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El arqueólogo industrial del siglo XXI.

Retos y para-
digmas de una disciplina arqueológica para el mundo
contemporáneo

The industrial archaeologist of the XXI century. Challenges and paradigms of an


archaeological discipline for the contemporary world

Óscar Glez. Vergara


Doctorando de Arqueología en la UMU
Licenciado en Historia y Master en Arqueología Aplicada (UMU) y Estudiante de Grado de Filosofía (UNED)
oskarvergara@hotmail.com / gonzalezvergara@um.es

Resumen

En este trabajo pretendemos introducir los retos y paradigmas a los que se enfrenta la Arqueología
Industrial tras más de 50 años de existencia, y la propuesta de hacerla evolucionar en otra discipli-
na más abierta en el tiempo y en cuanto al tipo de patrimonio a estudiar: la Arqueología Contem-
poránea. Con ello, se pretende contribuir a la forja de un profesional nuevo: el arqueólogo indus-
trial.

Palabras clave: Arqueología Industrial, Arqueología Contemporánea, patrimonio contemporáneo,


arqueólogo contemporáneo, retos y paradigmas.

Abstract

In this paper, we introduce the challenges and paradigms that industrial archaeology faces, more
than 50 years after its creation, and the proposal to make it evolve into another discipline more open
in relation to the time and type of heritage to be studied: Contemporary Archaeology. This is in-
tended to help forge a new career: archaeologist industry.

Key words: Industrial Archaeology, Contemporary Archaeology, contemporary heritage, contempo-


rary archaeologist, challenges and paradigms.

1. Introducción quiero dar aquí algunas pautas de lo que se en-


contrará en las páginas que siguen esta intro-
Ya que este trabajo, concebido más como ducción. Lo que aquí se pretende es dar a cono-
ensayo y análisis del estado de la cuestión, es cer una disciplina arqueológica que estudia las
algo denso, y en muchos aspectos confusos,
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sociedades contemporáneas, los problemas que Afortunadamente, son muchas ya las obras,
ha tenido y tiene, y las posibles vías de solu- prácticas y teóricas, que han abordado en las
ción. Abogo, sea dicho ya aquí, por la reforma últimas décadas la temática de la Arqueología
de lo que hasta ahora veníamos llamando Ar- Industrial. Nos referimos sobre todo, para el
queología Industrial, profundizando en muchos caso español, a obras como las de Aguilar Cive-
de los cambios que se vienen dando en los últi- ra (1998), Casado Galván (2009), Cerdà Pérez
mos años, para acabar creando una Arqueología (2008), Cano Sánchez (2007), Ramos , Campos
Contemporánea, más abierta cronológica y y Martín (1991), López Cidad y Gregoraci
temáticamente, englobando las realidades pa- (2006), Gutiérrez Lloret (2001), Rozas Sando-
trimoniales de las sociedades industriales, capi- val (2007) y Vicenti Partearroyo (2007), que
talistas y contemporáneas desde las Revolucio- subyacen detrás de esta reflexión sobre la Ar-
nes Industriales hasta el presente. Sobre todo, queología Industrial y Contemporánea. En al-
abogo a la necesidad de un corpus teórico preci- gunos aspectos se han consolidado muchos
so y desarrollado de la disciplina, para que po- cambios que se venían perfilando varias déca-
sibilite, y rompa de una vez por fin, las confu- das atrás, fruto en su mayoría de incorporar a la
siones con otras disciplinas sociales y humanís- naciente Arqueología Industrial las herramien-
ticas, defina realmente cuál es su objeto, espa- tas y metodologías que la equiparan para des-
cio geográfico y cronológico, herramientas, etc. envolverse con soltura ante los cambios del
patrimonio cultural contemporáneo de fines del
Resalto aquí que, precisamente, uno de los siglo XX y comienzos del siglo XXI. En este
aspectos que ha posibilitado este trabajo es mi apartado, profundizaremos acerca de qué ha
experiencia como neófito en la materia. Tam- sido la Arqueología Industrial, cuál es su situa-
bién, la falta de formación académica en esta ción en el presente, y los retos que le esperan
disciplina, los pocos foros de debate y publica- para el futuro.
ción en esta materia, la falta de homogeneidad y
tardíos inicios de puesta en común de los crite- 2.1. Sobre algunos conceptos
rios de esta disciplina, así como el que esta dis-
ciplina presente, a día de hoy- aunque de forma El intentar, aunque sea someramente, perfilar
muy excelente- muchos ejemplos prácticos de y describir acerca de la Arqueología Industrial
actuaciones llevadas a cabo para documentar, precisa, irremediablemente, dejar en evidencia
proteger, interpretar y poner en valor espacios y qué se entiende por “arqueología” y qué por
entornos industriales y contemporáneos; igual- “industrial”, seguido de otros conceptos como
mente, la falta labores de síntesis y de reflexión “contemporáneo”, “patrimonio”, “industria”,
teórica sobre la disciplina, de análisis de lo su- “artesanía”, etc., pues, en lo que se entiendan
cedido, de lo que se sucede y de lo que puede por ellos están las claves para entender las for-
suceder si no se ponen límites y soluciones a mas en las que han sido abordados los estudios
algunos de los aspectos que afloran a la luz de sobre el patrimonio industrial y contemporáneo,
los proyectos y actuaciones ya realizadas. tanto en lo relativo a la temática (lo industrial) o
la cronología (Revolución Industrial-Siglo XIX-
Así, tras esta introducción, analizaremos Mediados del siglo XX), así como en las
brevemente la situación de la Arqueología In- herramientas y metodologías para su estudio.
dustrial: su génesis, su método, las herramientas Una buena reflexión de partida sobre estos con-
usadas, sus retos y paradigmas. Espero que es- ceptos la ofrece Rozas Sandoval, llegando a
tas palabras que comienzan sirvan para conocer relacionar, de una manera muy didáctica, los a
la disciplina, así como las limitaciones y retos veces amplios y abstractos conceptos de “ar-
de la que es partícipe. Empecemos. queología” e “industria” (Rozas Sandoval,
2007). Aquí entenderemos por “arqueología” la
2. La arqueología industrial: pasado, presen- disciplina humana y social que estudia las so-
te y futuro de la disciplina ciedades mediante sus restos materiales, pero

