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La Importancia de Emprender
a. Perspectiva Económica
En términos generales, desde esta perspectiva, se considera que los emprendedores constituyen la
base de la pirámide empresarial y para materializar sus iniciativas en negocios rentables, requieren
estructurar un esquema que facilite la constitución de empresas, la permanencia de estas y su
crecimiento en el mercado.
Lo anterior se debe a que incentivando el espíritu emprendedor del individuo, se espera que al
menos este asuma el reto de un proyecto de negocio que generar su autoempleo y en el mejor de
los casos que evolucione transformándose en empresario llegando a plantearse la posibilidad de
algo que implique el crear más fuentes de empleo, contando en éste caso con posibles apoyos
económicos tanto en el sector público como privado.
Desde esta perspectiva, se valora la aportación de los emprendedores como actores que
contribuyen a la dinámica económica de su comunidad, de diversas formas, especialmente cuando
se trata de casos de éxito, basados en una aplicación sistemática de las buenas prácticas
desarrolladas en éste ámbito.
Por cierto, en este sentido el Estado de Puebla, por su red de incubadoras, la mayoría de ellas
localizadas en Instituciones de Educación Superior, se ubica en el lugar número 12 respecto a la
evaluación del Sistema Nacional de Incubadoras.
b. Perspectiva Educativa
Desde esta perspectiva, se plantea una arista muy significativa en relación a la relevancia de la
experiencia de emprender, que resulta especialmente relevante por su trascendencia en el sentido
amplio que deseamos compartir en este trabajo.
La Educación debe formar individuos capaces de aprovechar y utilizar durante toda su vida cada
oportunidad que se les presente para actualizar, profundizar, enriquecer sus conocimientos y
realizarse como persona en un mundo en permanente cambio.
La Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI de la UNESCO estableció en 1993,
presidida por Jacques Delors y un grupo de 14 expertos, soluciones y lineamientos para la
educación en este siglo, basados en 4 pilares fundamentales que son:
Se refiere a la dimensión cognitiva, a adquirir instrumentos del conocimiento y los métodos para
que el individuo conozca el mundo que le rodea, ejercitando la memoria, la atención y el
pensamiento.
Es aprender a poner en práctica los conocimientos, hacer frente a las situaciones que se nos
presentan cotidianamente, encontrar nuevas formas de hacer algo, competencias que ayudan a
enfrentar situaciones para una mejor calidad de vida.
Se refiere a la dimensión social de la persona, se incluye el descubrimiento del otro, sus razones
para discrepar y la empatía para interactuar y comprender a los demás para tender hacia objetivos
comunes. Significa aprender a participar y cooperar con los demás.
Significa que la persona desarrolle su potencial, logre un desarrollo integral, cuente con un
pensamiento autónomo y crítico para hacer juicios propios, y decidir en diferentes circunstancias
de la vida. Potenciar la libertad de pensamiento, la expresión de sentimientos y de imaginación
para que sus talentos alcancen la plenitud, determinen su destino y colaboren en el progreso de la
sociedad.
Sin embargo, es sumamente relevante puntualizar que hoy en día en América Latina el PRELAC
(Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe) propone que se agregue un
quinto pilar que es el de APRENDER A EMPRENDER.
Es por ello que la educación debe fomentar especialmente en los jóvenes este pilar, para que el día
de mañana este “emprendizaje” les sea útil para el resto de su vida.
Este pilar, es la base para que los jóvenes puedan enfrentar el mundo profesional y laboral, de
acuerdo a su proyecto de vida y lo que van logrando como personas desarrolladas de manera
integral, ayudando además a promover un cambio social positivo.
En los siguientes plantemientos, buscaremos enriquecer este panorama desde otras perspectivas,
centradas en enfatizar la valoración de la experiencia de emprender como como “una experiencia
de vida y para toda la vida”.
En la primera parte de este trabajo, nos planteamos como propósito brindar un panorama más
amplio y desde diferentes perspectivas para valorar la importancia que la actividad el emprender
tiene como “una experiencia de vida y para toda la vida”.
