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Pen? ONY own e onral perpoces DT: ae ‘3 , Los ariegos la raduje- ron por zor0n, ela ley», y este es el sentido que hha permanecido. La Tord es toda la ensefianza de Dios, religiosa y moral, eserita y oral, trans- mitida de gencracién en generacian. En el sentido restrictivo y en el sentido que se escucha generalmente, la Tora es cl Penta: 0 teuco, lo que se lee en la sinagoga dorante un ciclo anual comprendido entre la fiesta de la Alegria de la Tora del afio que acaba y a del ano que empieza El Pentateuco esta compuesto sélo por cineo libros que van desde la ereacign del mundo hasta la muerte de Moises: el Genesis, el Fxo- do, el Levitico, los Ndimeros y ¢} Deuterono- mio’, libros que Dios dio a Moisés, en el mon: te Sinai, después de que Moisés hicicra salir al pueblo judio de Exipto: «Moises subié a la montafa. La nube cubrié la montana. La gloria de YLIVH se establecio sobre el monte Sinai, y la nube los cubrié da- tante seis dias. El séptimo dia, YHVH llamo a Moisés desde el centro de la nube. El aspecto de la gloria de YHVH era a los ojos de los israe- litas una ama devoradora en la cima de la montafia, Moisés entré en la nube y subié ala montana, Y Moisés permanecié sobre la sanon biblico judio comprende, ademas del Pen sco, los libros proteticos (sais, Jeremias, Barue, Ezequiel, Daniel, Oscas, Joel, Arnis, Abdias, Joni, Mi quets, Nahiim, Habscuc, Sofonias, Ageo, Zacutias, Ma- Faytts)y los libros sapicneiales ¢ histdricos (Salmos, ‘Tob, Provertsivs, Rut, Cantar de los Cantares, Eclesisti ‘co, Lamentaciones, Esther, Daniel, Esdras, Nehemias 5 Crsnieas a montafa cuarenta dias y cuarenta noches» {Exodo, 24, 15-18). «Moises se dio la vuelta y deseendié de la montana con kas dos tablas del ‘Testimonio, ta blas escritas por los dos lados, escritas sobre tunay sobre la otra cara, Las tablas eran la obra de Dios y la escritura era la de Dios, grabada sobre las tablas» (Exodo, 32, 15-16). Para comprender el judaismo en general y la cibula en particular, es importante no olvidar que Dios ha escrito la ‘Tora y que las letras del texto presenten por ello un caricter particular dchido a su origen divino. Es importante recor- dar igualmente que Moisés fue el inico que es- cuché la vox de Dios cuando recibio la Tora y también el primero en transmitirla: «Todos los israclitas se acercaron y les orcens todo lo que YLIVH habia hablado sobre el monte Sinai» (Exodo, 34, 33) Por esta razén la ‘Tora recibe también el nom- bre de Toni de Moises Los hechos acaecieran en el siglo xii o en el siglo XII a. de C. y la trudicion cuenta gue los hebreos que recibieron la Tora a raves de la vor de Moises eran silo seiscientos mil, Moisés ahadié también estas palabras de Dios: «No es solo con vosotros que concluyo esta alianza... sino también con aquel que se en- — 2 cuentra aqui con nosotros en presencia de YIIVH nuestro Dios, y con aquel que no esti aqui con nosotros boys (Deuteronomio, 29, 14). La Tord afecta a todos los judios de todos los tiempos que tienen que llegar, y todo el trabajo de los pensadores judios ha side, por lo tanto, conocer esta palabra con el objetivo de seguir Joy mandamientos. éCémo lo hacen? Transm tiéndola y comparindose ce forma permanente con el texto, Pezo para empezar, es necesatio comprender lo que la palabra turd engloba lo que Ia alianza quiere decir y la naturaleza del don. Dios, creador del mundo, ha hecho al hom: bre a Su imagen, para que mantenga y desarro- lle el mundo asi creado y permita el estableci miento del reino de Dios, La alianza que concluye con el hombre, con «una multitud de nacioness (Genesis, 17, 4), descansa sobre la justicia y la rectitud y comprende Diez Palabras Jos diez mandamientos— que son revlas de conducta adaptadas a todos los pueblos y a to: dos los tiempos. Israel tiene que dar el ejemplo: «Os consideraré como un reino de sacerdotes, tuna nacidn santa» (Exedo, 19, 6) rechazando la idolatria y poniéndose al servicio de ki huma- nidad. La ‘Tord se ha dado a Israel para que a la Revelacion y permita de esta forma 3 la realizacion del diseho de Dios. Encontramos dos tipos de leyes, reunidas en el Levitico y en el Deuteronomio: las leyes religiosas y las leyes, morales que gobiernan la vida social y la vida de los judios que ticnen todus como final la salvacion de la humanidad y el reino del Mesias. Dios en la Tora La Tora no nos dice nada de Dios. No hace mas gue referir sus palabras y es esencialmente a ttayés de sus palabras que lo descubrimos, Dios es Uno: «¥ soy YIVH tu Dios que te hha hecho silir del pais de Egipto... no tendras otros dioses» (Exodo, 20, 2-3). Creo el Uni verso con su palabra, Es omnisciente y todapo- deroso. Es unico, inmaterial, sano, abstracto, Iejano: «no puedes ver mi cara puesto que el hombre no puede verme y vivir» (Exodo, 33, 20), No deja el mal sin castigo: «Dios dijo a Noé: “EI fin de toda carne ha llegado, lo he decidido, puesto que la tierra esta llena de vio~ Tencia a causa de los hombres y voy a hacerles desaparecer de la tierra» (Génesis, 6, 13). Pero es usto: «YHVH dijo a Noé: “Entra en el area ti y toda tw familia porque te he visto on como el dinivo justo entre mis hijos en esta ge~ neracion"» (Genesis, 7, 1), Se mantiene cerca de sus criaturas, amando, fiel a su alianza: «YHVH, YHVE, Dios de ternura y de piedad, Jento ante fa célera, rico en gracia y en fideli dad; aquel que mantiene su gracia a roil ger raciones, tolera falta, transgresién y pecudo pero no deja nada sin castigo...» dijo Moises (Exodo, 34, 6-7). Es sabio y comunica su sabiduria 2 Israel a través de la voz de sus profetas que El escoge y gue El convierte en «el instrument inspirado por surobra entre los hombres», seguin la expre sion de A. Chouraaui, Es simplemente. Eych (Exodo, 3, 14), nom- bre bajo cl cual se presenta a Moisés, futuro del verbo ser, expresa de forma fulgurante ka omni- presencia de Dios. El futuro, en hebreo, tadu ce tanto una accién que dura como una accidn futura, Por lo tanto, eveb tiene que compren- derse como un absoluto: «Soy cternamentes. «Desde ef punto de vista del tiempo y de la Historia, del devenir, de los futuros sucesi vos, la esenicia permanente de Dios gasantiza la unidad de la obra humana» (E. Amado Lévy- Valensi, La Raiz y la fuente). 1a fidelidad a este Dios que es una Palabra, a la Palabra de Dios, es la garantia del pucblo as — judio que slo existiré mientras serd ttansmi wida, La transmision de la Tora Moises habia previsto que cada siete anos la Ley deberia Ioerse delante de todo el pueblo de Israel reunido hombres, muj y ninos— para que oigan, y aprendan @ temer a YHVEL wuestro Dios, y cuiden de poner en prictica to- das las palabras de esta Ley» [Deuteronomio, 31, 12). Pero no tenia ilusiones. ¢No habia di- cho Dios «fel pueblo] me abandonari y rom- pera mi alianza ...], los abandonaré y ocultare ‘mi rostro»? (Deuteronomio, 31, 16-17). EI papel de los profetas ha sido esencial puesto que han forzado a Israel a ser fiel ala Loy, ala Tord, a han llevado de nuevo hasta el monoteismo cuando se alejaba. Oyendo la voz dle Dias en los acontecimientos cotidianos, tes- timonios de sus disenos, han sido su guia, acon sejindole, ratandeandolo, amenazandole, re- cordandole sin cesar la mansedumbre de Dios y la necesidad ade serviry de adorar a Dios en la unidad» (1. Epstein, E/ Judaismo). «Convertios y apariaos de todos vuestros erimenes; no haya para vosotros mas ocasiOn de culpa. Descar: 208 de todos los crimenes que habeis cometi- do contra mi, y haceos un corazén nuevo y un espiritu nuevo» (Ezequiel, 18, 30-31). «Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien yo prescribi en e! Horeb preceptos y nor ara todo Isracl» (Malaquias, 3, 22). in embargo, fue la toma de Jerusalen pot Nabucodonosor, en el aito 587 2. de C., la des truccidn del Templo, su centro espiritual, y la deportacién a Babilonia lo que hizo que los ju- dios tomasen conciencia de lo justo que era el juicio de Dios, de la absoluta necesidad de obedecerle sometiéndese completamente a la Tora y de que su perennidad dependia ante todo de cada uno de clos. Fue el inicio de las clas, de las academias: la transmisin de la ‘Tora debia hacerse a través de una ensenanza stricta. La wansmision se ha realizado hasta nues tros dias de forma oral y eserita, La Tora se ha transmitido de forma oral durante siglos. De su forma escrita no tenemos ningtin manuscri to anterior al siglo 1 a. de C. Ni siquiers frag mentos de textos encontrados en Qumram, puesto que el primer manuscrito completo de la Tota que se conoce data del siglo xd. de En cambio, se menciona en distintos libros de la Biblia. Dios grabs la ‘Tora on losas que dio a Moisés y-que se conservaron en el Arca de la alianza, ‘Moisés, antes de su muerte, puso por escrito, esta ley (Deuteronomio, 31, 9). ‘Los escribas —los soferim, es decir, las per sonas del libro (sepher) —, se mencionan des- de esta epoca (Deuteronomia, 1, 15). Se sabe tnicamente que eran una especie de funcio~ narios antes de convertirse, en una época dificil de determinar, en los agentes de trans- misién de la Ley, los doctores de la Ley, es de- cir, los tinicos autorizados a impartir su ense- En el siglo vita. de C., el libro de los Reyes nos ensefia que bajo el reino de Josias (640. 609), un libro de la Ley fue encontrado en el templo de YHVH (Reyes, II, 22, 8). El hallazgo avo lugar durante los trabajos de reparacion del templo. En el siglo vi, Nehemias (8, 1) menciona «el libro de la Ley de Moisés, que YHVH habia prescrito a Istael» y un poco mas tarde se sabe que Esdras, «un escriba versado en la Ley de Moisés que habia dado YHVH» (Esdras, 7, 6), habia «aplicado su corazin a escrutar fa Ley de YHVH, a ponerla en prietica y a ensenar en Israel los preceptos y las normass (Esdras, 7, 10). El rollo de la Tora La Tori ha creado un pueblo, Se encuentra en el corazén del pueblo judio y en el corazsn de cada judio: «CGolocaré mi Ley en el fondo de su ser y escribiré en su corazén, Entonces seré su Dios y ellos serin mi pueblo» Jeremias, 31 33}. Por ello, sus rollos son la posesién mas pre- ciada de la sinagoga. Se designa con el nombre de ford el rollo de pergamino o de vitela, formado por dos bandas cosidas una ala otra sobre las que se escribe. La escritura de una nueva ‘Tora obcdece a reglas muy estrictas. Al tratarse del texto divino, no debe comportar ningun crror, ningtin cambio cen relacién con el texto precedente, El texto, en hebreo, esti copiado a mano, con tinta negra, por un escriba que vigila para no olvidar ni afiadir ninguna letra, asi como para respetar los espacios entre las letras. El texto no contiene ni vocales ni puntuacion, Cuando el rollo esta terminado, se monta so- bre dos barras de madera, se rodea y se rev te con un manto o, en algunas comunidades orientales, se coluca en un cofre de dos ba: tientes Elroflo de la Tora se presenta a la comunidad durante las ceremonias en la sinagoga. 