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añadiendo necesarios matices para que sea po- archivo, hemeroteca, historia económica, del
sible una arqueología del mundo contemporá- arte, etc.), más técnicas (como Arquitectura o
neo: a) entender que no solo existe patrimonio Ingeniería), o la Antropología Sociocultural,
material (arquitectónico, ingeniero, restos mate- por poner sólo algunos ejemplos; aspectos que
riales como herramientas, menaje, muebles, establecen una metodología específica del tra-
etc.), sino que el patrimonio paisajístico e inma- bajo del arqueólogo industrial, como muchos
terial documentan, directa e indirectamente, autores han señalado (Aguilar Civera, 1998;
junto al patrimonio material, la sociedad con- Cerdá Pérez, 2008; Casado Galván, 2009; Ra-
temporánea; b) que no es sólo “arqueológico” mos, Campos y Martín, 1991; y Vicenti Partea-
lo que se estudia “excavando”, sino que hay que rroyo, 2007).
añadir, como se hicieron en las últimas décadas
del siglo pasado, al método arqueológico de El segundo concepto que desarrollaremos un
excavación metodologías como la de la Arqueo- poco es el de “industria”, y sus derivaciones
logía de la Arquitectura y la del Paisaje que (“industrial” e “industrialización”), que conce-
hacen posible hacer arqueología sin la necesi- biremos tal y como quedan recogidos en el
dad de “excavar”; c) que, ante la infinidad de DRAE 1, pero al que añadiremos el matiz de que
fuentes, metodologías y disciplinas que estudian la Arqueología Industrial tradicional (durante
lo contemporáneo, el arqueólogo industrial ha mucho tiempo) vio lo que era en principio un
de ser competente y ducho en dichas fuentes, concepto económico, uno cronológico, y man-
cuestión esta que hace que la realidad material, tener este concepto unido al de Arqueología no
como se ha dicho anteriormente, no sea el ex- debe hacernos caer en el error de ver a esta Ar-
clusivo objeto de estudio de la Arqueología queología, como se ha visto anteriormente, co-
Industrial. Esto hace, más que nunca, que la mo una Arqueología sólo temática (procesos
Arqueología Industrial sea una disciplina holís- industriales) o sólo cronológica (Revolución
tica, multidisciplinar, que hace que pierda mu- Industrial y su primera expansión, siglos XVIII
chas de sus fronteras al mezclarse con la Arqui- y XIX), sino lo que es hoy, la Arqueología In-
tectura, la Ingeniería, la Historia, la Antropo- dustrial: la suma de ambas concepciones más el
logía o la Geografía, por poner sólo unos ejem- intento de buscar un futuro añadiendo nuevas
plos. Por lo tanto, hoy, como más tarde se verá, metodologías e incluyendo al clásico patrimo-
el concepto de Arqueología Industrial ha supe- nio industrial decimonónico, la realidad patri-
rado los estrechos límites -temáticos, cronológi- monial del siglo XX y XXI.
cos y epistemológicos- de la Arqueología In-
dustrial del siglo pasado al no ser esta una ar- Así, con estas matizaciones, hemos de en-
queología que se encargue exclusivamente de tender la Arqueología Industrial hoy como Ar-
los espacios, lugares y herramientas de los pro- queología de las Sociedades Contemporáneas, o
cesos económicos de las industrias, ni tampoco simplemente Arqueología Contemporánea, pero
limitarse al estudio del patrimonio material de
la Industrialización (sobre todo siglos XVIII y
Industria: (Del lat. industrĭa). 1. f. Maña y destreza o
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XIX). Tampoco es hoy, como sí era antaño, artificio para hacer algo. 2. f. Conjunto de operaciones
monopolio de arquitectos, ingenieros o historia- materiales ejecutadas para la obtención, transformación o
dores del arte. Es hoy, gracias a los matices al transporte de uno o varios productos naturales. 3. f. Insta-
concepto de “arqueología”, una disciplina que lación destinada a estas operaciones. 4. f. Suma o conjun-
estudia el patrimonio material, inmaterial y pai- to de las industrias de un mismo o de varios géneros, de
todo un país o de parte de él. Industrial: 1. adj. Pertene-
sajístico de las sociedades industriales y con- ciente o relativo a la industria. 2. com. Persona que vive
temporáneas desde los métodos procedentes de del ejercicio de una industria o es propietario de ella.
la Arqueología (sobre todo Arqueología de la Industrialización: 1. f. Acción y efecto de industrializar.
Arquitectura y del Paisaje), y de aquellos que Industrializar: 1. tr. Hacer que algo sea objeto de indus-
sean útiles y que procedan de otros campos co- tria o elaboración. 2. tr. Dar predominio a las industrias
en la economía de un país.
mo la Historia (ejemplo, documentación de
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siendo conscientes de que para la tradición his- aquí se presentará muy generalmente esta géne-
toriográfica, esta nueva Arqueología conservará sis, pudiéndose consultar la bibliografía citada
el nombre con el que nació. De esta forma en- para una visión más profunda.
tendió en 2003 la Carta de Nizhny-Tagil (Co-
mité Internacional para la Conservación del Podemos afirmar que la Arqueología In-
Patrimonio Industrial) la necesidad de amplitud dustrial nace de la necesidad social, no tanto
temática y cronológica, así como la necesaria académica o científica, de documentar, analizar
inter/multidisciplinariedad, de la Arqueología y sobre todo poner en valor el patrimonio indus-
Industrial, perfilando lo que anteriormente ven- trial, patriótico, imperial británico inmediata-
íamos diciendo sobre los tres patrimonios obje- mente después de la Segunda Guerra Mundial;
to de la Arqueología Industrial (el material, el un patrimonio que venía tiempo limitando el
inmaterial y el paisajístico), poniendo de relieve progreso. Lo limitaba, esencialmente, en dos
la ingente cantidad de documentación existente aspectos, pues por un lado era un patrimonio
para el estudio de lo contemporáneo, y al final, antiguo- viejo- que estaba usando un suelo ur-
la necesidad, irremediable, de formar arqueólo- bano- bien en el centro, bien en las periferias
gos industriales, es decir, competentes primero entonces en expansión- que podía usarse para
con las metodologías que la Arqueología ofrece otros menesteres. La otra gran motivación era
para el estudio de la sociedad contemporánea, renovar estas infraestructuras por otras más
pero añadiendo también formación histórica del rentables, fruto de los avances tecnológicos.
periodo a tratar (siglos XVIII, XIX, XX y re- Ello hizo que muchos colectivos vieran en peli-
ciente) y de las disciplinas que más importancia gro una parte de su propia esencia, de su propia
tienen en la contextualización, análisis e inter- identidad, pues esos puentes, esas fábricas y
