Nº 25

En este número:
 Un país futbolizado.
 Los Símbolos.
 La Meditación Trascendente
 La Concentración Mental (3ª parte y final).
 Mensaje de Esperanza.

Éctasis por Alex Gray

Colaboran en este número:

Álvaro López Vera, Kabala, Oanes, Prometeo.

Diagramación: Carolina Jofré Espinoza

Nos puedes escribir a: conocer_es_saber@yahoo.es

Julio de 2017. La Serena. Chile.

Se permite copiar textos parciales o totales citando la fuente

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UN PAÍS FUTBOLIZADO.

Por Álvaro López Vera

E l país en el que habito está completamente revolucionado por estos días

por la exitosa incursión de su selección de fútbol en un campeonato en el
extranjero. Y aunque, salieron vice campeones, existe una gran satisfacción y, por-
que no decirlo, alegría y éxtasis en una gran cantidad de la población chilena.
Tanto ha sido el revuelo de la partici-
pación en la llamada “Copa Confederacio-
nes” en Rusia, que prácticamente, se detuvo
el país, cuando jugaban los partidos decisi-
vos, especialmente la final del campeonato.
Pero, no es mi in-
tención analizar el
desempeño deportivo de
la selección de mi país,
no tengo el necesario co-
nocimiento al respecto,
además que el objetivo
de esta publicación no es
ese. Así que, estimado
lector o lectora, no se
preocupe porque no ten-
drá que soportar nada de eso. Más que nada,
quiero plantear mi punto de vista respecto a
cómo pueden cosas tan inanes y superfluas,
despertar en las personas sentimientos de
profundo merecimiento, a la vez que también
pueden levantar verdaderas barreras de di-
ferenciación, con la consecuencia que se
puede llegar a odiar a otros.
En algún momento de la historia se
acuñó la frase: “la religión es el opio de los
pueblos”, e independiente que podamos o no
estar de acuerdo con ella, con esto se quería
hacer ver que los sistemas religiosos hacían
dormir a los personas, im-
pidiéndoles darse cuenta
de las verdades, de las
cosas esenciales y pro-
fundas que implicaban su
desarrollo y crecimiento,
y con ello le impedían la
posibilidad de encontrar
el camino a la libertad.
Hoy en día, estoy
tentado a pensar ese
mismo concepto del fútbol, o bien de los de-
portes exitosos y populares en su conjunto.
Estos juegos, desarrollados originalmente
para entretener, han ido mutando en sus ob-
jetivos y la forma en que son apreciados por
la mayoría de las personas. En la actualidad,
en estos juegos se vierten sobre las expec-

2

tativas personales de cada uno de los asis-
tentes a un torneo o match, muchas de las
esperanzas y ansias de éxito que cada uno
posee íntimamente. Y todo esto adquiere
una fuerza pasional difícil de imaginar, toda
vez, que en la actualidad, gracias a los mila-
gros de la tecnología, cada evento puede te-
ner millones y millones de personas obser-
vando en el mundo.
Pero, no nos olvidemos que los actua-
les deportes de enfren-
tamiento, de algún
modo han derivado de
entretenciones tan terri-
bles como llegó a ser la
de los gladiadores en la
antigüedad. Y aunque
actualmente, el ganador
no sacrifica o da muerte
a los vencidos, al menos
no físicamente, la emo-
ción de la victoria y el poder es tan profunda
como en la antigüedad.
El pueblo encuentra sus objetos de
catarsis en estas lides deportivas, y sólo así
se puede explicar los actos de vandalismo y
violencia con que muchas se ven acompaña-
dos, antes, durante o después del certamen.
Es más, podríamos decir que la pa-
sión religiosa, política-ideológica de antaño,
se ha visto reemplazado por al ámbito depor-
tivo. Y no causa extrañeza ya cuando escu-
chamos que se han producido muertes o ha
resultado personas heridas producto de una
gresca entre partidarios de dos equipos con-
trarios.
Otra expresión común de escuchar en
nuestros días es: “fútbol, pasión de multitu-
des”, con la cual se nos hace ver que lo co-
lectivos requieren de formas de escape, for-
mas catárticas con las cuales se puedan
“descargar” de las frustraciones producto de
expectativas no satisfechas.
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Sea como sea, el fútbol y otros depor-
tes masivos, congregan la atención de mu-
chas personas, y se vuelca aquí una enorme
cantidad de energía emocional, energía que
bien focalizada podría realizar maravillas en
el desarrollo y crecimiento interno de cada de
las personas.
Pero, para ser justos con el fútbol y
otros deportes masivos, algunas líneas psi-
cológicas proponen que estas “entretencio-
nes” son necesarias
porque justamente per-
miten descomprimir las
presiones sociales pro-
ductos de las expectati-
vas insatisfechas y la
percepción de injusticia.
Con ello, se plantea, la
carga emocional vio-
lenta y conflictiva puede
ser expresada sobre la
imagen de una competencia puntual, que
tiene tiempo definido. Es más, algunos se
han atrevido a postular que en el futuro, las
guerras serán cambiadas por confrontacio-
nes de tipo deportivo para dirimir disputas
entre grandes colectivos, como son los paí-
ses.
Sin embargo, existen también otras
posiciones no tan positivas respecto a este
fenómeno. Otros autores plantean que exis-
ten inteligencias suprafísicas que requieren
de las emociones humanas violentas y total-
mente pasionales para alimentarse, con
esto, disponen de los escenarios y situacio-
nes para que esto se dé, y así puedan man-
tener su existencia. En otras palabras la hu-
manidad sería como un ganado especial que
produce energía emocional que les sirve
para su subsistencia; sino me cree, puede
leer las obras de Salvador Freixedo, quien es
partícipe de este último punto de vista, o bien
de variantes como las planteada por David

