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TEMA:
Immanuel Kant
Auguste Comte
CICLO: II
CURSO: Filosofía
INTEGRANTES:
Gracias
INDICE
Paginas Titulo
1…………………………………………………………………………………………………………..Caratula
2…………………………………………………………………………………………………………..Dedicatoria
3…………………………………………………………………………………………………………..Índice
4…………………………………………………………………………………………………………..Introducción
5…………………………………………………………………………………………………………..Cuerpo
5.1……………………………………………………………………………………………………….Biografía
5.2………………………………………………………………………………………………………Teoría de Conocimiento
5.3………………………………………………………………………………………………………Religión
5.4………………………………………………………………………………………………………Ética
5.5………………………………………………………………………………………………………Política
5.6………………………………………………………………………………………………………Pensamiento, frases.
6…………………………………………………………………………………………………………Conclusiones
7…………………………………………………………………………………………………………Bibliografía
8………………………………………………………………………………………………………...Anexos
INTRODUCCION
Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética;
la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La
metafísica de las costumbres que tiene dos partes, una centrada en la ética, la
doctrina de la virtud, y la otra centrada en el ius, la doctrina del derecho.
Una de las preguntas que Kant se plantea es: ¿qué puedo conocer? Para poder
responderla hay que señalar los principios y límites del conocimiento científico. Kant
defendió en un primer momento la metafísica dogmática racionalista (razonando
se puede alcanzar el conocimiento). Influenciado por Hume, Kant examinó la Razón y
propuso una “filosofía crítica”.
Hay que diferenciar también entre conceptos empíricos y puros. Los primeros son el
resultado de generalizaciones tomadas de la experiencia, como "casa" o "mesa". Los
segundos no dependen en absoluto de la experiencia: son a priori, y puestos
directamente por el entendimiento, al modo del espacio y el tiempo. Son las
estructuras a partir de las cuales se generan los conceptos empíricos y podemos, por
lo tanto, formular juicios.
Para saber si la Metafísica es una ciencia debemos investigar antes las condiciones
que hacen posible la ciencia. Hay dos tipos de condiciones: empíricas (experiencia
sensible) y a priori(no dependen de las circunstancias del sujeto sino de la mente.
Estas condiciones son universales, necesarias y no pueden dejar de darse: espacio y
tiempo).
La Crítica de la razón pura, obra de Kant está formada por tres apartados que se
corresponden con las tres facultades del conocimiento. Kant llama trascendental al
conocimiento del que poseemos intuiciones y conceptos a priori y de cómo estos se
refieren a la experiencia permitiéndonos organizarla para conocerla.
Alma, mundo y Dios son ideas que no se adquieren por intuición sensible ni hacen
referencia a la experiencia. Podemos pensar en ellas, pero no conocerlas, porque son
el límite donde nuestro conocimiento tiene que detenerse. El límite del conocimiento es
el límite de la experiencia.
La metafísica como disciplina científica es imposible, ya quiere alcanzar las cosas tal y
como son en sí mismas, sus objetos son transcendentes: el alma, Dios y el mundo
como totalidad. Ahora bien cuando hablamos de ciencia debemos diferenciar entre
percepción y conocimiento. La “percepción” incluye al cuerpo porque usa los sentidos
y parte de la mente, que los controla. La capacidad de percibir hizo que el cuerpo
fuese posible, tienes que percibir “algo” y percibirlo con “algo”. El conocimiento sin
embargo no solo se basa en lo sentidos, es más, desconfía de ellos, sino que se sirve
de la razón y de las ideas.
Es probable que para entender adecuadamente a alguien, más que en lo que dice, hay
que fijarse en lo que no dice porque considera innecesario hacerlo, ya que lo da por
supuesto. Y es casi seguro que Kant da por supuesto el Dios del deísmo, hasta el
punto de que tal vez se hubiese sorprendido de haber podido saber que poco después
de su muerte irrumpiría, con toda su fuerza, la negación explícita de Dios, es decir, el
ateísmo contemporáneo. Pero tal escenario intelectual ya no es el de Kant; en el suyo,
Dios, más que una idea que se tiene, parece ser una creencia en la que se está (por
decirlo echando mano de la célebre distinción orteguiana), y acaso por eso, Kant no
fue capaz de dar el paso a la negación directa de Dios, manteniéndose (lo mismo que
Voltaire) en esa suerte de ateísmo cortés que es el deísmo. En este contexto parecen
cobrar pleno sentido aquellas palabras de Bonald, según el cual: «Un deísta es un
hombre que aún no ha tenido tiempo de hacerse ateo.» Según esto, Kant (al igual que
Voltaire) no lo tuvo nunca.
