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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN PENAL

EYDER PATIÑO CABRERA


Magistrado ponente

AP1692-2016
Radicación N° 47039
(Aprobado Acta Nº 93)

Bogotá, D. C., treinta (30) de marzo de dos mil dieciséis


(2016).

VISTOS

Se pronuncia la Sala sobre el recurso de apelación


interpuesto por el defensor de la Teniente Coronel HEIDY
JOHAANA ZULETA GÓMEZ, contra la providencia proferida por
el Tribunal Superior Militar, el 18 de febrero de 2015,
mediante la cual se admitió la demanda de constitución de
parte civil presentada por el apoderado de la denunciante,
Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO.

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SEGUNDA INSTANCIA N°. 47039
HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL

1.- La Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO, en su


calidad de Juez 126 de Instrucción Penal Militar, el 4 de
mayo de 2012, formuló denuncia ante la Fiscalía General de
la Nación en contra de la entonces Mayor HEIDY JOHAANA
ZULETA GÓMEZ, Juez Tercera de Brigada con sede en la ciudad
de Cali (Valle), por el presunto delito de abuso de función
pública.

Los hechos motivo de la queja se contraen a la


actuación de esta última dentro de una “revista” realizada el
16 de marzo de 2012, a la sede del Juzgado de NIEBLES
LONDOÑO relacionada con los autos interlocutorios proferidos
en el año 2011, lo que considera un acto más de persecución
en su contra, situación amparada por parte de la Sala
Laboral del Tribunal Superior de Distrito Judicial de Cali
(Valle) en fallo de tutela.

Como consecuencia de lo anterior, la oficial ZULETA


GÓMEZ emitió el oficio 191/MDN-DEJUM-J3BR de 20 de
marzo de 2012, dirigido a la Directora Ejecutiva de la
Justicia Penal Militar, en el que plasmó las conclusiones de
la referida diligencia y advirtió una presunta irregularidad
respecto al número de cesaciones de procedimiento
adoptadas por el despacho inspeccionado y la cifra reportada
en los cuadros estadísticos; así mismo, expuso su

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SEGUNDA INSTANCIA N°. 47039
HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

desacuerdo con el fundamento jurídico de las providencias


referidas.

2.- Con decisión de 5 de diciembre de 2012, el Fiscal


Sexto Delegado ante el Tribunal Superior de Santiago de Cali
(Valle), dentro de la indagación No. 76001600019920120162
adelantada en contra de la entonces Mayor ZULETA GÓMEZ,
consideró que la competencia para investigar los hechos
denunciados corresponde al Tribunal Superior Militar, de
acuerdo con lo consagrado en el artículo 238, numeral 1º, de
la Ley 522 de 1999.

3.- El 31 de octubre de 2013, la última Corporación


ordenó la apertura de investigación preliminar, conforme al
artículo 451 del Código Penal Militar, Ley 522 de 1999.

4.- El 27 de octubre de 2014, dispuso la apertura de


investigación penal, ordenando la vinculación de ZULETA
GÓMEZ mediante indagatoria.

5.- El 18 de febrero de 2015, admitió la demanda de


constitución de parte civil presentada a nombre de la
denunciante.

6.- El apoderado de la investigada, en memorial del 27


de febrero de ese año, interpuso recurso de reposición, en
subsidio apelación, en contra de tal determinación. En

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SEGUNDA INSTANCIA N°. 47039
HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

decisión del 13 de octubre de 2015, el juez plural no repuso


la providencia y concedió la alzada.

DECISIÓN APELADA

El Tribunal Superior Militar afirma que la Teniente


LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO es la directa perjudicada con
ocasión del delito investigado.

Por tal motivo, expresa que su apoderado cumplió con


los requisitos que para el efecto consagran los artículos 305
y 306 de la Ley 522 de 1999 -Código Penal Militar-, razón por
la que admitió la misma1.

EL RECURSO Y SU TRÁMITE

El apoderado de la Teniente Coronel HEIDY JOHAANA


ZULETA GÓMEZ se aparta de las conclusiones de la colegiatura
en atención a que, estima, en el presente caso no se dan los
postulados legales para tramitar una acción de carácter
netamente civil y, en su lugar, considera que ha debido ser
rechazada por ilegitimidad de personería del demandante,
conforme al artículo 307 de la Ley 522 de 19992.

