolsas plásticas de color oscuro cuidadosamente selladas y marcadas y se
depositan en un congelador si el servicio lo posee; o en un lugar aislado
mientras son recogidas por el personal de oficios varios (una vez cada cuatro
o seis horas). Si no son reclamadas por la familia, serán enviados al cemen-
terio de la localidad para enterrarlos en una fosa común.
El administrador de la institución es el encargado de establecer los
contactos con el cementerio y fijar los mecanismos de recolección y envío
de estas piezas anatómicas.
Los desechos provenientes de cirugías infectadas se deben quemar en
el basurero municipal.
Manejo de cadáveres
En caso de que el paciente fallezca en el área de quuófanos o de recu-
peración, se debe trasladar prontamente a la morgue para agilizar el progra-
ma de cirugía. Mientras se efectúa el traslado, deberá cubrirse con una
sábana y dejarse en un cuarto de depósito o en un pasillo, aislado por medio
de biombo.
Central de esterilización
La central de esterilización, como servicio de apoyo a cirugía, debe
establecer nomas que ayuden a ésta a cumplir su objetivo en una situación
de desastre; por lo tanto, es necesario disponer de mecanismos que le permi-
ta agilizar la preparación de equipos y materiales en un mínimo de tiempo.

123
El profesional de cnfcnncdaficntc a los dcsastrcs

Métodos de esterilizacibn
Cuando una institución cuenta con mds de una central de esteriliza-
ci6n (subcentrales) designar mínimo, una de ellas para la atención exclusiva
de los quirófanos asignados al recibo de estos pacientes, teniendo en cuenta
las prioridades establecidas. Si sólo dispone de una central de esterilización,
se da prioridad a los quirófanos, disminuyendo la entrega de materiales y
equipos para los otros servicios.
Calor húmedo (autoclave).
Para material de caucho, ropa y vidrio.
De éstos existen varios tipos
Caseta o automático: da ocho cargas en diez horas.
Manual:proporciona cuatro cargas en el mismo tiempo.
Calor seco (Pupinela-Hornos): para el instrumental.
Los hornos a los que se hace referencia son los “caseros”, los cuales
garantizan una buena esterilización en 20 minutos a una temperatura de 350
grados centfflados (según estudios realizados), lo que permite un mayor nú-
mero de esterilizaciones, con una capacidad de cuatro i n s m e n t a l e s tipo la-
parotomfa por hora.
Para su manejo se tienen las siguientes condiciones:
Recaliente a 350 grados centfgrados.
Espere que se apague el bombillo “piloto”.
introduzca el instrumental.
Cierre y espere que el bombillo “piloto” se apague nuevamente.
A partir de este momento cuente 15 minutos.
Apague el horno y retire el equipo.
Para cada esterilización se debe repetir el procedimiento.
Si los hornos están localizados dentro del quirófano el insirumental se
puede colocar en una bandeja sin necesidad de cubrirlo, pero si se dejan en
la central de esterilización es necesario utilizar recipientes con tapa.
Soluciones genn icidas
Dar únicamente el uso acostumbrado en los quirófanos en el trabajo
de rutina, pues para garantizar una buena esterilización se requiere de un
tiempo prolongado (tres horas).
Alternativas de esteri1i:ación-Desinfeccihn
Si el desastre trae como consecuencia una falla en la comente eléctri-
ca o ei agua, se debe recurrir a otros medios que permitan la esterilización o
por lo menos la desinfección de los elementos con el fin de continuar la la-
bor, ofreciendo al paciente una mínima seguridad.

124
Funcionamienro de los servicios de cirug(a

Estos mktodos pueden ser: .


