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I.

RESUMEN DEL TEMA


Al pasar por medio de situaciones traumáticas y estresantes en nuestra vida, nuestra salud mental se ve
afectada. Pues, cada vez que volvamos a estar en una situación análoga a la situación antes mencionada,
se tiende a sentir una vez más las “malas” experiencias vividas. Esto es a lo que los investigadores han
llamado el trastorno por estrés postraumático, que a su vez también el desarrollo de éste estará
condicionado por la personalidad del individuo y del entorno social y familiar en que se desenvuelva. Este
trastorno también será consecuencia de una violencia obstétrica, el parto puede ser un evento lo
suficientemente estresante como para desencadenar un trastorno de estrés postraumático. He recopilado
esta información que nos servirá para poder comprender la génesis de este trastorno, el impacto que genera
psicológicamente y de esta manera el cómo poder ser agentes de ayuda en su tratamiento.

II. SÍNTESIS
1El trastorno por estrés postraumático (TEPT) se presenta en sujetos que experimentaron, presenciaron o

les explicaron algún acontecimiento con alto potencial traumático caracterizado por muerte o amenaza para
su integridad física o la de otros. El TEPT consiste fundamentalmente en síntomas de reviviscencia (o
reexperimentación), de evitación de la actividad. El TEPT también se asocia con dificultades sociales,
laborales y económicas, por ello, se ha reportado un bajo nivel de calidad de vida en este tipo de pacientes
(APA, 2000).
Relación entre los procesos cognitivos y las conductas maladaptativas:
Ehlers y Clarck (2000) consideran que las evaluaciones se asocian con las estrategias cognitivas que
desarrollan los sujetos y éstas llevan a realizar conductas mal adaptativas. Por ejemplo, las valoraciones
negativas que puede tener sobre “recordar o pensar el trauma” como por ejemplo que ello traería
consecuencias como; “volverse loco”, “perder el control”, “daños a la salud”, etc. Favorecen la realización
de estrategias disfuncionales como; “tratar de no pensar en el trauma”, “distraer la mente”, “tomar
alcohol o drogas”, etc.

2Posibles estresores para un TEPT: participar o combatir en un conflicto bélico (como soldado o
población civil), ser víctima de violencia personal (agresión física, agresión sexual o asaltos con
violencia), ser secuestrado, víctima de ataques terroristas, torturado, sobrevivir a desastres naturales o
provocados por el hombre (incendios intencionales, explosiones), participar en accidentes de tráfico o
recibir el diagnóstico de una enfermedad eventualmente terminal. Por su parte, la CIE-10, lo define
como «cambio perdurable de la personalidad después de experiencia catastrófica». Lo esencial en el TEPT
debe ser la personalidad de la víctima. Evidentemente que la estructura de una personalidad influirá, ya que
cada vivencia se elabora mediante la propia manera personal de ser. Así, siguiendo a Eysenck,
encontramos los siguientes tipos de personas: las que encajan en el eje de la «estabilidad emocional»:
caracterizadas por ser maduras, buen control de los sentimientos y emociones, bajo nivel de ansiedad,
seguras de sí mismas, buena autoestima, capacidad de reflexión y toma de decisiones proporcionales y
adecuadas a cada situación, todo ello significa tener buenos recursos psicológicos para afrontar un
acontecimiento negativo, y especialmente catastrófico. Y las que pertenecen al eje del «neuroticismo»:
inestabilidad emocional; mal control de los sentimientos y emociones, inseguras, baja tolerancia a la
frustración, tendencia a la ansiedad, negación de la realidad y no afrontamiento de aquello que les contraría,
pasividad, e impulsividad, magnificando lo que les sucede, y se complacen en la victimización o
autocompasión. Esta carencia de recursos psicológicos hace a estas personas muy vulnerables a los
acontecimientos que entrañan sufrimiento, amenaza, inseguridad, experimentando mayor daño y mayor
resistencia al tratamiento. Se afirma que el rasgo de personalidad más importante que se presenta en el
TEPT parece ser el neuroticismo. Esta situación lleva al paciente a un estado general de hiperalerta e
incremento de la activación que se puede expresar por trastornos del sueño (insomnio, sueño interrumpido y
muy superficial); déficits de concentración, irritabilidad fácil e incluso reacciones algo violentas, hiperestesia
sensorial con respuesta de alerta exagerada y un estado de hipervigilancia, que en conjunto afecta a la vida
cotidiana.

