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Vas Aas (Se ali ge) LA CIMARRON | | comoherenciay utopia | - ge q > MiTAC ad Als Pak cter m Daw” § ig eogla def EE cca MOKA de Chawciavn ance aed Ques xv feug Angel G. Quintero Rivera: Ala memoria de aquellos pirates y i L obretos, dvrciads ys 3s, marron ido en el Caribe trazando el \$ como Mufiaz Marin, - 2 10 de la libertad. -| oe menudo se carical la racterizador de nuesire "ser" | , | Latina como tendiente al * Peesentacidn en el | democracia. } auloritarismo o al paternalis: Serinsrio “La democracia y ii 1 9, POF el surgimiento de dicts —_ef soctalismo en Ammérica Latina; Seguramente, otros investigadc Ms 8.9 cauuillos. El Caribe es drbate y realidad”, celebrado en ;es en este seminario prescniar: une de los manoseados ejemplos Ja Universidad Nacional 9 discutiran otras formas mas . 'do pata susiener esta cari Aurdnome 2 México (UNAM), cientitices de acercamiiento a l al ura. con hidiorias de dictauicres Jel 22 al 29 cs julio de 1984, provlemética del autoritarism< t comn Tr Suvelier, Batis primero del ciclo de seminarios y la democracia en la realidad | | 128 Erie Gairy, para mencionar preperatorios para el XVI tinoamericana que rompa esa a 1} aigunos de los inds recientes: Congreso l stinosmericano de simple vision fatalista, Habra al li © “caudilios” {o lideres) carismé Sociologia, :* qunos- que exarninaran éxperie i | --__— ciashistoricas 0 epntempord | Eric Wiltiams y Fidel Castro. Se ** Investigedur del Centro de “eas; distintas y més alentador: | presenta al autoritarismo como Investigaciones Socieles de la Y otros que analizardn las reali elomenta irremediabiemente cal Universidad de Puerto Rico. dades y las falacias que sirven c base a dicha caricatura 0, en argot més sociolgico, 2 las con- diciones histérico-estructurales de la democracia Por mi parte, quisiera meramente presentar algunos elementos que considera importantes para una; perspectiva democratica, preseny tes —o mas bien generados— en la historia social del Caribe, par- ticularmente en la historia de Puerto Rico que es la que he podido investiga con mas dete: nimiento El Caribe tiene una larga historia de dominacién colonial y de cla- ses, y su cultura es —en la medida en que fue configuréndose en esa historia— colonial y clasista, con rasgos de autoritarismo, racismo y sexismo, Pero nuestra historia es también otra historia. Es ta historia de un arduo proceso po- pular Heno de luchas frente a las situaciones adversas sefialads, para desarrollar formas de convi- vencia enriquecedoras de la vida. Es una historia clasista, es cierto, pero es también y sobre todo una historia de lucha de clases. Los que caracterizan nuestra cultura como autoritaria obvian la natu raleza dialéctica de la formacion cultural en una sociedad de clases que produce elementos contra- dictorios, Si bien la sociedad cari befia gener un Trujillo, también ha producido elementos que son la base para una cultura democré: tica optativa La contra piantaciéd cimarrona Igunos cientficos sociales “phen exprasado que las socie dades caribevias tienen por eje a la plantacién y han argu mentado qué nuestro esqueleto cultural comin, en los funda mentales primeros siglos de exis tencia, fue Ia esclavitud negra, Esto es correcto, pero solo par- cialmente, Es verdad; si concebi- mos la plantacién esclavista en términos de las contradiccio- nes que supania: plantacion y contra-plantacién, esclavitud'y cimarronerfa. Esta tension dis- léctica fue el verdadero esqueleto cultural comin en el Caribe. De bido a nuestra posicion en Ia ex- pansién europea, la tension entre plantacion y contra;plantacion estuvo siempre presente en todo el Caribe: aunque algunas socie. dades incluyeron ambos tipos de conira-formaciones en si mismas {como el Saint Domingue del si glo XVIII 0 Cuba en el siglo XIX), otras fueron, como Barba: dos, fundamentalmente isles- plantacion y otras, como el Ca- ribe hispano fueron, haste el siglo XVIII, principalmente so- ciedades de contre-plantaci6n La cimarroneria incluia dos 4n- gulos muy relacionados: |a opo- sicion econémica al trabajo escla vo y la oposicion politica 2 la do minacidn estatal. En la América Latina colonial ef Estado estaba principalmente representado por las ciudades. Con la excepcion de las ciudades espafiolas, el resto del Caribe hispano y sobre todo | Puerto Rico fue por décadas po- blandosé principalmente de cr Tarrones, en el amplio sentido. efi aues tiliza este término Car- Santiago." Estos podian ser in: dios que huian de la servidumbre de las encomiendas y se aisla ban (al punto que en el si XVII, vivir aislado, en el moate, se decia que era “vivir cord in dio”), pase a que los v de asentamiento.en la sociedad taina gran absolutamente distin: tos, précticamente opuestos pues vivian en aldeas 0 yucayekes.” Podian ser también esclavos que escapaban de las plantaciones, so- bre todo de las istas vecinas, in- glesas 0 francesas, 0 espafioles que, por diversas razones, busca- ban vivir al margen 0 alcance de la jurisdiccién del Estado. ~ Debernos recordar que el “cescu- brimiento de América coin temporalmente con la expulsion de los judfos y Jos mores de Es- pafia, Existfa un ambiente hostil ‘que se traducia en una gran repre- si6n contra éstos y que se mani festaba en la Inquisicién y en la prdctica de la “limpieza de san- gre”. Después de tantos siglos de presencia en la peninsula era de esperar que existiera un conside Noeas ' Carpentier, Alejo, EV camina de Santiago, Buenos Aires, 1957, pag. 63. 2 Abad, Fray Ufigo y Lasiesa, Hi geducitica civil yeatural de la isla de San Juan Bautista de Puerto Riew (1782), us0 tedicién de 1958, ed. Universidad de Puerto Rico, pig. 185. {cae vieun, Aran, Documenta sme dean yoryeao Borat, Teadametato eestor doce Aertfgucadevclonaac, es, Une Sine de Pwr fen 18 eet Worn, Sue Et eon), wnat ted Other Gocments ot Lit snd ovoer af Chrtapher Cle, Heriot pr ue York, 1963 pentier en su relato El eamino de / ma de vida opcionat pero amena zada La intensidad de la explotacién hacia que la vida de los esclavas fuera muy corta, implicando-una permanente sustitucién por nue vos esclavos suministr aces ar la trata." De esta forma le presen cia de Africa se mantenia cult. ralmente més cercana y la contra plantacién en situaciones de fuer te economia esclavista conserva bia rasgos de la sociedad! aldeana africana acrisolados por yna si tuacién completamente distinta En sociedades de débil plenta cidn esclavista, pero de fuerte bastién militar citadino, como en Puerto Rico, la cimarroneria conformaba una oposicién en retraimiento, no una oposicion activa. Los militares de le plaza fuerte no veian ese mundo rural como una amenaza, sino como un mundo de primitivos indolen: tes. Los cimarrones no sentian la necesidad de organizarse y su ne: turaleza anti-urbana desestimula: ba la formacién de palenques. Este tipo de contra-plantacion se caracterizaba por la existencia de Viviendas aisladas de nicleos fa- miliares, con una produccién bbdsicamente de subsistencia, Es ta, fundamentalmente se basaba en la agricultura de “tumba y quema” que marcaba una forma de vida con un carécter semi- némade y con poco apego a una propiedad territorial particular. Asimismo, se compartia un re- traimiento respecto de! Estado. Se vivia basicamente en una eca- noma natural en un mundo y er una regidn ya con un creciente comercio-internacional. El co- mercio se ejecutaba fuera de los canales del Estado, a través del contrabando, cuya importancia enfatizaban repetidamente las descripciones @ informes de la época. 