Soluciones desinfectantes: glutaraldehído, formaldehldo, alcohol al
70%, fenoles y yodóforos.
Glutaraldehído (Cidex): se utiliza en solución acuosa al 2% activada y
amortiguada para el instrumental y cables de electrobisturí, sumergiéndolos
durante 20 minutos.
Formaldehído (Formol): en agua al 37%; en alcohol propflico al 8%
es eficaz para desinfectar instrumental sumergido durante cinco minutos. NO
debe utilizarse en caucho ni en material poroso.
Alcohol al 70%: se usa para instrumental, sumergiéndolo durante 15
minutos. No es aconsejable emplearlo en lentes ópticos, material de polieti-
leno ni sondas.
Fenoles: para evitar la corrosión del instrumental se agrega una solu-
ción de bicarbonato de sodio al 0.5% sumergiéndolo durante 20 minutos. No
es aconsejable utilizarlo con el equipo de anestesia.
Yodóforos (Wescodyne): para este caso se utiliza una dilución de 70
cc. Wescodyne más 3.875 cc (un galón) de agua, agregándole dos gramos de
nitrito de sodio para evitar la corrosión del instrumental y debe sumergirse
durante 20 minutos.
Al emplear estas soluciones tener en cuenta los requisitos para asegu-
rar su eficiencia.
Ebullición: aunque este método y los siguientes se encuentran en des-
uso, consideramos pertinente mencionarlos como alternativa de solución en
ausencia de la comente eléctrica, ya que ésta puede reemplazarse por horni-
llas o estufas de gas, alcohol y petróleo.
La ebullición no destruye las esporas, se utiliza para instrumental y
material de sutura (algodón), sumergiéndolo durante 20 minutos en agua hir-
viendo; se puede agregar a ésta bicarbonato de sodio en solución al 2% para
evitar estropear el instrumental y aumentar el grado de ebullición del agua al
concentrar los iones de hidrógeno (H).
Para vidrio y caucho se emplea sin bicarbonato de sodio y dejándolos
en ebullición durante 30 minutos.
Flameado: en casos extremos se recurre a la desuifección por ílamea-
do de instrumental y material que resista altas temperaturas, pues lo estropea
y no ofrece ninguna garantía.
Baño maría: es utilizado para cocción de alimentos y consiste en co-
locar una vasija de aluminio (olla) tapada que contenga ropa, gasas y p a n -
tes dentro de un recipiente con agua en ebullición y durante una hora. Es de
El profesional d e enfemerla frente a los desastres

advertir que estos elementos salen húmedos, y actualmente se consideran


“contaminados”.
Vapor: los frascos se pueden desinfectar colocándoios boca-abajo so-
bre una parrilla y encima de una vasija con agua en ebullición durante 30
minutos.
Olla a presión: en nuestro medio las utilizadas son: Universal y U m -
co, con esta última se hizo un estudio con buenos resultados. Con base en
éste sugerimos:
Olla con capacidad de ocho litros, destinada únicamente para esterili-
zación.
Cantidad de agua: 500 cc.
No utilizar la pesa original, reemplazarla por una de mayor gramage
(en Antioquia la distribuye el Servicio Seccional de Salud).
Colocar la panilla interior a tres cms del fondo para que el agua no la
toque sobre su base.
Colocar el material a esterilizar sobre la panilla
introducir esterilómetro.
Cerrar herméticamente la olla.
Dejar salir algo de vapor e iniciar el conteo del tiempo tan pronto em-
piece a pitar.
Dejar pitar por 20 minutos (vidrio, guantes, sondas, suturas de algo-
dón) y por 30 minutos (instrumental, ropa, tarros con material, líquidos en
vasos de 1000 cc).
Apagar el fogón y, sin bajar la olla, dejarla reposar durante diez minu-
tos para evitar la condensación del vapor.
Una vez salga todo el vapor la olla puede ser destapada.
Si el material se necesita de urgencia, se saca el vapor levantando
la pesa.
Si por algún motivo los materiales quedan húmedos, se coloca nueva-
mente la olla al calor parcialmente tapada hasta que los materiales se sequen.
Si el desastre afecta el suministro de agua, se recurre para su adquisi-
ción al cuerpo de bomberos, acción comunal o a los mismos habitantes para
que la adquieran y transporten a la central de esterilización donde proceden
a adecuarla para el consumo y distribuirla a los otros servicios.
Para lograr lo anterior se procede de la siguiente manera:
Un litro de lfmpido puro al 4% o 5 % m2s cinco litros de agua.
A otro litro de agua se agrega tres o cuatro gotas de la solución ante-
rior quedando lista para el consumo humano, después de esperar 30 minuios.

126
Funcionamiento de los servicios de cirugía

Una dilución de 250 cc. (un,pocillo)de límpido más 12 litros y medio


de agua sirve para el lavado de elementos d e trabajo.
También pueden utilizarse los productos que para tal fin se encuentran
en el comercio.