3 Cuando se vuelve inutilizable, por ejemplo cuando los caracteres se borran, cl rollo no se desiruye sino que se entierra 0 se coloca en un depdsito especial: la genraah. Es por esta razén gue ha sido posible encontrar, en el Cairo, ma- nnascritos muy antiguos de la Tora El canon biblico fue establecido definitiva: mente en Jabné, en el siglo td. de C., es decir trece 0 catorce siglos después de la Revelacion y el don de la ‘Tora. Durante todo este tiempo, la tierra de Isracl, descada tanto por los egipcios, como por los si: rios, los persas, los gricgos o los romanos, co- rocie los primeros infortunios, las guerras, los éxodos, las tentaciones de asimilarse. Y sin embargo, la transmision se efectué y los profetas hicieron oit la voluntad de Dios y sal: varon varias veces al pueblo de si mismo, recor- dandole sus deberes: «Buscad a YIIVIL y vivi- réis, por miedo a que se cimiente como cl Fuego sobre la casa de José» (Amos, 5, 6); «Vuelve Is- racl a YIIVEL tu Dios, puesto que es culpa tuya ‘que te haya hecho tropezar> (Oseas, 14, 2). Trece 0 catorce siglos durante los cuales los cescribas, los soferim, las gentes del libro, man- tuvieron la Tord, la ensenaron, la adaptaron las cireunstancias, la comentaron y dieron va- lor a todos los textos que la piedad judia apre 40 ciaba tanto para ascgurarse de su autoridad di vina Trece 0 catoree siglos en definitiva durante los cuales se desarroli6 una importante labor de exegesis que dio las midrashim y el Talmud y que preparé cl nacimiento de la cabala a Comprender y ensenar la Tora I texto de la Tori —que empieza con la creacién del mundo por Dios y que luego nombra a Dios por el redoblamiento del futuro del verbo ser: Eyeh achere Eyeb— muestra bien que el problema de la existencia de Dios no se plantea: Dios ha sido, es y sera Dios es una evie dencia, un axioma, La eabala es una larga me ditacién sobre Dios y sobre la creaci6n, La existencia de Dios es quizas el tinico con. cepto firme de la Tord. Todo cl resto ¢s materia para preguntar y para meditas, puesto que vi nierdo de Dios todo es significante. ZEntonces por qué ese dios iinico recibe el nombre de El Elohim, Adonai, Eych 0 YHVH? éPor qué ese dips que no se puede ver bajo pena de muerte (FExodo, 19, 21) se describe como un humano: «}, com- puestos por un cierto ntimero de tratados (en- tue siete y doce), divididos en capitulos. Este conjunto de textos recibid el nombre de reise y se convirtid, segin los deseos de Rabi Yehou- da Ha Nassi, en el manual de referencia de la vida judia, Basta leer los titulos de los sedartne para convencerse de ello, 16 El primero, el de las Semillas, se refiere a la agricultura: todas las reglas relativas ala cult: may al mantenimiento de los eampos y de los jardines estin expuestas en el, asi como los de. rechos de los pobres y de los sacerdotes en el producto de la sicga. El segundo trata del Tiempo, es decir, del ca- lendario y de las leyes que fijan el tiempo del shabbat, de las fiestas y de los ayunos. J tratado siguiente, el de las Mujeres, se re fiere 4 las relaciones entre los sexos, las leyes sobre ¢! matrimonio y sobre el divorcio, El-cuarto, el de los Perjuicios, tata de la ley y de los procedimientos civiles y criminales, asi como de las relaciones sociales, domesticas, econdmicas y politicas. El quinto tratado, el de las Cosas santas, se refiere a la ordenacién del culto, los deberes de los sacerdotes, y todo lo que afecta a la muerte de los animales. El Gltimo tratado, el de las Purificaciones, trata de la pureza y de la impureva de las cosas y de las persona Muy nipidamente, la Mishna se convirti6 en cl manual clisico de todas las escuclas del mundo judio y el texto fundamental de los es tuios y de la investigacién hermenéuticos en stina y Babilonia, Fue estudiada, interpre- 50 — tada y diseutida por los amoraine a a luz de to- dos los textos que habian sido descartados por Rabi Yohouda. El objetivo de los anzoraii, los sabios que se libraban a este estudio comple- mentario, no eri el de invalidar el trabajo de sus predecesores sino de «aprehender su valor, su sentido y su capacidad» (A, Cohen, E! Tal mud). Este trabajo de clatficacion y de justficacion de la Mishna fue llevado a cabo de forma si- rmultinea entre las escuelas palestinas y las es- cuelas habilonicas durante mas de un siglo. Se conoce como Gemara. Mubo una Gemara en Palestina y otra en Babilonia. Ambas son in. completas ya que slo cubren poco mis de la mitad de los tratados de la Mishna, pero no se limitan a las cuestiones legislativas. En cllas pueden encontrarse consejos meédicos, especu: laciones cientificas y debates filossficos. Debi do a las circunstancias historicas —Babilonia, donde la poblacién judia vivia en un elima de gran seguridad y de prosperidad, se habia con- vertido en el centro cultural de la vida judia—, Ja Gemara babilsnica es la que suele estudiarse con mais inter La Mishna y la Gemara, compiladas en el si: alo ¥, forman el Talmud, que se puede traducie como «ensefianza, En él se encuentra todo lo —a— ue se refiere a las obligaciones sociales, fami liares y religiosas del judio (la Halachah) y la historia, la filosofia y la teologia que constitu- yen la Haggadah a la cual «incumbia la gran misién moral de consolar,edificar, exhortar ¢ instruir una nacidn librada a los peores sufri- micntos, amenazada de estaneaci6n espititual porel exilio; ella dehe proclamar que las glorias del pasado prefiguran un porvenir no menos brillante y que la propia miseria del tiempo pre- sente ocupa su lugar en el plan divine que ha marcade la Biblia» (A. Cohen, op. cit.), De forma paralela al Talmud, que «eneierra todo un tesoro del pensamiento, de la historia, de la exégesis biblica, de las costumbres ju- dias... [que] ha moldeado la naturaleza del judaismo y ln identidad judia» (Diecionario ewctclopedico del judatsma), la composicién de manusles haggidicos de tipo midrasico conti- ‘nu, sobre todo en terrtorio babilénico. En sw mayoria eran comentarios sobre cl rexto biblico y de homlias sobre las lecturas realizadas du- rante lus fiestas que intentaban, con un lengua je muy vivid, hacer comprender lo que Dios espera de su pueblo, Las mas conocidas son, sin duds alguna, [a Midtash Rabu, la Genesis Rabba y las Pesik- ta Midrashim. Finalmente, todo e! material que no fue util zado por los sabios para el establecimiento del ‘Talmad se ha reunido en dos compilaciones: los TTosephta («suplementoy») y las Beraita («En- seanzas externas»). E! Talmud sc imprimié por primera vez en Venecia en el siglo xv y presenta, en cada p. nna, el texto de la Midna y de la Gereara corres pondientes, rodeados a su vez de referencias talmadicas y distintos comentarios, entre los ‘que se encuentra el de Rachi (1040-1105) el gran comentador de Champaia de ka Biblia y del Talmud. Las relaciones entre el hombre y Dios en el Talmud EL Talmud, «ese gigantesco esfuerzo de refle- ion sobre el texto» (A. Chouraqui, op. cit), obtuvo su autoridad por el hecho de que «esta basado en la Escritura y|...] sus doctrinas y sus principios se obticnen directamente de los que’ ncontramos en la Tora, en los Profetas y en las Escrituras» (1. Epstein, op. cit.) in ninguna duda, la reflexion del Talmud esta totalmente centrada en las relaciones entre elhombre y Dies, — yer Dios En el Talmud no se intenta comprender el axio- ima biblico «Dios es uno», sino que se parte de su aceptacion incondicional. Esta breve historia puede dat cuenta de la importancia de tal pos tura, «Dejad que os pregunte ahora donde se en- cucntra una cosa gue os acompafia de dia y de hnoche: vuestra alma. El hombre respondid: "Lo ignoro”. “iCémo!”, se admiré el rabino, “ino puede decirme qué lugar ocupa una cosa que cesxtd eleetivamente con usted y me pregunta so- bre alguien que se encuentra a tres mil quinien- tos afios de mi!”» Si Dios se describe a menudo ‘en Lerminos antropomérticas es, nos dice el Tal- mud, para «hacerlo imteligible al oido humano». Dios es una realidad cuya energia cread siempre esta trabajando. Ey omnipres trascendente ¢ inmanente, lo que el Talmud traduce con el rérmino schekina, «Su Presencia cn la creacién», en el mundo creado. Por esta raz6n, se trata de un Dios de amor no solo para, el pucblo judio sino para todos las pucblos y to das las naciones. El pueblo judio no es mis que 1 instrumento clegido para que la humanidad progtese hacia un mundo dirigido por la justin divina Dios posee todo, el hombre no es mas que su depositario y el Talmud no es mas que un largo desarrollo de lo que el ereyente tiene que hacer para permitir la Hegada del Reino de Dios. «Para los maestros talmudistas, Dios es ante realizadas mediante la observancia de la ley» (MA. Quaknin, |. Bo této, J. Moingt, La historia mus hella de Dios). El hombre Si el hombre obedece fa ley moral, ef hombre participara de la esencia de Dios; «lgual gue El es bueno, sé bueno; igual que Fl es miserivor- dioso, sé misericordioso; igual que El es justo, sé justo» (Levitico, 19, 2). EI hombre solo tiene deberes puesto que debe de todo, y esto es lo que la Biblia transmi- te en esta formula lapidatia: «Amants al proj mo como a ti mismo. Yo soy YHIVH» (Levitico, 19, 18). Porlo tanto, tiene que respetar toda la vida, tiene que evitar que sus actos atenten contra el honor y la reputacién ajena y tiene que scr justo y actuar de manera que cualquier persona pueda vivir de forma decorosa y sea ca- paz de honrar a Dios. El respeto por el otro le prohibe cualquier tipo de engafio: «Que vues- — tro sea recto y que vuestra 0 sea recto» (Babe Merzta, 49 a). Debe ser caritative incluso hacia un enemigo: «Aunque tu enemige se haya levantado temprano para matarte y llegue mucrto de hambre y alterado a tu casa, dake de comer y de beber» (Midrash en Prox., 25, 21). Es necesario ser santo a imagen de Dios puesto que Dios ha hecho al hombre a st ima- gen (Genesis, 9, 6) y por ello hay que luchar Contra los sentimientos de envidia, codicia, or- gullo y célera que pueden llegar a destruit el bien, «Es cierto que las iniquidades del hombre encolerizado pesan mas que sus méritosm (Ne- darint, 22 b). Para ello, es preciso desarrollar sus virtudes, Ja humildad, su fe en Dios y ob- servar los sciscientos trece mandamientos (mitsvot) presevitos. E] Talmud, por lo tanto, trata todos los prin: cipios religiosos prescritos en la Biblia, Insiste en la importuncia de la plegaria matinal, preco- niza numerosas bendiciones para agradecer a Dios todo lo que ha puesto de bueno a disposi- ion del hombre y regula las ceremonias priva- das (matrimonios) y publicas tHiestas y ayunos). EV Talmud se concibe como una guia prictica que ha de permit al hombre judio someterse a la voluntad de Dios no por su bien personal sino por el bien de la humanidad al completo, —% puesio qe alo que ea abajo esta también Para concluit, citaremos a A. Cohen: «Lo més importante que el Talmud ha hecho por el pue- blo judio ha sido hacerle sentir que la desapati ion del Templo no comportaba ka desaparicién de su religidn. Por muy duro que fuera el desti ro, el camino permanecia