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El Adiós al Dictador
En los primeros meses de 1911, Madero logra aglutinar a los distintos grupos armados que
han conseguido derrotar al ejército de Díaz en importantes plazas, sobre todo al norte y oeste
del país. Convoca entonces una reunión en Ciudad Juárez. Allí, por primera y única vez, la
mayoría de los jefes revolucionarios están juntos, pero evidencian sus diferencias personales
y sus motivos para luchar. Sólo un único interés los une: derrotar a Porfirio Díaz. El frágil
equilibrio se rompe cuando Francisco Villa y Pascual Orozco desobedecen las órdenes de
Madero y toman con éxito Ciudad Juárez. Esta batalla en una ciudad fronteriza detona un
intento de negociación por parte de Porfirio Díaz. Estos intentos culminan con la exigencia de
la renuncia de Díaz, quien, en una reflexión entre el riesgo de una invasión norteamericana,
los saldos de su gobierno y su débil salud, deja el cargo y abandona el país.
Un Chacal en Palacio
La sombra del asesinato de Madero, la anulación de las nuevas elecciones y la represión
ejercida por Huerta contra los legisladores, la prensa y sus adversarios políticos provocan la
enemistad de los Estados Unidos y el regreso a la lucha armada de los jefes revolucionarios:
Carranza, Villa y Zapata. Estados Unidos desconoce a Huerta e invade Veracruz. Esto
complica más el panorama al dictador. Se suman las victorias revolucionarias y las tropas
rebeldes se acercan a la capital por distintos frentes. Pese a grandes desacuerdos entre los
jefes revolucionarios, principalmente entre Carranza y Villa, el movimiento armado no pierde
fuerza. Los une el interés común de derrocar a Huerta. Estas diferencias quedan expuestas en
la Batalla de Zacatecas, donde Villa desobedece a Carranza y toma la ciudad, destrozando al
ejército federal, en el intento por llegar primero a la capital. Carranza impide que Villa avance
hacia el centro y permite que sea Obregón quien ocupe la plaza. Huerta renuncia y abandona
el país.
La Silla Incómoda
Después de la Convención de Aguascalientes, Carranza es perseguido por el gobierno de
Eulalio Gutiérrez y abandona la capital ante la proximidad del Ejército Convencionista, al
mando de Francisco Villa. Eulalio Gutiérrez llega a Palacio Nacional e instala el gobierno de la
Convención. Villa y Zapata se reúnen en Xochimilco y juntos entran a la Ciudad de México.
Tras la salida de los americanos en Veracruz, Carranza viaja al puerto y se refugia ahí. Villa y
Zapata acuerdan combatir a los constitucionalistas. Carranza y Obregón se preparan para el
contragolpe.
Las Batallas Fratricidas
Villa regresa al norte. Los zapatistas nunca logran enfrentar a Obregón más allá de Puebla. En
la capital, anarquía, enfermedades, falta de comida y agua azotan a la población. Obregón
reorganiza al Ejército Constitucionalista, toma la Ciudad de México, acorrala a los zapatistas y
se encamina al Bajío para enfrentar a Villa. Después de una prolongada lucha Obregón
derrota a Villa, pero no sin pagar el costo, en una de las batallas finales pierde el brazo. Es el
fin de la División del Norte y el triunfo definitivo del constitucionalismo. Con esta derrota, Villa
se repliega al norte y Venustiano Carranza autoriza la persecución en contra de Emiliano
Zapata.
La Refundación de la República
Carranza regresa triunfante a la capital y sienta las bases de un gobierno provisional.
Promulga la convocatoria para elegir a los diputados constituyentes. En diciembre de 1916,
inician los trabajos del Congreso Constituyente en Querétaro. Si bien todos los diputados
forman parte del ejército ganador, la mayoría son civiles que reflejan la pluralidad ideológica,
política y social del país. Los grandes debates parlamentarios se dan en torno a los artículos
3, 27 y 123. En ellos, una mayoría de diputados radicales, apoyados por Obregón, derrotan a
los conservadores afines a Carranza y le imprimen un profundo contenido social a la
Constitución mexicana, que la convierte en la más avanzada de su tiempo.
De la Constitución a la Rebelión
El Congreso convoca a elecciones. Carranza gana y asume la presidencia en enero de 1918.
El gobierno enfrenta un cúmulo de problemas: una crisis económica provocada por siete años
de guerra revolucionaria, constantes levantamientos armados de Villa y Zapata, un conflicto
diplomático con Estados Unidos. Se consuma la traición y asesinato contra Emiliano Zapata,
en Chinameca, Morelos. Con la convicción de que no exista en México un presidente militar,
Carranza designa a Ignacio Bonillas como candidato presidencial, lo que provoca que el grupo
cercano a Álvaro Obregón lance el Plan de Agua Prieta que desconoce a Carranza como
presidente y nombra en su lugar a Adolfo de la Huerta. La rebelión militar obliga a Carranza a
abandonar otra vez la capital rumbo al puerto de Veracruz, en el trayecto es asesinado.
El último Caudillo
Derrotada la rebelión de la huertista, Plutarco Elías Calles gana las elecciones en 1924. Calles
enfrenta un conflicto armado con la iglesia católica por limitar el culto, que deja un saldo de
cerca de 70 mil muertos sobre todo en el occidente y centro del país. Reforma la Constitución
para permitir la reelección presidencial de Obregón, quien regresa de su retiro para comenzar
su campaña presidencial. Cristeros y anti reeleccionistas se oponen a su candidatura.
Obregón sufre un atentado perpetrado por los Cristeros. Calles endurece su postura contra la
Iglesia. Obregón, gana ampliamente las elecciones el 1 de julio de 1928. Dos semanas
después, es asesinado por un militante cristero; José León Toral. En su último informe de
gobierno, Plutarco Elías Calles declara que con la muerte de Obregón termina la etapa de
caudillos y comienza la de las instituciones.