Funciones del personal en la etapa de emergencia


Comité coordinador
Establecer comunicación con el comité de emergencias de la institu-
ción o subcomité de salud.
Asignar las funciones establecidas a cada uno de sus miembros.
Evaluar el desarrollo del plan previsto durante la fase de emergencia.
Presentar informe de la evaluación al comité de emergencias de la ins-
titución o subcomité de salud.
Médico jcfc de cirugía
Coordinar el equipo quirúrgico.
Dar órdenes s610 al personal a su cargo.
Supervisar las actividades del personal.
Resolver las dificultades que se presenten en el servicio.
Reunir el comité coordinador para evaluar situaciones presentadas y
dar soluciones.
Médico jefe de anestesia
Verificar la presencia del personal a su cargo.
Dar órdenes ~610al personal a su cargo.
Coordinar las actividades del equipo tanto en quirófanos como en re-
cuperación.
Coordinar los egresos del servicio de recuperación.
Participar en la reuniones del comité coordinador.
Coordinar las maniobras de resucitacidn en caso de paro cerebro-car-
dio-respiratorio.
Coordinadora de insrrunienrucidn
Verificar la presencia del personal a su cargo y dar órdenes sólo a
éste.
Distribuir las instrumentadoras de acuerdo con las prioridades esta-
blecidas.
Resolver. con la enfermera coordinadora. los probienias presentados.
Asegurar la disponibilidad de material, suturas e instrumental.
Realimr actividades de instrumentación si la situación lo requiere.

127
El profesional de enfermería frente a los desastres

Enfermera t tmdinadora de cirugía


Proveer al servicio de cirugía y recuperación del personal necesario a
través del departaviento de enfermería de acuerdo con el número de perso-
nas recomendado cti el cuadro.
Verificar la pesencia del personal de enfermeda y de instrumentación.
Distribuir los quirófanos de acuerdo con las prioridades de las cirugías.
Coordinar el equipo humano en las diferentes actividades.
Resolver en forma prioritaria los problemas presentados.
Supervisar IJI atención de enfermería a los pacientes.
Dar 6rdenes d o al personal a su cargo.
Asistir a las I euniones del comité coordinador.
Coordinar i;w actividades con la jefe de central de esterilizaci6n.
Lnfomar al j-ie de cirugía y anestesia sobre las necesidades del servicio.
Enfermera (11. planta
Revisar qiic los quirófanos estén en condiciones para su funciona-
miento.
Asegurar 12 tlisponibiiidad de equipos y materiales.
Revisar q w l i l mesa auxiliar de anestesia, tenga los elementos necesa-
rios y en buen est;idlo.
Mantener prq)arada la droga necesaria con las jeringas debidamente
rotuladas.
Instalar las ( ii-ugías en los quirófanos asignados.
Valorar el csiiido de salud del paciente, una vez ingrese al área quinír-
gica. inspección p-iieral:
Respiración
Palidez 0 ci:iiiosis
Sudoración
Estado de In VenOdiSiS
Tipo de m w i a
Drenajes
Signos vitalrs
Estado de coriciencia
Constatar I;I iarjeta de identificación.
Aplicar la (lioga ordenada por el anestesiólogo para la inducci6n.
Participar cii la intubación del paciente.
Participa cti la colocación del paciente según la posición indicada de
acuerdo a la ciruglii.

128
Funcionamiento de 10s servicios de cirug(a

Realizar la asepsia del área operatoria y del catetensmo vesical si se


requiere.
Cumplir y hacer cumplir las prescripciones médicas.
Elaborar los registros de enfermerfa en el transoperatono.
Evaluar al paciente durante el acto quirúrgico.
Estar atenta cuando se termine la cirugfa para colaborar con la extuba-
ción del paciente y su traslado a recuperación.
Informar a la enfemera coordinadora de turno sobre las actividades
de los quirófanos.
Enfermera de recuperación
Coordinar la atención de enfermerfa durante la fase del postoperatono.
Asignar los pacientes al personal a su cargo y supervisar la calidad de
la atención.
Recibir el paciente que llega del quirófano, realizando una valoración
completa de su estado, teniendo en cuenta:
Permeabilidad de vfas aéreas
Estado de conciencia
Control de signos vitales.
Vigilancia de la herida quinírgica, sondas, drenes y yesos.
Equilibrio de líquidos y electrolitos
Observación de piel, color de uñas, labios y mucosas
Grado de sensibilidad y motilidad
Manejo del dolor
Inmovilií~ciónadecuada del paciente utilizando las barandas para su
protección ffsica.
Protección de Mo o calor excesivos
Valoración de la evolución clfnica del paciente y los tratamientos or-
denados.
Supervisión de los registros de enfermerfa
Utilización del Score de Aldrette, como guía para la valoración del
paciente y valerse de éste para determinar su salida de recuperación en au-
sencia del anestesiólogo (véase Gráfico 2).
Coordinación con el anestesiólogo del traslado del paciente a los dife-
rentes servicios.
Auxiliar dc cnfer-mcría circulante interna
Verificar que la sala esté limpia.
Revisar que los equipos estén completos y en buen funcionamiento.