40 omg y Golan ee A pesar de su primitiva rebeldia, al no acepter vivir bajo la domi nacidn del Estado, el mundo ci- marron de nussircs primeros jfbaros era extremadamenta vul erable y contradictorio. Su desafio era de huid, no de ate qu, Se buscebe vivir al margen del Estado, no por una oposicion al Estado, sino por su situacién subordinada a 4l: la que se man! festaba en lo individual de le huida y en Ia forma parcelaria de la economia, Los cronistas del siglo XVIII!" recalcaban el amor del jibaro a la libertad; pero era ia livertad-del retraimiento. Asi el Estado, el mundo del cual se huia, no por malvado, sino por vencedor, va a ir tomando claros tintes racialgs, y ésta es su iden- tificacién mas evidente, El pre- servar la libertad (del retraimien- to y no de la confrontacidn) se vers matizado en ese contexto, intenténdose contradictoriamen- te una espafiolizacion no-estatal como escudo, a través de 10 que se llamaba “el mejoramiento de la raza’, esto es, el blanquearse. Fray liigo describe que: i Richarieerbetasysoldatorse BEE faa go art ciate ae suerta, que en la flota del afd Foe edaron tx ata i Dio etd free muchos merias los que se acultaron Mr ie mapiawictde Pea ne ee, apa daar Cara. Ses lp eniake gph ce seohagl de au pra los les Bee cecaaren rai ne gaa eget Dic as “ar ancy covers fc aot apetatoe bye be Ee papa tenes seman ger tte Ce de qafel te mies ws esba, pdt lat exconstoncias de Sips Bane on majong Soy eiercorementnde pre Tacontrarcasamiento los ocho peer siadioe pra subsist boneitsete, wed ochen r taitebendis, wires pon gee ay Icha en esta pert Fray \fiigo sefala, ademés, que @ ppesar de que la mayoria de los riollos eran pardos, se “glorian de descender” de espatioles."? Por ello, cuando a finales del si glo XVIII y principios del XIX Espafia intenté en Puerto Rico una politica dirigida a la transfor: °© Casimit, Jean, La eultura oprimida, Nue- vv Imagen, México, 1981 1 bbad, Fay IAigo,ob.cit. Piere Le dra, Andree, Vise ala Isla de Puerta Rico ~ (1797), imp. militar de J. Gonzilez, San Juan, 1863, Miyares, Fernando, Noticias particulares dela isl y plara de San Juan Puerto Riew (1775), Unversitad 42 Puerto Rico, San Juan, 1957 "9 aDoad, Fray Inige, Hisari.. ag. 138, 13 Mofales Mufioz, Generaso, Fundacion del pusblo de Lares, Imp. Venezuela, San Juan, 1986, pigs. 116-117, Alf abunda so- bre este falta racial Sefala que en un pu blo dela montate come Lares, tradicional imante llamada de baros blancos, el 87 por ciento desu poblaciba era en realidad “par 4a" an ef momento de su fundacién (1752) cha fattos de : del si- XIX 1 Rico transfor my Nue ere le eta Rico lez, San Noticias san Juan de de Puscto 1 0b, cits, undacion vula, San abunda so- enum pue tradicional ao 7 por alidad ign (1782) aay guerra a muerte al contrabando, promoviendo primero estancias y juego haciendas so“oriales, el mundo cimarran © capacitado para artic oposicién que no propios términos individ de la cimarronerfa: el bandido social,'* el pirata, el corsario, NO yaa las ordenes de algun pais extranjero, sino dependiente de su propio arroja y valentia y pro- tegido frente a la oficialidad por la ruralia cimarrona.'* Es suma- mente significativo que en 1825, cuando comenzaba a fraguarse la econor mercantil oficial (y ya ‘murien te el mundo cimarron en Ia transicién estanciera) se captu: real pirata Cofresi, el bandido social por excelencia de la histo- ria puertorriquefia, recordado: ain como héroe papular. Es alta- mente sintomatico, también, que Cofresi fuera el ultimo pirata y que haya sido capturacis por una escuadra naval norteamericanay, cuando Estados Unidos era ya uno de los paises mas interese dos en regular el comercio cart befio."* Con el desarrallo de la economia ~ de haciendas, la teadicion de in dependencia cimarrona en un mundo de creciente dependencia sefiorial-personal se canalizard a través de una desconfianza de- ferente, que conocemas en Puer <7 libertario y en la cu ¥ nacional to Rico como la tradicién del unja. La inaccién del unja reser va paral fuero interior la rebel dia latente. La proletarizacién de los artesanas: la superacién de le cimerroneria en el socistismo portante examin: mente el trasfondo artesanal del movimiento, ya que !9s arte: sanos, muchos provenientes de esclavos y negros libres,'7 fueron los mds significativos puefites in. tercomunicantes entre los mun dos dispares de la plaza fuerte y de la cimarroneria. En este senti- do, es pertinente recordar el in feresante episodio del corsario Miguel Enriquez que, entre 1728 y 1729, estremecid a la oficiali- dad urbana con un ereciente po- derfo, unico en el Caribe. En riquez, pardo, hijo de zapatero, de un poblado circundante a la capital, con su patente de corso {o sea incorporado al Estado con ta “gracia de la Corona) logré organizar una enorme escuadra de pardos libres frente a los pire tas extranjeros, y a través del contrabanda (es decir al margen el Estado) pudo amasar la més "monstruosa fortuna”.'* Con re celo y temor Ios “cones” de la plaza fuerte!® logreron volcar, por intermedio del orden juridi- co, toda la fuerza del Estado so- bre la amenaza de ese puente in: tercomunicante.entre lo rural y to urbano para que, citando al ceonista, “terminara su vida cons Articulo tituida en la baja suerte de su ni cimiento”.?° ‘Aunque las ciudades coloniales encernaran la presencia estatal « el Caribe, no todas las clases cit dinas tenian este significado. Li 1 Es conocida fa tsis de Hobsbaw en Bandits, Penguin, Londres, 1963 y en Pri imitive Reels, Manchester Univesity Pre 11959, de queef bandido social surge prin palments en aconomias de campesinos a vnexsios por fa comecializacion a desrer smercanti sta proteceidn as vidente leyendo & jo documentos dela captura del ¢ rat Coltei: Porter, 0, An expasition 0 the fae: and circumstances which justi Jedvon to Faxed, Dovis and Fo warningten, 1828 y Geigull,F.G., Cor: fics pirate de Puerta Rico. Episodios« Puerto Rico durant la quarra de los Este Unidos coe fos girzts de las Indias Occ es, 1819-1925, Cantera Feménde: San Juan, 1946. {6 véese tambitn Santana, Arturo, Puer Rica y los Extados Unidos en el periade volucionaria de Europe y América (178 1925), ICP, San Juan, 1957 7 fat Soler, Luis Manuel, Historia de ‘escavitud negra en Puerto Rica, Univers dde Puerto Rico, San Juan, 1965, cap. 1¢ 1 yiyares, F,, ob. cit, 9a. 17 1 Vizcatronda, Roberto, Las espaol dalgos de Puerto Rica: Estudio sabre le ideotogia dominante an la ciudad duran segundo tercio del siglo XVI, Tess de mmaesiia,inédita, Centro de Estudios A » pados de Puerta Rico y al Caribe, Son 1978, Allie seisla que el uso del “Dor (de origen nat'e"),cuya sentido auto astérlacionada com el seioia la aris. teniente), y que asi seed tambig posteriarments en el pfs, coma.en San ‘luan, en este petiodo, ua sentido puran jerirquico en lo administrative, en lap cin en el Estado, yva a utilizarse, sb do, en referencia alo elitr (pg 5). fale también que los atesanos eran los ‘nunes- anes” urbanos (pig, $7). 