En su criterio, se debe demostrar tanto el interés para


obrar como el interés en la causa, es decir, probar el perjuicio

1 Folios 594 a 599 del cuaderno de copias No. 3.


2 Folios 621 a 627, 699 y 702 a 717 del cuaderno de copias No. 4.

4
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causado con la presunta conducta delictual, el cual no se ha


establecido.

En ese orden, pregona que el directo perjudicado en los


delitos contra la administración pública es el Estado,
teniendo en cuenta que el bien jurídico protegido en el tipo
penal que se imputa -abuso de función pública- es aquélla y
no una persona en particular. Por ende, con fundamento en
jurisprudencia de la Corte Constitucional, estima que para
alegar la calidad de perjudicada se debe demostrar un daño
real y concreto para así constituir su legitimidad.

Aduce que la Teniente NIEBLES LONDOÑO quiere


adelantar una pretensión civil ante funcionarios no
competentes para atender sus súplicas en atención a que la
acción de tutela que cita en la demanda no tiene relación
alguna con los hechos y su prohijada no fue quien interpuso
la queja ante la Procuraduría General de la Nación3. Afirma
que, si con este actuar se le causaron perjuicios, no es la
Justicia Penal Militar la competente para reconocerlos sino
la jurisdicción civil.

Concluye que, como consecuencia, el apoderado de la


demandante carece de legitimidad para obrar en el proceso
penal, por no tener poder otorgado legítimamente por quien
tendría interés, esto es, la administración pública.

3 Folio 478 a 487 del cuaderno de copias 3.

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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

De igual manera, concluye que en cuanto a los


perjuicios sufridos alegados por la Teniente NIEBLES LONDOÑO,
no basta con enunciar caprichosamente haberlos sufrido y
tasarlos a su arbitrio, sino que deben ser demostrados.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1.- Competencia

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 234 de


la Ley 522 de 1999 -Código Penal Militar-, la Sala es
competente para desatar la alzada interpuesta por el
apoderado de ZULETA GÓMEZ contra la decisión por medio de
la cual el Tribunal Superior Militar admitió la demanda de
parte civil.

2.- Problema Jurídico.

Conforme con el argumento del impugnante,


corresponde a la Sala establecer si en el presente asunto se
configura la causal de ilegitimidad de personería de la
demandante, según la Ley 522 de 1999 (artículo 307). En
otras palabras, se deberá determinar si la Teniente LORENA
VIVIAN NIEBLES LONDOÑO tiene legitimación en la causa para
pretender constituirse en parte civil en el presente proceso
penal.

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Previo a resolver este punto, es necesario aclarar que


para dar solución al disenso del recurrente, se debe entender
que pese a que la norma mencionada habla de la «ilegitimidad
de la personería del demandante», tal aspecto guarda
conexión con el análisis de la legitimación en la causa de
quien pretende constituirse en parte civil dentro del proceso
penal, regido por la Ley 522 de 1999 -Código Penal Militar-,
aspecto que se debe analizar en la admisión de la demanda.

La Corte Constitucional estimó que las víctimas o


perjudicadas de un delito tenían derecho a constituirse en
parte civil en el proceso penal militar a pesar de no haber
estado contemplado en el Decreto 2550 de 1988. En su
criterio: «constituirse en parte civil y/o tener acceso al
expediente y aportar pruebas, forma parte del derecho a
acceder a la justicia (art. 229 C.P.), y es esta una expresión
válida de fortalecimiento de la justicia, la igualdad y el
conocimiento (Preámbulo de la Carta)» (CC, T-275, 15 Jun.,
1994). Por ello, tal Corporación adujo que si alguien ha sido
víctima o perjudicado por un hecho investigado por la justicia
penal militar, tiene derecho a acceder al proceso penal.

Por su parte, la Ley 522 de 1999, reguló la parte civil


como sujeto procesal. En el artículo 106 se determinó que:
«El hecho punible origina obligación de reparar los daños materiales y
morales que de él provengan». Pese a ello, el artículo 305 de tal

norma, restringió su intervención en atención a que


determinaba que era única, y exclusivamente, para efectuar

7
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el impulso procesal con miras a establecer la verdad de lo


sucedido, pero no consagró el derecho de acceso a la justicia
ni a la reparación del daño.

La Corte Constitucional declaró contraria a la Carta


Política tal limitación, en atención a que le restaba eficacia a
tal institución y contrariaba lo fines previstos en el artículo
2º de la misma, al vulnerar efectivamente los derechos a
acceder a la administración de justicia y a obtener el
restablecimiento del derecho y reparación del daño,
contenidos en los artículos 229 y 250 de la Constitución
Política (C.C, C-1149, 31 oct. 2001)4.