129
Gráfico 2
Score de Aldrette

Valoración de la recuperación anesiésica Quirófano Sala de recuperación


Al salir O min. 1 20 min. 160 min. 1 90 min. 120 min.
Movimientos voluntarios
muscular (4 extremidades) 2
Movimientos voluntarios
~~

(2 extremidades) 1
Completamente inmóvil -O

rRespiración Respiraciones amplias,


capaz de toser
Respiraciones limitadas
2

y tos débil 1
Apnea O
O (Frecuencia = F)
Tensión arteria1 20%
de cifras control 2
Tensión arterial 30%
de cifras control 1
Tensión arterial 50%
de cifras control
(Frecuencia del pulsa -P)
y tensión arteria¡ -TA)- '
t--FZ&7G- Completamente despierto-2
conciencia Responde al ser llamado -1 ~

No responde O
Coloración Mucosas sonrosadas 2
Pálida 1
Cianosis O
I Total
Funcionamiento de los sewkios de cirugía

Surtir la sala con los elementos necesarios de acuerdo con la cirugía


programada, con la colaboraci6n de la circulante externa.
Trasladar el paciente al quirófano.
Abrir los paquetes, instrumental y varios, en el momento en que se
inicie la inducción.
Permanecer en el quirófano durante la cirugfa, pendiente de las nece-
sidades del paciente y de todo el equipo quirúrgico.
Realizar el registro de enfermeda.
Fijar el apósito cuando la i n s m e n t a d o r a lo haya colocado.
Participar en el traslado del paciente de la mesa quirúrgica a la camilla
de recuperación.
Realizar las funciones y actividades que le sean delegadas por la en-
fermera de planta.
Organizar la sala y dejarla lista para la siguiente cuugfa.
informar a la enfermera coordinadora de turno sobre actividades y ne-
cesidades del servicio.
Auxiliar de enfermeda circulante externa
Estar pendiente del llamado de la circulante interna y colaborarle en
lo que necesite.
Recoger todos los elementos que no van a ser utilizados y llevarlos a
su respectivo sitio.
Llevar el instrumental utilizando a la zona de lavado.
Organizar la sala con la circulante interna para la s i p e n t e cirugta.
Depositar en bolsas plásticas d e color oscuro debidamente marca-
das y selladas, los miembros arnputados y colocarlos en el lugar destina-
do para tal fin,
Informar a la enfermera de planta sobre actividades y necesidades de
los quirófanos.
Realizar las funciones y actividades que le sean delegadas por la en-
fermera de planta.
Auxiliar- de enfermer-fade recuperacih
Brindar atención de enfermería en el posi-operatono inmediato a los
pacientes asignados por la enfermera.
Mantener en estricta limpieza el servicio de recuperación.
Revisar que los aspiradores y equipo de oxtgeno terapia estén comple-
tos y funcionando bien.
Llev'ar el registro de post-operatono.
informar a la enfermera de planta sobre actividades de recuperación.

131
El profesional de tvtfennedafrente a los desastres

Auxiliar de enfermería encargada de insaumentales y equipos


Lavar y organizar todo el equipo e instrumental y enviarlo debida-
mente marcado a la central de esterilización.
Llevar control de todo lo que salga para la central de esterilización.
Secretaria
Solicitar los pacientes cuando la enfermera coordinadora lo indique.
Pedir las camas cada vez que sea necesario para el traslado de los pa-
cientes.
Elaborar y enviar los pedidos, para mantener un buen suministro de
materiales.
Realizar y recibir las llamadas telefónicas del caso.
Recolectar la información en el formato y enviarla al centro de infor-
mación.
Vigilar que la recolección de los desechos se haga con la periodicidad
y mecanismo planeado.
Cumplir con las demás funciones asignadas por la jefe.
Aseadora
Recoger la ropa sucia del quirófano y llevarla al sitio respectivo.
Trapear el quirófano con una solución desinfectante, cada vez que ter-
mine la cirugía y botar los elementos de desecho.
Limpiar la camilla con una solución desinfectante cada vez que termi-
ne la cirugfa y dejarla tendida.
Mantener el área de lavamanos surtida con las soluciones desinfectan-
tes necesarias para el lavado quirúrgico de las manos.
Mantener toda el área quirúrgica limpia y libre de ropa sucia y ele-
mentos de desecho.
Surtir cada quirófano y recuperación con la ropa necesaria para tender
camillas y cubrir pacientes.
Voluntaria 1
Entregar al centro de información los registros sobre el estado de sa-
lud de los pacientes.
Reaiijíar las actividades que le asigne la enfermera coordinadora.
Voluntaria 2
Participar en el lavado y secado del instrumental, jeringas y demás
equipos utilizados.
El personal de secretarias, aseadoras y voluntarias informan directa-
mente a la enfermera coodinadora sobre sus actividades y necesidades.
Funcionamiento de los servicios de cirugía