Icke y tantos otros “conspiracionistas”. La-
mentablemente, si hemos de creer este úl-
timo planteamiento, estas “inteligencias”, nos
mantienen en un estado de precariedad de
conciencia, ya que de otra forma no serviría-
mos a sus propósitos y subsistencia.
Cualesquiera sean los planteamien-
tos o teorías que pudieran pensarse sobre
estas circunstancias de apasionamiento de-
portivo, quien se halle en el sendero de la ini-
ciación y de la ampliación de la conciencia,
debe estar determinado a gobernarse a sí
mismo. Por consiguiente, es preciso que
evite caer en estas trampas que nos tiende
nuestra propia incapacidad de percibir la
realidad en su más amplio contexto y quedar
¡UN POCO DE HUMOR!
Nunca está demás reírse de uno y las circunstancias…
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atrapado en espejismo e ilusiones, que lo
único que hacen es confundir y eludir la es-
perada ampliación de la consciencia.
Por favor, no quiero ser mal interpre-
tado, no es mi intención destituir o abolir los
juegos deportivos masivos, es más también
disfruto con ellos, sino que simplemente otor-
garle solamente lo que se merecen, es decir,
entretención, que finalmente puede brindar-
nos la posibilidad de conocer más personas
solamente brindarnos un momento de espar-
cimiento, pero nada trascendente per ser, se
puede extraer de ellos..
..
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LOS SÍMBOLOS.

Por Kabala

U n símbolo puede estudiarse siempre desde un número infinito de puntos

de vista, y cada pensador tiene el derecho de descubrir en el símbolo un
significado nuevo de acuerdo con la lógica de sus propias concepciones.
En realidad la finalidad de los símbo- mentes que se precian de ser positivas y que
los es la de despertar ideas que duermen en basan su razonamiento sólo en inertes fór-
nuestra conciencia. Despiertan un pensa- mulas científicas y dogmáticas. Queda en-
miento por medio de la sugestión y hace que tonces claro que los símbolos no han sido
la verdad que se encuentra oculta en lo pro- creados para expresar aquello que se llama
fundo de nuestro espíritu salga a la luz. verdades científicas.

Para que los símbolos puedan hablar
es preciso que tengamos en nosotros mis-
mos los gérmenes de las ideas, cuya revela-
ción constituye la misión de los símbolos.
Pero no es posible ninguna revelación si la
mente se encuentra vacía o inerte.
Por esta razón los símbolos no llegan
a todo el mundo, no pueden hablar a todas
las gentes. Rehúyen especialmente a las
A través de las edades, al crecer el co-
nocimiento científico, nuestro mundo se ha
ido deshumanizando. El hombre se siente
aislado en el cosmos porque ya no se siente
inmerso en la naturaleza y ha perdido su
emotiva identidad, inconsciente con los fenó-
menos naturales. Estos han ido perdiendo
paulatinamente sus repercusiones simbóli-
cas.