Sobre la importancia de emprender compartimos una reflexión sobre esta actividad generalmente
entendida sólo como de naturaleza económica, y la ampliamos analizándola desde una perspectiva
educativa, que en América Latina la incluye como uno de los 5 pilares a considerar para la
educación en este Siglo XXI por la relevancia que tiene para el desarrollo humano y social.
Toca ahora complementar esta reflexión, enfocado la actividad de emprender como “Perspectiva
de Vida”, es decir, como parte importante de un “Proyecto de Vida”.
Para plantear una reflexión significativa desde esta Perspectiva, con base en la relevancia que el
emprender tiene en la conformación de un “Proyecto de Vida”, debemos establecer algunos
puntos de partida, como los conceptos de “Ser Humano”, de “Calidad de Vida” y de “Proyecto de
Vida”.
Cuando se habla de “Calidad de Vida”, se hace referencia sólo a aspectos relacionados con un
cierto “Bienestar”, es decir, “casa, vestido y sustento”, como sinónimo de seguridad económica o
posesión de bienes materiales, se emplean indicadores económicos como el PIB, o en el mejor de
los casos se incluyen aspectos relativos a la salud y acceso a los servicios públicos o a un cierto
grado de escolaridad, que parecen ser lo que caracteriza más bien la “cantidad de vida”.
Sin embargo, podemos identificar personas que entre más tienen resuelto su problema
económico, más agravan su frustración, su depresión o su vacío existencial. Y existen a la vez
personas que con escasos recursos, muestran elevados niveles de salud integral según el viejo
dicho de que “rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita”.
Así pues, Calidad de Vida, tiene que ver con algo más que economía o salud, abarca la totalidad
del ser humano, incluyendo aspectos que se refieren al “Bienser” y que casi no contemplamos, por
su estrecha relación con el concepto de “Ser Humano” que difícilmente hemos comprendido o
concluido con suficiente claridad. Heredamos la limitada idea de que sólo somos seres “bio-psico-
sociales”, sin duda hay algo más que considerar.
Dimensión Ecológica
Lo referente a mi relación con el mundo, a vivir y existir en unidad con mi entorno y naturaleza
como una realidad espacial-temporal objetiva, como mi hábitat y como mi hogar compartido, la
morada para prepararme y trascender.
Los aspectos de higiene y conservación de mi ambiente, del uso consciente de mis recursos
naturales, sobre todo los no renovables, etc.
Dimensión Biológica
Lo referente a la relación con mi corporalidad, mis características y funciones comunes a todo ser
vivo: nacer, crecer, reproducirme y morir.
Dimensión Psicológica
Lo referente a la relación con mi ser psíquico, mi conciencia de ser, de mis aspectos mental
(intelectual, pensamiento) y/o emocional (afectivo, sentimiento).
Lo relacionado con mi necesidad de búsqueda de vivir los universales de justicia, paz, libertad,
amor, etc., en mí, para mí.
Dimensión Social
Lo relativo a mi relación con los demás, con el otro, con mis semejantes, mi sentido de
pertenencia como una célula del tejido humano, y mi necesidad de servir a mi comunidad en
particular y a la humanidad en general.
Lo relacionado con mi necesidad de búsqueda de vivir los universales de justicia, paz, libertad,
amor, etc., para mis semejante y con mis semejantes.
Dimensión Trascendente/Espiritual
Lo relacionado con mi necesidad de búsqueda de vivir los universales de justicia, paz, libertad,
amor, etc., en sí mismos y como vehículo para trascender.
Lo relacionado con mi necesidad de búsqueda de vivir los universales de Verdad, Belleza, Bien y
Unidad, mi anhelo del bien máximo.
Hasta aquí, planteamos ya un panorama más amplio desde diferentes perspectivas para valorar la
importancia que la actividad el emprender como “una experiencia de vida y para toda la vida”,
tanto desde la perspectiva económica, como desde la educativa.
Nos encontramos en el punto en que enfocamos nuestra reflexión desde el emprender como una
“Perspectiva de Vida”, la cual requerimos complementar abordando como esta deriva en la
clarificación de un “Proyecto de Vida” que a su vez encuadra cualquier Idea de Negocio que se
plasma eventualmente en un “Proyecto de Negocio” finalmente.