3Así, el desarrollo del trastorno de estrés postraumatico (TEPT) como consecuencia de cualquier conducta
violenta lo experimenta el 25% de todas las víctimas, pero este porcentaje puede ascender hasta el 50-60%
en el caso de las mujeres agredidas sexualmente. El TEPT suele ser más grave y duradero cuando el
suceso sufrido es muy intenso o cuando la víctima es vulnerable psicológicamente y no cuenta con un
apoyo familiar y social adecuado. La intensidad de los síntomas inmediatamente tras la agresión es un
predictor del funcionamiento de las victimas a largo. Además (o en lugar) del TEPT, las víctimas de
agresiones sexuales pueden sufrir un malestar emocional profundo (ansiedad, depresión, sentimientos de
culpa) y conductas de evitación sexual. En cuanto al tratamiento, se cuenta actualmente con recursos
terapéuticos eficaces para hacer frente a la psicopatología generada por una agresión sexual,
especialmente cuando la víctima dispone de una red de apoyo familiar y social.
4Muchas mujeres que han tenido un parto traumático reviven el parto como si de una pesadilla se tratara, y
no pueden quitarse estos recuerdos de la cabeza por más que lo deseen. A menudo este malestar hace que
la mujer se muestre tremendamente enfadada, aislada o arisca, tanto con los que le rodean como con los
profesionales, y que parezca obsesionada con todo lo que rodea la atención al parto. Un fenómeno bastante
típico es la reactivación de los síntomas en el siguiente embarazo. En algunos casos aparece entonces lo
que se conoce con el nombre de “tocofobia” o pánico al parto. Se trata de mujeres que desean evitar a toda
costa una experiencia traumática como la anterior, lo que a veces les lleva a solicitar una anestesia general
o una cesárea programada. Muchas pasan el segundo embarazo obsesionadas con el siguiente parto.
Algunos estudios han demostrado que con una adecuada intervención psicológica conjunta (psicóloga y
obstetra), más de la mitad de las madres que pedían una cesárea programada por pánico al parto podían
tener un parto vaginal espontáneo y satisfactorio.

Los profesionales que acompañan a la mujer en el parto y en la cesárea tienen un papel crucial en la
prevención del sufrimiento psíquico en el postparto. Si consiguen que a pesar de la intervención quirúrgica
la mujer sea en todo momento protagonista de su parto, si facilitan el contacto madre hijo lo antes posible, y
si además ofrecen un apoyo cercano y un asesoramiento correcto en el inicio de la lactancia, las
repercusiones posteriores serán menos dramáticas. El trato que recibe la parturienta por parte de los
profesionales que le atienden influye enormemente en su percepción del parto y puede ser un factor crítico,
tanto en la prevención, como el desencadenamiento del síndrome de estrés postraumático.
Durante el embarazo: se recomienda ser especialmente cuidadosos en la transmisión de cualquier
información “negativa” sobre el estado de salud de la madre o del bebé, deben ser comunicadas en
compañía de su pareja o un familiar. Especial atención merecen las mujeres que expresan miedo intenso al
parto, más si ya han parido con anterioridad. Si él o la profesional tienen la capacidad de escuchar en
detalle y empáticamente el relato del parto anterior, esa escucha ya puede producir un alivio considerable si
la mujer siente que sus miedos van a ser tenidos en cuenta por el profesional que le atenderá. Postparto
inmediato: Un aspecto crucial en la prevención del síndrome es evitar la separación madre-bebé. Cuando
una madre es separada de su bebé nada más al nacer sus peores pesadillas se hacen realidad. Toda esa
angustia es altamente yatrogénica y traumática y puede desencadenar el síndrome por sí misma. La
separación entorpece el vínculo, y tiene graves consecuencias para la salud del bebé.