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El trueno ya no es la voz de un dios
encolerizado, ni el rayo su
proyectil vengador, nin-
gún río contiene espíritus,
ni el árbol es el principio
vital del hombre, ninguna
serpiente es la encarna-
ción de la sabiduría, ni es
la gruta de la montaña la
guarida de un gran demo-
nio, ya no se oyen voces
salidas de las piedras, las
plantas y los animales, ni el hombre haba con
ellos creyendo que lo pueden oír y entender.
Su contacto con la naturaleza ha desapare-
cido y con él se fue la profunda fuerza emo-
tiva que proporcionaban esas relaciones sim-
bólicas.
Por su propia naturaleza, los símbolos
deben permanecer elásticos, vagos y ambi-
guos, su papel es descubrir misterios, de-
jando a la mente toda su libertad.
Sólo el símbolo puede liberar al hom-
bre de la esclavitud de las palabras y fórmu-
las, y permitirle alcanzar la posibilidad de
pensar libremente.
La filosofía hermética a través de los
tiempos siempre se encubrió en el misterio y
transmitió sus enseñanzas sólo bajo el velo
de enigmas, alegorías y símbolos. A través
de Platón y Pitágoras, quienes sostenían que
la filosofía sagrada tenía su origen en los
Hierofantes egipcios y en el mismo fundador
de su ciencia Hermes Trismegisto, de ahí su
nombre de hermético.
El discípulo de Hermes encerrado
dentro de sí mismo, se absorbía en medita-
ciones profundas y finalmente por este medio
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25
y a través de la simbología esotérica pene-
traba en los secretos y
misterios de la natura-
leza.
Se ganaba la con-
fianza de Isis y entraba en
relación con los verdade-
ros Iniciados. Gnosis le
descubría los principios
de las ciencias sagradas
antiguas, de las que se
formaron poco a poco la
astrología, la magia y la cábala. Estas cien-
cias constituyen la filosofía hermética.
En nuestros días podemos decir que
el pensamiento occidental está recién descu-
briendo el simbolismo. La psicología, el psi-
coanálisis, la etnología han atraído la aten-
ción del público estudioso sobre el símbolo
como modo de conocimiento. Comprende-
mos hoy que el símbolo pertenece a la subs-
tancia de la vida humana, que los símbolos
jamás desaparecen de la verdadera realidad
psíquica, que el pensamiento simbólico es
consustancial al ser humano.
En el estudio de los símbolos el tema
es vastísimo dado la enorme variedad y di-
versidad de fuentes que excede las posibili-
dades humanas de investigación. Para abar-
carlo tendríamos que tomar en cuenta la teo-
logía, filosofía, mística, liturgia, hagiografía,
sermones, música, números, poesía, bestia-
rios, lapidarios, alquimia, magia, astrología,
ciencia de los sueños, de los colores, drama
litúrgico, literatura profana, folklore, tradicio-
nes e influjos diversos, supersticiones, pin-
tura, escultura, ornamentación, arquitectura,
etc., etc., etc.; y aun así nos quedaríamos
cortos todavía.

Pero s podemos afirmar, inspirándo-
nos en las palabras de Walter Andrae, ar-
queólogo alemán: “El que se asombre de que
un símbolo formal pueda no sólo permanecer
vivo durante milenios, sino también retornar
a la vida después de una ininterrumpida su-
cesión de miles de años, debería recordar
que el poder del mundo espiritual, del que
forma parte, hace al símbolo eterno.”
Las definiciones y análisis de la natu-
raleza del símbolo y simbolismo abundan
hasta lo excesivo, pero podemos definir: “el
simbolismo es el arte de pen-
sar en imágenes”. Esto ha
sido perdido por el hombre ci-
vilizado en los últimos 300
años. Pero este olvido sólo
concierne a la conciencia, no
al inconsciente que por com-
pensación se encuentra so-
brecargado de materia sim-
bólica. El florecimiento de di-
cho material se logra en el
contacto con la esfera del es-
píritu.
Así podemos agregar que la conexión
entre la cosa creada y el creador también se
advierte en el símbolo. Cada objeto creado
.
25
es como el reflejo de las perfecciones divi-
nas, como un signo natural y sensible de una
verdad sobrenatural.
Así la aseveración de que “el mundo
es un objeto simbólico”, nos demuestra que
el simbolismo es la ciencia de las relaciones
que unen a Dios, la creación, el mundo ma-
terial y el mundo sobrenatural; la ciencia de
las armonías que existen entre las distintas
partes del universo, correspondencias y ana-
logías dentro del proceso de involución, es
decir, de la materialidad de todo.
Como dijimos anterior-
mente, la simbología conoce
un nuevo auge desde media-
dos del siglo pasado, espe-
cialmente gracias a los estu-
dios de antropólogos y etnólo-
gos; de esoteristas y divulga-
dores de la doctrina tradicio-
nal. Por último, también los
psicoanalistas, en especial las
escuelas de Carl G. Jung, han
difundido considerablemente
las imágenes esenciales y sus
sentidos, los símbolos en el más recóndito de
los círculos concéntricos de pensamiento hu-
mano, y han visto a dar valor y actualidad a
todos los estudios simbólicos. 