Mas habría que añadir que tampoco lo tuvo muy fácil (ahora en términos
meramente políticos), para hacerse ateo. Llegamos así a la segunda hipótesis (a la
que aludía anteriormente) capaz de ofrecer alguna explicación de por qué no dio Kant
el paso a un ateísmo plenamente asumido desde el punto de vista teórico
ETICA DE KANT
Destaca por que a pesar de ser de surgir en la ilustración tiene connotaciones
religiosas, por lo que fue alabado por los filósofos cristianos, y criticado por los
filósofos ateos. Kant partía del punto de vista de que la diferencia entre el bien y el mal
era algo realmente real, para Kant todos los seres humanos disponemos de la
capacidad de razonar en cada momento si algo es bueno o es malo moralmente, por
lo tanto la capacidad de distinguir entre el bien y el mal es innata como el resto de
cualidades de la razón. Para llegar al bien supremo de la razón práctica para Kant hay
tres postulados que se deben cumplir:
Primer postulado: la libertad. El mundo del fenómeno está regido por la necesidad,
mientras que el mundo de la razón práctica está regido por la libertad.
Tercer postulado: la existencia de Dios. Lograr el bien supremo requiere también llegar
a la felicidad adecuada a la moralidad y para ello tenemos que postular la existencia
de Dios como realidad en la que el bien supremo se cumple
Para Kant todo hombre o mujer posees la capacidad de distinguir el bien y el mal
moral, una acción moral correcta para Kant es cundo se hace uso de esa capacidad
para hacer el bien sin importar las consecuencias, lo único que cuenta es la intención.
La razón teórica formula juicios frente a la razón práctica que formula imperativos.
Estos serán los pilares en los que se fundamenta la ética formal kantiana. La ética
debe ser universal, por ello sin contenido empírico, pues de la experiencia no se puede
extraer conocimiento universal. Debe, además, ser a priori, es decir, anterior a la
experiencia y autónoma, esto es, que la ley le viene dada desde dentro del propio
individuo y no desde fuera.
Los imperativos de esta ley deben ser categóricos y no hipotéticos que son del tipo "Si
quieres A, haz B".
-"Obra sólo según una máxima tal, que puedas querer al mismo tiempo que se torne
en ley universal."
-"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un
reino universal de los fines".
*¿Qué es el hombre?
Kant concluye su estudio dándole mayor importancia al deber, que es donde reside la
virtud de toda acción. Al hacer coincidir la máxima de cualquier acción con la ley
práctica, el ser humano habrá encontrado el principio objetivo y universal del obrar.
POLITICA
Kant no escribió nunca una gran obra sobre filosofía política, al estilo de las tres
Críticas, sino lo que se han considerado siempre "obras menores" en las que, con
frecuencia, no se ha querido ver una filosofía política, como Ideas para una historia
universal en clave cosmopolita (de 1784), La paz perpetua, un esbozo filosófico (de
1795), y Metafísica de las costumbres (de 1797), entre otras. Y todo ello pese a que
con su escrito de 1784 ¿Qué es la Ilustración?, ha quedado fuertemente asociado a
los ideales políticos y emancipatorios de la Ilustración, conocedor ya de la declaración
de Independencia de los Estados Unidos de 1776, y a quien se presenta con
frecuencia, además, como un firme defensor de los ideales de la Revolución Francesa
de 1789, siguiendo las opiniones de Heine, primero, y de Marx y Engels, después.
El pensamiento político de Kant está dominado, en efecto, por los ideales de libertad,
igualdad y valoración del individuo, propios de una Ilustración a la que Kant se suma y
defiende en sus escritos políticos. Al igual que en la ética, -donde se le confiere al
individuo, en cuanto sujeto moral, la capacidad de convertirse en legislador de lo
moral, desde su autonomía-, en la política el individuo será considerado también, en
cuanto ciudadano, el sujeto creador del campo de la actividad pública común.