abierto pari acercar- sex Dios», _ 57) — Elevarse hacia Dios y contemplarlo Sens Scholem, cualyuier espiritu pro ndamente religiaso s6lo tiene un deseo, encontrar «la armonia imaginaria del Hombre, del Universo y de Dios» y sélo puede hacerlo fen su propio contexto religioso. Cualquier esp ritu religioso aspira a la unidn, a la divinidad y al misticismo. El misticismo existe en la tradicién judia como en todas las tradiciones religiosas. Esti presente en la Biblia y, en consccuencia, en el Talmud, Sus imégenes son de gran belleza Pignsese en el suefio de Jacob, las visiones de Asafas, la deseripeion del carro celeste en el Li tbro de Ezequiel o has visiones apocalipticas del Libro de Daniel por citar sélo las mas impor- tantes, Sin embargo, la experiencia mistica sto esta reservada a unos poeos: «muchos comen- tan la Merkabah (la vision del carro] y no la han — 9 — visto nunea en su vida» (Tosephta Mewillah, TM, 17; citado por R. Gootsehel, La Cabala), A diferencia de otros misticos, el judio no busca la union con la divinidad. Al principio, se esforz) en superar las pricticas teligiosas habi- tuales para contemplarla en su esplendor, a ciemplo de los profetas. Mas tarde, intents des. cubrir los secretos retomande el texto de la “Tord con una éptica distinta de la de! Talmud Fue en ese momento, en el siglo Xt de nuest era, cuando el movimiento mistico judio re bio el nombre de cabal Mas adelante, el nombre pasé a designar toda la mistica judta, La confusion de procedi- mientos y fines fue tal, que los estudiosos act fiaron las expresiones cabal estética y cabal meditativa para diferenciarlas. No obstante, tal distincion es arbitraria en la medida en que el ‘mistico julio busca y ha buscado siempre ac- tuar al lado de Dios para lograr el bienestar de la humanidad Rabi Sime6n Bar Yochai te sabio del siglo tse prese —la gran obra de la mistica judia, realizada en cl siglo x1 por Moisés de Leén— como el mis tico por excelencia, como la Lampara Santa de la cual es necesario transmitir la ensefian, En la actualidad se lo considera un santo y se lo honra durante las fiestas de Lag Ba Omer Sin embargo, apenas hay referencias suyas: tan solo unas pocas lineas en el ‘Talmud y la Mi dash. ‘Guy Casaril describié a grandes rasgos su ca rrictet cn la obra Rubf Simeon Bar Yookai y la cd ala. De él tomamos los siguientes datos Nacié cn Galilea a finales del siglo 1, Fue alumno de Rabi Akiba, el maestro de la Mish na, El Talmud nos lo muestra orgulloso y 08 cionalista a ultranza: «Rabi Juda, Rabi Joss¢ y Rabi Simeon estaban reunidos y Judi, un hijo de prosélito, se mantenia cerca de ellos. Rabi Juda observe: “Los trabajos de los romanos son admirables: han realizado caminos, han construido puentes y termas.” Rabi Jossé guar do silencio. Rabi Simedin replies: “Todo lo que han hecho, lo han hecho para si mismos: los caminos para las prostitutas, las termas para sus cuerpos, los puentes para climinar los pea jes"» Gabbarh, 33 b; citado por G. Casatil) tas palabras le valicron, al igual que a su jo, un exilio de trece ahos en el desierto, frente a la Ley y con Dios», Durum esc tiempo adquitié un conocimiento profundo de —_— Ia Ley, el amor de Dios gracias a In ensefianza ue les procligaba cada dia el propio profeta Elias durante las visiones y con una sensibili- dad exteema: «B] rigor no puede obrar con se veridad en los lugates que Rabi Simeon Bar ‘Yochai tiene como costumbre frecuentar» (Zo: bar, W). Después de este exilio frente a Dios, seguro de las ensefianzas que le habia dispensado el profeta Elias, Hevé una vida santa y perfecta, totalmente dedicada a la ensefanza del amor de Dios. A lo largo del Zohar lo vemos llorat, compadecer a los demas o interceder ante Dios para salvar a uno de sus discipulos de ia mucr- te. A su muerte, «aparecié una cohorte de dos sobre las alas de los cuales Rabi Simeon y su hijo Rabi Eleazar fueron elevados hasta la Yeschiva Celeste» (Zohar, D) Era importante entretenerse sobre li histor de la vida de Rabi Simesn puesto que prueba existencia desde tiempos antiguos de esta co. rriente mistica —influida por la gnosis? y otras herejias cristianas—. Esta corriente mistica co- 5, Las mistica judia de la MerkaPr con sus sicte palacios, sus porteros y su divinidad sobre un trone hace pensar en tn plerora de os pndsticos con sus vanes, sus potenetas boro un cierto auge durante los siglos vu y vit en Palestina y en las escuelas de Babilonia y en- contraré su pleno apogeo en la cibala La literatura de los Héchalot Segdin Gershom Scholem, el texto de la vision’ de Ezequiel es cl que primero llamo la atencisn a los dociores de li Ley. Recordemes ese bello texto, redactado en el siglo via, de C., mientras Ezequiel estaba exiliado en Babilonia. En el centro de lo que nosotros llamariamos un tornado —«era un viento de tormenta que soplaba del norte, una gran nube, un fuego que brora, con un resplandor alrededor —, iel vio de pronto «cuatro animales con sic aspecto: tenfan forma humana. Cada uno tenia cuatro caras y cada uno cuatro alas. Sus pietnas cran rectas y sus eascos eran como cas- ‘cos de buey, brillantes como el bronce pulido. Bajo sus alas tenian manos humanas giradas hacia fas cuatro dirceciones, igual que sus caras y sus alas [...]. Respecto a la forma de sus ca: ras, tenian una cara de hombre y los cuatro te- an una cara de ledn a la derecha, los cua tro tenian una cara de toro a la izquierda y los cuatro tenian una cara de guia, Sus alas esta —e— ban desarrolladas hacia arriba; cada uno de ellos tenian dos alas que se juntaban y dos alas que le cubrian el cuerpo; todos iban hacia adelunte; iban alli donde el espirivu los em- pujaba, no se giraban mientras caminaban... y habia tambien una rueda en el suelo, al la do de los animales con euateo caras. El aypec- tw de estas ruedas |y su estructura] tenia el bri llo de la crisolita. Los cuatro tenfan la misma forma; respecto a su aspecto y a st estructu 14: era como si una rueda se encontrara en me dio de la otta. Su circunferencia era de gran ta- maho y asustaban y la circunferencia de las cuatro estaba lena de reflejos alrededor. Cuando fos animales avanzaban, las tucdas avanzabsn al lado de ellos y cuando los anima- les se elevaban del suelo, las ruedas se eleva- han... Habia algo que pareeia una boveda, res plandeciente como el cristal, stuada sobre sus caberas, Por encima de la boveda que estaba sobre sus cabezas, habia algo que tenia el aspecto de una piedra de zatiro en forma de trone, y sobre esta forma de trovo, encima, en lo més ako, un ser con apariencia humana. Y vi como el res- plandor del bermejo, algo como fuego cerca de Al, alrededor, desde lo que parectan ser sus ri- ones y por encima y desde lo que parecian set — 64 — sus rihones y por debajo, vi algo como fuego y un brillo alrededor; el aspecto de este brillo, a rededor, era como el aspecto del arco que apa rece en las nubes los dias de Havin. Era algo que se parecia a lu gloria de YHVH» (Ezequiel, 1, 4.28). La imagen de Dios en la nube se encuentra ya en el Pentateuco: la nube precede alos israc- litas que salen de Egipto (Exodo, 14, 19-20), cubre el Sinai durante la Revelacion (Exodo, 19, 16) y mis tarde el Taberniculo (Exodo, 40. 34), el primer santuario erigido por Moisés, De igual forma, se encuentra en el Pentateuco la Juz resplandeciente que emana de Dios (Exodo 24, 17) ye trono de zafiro (Exodo, 24, 10). La vision de Ezequiel precisa por lo tanto y amplia Ja imagen de Dios en el Exodo. Otros visiona- rigs, empezando por Enés en el siglo ta. de C., dain cuenta de este aspecto de Dios y mediti tin sobre esta vision intentando comprender todas sus elementos y construyendo de esta forma todo un sistema que permita lograr el co- nocimiento diving, Este movimiento se desarrollé en el siglo uy 1V, quiza como reaccion a las persecuciones que ta Iplesia catdlica infligia a los judios que, exi liados y amenazados, se refugiaron en la von- templacién de la gloria de Dios. Constituye un — 6 — cslabén esencial entre el misticismo de las épo- cas antiguas y lt vibala propiamente dicha. El mekubat El pzokubal es la persona que ha recibido la Tea- dicién, el cabalista, Para adquiric el grado de competencia necesario habia que someterse tn proceso de iniciacion. Era necesario eumplir con un cierto nGmero de requisitos: poseer grandes cualidades morales, observar estrieti- mente Los nif, los mandamientos, ¢ incluso presenter caracteres fisionomicus precisos Un largo period cle ayuno preparabu para el deescenso' del cabalista hacia el earro, Con la ca centze las sodillas, murmuraba plegarias, le Lanias o himnos que permitian a su alma atrave 6 Fl alma del mctuhal subia a través de los ciel hacia clearro a trona de Dios para contemplarie, El retome hacia el mundo cotidiane, el descenso, era un momento peligroso tal como veremos con la experiencia de Rabi ‘Akiba vel sus amigos. La experiencia excita esta reser vada solo a horobres bastante equilibrados v sabios que puedan vivirla sin desligarse de la realidad ni exeluinse lol mundo. ELneeibul tiene que vier e9 el mundo, tra Ina, casarse y estudiar, De abv que lt experiencia estat case denumine baad en lugar de ascenso, 6 sar alos siete cielos y os siete palacios, rompien- do la hostilidad de los arcontes, desbaratande Las. artimanas de los porteros... {para llegar] final- ‘mente a la contemplacion de Dios Rey en su glo- tiay (G. Casail, op. cit). Dos escribas lo acom. paftaban y anotaban todo lo que veia durante su extasis. De esta forma se constituys todo un conjunto de textos, la literatura de los Hechador 0 Libros de los palactos agrapados bajo el nombre de Maasseé Merkaba (Colecctim del car) EI Moassé Merkaba La descripcidn del descenso hacia el eatto es la materia principal de estos tratados, Para alean zar el objetivo de su visje, la contemplacisn de Dios, el alma del rzekubal tiene que atravesar sicte esferas, siete palacios que estan protegi dos por porteros. En cada puerta es necesario mostrar un sello magico y pronunciar una pala bra clave, Cuanto mas se acerca el alma a la séptima esfera, la progresion es mas dificil, puesto que los porteros —ngeles y arcontes son cada vez mas exigentes. Si el viaje tiene éxi- to, el mekubal lega ante «el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y ¢} Dios de Jacob», que se muestra en toda su gloria, — 9 No todos los iniciados conseguian realizar este viaje, puesto que la experiencia mistica te- nia que dominarse, en caso contrario llevaba a li muerte o a la locura, La historia del Talmud (Hagiga) explicn de la siguiente forma la tura de los cuatro sabinos Ben Azzai, Ben 7 mah, Aber y Rabi Akiba: llegaron todos al final de su viaje y entraron los cuatro en el Paraiso, ppcto slo Rabi Akiba salio indemne de él, pues to que sélo él era lo bastante sabio como para no perder el eontaeto con la realidad: Ben Azza murio, Ben Zomah se volvid loco y Aher rene: go de su fe, El Dios que contempla lo mistieo esta descr: to on rasgos antropomérficos en el tratado Shiur Korea (Medrdas del cuerpo). Sin embargo sus dimensiones son tan monstruosas que se convierte en un scr dificilmente coneebible para la razon —al.a altura de su nuca es de tre- ce mil veces diez mil mis ochocientos parasan gas» (citado por R. Gaetschel). Este Dios de Gloria, que el Shiur Konea nom: bra tambien como Creador del Mundo, ests servido por una muchedumbre de angeles y por Métatron. Esta figura, que se encuentra igual- una satigua medida de superficie que 5.250 m longitudinaes. — «6 — mente en el libro de Enoch, s dificil de com- prender, Quién es Métatron? En algunos tex- tos se identifica con Ends, cuya piedad lo hizo merecedor de la naturaleza angelica. Otros tex- tos lo asimilan al singel ¥ahoel, el éngel de Dios ‘que aparece en el Exodo (23, 20-21). En cual- quiier caso, se trata de una figura césmica tan insigne, que cuando Aher la contemple se con- virtio en hereje. éAcaso sc trata de una refe- rencia velada al gnosticismo, tal como apunta R. Goetschel? El Maassé Bereshit El Maasse Bereshet es también una compilacion de tratados y textos de procedencia babilonia redactados entre los sigios ul y vid. de C. Tal como indica su nombre (beresbit es la primera palabra del Genesis y significa «al principio) versa sobre la Creacion. La obra mas importan, te es cl Sefer Ha Yetsira (Libro de la Creactén), una obra densa y breve que explica el significa: do iitimo de todas las cosas. -«Sogtin treinta y dos misteriosos senderos de sabiduria, Yah, Seitor de las Armas, Dios vi- viente y Rey del Mundo, El Shadat |... ha gra bado y creado su mundo». Los treinta y dos 69 = misteriosos senderos de subiduria» que apare- cen en el primer capitulo del Sefer Ha Yetsira son «los diez wfirut belima y lus veintids letras principales», es decir, las veintides letras del al: fabeto hebraico, Estos diez sefnat belina tienen vatios signi cados Cada seffra representa los diez nameros pri- mordiales, que no son cifras sino los elementos: que constituyen la creacion, es decir, las diez dimensiones del cosmos —lo alto, fo bajo, la parte delantera, la parte trasera, fa derecha y Ja izeiuierda, las dos dimensiones del tiempo, bien y el mal—. Desasrollan igualmente kt no- n de «viento de Dios» que encontramos en el Genesis, 1, 2: «La tetra era caos y confusion y oxcuridad por encima del abismo, y un viento de Dios avieteaba por encima de las aguas». La primera sefira es e] viento de Dios de donde procede el aire que crea el agua y el fuego y que se eorresponden con ef segundo, tercer y cuar- to .efirot, Los otros seis restantes representan las seis direcciones del espacio. Los sefint son emanaciones de Dios, Ideas platonicas, tal como expuso Filon de Alejandria: «Su palabra esti en ellas (los.cfirt) en Ia ida y en el retorno ya Su edicto corren como un torbellino y ante ‘Su trono se prosternariinm, —n— Igual que las Diez Palabras del Génesis for- man el mundo, igual que los Diez Mandamien- tos son el origen de la humanizacién de la espe cic humana, los diez sefiro? constituyen una doctrina de Dios Creador. Forman la estructe ta del mundo creado y la cabala intenta hacer- las inteligibles a través de una gran diversidad de imagenes que reflejan la unidad infinita de Dios. E] significado de las veintidés letras que El hha agrabado y esculpido Ly con las que] ha for- mado todo lo formado y todo el futuro que se formariy se da en los capitulos siguientes del Sefer Ha Yewira. Las letras dlef, mem y shin re- preseotan el fuego, el aire y el agua, pero tam. bién el tiempo de las estaciones (el verano, la primavera y el invierno! y las tres partes del ‘cuerpo humano (cabeza, pecho, abdomen). Es+ tas tres letras son conocidas como letras readres y adquieren nuevos significados en el iltimo capitulo del Sefer Ha Yetvina. Las sieve consonantes que en hebreo tienen tuna doble pronunciacion representan los siete planetas del cosmos, los siete dias de fa sema- na, los siete orificios de la cabeza, el templo y las seis direcciones del espacio, etc Las doce consonantes simples corresponden alos doce érganos principales del hombre, a las —n— doce constelaciones del zodiaeo, a los doce me ses del aio, ete. Combinadas entre ellas, las veintides letras del alfabeto forman adoscientas treinta y una puertas» en ef origen de todo lo reat (el univer- so, el tiempo, el cuerpo, los sentides, el bien y cel mal) y estan alli por la misma manifestacién del Nombre, de YHVH 0 de Dios Ast pues, segtin el Sefer Hla Yetsra, se trata de la potencia de las letras, la energia contenida en las letras que ban permitido la creacién del mundo puesto que el mundo fue creado por la palabra de Dios. Diez veces aparece la expre: sion «Dios dijo» en el Génesis y con su vou cred la luz, el firmamento y las aguas, la tierra, Jos frutos de la tierra, los astros, los peces y los pajaros, los animales terrestres y el hombre. El poder del verbo adquitio un caricter ma gico, G. Scholem afirmaba que en este libro tal ver se hallaba en el origen del mito husidico del Golem, «criatura de agua y de arcilla, de tuego y de aire, servidor décilo rebelde», creado por cl hombre para servirlo: «Al construir el Go- lem, el hombre ocupaba el mismo lugar que Dios cuando cres al primer hombre, si bien de- hio sustitur el aire de Dios por la potencia de la vibracion de las letras del alfabeto hebraico» (M.A. Ouaknin, op. ett.) 2 — Por lo tanto, el estudio de las letras es pri- mordial para quicnes descan comprender el misterio de Dios y de la creacién y prepararse para la legada del Mesias. El estudio de las letras El hebreo es una lengua que se crea a medida gue se lee, El alfabeto solo comprende vei dés consonantes y por ello el lector tiene que reconstruir las palabras aftadiendo las vocales apropiadas, Un palabra escrita puede tener di versos significados y sélo la vocalizacién y el contexto le dan su significado original. Silas le tras del rollo de la Tord no estan puntuadas, «nos revela que su naturaleza no esta eireuns crita sino gue es infinita, puesto que procede del Infinito, y nos ensefia que las letras esperan nuestros comentarios y que estos pueden ser ilimitaclos» (A, Safran, La Sabzdarta de la cba 14). Las letras poseen una dinamica, una ener tia que es la propia cnergia de la eteacisn, ya que son obra divina, Dios las utilize para grabar la Tora sobre las tablas de piedra. Y es esta energia la que e] cabalista intenta liberar para que el mundo continie existiendo. De hecho, Ja palabra existncta en hebrew se escribe con kas as yg letras HVYH, las mismas que componen el Te tragrama (YHVH)}. Los estudios de las lecrus son por lo tanto primordiales para el cabalista puesto que lo conducen al conocimiento de Dios y a la comprension de la existencia y la creacion. La Tora vivira eternamente, pues a través del estudio de las letras, permite con- templar el mundo a la luz de lo infinito. Liste es- tudio se realiza siguiendo diversos procedi- mientos de entre los cuales los mas importantes son Ta guematria, el notaribon y la terra. La guematria Cada letra hebraiea representa un sonido, una cifra y, por lo tanto, un peso y un valor. De esta forma lef, la primera letra, vale 1; bet, la s gunda, vale 2; guimel, la vercera, 3; ete. Cuan- do se analizan las palabras o expresiones segin esie metodo —Ia guematria— se consiquen re- sultados sorprendentes que «permiten desve- lar el significado profundo, escondido y di to de las palabras 0 las frases» (Diccionarto encielopédico del judatinaa). Adernis, una pala bra no esti compnesta sélo de letras, de valores colocudlos uno al lado del otto y sumados, sino tambien de lo que separa las letras en cuestisn au Asi pues, la palabra shem («nombre) esti compuesta de la letra shinr (300), de mene (40) y del espacio entre las dos, que ¢s 260 (300-40), valor, a su vez, de la palabra sar (sanel, resh) que puede traducirse por «alejamiento». El nombre sélo adquiere su significado pleno si nos «alejamos» de su significado primero para ‘comprender, para ver lo que subyace, para ver donde dirige el pensimiento. Esta inter- pretacién esti corroborada por el hecho de que estas dos letras shin y mem pueden leerse como shan («alli», «lejos». M.-A. Quaknin muestra de esta forma como estas miitiples palabras que encontramos en las gencalogias biblicas ticnen que ser Jeidas para comprender no sola mente cl significado sino también todo lo que connotan, M.-A. Ouaknin, a propésito de la riquera de la lengua hebrea, explicaba que las medidas del arca que Dios ordend construir a Noe «300 codos para la longitud, 50 para Ta an chura, 30 para la altura— forman en hebreo In palabra lachone (lanied = 30, shin = 300, snow = 50), que significa “la lengua” y que se refiere tanto al Grgano como al idioma de un pais». Por otza parte, es necesario senalar que en hebreo sila palabra seva designa el arca, de- signa igualmente a la «palabra». En consecuen- _ 15 - m= T= = Ry oar fof |] OR] ew o | oer ofa |g | soon a | cool «| > |] op] seven] | af ome fete || p | om || milo [elo |ppl = ® plow fefe |] a] soe fo] 0 | pf awe |efo [fp] oor jaf]! ee ee | wl rer fife |] Ry] saw 0 + {ro fre |[A Lm fo | vworwmiencooe asians | ss —% cia, quien entra en el arca entra tambien en la palabra, «en el interior de cada palabra o en ef corazon de cada letra hebraica, constituida asi- mismo por otras palabras. «Entrar en Ja pala- trav durante la plegaria y durante el estudio es el procedimiento cabalistico por excelenci El notarikon y la femura Los otros dos procedimientos mas empleados para «cntrar en Ja palabra» son el otarskon, {que consiste cn formar una palabra con las le tras iniciales 0 finales de las palabras de una fra~ se —G. Casatil pone como ejemplo la palabra Addin, que revels la Negada de David y del Me was en fa medida en gue incluye las iniciales de sus nombres— y la fennura, que permite poner Ja palabra en movimiento, peemutando cada una de sus letras. La tradicion afirmaba que cada palabra posela seventa catas. Tales tGenicas permiten que «el hombre diri- ja las letras», segiin la expresion del Rabi Lévi Teshaq de Berditehev citada por M.A. Ouak- nin (Concierto..., op. ct.). EV hecho de ditigit las letras puede comprenderse como Una ma nera de orientar la meditacion, de rechazar la contemplacién pasiva el mundo, de pacticipar aj — activamente en su comprensidn, de construit una cultura. Por todo ello, el Sefer Ha Yeesna tuvo una re- percusién extraordinaria en el mundo judio. Fue el texto fundador de toda la cabala medita- tiv medieval tanto en Oriente como en Occi- dente. — 2 — La emergencia de la cdbala 1 desarrollo de la especulacién mistica se vio favorecida en Babilonia por el movi miento karaita que surgio en el siglo vill y que se opuso al judaismo rabinico. Rechazaba la ley oral representad por el Talmud y anunciaba un retomo al tinico texto de la Tord —y, por consi- guiente, fa vuelta a Palestina— con el objetivo de adelantar la llegada del Mesias, De este mo vimiento nacieron textos redactados con el es- piritu de los Heéchalot y del Shiur Kone, toxla