Jefe central de esterilización


Verificar la presencia del personal a su cargo y dar órdenes ~ 6 1 0a
éste.
Coordinar el equipo humano en las diferentes actividades.
Resolver en forma prioritaria los problemas presentados.
Supervisar las actividades del personal.
Asistir a las reuniones del comité coordinador.
Establecer prioridades en cuanto a: recursos humanos, materiales y
los servicios a cubrir.
Coordinar las actividades con la jefe de quirófanos.
informar al superior inmediato sobre actividades y necesidades del
servicio.
Operador de esterilización
Emplear los diferentes métodos de esterilización, tratando de obtener
mayor rendimiento y máxima seguridad.
Operador de elaboración y empaque
Elaborar y empacar el material.
Organizar instrumental y otros equipos.
Manejar la esterilización con óxido de etileno (en aquellas institucio-
nes donde exista).
informar a su jefe sobre actividades y necesidades del servicio.
Otras asignadas por el jefe inmediato.
Operador de recibo y entrega de materiales
Controlar equipos y materiales con cuaderno de “entrega y recibo”.
Fijar prioridades de entrega de materiales y equipos de acuerdo con la
jefe de central de esterilización.
Preparar material mientras no esté en la entrega del mismo.
informar a su jefe sobre actividades y necesidades del servicio.
Realizar la potabiiizaci6n del agua.
Otras asignadas por el jefe inmediato.

Fase de rehabilitación
Durante esta fase, el personal de los servicios de cirugía, recuperación
y central de esterilización reasumen las funciones administrativas, asisten-
ciales y docentes desempeñadas en condiciones normales.

133
El profesional de enfermería frente a los desastres

Bibliografía
Atención de urgencias en situaciones de desastre. Memorias. Medeilfn, 1987.
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Usandizaga, M. Manita1 de enfernierfa. México, Editorial Nacional, 1961. 4a. ed.

134
Simulacros de emergencias
hospitalarias

Lina María Véiez Londoño*

U n a vez elaborados íos planes hospitalarios de emergencia, realizada la


capacitación del personal y la divulgación de los mismos a todos los funcio-
narios de la unidad, es necesario validar la operatividad de éstos.
Existen dos formas de probar si los planes que se han diseñado para la
atención de emergencias funcionan, la primera a través de la realización de

* Enfermera epideniiólopa, Oficina de Epideniiología SSSA

135
El profesional de enfermeríafrente a los desastres

un ejercicio práctico y la segunda mediante la aplicación del plan durante


una situación real de emergencia.
El ejercicio práctico se conme como simulacro, actividad diseñada
para “simular” una situación de desastre, bien sea al interior de la institución
o por fuera de ésta. Durante el ejercicio se hace una representación práctica
de la organizaci6n y las funciones que cada uno de los empleados del sector
salud deben ejecutar ante una situación de emergencia.
Los objetivos que se pretenden alcanzar con un simulacro son:
1. Evaluar el plan, probando los procedimientos previamente esta-
blecidos.
2. Mejorar y actualizar el plan detectando puntos críticos y fallas en su
ejecución.
3. identificar la capacidad de respuesta de la Unidad de Salud de
acuerdo con los recursos disponibles.
4. Evaluar la habilidad del personal en el manejo de la siiuación, com-
plementando su adiestramiento.
5 . Disminuir el tiempo de respuesta de la unidad de salud ante una
emergencia.
6. Lograr una mayor integración y apoyo de las instituciones y orga-
nizaciones que intervienen en la atención de una emergencia.
7. Informar a la comunidad en general de la organización que tiene el
sector para afrontar este tipo de situaciones.
Los simulacros pueden clasificarse en:
Simulacros avisados: cuando el personal conoce el tipo de simulacro,
la fecha y hora de su realización.
Simulacros sorpresivos: en éste, los participantes no han sido infor-
mados previamente de1 tipo de simulacro, ni la fecha y hora de realiza-
ción. S610 se recomiendan una vez se hayan efectuado varios simulacros
avisados.
A su vez, los simulacros sorpresivos o avisados pueden estar enfo-
cados a emergencias internas en el hospital o a emergencias externas al
hospital.
La realización periódica de este tipo de ejercicio permite mejorar la
calidad de atención y rapidez de la respuesta institucional, es por esto que se
debe programar su ejecución por lo menos una vez al año en cada unidad de
salud.
En todo simulacro deben participar tres grupos, los pacientes o afecta-
dos ficticios, los funcionarios de salud que actúan y los observadores.