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 25

La Meditación
Trascendente

Por Oanes

E S bastante común en estos días hablar de meditación. Son muchos

los que opinan al respecto y, por lo general, concuerdan en que es
una buena experiencia, gratificante, diferente, un poco “snob“, poco posible de
definir con palabras. Esto hace que el pedir aclaración sobre el tema, todos seña-
lan distintos estados y experiencias en aquel trance llamado meditación.
Dado lo anterior, cuando quere- Como todo esto no corresponde a la reali-
mos intentar la práctica de esa experiencia dad común, es difícil para una persona ima-
en nosotros mismos, siempre queda la se- ginar siquiera dichas experiencias y muchos
creta duda si aquello que sentimos o practi- se desilusionan, pues no encuentran en ta-
camos fue o no meditación. ¿O cómo llama- les prácticas los fenómenos curiosos que les
ríamos, con más propiedad, a los estados estimularon a creer que siempre encontra-
que conseguimos llegar? rán, perdiendo la oportunidad de recibir los
beneficios que brindan estos conocimientos
Mucho más complejo se hace el
bien aprovechados.
asunto cuando se nos habla de “meditación
trascendente o trascendental” y se nos dice Cuando se tiene un buen conoci-
que con unas simples prácticas, alcanzare- miento del tema, una comprensión del pro-
mos otros estados de conciencia, totalmente ceso y la paciencia para practicar paso a
diferentes a los que frecuentemente encon- paso, con una guía apropiada, los beneficios
tramos; que podemos comunicarnos con en- de estas prácticas pueden cambiar total-
tidades superiores; recibir mensajes, etc. mente la vida de una persona.

8

Pero antes de hablar de las bon-
dades de la meditación debemos definir el
concepto, las distintas etapas, los grados
que es posible alcanzar y sus prerrequisitos,
para sentir dentro de nosotros mismos la
sensación de utilidad de dicho conoci-
miento. Al comprender que no es difícil de
alcanzar por cualquier persona que se lo
proponga, tenga buenas intenciones y per-
severe en su intento, nos estimularemos
para intentar los primeros pasos y desde ese
mismo momento, recibiremos los beneficios.
La mejor forma de asimilación, aún de los
más abstractos conocimientos, es encontrar
los caminos de aplicación. Como en todo
campo del aprendizaje, aquí también... prac-
ticando se aprende
¿Qué es meditación?
Se llama meditación a varias acti-
vidades de la mente. Incluso el hecho de
“pensar” simplemente, se le denomina me-
ditar. Muchas veces también se usa
como sinónimo de reflexionar.
No vamos a dar una definición
definitiva del concepto, pues
como veremos son varios los
tipos de meditación.
Ateniéndonos a la
práctica general, podemos lla-
mar meditación al proceso de
atención y actividades mentales
sostenidas y controladas.
La idea de explorar los mundos in-
ternos, conseguir un conocimiento más pro-
fundo, elevando nuestra mente a otras di-
mensiones y percibir de distintos modos una
realidad. En otras palabras, la mente hace
de mediador entre nuestra realidad contin-
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gente y una realidad superior a nuestra pro-
pia persona (trascendente), que es perci-
bida por el llamado “Yo superior”.
Es el “Yo superior", aquella parte
más elevada de nosotros mismos, el que
puede subir o bajar el nivel de conciencia y
según la “altura" en que se encuentre, es la
forma en que percibirá la realidad, siempre
en planos superiores a la mente.
Existe también un “yo inferior” que
asume el control cuando nuestra conciencia
desciende a un nivel más bajo que el racio-
nal cuando se actúa impulsiva o negativa-
mente.
Podemos citar la siguiente analo-
gía: Una persona debe llegar a determinado
punto geográfico. Para llegar allí, cruzará lla-
nos, colinas, mesetas, valles, cerros.
Cuando esté en las cumbres de los cerros y
colinas altas, tendrá una visión de conjunto,
una idea completa de lo que le falta por
recorrer. Tiene una perspectiva
diferente para mirar el paisaje.
Más para llegar al lugar que
desea debe bajar y caminar
entre cerros y accidentes geo-
gráficos. La vista es parcial,
chata, pero ya tiene una clara
diferencia de la justa propor-
ción.
La meditación, en general,
equivale a eso. A subir a un cerro o colina
para ver desde otra perspectiva el camino
que recorreremos. Pero muchas veces allí
en esas alturas, encontramos mundos in-
sospechados, respuestas más acabadas de
nuestras interrogantes, confianza y seguri-
dad en la vida y en nuestro propio caminar.