una literatura apocaliptica relacionada con la llegada del Mesias, obras de tendencia gndstica ydinalmente, y de forma inevitable, obras de magia que pretendian utilizar el pocter de las le- tras en provecho de los hombres. Todos estos textos dan testimonio de la abundaneia y de la diversidad de lus ideas en Oriente y en el Me- dio Oriente durante el periodo que vino des- pués del final del Imperio romano ¥ los inicios de lo que llamamos la Edad Media. La preeminencia del Talmud babilonio en el siglo vut corre parejo al apogeo de las escuelas judias mesopotamicas y al inicio de la expan sidn del pensamiento mistico hebraico en Oc- cidente, favorecida por la aparicion del islam nel siglo vit que se reconocia deseendiente de Abraham de la misma forma que Israel se mostraba tolerante hacia la fe musulmana— y cl rapido establecimiento de nuevas rutas co merciales en la cuenca mediterrinea. La dias. pra («dispersion») judia hacia las tiertas mas occidentale, iniciada ya durante los ultimos si glos del imperio romano, se complet en esta epoca Senderos que se bifurcan La didspora del pucblo judio hacia Occidente siguié dos caminos. El primero partia de Italia, se desviaba hacia el norte de Francia y se dit sta hacia los paises estavos hasta llegar a Rusia. El segundo, siguiendo la estela del islam, ab: canz6 la peninsula Thérica y el sur de Francia, donde las comunidades jux cneontraron un terreno favorable a su evolucin ya que en un principio las relaciones entre el mundo musulman y el mundo judio habian side cor- diales y fecundas desde el punto de vista inte lectual En el norte de Europa las comunidades ju- dias no tardaron en ser perseguidas a causa del extremismo cristiano alentado por las cruzadas. Los judios no silo se negaron a convertirse sino que abrazaron con mis fervor sus tradiciones y se refugiaron en la Tora, el Talroud y Ta Mi rash, Ademis, su situacidn les parecia propic para la legada del Mesias: «Soportar la ver- ena y ol eseamio es un aspecto esencial de la manera de vivie del verdadero devoto |... |. Es Ja verdadera imitacion de Dios» (G. Scholem, Las grandes corrientes de la nristica judia). Man: tenidos en la parte inferior de In escala social, crearon una forma de vida y de pensamiento particular, el hasidismo, en el que ef ideal de piedad era el miedo y el amor de Dios, es decin, Ja sumision total a su voluntad. ¢ ideal se rmanifestaba a través de una vida santa, la con templacién, la meditacion, la aceptacion de los sufrimientos mas vivos —pucsto que «la recompensa ¢s proporcional al sulrimiento» (R. Goetschel, La cadala)— y la plegaria —que silo tenia valor si las palabras alcanzaban a Dios. Era necesario utilizar las palabras con su 8 verdadero sentido para que se correspondieran bien con las ideas que expresaban, Selo el ani- lisis del texto biblico mediante los proce dimientos de la guemaerta, del notartkon y de la femura pecmitia encontrar de nuevo la autenti cidad de la plegaria y revitalizar su estructura profunda El hasidismo mokde@ de forma particular y duradera las comunidades judias del norte de Europa, pero no las separé de las comunidades dol sur de Francia y de Espana donde un misti cismo de forma mas especulativa, la cibala, se desarrollaba. Como entre Jerusalén y Babilo nia, se produjeron intercambios constantes en: tte los judios del Noree, los ashlenaz, y los ju- dios del sur, los xefaras Y sila forma de rezar hasidica influyé en eb cabalista Abraham Abulafi, las teorias de Rabi Tsaae Luria gozaron, en las comunidades de Alemania y de Europa del Este, de una gran populasidad. Adaptadas, en el siglo xvtu, «las tradiciones de fos askenazies por Baal Shem Tob, el «Maestro del Buen Nombre», dieron lugar al hasidismo modemo que se desarrolls alo largo del izacién, un folklore y una literatura de ta que dieron ra zon los pogrom rusos y la Segunda Guerra ‘Mundial. En la Europa del Sur, las condiciones de vida permitieron la profundizacion de este «Cono- cer-Dios»®, empezado con el Talmud y conti- rnuado, ya dentro de la mistica, con la literatura de los Hechalot y el Sefer Ha Yetsine, una pro- fandizacion al que se le da, desde el siglo Xi, el nombre de cabala. La ciala se desarrollé en Provenva y Lan- guedoe, luego en Catalufa y Castilla. Alli fue donde se compuso, en el siglo st, et Zohar, el mayor libro de la mistiea judia, que nunca dej6 de brillar. Los inicios de Ia cdbala en Provenza y Languedoc La cultura y la religiin iskimicas en medio de ‘que vivian los sefarat tuvieron un papel muy importante en la elahoraeidn de la cabala, y evi- dentemente en todo el pensamiento judio. De esta forma, en el siglo XI, Baya Iba Paquda es- cribio en arabe la Introduccion a los deberes de Jos conazones donde, al lado de consideraciones sobre la existencia, la unidad y la eternidad de Dios —en definitiva chisicos—, aparece la ne- X, Expresiin que se ha tomado prestada de G, Casa 3 — cesidad de abandonarse fisieamente al amor de Dios para obtener la perfeceién espiritual, una innovacion de procedencia sufi Pero no es tanto el éxtasis lo que van a bus- car los hombres de la cabala como el devekuth, es decir, la conformidad a la volumad divina, la union a Dios en ef respeto de la distancia que separa al Creador de su eriatura, la interioriza- cion de la presencia divina en st mismo, que de- pende necesariamente del conocimiento y la in teligencia de Dios. A finales del siglo xt aparecié en Provenza una pequenia obra, el Sefer Ha Bubtr, el Libro de la claridad, donde se realign una interpretacion distinta del descenso mistico y se sugieren nue vas imagenes en las que se ampararan los eaba listas posteriores. El Sefer Ha Bahir E] Sefer Ha Babir mezcla distintos textos que pueden ser tanto comentarios de la Biblia como preceptos 0 fragmentos del Sefor Ha Yet- ira, Presenta el mundo como un dirbol planta do por Dios: «Yo soy aguel que ha plantado este arbol... y he dado forma con el en todo y lo he nombrado “Todo” puesto que el Todo: esta unido a él y el Todo viene de él» (tradve- cién de G. Scholem). Mas adelante, el libro precisa que este arbol es en realidad «todas las formas de Dios situadas una por encima de la oira», que esta alimentado por cl agua de Dios, es decir, por la sabiduria (sochmra) y que sus frutos son las almas de los justos de Istael en medio de los cuales habitaba la scbekina, es de «ir, la presencia divina cn el mundo. El arbol que fue plantado por Dios se ha convertido en Ja su imagen. De hecho, el Babir es una compi- Jacin plagada de simbolos ¢ imegenes no sien pre ficiles de interpretat. idud creadora le Dios ya no pertene- ce al ambito de la numeracién, como los sefirat del Sefer Ha Yetsira, sino al ambito de la pala- bra, de fas Palabras, cle los maamarotb, El ver- nino sefirot debe tamarse en el sentido de la bra sappir. Saphir ya no alude los diez nd- meros primordiales, sino al reflejo de la Gloria de Dios o, ineluso, al propio Dios. Los maamraroth son diez, como los sefirot del Sefer Ha Yetsira y, como ellos, forman dos gru- pos. Los tres maantaroth superiores rept sentan la entidad divina: la corona suprema o pensamicnto de Dios, la sabiduria de Dios Ghochma), inicio o Tori primordial, y la madre de los mundos (ia) que da lugar a los siete — 5 — maamaroth inferiores. Estas corresponden a los siete dias de la creacién, a las siete partes de u ‘cuerpo parecido al cuerpo humano y son tam- bien «simbolos antropoldgieos, cosmologicos y morales» gue forman un conjunto un tanto contuso. Sin embargo, es posible comprender que la séptima sefira simboliza lo justo, el fun- damento de los mundos y de las almas, el sa- bbat, el falo, y debe considerarse como el principio masculino, puesto que el principio femenino esta representado por la décima seft- 17a, la schekina, que simboliza al mismo tiempo Ja esposa, la hija del rey y la comunidad de Is- rael. Es también la ayema que produce los anos», la fuente del tiempo. El Behir insiste igualmente sobre la necesidad de la medita- ion —y yano sobr concentracién de espiritu tal como la preconizaban los antiguos rabinos? Isaac el Clego Desde Provenza, la cibla leg hasta la ciudad de Gerona, tras difundirse por Languedoc, 9, Sise desea mis informacida acerca dl Noor Ia Baht puede consultarse la obra de R Goetschel, Lt eahela — 6 — donde se habiun fundado comunidades mist: cas, Seguin sus miembros, a plegaria no puede divigirse directamente a Dios, que estd escondi do y es trascendente, sina sus emanaciones, Ja sefira Bina, fuente de la existencia, y la potente Tiferet, que tige todo fo que es necesatio para cl hombre. No se trata de contemplar a Dios sino de comprenderlo y de elevarse hacia él a tra vés de la meditacion. Isaac el Ciego (1165-1235) es la figura een: tral de este movimiento. Sélo se le conace por su comentario del Sefer Ha Yetsira y lo que ban dicho sus discipulos, Se dedico a meditar sobre li nocidn de divinidad: «A partir de lis esencias fe fel que medita] consigue llegar a una sn sobre fas esencias no formadas y sobre la interioridad del pensamiento que les afecta, llega a su causa en Ew Sof (Comen tanto del Sefer Ha Yetsira, 1, 1, Traducido por R. Goetschel). Ha aportado a la cabala la nocién capital de Bx Sof, el punto escondido, desconocido e irre- conocible, donde reside la divinidad. Se trata del Sinfin, el [nfinito absoluto fuera del cust nada puede existir. Ev Sof se encuentra mas alla del pensamiento divino que constituye, ela, la primera sefira de la que provienen la sabiduria (bochma) y la palabra (dibbur) que se divide en os gp varios lenguajes que corresponden a los siete se firot inferiores. En este contexto, los sfinot de- sempeiian el mismo papel que los weaantaroth det Sefer Ila Babir y muestran que no existe se- paracion real entre las cosas y la palabra, mien- tras que su encadenamiento demuestra la con- tinuidad entre lo que esta arriba y lo gue esti abajo: «El esta unido a todo y todo esta unido aby En cambio, la meditacién permite percibir la tension que existe en el propio seno de la divi nidad, una tension que se traduce de forma a través de Ja ausencia del ‘Templo, que impide el caulto, y a través de las dualidades entre cuerpo yalma, consonante y vocal, femenino y mascu- lino, Esta tensién en el seno de la divinidad es lsigno de una imperteccion en si misma que el hombre debe reparar a raves de la plegaria y la meditacion sobre el ‘Tetragrammaton. Esta re- paracion, este tiiour, sdlo es vilido si se reali za con intencidn, si esté acompanado por la awowana, os decir, cl deseo de acercarse a la di vinidad. El bkoron es la eondici Ja reparacién del mundo inferior, @ la legada del Mesias. or ello la meditacion reviste tal importancia en fos eabslistas: los sitda en posicisn de com- prender la voluntad divina y de actuar a traves, — 88 de sus plegarias y sus mxisvot a escala cosmica dando «existencia a una parte de Dios [...], si se pucde hablar de esta forma» (Menachem Reccanati, inicios del siglo xtv, citado por G. Scholem). Gracias a Isaac el Ciego se desarroll6 