136
Simulacros para eiriergencias internas
Consiste en poner a prueba la organiziici6n de la unidad de salud para
detectar y controlar la situación que genera la emergencia y las medidas
adopt;idas para evacuar a los pacientes, sus familiares y al personal.
Para su realizaci6n deben tenerse e n cuenta aspectos del plan co-
mo: Areas de riesgo, rutas de evacuación, escaleras y puertas de emergen-
cia. Areas de seguridad internas y externas. sistemas de alariiia y
coniuii icación.

La planificaci6n de un siniiilacro requiere:


La selecci6n de un coordinador.
La escogencia del tipo de emergencia o hip6tesis de trabajo: ésta
dehe ser seleccionada de acuerdo con el anrllisis de riesgo y de vulrierabi-
litkid previo de la institucidn, escogiendo el suceso que el personal iden-
tifique como el inás factible. para que todos se sientan rnrls
cniiiproriictidos en el ejercicio.
Iriforniación a la comunidad sobre el siiiiulacro. para que no inteifiera
en sii desarrollo. Igiialinente, debe conocer qué servicios (urgencias) coriti-
niinrdn prestdndose en l a Unidad, durante el simulacro para la a t e n c i h de
casos reales.
Activacih y ejecución del plan de cvacuaci6n.
Sistema de evaliiación del simulacro.
Para la ejeciici6n del simulacro se deben realizar las siguientes ac(ivi-
dades. tcnicndo cn Cuenta la racionnlizacidn del tiempo y inanteniendo el Or-
den qiie a coniiniiaci6n se sugiere.

Horn Actiiidad

0:oo Reunión del Comité Hospital'ario de Emergencias


Preparación de los pacientes ficticios
Preparación del evento simulado
Desplazamiento de los observadores a los lugares st.ñ:ilndos
r)cclnración de la alerta y la alturna interna
Aviso a las organizaciones de socorro
Miniobras tendientes a controlar el evento origen
de la emergencia si es del caso
Definición del tipo de evacuación: total o parcial
Inicio de la e v a c u a c i h de las áreas involucradas

137
El profesional dc enfemcria frenrc a los desastres

Ubicación de los pacientes en las zonas de seguridad


internas o externas
instalación del centro de atenci6n de los evacuados
Remisión de pacientes lesionados a otras instituciones,
si la situación lo requiere
Finalización del ejercicio
Regreso del personal, pacientes y visitantes a los lugares
reguiares donde iniciaron el ejercicio
Evaluación del simulacro

En la evaluación del simulacro participan el grupo de observadores, el


grupo de pacientes y los funcionarios de salud que intervinieron en éste. En
la evaluación se emplean formularios diseñados para ser diligenciados por
cada grupo de participantes; además de la información que se deje por escn-
to, debe hacerse reunión con todo el personal para comentar experiencias,
aclarar dudas y clarificar conceptos (véase Anexos 1, 2 y 3).
Simulacro para emergencias externas
Consiste en poner a prueba la organizaci6n de la unidad de salud di-
señada para atender situaciones de emergencia que generan demanda asis-
tencial superior a la regular. En él se prueba la coordinación con organismos
de socorro, el sistema de alerta, alarma y comunicaciones, las áreas de ex-
pansión, la disponibilidad de recursos, la ubicación del personal, transporte
y remisión de lesionados, evaluando tanto la preparación para la atención
prehospitalaria, como para la hospitalaria.
La planificación de este tipo de simulacros requiere:
Selección de un coordinador del ejercicio.
Ubicación del tipo y lugar del desastre: el desastre seleccionado debe
estar de acuerdo con las amenazas a que está sometida realmente la locali-
dad en donde se ubica la unidad de salud.
Establecer coordinación con el comité municipal de emergencias
de la localidad, asegurando la comunicación con los organismos de segu-
ridad del estado (policía y ejército), tránsito y la primera autoridad muni-
cipal.
Información a la comunidad sobre la realización del ejercicio.
Preparación de las áreas ubicadas por fuera del hospital: en éstas se
incluye la “zona de impacto”, los “pacientes” maquillados y si el simulacro
lo contempla dentro de sus objetivos, la instalación del centro de atención y