Esbozamos ya la necesidad de establecer como puntos de partida, los conceptos de “Ser Humano”,
de “Calidad de Vida” y de “Proyecto de Vida”, planteando únicamente el primero de ellos, que se
resume en lo siguiente:
Hemos descrito ya también lo que significa cada una de dichas dimensiones, toca ahora plantear
más precisamente a partir de esta idea de ser humano, el concepto de “Calidad de Vida”
Aproximación inicial
Sin duda alguna los humanos somos los seres más complejos sobre la tierra, y nuestra facultad de
pensar y reflexionar, hace que en varios momentos a lo largo de nuestra vida, nos hagamos
preguntas que buscamos nos lleven a entender cada vez más nuestra esencia y nuestra existencia.
Seguramente usted como casi todos se habrá preguntado alguna vez ¿Qué es “vivir bien”?, o ¿Qué
es tener una “buena vida”?, o ¿Qué es tener “Calidad de Vida”?. Especialmente en la actualidad,
este último término es frecuentemente mencionado, por políticos, psicólogos, educadores,
investigadores y por los mismos ciudadanos en general, pero ¿qué significa?, ¿qué entender por
Calidad de Vida?, sobre todo en medio del tipo de sociedad en que vivimos y con los supuestos
“valores” que en ella se fomentan.
Seguramente, esto requiere reflexionarse y comentarse ampliamente, por lo que los invitamos a
hacerlo con nosotros y a seguir en esta línea de pensamiento.
Calidad significa “cualidad o esencia”: Característica que da sello o distingue a un ente, que
revela lo más representativo de su naturaleza, que lo hace valioso en sí mismo, único y distinto de
otros entes.
Lo anterior, nos lleva a pensar que la respuesta a la pregunta sobre ¿Qué significa tener Calidad
de Vida?, tiene una profunda relación entonces con nuestra idea de Ser Humano y por lo tanto de
Vida Humana, es por eso que sugerimos entender la Calidad de Vida como:
Definición inicial:
Grado de correspondencia entre lo que soy y lo que: debo ser (mi misión), deseo ser (mi
aspiración), y/o lo que decido y puedo ser (mi potencial), que si coincide me lleva a la Congruencia.
Grado de Humanización que he logrado.
Si en este punto de nuestra reflexión, incorporamos el concepto de Ser humano antes planteado,
entonces podríamos integrar una definición más completa y completa, como se sugiere en seguid:
Nueva Definición
Calidad de Vida es el grado en que mi experiencia de existencia la vivo de manera autogestiva
como adecuadas y satisfactorias relaciones conmigo mismo, con mis semejantes y con mi
situación, según mi naturaleza Humana como Unidad
Eco-Bio-Psico-Social-Trascendente
está basada en relaciones satisfactorias, conmigo mismo, con mis semejantes y con mi situación
(entorno),
En conclusión…
Por tanto, la Calidad de Vida tiene que ver mucho más con nuestro “bienser”, que con
simplemente nuestro “bienestar”, esto nos lleva a pensar que la respuesta a la pregunta sobre
¿Qué significa tener Calidad de Vida?, tiene una profunda relación entonces con nuestra idea de
Ser Humano y por lo tanto de Vida Humana, es por eso que sugerimos entender la Calidad de Vida
como “el grado de correspondencia entre mi ser en existencia y mi ser en potencia”, es decir, el
grado en que soy realmente lo que podría llegar a ser, lo que estoy facultado para ser por mi
naturaleza misma como ser humano.
En conclusión, y de manera más amplia podríamos entender que mi Calidad de Vida es:
Hasta aquí a partir de contar ya con estos dos pilares conceptuales, nuestra idea de Ser Humano y
nuestra idea de Calidad de Vida alineadas o ya ligadas, toca ahora plantear el concepto de
“Proyecto de Vida”, para
Víctor Frankl plantea en su obra "El hombre en busca de sentido", que toda persona tiene una
vocación o misión específica en la vida, que tiene un designio concreto que exige su cumplimiento,
que la hace irremplazable e irrepetible. Entonces la misión de cada persona es única, así como su
oportunidad de realizarla. Es un don que conlleva una responsabilidad individual, que sólo
compete a cada uno de nosotros y es por ello que debemos descubrir nuestra Misión y la Visión en
términos de vocación humana, como parte de nuestro proceso de Autorrealización.