pretación del patrimonio contemporáneo (histo- estaciones ferroviarias formaban parte de la
ria del arte, de la economía, de la industrial, de memoria, de las personas y de los lugares; y
la ciencia y la técnica, de la arquitectura y la destruir estos espacios era como destruir una
ingeniería, etc.). Este arqueólogo industrial ha parte del patriotismo británico- heredero de una
de ser capaz de entablar diálogo y aplicar industrialización y de un tiempo, reflejado en
herramientas y conceptos de otras disciplinas estos edificios –considerados a partir de este
más especialistas como la Arquitectura, la In- momento como monumentos y no tanto como
geniería, la Geografía o la Antropología Socio- espacios molestos y en ruinas. Como vemos,
cultural entre otras. Debe “meterse en la fábri- fueron los sentimientos y no el saber científico
ca”, aludiendo al título de una obra de Cano lo que puso de relieve la necesidad de conservar
Sanchíz (2007). estos edificios. Al menos, esto fue uno de los
aspectos básicos con los que justificaron los
2.2. Génesis de la Arqueología Industrial primeros investigadores británicos de la disci-
plina, la necesidad de creación de un saber que,
Muchos son los autores y formatos en que se posteriormente, será lo que se conoció con el
ha expresado, por escrito, y de forma sintética, nombre de Arqueología Industrial (Rix, 1955 y
el surgimiento de la disciplina conocida como 1967; Hudson, 1976a, 1976b y 1979; y Bucha-
Arqueología Industrial. Destacan obras de auto- nan, 1974) Ante la inexistencia de una ciencia
res ya citados (Aguilar Civera, 1998; Cerdá que se encargara de forma competente de estas
Pérez, 2008; y Casado Galván, 2009), que se labores, se elaboró una expresamente especiali-
consideran a la ver parte del corpus básico de la zada en documentar y proteger el patrimonio
disciplina, pero destacamos, por la brevedad y edilicio y mecánico de la Era Industrial Inglesa,
síntesis obras de autores como Cano Sanchíz mezclando arquitectura e ingeniería, con un
(2007), Vicenti Partearroyo (2007), López Ci- poco de historia del arte, historia de la ciencia e
dad y Gregoraci (2006), y hasta la perspectiva historia económica, resultando la Arqueología
relacionada con el resto de “arqueologías” que Industrial como disciplina encargada del estu-
nos aporta Gutiérrez Lloret (2001). Por ello dio de los monumentos de la Era Industrial. El
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problema surge a la hora de trasladar esta disci- y a fomentarla ayudó, precisamente, el descu-
plina a otras tierras que no fueran la británica, brimiento y la popularización de la Arqueología
encontrándonos con problemas como el espa- del Paisaje y la Arqueología de la Arquitectura,
ñol, donde la industrialización fue mucho más dos herramientas y metodologías (la primera
tardía y muy poco homogénea, siendo Cataluña, subrayando el método de la prospección; la
el País Vasco y Asturias, seguidos por Valen- segunda, una variante de la excavación están-
cia, Madrid y algunos enclaves mineros de Cas- dar: la estratigrafía vertical), posibilitando, y
tilla La-Mancha, Andalucía y Murcia, los pri- obligando, a la Arqueología a ocuparse de pa-
meros y más importantes focos de industrializa- trimonios como el contemporáneo.
ción así como de todos los avances y paradig-
mas relacionados con este fenómeno- como es Otro de los problemas es que no se pod-
el movimiento obrero. ía hacer Arqueología Industrial científica con
no-arqueólogos, sin soporte académico y sin
De esta génesis se conservan textos, a modo especialización. Ello hizo, o mejor dicho, llamó
de manual, de los considerados padres de la la atención, sobre la necesidad de formar a ar-
Arqueología Industrial: Rix (1955, 1967), Bu- queólogos en este tipo de patrimonio, una for-
chanan (1974) y Hudson (1976a, 1976b, y mación que ha de ser especializada, dotando al
1979). Esta disciplina se ha ido expandiendo arqueólogo industrial de conocimientos y
por el mundo incitando a arquitectos, ingenie- herramientas para buscar e interpretar los restos
ros, historiadores del arte e historiadores en escritos, materiales, paisajísticos e inmateriales
general a documentar y proteger su propio pa- de las sociedades contemporáneas. Ello hacía
trimonio industrial, pero con el paso de las que no solo se necesitase conocer el método
décadas hemos ido observando una serie de arqueológico, sino que poseyera una serie de
matices que necesitaban ser resueltos si se quer- competencias básicas en ámbitos como la His-
ía que la Arqueología Industrial fuera una dis- toria contemporánea, la Historia del arte, la
ciplina científica y algo más que un método Geografía, la Antropología, la Arquitectura, la
limitado a encontrar, describir y proteger el Ingeniería, etc., conocimientos que si bien son
patrimonio: útiles y necesarios al arqueólogo para cualquier
época, ante la abundancia, variedad y singulari-
Primero, se debía hacer de la Arqueo- dad de las fuentes documentales del patrimonio
logía Industrial una disciplina arqueológica, contemporáneo, se hacen aún más necesarias.
ejercida por profesionales de la Arqueología. Esta labor, como vemos, todavía no ha finaliza-
En un principio los propios arqueólogos tuvie- do pues muy pocos son los entornos académi-
ron recelos (Vicenti Partearroyo, 2007: 7-8; cos que formen en Arqueología Industrial. Y sin
Barral i Altet, 1992: 175-183) de practicar una pasar por esta fase, será imposible continuar en
disciplina para un periodo en el que no se exca- el proceso que va de una concepción de esta
vaba- al estar todos los elementos de estudio en disciplina como Arqueología Industrial, a la
pie- y en el que la abundancia de fuentes escri- más genérica, en tiempo, temática y tipo de
tas, iconográficas y orales parecía hacer inser- patrimonio, Arqueología Contemporánea.
vible el método arqueológico. Pero la Arqueo-
logía no se limita a la excavación, sino que es Para finalizar, otra necesidad -que pro-
un medio científico de documentar e interpretar fundizaremos más adelante- es dejar de ver el
las sociedades humanas mediante los contextos patrimonio industrial como aquel compuesto
materiales que han dejado y toda la documenta- solamente de los monumentos de la Industriali-
ción- material o no- que ayuda a comprender zación, a saber, puentes, fábricas, minas y esta-
esos restos, contextualizarlos, y finalmente, ciones de ferrocarril. El patrimonio industrial y
interpretarlos. Precisamente era la interpreta- contemporáneo es mucho más rico y más varia-
ción de estos restos materiales una de las defi- do que el de los edificios de uso industrial y su
ciencias de la Arqueología Industrial primitiva, maquinaria, siendo necesario añadir otros ele-