Queda evidente que los derechos de las víctimas y


perjudicados en el sistema procesal penal militar son una
conquista de la jurisprudencia constitucional que motivó
cambios fundamentales en la legislación, al punto que se
logró una participación activa en toda la actuación procesal5.

4 En tal fallo, se declaró inexequible el aparte del artículo 107 de la Ley 522 de 1999
que determinaba que la única vía para acceder a la acción indemnizatoria de los
perjuicios lo era la acción contencioso-administrativa. Quedó vigente lo siguiente:
“Las personas naturales, o sus sucesores, y las jurídicas perjudicadas por el hecho
punible tienen derecho a la acción indemnizatoria correspondiente”. El artículo 108
previó la obligación del Estado de reparar los daños derivados del hecho punible, bien
sea de carácter doloso o culposo y que provenga de un miembro de la fuerza pública.
El Estado puede repetir en su contra. Este artículo contiene un parágrafo: “En
ningún caso la justicia penal militar podrá condenar al pago de perjuicios al miembro
de la fuerza pública penalmente responsable” La expresión “En ningún caso” fue
declarada inexequible en la misma sentencia de constitucionalidad C-1149 de 2001.
5 La Ley 1407 de 2010 establece un sistema procesal acusatorio dentro del cual se

otorga un rol activo a las víctimas.

8
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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

Por lo anterior, el análisis de la «ilegitimidad de la


personería del demandante» se vincula al estudio de su
legitimación en la causa dentro del contexto de la Ley 522 de
1999.

Un rastro jurisprudencial enseña que ésta última,


antiguamente, se denominó «personería sustantiva»6,
considerada no como presupuesto procesal sino una de las
condiciones de la acción. Por ello, la legitimación en la causa
«es en el demandante la cualidad de titular del derecho subjetivo que
invoca y en el demandado la calidad de obligado a ejecutar la obligación
correlativa» (CSJ SC, sentencia 27 oct. 1987, GJ: CLXXXVIII,

No. 2427, pág. 266 a 281; CSJ SC, sentencia 19 nov., GJ:
CXLVII, No. 2372 a 2377, pág. 115 a 126).

Al respecto, la Sala de Casación Civil de la Corte


Suprema de Justicia ha identificado tal figura con la persona
que la ley faculta para ejercitar la acción o para resistir la
misma, por lo que concierne con el derecho sustancial y no
al procesal, conforme lo tiene decantado la jurisprudencia
(CSJ SC, 24 jul. 2012, Rad. 1998-21524-01, citada en CSJ
SC, Rad. 4809-2014, Rad. 2000-00368 y CSJ SC, 4658-
2015, 23 oct. 2005, Rad. 2010-00490).

6El uso del término se observa en la jurisprudencia de la Sala Civil de la Corte


Suprema de Justicia. Cfr. CSJ SC, sentencia 18 oct. 1971, GJ: CXXXIX, pág. 166-178).

9
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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

Por tanto, se diferencia de la legitmación ad processum


o «capacidad procesal», en cuanto ésta es «presupuesto procesal
que tutela el derecho individual de defensa, establecido para asegurar
la debida representación de los sujetos entre quienes se traba la relación
jurídico procesal» (CSJ SC, sentencia 19 nov. 1973, GJ: CKLVII,

No. 2372 a 2377, pág. 115 a 126). Así, aquélla es la


capacidad para comparecer al juicio y ser sujeto de esa
relación jurídico procesal7.

La legitimación en la causa debe examinarse en la


admisión de la demanda. Así, en la inadmisibilidad de ésta
se evalúa «como elemento de procedencia»8.

3.- Sobre la legitimación en la causa y la calidad de


perjudicada de la denunciante.

Se debe precisar que para dar respuesta a la


inconformidad del recurrente, ha de tenerse en cuenta el
marco fáctico en el cual tuvieron ocurrencia los hechos
investigados. Y este tiene su génesis en la presunta conducta
realizada por parte de la investigada, Teniente Coronel HEIDY
JOHAANA ZULETA GÓMEZ, al momento de realizar una “revista
de inspección” al despacho judicial cuya titular era la
denunciante.

7DEVIS ECHANDIA, Hernando. Nociones de Derecho Procesal. Buenos Aires:


Editorial Aguilar, Reimpresión 2015. P. 472-473.

8 DEVIS ECHANDIA, Hernando. Ob. Cit. P. 287-288.

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De esta actividad, la referida oficial emitió el oficio Nro.