29 wiyares, Fob. cit, pag. 17 Sticulos trabajadores dé oficio —los arte- sanos—viviart necesariamente'en las ciudades (6 en puablos funda- dos posteriormente, sobre todo: en los siglos XVIII y XIX, como cuTias de la oficialidad o del Esta do en la ruralia),*" y no los ca: racterizaba el retraimienta cima rrdn piesto que la oprasiin est3- tal se intenitard enfrentar a través: de, precisamente, su incorpora- cidn al Estado. Este es un tipo de lucha muy ge- neralizada, que.se da a nivel in- ternecional, al calor del surgi miento de los Estados nacionales. Allise inscribe la tuche de los sectores Sopulares, principalmen te obreros, por el reconocimiento de su existencia civil; es decir, el reconocimiento del trabajador como ciudadano. En los casos en que la esclavitud marcé a ta so- ciedad con fuertes tintes racistas, también se luché por el recono- cimiento del trabajacor como persona, es decir, por su digni dad. Este proceso ha sido des- Cripto por otros autores (para otros paises) como “ex tension de la ciudadania”** y que se in- serta, por lo tanto, intrinseca- mente en el smbito del Estado Abarca las batallas conta la dis criminacién, las luchas por las Ii bertades civiles y por la partici- pacién democratica. Es impér: tante recordar aqui, y como pe- quefia digresion de la historia Obrera internacional, queiuchas de las lamadas “libertades bur- guesas” son mucho mas que bur- guesas, Algunas fueron forjando- se en la lucha popular liderada por la burguesia frente a la aris tocracia y son, en ese sentido, ‘logros populares y..0 meramente bergueses (en un momento his- torico en que fe burguesia forma- ba parte de “lo popular’, al cons: tituir el llamado “‘tercer Esta- do" del siglo XVIII), Otras 42 David y Goliath ies rie Baits _ Bee ee zlibertades democraticas, mal llamadas burguesas, fueron ta ~conisecuencia de luches popula- res frente al emergente dominio burgués, arrancadas a la burgue- Sia aprovechendo las contradic- ciones de su ideoiogia y de su configuracién estructural. Asi, por ejemplo, Tas tuchas obreras por el reconocimiento de su exis tencia civil (incluyendo el su- fragio) emanaban, légicamen del supuesto capitalista de un mercado de trabajo libre (frente a las formas servilés precedentes) y de la “libre” .contratacion sa- lariat La canalizacién de la antigua lu- cha cimarrona contra la apresin por medio de su incorporacién al Estado significaba, precisamente, la desnaturalizacién de la cima- rronerfa como huida, El trabaja- dor no podia ya ser visto como negro, indio, moro, hereje, se- fardita 0 polizon, sino como un digno miembra de una comuni: dad civil, de una nacionalidad en formacion Esto fue logréndose, en cierta me dida, por la lucha de los hacen= dados por su hegemonia frente al colonialismo espafiol. En su intento de presentar sus intere- ses particulares como los inte: reses generales de la sociedad, los hacendadas fueron configurando una politica de afirmacion puer: Sine Spiny ica atid sen caine: torriquera a través.de su Partido Autonomista, definiendo los con- Hlictos sociales como oposicion entre puertorriquefios y, penin sulares. La tensi6n burguesa- sefiorial de su ideologia ™ gene- 6 una contradictoria vision na ional; una concepcion peterna- lista de la patria, como une gran familia, familia estamentada y dirigida por el “padre de agrego’ ~el hacendado-, familie que in. corporaba a los “honrados hijos Bel trabajo". El Partide Auto- nomista (que anteriormente se am6 Liberal Beformisie) de fendi6 la educacién generalizada 2° En un trabajo similar, ain bocrador ind t, intento teazar ese desarrollo, "El mundo ‘semi entee lo rural louibano”, ponencia presentada’an el Congress Latinoamericano de Sociologia Aural, Santo Gomiigo, agos to de 1983, i ® Marshall, T.H., Class, Citizomship and Sacia! Development, Garden Cty, Double day Anchor Book, Nueva York, 1965, y Bendix, Reinhard, Nation building and cic ‘enship, J, Wiley and Sons, Nueva York, 1368, 29 Mis detalles y numeross referencias @ fuantes grimaris pueden encontrarse an la pate | de mi ensayo “Contlictos de cla se an Ia politica colonial”, incluido, en Pierre-Charles, Gerad (comp.), Relaciones internacionales y estructuras seiopotiticas tn el Caribe, UNAM, México, 1980, 0 un aco més completa 2n 1 amplieeién cama Vibro, Conflictos de casey politica en Puer to Rica, Huracin - CEREP, San Juan, 1977. 2 Producto de las cant-aicciones misras de la economia de hacienda, arientads 918 intensifcacion de la produccidn da clas ~euyo méxima dasaeralio se da bajo la economia cepitalists— pero beads en for- mas pre-capitalistas(sefriales) de explots cia del trabajo, 25 Véose Garcte, GervasioL., Eeanamie do minis et preminrsfermentsd’organizations uveiéee: Puerta Rico entre le XIX et le XX «scl, tesis doctoral inédita, Universidad e Paris, 1976, cap. 2. Ria GT Lien Articulos y la extension del sufragio. Y existe clara evidencia de le parti cipacién, aunque subordinada, de Jos artesanos en los movirnientos reformistas de los hacendados.** El Partido Autonomista tenia co: mo baluarte a Ponce, fa segunda ciudad del pats. Se celebraron en Ponce sus més importantes esam blees y alli se publicaba su pe riddico, La Democracia, que se ‘comvirtié 2 su vez én el mas im- portente del pais. Es signiticati- vo que el periddico artesanal mas antiguo del que tenemos noticias es también de Ponce, El Artesa: no, en 1874, Este lievaba lo iden: tificacion de “Periddico Republi- cano Federat”, cuando el repu: blicanismo federativo habia sido, precisamente, la bandera de com bate de los hecendados en su lu chi por el gobierno propio y autonomo, Es sumamente suge rente que, previo a Ensayo Obre- ro (1897) que marca la transfor maciOn radical hacia un-obreris: mo independiente, cuatro de los seis periddicos artesanales que se conservan (que buscaban, sobre todo, la dignificaci6n del trabajo dentro de les luchas liberaies) se editaban en Ponce, ademés Ge El Artesano, el Heraldo del Tra- bajo, en 1878-1880; £1 Obrero, en 1889-1890 y la Revista Obre- ra, en 1893. €Por qué Ponce? Con la guesia al contrabando, et comercio de la isla fue concen- twéndose en sus tres puertos prin- cipales y con el fomento y creci- miento de Ia agricultura comer cial, estos puertos también fue ron creciendo en importancia. San Juan habja sido y continuo siendo la principal ciudad impor- tadora, mientras Ponce y Maya: giez se convirtieron en Ids prin. Cipales puertos de exporiacion.™” Mientras la.ciudad-emurallada de San Juan representaba.principal mente a la of|cialidad espafiola } (por un tado alo militar y buro- cratic y, por otro, més notoria- mente, al comercio importador asociado a la oficialidad),?* Pon: ée y Mayagiiez se convirtieron en las ciudades de las clases agroex portadoras.2? En la medida en que eran ciucadeé de clases 39 rigs, la distincion urbenc era delinitivarnente menos cada que en torno de San J Sobre todo Ponce, s¢ va & tires la gran ciudad sefo" hecho, asf se le lame 100 con pie en 2 y con aspiraciones No es cainc quefia, catalogada por le mayo: rig de nuestros musicélogos cp- mo nuestra primera mésica na- cional.2° A Ponce se mudan los, mejores misicos innovadores, cansados de las bandas militares (0 de la misica eclesidstica de San Juan. ¥ en la década del 80, dé- cada de la consolidacion del par tido a través del cual los hacen. dados criollos canatizeron sus luchas politicas por 1a hegemo- nia, florecen en la ciudad de Pon. ce las danzas de Juan Morell Campos, su maximo composi- tor El andlisis de la danza puertorr- quetia es sumamente revelador, pues {ue una musica preducida “1873-1982, A.E-Lee afd Sons, San Juan, por artesanos en el proceso de su lucha por obtener el reconot miento civil, Es una musica dé ar tesanos para hacendados. Es un tributo de las cleses subalternas a la clase dominante, y por ello es una expresion musicoldgica 2 Detalles y fuontes en un tabelo previo, “Socialite y abaquero, la pralearizacién os artesanos”, en evita Sin Rovubee, rim, 8, de marzo de 1978, ag. 110. 