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mentos como los paisajes industriales, los edifi- evalúe si es necesario o no reservar dos disci-
cios no industriales (los de las instituciones, los plinas arqueológicas para la Era Contemporá-
religiosos, de hábitat, de ocio, los de comercio, nea. Solucionar los problemas de la Arqueolog-
etc.), las obras públicas, los transportes, las co- ía Industrial primitiva, irremediablemente, me
municaciones, los medios de producción, cana- hace ver una evolución de la misma- que no una
lización y uso de las fuentes de energía, el pa- separación- en la que la Arqueología Contem-
trimonio etnográfico contemporáneo, la música poránea se convierta en la disciplina especialis-
y las manifestaciones folklóricas, la historia ta en el patrimonio contemporáneo. Otra cues-
oral y un largo etcétera. Ello implica que, esta tión, no sin posibilidad de discusión, es si esta
disciplina, sea más holística y multidisciplinar disciplina tan holística, deba llamarse Arqueo-
que nunca, y que precise que sea trabajada por logía. Si hemos visto las problemáticas que la
un profesional especializado en los patrimonios coletilla industrial tenía por no saber si se refie-
contemporáneos: el arqueólogo industrial. re exactamente a una temática o a un periodo
cronológico, y en este último caso, cuáles serían
2.3. El estado actual de la disciplina y retos sus límites, aun haciendo de la Arqueología
del futuro. El surgimiento de una Arqueolog- Industrial “arqueológica”, no deja de llamar la
ía más Contemporánea que Industrial. atención que sería una Arqueología especial. En
fin, si se sigue usando el término “arqueología”,
El estado actual de esta disciplina pasa, pre- aún con la coletilla de “industrial” será por las
cisamente, por afianzar y aplicar lo anterior- ventajas de seguir llamando con un mismo
mente resaltado: hacer de esta disciplina una nombre una disciplina que cuenta ya con más
verdadera especialidad arqueológica, incluirla de medio siglo de tradición, aunque ya hemos
en los planes curriculares y de investigación, advertido de la necesidad de matizar ambos
ampliar el concepto de patrimonio industrial, conceptos.
etc. Las últimas publicaciones dan cuenta de los
grandes avances habidos, y en el panorama en Así, podemos señalar que el mayor reto es,
el cual nos encontramos (Cano Sanchíz, 2007; precisamente, hacer evolucionar la primitiva
Casado Galván, 2009; Cerdà Pérez, 2008; Vi- Arqueología Industrial y llevarla a otro estadio
centi Partearroyo, 2007). Necesariamente se ha más general, más arqueológico, más acorde a
de decidir entre dos opciones si es que quere- los nuevos tiempos; es un reto el fundar, quizás,
mos seguir concibiendo esta disciplina de forma una “Arqueología Industrial 2.0”, que aquí se
cronológica: o se amplía el lapso temporal estu- concibe como Arqueología Contemporánea.
diado por esta disciplina (desde la Era Industrial Pero en estos aspectos profundizaremos en los
hasta el mundo presente) o se escinde cronoló- apartados siguientes ya que, hasta ahora, nues-
gicamente la Arqueología Industrial en dos: una tro objetivo fundamental era presentar esta nue-
dedicada a los procesos industriales- esta iría va forma de analizar el patrimonio contemporá-
grosso modo desde la primera revolución indus- neo, y nuestra apuesta por la Arqueología Con-
trial hasta comienzos-mediados del siglo XX-; y temporánea como esa “reinvención” de la pri-
otra, una Arqueología Postindustrial o Reciente, mitiva Arqueología Industrial- que si bien
encargada del estudio del patrimonio heredero ayudó mucho en su momento para documentar
de la Industrialización. Bajo mi punto de vista, y conservar parte del patrimonio industrial, hoy
concibo ambas como posibles, integradas de- está absolutamente obsoleta para el mundo con-
ntro de una misma disciplina, conocida como temporáneo visto de forma general, más aún
Arqueología Contemporánea pues muy pocos para el reciente en particular-; y, o se funda una
son los elementos que nos hagan no incluir los nueva disciplina que continúe en el tiempo lo
patrimonios recientes -postindustriales- dentro que deja la Arqueología Industrial Clásica
del mismo proceso de industrialización y con- (“Arqueología Industrial 1.0”), o se refunda esta
temporaneidad, ya que será con una mayor y se crea otra mejor. Sigamos.
perspectiva temporal en el futuro donde se

