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HONOR Y GLORIA A
LOS SOLDADOS DE COLOMBIA
Palabras del Presidente Betancur en la
Escuela Militar de Cadetes: Junio 10.
de 1984.
Al mismo tiempo que con orgullo vengo con devocién a presi-
dir la conmemoracién del Septuagésimo Séptimo Aniversario de la Escuela
Militar de Cadetes; al juramento solemne a la bandera de 690 cadetes
del ditimo contingente y a la graduacién como oficiales de 213 nuevos
subtenientes.
Digo con orgullo y devocién, porque vive el pafs una hora de
decisién, uno de aquellos "monentos estelares" en la marcha de la his-
toria, en que 1a onda de esa historia pasa por nuestro horizonte y
nos hemps sincronizado con ella, en aras de la paz. Y porque en la
constelacién de hechos y circunstancias que definieron esta hora, han
jugado las Fuerzas Armadas, que se forman en este hogar de la lealtad,
Ja disciplina y del saber, un papel trascendental, al pie de la ban~
dena; papel que ha consistido, nada ms ni nada menos, que en garan-
‘tizar la vida, honra y bienes de los colonbianos y en abrir Jas puer-
tas de la anhelada paz entre hermanos, haciendo renunciaciones y sa-
erificios, pasando por encima de la memoria aterrada de un ayer teneea
I
broso, para poner Ja mente en las grandes esencias de Ja Patria, en
sus valores eternos.
LA VOCACION DUAL
in la panébola vital del fundador de esta Escuela, General
Don Joseph de Leyva, se encierna en forma premonitoria su condicién
dual, esa vocacién para la guerra y para la paz, que ha caracteriza-
do desde 1.810 a los soldados de Colombia.
Tue, don Joseph de Leyva, por los servicios prestados al
ejército con excepeional pericia en el arte de 1a guerra, honrado
con los titulos de Miembro de la Comisién Militar, del Tribunal Su-
premo de Fuerza, Presidente del Consejo Permanente de Guerra, Coman-
dante General de Armas, General en Jefe de la Expedicién del Norte,
Mariscal de Campo de las Tropas del Estado, General, y General en
Jefe de la Expedicién del Sur. Pero fue también, por sus capacida-
des excepcionales, por su cultura y su saber, honrado en tiempos de
paz oon los cargos de Mienbro del Colegio Electoral, Vicepresidente
de Cundinamarca, Presidente del Supremo Poder Ejecutivo y Gobernador
de Popayan.
2.- TAS ARMAS Y EL. ARADO
Hermosa conjuncién de las armas y las letras en una sola™
vida; gloriosa y hermosa historia la de las Fuerzas Armadas, que como
los legendarios varones del Antiguo Testamento, empufiaban con una mano
Ja espada y con 1a otra el pacffico arado que abrfa las entrafas de
la tierra a la fecundidad del grano.
El gran Don Quijote de la Mancha, el espejo de los caballe~
ros, hizo en memorable ocasién el "curioso discurso de las arms y
Jas letras" en donde quiso averiguar 1a preeninencia de las unas so-
bre las otras, "materia que estd por averiguar, segtin son las razo-
nes que cada una de su parte alega; y entre las que he dicho, dicen
Jas letras que sin ellas no se podrian sustentar las armas porque la
guerra también tiene sus leyes y esté sujeta a ellas, y que las leyes
caen debajo de lo que son letras y letrados. A esto responden las ar
nas que las leyes no se podrfan sustentar sin elas, porque con las
armas se defienden las repiblicas, se conservan los reinos, se guardan
Jas ciudades, se aseguran los caminos, se despe'jan los mares de cor
sarios y, Finalmente, si por elas no fuese, las repiblicas, los reiros,
las monarqufas, las ciudades, los caminos del mar y tierra estarfan su-
jetos al rigor y a la confusidn que trae consigo la guerra 1 tiexpo
que dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas'
Estas razones dijo don Quijote, y encuentro que ellas se
‘avienen muy bien con lo que es el oddigo de honor de nuestros solda~
dos y con lo que representan para la seguridad y la tranquilidad de
nuestra patria.«a
cere
a ‘UNA SUBLIME TAREA
Los j6venes oficiales que hoy se han graduado y los Cade~
‘tes que prestan solenne Juramento ante la Bandera, se asonan 4 la
historia en un momento en que la paz toca a nuestras puertas y en
que hay que protegerla y salvaguardarla.
;Sublime tarea y honroso mandato que ha dado la gloria
a generaciones y generaciones de braves soldados que en 1a guerra
y en la paz supieron ser sufrridos y valerosos, com lo fue el Gene-
ral Antonio Obando, cuyo nonbre leva este curso que ingresara en
enero del presente afio!
Pero no s6lo ha habido hombres de letras entre nuestros
soldados sino cient{ficos como Francisco José de Caldas, Corenel de
Ingenieros, y estadistas como Pedro Alcantara Herndin, Presidente de
Ja naciente Repblica que ayuds a Libertar con su espada.
Esa espada 1a estén honrando cada dia los soldados de nues-
tra Patria; entre ellos el General Gustavo Matamoros D'Acosta, Minis-
tro de Defensa, a quien la Divina Providencia nos ha devuelto sano,
Dios quiera que por muchos afos, para alegria de los suyos y para
bien de nuestra Patria y de nuestras armas.g
wee UN MARANA FECUNDO
Honor y gloria a nuestros pundonorosos militares y 4 nues-
tros valientes soldados que bajo el lena "Patria, Horer, Lealtas",
defienden el orden, y garantizan la paz de sus ciudadaros.
En el corazén y en Ja inteligencia de esta joven generacién
esté la promesa de un mafiana fecundo y tranguilo, que vea el sol de
Ja justicia brillar para todos, cuando ya no haya ns condenados so-
bre la tierra.
{Soldados de Colorbia: la Patria agradecida se siente org
‘osa de encomendares la defensa de su integridad! La Patria agrad.
da os tiende su mano para deciros: nos disteis libertad, nos disteis
paz. Ahora nos corresponde a nosotros trabajar bajo este techo de paz
y libertad, para conquistar la Justicia!