La capacidad legislativa del ser humano se funda en el carácter formal con el que Kant
concibe la ética, y que se expresa en el imperativo categórico. Este imperativo, como
principio formal de la razón práctica, se extenderá a todos los campos de aplicación de
esta, incluida la actividad política. Así, no es de extrañar que Kant haya propuesto tres
definiciones del imperativo categórico, subrayando ya el carácter universal de la norma
moral, ya el valor intrínseco del individuo como fin en sí mismo, dada su naturaleza
racional y su autonomía.
Kant concibe el contrato social como la condición que hace posible la instauración del
derecho público, por el que quedan garantizados los derechos naturales. En realidad,
Kant admite un sólo derecho natural: el de libertad, del que derivan todos los demás,
los derechos civiles de igualdad y de autonomía. El derecho de libertad, al tiempo que
garantizado, queda limitado por el derecho de los demás, según el acuerdo tomado
por la voluntad pública. La idea de voluntad pública es claramente de corte
rousseauniano, pero en Rousseau la voluntad general representa el interés común,
mientras que en Kant representa la garantía de la libertad individual, es decir, se
establece como un vínculo jurídico formal entre los ciudadanos, en el que se funda el
Estado. Por lo demás, para Kant el contrato no tuvo nunca lugar, no es un hecho
histórico, sino una categoría o principio racional que opera como un eje de referencia
en la construcción de lo político y del Estado.
Vemos, pues, cómo Kant intenta reducir a una única síntesis los dos elementos
fundantes procedentes 1) de las teorías liberales (los derechos individuales de
libertad) y 2) de las teorías democráticas (la soberanía de la voluntad colectiva), que
todavía sigue inspirando en la actualidad a autores como J. Rawls y J. Habermas, en
sus intentos por fundamentar sus respectivas teorías del consenso.
AUGUSTE COMTE
(Auguste Comte; Montpellier, 1798 - París, 1857) Pensador francés, fundador del
positivismo y de la sociología. Con la publicación de su Curso de filosofía
positiva(1830-1842), Augusto Comte apadrinó un nuevo movimiento cultural del que
sería considerado iniciador y máximo representante: el positivismo. Tal corriente
dominaría casi todo el siglo XIX, en polémica y algunas veces en compromiso con la
tendencia antagonista, el idealismo. Como todos los grandes movimientos espirituales,
el positivismo no se deja fácilmente encasillar en las etiquetas de una definición
estricta y precisa. En sentido muy lato, puede decirse que es una revalorización del
espíritu naturalista y científico contra las tendencias declarada y abiertamente
metafísicas y religiosas del idealismo.
Muy buen estudiante, obtuvo varias veces "le prix de preéminence", dotado de una
gran memoria. Cursó estudios en la Escuela Politécnica de París de 1814 a 1816, de
donde fue expulsado por tomar parte en una revuelta estudiantil. No llegó a obtener un
título universitario, hecho que influyó negativamente en su carrera docente.
El 19 de febrero de 1825, se casó a los 29 años con Anne-Calorine Massin. Pasan por
estrecheces económicas y aumentan sus deudas, por ello Comte decide ser profesor
de "filosofía postiva" y organiza un curso de 72 lecciones que prepara a toda prisa.
Entregado a un trabajo muy exigente que casi no le permitía dormir, sufre una grave
crisis nerviosa. Abre su curso ante un número reducido de oyentes y debe de
suspenderlo. Se halla enfermo y culpa al trabajo y a la conducta de su mujer como la
causa. Tras ser abandonado por su esposa a causa de los violentos accesos de
cólera, se trasladó a a Saint-Denis en busca de reposo y los médicos aconsejan su
reclusión siendo diagnosticado como un "maniaco megalómano" siendo sometido a
duchas frías y otros tratamientos de la época. Probablemente sufrió una psicosis
maniaco-depresiva. La enfermedad se prolonga y el 2 de diciembre de 1826, gracias
a la intervención de su madre, abandona la casa de salud. A la fase de exaltación le
sucedió otra de depresión, Comte se arroja al Sena desde el Puente de las Artes, un
guardia real le salvó de morir ahogado. En 1844, convaleciente de una erisipela, se
relaciona con Clotilde de Vaux, que lo rechazó en un principio y que falleció dos años
después. Tras su muerte el filósofo se entrega totalmente a la "Religión de la
H'umanite" que expone en la segunda parte de su "Systeme de Polítique positive"
cuyas 2500 páginas escribe en menos de tres años.