Intervención obstétrica ante el TEPT, ante una mujer que expresa o verbaliza malestar por cómo fue su
parto el profesional debe:
• Ofrecer escucha empática.
• Ofrecer toda la información disponible, tanto sobre como fue el parto, como sobre la posibilidad de que la
madre sufra un estrés postraumático, des culpabilizando y ofreciendo psicoeducación.
• Animar expresión de sentimientos en contexto. Conviene recomendar a la madre que exprese sus
sentimientos en grupos de autoayuda o con profesionales que le puedan ayudar y escuchar y que evite el
continuar hablando de sus sentimientos con familiares o amigos que le hayan mostrado su dificultad para
ayudarla en este proceso.
• Apoyo extra a lactancia: considerar siempre la lactancia materna como una herramienta de
empoderamiento y terapéutica.
• Ante una mujer que presenta un TEPT completo buscar ayuda terapéutica profesional de salud mental
experto en la materia.

5Únicamente el apoyo percibido por parte de una persona de confianza se asociaba a menos síntomas de
depresión y estrés postraumático, resultado importante porque las participantes informaron que este tipo de
apoyo social era del que carecían más.
La violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja produce serias consecuencias en la salud
mental de sus víctimas (Murphy, 2000), incluyendo con frecuencia cuadros clínicos tales como el trastorno
por estrés postraumático. Además, el aislamiento social de las víctimas es un fenómeno muy característico
y frecuente. Para el maltratador mantener a su mujer aislada y dependiente de él es una manera efectiva
de control y dominio sobre su vida.
Diversos estudios han mostrado que el apoyo social se asocia con el bienestar general de las víctimas y con
su salud mental, incluyendo menos síntomas de depresión, intentos de suicidio y estrés postraumático. El
apoyo social es un importante factor de resiliencia para las víctimas de violencia doméstica, que reduce sus
niveles de ansiedad, el riesgo de suicidio y los síntomas de estrés postraumático.

6Michel Odent expresa “para cambiar el mundo es necesario cambiar la forma de nacer”; tendríamos un
mundo mejor si naciéramos en mejores condiciones. Este mismo autor explica las consecuencias a largo
plazo de cómo nacemos siendo los resultados relacionados con problemáticas sociales típicas (criminalidad
juvenil, suicidio adolescente, drogadicción, anorexia nerviosa, autismo, trastornos mentales, etc). La
importancia de este tema se da por el momento en el que se genera la violencia obstétrica; el embarazo,
parto y puerperio, los cuales son momentos importantísimos para la vida de cualquier persona, ya sean
madres, padres, niños/as. El nacimiento marca de manera tajante la salud física- mental y la vida en general
de las personas. Hay violencia obstétrica física y violencia obstétrica psíquica (Incluye el trato
deshumanizado, grosero, discriminación, humillación, cuando la mujer va a pedir asesoramiento, o requiere
atención, o en el transcurso de una práctica obstétrica. Asimismo comprende la omisión de información
sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y, en general). Todos estos actos generan traumas
contra la atención de salud.

III. DISCUSIÓN
Analizaré la información recopilada de acuerdo al orden antes descrito:
1. Estoy de acuerdo. Al tener un trastorno de este tipo se querrá evitar los recuerdos y experiencias de este,
es decir “querer distraer la mente”. Una de las maneras más usadas por la sociedad como vías de escape
son las malas conductas. Tales como abuso de drogas, alcohol.

2. Estoy de acuerdo. Las situaciones que nos señalan los autores como determinantes de la génesis del
TEPT son vivencias que para cualquier persona (independientemente del tipo de personalidad según
Eysenck) serían muy estresantes. Además, también concuerdo con lo que señala Eysenck en su teoría.
Creo que las personas con “neuroticismo” tendrían menor adaptabilidad ante estas situaciones. En cambio
el otro tipo de personas tienen un grado mucho más grande de resilencia. Estoy segura de esto porque
conozco personas que a pesar de muchas dificultades (que para mí hubiesen sido muy traumatizantes),
pues éstas han salido a delante y han tenido una gran resiliencia.