038 por ejemplo, cifias peseotadas rondo en sus nozas ata traduccién ‘a sllanza procspafola de burGera: tasy comerciantes, long los ssritas de une cendados opositor a Esta, Quifones, Francisco Mariano, Confic to: econémicos, Tip. Comercial, Mayagiez, 1888, « Hisoria de los Partidos Reformista yy Conservador en Pusrio Rico, Lip. Comer ayacien; 1889, 2 Las memories del ponceno, descendivnte de inglees de las Antillas Menores, en Lee, Albert E,, An Island Grows, Puerto Rico 71963, pigs. 11; 67 y 68, contenen dese ciones vivdas de la diferencia entre Ponce y ‘San Juan: Ponce, eosmapolita, libel, W brepensedore, moderns; San Juan, cstélica, fspaficla, consarvadora, Sobre Ponce, vé tambin Gonziler Mena, Enrique, y Tele chea, Joaquin, Guia comercial eindusiriat fe la ciudad de Ponce, Tip. Baldority, Pon 2, 1903, 9 Veray, Amaury, “Vida y desarrollo de he danza puortorriquata” (1856) y sreayos de btios autores reeagidas en Rosado, Maria (comp), Enseyos sobre ta danca puertorcin ‘quefa, IOP, San Juan, 1877, 3° Veray, Amaury, “Le misin social dela danza de Juan Morell Compos", en Ro-sdo Maria, ob. cit. All explicitamente s vine ta el auge politizo en Ponce con le dns y sta com la identificacion nacional. Enel er sayo de alatco, ob cit, exominando la 1nza 3 safala que Luis Mufoz Rivera, lider politico mfximo del actenoniisno, md a Ponce “ia civdad més puertoriqueita de Pusrto Rico” (psa. 49). 4 Dovia y Gotiosh aivténticamenté popular que Ile va, sin embargo; el sello de la hegemonia de los hacendados. Una serie de elementos pooulares son elevados a una sotisticade musica de sal6n para que bailen tiesamente los hacendadas en sus exctusivos casinos, La danza 72 tiens elementos de baile de figu 2s, pero se baila, sin embaryo, en parejas, manifestando Ia ten. sin burguesia-aristocracia por la que atravesaba el contradicto- rio proyecto de los hacendados. El enfrentamiento de San Juan con la ruralia y el carécter ford neo [identificado con la metro- poli) de su clase dominante, no progendia a los intentos de una heyemonia integradora. En las fiestas patronales alternaban las bandas militares, las bandas de artesanos y los cantos jibaros, pe- ro el “pueblo” bailando hasta las seis de la mafiana, sefiala un do- cumento de la época, se divertia “azorando alos pobres jibaros que llegaban con sus cargas para el mercado”. El cardcter de Ponce, como ca- beza urbana de un mundo rural y centro de una clase nacional de~ aspiraciones hegeménicas que vinculaba esos mundos (rural urbano), facilité culturalmente la integracion, Los artesanos pon cefios lograron recoger en la dan- 2f tradiciones rurales (cimarro- nase incluso aquellas de la plan- tacién esclavista), transformin dolas con su cardcter distintivo de clase-puente, que tan avanza: damente habia representado. Miguel Enriquez en el siglo an: terior. En la danza, el ritmo de trasillos, dentro del clasico matde del 2 por 4, rompe la monotonia rit mica de los bailes europens de enconees, introduciéndole at sa: David y Goliath ae sib soi aetna Pepe eae Ue bar de la herencia eitmice afri cana, ¥ es tan importante al rit mo en la danza” que ést2 se manifiesta a través de una segun da voz meldico-arménica, Es- 10 significa que él ritmo no es percusivo, no lo da el tambor, sino et bomberdino, un instru mento de metal, una de los ins: trumentos melédico-arménicos que no por una mere coinciden: cia su timbre se parace més al mmbor.* Intreducir el ritmo de tembor, identificado con los can- tes de los esclavos, en un casino era, en ese momento, inadmisi- ble. Asi, los artesanos lo camufla ron con ef bombardino.** En fo que llamaban entonces el merengue, que ere la parte beil- ble de la danza (es decir, todo lo que no era el paseo), era funda mental el abbligato ge bombardi. no que daba un ritmo, que era a su vez armonia, merced @ una se- gunda voz melédica.** Con esa extreordinaria integracién de menitos musicales el abbligato de bombardino convertia a la danza 2 Cronies de Sen Juan o 22 descripcion de las fiestas con que la ciudad de Puerta Rica ha elerada a su santo patrin en 1 ao de 1866, 1mp, del Comercio, San Juzn, 1864, pag, 3. 3 Como as avidente en la bamba, suestra imisica mis importarte dl plantacién es tlavista, donde la melodia 2compaia a it rma y no viceverea, Entre otros autores, ira Rubers, Joho, Back Misi of Two olds, Marrow, Nueva York, 1974, E1 autor enfatize oi papel protagénica del fm en te tadicién musical africans y ro american, 2 Muchas de las partituras te danas se en cusntran eertas para pians, pero sesie =I stnomusicélage Luis Mar fra una forma canitzaseda ce mmisica pensada y ee por "banda: pequsfas coing 2st, gues! waren da sincipalmente mante, pr uno 0 dos violines, an earn dos o wes bersbecdinas, un contrabajo y un guica, A principa Ia orquesie Euterse alguna percusion ig la trompatey 38 Tan fin y afieaz fue ee enmercaraman to que incluso uno de los més impcrientes misicos puertorriquetos de principics de so, Braulio Duetia twabejo premiado por ef Atzneo Puertersi= ‘quafio en 1914: "ao negaremes que huba un tiempo en que westra danza degonaré de modo laments ble debido al mal gusto arvstca de-cier tos comgasitoresy directoras de or ‘ue utilzaron ta bomba africana, mpi rmiando a !9 danza un ritmo grotesco y, vende, antestétie. ortunadamente, el gusto exquisito d= a tists como Tavéree, Ramos (Heracto) y Campos a impuso, y la danza crola volvis aracobrar siempre la carsce ‘Aan asi, Dusio Colén, na pudiendo escon- er su “blaquizmo” musical, sala més ade lante “a (adn) defectuosa relai6n ritmice entre la melodia y el seompafamiento’ vase defecta de * "Estudio sabes Ia danza puertore - repradutida en Rose, Marie (comp |, Ensayos sobre la dane... 2895 ya. 36 €|obtligsta es defiaido par et Grove Dictionary uf Mutie sd Musicians, Stanley Sadie e¢,, Mac Milan, Londres, 1980, Vol, 13, pi 460 coma: “an indeen dent part in concerted music, anking in just below the principal mstody sd." Bebey, Francis, Musique de L’Afrique, Ho: ritons de France, Paris, 1969. El autor des cribe coma tradiién aficana la bisaued ¥ creaci6n de instrumentas que pudieran su- plirsimulténeamente melodia y peeusién, | | Articulos en misica polifénica (es decir, de varias voces), cuando predomina aba en forma casi absoluta enton- ces, en la misica de salén euro- pea, la textura homofénica (0 sea, de una voz melostice acom- jada con armonias de acordes O arpagins), Ez sgniticative qe tora "ario. la danza recgie"d uss instrumento nativo que 23 una es- pecie de laid, acompaia al can- 10 con toda una muy variada voz melédica suplementaria logrando juegos meiddicos de varias voces realmente asombrosos, Lo nuevo en la danza es que la polifonia da ademés el ritmo. El bombardino, sin embargo. es Un instrumento disereto. Con t0- da su importancia fundamental en ta danza, siendo el instruren- to, de hecho, que le da su cardc- ter, se mantigne a tiavés de