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CURSO:

PRINCIPIOS PARA UNA CONVIVENCIA ESCOLAR ARMÓNICA

UNIDAD V:
EDUCACIÓN PARA LA PAZ, DESARROLLO DE AMBIENTES SANOS

ACTIVIDAD 5:
APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ EN MI
ESCUELA

NOMBRE:
ING. ALEJANDRA DOLORES BECERRIL AGUIÑIGA
INTRODUCCION

Un tema o enseñanza clave para la vida es la paz o convivencia pacífica. El ser humano,
social por naturaleza, necesita aprender a relacionarse con los demás. La noción de
educación para la paz fue impulsada por la Organización de las Naciones Unidas en la
década de 1970 con el propósito de formar a las nuevas generaciones en una «cultura de
paz», que permita a los hombres resolver los conflictos a través del diálogo, la mutua
comprensión y la valoración de la diversidad.

La educación para la paz es un proceso dinámico, continuo y permanente, fundamentado


en los conceptos de paz positiva y en la perspectiva creativa del conflicto. Este proceso
pretende: Potenciar la capacidad para afrontar los conflictos desde una perspectiva
creativa y no violenta. Vivir conscientemente los valores de igualdad, justicia, respeto,
libertad y solidaridad. Ahora bien, educar las actitudes y los hábitos del alumnado es un
proceso lento y difícil porque supone un compromiso de todos. La educación para la paz y
la convivencia requiere un planteamiento sinérgico: profesores, alumnos, padres,
asociaciones y, en general, la sociedad deben marcar unos objetivos comunes,
consensuados y mantenidos con tesón.

Es por eso que en este trabajo se pretende dar una propuesta de cómo se pueden
trabajar los principios de la educación para la paz como son la cultura de transparencia,
de legalidad, de transformación de conflictos, de la Solidaridad y el dialogo, y por último la
de la Paz. Cabe señalar que estos principios están íntimamente relacionados, y aunque
tal vez el orden de los factores no altera el producto, la ausencia de alguno sin duda
afectaría el resultado al que se pretende llegar.
DESARROLLO DEL TEMA

Como ya se mencionó la educación para la paz no es una opción más sino una necesidad
que toda institución educativa debe asumir. Por lo que se hace indispensable la
conformación de un plan de Educación para la paz. En este caso mediante la aplicación
de los principios propuestos por Montiel (2013) se realiza la propuesta para la institución
en la que laboro.

La Cultura de la Transparencia lo que propone es que el conocimiento público y la


claridad respecto de quiénes son los actores involucrados en un fenómeno, de cuáles son
sus procesos y cuáles sus resultados últimos es la primera piedra de la construcción de la
paz (Montiel, 2003). En este sentido se refiere a que debe existir un flujo de información
sin obstáculos es decir que al ingresar el alumno se le debe dar a conocer la misión y
visión de la institución, así como lo que se oferta y con lo que se cuenta, además de la
información proporcionada por los docentes, padres y alumnos en donde la información
que se maneja son datos personales, familiares, escolares, socioeconómicos y de salud
según sea el caso. Todo esto con el fin de que exista un flujo de información verídica y
legal entre los integrantes de la comunidad escolar.

La cultura de la legalidad tiene que ver con la relación que guardan las personas y las
sociedades con las leyes que las rigen. En este sentido lo que se maneja en la institución
es dar a conocer el reglamento interno del Colegio tanto a los alumnos como a los
docentes; la normas de convivencia, en donde se indica que reglas se deben seguir para
llevar a cabo un ambiente sano y sin violencia; dentro de las aulas los docentes también
tienen un reglamento que los alumnos deben respetar, así como todos los que laboramos
en la institución nos encontramos sujetos a disposiciones legales.