Clarificar un Proyecto de Vida es identificar la vida como lo más importante, ya que hoy más que
nunca es un imperativo aprender a vivirla, aprender a amarla, aprender a gozarla vida y sobre todo
aprender a gestionarla.
Según Chopra gestionar nuestra propia vida, sólo es posible si creemos en nosotros mismos, si nos
autodescubrimos, si reconocemos nuestras habilidades y sobre todo si tenemos una Visión de gran
alcance. Esta gestión es una tarea que exige interiorización; autoconocimiento y reconocimiento.
Un Proyecto de Vida sintetiza el planteamiento concreto de lo que elegimos Ser y Hacer a partir de
nuestras Fortalezas y Debilidades, Oportunidades y Potencialidades, a fin de plantear por donde
caminaremos y hacia dónde queremos ir, considerando nuestra Existencia como individuos y
nuestra Esencia como Seres Humanos.
Al definir nuestro Proyecto de Vida debemos incluir lo que pensamos y sentimos, nuestras
aspiraciones, intereses y talentos, para desarrollar nuestro carácter y responder de forma
adecuada a las condiciones que nos plantea el entorno.
Para elaborar el Proyecto de Vida, es importante considerar aspectos como: el entorno, que
implica buscar información sobre la forma de satisfacer nuestras inquietudes y alcanzar las metas
propuestas; y la flexibilidad, pues los seres humanos poseemos múltiples intereses, habilidades y la
capacidad de rectificar, además porque los resultados no dependen sólo de nosotros.
El punto de partida es analizar nuestra situación actual, identificando los puntos siguientes:
¿Quiénes han sido las personas que más influencia han tenido en mi vida y por qué?
Esto corresponde a lo personal, lo propio, lo que depende de mí, que conviene plasmarlo en una
Autobiografía, para reconocer en ella factores importantes a considerar.
En seguida, para darle una dirección al Proyecto de Vida, requerimos clarificar nuestra propia
Filosofía de Vida, que incluye:
Nuestros Valores, que en síntesis son aquello por lo que estaríamos dispuestos a dar nuestra
Vida, arriesgar nuestra Vida o dedicar nuestra Vida, y nos da el sentido de trascendencia.
Nuestra Visión, que en síntesis, es la imagen mental que refleja la vivencia de nuestros Valores y
de lo que consideramos nuestro futuro deseable a lograr, puesto en términos de imágenes para
poder ser visualizado,
Nuestra Misión, que se resume en plantear el camino para lograr nuestra Visión y trascender,
clarificando: a quiénes nos enfocamos, qué necesidades buscamos satisfacerles, y cómo y de qué
manera pretendemos hacerlo, iniciando con nosotros mismos.
Para ampliar la reflexión sobre nuestra situación y lo que nos caracteriza, conviene honestamente
analizar nuestros Rasgos de Personalidad para identificar lo que favorece y lo que limita el poner
en práctica nuestra Filosofía de Vida, identificando:
Fortalezas: mis talentos, mis cualidades, lo que me distingue y me potencia para la vida,
Complementando este análisis, fijamos nuestra atención en identificar lo que el propio entorno
nos ofrece como obstáculos o como oportunidades para lograr nuestros propósitos, respondiendo:
Finalmente, nuestro Proyecto de Vida se concreta cuando a partir de lo anterior, nos planteamos
Objetivos a corto, mediano y largo plazo, en nuestros diferentes ámbitos, y las acciones que nos
pueden llevar a lograrlos, conviene preguntarlos:
¿Cómo puedo superar los impedimentos que la realidad me plantea para realizar mis objetivos?
¿Cómo aprovechar las oportunidades que la realidad me plantea para realizar mis objetivos?
Es en este contexto en el que debe quedar armonizado nuestro Proyecto de Emprendimiento para
hacer de esta experiencia, una experiencia de vida verdaderamente trascendente.