toda la pieza subordinado a los viol nes y al clerinete. Estos llevan la melodia principal y el bombar dino discretsmente los secunda El bombardino en la danza ref ja fa ideologfa obiero arte: de entonces, Esta idvologia con: cebja al trabajo como centro de ta vida social, pare sutor dinado a os hacendados y @ los profesio- nales dirigentes. Lo maximo que aleanza el bomtardine en ta dan. za es el llever la vor meitidica en sin una de fos cuotry sreciones del merengue, que siempre es ta ercera, Fs el 02:0, p de denzus corn D6 Mistn, 0 prs Miranda, Es inpostor por alto la forina muliidica de solo de bombardino en la tercera seccién bailable de fa danza, pues las sitnilitudes con tes cadencias del cuatro en el seis son nueva: mente evidentes, aunque otea vez enmascaradas con el cambio redi cal en el timbre sonoro. Me he detenido en et andlisis de la danza, pueses la primera musi- ca puertor7TqueRa qué fue consi dered nacional (a! punto que el himno de Puerto Rico es una de las primetas danzas). Fue una musica producice por trabaiado: si1os que tuvo caracter is hs @ incluso Operas de integraba, como parte esencial de su forma y caracter, la tradi: cién rural, la de 1a cimarroneria y la de la plantaci6n esclavista. El analisis de la danza.ilustra la po- tencialidad de integraci6n nacio- nal que tenian los artesanos, po- tencialidad ogacada, como la misma mésica lo ilusire, por su subordinacién social a les espira- ciones de los hacendacios por la hegemonie; subordinacidn encla- mas an sus luchas por la dignidad de su reconocimiento civil, levaba, sin embargo, de su propio polo patrones de conducta, un par- ticular estilo en algunos aspectos de Ia vida, alounos miembros del artesanado lograren superar 2 miembros de estas clases en sus. propios patrones y estilo,?? co- ‘mo la danza misma lo evidencia, Asi {ueron perdiendo el respeto 2 sus “superiores” y quebrando la cultura hacendade de la dete- rencia La tradician de la “parejeria’ inicisimente surgida de una feisa conciencis mimética, fortaleci ina serie de tradiciones propies que fue desarrotiando el artesa nado como clase: e! racionalis mo, el etefsmo, el internaciona- lismo, ef femninismo y el socialis: mo libertario.™ La dignidad se desarroll6 pues en una nueva ver tiente Ia defensa de valores,con: cepziones y patrones de compor- temiento propios. Asi Gomo la primera vertiente es él reconocimiento del trabajador ‘como persona ¥ ciudadano, la sequnde serd el reconac imiento persona 0 ciudadano La cimetroueria ex en ta curalia ast con el retreimienio, huida, P: os 8a 70 & y los cavror ron que pre natives 2n un come ido espaci¢ social. Con i dal capi- 37 Detatiesen “Socisfisa y tabaquire.." pigs 108-110, i 8 Viose idem, pgs, 110-124. no serén ya s6l alternatives, sino ademas aritaydnizos, Esté segunda v cha por la digns en le historia quote gon lew clase do! art .rrespande, en ag: ja, con su piocest: d cidn, en dofinitiva, con le prot tarizacion del artasanado bajo 1) ta trarstormacién capi de la economia, Podemos encon- trar algunas de las primeras ma: nifestaciones en las huelgas de 1895, pero su momento de ruptura fundamental lo constitu: ye la publicacion, en San Juan, del periddico Ensayo Obrero, be joel lema: “Sin mas patriaque el taller, y sin mas religion queel talismo muchos d2 estos patrones umaroaas & 15 orgunizaciones cionss y en que van a inter al ple 1c0 de la elimina cié 10 en el sacialismo libertario, que dio coherencia de doctrina a la maduracién cultural del artesanado en vies de prolete rizacion. Los artesanos van a im primirle a la lucha contra la 2uto- idad un sentido nacional que desde el corsario Miguel Enei- quez venian desarroilando. La lucha contra la autoridad va a ser la lucha por una nueva patria ¥ preeismente esto ¢ Amos qi ROS ieee ‘Amos laden. “Amos de ta tierra, del agua, del aire, de la bux, en fin, de todo lo que no than concebido, 3 muchos de ellos in siquiera han trabajado. Arnos del par del est6rm ‘Amos det par de! in ¥ porque bay amos de odo, es existen esclzo0s para todo fundomenta so Libertad posit precisa es ta ig conduce a la conseeu! ite la Frateraidad” neia legions trabajo”, y va 2 consolidarse en la frase que recogen de Marx, numerosas publicaciones obreras de la época: "La emancipacion de los trabajadores sera obra de los trabajadores mismos” y, evi 45 Omid y Gotin SBR Delile ceecpua ie srsncotin urs niaieen i fein ear ae _=No @s foriuito que esto lo escri: biera, a principios de siglo, un artesan-obrero, un tipdgrafo de San Juan, En la medida en que tos artesanos capitalinos partici- paron en su cotidianeidad mu cho menos que las artesenos pon- cefios d2 un proyecto nacional lidarado por otra'clase, se pudo dar con mas intensidad ia ruptura con sus antiguas tradiciones, rup tura nagesavia para la forrul cid de un proyacte nacional propio’ En Sari Juan, el 1? d o de 1897, comuned a publi: Ensayo Obrera y 30 inicia ron los praparativus para la or ganizacion de la primera feders- cién obrera a nivel nacional en el pais que quedé constituida en ‘San Juan el 20 de octubre det afio siguiente. Allf se condend la explotacion del hombre por 2? Véas seci6n escrita por Garcia, Gere sio, “El casing de artesanos: del rigadén 2 a hhuclga”, Desai y solideridad, breve his tori dsl movimiento obcara en Pusrta Ri- 0, Garcia y Quintero, CEREP-Hurscén, Se0 Juan, 1982, pigs. 19.21 #9 de! Rarcarsl, R. (poredénimo de Ramen Roriero Rosa}, La cuntiOn sacl y Peeco Rico, se, sff, Sen Juen, £18087, repradu: ida en Quintero Rivers, Luchs obrara on Puerta Rico, Antologia de grands docu: rmentes, CEREP, San Juan, 197 ensayo de historia obreva (El deriba de las rmurallas y “El porveni de Borinquea’ Cusdernos, Invesigasién y andisis, atm. 8, CEREP, febrero 1983, pig. 13), seiala muy correctamente que "Seria. un ecrorecnsidarable crea que #xi- te un desarollo lineal ascendents que lee desde las orgenizacianes tempranzs hasta Jas mis desercolladas, Pr 2 cortraria, sox tenemos que la conticwidedy la das alemantasindiso.ns 2 el 3 contradicteria de avance, Exists si taacumulacién dele exasr'eneia de fa clace ‘que en su miso grocisa de farmaciéa hi tbrice va adquiriendo, gers esto no 2 8 be manera macénice. Fue pracicamvante la tritiea de lo que oe designd como ta ‘ates anterior’, etapa da ‘casings da bailesy bu anges, colradiae de hermandades de san- tas simplas sociedades de socorras’ (Ro- ‘mero Rosa} que se nigga dialécticament '0 anterior y se consiruye ef nueva caring.” | | { i be asia APH “oped va esay "son # smn as pe sede ap se.oyer sa) ued90 3 anb ou ap, ane} SPUOP IA e324 "aps sisej9g A Seprsig ‘0s sso 45,094 BUEN pH oP O3mO§ (ous opr duns awurwenewpioeixa re 4 taseuost ead 8 © oxs70 02043en 43 uae wornjanes"6b “ory og "a8 pd ay Us yar ue ope: 28216 opens Apppoysice wy cacts aha igo Oban 2B AISAES OF EE 9g 101 td inna Beane ‘semmatasaeerepie a eure Aspen? a ap senogseminy *so.2ne9e4 sp ep. LT ‘Rol-ot S8F4 “OLA ‘uenr ues “OM! 1 “esastuiog oxxe jop sowwsi ups esd ap mug] UpIDEIEPA gy osay seed wergceaieg essed gue aie ap soa a) 4339 oats 0 Ue esoinige jorge f 20.3 ave un ayquodsip gs 14 9p 3324p up +o opns3 128 us Us Soussiul SuBglo=ps Py : “ase 992 sted g2: ‘veny wag "4aupleg dy "eeyateed ecm ap soye euaieng ‘eejey “ta11n 4 osU2qy og «9'58829 5259 asqos e1 -aidaiqersa 38 jex0 15a eworsis [3 anb A 'seusiad sod ou ‘sauaian| -05 400 2210 e1sa6ns 96 ‘ojdwata 