191 /MDN-DEJUM-J3 del 20 de marzo de 2012, dirigido a
la Directora Ejecutiva de la Justicia Penal Militar con sede en
la ciudad de Bogotá, D.C., en la que rinde un informe sobre
la “visita informal” que realizó al mencionado Despacho
Judicial.

En ese documento plasmó una evaluación de lo


inspeccionado que, en criterio de la denunciada, constituyó
una irregularidad al punto que le da el calificativo de
“falsedad” a los reportes de estadística y, al mismo tiempo,
emitió un juicio de valor frente a argumentos sustanciales de
las providencias inspeccionadas. Por ello, signó su
desacuerdo en puntos específicos, tales como: (i) no
acreditación de la causal de inexistencia del hecho; (ii)
confusión en los institutos de exención de servicio militar y
la de impedimento para prestar el mismo; y (iii) la
consideración del simple vencimiento de términos como
causal de cesación de procedimiento.

Estos aspectos fueron considerados como “actuaciones


indebidas” por parte de la investigada, razón por la que envió
el informe mencionado a la autoridad administrativa
respectiva y, adicionalmente, pidió la suspensión del reparto
al Juzgado en cita «porque lo que estaba era perjudicando los

11
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procesos y las investigaciones de modo que el reparto solo se


siguiera (sic) haciendo entre el 71 y el 50» 9.

A través del oficio No. 28886 MNN-DEJPM-GAL del 28


de marzo de 2012, la Dirección Ejecutiva de la Justicia Penal
Militar remitió por competencia copia del escrito signado por
la entonces Mayor HEYDI JOHAANA ZULETA GÓMEZ a la
Procuraduría General de la Nación, por cuanto «…se evidenció
posibles irregularidades en la cesación de procedimientos en varias
causas penales a cargo del Juzgado 126 de Instrucción Penal Militar, así
como la posible alteración de las estadísticas reportada (sic) a la
Dirección Ejecutiva», entidad que inició, a través de la
Procuraduría Delegada para la Vigilancia Judicial y la Policía
Judicial, investigación (radicado IUS-2012-120379) en
contra de la Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO, en su
condición de Juez 126 de Instrucción Penal Militar10.

Los hechos materia de averiguación datan del periodo


«Enero-diciembre de 2011» , dentro de la cual hubo apertura
de investigación, que culminó el 6 de septiembre de 2013 con
providencia en la que se decretó la terminación del proceso y
el archivo definitivo de la actuación11.

Las pruebas reseñadas indican, entonces, que la


Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO sí tendría

9 Cfr. Diligencia de versión libre de fecha 1º de septiembre de 2014. Folio 471 del
cuaderno copias No. 3.
10 Folio 130 a 137 del cuaderno copias No. 1.
11 Cfr. Folio 130-137 del cuaderno copias 1.

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legitimación para constituirse en parte civil dentro de la


actuación, pues en ella concurren los elementos jurídicos
para así considerarse. Su legitimación lo es por activa, en
términos procesales, y ésta surge de su condición de
presunta perjudicada directa por la supuesta actuación
ilícita de la oficial ZULETA GÓMEZ, cuyo informe final de la
visita realizada dio origen a un proceso disciplinario.

Y es que es evidente que en la denunciante está


presente esa calidad de afectada por la supuesta comisión de
un punible, con independencia de que el bien jurídico
tutelado sea la administración pública. Este no se puede
confundir con el objeto de la acción ilícita ni con la de víctima,
ni mucho menos con el sujeto pasivo del delito tal como lo
hace en sus argumentos el apelante.

En efecto, la administración pública es el bien jurídico


protegido en el Título XV del Código Penal (Ley 599 de 2000),
siendo aquella un valor inmaterial que inspira su actuación.
Se protege su correcto funcionamiento, conforme a los
principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad, al servicio del interés
general, conforme el artículo 209 de la Carta Política.

Cada uno de los capítulos que lo integran regula las


diferentes maneras de ataque a aquélla. En el caso del delito
de abuso de función pública, consagrado en el estatuto

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SEGUNDA INSTANCIA N°. 47039
HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

sustancial (artículo 428), se define la conducta del servidor


público que abusando de su cargo realice funciones públicas
diversas a las que le corresponden. Por consiguiente, la
conducta delictiva recae sobre las actividades radicadas en
cabeza del Estado, así como la actuación de los servidores
públicos que lo representan, las cuales se realizan de manera
ilícita y con abuso. Es decir, las funciones públicas
ilegalmente desempeñadas por el sujeto agente del ilícito
(CSJ AP12926, sep. 24 2014, Rad. 39279).