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3. La arqueología industrial 2.0. en el estudio necesidad en su tiempo presente de crear una


patrimonial de lo contemporáneo: paradig- especialidad arqueológica como la industrial,
mas y retos hoy, ante los retos y paradigmas del mundo
contemporáneo- visto desde la perspectiva del
En este apartado retomaremos algunas de las siglo XXI y con un pie puesto en su continuidad
cuestiones ya introducidas anteriormente, inten- futura- debemos preguntarnos si esta naciente
tando ahora conceptualizar mejor aquello que necesidad de una Arqueología Contemporánea
venimos llamando en este trabajo Arqueología ha de ser una escisión de la anteriormente Ar-
Contemporánea. Quizás para esto apoyarnos en queología Industrial, formando una nueva dis-
la bibliografía disponible sea más una quimera ciplina temático-cronológica, como la Arqueo-
que un apoyo pues, en este caso, quiero exponer logía Medieval o la Prehistórica, o necesaria-
una serie de reflexiones acerca de lo que consi- mente se han de fusionar ambas, Arqueología
dero puede ser el camino desde el cual abordar Industrial y Arqueología Contemporánea, sien-
arqueológicamente las sociedades contemporá- do esta última la versión renovada (versión 2.0)
neas, desde las industriales, tradicionalmente de otra ya existente y que vemos está llena de
estudiadas desde la Arqueología Industrial, has- carencias y limitaciones que han de ser urgen-
ta los patrimonios del tiempo presente. La bi- temente resueltas si queremos una disciplina
bliografía citada todavía sigue en la base de arqueológica que trate los tiempos más recien-
nuestras reflexiones, pero incorporando matices tes, grosso modo, del periodo industrial y capi-
que creo son necesarios. talista en adelante. Continuemos.