Pero hey que saber interpretar lo
que percibimos. Siguiendo con la analogía,
debemos saber interpretar las distancias y
proporciones, tener conciencia que es una
perspectiva diferente. Existe el peligro de
querer quedarse allí y no continuar el ca-
mino o de creer que se está muy alto y sólo
es una meseta.
Existen poderosas razones para
no recomendar la meditación de tipo supe-
rior a todo público. Los peligros de las equi-
vocaciones son de gravedad. Las personas
pueden creer que tras ciertas invocaciones,
vendrán a su llamado “entidades superiores”
o fuerzas positivas que se pondrán a su ser-
vicio; no siempre es así. Lo más posible es
autoengañarse y de ese modo alejarse cada
vez de la realidad objetiva, disminuyendo su
capacidad para enfrentarse a la realidad co-
tidiana. Pueden ocurrir muchas cosas inde-
seables al hacer prácticas sin vigilancia y sin
preparación, pero tampoco es el momento
de asustar a las personas para que no se
acerquen a estos asuntos. Lo que corres-
ponde a nuestra época es enseñar a hacerlo
bien.
Podemos decir que la humanidad
en general está ya como un adolescente. No
es niño al que había que ocultarle ciertas ex-
periencias para que no las use mal. Ya está
en estado de comprender el uso correcto y
esa es la razón por la cual escuchemos tan
a menudo hablar de “los poderes de la
mente”, “la meditación”, “la elevación del
yo”, etc.
Para utilizar nuestra mente en to-
das sus potencialidades, debemos ir poco a
poco conociendo y practicando las distintas
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destrezas que constituyen pre-requisitos a
su uso.
La mente no funciona bien cuando
el cuerpo está en acción, salvo para dirigir la
acción desde el subconsciente.
Cuando Ud. está quieto, su
cuerpo físico sigue actuando. Están todos
los procesos metabólicos en acción para
mantenernos respirando, con temperatura
apropiada, etc. Y de todo esto, se encarga
el subconsciente en forma automática. Pero
además se queda muchas veces con tensio-
nes innecesarias, haciendo un trabajo inútil
y en ocasiones, lidiando con desordenes es-
tomacales, musculares, etc.
Es esencial para que su mente
funcione bien, estar quieto. Y este significa
sin molestias, en una posición cómoda y re-
lajada, de modo que la tensión muscular sea
la misma, incluso su estómago debe estar
quieto hasta donde sea posible.
Es requisito que sus emociones
estén también tranquilas. Una desarmonía
emocional no es buena para la actividad
mental, ni la excitación ni el desinterés pro-
pio del aburrimiento.
El estado emocional debe ser de
tranquila expectativa, como "esperando que
determinado suceso ocurra y si no ocurre,
que no constituya incomodidad alguna".
Lo que resulta un poco difícil de
definir es el estado que debe tener la mente
con respecto a si mismo cuando se trata de
una actividad mental. Para explicar esta de-
bemos considerar que, contrariamente a lo
que le parece a la mayoría, la “mente” NO
somos nosotros.