una es cuela de cabalistas que propago ln cabala por toda la peninsula Ihérica desde la ciudad de Gerona. La cébala en Espaiia La comunidad judia de Gerona, situada bajo la autoridad de Azriel y luego bajo la de su diset pulo Moisés Ben Nachman, era una de las mas importantes de la peninsula, Su tates principal fue la sistematizacidn de la eabala: reunio de forma logica todos los elementos misticos, las ideas, las ensefanzas personales y tradicionales recibidas y transmitidas a lo largo de muchas generaciones, para hacer de la eabala un todo ‘organics. Esta compilacion se realiz6 a pastir de la Tora, el libro de Job, el Centar de los Car ares siguiendo las indicaciones del Sefer Ha Yetsira y del Sefer Ha Babir. Dios ¢s Bx Sof el Infinito, El mundo, al estar acabado y ser imperfecto, solo puede proceder a de dl a través de los intermediarios, es decir, de los efit Por ellos, Dios «irtadia los elementos del uni verso sin disminuir Su poder, de la misma for ‘ma que el Sol irradia la luz y el ealor sin agotar> (L Epstein, op. ext.) Los cabslistas de Gerona fueron acusados de heterodoxia, No obstante, coneiliaron las dis- tintas doctrinas misticas que propugnaban una ereacion ex nibila y la emanacion a partir de Dios. Abraham Abulafia Abraham Abulafia es el dltimo representante de la cabala extatica y el iniciador de un meto do de meditacion, Nacido en Zaragoza en el ano 1240, es el contemporanco de Moisés de Leén, el redactor del Zohar. Recibié una educacién judia tradicional Gracias « sus numerosos viajes por Oriente, Grecia ¢ Italia, entro en contacto con las co. rrientes filosoficas de su época. Se proclamé descendiente de Maimonides, el fil6sofo y mé ico judio de Cordoba (finales del siglo xt del cual admiraba su rigor logico, y se apasionaba por las docirinas misticas y especialmente por el Sefer Hla Yetsira, al cual fue iniciado por Ba- ruch Togart Fiza suya la teoria de ta ereacién del mundo a través de las letras, veoria central del Sefer Ha Yetstra, pero la amplié diciendo que todo es di- vino porque todo ha sido nombrado por Dios. Sin embargo, solo los profetas pueden enten- der este lenguaje divino porque han sabido li- berarse del sentido primero de las palabr porque han sabido elevarse por encima de la palabra cotidiana. ¥ elevarse hacia lo divino es, para Abraham Abulafia, utilizar técnieas que permiten ir mis alla de uno mismo, que permi- ten que el alma se cleve No tardé demasiado en tener visiones profée- ticas, Pronto fue capaz de aleanzar, por hi vo- Juntad de Dios, el nivel en el que se unen la in teligencia humana y la inteligencia divina, Esto Je habia valido el odio de numerasos judios, ca- balistas 0 judios ortodoxos: «Me llaman hereje y.no creyente porque habia decidido adorar a Dios en la verdad y no como los que erran por la oscutidads (citado por G. Scholem, Lar gran descorrientes de la mestica judia) Sin embargo, conto con numerosos discipu los para los que redacté manuales de medi- tacion como Libro de la vida etomna, Lue de la in- teligencia, Palabras de belleza, Libro de lu combi- a nacion (Sefer Ha Teruf) en los que expone su técnica, el reruf, la ciencia de ks combinacion de las letcas Esta altima técnica se utilizaba como apayo a Ja meditacién puesto gue era, segin Abulafia, el medio mas apropiado para desligar el alma de cuanto le impide acceder a lo divino, La me ditacion necesita de la contemplacion de un ‘objeto lo bastante abstracto como para que pueda evadirse del mundo cotidiano. El objeto mas apropiado era el alfabeto hebreo. Las le tras son objetes visibles, cotidianas y a Ja vez abstractos, puesto que permiten expresar ideas. Son, ademas, objetos divinos, ya que han escri- to la Tord y con cllas puede transcribirse el nombre de Dios. Son, por lo 1anto, el mejor ca- rmino para llegar a El La meditacién sobre las letras se realizaba de forma progresiva. Habia que considerar prime- ro la promunciacidn (ratvta), despues la escritu- ra, la forma de las lotras, su disco (rnichtav) y finalmente el pensamiento (achshav). A conti- nuucin se pasaba a la combinacion de las le- tras, de su asociacisn libre con el objetivo de «catrapar nuevas cosas que [no scriamos} capi ces de conocer por la tradicion humana |... de prepararnos para recibir la influencia de la potencia divina», Finalmente, cra necesario —2— en las distintas sina- og. Este fervor por ka Schckina se expees6 toda- via mejor cn los nuevos rituales de sabbat. Sa Dba es para los judios un dia sagrado, consa- grado completamente a Dios ya la meditacion. Esl dia en ef que la comunidad de Israel aco- ge a la «prometidan, la «rcina del sabbat», y en el que el judio debe cumplir eon su deber con- yugal, tecordando de esta forma Ia unicidad de Dios y de la Sehekina Isaac Luria otorgs a este dia una pompa sin- ala, lo convitis en la fiesta de as bodas mis as que todavia ilumina el sabbat, Antes de la llepada de la noche, los misticos de Safed, com- pletamente vestidos de blanco, salian de la dad y se dirigian cantando salmos, bimnos compuestos especialmente para este dia, hac tun «campo sagrado» para acoger a la Scheki- na. A su llegada, entonaban Ef Cantar de los Gantares « modo de canto nupcial y las pley 15. Postetiormente, el recibimiento de la Schekina dejo de celcbrarse en las afueras de la ciudad y pas al exte rior de la sinagoys, En la actualidad, los participantes en acto se vuclven hacia el este para reebit a ela prome- tide, que aparece acompariada de las alas del sab. 189 tradicionales slo se pronunciaban al final de este nuevo ritual de acogida. Cuando volvia hacia su casa, el mistico ento- naba el «Himno a la matrona» y las tres comi- das de sabbat se acompanaban de eantos para conjurar las fuerzas del mal, «las fuerzas impu- ras», los «perros enfrentadoso: «Que la Schekina esté rodeada de seis panes del sabbat y que esté atada por cada lado hacia arriba, De esta forma las fuerz: litan y desgraciadamente se esparcen ylos demonios amenazadores se encadlenar impuras se debi. De esta forma se termina uno de los tres hhimnos compuestos por Isaac Luria para las co- midas de sabbat’*, Y de fa misma forma que Isaac Luria establecio un ritual de recibimiento del sabbat, los cabalistas de Safed instituyeron a continuacién una cuarta fiesta, totalmente simbélica, durante la cual, hasta muy entrada la noche, acompafaban la partida de «la prome tida» 16. Trducieo ycitado por G. Shalem, — 154 — Las teorias de Isaac Luria que intentaban dar una explicacién del exilio y su fervor rm 0 que provocaba una regeneracion de la vida interior mediante practicas ascéticas fueron adoptados por todas las comunidades hebreas de Oriente Proximo —donde fueron difundi das por Joseph Ibn Tabul— y Europa, donde un rabino italiano, Israel Sarroug, las dio 4 co nocer desde finales del siglo XVI a través de tra tados morales —los masar— que gozaron de tuna amplia difusién a lo largo dl sigho XV. Es tas teorfas respondian a las expectativas de los judios y Jas continuaban con la certeza de que Jos sufrimientos que hubian soportado a lo lar- go de su historia tenian un sentido y que esta ban a punto de acabarse. La popufaridad de estas teorias vino apareja da de una degradacién progresiva de los estu- dios eabalisticos que no pocas veces abo las puerta i la herefia El sabatinismo. Después de la muerte de Isaac Luria, Safed, asi como otras localidades proximas a Jerusalén, se convirticron en grandes centros de difusion de Ja eabala. Las eseuelas atrajeron un gran nme — 155 — to de estudiantes deseosos de conocer el pen samiento de Isaac Luria. Sin embargo, a pesar de que Haim Vital fue fiel a las ensehanzas det maestro, muchos otros que vinieron después prefirieron los aspectos mas superticiales, los rituales mas visibles, y descuidaron las implicaciones profundas que ese pensamiento ocultaba. En algunos casos, Jos rabinos llegaron a valerse de hi credulidad de los fieles, traumatizados por la noticia del exterminio de doscientos cincuenta mil judios polacos y ucranianos, en el aio 1648, a manos de las wopas de Chmiclnitzki ‘Ahora bien, un estudiante de Safed, Nathan de Gaza (1644-1680), afirmo que el Mesias ha- bia llegado en la persona de Sabbatai Zevi (1625-1676), a quien lus masas siguieron entu: siasmadas, Zevi, animado por una fe sin fisuras, se imponia practicas ascéticas a semejanza de Isaac Luria y conocia la eibala. En 1648, se ha- bia presentado como Mesias en Esmirna, su ciudad natal, aunque sin convencer a sus con: ciudadanos. Era conocido como un enfermo que alternaba periodos de profunda depresién con otros de excitacién intensa. Viajé por los paises de la cuenca mediterranea y se instalo en Jerusalén en 1662, donde sin duda alguna Na- than de Gaza oye hablar de el. Sin embarge, no — 156 — fue hasta tres ahos después, en 1665, cuando tuvo esta visién profética en la que se le revel ¢ Zevi era el Mesias. Nathan compaté los st {rimientos de Zevi con los de Job y sus estados de excitacion intensa con la «restauracién de la fortuna de Job por YHVH» (Job, 42, 10). La noticia de la llegada del Mesias se exten dis como un regucro de polvora en todo ef mundo judio y lo trastorné profundamente. Meses mas tarde, Zevi fue detenido y encarce- Jado por el sultin Mustafa, quien lo acus6 de prosclitismo y lo obligé a convertirse al islam so pena de martito, La doctrina del sabatinismo Dios no podia haber engaiiado a su pucblo, La conversion de Sabbatai Zevi tenia un sentido. Sus seguidores no eejaron y vecibiezun el apoyo de diversos grapos, como el de los marcanos, quienes veian en Zevi una justificacién de su propia conduct, Segain la doctrina de Luria, el pueblo de Is sacl habia side exiliado y dispersedo para reco- ser las chispas de la santidad espareidas por todo el mundo a causa de la ruptuta de los reei- pientes. Sin embargo, algunas de ellas estaban 197 tan ocultas que sélo el Mesias podria reeupe- rarlas tras internarse en el reino del mal. Su em presa cra muy peligrosa, pues debja arrostrar la condena y experimentar el calvario. Era el pre- cio de la redencién. Solo de este modo podria recuperarse la armonia original. Las reglas ra- binicas poco dirdn después de este aconteci- micnto. Solo la ‘Tors permanecera, si bien, al haberse realizado el lzkun esti realizado, los «nuevos judlios» la leeran de otra forma De este modo Abraham Pérez, un discipulo de Nathan de Gaza, comprendia y explicaba el caso del Mesias Sabbatai Zevi. Y ahadia que, mientras la redencion final no hubiese acabado, Jos judios no deberian cambiar sus pricticas. Era inevitable que una parte de los fieles que se habian unido a Sabbatai Zevi no admitiera esta actitud de espera. Pensaban que la libera- cidn tenia que producirse a su tiempo y no en un futuro incierto, Su deber cra seguir al Me- sias en el mundo del mal, puesto que el mal sélo puede combatirse con cl mal. «Asi pues, admiten que cualquiera que cometa un pecado y hace el mal es bueno y honesto a los ojos de Dios» (Moisés Hagys, citado por G. Scholem) Alo largo del siglo Xvi aparecieron