3.1. Un nuevo mundo contemporáneo, ¿una Sin duda, el momento en que vivimos justi-
nueva Arqueología Industrial? La Arqueo- ficaría la necesidad de una renovación de la
logía Contemporánea disciplina, motivado por nuevas disciplinas,
métodos y herramientas que permiten la forma-
Un proceso que nunca hemos de perder de ción y especialización de investigadores y pro-
vista- y que no solo afecta a la disciplina arque- fesionales en el patrimonio contemporáneo.
ológica que aquí tratamos sino que es un proce- Otra justificación es que sin duda, hay razones
so mucho más amplio y que engloba a toda la económicas y sociales, además de culturales,
Historia de la Ciencia- es, a saber, la separación que puedan inducir a la fácil solución de dividir
de los saberes generales en otros particulares el patrimonio contemporáneo en industrial y
según las necesidades de cada sociedad y tiem- reciente (o contemporáneo); es decir, que la
po histórico, así como de las herramientas y maquinaria, los espacios industriales, los paisa-
metodologías que permiten formar y dejar tra- jes, la arquitectura, etc., pertenecientes a la Re-
bajar a estos especialistas. Vemos que la Filo- volución Industrial, el siglo XIX y hasta las dos
sofía, el primer gran saber de la Historia que Guerras Mundiales, acabaría englobado en lo
englobaba el estudio de las artes, las ciencias que todos conocemos como Arqueología Indus-
naturales, la cosmología, la lógica, la matemáti- trial y de ahí en adelante, Arqueología Contem-
ca, la estética, la religión, etc., se fue escindien- poránea. Esta es, más o menos, la tendencia que
do en numerosos saberes particulares. Volvien- se viene siguiendo pues la mayoría de las actua-
do a lo que nos interesa, con el paso de las ciones sobre patrimonio industrial se basan en
décadas hemos visto cómo el arqueólogo, sin eso, patrimonio relacionado con la época indus-
saber bien si es una escisión de la Antropología, trial, el mundo del trabajo, etc. Se dejan de la-
de la Historia o de la Historia del arte, se ha do, aun tratándose del mismo periodo, otros
convertido en el especialista de un método y patrimonios como el arquitectónico no indus-
unas herramientas, aunque ya sabemos que es trial, que acaban siendo objeto de estudio de
algo más que el aplicador de un método, en este arquitectos e historiadores del arte, más intere-
caso, el de excavación. Si hace veinte o treinta sados, valga decirlo, en edificios comerciales,
años todos asumían, algunos con recelos, la edificios públicos y demás monumentos, que-
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dando el resto de edificaciones también olvida- paisajístico e inmaterial, lo propio con los pa-
das. Los arqueólogos participarán en casos trimonios presentes.
donde por obras, remodelaciones, etc., se preci-
sen estudios dónde el método arqueológico su- En el mundo actual, donde hemos visto
ponga una ventaja. Muy pocas veces se encon- los problemas que ha sufrido y sufre la Arqueo-
trarán iniciativas para estudiar arqueológica- logía Industrial en su afán por especializarse y
mente los patrimonios arquitectónicos de los diferenciarse del resto de arqueologías y de
casi tres siglos aludidos, y que no se traten de ciencias encargadas del estudio de lo cultural
edificios de uso y transformación industriales. como un saber aparte, no tiene sentido abrir un
Solo escapan a ello los edificios característicos frente más, otra disciplina, la Arqueología Con-
de los barrios obreros, pero ello no es más que temporánea o del tiempo presente, que no hace
la evidencia de una gran injusticia. Tan patri- sino evidenciar los problemas que tiene y no
monio es una casa de un obrero, que una escue- resolverlos. Por ello, y termino en este apartado,
la, un edificio religioso, un banco, una fábrica y es mi intención aquí esbozar que es posible una
un mercado. Dividir los patrimonios que intere- Arqueología que estudie todo el periodo con-
san estudiar es, a mi entender, un gran error que temporáneo y reciente con las mismas técnicas
evidencia que esta disciplina es, tanto en Espa- y herramientas que tradicionalmente viene
ña como fuera- pero sobre todo aquí- una disci- usando la Arqueología Industrial, con la mati-
plina que se ha llevado muy bien a la práctica zación de que sea abierta a patrimonios temáti-
pero de la que precisa gran dotación teórica. ca y cronológicamente y, ¿por qué no también?,
Ello sin aludir al patrimonio rural, cuya situa- geográficamente, más amplios y variados de
ción dentro de los estudios arqueológicos con- aquellos otros, estrechos y monotemáticos que
temporáneos no es mejor que lo anterior, re- acostumbraba.
legándose a estudios de etnología. Esto ha de
cambiar. Por fortuna, hay proyectos, profesio- 3.2. La Arqueología Contemporánea: la dis-
nales y espacios donde se empiezan a estudiar ciplina especialista del patrimonio contem-
de forma integral estos patrimonios, pero todav- poráneo.
ía necesitamos de mucho más. Y ha de hacerse,
necesariamente, desde una reforma interna de la Con todo lo dicho hasta ahora entende-
disciplina, y precisamente porque es una nece- remos al arqueólogo contemporáneo como el
sidad de nuestro tiempo presente estudiar todo máximo especialista del patrimonio contem-
el patrimonio contemporáneo, sin sectorizarlo, poráneo, un patrimonio compuesto por restos
sin parcelarlo. Esta es en parte una de las re- materiales, paisajísticos e inmateriales. Con
formas más grandes que tiene esta Arqueología esto no nos olvidamos que el objetivo de todo
y la Arqueología en general pues precisa reto- arqueólogo, todo humanista, es estudiar el
mar los viejos debates de si son necesarias las ámbito de lo humano, su mundo, por lo que el
parcelaciones cronológicas, territoriales y temá- arqueólogo, también en época contemporánea,
ticas más allá de sus usos pedagógicos y su ca- debe usar el patrimonio para contextualizar y
pacidad de producir especialistas. Y por ello, explicar la sociedad contemporánea, ya que un
porque no siempre la mejor opción es especiali- análisis aislado del patrimonio contemporáneo
zar cronológica, territorial y temáticamente, por sin su sociedad (o la situación a la inversa),
muchas técnicas y espacios disponibles para un sería llegar a un gran sinsentido, y a negar que
ejercicio profesional especializado, es por lo la Arqueología, como disciplina científica, ten-
que se aboga aquí por reformar la “vieja” Ar- ga algo que decir a la comprensión del pasado
queología Industrial y transformarla en Arqueo- humano. Sigamos con qué entender por patri-
logía Contemporánea, añadiendo a los patrimo- monio contemporáneo que, como decíamos, se
nios industriales estudiados hasta el siglo XX, estructuraba en grupos.
todo patrimonio arquitectónico, urbano, rural,
El primero de estos grupos, el material,
se compone de: los tradicionales edificios de
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uso industrial, la maquinaria, los transportes, las ha pasado el tiempo suficiente, la mayor parte
fábricas de energía, los espacios de comercio, de los restos materiales de la vida cotidiana
los espacios religiosos, los de hábitat, los edifi- contemporánea. Es muy fácil documentar el
cios públicos e institucionales, los educativos, menaje de una casa, el mobiliario de una escue-
etc., localizados tanto en la ciudad como en el la, el fondo de armario de la aristocracia, etc.,
campo. Como vemos, esto es un gran avance no solo porque existan restos materiales e ico-
frente a los monumentos industriales estudiados nográficos de los mismos- registrados, por
hasta ahora. A este patrimonio se ha de sumar ejemplo, en fotografía o películas- sino porque
también el paisajístico, pues es una obviedad contamos con el factor recuerdo, la memoria.
que la forma en la que los grupos humanos Es relativamente fácil recuperar y documentar
usan, explotan, viven y transitan el espacio, con ello, facetas de la vida cotidiana que mu-
transformándolo y transformándose, da infor- chos arqueólogos y estudiosos de los tiempos
mación valiosa de la capacidad y las limitacio- pretéritos no poseen. Tenemos a personas vivas
nes de esos grupos humanos en relación a su que trabajaron en las minas que estudiamos.
tecnología, conocimientos técnicos, formas de Tenemos a las familias de empresarios que ate-
organización sociopolítica, ideología, y un largo soran, en anécdotas familiares, esfuerzos, lu-
etcétera que no justifica detenernos más en pro- chas y envidias económicas. Tenemos refranes,
fundidad. Solo advertir que, los edificios, tanto cantes de labor y una infinidad de elementos
en entornos urbanos como rurales, serían inter- fugaces que hacen humano lo que en principio
pretaciones a medias si no se estudia el modo era materia física emplazada en un lugar. Es por
en el que se interrelacionan en el territorio. Por ello que la Arqueología Contemporánea no ha
ejemplo, las industrias precisan de elementos de ser ajena a ese patrimonio, a esa documenta-
materiales, bien en forma de materias primas ción, que le es accesible. Como en los casos
como de combustibles, alterando el paisaje co- anteriores, no hay problema aquel que justifique
mo nunca hasta ahora se ha visto. Más allá, el no adquirir las herramientas y conocimientos
dentro de este mundo global que se fue inaugu- necesarios para documentar e interpretar esa
rando en los fines del medioevo, se exigían co- parte inmaterial que todo patrimonio tiene. En
municaciones por tierra, mar y aire, que lleva- el siguiente apartado veremos la procedencia de
ban y traían mercancías y personas; comunica- las herramientas y metodologías que usa o de-
ciones que alteraban también el paisaje. biera usar un arqueólogo contemporáneo.