La mente es el aspecto más alto
de la personalidad, desde donde se contro-
lan todas las actividades físicas y psíquicas.
Pero nuestro Yo superior o volun-
tad superior es algo que está sobre la
mente. Es ese "Yo" el que puede referirse a
la mente en tercera persona, es indepen-
diente de ella, y la idea es que la mente fuera
un fiel servidor de ese "Yo superior“. La
mente debe ser un sentido más que se usa
de acuerdo a los fines que el “Yo” quiere rea-
lizar. La persona que no tiene entrenamiento
ni verdadera conciencia, tiene una disocia-
ción: el Yo y la mente van por distinto ca-
mino. En la mayoría, la mente tiene poca do-
cilidad, va y viene de un
tema o motivo a otro, a pe-
sar de desear otra cosa.
Cuando Ud. se
enfrente a los necesarios
ejercicios de concentración
de la mente, previos a cual-
quier actividad meditativa
seria, se dará cuenta que
su mente es más desobe-
diente de lo que se hubiera
imaginado. Le dará la or-
den de concentrarse en una imagen y si la
mente no está interesada en ella, inventará
decenas de recursos para salir de allí y ha-
cerla desaparecer, la achica, la despropor-
ciona, etc.
En estas condiciones no es posi-
ble aún extraer beneficios de la meditación,
pues por falta de concentración, vendrá in-
formación que no se ha pedido, desde el
subconsciente. ¡Y ni siquiera se habrá tras-
cendido a la propia mente!
11
25
Es fundamental aprender a con-
centrarse en una idea o imagen o palabra
que hayamos elegido, por una determinada
cantidad de tiempo. Es recomendable co-
menzar con ejercicios cortos de menos de
un minuto y que no tengan ningún interés
particular para nosotros. Así se comienza el
adiestramiento.
Cuando haya aprendido a RELA-
JARSE, a AQUIETAR SUS EMOCIONES, a
CONCENTRARSE sobre un tema y mante-
nerse en él, esté o no interesado, entonces
debe dar otro paso. Debe revisar su capaci-
dad crítica; adquirir alguna información ne-
cesaria sobre la mente y su funcionamiento
para ir aprendiendo a dife-
renciar entre las activida-
des del subconsciente y de
la mente superior.
En todo tipo de
meditación, se debe evitar
el adormecimiento, pues
disminuye la vigilancia cri-
tica de lo que se está perci-
biendo. Después de cual-
quier práctica de medita-
ción, se debe evaluar con-
cienzuda y racionalmente las ideas que
haya extractado de su práctica.
Existen distintos tipos de medita-
ción, como se decía al comienzo. Algunos
llaman al acto de pausar como “meditar" y
esto sería correcto en el caso que ese pen-
sar no sea un fluir involuntario de imágenes,
lo que vulgarmente llamamos “divagar”.
Cuando ese pensar es sostenido
y controlado, es meditación. Y esto implica
el hecho que quien lo desarrolla, obtiene un

fruto positivo de esta actividad. Además co-
mienza y termina cuando su voluntad lo de-
cide.
Existe la meditación reflexiva, que
es la misma que señalamos anteriormente,
agregando el cuestionamiento y reflexión
profunda sobre un tema o una frase. Si qui-
siéramos meditar reflexivamente sobre la
“meditación", nos diríamos: ¿Qué es medi-
tación?, ¿para qué sirve?, ¿quiénes la ocu-
pan?, ¿cuándo?, ¿cuáles son todos los re-
quisitos para obtenerla?, ¿dónde es posible
su aprendizaje? ¿Cuáles son los propósitos
para quienes la aprenden? ¿Cuáles son los
propósitos de quienes la enseñan? etc., etc.
En resumen, dar una respuesta consciente
y objetiva a cada una de las interrogantes
que el tema nos plantee. Esta meditación re-
flexiva es una actividad intelectual que nos
da claridad y firmeza a nuestro conoci-
miento. Es utilizado por personas de nego-
cios y estudiantes de todo tipo, con bastante
éxito y podemos decir que es base para
otras meditaciones más profundas.
Existen muy diferentes tipos de
meditación más elevadas: la meditación
creativa, la contemplativa, la identificación,
etc. Muchas de ellas se incluyen en el tér-
mino de meditación pasiva o receptiva. Ge-
neralmente se llega a la meditación recep-
tiva después de haberse concentrado y me-
ditado reflexivamente sobre un concepto
base. Esta meditación receptiva implica que
todo nuestro ser está apto para recibir una
información de tipo superior, trascendente,
que estamos relajados, concentrados y
atentos; sin ansiedades ni perturbaciones
leves. Además que sabremos distinguir
aquello que percibiremos y utilizarlo correc-
tamente.
12
25
Ha llegado el momento de la me-
ditación trascendental o trascendente, pero
esta lo será si tenemos desarrolladas las ha-
bilidades previas, si se tienen buenas inten-
ciones y un propósito altruista.
En suma, esta última actividad de
meditación es una elevada meta que todos
podemos conseguir, pero con el debido en-
trenamiento. Y esto es un proceso bastante
largo, pues son actividades complejas las
que deben obtenerse de nuestra mente, de
nuestras emociones y de la unión de todos
los factores mencionados.
Pero hay algo que es extraordina-
riamente beneficioso, y es el hecho que
paso a paso, en el camino de aprendizaje,
va recibiendo pequeños premios que van
siendo ganancias para su salud y plenitud.
Por ejemplo, los beneficios de la relajación:
con ello duerme mejor, mejora el ánimo,
tiene mayor salud y mejor distribución de
sus energías vitales. Al aprender a concen-
trarse, adquiere un poder creciente sobre su
mente y esto le permite alejar las emociones
perturbadoras y atraer las positivas. Y por úl-
timo, el reflexionar sobre los distintos con-
ceptos que le preocupen, le daré más segu-
ridad, más capacidad de análisis crítico y
más sabiduría.
En el aprendizaje práctico de la
meditación, no importa ir despacio. Es
bueno y deseable que así sea. Pero es
grave un atraso:
a) No empezar hoy mismo.
b) Detenerse en el camino
c) Apurarse demasiado en practi-
car la meditación trascendente.