Sostenía que del estudio empírico del proceso histórico, se desprendía una ley que
denominó de los tres estados y que rige el desarrollo de la humanidad. Los estudió en
su obra Course of Positive Philosophy (1830-1842; Curso de filosofía positiva, 1853).
Cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres estados teoréticos
diferentes: el teológico o estadio ficticio; elmetafísico o estadio abstracto; y por último,
el científico o positivo". Afirma que el estadio teológico tiene su reflejo en esas
nociones que hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye
algunos conceptos tales como el contrato social. El estadio positivo es el análisis
científico o "sociológico" (término acuñado por Comte) de la organización política.
Deseaba una sociedad estable gobernada por una minoría de doctos que empleara
métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos. Reconoció el valor de la
religión, pues contribuía a la estabilidad social. Consideraba que el medio para
establecer la armonía social es la propaganda de una «nueva» religión en la que el
culto a un dios personal se sustituye por el culto a un ser superior abstracto (al género
humano en general). En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877),
propone una religión que estimulara una benéfica conducta social.
Obras seleccionadas
La filosofía positivista
Por último, el positivismo de Comte entiende los problemas sociales como desórdenes
orgánicos del sistema y propone como solución reformas (ejecutadas por el poder y a
la fuerza, si es necesario) que integren funcionalmente a todos los miembros de la
sociedad, a la humanidad entera. Comte considera que el progreso social es paralelo
al desarrollo de las ciencias positivas, advirtiendo en las ciencias una relación
inversamente proporcional entre el grado de complejidad y el ámbito de aplicación.
Así, la primera ciencia serían las matemáticas, aplicables a todos los campos, pero de
complejidad reducida. Después vendrían la física, la química, etc., hasta llegar a la
ciencia más compleja de todas y cuyo único ámbito de aplicación sería la sociedad
humana: la sociología. El objetivo último de la sociología sería controlar el sistema
social estableciendo de manera positiva y útil relaciones entre sus diversos
fenómenos.
La sociología
Pero esta última todavía ha de ser creada. De ahí el tema constante del pensamiento
de Augusto Comte: el progreso científico no es nada si no culmina en una ciencia
social, y la ciencia social no puede establecerse si las ciencias que la preceden en la
clasificación no han sido lo suficientemente desarrolladas. Comte imaginaba esta
sociología aún no constituida (por la enorme dificultad que entraña explicar la
complejidad del comportamiento social) como una "física de las costumbres" o "física
social" que descubriría las leyes de las asociaciones humanas y permitiría formular
una reforma práctica de la sociedad, regulando su destino ético y político.
El Gran Ser está integradopor todos los seres humanos que han existido y existen
que en su totalidad forman la Humanidad que se perpetua a través de la generación
biológica; me viene a este respecto a la memoria la idea expresada en el musical del
Rey León cuyo hijo escucha una y otra vez: tu padre vive en tí, tu padre vive en tí, y
que incluye todos los elementos de la historia humana de sus civilizaciones, de sus
descubrimientos que perviven en cada etapa histórica de la humanidad “El Gran Ser
constituye necesariamente el mejor tipo de unidad, superior incluso a toda existencia
real.” ” La existencia del Gran Ser reposa sobre la subordinación continua de la
población objetiva presente, con la doble población subjetiva pasada y futura” (
Sistéme de politique positive IV)
También todos los seres vivientes y aún los inorgánicos tienden a formar una unidad
fundamental similar a la de la Humanidad tendencia que acaba por realizarse en la
especie superior que es el hombre: .”” No se puede concebir la Constitución del Gran
Ser sino combinando nuestra especie con todas las razas susceptibles de adoptar la
común divisa: Vivir para otro”. ( Ibidem I y VI).
Estas ideas nos llevan a pensar en la idea romántica y hegeliana de la realidad como
revelación progresiva de un principio infinito que obtiene su manifestación consciente
en la humanidad, y también en la concepción de la Humanidad de Feurbach.
Comte, A., Revuelta, J. M., & Berges, C. (2002). Curso de filosofía positiva:(lecciones I y
II). Folio.
Comte, A. (1965). Discurso sobre el espíritu positivo (No. 194.8 COM dis). Aguilar.
Kant, I., & Imaz, E. (1941). Filosofía de la historia (Vol. 1). El Colegio de México.
Kant, I., & Guyer, P. (1998). Critique of pure reason. Cambridge University Press.