404 ‘0872u0z1ed [a A owsijeu uated Ja 2U09 ‘swape 'sopi6 -uip_uegi opited ja esdoid and S09)1}10d SojqUIED $07 ¢y,014 -and jap earrmyonul,, e| eved ef -ganoid as A |pos24 [2 0 sejndod Winpuginjas 2 seaalns uej4e\s9 sojesign! owo9 senje}sifiay A sen stynaata oyU2} sauo4si93p $e) “EL auip A entied!oiised e!ses20uep 9p op|2ues un on1qnd Uaps0 {e alopuep “eanyt1ad exmanuisasadns 2] us Sayer soiquiea ejuodard opie ys"opeis3 un euodrsaid ant ‘jeinyon3sa Ugo (ous 7051/21) e182 LoD AyUWIE|UNE erouaray e| ap ugIseuHS janpeAB gy ‘seLApe "eyuodoud "2 u10U992 9 ap UID -B7i1es20UIAP @| ap atsed CWO), dup ap & sapeuninp et ouonbuunssand nygan qip Partie a spre opp 2 4822157183, ny op aorafsyp £ wgpsosad 0p 9 ‘P==4 pp an esuspsned 2p UOPIUESSiP od yop 3912255964 59] © ousunzsds eyuodo.d o1seds: ly ‘opeuiejese oleqest ap ewar -sis ja A sajesnieu sosinoe: 50] 21q, ~0s peneidoid e} ap uel 3anpaud e| Sp esnIanuise e| un ap pepsso 2 60.0 ja ',sou yeux A se1ueiuessicas snse 2 |2 eiaunuap @un 9p ofanq “Ouztp1109 jermyjna -01908 0] ud2 9911)100 9} A ODN! b e1opaaiege dod 3s sand QUINT LUE LD 2 g,'616t 99 “OW Jauiid ag ‘yeu 280112 e1puenduza endive ns ap, eongs20wep esnisod 2} so1oyun sns ua Oan;uew 2151/2105 OpILJeg 13 ‘0usa1G06 {2 ayue saquezuaseidas 16aj@ @ 916 -0}'sequano ap uy @ A— egandse ‘ant oonyjod opiied un ap ucia myyysu09 | B1UP AIOp'APUAYSO any se'seaiquiese sn ua Saud!sNI8Ip uegedipap siopefeqest $94 rib 2 ©, yy" |B19U6 ebjany 2} ap eva! inky 29 “opaysq Ja ua SeysAy sns ‘ap ugiaesadioau ensssiford ey aque asopupAniip ary jeleisenue 2Y,AUOIIEWIO e| fen? f@ UP "O11 ule ovseyajcud owisieisos un Jod opimiasns an, ‘ugiezi2iay -o1d ap oss00id ua saiuaipuadap -U} saso1onpoid souendad ep ‘jeu ~esayse a8eq ap ‘|el24u! OLeL 9 <4] owsiq21005 [2 “oj6is ap sozuaI -09 8 sed fo osenane ant e} 40d e:s1/211020 upi2eus -401SueN esOUIGiL12% 2} UO Fi -e1ajoid Jap ugized:ouews e190 -wo2 @},, 91Msod as A , 21qu0OY 19 somonay 0pe1 I i: Esta, como muchas‘otras med das, estaba'directamente encami- nada a quebrar la antigua ideolo- gia hegembnica, la cultura he- cendada del paternalismo y la de- ferencia, en pro de una democra- cia sociel, Para citar un caso, se planteaba la abolicién de los asi los de beneficencia y casas de misericordia 0 caridad, reempla zando este sistema de “compa sidn’’®® por uno basado en la so- lidaridad.** Para quebrar dicha cultura, que identificaban los breros con atraso e ignorancia, se planteaba la extensi6n e in- tensificacién de la instruccién publica para que llegara a todos los hogares, confiriéndole caréc- ter laico-libre y'gratuito? El = -programia tenia un clara sentido = condenaba las distinciones por raza, procedencia social y sexo. Vislumbraba una sociedad de am- plias libertades civiles y aspiraba @ la democratizacion del disfrute catidiano de la vida: “por oid a sna legitain seasbccerin en tere puadesprbeinas ame see saloes de bale de ee ae conceros te. 2 telpabca” La democracia en el movimiento obrero yen los inicios del Parti- - do Socialista no era sélo us pos: tulado a nivel programético. También se vivia democratica- mente a nivel organizativo. Im- portantes decisiones se tomaron en asambleas con Ia oposicién de su lider m&ximo, hecho contrario gla ‘tradicion de los otros parti- dos en’ el pais."Un ejemplo de lo expresado lo constituye la deci-** sion de la Federacién Libre de Trabajadores (FLT) de constituir un partido en 1915. Ante desa- cuerdos se mantenia no obstante la unidad del movimiento permi- de igiialdad entre hermanos y - =< ~ En la medida en que el movi tigndose posturas diversas a ni- vel de las seccionales regionales dando lugar a iniciativas descen- tralizadoras que se promovian guiendo el principi¢ acrata de la autonomia regional oe! fede- ralismo. Asi, con votacién de 21 contra 20 y con Ia oposicidn expresa del presidente, Santiago Iglesias, ek Congreso de la FLT de 1910, que se hab/a opuesto a ni- vel general a la-partivipacién po- litica, aprobé dejar en libertad a las seccionales municipales para que inscribieran la organizacion como partido a nivel local si !o estimaban conveniente. También la asamblea del Partido Socialista de 1920, habiéndose manifestado en contra dealianzas electorates ~ “SecciGnales municipales a llegar a ese tipo de acuerdo 2 nivel local si lo consideraban beneficioso.** miento obrero, uno de cuyos frentes era el Partido Socialista, fue concentrando su actividad en el marco de los aparatos del Es- tado, comenz6 a perder el pro- fundo sentido democratico de su espontaneismo inicial. La trayec- toria de la lucha econdmica nos da sus indicios. La impresi6n que $e recoge del examen de la prensa obrera y de muchos otros escri- tos de la épaca es que inicialmen- te las huelgas se deciaraban en los talleres de trabajo y se buscaba~ luego el apoyo de Ia Federacion Libre (FLT). Incluso obreros que no estaban afiliados formalmente ala FLT —en términos de cuo- ‘as, carnet, etc.— al declarar sus huelgas las identificaban como - huelgas FLTistas, pues se’concé- biaa la Federacién como el mo: vimiento de los trabajadores y. = ain luego dé haber sido declara- da la huelga, buscaban el asesora- miento y apoyo dela organiza: Las vinculaciones de ts FLT con la American Federation of Labor (AFL) y las propias limitaciones de la naturaleza contradictoria de la accién sindical ** (que va - $9 Delgado, Joseting, Vor de justia, breve isartacion acerca del capital y el trabajo, Printing, San Juan, 1919, panfleto dedicado Ios dignas capitlistas",constituye un ‘jempla muy iustrativa dela conespein hhacendada de la jutcie socal como compa- sin (especialmente pég 7. 5 Programa del Partido Socialist, on L etn. 9a. 93. 2 Véase memoria de un antigua lider del P.S,;Juan-Carrerasen su ib Santiogo Ile % La publican més ontigua de una obra el socializmainteracional que hemos en- cantrado,repcoducidaen Puerto Rico, es sreciamente Federalism y scialisme Bakourine, eitad pore Biblioteca nid Obrera” Tip, El Pore, Maye itz, Puerto Rico, 1 ots 55 FLT, Procedimientas. ig. 111. 56 Pagén, Bolivar, Historia de los partidas é politicag puertorriquelis, Lib. Campos, San Juan, 1959, vol L, pags. 199-200 57 Una deseripci6n muy vivida puede en: contrarse en la obra dramética del esritor ‘obrera Antoni Milidn El poder de! abrera 2 a major venganza, Ti P. Morena, Bay imén, Puerto Rico, 1916, incuido en Davila, Rubén (comp.), Antolagia de texro obrero, CEREP (en prensa. " nos resimenes, y profusas ‘rayactotia dela polémica ene! movimiento ‘obrero internacional sobre las posbiidades yas limitacinnes del sindicaisma, 2." ‘Articulos | convirtiéndose, como dice Perry = Aniderson?:‘dialécticamente en 9 oposici6n al capitalismo'y parte + de su engranaje") empujan ha cia un mayor formalismo en él - proceso de decisiones, lo que im- plicaba una mayor centraliza- - ciény En pleno apogeo de la lu- cha econdmica espontinea, en la segunda década de este siglo, el periodo de mayor intensidad en Jo que respecta a la actividad + huelguistica de toda nuestra his- toria, la FLT, que no dejé de apoyar estas huelgas, manifest ba su preocupaci6n por este es: pontaneismo y planteaba abierta mente la necesidad de una mayor centralizacion en las decisiones. El proceso hacia la centralizacion se consolidé con ta propuesta de un convenio general para la in- dustria azucerera que firmé la FLT con la Asociacion de Pro: ductores de Azicar para