Es importante destacar que
cuando hablamos de “meditación trascen-
dente" no nos estamos refiriendo a un sis-
tema determinado enseñado por alguna ins-
titución en particular. Toda meditación que
trascienda los planos de la personalidad es
trascendente o trascendental y las técnicas
para alcanzarla se conocen desde hace mi-
les de años.
Una enseñanza seria de este tipo
de meditación, requiere:
13
25
1. Años de entrenamiento para
no crear ilusiones y confusión a la mente.
2. Su enseñanza debe ser abso-
lutamente desinteresada.
Quienes la practican y enseñan
deben ser personas espirituales y con mi-
sión de servicio, requisitos para conseguir
una conexión trascendente y por tanto no se
puede cobrar por su enseñanza. 
 25

LA CONCENTRACIÓN MENTAL

(3ª parte y final)

Por Prometeo

C on esta tercera entrega completamos estos breves artículos

referentes a la concentración mental. Si bien es cierto que mucho
más se puede decir respecto al tema, la intención desde el primer momento fue
la entregar una breve introducción a la tarea del desarrollo de esta capacidad. Por
otro lado, cada vez entregamos un ejercicio, una parte práctica, porque la única
manera de desarrollar esta facultad es la práctica efectiva de la misma: la práctica
hace al maestro.
Ya hemos comentado que el desarro- alcanzar. La mente es la herramienta esen-
llo de la concentración mental es requisito cial para la mayoría de los sistemas y méto-
básico para la práctica de la meditación, dos a implementarse en el manejo de las
además de otros ejercicios y prácticas ínti- energías, y sin la adecuada concentración,
mamente relacionadas con el desarrollo per- se torna muy difícil, prácticamente imposi-
sonal. Es así como es fundamental para el ble, poder proyectar y utilizar las energías
sendero del desarrollo iniciático-esotérico; que todo ser humano posee, y así poder ma-
ya que la gran mayoría de los ejercicios y nipularlas a voluntad.
prácticas a realizar en este sendero, requie-
Tomando en cuenta, todo lo indicado,
ren del control y la proyección de la mente,
cualquier Escuela o Sistema esotérico de
lo cual sin la concentración es imposible de
Iniciación Espiritual, no puede prescindir del