138
Simulacros de emergencias hospitalarias

clasificación de heridos (CACH) como segundo eslabón de la cadena de


socorro; para esto, se requiere definir la consecución de camillas, mate-
rial de curación, botiquines, medios de transporte, equipo de comunica-
ciones.
Activación y ejecución del plan.
Evaluación del ejercicio.
Se requiere el siguiente itinerario a seguir durante el día del simulacro
de emergencia externa.
Itinerario del día del simulacro-emergencia externa
Hora Actividad

0o:oo Reunión de grupos con participación de Defensa Civil,


Cruz Roja, bomberos, policía, personal de salud, con el fin
de ultimar detalles.
Maquillaje de pacientes
Desplazamiento de los observadores a los lugares asignados.
Con centración de los pacientes ya maquillados en el lugar
del desastre.
Declaración de la alerta
intercomunicación enue las agencias de socorro, rescate
y asistencia.
Declaración de la alarma inuahospitalaria por emergencia
ex tema.
Desplazamiento de ambulancias, equipo, personal de
socorro y rescate, al sitio de desastre.
Inicio del proceso de clasificación y atención de afectados.
instalación del puesto de mando unificado (P.M.U.) y centro
de atención y clasificación de heridos (C.A.C.H.).
Transporte de lesionados al(1os) hospital(es).
Recepción y segunda clasificación de heridos en e1 hospital.
Atención de víctimas del desastre en el hospital.
Finali7ación del simulacro.
Evaluación del simulacro.

Para la evaluación del ejercicio se emplean los siguientes formularios,


con el fin de hacer los ajustes respectivos y mejorar la preparación del sector
para la atención de emergencia (véase Anexos I , 4 , 5 y 6 ) .
El profesional de enfermería frente a los desastres

Bibliografía
Laverde de B.. Laura A.; Hurtado V., Graciela y J m ~ UL., o Jorge Iván. Plan Metropolitano
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Sarmiento. Juan Pablo. “Plan de emergencias hospitaiasio” Bogotá. Ministerio de Salud. Pro-
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140
Simulucros de emergencias hospitaíanas

Anexo 1
Evaluación de simulacro
Emergencias internas
Plan de evacuación

Guía para los “pacientes”

Este formulario está dirigido a las personas que actúan como pacientes du-
rante el simulacro; se hace con miras a evaluar la atención recibida durante
el proceso de evacuación:

No

1. ¿Recibió por parte del personal orientación sobre


la situación? _ _ _ _ -
2. ¿Durante el transporte fue manejado en condiciones
seguras?
3. ¿Recibió en algún momento apoyo emocional?
4. ¿Considera que la evacuación se efectúo
ordenadamente? ~-
5. ¿Recibió durante la evacuación algún tipo de
atención en salud? ~-

Observaciones:

141
El profesional de enfemería frente a los desastres

Anexo 2
Evaluación de simulacro
Emergencia interna
Plan de evacuación

Gufa para observadores


Este formulario va dirigido al grupo de personas que actuaron como obser-
vadores durante el simulacro; se hace con el objeto de evaluar la organiza-
ción general, coordinación y la atención brindada durante el ejercicio.
si No
1. ¿Se estableció la coordinación para el manejo de la
situación por parte del Comité Hospitalario?
2. ¿Se dio la voz de alarma institucional?
3. ¿Se estableció coordinación con organismos
de socorro y apoyo?
4. ¿Se realizó evaluación de la situación para definir
qué tipo de evacuación estaba indicada?
5. ¿La rapidez de la respuesta fue adecuada?
6 . ¿Se utilizó racionalmente el recurso humano
disponible?
7. ¿Existe una adecuada señalización de las rutas
de escape?
8. ¿Las áreas de seguridad internas son adecuadas?
9. ¿La designación de las áreas de seguridad fueron
adecuadas?
1o. ¿Se realizó la evacuación en orden sin poner
en riesgo las personas?
11. ¿Se brindó en forma oportuna atención de salud
a las personas que lo requirieron?
Observaciones:
Simulacros de emergencias hospitalunas

Anexo 3
Evaluación de simulacro
Emergencias internas
Plan de evacuación

Guía para el personal de salud


Este formulario está dirigido a los funcionarios de la unidad de salud, que
participaron en el simulacro; se hace con el fin de evaluar la organización y
la atención brindada a los pacientes durante el simdacro

SI No

1. ¿Se dio alarma institucional?