sectas que ban las pricticas ancestrales y predica- mostrarla en su verdadera gloria, Muchos de sus adeptos cayeron en el nihilismo religioso, si bien no dejaron de practicar cl judaismo en si lencio, Io cual confirmaba —a su juicio— los presupuetos cel sabatinismo. Después de la erevolucion» sabatinista y la imapeién del movimiento mesianico, la cabala ortodoxa perdié muchos seg lo man tuvo su vigor en algunos paises eslavos como Polonia, cuyos centros de Brody la mantuvie ron con un rigor inusitado en la época, o en Pa- lestina. Alli Rabi Shalom Sharabi, a finales det siglo xvnt, funds cl centro de Bet-El", para conservar ia pureza del misticismo de la éabala y donde sélo se pedia a los postulantes «el co- nocimiento del sabio y la abnegacion del asce ta» (citado por G. Scholem). El hasidismo, En el siglo Xvit aparecio en Polonia y en Rusia orf movimiento que se inspiraba en la cabs la de Isaae Luria: el hasidismo, El iniciador de este movimiento, Rabj Israel Ben Eliczet 17. El contto de Bet-El fue destruide en el alo 1927 a causa de un terremato, — 159 — (1700-1760) —mas conocido bajo et nombre aal Shem ‘Tox, el Maestro del Buen Nom. a diferencia de Isaac Luria, no habia re- bide ensefianza rabiniva alguna, si bien lo ani- maba une profunda fe que le habia valido la reputacion de santo. Solo aspiraba a que sus contemporaneos recobrasen el interés por lo sagrado. Su concepcion de la fe era individual. La redencién universal, a sus ojos, era menos acuciante que la personal, ya que quedaba fue- ra del aleance humano. Segun su ensenanza, el hombre es parccido a una escalera, a a escale- ra del sucno de Jacob cuyo extremo «aleanzaba el ciclo» (Genesis, 28, 12): si bien habitaba en Ja tierra, su espititu debia ser conseiente de que las raices de las realidades terrestres se encuen- tran alli arriba en el cielo, y gue s6lo estaba alli pata servir a Dios en la alegria, puesto que «sin alegria no existe un verdadero servicio de Dios; y una alegria vivida alejada del servicio de Dios no tiene valor» (citado por A. Sairan}. Como cualquier movimiento mistico, el has dlismo daba més importancia a la religiosidad Ja sensibilidad que permite el conocimiento de lo sagrado— que a la religion situalizada Baal Shem Taw tenia la costumbre de decir bemos decir “el Dios de Abraham, el Dios. de Isaac y el Dios de Jacob” y no “el Dios de 160 Abraham, de Isaac y de Jacob", ya que Isaac y Jacob no habian sepuido los mismos pasos de ‘Abraham en su forma de concebir el servicio de Dios, sino que ellos mismos erearon su pro- pia ytinica forma y su propia y Unica manera de servirlon (citudo por T. Dreyfus, Marti Buber), Sus ensefianzas contaron cnseguida con nu- merosos discipulos, entre los que se encontia ban Rab Baer de Meseritz y Rabi Mendel de Vitebsk, quien se establecié en Palestina con escientos hassidim a finales del siglo xvin, Uno de sus seguidrores, Rabi Nachman de Braslay, difundio a través de sus paribolas y cuentos la docirina de su maestro por todo el Oriente Proximo, A pesar de contar con grandes personalida- des, el hasidismo no ha propuesto doctrinas 1 ideas religiosas nuevas sino que prolonga el ca balismo mas ortodoxo. Sin embargo, esta nuc- va corriente no pretende formar clites, sino fie. les, La Tord se ha convertido en una iuente de relatos, no cn un objeto de estudio, Los cuatto mundos de la cébula reflejun las fases de la vida interior de los hombres antes que la comunign con Dios. Los maestros de la Ley, los cabalistas, ejaron paso a un nuevo tipo de mentor: el jus- to, el suddik, unico portador de la esperanza mesianica y al mismo tiempo jefe temporal de - 161 Ja comunidad. Quiza sea esta la institucién mas caracteristica del hasidismo: el tsaddik es el in- termediario entre la comunidad, las autorida des y Dios. Su poder religioso es ilimitado, ya que es capaz de estar sélo con Dios y redimir el mal, «Ya no es el conocimiento sino su vida la que aporta un valor religioso a su personali- dad» (G. Scholem). La comunidad se agrupaba a su alrededor y confiaba plenamente en él, pucs lo consideraba «la encarnacién viva de Tori», «el asistente espiritual que ensefia cl sentido del mundo y guia hacia las chispas di ras» (M. Buber, Met Weg zu Chassedioneus) Con el hasidismo se abandona el camino de} ascetismo y se presta mayor atencién a las exi- zencias de la vida cotidiana, alas que se cons dera también una fuente de regocijo en Dios. Silas chispas divinas se hallan en cualquier par- te, la creacidn no puede set totalmente mala. El creyente debe adoptar una actitud mds abierta con cuanto le rodea; el altruismo, la caridad, la honestidad, la franqueza y la alegria son cuali dades que debe desarrollar. No todas las comu- nidades aceptaron, sin embargo, esta invitacion a la efusividad. Los judios lituanos, por ejem: plo, files a la tradicion rabinica clisica, des probaron estas innovaciones y prefirieron con: tinuar con el estudio minucioso de la Tor. — 182 —~ Las criticas no tardaron en aparecer. El fer- vor que muchos ficles sentian por sus addikine hizo que la instituciéin entease en decadencia, La carga de tsaddik se convirtié en hercditaria, los tsadiditine descuidaron el estudio en favor del poder y aeabaron por promover el oscuran- tismo para salvaguardar su autoridad. Al lado de un verdadero jefe espiritual como Rabi Mendel de Kotzk, que supo establecer una es- trecha relacién con su comunidad, encontra- mos también un Rabé Israel de Sadagora que se comporto como un tirano, ‘La emancipacién de los judios en Europa oc- cidental y el progreso del racionalismo en el pen= samiento judio ilustrado —gracias a la labor del fildsofo Moisés Mendelssohn [1729-1786)— ayudaron.a que las comunidades europeas tuvie- sen un mayor peso en el mundo intelectual ju- daico, cada vez. mais alejado de la cabala, «Si un hombre es ignorante de las ciencias profanas, seri cien veces més ignorante de la Tors, puesto que la ‘Tord y la ciencia van al mismo paso» (Eli- jah Ban Salomon, gzon'® de Vilna, 1720-1797). 18, «Gaon er el titulo de fos presdentes de las acade mies babilonias del siglo vr al xt de nuestra cra. Mas ade- lane, este titulo se otongé aun sabia de conocimicntos cexcepetonales — 163 — La presencia de la cdbala Ell sete 28 estivo a punto de acabar con of judafsmo: las ciencias profanas, en lugar de profundizar la fe de los judios, los alejé de la tradicion, El judaismo que habia sido durante siglos el alma de una nacién desperdigada se estaba convitticndo en una religion como tan tas otras, Las comunidades hebreas deseubyan Ja plena integracién en las sociedades que fas habian acogido. La cibala y sus practicantes apenas existian y los pocos que la seguian eran desacreditados. Sus principios se consideraban supersticiones trasnochadas. Solo en algunas tegiones de Europa del Este el hasidismo se mantenia con vigor en las comunidades de Ucrania y Polonia, no sin el menosprecio de los sectores més occidentalizados, que las conside- aban como una pervivencia de un pasado que S6lo podian aceptar en términos folkléricos aie Fue precisamente a estas poblaciones de Eu. ropa oriental, fieles a la fe de sus antepasados pero, sin embargo, atraidas por las nuevas €0- trientes socialistas, a las que se dirigio Moses Hess (1812-1875), uno de los primeros segui- dores de! marxismo. Deseoso de utilizar «la fenetgia propulsiva del hasidismo» para «reze- netat la nacidn judia [manteniendo] viva la es- peranza de una resurreccion», estaba conven Fido del destino mesianico de los judios. Creia jue gvacins a clos se obtendria la paz eterna, la Gooperacion de todos los pueblos en un mismo ideal de justia, el «sabbat hist6rico> de la hu- manidad. Y este deseo sélo podia cumplirse sobre la tierra de sus antepasados, en Pales- tina, Moses Hess fue escuchado. Sus palabras se adecuaban a las reivindica ciones de los movimientos nacionalistas que Sacudicron Europa durante la segunda mitad el siglo XIX. Recibio el apoyo de las autorida des religiosas y de los movimientos socialistas europeos. Atrajo a un gran nimero de jévenes judios de Europa central y Rusia —que velan tin sus ideas la posibilidad de aunar sus tradi- Ciones religiosas con su idealismo wtopico— tsi como de todos los assidinr para los que el Tetomo a Palestina significaba la Redencion y — 166 — Ja llegada del Mestas. Desde el ado 1878, una primera colonia judia se establecis en Palest- na, en Petah Tikwah, y ef hebreo comenz6 a iablase de nuevo. El sions ert a sespues- ta a las esperanzas de muchos judios de E pa del Este " fe Gracias « este movimiento, la cultura judia se abtié a la modernidad: la flosofia, la historia, la teoria politica y la teologéa cobraron una fuerza inusitada. La cabala, por su parte, presentaba muchas respuestas a los retos que offecta la nueva ma neta de ver el mundo, La «tedencién» de la cabala Sila cibala y el espiritu de la edbala son siem pre actuales y son incluso uno de los motores és dinamicos del pensamiento judio contem- poriineo, ¢s gracias a algunos hombres, todos clos procedentes del hasidismo. Entre ellos citaremos tres que son los res. ponsables de este nuevo interés por una disc plina tan antigua Nos referimos a Abraham Isaac Kook (1865. 1935), Martin Buber (1878-1965) y Gershom Scholem (1897-1982). : ~ 187 Abraham Isaac Kook Nacié en Lituania a mediados del siglo XIX. Realizé sus estudios en la gran escuela religiosa (yeshiva) de Volozin, en la que el estricto rabi- nismo moderaba lo que el espiritu hasidieo po dia tener de barroco. Fue a Palestina en el anto. 1904 y se preacupe desde ese momento de la adaptacién de la Halachah a las nuevas condi- ciones de la vida judia, El estallido de la prime- ra guerra lo soxprendié en Europa y no pudo volver a Palestina hasta 1919. Poco tiempo des pues, fue nombrado gran rabino de Jerusalen, donde funds una yeshiva y particip activamen- teen la vida del nuevo hogar judio. «Sit El ini- cio de la redeneién se nos anuncia. Sin embar- 20, su inicio se remonta mds atras en el tiempo, se prepara desde que las montafias de Israel producen ramas y frutos para el pueblo ju- dion” da su vida trabajé para la construceién de un hogar judio en Palestina. Se preocups tanto de los religiosos como de los laicos, puesto que todos «colocan las piedras que edificaran el 19, Tadas las citos referentes a Rabi Isaac Kook se es traen del bro de J Ben Clemo, lnmadeccidm af pew ‘micntn de Raw Keni pais de Israel» cuyo resultado es mas mesisnico ‘que politico, «Fa llegedo el momento del des. pertar. E] renacimiento nacional nos anuncia ka curaci6n de la enfermedad y autoriza a la na. idm a tratar los temas materiales. La tendencia que separaba el espiritu de la materia tiene que terminar pronto, ya que ¢s la fuente de la impa Ciencia de ia aproximacién del Mesias». Rubi Ben Kook fue un hombre de acciéin y un erudito, un mistico bajo cuya pluma vuelven de forma constante los simbolos cabilisticos: la Nada que el alma «vives cuando se encuentra con Dios, los sefror que representan objetivos