14

desarrollo de esta capacidad de la mente.
Es más, si alguien expresase que no es ne-
cesario la concentración mental para reali-
zar trabajos de desarrollo personal e iniciá-
tico, inmediatamente llamamos a desconfiar
del método o sistema en cuestión. Es lo
mismo que si nos indicarán que un carpin-
tero no necesita martillo para clavar cla-
vos…
Lo único que puede llevar a un exi-
toso desarrollo de la concentración mental
es la práctica constante y perseverante. El
desarrollo de las facultades mentales, tales
como concentración, memoria, visualiza-
ción, imaginación, etc., se
alcanzará en la medida que
se ejercite la propia mente
enfocada en cada una de es-
tas capacidades o potencias. La
mente, al igual que la musculatura,
ha de ejercitarse para hacerla cre-
cer en sus facultades. De la misma
manera en que una persona asiste
a un gimnasio para hacer crecer
su musculatura, la mente también requiere
de ejercicios constantes ejecutados con
consistencia y perseverancia, para hacerla
crecer en sus potencialidades.
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Volvemos a insistir, si usted desea
seguir un camino de desarrollo iniciático-
esotérico, la concentración mental es una de
las facultades indispensables a tener y utili-
zar. Pero, además cualquiera sea la activi-
dad en la cual se quiera desempeñar, la con-
centración mental, le ayudará a desempe-
ñarla con éxito.
Lo curioso y paradójico está en que,
como muchas veces sucede en la búsqueda
de la felicidad y plenitud de la vida, busca-
mos cosas, elementos y herramientas que
nos puedan servir para alcanzar esto, en lo
externo, en los objetos y las personas que
nos rodean; pero, la verdad es que existe en
nosotros, y simplemente tenemos que
trabajar para hacerla crecer y ac-
tualizarla.
Finalmente, tal como
se indicó en el comienzo,
entregamos un ejercicio
para el desarrollo de la concentra-
ción mental, y con ello tener otro ele-
mento más que nos pueda servir para
el desarrollo de tan fundamental capacidad.
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EJERCICIO de CONCENTRACIÓN
El presente ejercicio tiene como objetivo: Tomar conoci-
miento de diferentes cosas y procesos, desarrollar la lógica.

Instrucciones:
Tomar dos elementos, y establecer una cadena lógica de
secuencia para llegar del primero al segundo de ellos. En
lo posible la cadena a buscarse debe ser la más corta.
Ejemplo: árbol - edificio; del árbol se saca la madera, con
la madera se pueden realizar construcciones, especial-
mente cabañas, la cabaña es una morada del ser humano,
el edificio es una de las tantas moradas inventadas por la
humanidad.
En general esta cadena lógica de relación, permite ver
que tanto conocemos sobre los temas iniciales y finales,
y que sobre los intermedios que surgen en el desarrollo
de la práctica.
Como sugerencia se puede practicar con los si-
guientes pares de cosas o conceptos:
 Manzana - herramienta
 Publicidad - reencarnación
 Dedo - libertad.

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MENSAJE
DE
ESPERANZA
Yo no sé el tipo de problemas que estás teniendo. Puede ser un problema
personal, conyugal, familiar. No sé lo que te está afectando tu estima o tu
desempeño profesional, pero una cosa sí sé: no todo está perdido, todavía
existe una cuerda y es tocando en ella que ejercerás tu talento. Tocando con
ella es que vibrarás.
Nunca la vida te romperá todas las cuer- Cuando todo parece desmoronarse, brín-
das. Si los resultados están mal, es tu date una oportunidad y continúa hacia
oportunidad de tocar, la última cuerda, la adelante. Toca la cuerda de la motivación
de la imaginación que reinventa el futuro y arráncale sonidos de resultados positi-
con innovación continua. Es siempre la vos.
cuerda olvidada que te dará mayor resul-
Pero antes pregúntate: ¿Quién motiva al
tado.
motivador? Esto es, ¿quién motiva el ce-
Pero por si acaso, estuvieras en el fondo rebro que motiva tu mano que toca el vio-
del pozo, esta es tu oportunidad de tocas lín?
con la mejor cuerda del universo: “creer en
No te desesperes, escucha en tu interior
ti”.
quien dirige la sinfonía de tu vida. Yo sé
Aprende que la vida siempre te dejará una que ya saber quién es, confía y todo en tu
última cuerda. vida se resolverá para bien.
Cuando estés desanimando, nunca desis- La vida física es sólo un paso en la eterni-
tas. Aún existirá la cuerda de la persisten- dad multidimensional que nos espera.
cia inteligente. Del intentar una vez más.
“Toca tu cuerda apropiada y verás, oh mi-
Del dar un paso más, con un enfoque
lagro, como todo cambia”…
nuevo. Despierta el Paganini que existe
dentro de ti, y avanza para vencer.
Victoria es el arte de continuar, donde los
otros resuelven parar.

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