la zafra de 1934, La base sindical mani: fest6 una militante oposici6n a este convenio y, en: forma espon: 1t8nea, fue genando' gran huelga en las zonas.cafieras, principalmente en aquellas areas que habian exhibido tradicional- mente una mayor militancia en la FLT, concretamente, en Ia zona este del pais, Es la primera huel- 9 de la que tengamos noticias, que no fue dirigida Gnicamente contra los patrones, sino funda- = mentalmen:e contra el propio= liderazgo obrero...En esta huelga — aparecerdn eriticas al autoritaris- mo centralizante y la defensa de un movimiento caracterizado hasta entonces por una ampli _ democracia interna. Estas crit cas se repetiran varias veces a lo largo de la década, la que se ca- racterizaré por el desmembra- miento del hesta * ma arménica, herencia morisca de acuerdos y él'desencanto ante los fracasos del intento aticialis: ta fue riutriendo el revivir de'la += huida, La huida tomaria un nue- “vo sentido: la cimarroner(a se refugiarfa en lo personal, en la es- fera de'lo intimo 0 lo cotidiano ‘que’se suponia exenta de ja juris. diccién estatal. En este sentido nuevamente es muy revelador el andlisis. de ia misica, la expresion cultural importante en mi pais. La déce- da del 30 es el periodo gkorioso de la boleristica de Rafael Her- néndez. Y es sumamente signifi cativo que entre los cientos de . boleros que compuso, la enorme mayoria con temas amorosos, en los tres grandes que abordan el tema social, y que fueron ade- mas los més populares y difun- — didos, Hernéndez utilice. en par- tes destacadas la llamada “‘ca- dencia andaluza", que es una for- seis abunda esta Cadencia) ss Conviene detenerse tamibién en la letra de estos tres bolero, La- mento borincano (conocida en toda América Latina como "EI jibarito”) presenta las vizisitu- des del campesino en su. incorpo- racionya la economia de-merca- do. En esta cancién lo especial mente importante es la identifi- cacién de lo personal com jo*na: cional = hermosamente expuestas en Ia Esto se encuentra, a mi jjuicio, Gltima estrofa, donde Hernan dez propone la sustitucion de la antigua lirica nacionalista deci monénica por la lirica de la ar gustia de la opresién econémica, fel eden Teporinguen, fa tira 3 la que al cantar el gran Gautier” Tad la pera de Tos ares “Abora que x.te miggres, pope Hes et ace se ‘Campanitas de cristal describe en forma sugestivamente intima los pesares de Is migracion puertorri- quetia a Nueva York. La persona- lizaci6n de la problemstica social y la individualidad e intimidad de la respuesta es nuevamente evi dente ‘campanitas de ee a Finalmente Preciosa, ja més cla ramente politica de las tres, es ademés la més ilustrative del re. “fugio cimarr6n en a intimidad, frente a los descalabros de los proyectos colectivos y.a ia falli da insercién en el Estado del mo- vimiento de los trabajadores. Se denuncia una opresin que no se = 88 Anderson, Perry; The Limits and Poss bilities of Trage-Union Action’ en Block- burn and Cockburn (comp), “The Incompa tibles: Trade Union Militancy and the Com _enaus, Penguin New Leit Review, Lon ig, 264. Oiror debates pueden 5 Socigdades con trasfondo. - =fT6n.—Puerto Rico y Cuba-, las. otras érees. Tanto la salsa en Puerto Rico, como el reggie en Te que pese a estar en polos politi-' Jamaica o el calypso en Trinidad NG imparts er tinde Pass Cos opuastos posean las tasas de han sido miisicas opositaras ala oe 2 | + divorcio més altas de América - opresién capitalista cotidiana y Bi) eri sin bandera, sin == | ° Latina, ocupando Un sitio tam- _. expresiones de desafio, aunque melee bién entre las primeras en el muchas veces, desarticuladas y Preciosa, preciosa te Maman fo3 mundo. La concepcién machista confuses, Respecto de esto ult: |. bijos de fa libertad.” de la divorciada como “mujer mo.es interesante sefalar el sig facil" para la “conquista” sexual ~ nificado social de los timbres, En-la medida en que el capitalis-’ ha opacado lo que seguramente ~ sonoros. El rol esencial pero ‘ moa ido penetrando.cada vez, --han sido, ak menos parcialmente, . subordinado de! bombardino en mas en la esfera de lo cotidiano --- ifttentos.de' desarrollo de una se-. 1a danza ha sido transformado ra. | en las dltimas décadas, el-retrai- ~~ xualidad.més libre y liberadora. .+-dicalmente por su sucesor en la ' miento cimarrén-de la desespe- Las relaciones hombre-mujer, lle mdsica popular: el tromb6n de la ranza de la década del treintase Nas de matices y sutilezas,centra- salsa, El trombén es muy pareci: ha visto necesitado de tomar el_les en la reproduccién del siste- . do al bombardino, pero en lugar caracter de la rebeldia expresa, ‘ma, generadoras todavia dé tan- de ser seco es ronco y en lugar de el carécter de un desafio plebeyo 18s muertes pasionales, de neuro- ser discrato es desafiante. Es im- con modelos opcionales con base SiS € infelicidades, ademés de go-_portante también cémo se colo- Soi+2-cel cant sus solos en la pieza: no ya :n una tercera seccién camufla- “da, sino abriendo la cancién, co- mo en el extracrdinario ejemplo de El dia de mi suerte de Willie Colon. También es signiticativa la incofporacién del cuatro a la sal: sa y la utilizaci6n prominente de las “descargas” de le percusin de cueros. Estos timbres herede- ros de las tradiciones cimarronas, 8 contra y de plantacian, no se ‘enmascaran en la salsa sino que se exhiben desafiantemente y se desarrollan en gran integraci6n con los vientos. : José Luis Gonzalez en sus polé- | micos ensayos. El rechazo al ca- pitalismo queda en la cimarrone- - ria a niveles todavia muy perso- ales, Pero es en ese rechazo ubi- cado en la cotidianeidad, donde podemos encontrar, no las res- puestas, pero si las bases para una alternativa democratica na- ional en sociedades con nuestro tipo de historia Auscultar en la cotidianeidad esas bases, es el gran rato con- temporéneo de |a sociologia : : comprometida con la transfor- Finalmente la letra de tres salses macién. Esuna tarea compleja, _ces y alegrias, no pueden dejarse _ilustran los elementos que en la cual no me siento aiin pre- - “el margen del examen dela cul- ido considerando, La primera es parado para adelante: hipétesis. _tura para una vida alternativa. Y__ el homenaje del més im Solo quisiera, para concluir, os patrones que se han ido compositor de la sai apuntar dos elementos que consi. produciendo ya en la cotidianei- tero Catalino “Tite” Cu + dero deben incluirse en las inves- dad, sobre todo impulsados por . so—a Isadora Duncan, in tigaciones y andlisis a desarro- la mujer, abren pérspectivas para, tado por Celia Cruz en el disco Harse. 4 gbe fas su entendimiento y para posibles / Crossover, que nos sirve de puen- ogg dete . desarrollos demacrdticos".-" 2" f te entre lds dos elementos que he El ‘primero és la lUcha de lamujer + E } querido mencionar. Se recalea en contra'la presién doméstica, que_ Un segundo elemento que en el’ a letra la importancia de la liber toma muchas y variadas formas, Caribe no podemas dejar de con- ! tady la espontaneidad en la mani- Una de sus més evidentes mani- ~ siderar es la musica, no s6lo co-~- festacién del sentimiento inti-. + festaciones €6 Id del divorcio. Me mo rea de interaccién, sino como, que pase de la intimidad al parece significative que sean dos mo expresin ademas de muchas _desafio expreso: siges, 50, Omvig.y Gaviath tt Beta i bai + Las cuatro al lonia des place Articulos frases son: cluida en el disco Lo mato, gra- = bado en 1973, En ésta, la espe ae: | Sapiiido entero oxacions, _ranza de una cotidianeidad dis: . Sas oe ‘tinta sé levanta sobre mil vicisi a Duncan form S noe tudes y se plantea desafiantemen: Heron ia git vo “pera mira que tam te, como Io ejemplitican Las Ila Spader Dances TE Ipimigno sa EN madas iniciales del tromb@n. maid, Y fue aqui donde 92¢%~.".