Que el bien jurídico de la administración pública sea un


concepto abstracto y que el objeto de la acción delictiva
mencionada, o sea aquello en lo que se concreta su
transgresión y sobre lo cual se dirige el comportamiento del
agente infractor, sea inmaterial, no significa que no se pueda
individualizar una específica afectación de derechos en
cabeza de una persona natural diferente a la persona jurídica
representada por el Estado, titular del interés jurídico
tutelado lesionado o puesto en peligro, en el que concurre la
calidad de sujeto pasivo del injusto mencionado.

Recuérdese que, conforme los criterios constitucionales


mencionados por el defensor, en sentencia C-228 de 2002, la
Corte Constitucional ha precisado que las nociones de parte
civil, víctima y perjudicado son conceptos jurídicos
diferentes.

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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

Siguiendo tales lineamientos, «víctima es la persona respecto


de la cual se materializa la conducta típica mientras la categoría de
“perjudicado” tiene un alcance mayor en la medida que comprende a
todos los que han sufrido un daño, así no sea patrimonial, como
consecuencia directa de la comisión del delito» (CC, C228/2002, M.

Cepeda y E. Montealegre). Es así que en una misma persona


pueda concurrir el carácter de víctima y perjudicada en la
medida en que la primera sufre un daño y en la segunda
recaiga la acción delictiva. También en la vida real es posible
que tales calidades confluyan en personas diferentes, sean
estas jurídicas o naturales.

Así mismo, la parte civil es una institución jurídica


procesal que permite a las víctimas y perjudicados hacerse
presentes dentro del trámite penal en calidad de sujetos
procesales. Por tanto, es la directa y legítimamente
interesada en el curso y en el resultado del proceso penal
dentro del marco del goce efectivo a los derechos a la verdad,
a la justicia y a la reparación12.

Desde esta perspectiva, la Sala ha considerado que «el


derecho a ejercer la acción civil dentro del proceso penal es reconocido
por la ley a las personas naturales o jurídicas “perjudicadas”
directamente por la conducta punible, quienes podrán constituirse en
parte civil» (CSJ AP51228, 9 sep. 2015, Rad. 46525).

12 Ibídem.

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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

Dentro de este marco doctrinal, esta Corporación


también ha determinado que en cada caso en concreto y
dependiendo de la conducta punible de que se trate, se
deberá establecer quien tiene o no la condición de
perjudicado por aquélla13. Y uno de los criterios lo será la
acreditación del presunto daño derivado de la conducta
punible, aspecto que dará la legitimación respectiva para que
quien así lo sufra se constituya en parte civil dentro de la
actuación. Esta constitución otorga importantes derechos al
interior del proceso penal, tales como: «la facultad de solicitar la
práctica de pruebas orientadas a demostrar la existencia de la conducta
investigada, la identidad de los autores, su participación, su
responsabilidad y la naturaleza de los perjuicios ocasionados»14.

4.- Sobre la acreditación del daño

De ahí que es contrario a la realidad procesal la


aseveración del apelante cuando afirma que la denunciante
pretende «arrogarse la calidad de víctima sin serlo» cuando,
conforme el análisis realizado por la Sala, se encuentra
sumariamente probada la eventual ocurrencia de un daño
que estima el referido, no demostrado y que deberá la
mencionada probar en el decurso del debate procesal. Ese
grado de presunta afectación es lo que le da su calidad de
víctima y perjudicada directa por la conducta punible
investigada de acuerdo al análisis en precedencia.

13 Ibídem.
14 Ibídem.

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Por lo tanto, la Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO,


como presunta perjudicada, tiene legitimación para otorgar
el poder para la presentación de la respectiva demanda de
parte civil, la cual podrá constituirse “por el perjudicado con el
delito y por intermedio de abogado titulado» conforme a la Ley 522

de 1999 (artículo 305), carga procesal cumplida por la


misma.

En efecto, la Teniente LORENA VIVIAN NIEBLES LONDOÑO


aporta prueba sumaria de un presunto daño material como
consecuencia de la investigación disciplinaria iniciada en su
contra, así como un posible menoscabo moral derivado de la
aflicción interna que le produjo la actuación presuntamente
irregular de la Teniente Coronel ZULETA GÓMEZ, traducida en
la acción desplegada por parte de la Procuraduría General de
la Nación cuyo fundamento fue el oficio 191 /MDN-DEJUM-
J3 del 20 de marzo de 2012, librado por la denunciada15.