3. Siendo la agresión sexual, una de los determinantes en el desarrollo del TEPT, queda muy claro que al
vivirlo las mujeres (en su mayoría) quedan afectadas. Estoy de acuerdo porque me pongo en el caso de una
mujer con estas condiciones. Yo como mujer me sentiría con la dignidad desecha, con los derechos por el
suelo, avergonzada, intimidada y siempre tendría rechazo hacia las parejas (con esto me refiero
específicamente todo lo que tenga que ver con relaciones coitales, dado a que esta experiencia me
recordaría experiencias traumáticas anteriores).

4. Este artículo es el que más me ha gustado, pues nos da las pautas para cómo poder abordar las
problemáticas psicológicas de una gestante en el embarazo, parto y puerperio. En este articulo se resalta el
gran trabajo que tenemos por delante, la intervención obstétrica adecuada que debamos ejercer podrá
influenciar en la salud mental de las gestantes No solamente tenemos un rol importante en el parto, sino
también en la atención prenatal como en el puerperio. En la atención prenatal podemos resolver dudas
buscando que se sientan ayudadas por sus familiares, que elijan la manera de dar a luz, su plan de parto.
Cuando ellas se sientan comprendidas; cuando sientan que sus angustias, miedos están siendo
escuchados de una manera empática; podrán tener una buena experiencia en el parto. Y si ya tuvieron una
experiencia traumática anterior y en un nuevo parto desean cesárea, como nos dice el artículo con una
buena intervención psicológica (en donde jugamos un rol muy importante) se puede hacer cambiar de
parecer y tener más confianza en un parto vaginal.

5. Concuerdo con el último punto, el tener el apoyo de una persona muy cercana a mí me ayudará a poder
sobrellevar mis problemas y dificultades. Pero debe de ser una persona de entera confianza, alguien a
quien uno pueda abrirse, dado a que luego de experiencias traumantes es muy difícil volver a tocar esos
temas ya que la persona no desea recordar.

6. Es cierto, si nos mecanizamos como profesionales…. como obstetras y damos un trato deshumanizado
en un momento tan vulnerable tanto para la madre como para el recién nacido, pues efectivamente vamos
a dejar un impacto negativo en ellos. Soy testigo del maltrato que los profesionales de salud brindan (la
mayoría, porque hay profesionales muy destacables) y todo esto genera el rechazo, temor, miedo y
angustias hacia la atención de salud profesional. Si no cambiamos nuestra concepción de atención desde
ahora que somos estudiantes y no nos formamos sólidamente y humanísticamente respecto a esta
atención. ¿Cuándo lo haremos? Espero que no nos demos cuenta de esto cuando ya sea muy tarde.
IV. APLICACIÓN
- A la vida cotidiana: Tratar de fortalecer mi personalidad, para que en casos como estos pueda estar
psicológicamente bien y así poder ayudar a las personas más cercanas en mi familia que también estén
pasando por algo parecido, ya que seré la persona cercana a ellos.
- A la vida profesional: Comprender y ayudar a mis futuras pacientes, en las consultas obstétricas no solo
escuchar lo que me diga sino también ver su comunicación no verbal. Muchas veces ellas no querrán hablar
de tema traumático, y no lo hablarán hasta que yo pregunte y por eso es importante el poder ver todos sus
gestos. Debo de ser una persona empática.

V. CONCLUSIONES.
 Hay varias vivencias determinantes para el desarrollo del TEPT tales como: haber llevado vida
militar, haber pasado un desastre natural, ser víctima de cualquier índole de agresión, violencia
obstétrica, etc.
 La personalidad que tengamos será quien actúe, tanto como para poder sobreponerse a la
adversidad o como para derrotarse ante ella. El apoyo familiar o de una persona muy cercana es
importante para poder sobrellevar el TEPT.
 El parto es también favorecedor de la aparición de TEPT.

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