- “En la cancion sefiala Willie “muee dete ecommerce ef. | [ eMnchas ameter sslentia ©; J conémicam pean 12 bolarina de une press 9 ¢ aes i adie he becho mal no mentian ityclevo’de fi, caballero Beer pone be Siar 2 A eae engatasa mi | | Por gud lace anime bade tht 5 Pera. qué 04, | | ‘Silo que busco esl felicidad ~* ls pers de sdore Ti no me enaaiat | ee complaer ala bursamided bailaban ynuchas rezones Tio me engshet | Pero suingue mi dicbe ba sido fatal Sepa ae Lee No pierdo la esperanza de lucbar 60 St OS ee) Y el coro: segura gue mi suerte cambier’ | “thadend Duncan beilaba Gbere cuindo send? in reglas ni posiciin F {nterpretaba sus darzas ‘rin dulce improvisacién. - Boe “Bldia gue exo suceda 8 * “Se liberaba al dansar heed ecebae Kodo el mundo yo le ayudaré. | por e10 Is : Porque tandeo semprano sited ord Spo te vengo que cantar Camo el dia demi suerte leg ! = [yale verd! Boo SA Lg segunda composicién salsera _ = aie quisiera mencionar es de = Se podrian ‘miles-de con: Enidia Peliari, destecentt 34 tradicciones y limitaciones al salesporssu ineorporsrion ae id desatio salsero, como a los desa improvisacién jazzistica, como fios de les divorciadas. No he manifestacion de Ia libertad del {é at 3 \uerido presentarlos como opcio: sxpontaneismo enlos moldes cul Rondén ord fies, sing como elementos de be- turaies heredados. En un disco a se, propicterigs de una fuerte aquertlev el sugestivo titulo Va- [ ™coneebr el nimere fe eee erick aslo monos pa'l monte (frase con la | manera siempre:me pereci? 2 EF seiguna forme se'| _ construccion de un proyecto al ae se etabeLahuida cima: | dea ene 4 esl" | Seat, EI destalo de ura trong, Scop et reonte'), Pa | pence ae ne eee) a ceria rawr libertad - ilogico! Al respecto eee connecuencia une top fas, deruna huevd vision. A nes ches Flencory pérdida de efectvidad em e505 oj08, los socidlogos, obsesio: Toda la melodia se lesania con reclame, Sieltema lo gue B366® ) nados con la problemstica de la } | pase en um solo mointune ertinned te stm a6 Sosmgcion yl Estado, Ns bssinady y agresivo que Se aprime 4) bere area, | Seiad de mira. No obstanté sxtiende de principio fn. exigencies deespernde 2-847 | Son : i ee ervci al cor, nmacl:\ | ta mises, por latent. n? ee igavia el cantante dels | | ser menos que PePetsee, vr aquella Zpoce, 4 agresiva.” 5.4 Sai due fed : rquesta para aquella EpOce, 02 ee ‘Ojos 4 ae de manera bastante lire | scares z ieee fue el vepite oo inn 5 iu estan Mens de esperar.” | y €or cus a ae La Gitima deslag canciones alas | as que esa" UENERTT ST 2 fogith la fuera Pe ey e Euales quer ip faferirme esEldia + 4 rte: “de mi suerte deWilie Colon, in- Y_ de futuro, busca. “a del del ‘descu: incide ulsion ie Es. hostil 1 repre. mani. enia fable mestizaje y que ante el cli? ma oficial de represion, muchos espatioles pertenecientes a jos grupos perseguidos temieran al Estado y emigraran a América en busca de una-mayor laxitud de la Auesercia estatal.* Puerto Rico era el primer puerto. El traston do moro de un importante sector de la cimarroneris puertorrique AUevOs y distintos. Dicha polémi- 2, desvirtuante desde mi punto de Vista, esta baseda en la con cepcion wadicional de que nues tres sociedades se formaron de una mezcla de tres culturas: la europea, le airicana y ia amerin. dia. En los primeros tres siglos dé " ) formmacién de las sociedades de! Carlie hispano, en Ia ruralia, fa se refleja en‘la musica que estag frente a la plaza fuerte citadina, sociedad produjo.* Documentos del siglo XVII! sefalan también la incorporacién de polizones y desertores® de barcos espaholes a este mundo rural, vividamente Gescripto por uno de nuestros primeros histeriadores sob edi aceite Greed ait ie Seiler ected Pes yor proses de apt de pase bac tera frome Con este traeque @ taj de come buena por aga potable se mutrienon de poblcién Gini duageie te opuay a colores sale balan hosptateio thrigoenclbobio ern de la india sade ode ta negra cinarona con quienes proeraben lnesis de nuestro jibaro o bij det at, , pretenden adscribir mucus, sin } mnones de indole alguna, aun), ico de exclusiua origen as raices genéticas fueron gradualmente encontran ose y conviviendo personas cu. Yas cultures babian sido préctica. mente destruidas, La cultura in digena fue aniquilada por el des- mantelamiento de sus aldeas y Por la eliminacién de su forme de produceién comunitaria: los africanos hab ian sido dramaticg- mene desarraigados de sus socie. dades y sometidos sistematice mente a un proceso de decultura. cidn® y tos espafiales, al menos ‘aquellos del previamente moro “Al-Andalus”, habian experi ‘mentado también la destruccién Ge su cultura por la nobleza cas. tellana.® Muchos elementos cul turales, no obstante, peiduraron, Pero la formacién cultural caribe. fa no puede entenderse como una mera yuxtaposicién de esos elementos, En realidad, hay que buscar su matriz inicial en ta na turaleza de contra-plantacion de 'a sociedad en la cual emergia Las culturas de contia plantacion variaron en el Caribe de acuerdo (8° b8 polemizado mucho en el Caribe acerce de la importancia ‘elative de los trasfondos cultura S de las diversas etnias que fue. fon configurando el grupo hu- ‘Mano residente en la regién, Sin Fmbargo, a mi juicio, tiene ma. YO" importancia la sociedad que Surgié de esa historia comin de 18 cimarroneria y que conformé Patrones culturales radicalmente on la naturaleza de la presencia de su opuesta, En Paises y/o pe. ‘fodos de fvertes economias de Plantecién esclavista, la contia plantacién fue una amenaza, por la atraccian que ejercia sobre los | esclavizados, Por ello, tos cima frones fueron drasticamente per. | Seguidos y las comunidad os Marronas fueron atacadas. Los ‘cimarrones formaron aldeas (pa lenques) para la defénsa mutua y Pare la organizacién de una for- 1 ZO8t, Abel, Los peros del paato, Finis, Barceiona, 1982. Esta obra recog forma de novela exe ambiente Puiggrse Rodolfo, La Espaia que conguista el ne mundo, Ed. Culturaies, Buenos Aires, 19 Alls describe y analiza la polities espa | que Mavé a una predominancia de Cent (Y bor ende, de! seRorio} en la colonieci ¥ afade “te esrieta prohibicibnajudios, eniales y radicarse en al U8 muchos de estes Ghtimés lo hicieran clandestinamente”, pg. 102 (El subrayade es mio.) p Alvarez, Luis Manuel, African Heritage @ Puerto Rican Foik-musie: Poetic Stems Universidad a2 Indiana, 1979, “ Abbad, Fray Inigo, Hino pis. 133, ob. cit, 7 Morales Munoz, Generoso, Fundasion de busblo de Gurabo, Imp. Venezuela, Sen Juan, 1968, pig, 12, Moreno Fraginals, turales y deculturae rica Latina, Mores: Mérico, 197, ‘Portante en Puerto Rico contr: rina weal “al Gite de Lanse relveniy lotsa ientzatot on ergo come er (via marries vent Blea or no que wan ainen Caran ten nie ti lx peinules View es Rae Marinas Las La porte al Eee La t= Antcogi de documenta isbec (18511869), 4. Corin, Sete Deoye 2.6 6,

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