2. ¿Existe señalización de las rutas de escape y zonas
de seguridad?
3. ¿Las mtas de escape definidas (corredores,
puertas), son adecuadas?
4. ¿Las áreas de seguridad internas son adecuadas?
5. ¿Las áreas de seguridad externas son adecuadas?
6. ¿La distribución del personal para guiar la
evacuación es apropiada?
7. ¿El recurso disponible es suficiente?
8. ¿Se dio orientación a los pacientes sobre
la situación?
9. ¿Se observó coordinación durante la evacuación?

Observaciones:

143
El profesíoml de enfenneríufrcnie U 10s desastres

Anexo 4
Evaluación de simulacros
Emergencias externas
Plan hospitalario

Fase pre-hospitalaria
Rescate, salvamento y transporte
Este formulario está dirigido a las personas encargadas de realizar el rescate
y transporte (organismo de socorro) desde la zona de impacto hasta el lugar
de atención y clasificación de heridos o atenci6n hospitalaria, con el objeto
de evaluar la atención de las víctimas durante la fase pre-hospital'uia.

SI No
1. ¿Se estableció coordinación entre las diversas
instituciones (tránsito, organismos de socorro,
hospital)?
2. ¿Se contó con suficiente recurso humano para la
clasificación y el transporte?
3. ¿Se estableció un adecuado sistema de
comunic ación?
4. ¿El número de ambulancias o c,amillas fue
adecuado?
5. ¿Se registró el movimiento de los vehículos?
6. ¿Para la atención de las víctimas, se dispuso de
suficiente material y equipos?

Observaciones:
Sinrulacros de emergencias lto.rF>ifola~os

Anexo 5
Evaluacidn de simulacro
Emergencias externas
Plan hospitalario

Fase hosp i t a la I- ¡a
Guía para el personal de Salud
Este formulario estB dirigido al personal de la unidad de salud que participó
en la atención de las víctimas dentro de las instalaciones hospitalarias; su ob-
jetivo es el de evaluar la organización y atenci6n brindada durante la enier-
genc ia.

SI No

1. ¿Se presentó coordinación de las actividades por


intemiedio del Comité Hospitalario?

2. ¿Se dio voz de alarma institucional?

3. ¿Se utilizó el registro de información (tarjetas


de triage, registro colectivo de vfctimas) definido
previamente?

4. ¿Se adecuaron las Areas hospitalarias habilitando


las zonas de:
recepción e información?
triage?
h e a roja'?
,Ara a ni a ri l I a ?
área negra?
rú-ea verde?
iriorpite?
El profesional de enfenneríafiente a los desastres

5. ¿El recurso humano h e suficiente en:


la zona de triage?
la zona de recepci6n e información?
el área roja?
el área amarilla?
el área negra?
el área verde?
morgue?

6. ¿Los suministros disponibles (equipos y material)


fueron suficientes en las distintas áreas? - -

7. ¿Se coordinaron adecuadamente las actividades de


remisión de heridos? ~-

Observaciones:
Simulacros de emergencias hospitalarias

Anexo 6
Evaluación de simulacro
Emergencias externas
Plan hospitalario

Guta para observadores:


Este formulario va dirigido al grupo de personas que actuaron como obser-
vadores durante el ejercicio.
SI No

1. ¿Se estableció adecuadamente coordinación para el


manejo de la situación entre:
Comité municipal?
Comité hospitalario?
Grupos de socorro y tránsito?

2. ¿Se dio la voz de alarma institucional?

3. A nivel de la zona de impacto, ¿se contó con


suficiente personal?

4. Antes de ser transportados, desde la zona de


impacto al hospital, ¿todos los pacientes fueron
clasificados de acuerdo con la gravedad
de la lesión?

5. ¿Se contó con recurso de ambulancias o camillas


suficientes para el transporte?

6. ¿Al interior del hospital la respuesta fue adecuada?

7. ;,Se habilitaron las áreas de expansión?

s. i,El recurso hum'ano fue suficiente en las áreas de:

147
El profesional de enfermeríafrcntc a los desasira

iriage?
área roja?
área amarilla?
área negra?
área verde?
Morgue?
Recepci6n e informaci6n

9. ¿Se llevaron los registros definidos para estas


situaciones?

Observaciones:

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