Por ello, en la demanda presentada por su apoderado,


se estimó el presunto daño emergente ocasionado en la suma
de $ 15.000.000,oo, originado en gastos de viáticos y pagos

15En la demanda se aportaron fotocopias de las siguientes decisiones tomadas dentro


del proceso disciplinario radicado IUS-2012-120379: (i) 10 de mayo de 2012, que
abrió indagación preliminar; (ii) 5 de julio de 2013, mediante la cual se abrió
investigación disciplinaria; (ii) 6 de septiembre de 2013 mediante la cual se decretó el
archivo definitivo. Folios 488 a 504 del cuaderno de copias No. 3. Así mismo, dentro
del expediente existe documentación en la que se evidencia la actuación profesional
del abogado Nelson Iván Zamudio Arenas en el proceso disciplinario (folio 129 del
cuaderno de copias No. 1).

17
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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

de honorarios al abogado que contrató para su defensa en el


proceso disciplinario mencionado.

Para acreditar tal cifra, se adjuntó fotocopia de un


contrato de prestación de servicios profesionales, fechado 9
de noviembre de 2012, suscrito entre la denunciante y el
abogado NELSON IVÁN ZAMUDIO ARENAS, cuyo objeto
contractual lo fue “la defensa dentro de la investigación
disciplinaria Nro. IUS 2012-120379 de la Procuraduría
General de la Nación”16.

También se realizó un estimativo de daños morales


equivalentes a la suma de 1.000 salarios mínimos legales
mensuales vigentes (s.m.l.m.v.) al momento de la sentencia y
solicitó pruebas tendientes a su demostración17.

Con tales pretensiones se materializa la declaración de


voluntad de la directa perjudicada por el presunto ilícito
investigado. Para ello, no sólo aportó prueba documental,
sino solicitó la práctica de medios de convicción tendientes a
probar los daños estimados, ejerciendo esa facultad una vez
producida la decisión de admitir la parte civil.

Ahora, frente al argumento del apelante, tendiente a


desvirtuar uno de los hechos de la demanda, relacionado con

16 Folio 18 ibídem.
17 Folios 478 a 487 ibídem.

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la calificación de la conducta presuntamente ilícita de la


denunciada como un acto más de la persecución en contra
de la Teniente NIEBLES LONDOÑO, se tiene que decir que este
es un aspecto que deberá demostrar dentro del proceso
penal, escenario en el cual, con la constitución de parte civil,
podrá aportar y solicitar las probanzas de rigor para
fundamentar tal aspecto frente al cual la defensa, y la misma
investigada, pueden oponerse con la demostración de las
razones jurídicas.

Del mismo modo, la invocación realizada en la


demanda de constitución de parte civil, consignada en el
hecho 12 de tal documento, relacionada con la decisión
adoptada por parte del Tribunal Superior de Distrito Judicial
de Santiago de Cali, Sala Laboral, de fecha 7 de diciembre de
2011, en la que se exhortó a los superiores de la denunciante
para que «se abstuvieran de ejecutar acciones constitutivas de
represalias en contra de la accionante que le impida adelantar su
carrera como militar o el desarrollo de sus funciones»18, y la ajenidad

de la investigada en tales, predicada por el apelante, es un


aspecto que deberá desvirtuar la bancada de la defensa
técnica y material en la instrucción respectiva.

Como conclusión de la anterior argumentación, se tiene


que, para la Sala, la denunciante LORENA VIVIAN NIEBLES
LONDOÑO puede catalogarse como perjudicada en el presunto

18 Folio 5 del cuaderno de copias 3.

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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

delito investigado; también acreditó el grado de presunta


afectación sufrida y, por ende, tiene legitimación para haber
presentado, a través de apoderado, la demanda de
constitución de parte civil, razón por la que se confirmará la
decisión apelada.

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN PENAL,

RESUELVE

Primero. Confirmar la decisión del Tribunal Superior


Militar de fecha 18 de febrero de 2015.

Segundo. Contra esta decisión no procede recurso


alguno.

Tercero. Regresen las diligencias al Tribunal de origen

Cópiese, notifíquese y cúmplase

GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ

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HEIDY JOHAANA ZULETA GÓMEZ

JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO

JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ

FERNANDO ALBERTO CASTRO CABALLERO

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER

EYDER PATIÑO CABRERA

PATRICIA SALAZAR CUELLAR

LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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