Para terminar, el especialista en patri- 3.3. Herramientas y metodologías: ¿ciencia


monio contemporáneo, o lo que es lo mismo, el arqueológica, histórica, artística, antropoló-
arqueólogo contemporáneo, ha de tener presen- gica?
te el tercer pilar que da sentido a todo estudio
patrimonial: el inmaterial. Quizás en este aspec- Para estudiar de esta manera el patrimo-
to es en el que menos tradición exista, aún para nio contemporáneo, se han de unir la Arqueo-
otros periodos y otras arqueologías, pero no se logía de la Arquitectura, la Arqueología del
puede olvidar que los restos materiales que Paisaje, los medios de documentación histórica
acostumbra a estudiar el arqueólogo son mate- y artística, las interpretaciones y medios de ges-
riales -se localizan e interrelacionan con el es- tión del espacio de la geografía, las técnicas y
pacio- pero responden a patrones, símbolos, conceptos de la arquitectura y la ingeniería, así
modelos, etc., que no se ven, no se escuchan, no como las teorías e interpretaciones de la Antro-
se palpan, pero que existen. Y este patrimonio pología Sociocultural. Vemos así que, por la
inmaterial, quizás el más variado, efímero y el metodología usada, la Arqueología Contem-
que menos fosilizado queda, es lo que dota a la poránea es algo más que un método o disciplina
Arqueología Contemporánea parte de la identi- arqueológica, y que se acerca mucho a otras
dad y características que la hacen especial, dis- disciplinas que tradicionalmente venían traba-
tinta. Por ejemplo, aún se conservan, porque no jando codo con codo en una excavación y en las