realizables en el mundo y geacias a los cuales cada uno puede descubrir a Dios si lo busca realmente —si se deja penetrar por la «luz del mundo» la luz del Infinito En Sof, una luz gue corresponde a Ja primera sefina, Kether.. Rabi Ben Kook concilio la nocion de progreso humano con la cabala. Su pensamiento utopico postula la mejora de la humanidad en pos de la perleccidn, entendida en términos morales y materiales, no divinos. Este perfeccionamiento se hace posible a través de la fesbuza, el arce pentimiento —es decir, la vuelta a la luz divi- na—, «En su esencia, el arrepentimiento es un movimiento de retorne hacia el origen, hacia la fuente de vida y de la existencia superior en st — 169 — plenitud, sin limites y sin restriceiones, en su carter mais noble, bendito por ef billo simple yesplandeciente del esplendor superiors. Este perfeccionamiento es una posibilidad ofrecida por Dios «para que la realidad no sea silo per- fecta sino que esté en vias de perfeceidn, para gue se eleve y tenga un deseo constante de au- mentar la bendicion». Rav Kook coincide eon Tsaae Luria en que la ereacién del mundo es un acto espontaneo y voluntario de Dios: «Todo lo ue existe es tributario de la perseverancia de esta yoluntad y nada existe por lo tanto por necesidadn; su obra Orot Ha Quodech (Luces de santidad) es una glorificacion de la luz de Dios, «milugro absoluto, libertad superiors, que Tsaac Luria simbolizaba con el rayo de luz que volvia de nuevo al espacio dejado por Dios espués del zinzin Martin Buber Martin Buber, nacide en Viena, vivid buena parte de su infaneia y adolescencia en Lem- berg, ex Ucrania. Criado por sus abuelos, ere- cig en un ambiente muy tradieionalista. A pe desu formaciéin hasidica, continus sus estudios cn un sinbito cristiano y eurs6 Filosofia e histo- — 10 ria del arte en Viena, Leipzig, Berlin y Zurich, donde frecuento con asiduidad los teatros, las salas de concierto y los circulos sionistas. En 1899 participé activamente en el tereer congre- so de la Organizacién sionista de Bale y en 1901 se convimtio en el redactor en jefe de su periddico, Die Welt. El retorno a Israel era, a su juicio, una necesidad espiritual antes que na- cional. En cierto modo, cra la tinica manera de desarrollar todos los anhelos del pucblo judio, «El sionismo sobrepasa el sentido general de estos movimientos [nacionalistas] que quieren resolver los problemas nacionales. Tiene un porte humano, cosmico y se refiere al set en si mismo. Aunque el pueblo de Israel parece un pueblo como los demas y la tierra de Iscuel una tierra como las demas, su relacisn teciproca y su papel comtin hacen de elas unas realidades aparte. Se trata de un secreto y asi permane: cera Al misino tiempo, Buber descubria de nuevo el hasidismo en el que veia «un tinico reino, una Gnica espiritualidad, una unica realidad» puesto que «la responsabilidad de cada hom bre se ejerce en una esfera infinita: se trata de la responsabilidad ante ef Infinito [...], cada 20. Citado por}. Ben Chlome, op et. ” hombre determina la suerte del mundo a través de sa set y de su forma de ser»?! ‘Si Rabi Ben Kook era eabalista por su propia formacién, Martin Buber llego a serlo a través de la filosofia y de una larga reflexion sobre la historia, «Ein cada generacién, la Biblia emerge y reclama que se la reconozca com el docu- ‘mento que refleja fielmente la historia de! mun do, como el documento que describe el origen del mundo y define el resultado final. Qué papel desempetiaba la figura del Mesias en la historia? €Eta el inicio 0 el final del pueblo juclio? La respuesta que apors, «la época me siica es cumplimiento, fin de la creacién con- vertida en Reino de Dios», procedia directa- mente de la tradicion judia del hasidismo, que aspiraba «a establecer un contacto vivo con el absoluto y su voluntad de expresar concreta- mente este contacto a través de actos». De este modo, s¢ actualizaba el dilogo perpetuo entre Dios y su ereacidn, del encuentro con la otre dad que conduciré a la comunién con la esen- cia divina. El pensamiento de Martin Buber tuvo una ‘gran importancia en la nueva sociedad isracli, 21, Las citas de Martin Buber se han exteaido del fibro ide T Dreytus, Marie Bub 2 - ya que aports una dimension eabalistica a la ex- petiencia de los krbutz, La imagen del arbol, aparecida en el Sefer Ha Babin, auments la tele vancia de este sistema de organizacion y pro: duccién agricolas. «Ein ninguna parte en la his toria de la colonia cooperativa se ba produeido este incansuble sondeo bajo forma de vida co- munitaria correspondiente a grupos de hom- bres determinados, esta forma renovada de probar, de ponerse al trabajo, de convertirse en critica y de intentar de nuevo este crecimiento de Jas Famas siempre nuevas a partir de un mis: ‘mo tronco», Gershom Scholem Alo largo de este estudio bemos encontrado varias veces a Gershom Scholem, Nacido en Berlin en cl seno de una familia asimilada, abrazé en su juventud el sionismo. Mientras cursaba estudios universitatios de historia y fi losofia, conocio a diversos emigradas de Euro- pa del Este, Bialik y Agnon entre ottos, que lo pusieron en contacto con el hasidismo y las di versus corrientes de la mistica judia, En 1923 defendio una tesis sobre el Sefer Ha Buhir. Al- ‘in tiempo més tarde emiges a Palestina, don- 3 de se dedicé al estudio y la ensefianza de la his toria dela cabala, «Tenia el sentimiento de que habia en Ia cabala un centro vivo; habia tradu- ido el espiritu de cada epoca y podia todavia —quizi— decit algo bajo otra forma, en otra ‘Lo que hace que la cabala sea interesante es su poder de transformacicn de las cosas en sim- bolos. ¥ los simbolas no son subjetivos. Son la proyeccisin objetiva de la interioridad judia co- trespondiente a una exterioridad judia misera- bile, grotesca, extranan (G. Scholem, Fidelidad y Utopia} E] gran metito de Scholem fue dotar los es- tudios sobre la cabala de un solido método cientifico y desembarazarla de cuantas super- cherias habian surgido @ lo largo de! tiempo, provocadas por una falta de rigor y atencion en los textos. Gracias a su incansable trabajo —publicacién y estudio comparado de un gran numero de obras cabalisticas—, la cébala ha encontrado su lugar en cl mundo contempora nico: vigilar para que el mundo no se reduzca «a un vacio desprovisto de sentido, privado de ‘oda luz, de todo brillo» (G. Scholem) y recon- ciliar accalidades coexistentes y sus eternas an tinomias. Lo finito lo infinito, el bien y el mal, lo masculino y lo femenino se fundican al final 14 de los tiempos en fa realidad sin fsura del Ser absoluto. Entonces Israel habra comunicado su fuerza a las naciones, en lugar de agotarse en ellas. Entonces la estancia de la Schekina sera definitivamente pacificada y su union con Dios no seni trastornada por el peeado de los hom- bres» (E. Amado Levy-Valensi, La Raiz y la fuente) La cébala en Ia actualidad La cébala no cs un juego matemitico que per: mite calcular el valor numérico de las letras y de las palabras y combinarlas de las maneras mas caprichosas. No ¢s un ejercicio literario en el que se trata de jugar con las palabras ni tampo- co es una curiosidad historica. Y todavia menos es un método de magia cualquiera, Es més bien una forma de pensar nuestra 6poca y de inten- tar comprendera a la luz de la twadicin, es re- novar el sentido de la Tora, de un versiculo, para que tengan significado para nosotros, hombres y mujeres de este fin de siglo XX, Pero los vilida sise incardina en el sentido de la tradicion. El versicula 19 del li bro 19 del Levitico que dice «No emparejaras entre tu ganado a dos animales de especie dis- 75 — tinta, no sembrards en tus campos dos especies distintas de granos, no levards sobre ti un ves- tido con dos tipos de tejido distinto» es de una ‘gran actualidad. «Tales manipulaciones pueden aleanvar Lal hombre] en su ser més profundo |... cuando desembocan en experiencias enlo- quecedorus, en ensayos pricticos sobre los res humanos, Se teata de consecuencias que los maestros de la edbala han previsto y han tem dow (A. Safran, La Sabidurta de fa cabala), pues, la nocién de Infinito, de En Sof, surge de nuevo en la teoria de la relatividad de Einstein © en el principio de ineertidumbre de Heisen- berg, como sicl hombre de ciencia actual des- cubriera de nuevo el sentido del misterio, como si obrara en lo trascendent La cabula es siempre esa fuente de sabiduria que intenta desvelar el sentido mas profundo: de la ‘Tora, que intenta mantenerla viva, que vi- sila para que no la encierren en una ortodoxia petrficante. Pero es la herencia sélo de algu: nos, puesio que «no debemos leer los textos para convertirnos en sabios sino ser sabios para Teer los textos»”?, Sus ensefian: han con. vertide para los judios, fildsofos y hebraizantes cin Askénay, citado por A. Abgcassis en Pardé 123, 1997, — 17% — mas exigentes que desean vivir la Tora en su plenitud, eo un método de reflexion indispen- sable, puesto que ayuda al hombre a perfeccio. nar su vision del mundo y le confiere la postbi Tidad de adquirir una libertad de pensamiento y accion que, al igual que en ef Exodo, permitira Tiberarse de Ia esclavitud de las palabras, de ka cesclavitud de los lazos de unisn sociales, de m rar hacia Arriba, de salir de Egipto, de Miz aim: «Cuando mas grande es la libertad, mas alta es la santidad, y mus elevadla la vida (Rabi Ben Kook). La cabala |...) no es una explicacién del mundo del hombre o de los textos. Intenta pensar y poner en pnictica un mis alla del pri cipio de identidad» (M-A. Ouaknin, Concier to...op. cit). Permite a cada época ihurinar, le var una nueva huz sobre estas dos cuestiones eternas y esenciales: Mi? {eQuién?), Ma? (Que?)» 23. El nombre hebreo de Egipto, Meza, significa «es trecho,limitad. Al igual que las hebreas en Exp, el slnna esesclva, esti en Mizraim. Ad gual que los hebreos ‘que salicron de Egipta, el cabulsta intenta Pherae, os Bibliografia AMAbO LLW-VALENS!, E., La Racine et la sour ce, Editions Zikatone, 1968. ASKENAZI, L., aLe cercle et la droite, transcen- dance et immanences, Pardes, n° 23, 197. Bux CuLOMO, J, Introduction d la pemsée de Rav Kook, wraducido del hebreo al francés por Catherine Chalier, Editions du Cerf, 1992. CasaRtt, G., Rabbi Siméon Bar Yookai et la cab- hale, Seuil, 1961. Cuournqut, A. La Pensée juive, 7 ed., PUR, 1997. COHEN, A., Le Tilncad: exposé synthétique du Talmud et de Uenseignement dex rabbins sur Ué- — 179 thique, la religions, les coutunies et la jurispra dence, Payot, 1983. Dictionnaire eneyclopédique du judaiome, Edi tions du Cerf, 1993, Dxewe 1981. T.,, Martin Buber, Bditions du Cerf, Frevelopacdia fudaica, Jerusalem, Eps, L, Le Judaiame. Origines et histoire, tra uid del ingles al Irances por T. 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YHVH, 27, 28, 31- Soferim, 38, 40, 45 36, 38, 40, 43, 44, Talmud, 22, 41, 47, 55, 65,72, 74, 109, 49, 51-57, 59-61, 117, 120, 126, 157 68, 79-81, 83, 94,

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