En la cultura de Transformación del conflicto existe un supuesto que se da por sentado:


que los conflictos no se resuelve, sino que se transforman, lo que a su vez indica que los
conflictos son un factor permanente en la realidad humana y que no son perjudiciales si
son manejados –transformados– de manera adecuada. Además incluye la Cultura de la
Legalidad, aunque no se limita a ella. Ya que la ley, cuando está bien diseñada y es bien
aplicada, es apenas uno de los recursos para la prevención de la violencia y la
transformación de conflictos. En este sentido la institución a través del área de orientación
se ha dado a la tarea de dar a conocer a la comunidad estudiantil algunos programas
mediante pláticas acerca de la prevención de la violencia así como manejar sus
emociones, en ocasiones a través de instituciones externas. Aunado a esto cuando existe
un conflicto dentro del plantel se hace uso de distintas herramientas como el dialogo, la
mediación, la aplicación de recurso o medios legales (reglamento).

La Cultura de la solidaridad y el Diálogo permiten potenciar el alcance de las estrategias


contra la violencia, ya que la paz es fruto de la solidaridad. La convivencia en una
sociedad necesita del compromiso y de la participación de todos. En este caso en la
institución se tiene compromiso y participación por parte de toda la comunidad escolar:
dirección, docentes, administrativos, padres de familia y alumnos. Ya que ser solidarios es
participar formando parte y tomando parte.

El diálogo es la herramienta fundamental para iniciar procesos de resolución de conflictos


en forma pacífica, para evitar las agresiones y los actos de violencia. La violencia encierra
un mensaje que no ha podido ser mediado a través de la palabra. Por este motivo,
adquiere vital importancia desarrollar en los alumnos todo el potencial para comunicarse
abiertamente mediante un diálogo sincero e incentivar en cada uno de ellos la escucha
atenta del otro.

Por último la cultura de paz consiste en una serie de valores, actitudes y comportamientos
que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus causas, para
solucionar los problemas. Mediante una cultura de la convivencia y de la participación
basada en los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad.
Rechaza la violencia y se dedica a prevenir los conflictos en sus causas y a resolver los
problemas mediante el diálogo y la negociación. Asegura a todos(as) el pleno ejercicio de
sus derechos y los medios necesarios para participar plenamente en el desarrollo de su
sociedad. En este caso en la institución se trabajan en el aula, las habilidades sociales,
habilidades para conseguir el equilibrio personal, las normas de convivencia, la
inteligencia Emocional y la prevención de posibles conflictos, así como Resolución de
conflictos a través de actividades que se realizan en conjunto con el departamento de
orientación.
CONCLUSIONES

En este contexto, se puede tratar con mayor sentido y eficacia el fenómeno de la violencia
en las escuelas. La mejor forma de evitar la violencia escolar es posibilitar mecanismos de
prevención, fomentando actitudes y hábitos de convivencia pacífica y de respeto a las
libertades individuales y los derechos de los ciudadanos.

No es menos cierto que todavía existen importantes carencias en la formación inicial y


continua del profesorado sobre los modos de prevenir y tratar los crecientes fenómenos
de violencia escolar. En este sentido, cobra especial importancia la aplicación de ciertos
programas de educación para la paz, la convivencia y la no violencia en los centros
educativos, promovidos por instituciones públicas y privadas. Como es el caso de este
curso,

A mi parecer para que todo esto se de debemos generar tanto en el aula como en el
centro, un clima de seguridad, de confianza, de apoyo mutuo. Con esto podemos lograr
que un conflicto tenga más posibilidades de ser resuelto de forma participativa en este
contexto de democracia y cooperación.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Fernando Montiel. Educación para la paz, una propuesta en cinco pasos. Perspectivas
progresistas, abril de 2013.
 R. Jares de Xesús “Educar para la paz: un reto en el nuevo milenio”.
 UNICEF va a la escuela para construir una cultura de paz y solidaridad.

 Herrero Rico, Sophia .Reseña de "Educación para la paz. Su teoría y su práctica" de
Xesús R. Jares Convergencia. Revista de Ciencias Sociales, vol. 10, núm. 33,
septiembre-diciembre, 2003, pp. 285-298.

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