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labores previas y posteriores (historiadores del lista, parte de lo anterior hay que matizarlo por-
arte, arquitectos, historiadores, etc.), pero que que la única vía de salida sería formar especia-
ante patrimonios tan extensos y variados como listas en patrimonio contemporáneo y en ello,
el contemporáneo requieren de una mayor aper- insisto, la perspectiva más amplia sería la de la
tura interdisciplinar para dar cabida a toda la Arqueología Contemporánea.
documentación existente. Se precisan, a los ya
señalados, distintos especialistas en Historia (de Es obvio, no se ha de olvidar, que cuan-
la ciencia, de la técnica, de la industria, de la to más reciente es el tiempo de estudio mayor
prensa, del cine, de la música, de la arquitectu- es la contradicción: sabemos más que nunca de
ra, de la economía, etc.), geógrafos, economis- las últimas generaciones que nos precedieron,
tas, ingenieros, antropólogos socioculturales, pero para alcanzar ese saber precisamos de mu-
psicólogos, sociólogos, politólogos, y un largo cho tiempo, recursos humanos y materiales,
etcétera. Con todo ello podemos preguntarnos si pues es una información que se documenta en
el problema anteriormente aducido sobre la archivos institucionales, en medios de comuni-
pertinencia o no de escindir la Arqueología cación, en los paisajes, en los edificios, en las
Contemporánea de la Industrial es una banali- personas vivas, en fotografías, en películas, en
dad cuando lo que nos traemos entre manos es canciones, en refranes, en literatura científica y
una disciplina que excede los límites de lo que no científica, etc. Claro está que el arqueólogo
se considera competencia arqueológica, históri- contemporáneo no puede por él solo acceder a
ca, antropológica o técnica. Y precisamente esta todas estas realidades, pero tampoco es algo
es la gran riqueza de la Arqueología Industrial o excesivamente nuevo. No es extraño que en una
de su evolución Contemporánea: el servir de excavación, por ejemplo, en un enterramiento
campo de juego y de experimentación de una calcolítico, participe, dentro del equipo, un di-
serie de métodos, técnicas y conceptos cada vez rector (arqueólogo) y una serie de técnicos y
más propios (fruto de la cada vez más consoli- especialistas que pueden, perfectamente, ser los
dada vertiente industrial y contemporánea de la siguientes: técnicos arqueólogos encargados de
Arqueología). Sólo teniendo clara esa dimen- la documentación previa, las labores arqueoló-
sión amplia de la Arqueología, y de no primar gica de campo y los análisis y trabajos posterio-
en unas cronologías/temáticas unas herramien- res de laboratorio, inventario y catalogación,
tas sobre otras, daría lo mismo que el patrimo- muchos de ellos especialistas, por ejemplo, en
nio contemporáneo lo estudie un historiador, un lítica, cerámica, etc.; participarán antropólogos
arqueólogo, un arquitecto o un historiador del físicos, expertos en arqueobotánica (palinólo-
arte siempre. En estos casos el fin será, siempre, gos, antracólogos, etc.), zooarqueólogos, topó-
ayudar a comprender mejor el patrimonio con- grafos, geólogos, informáticos, fotógrafos, etc.
temporáneo, teniendo en cuenta todas las disci- Cada uno, por supuesto, es el que mejor realiza
plinas, sin primar ninguna. Pero si el objetivo es la labor especialista de los campos que le atañe,
conocer cómo vivían, trabajaban, sentían y pen- pero ello no implica que el arqueólogo, -no el
saban las mujeres y hombres del pasado, no técnico de campo, el de documentación o el de
debiéramos escandalizarnos que fuera un espe- laboratorio- a la cabeza del proyecto, sea com-
cialista en una parcela concreta de ese gran pa- petente para aunar los resultados de todo su
trimonio el que quiera documentar el resto. Lo equipo, de todas estas metodologías; teniendo la
que no podemos tolerar es dejar de lado reali- soltura para solicitar a cada uno lo que precisa
dades patrimoniales aduciendo que es compe- el proyecto, de hablar su lenguaje, etc. Un Ar-
tencia de otros especialistas y ser, en la práctica, queólogo Contemporáneo que pretenda ser ar-
intrusos de nuestra propia disciplina, al nom- queólogo, historiador, arquitecto, ingeniero,
brarnos arqueólogos industriales y estudiar co- antropólogo, etc., no sería un arqueólogo sino
mo un ingeniero, un arquitecto, o un historia- un personaje de ciencia ficción, al estilo de In-
dor, por poner unos pocos ejemplos. Y si consi- diana Jones en su versión masculina o de Lara
deramos que cada patrimonio tiene su especia- Croft en la femenina. No pretendemos que el
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arqueólogo especialista en patrimonio contem- día de hoy la independencia con la que trabajan
poráneo sean estos personajes de ficción, pero cuando se necesitan más que nunca.
tampoco arqueólogos tradicionales recelosos de
usurpar y que le usurpen parcelas de estudios 4 Consideraciones finales
justificándose en supuestas metodologías y
herramientas que les son exclusivas. Este trabajo, este ensayo, muy teórico,
hipotético, especulativo, y quizás más propio de
Así, respondiendo a la pregunta del filosofía (¿filosofía de la Arqueología?, ¿filo-
principio de este epígrafe sobre si esta discipli- sofía del pensamiento arqueológico?), tenía
na es una ciencia histórica, antropológica, artís- como objetivos los siguientes: a) presentar so-
tica o arqueológica, diremos que: ninguna y meramente qué es eso de Arqueología Indus-
todas. Las razones ya las hemos dado: se trata trial; b) los conceptos, herramientas y metodo-
de una disciplina que tiene como reto el estudio logías relacionados con ella; c) los problemas
del patrimonio cultural contemporáneo, com- epistemológicos de una disciplina que ha resul-
puesto de muchos tipos y documentable desde tado ser más práctica que teórica; d) las necesi-
distintas fuentes usando diferentes metodolog- dades de cambio en el tiempo presente (y de
ías. Es en parte una mezcla de métodos de dis- cara al futuro); y e) las posibilidades de que
tintos campos -Arqueología de la Arquitectura, esos retos y paradigmas sirvan para refundar la
Arqueología del Paisaje, Historia Contemporá- Arqueología Industrial haciendo otra nueva
nea, Historia del Arte, Arquitectura, Ingeniería (Arqueología Contemporánea o Arqueología
y Antropología Sociocultural- pero tiene a su Industrial 2.0). Soy consciente de la necesidad
vez un carácter propio. Conservaría, en última de más trabajo, de más investigación; pero el
instancia, de arqueológico el nombre con el que tiempo pasa y el desnivel entre la actividad
nació su antecesora, la Arqueología Industrial. práctica y la teórica dentro de esta disciplina es
Obviamente, es necesario que este adjetivo - cada vez más grande; un desnivel, sea dicho de
arqueológica- sea matizado añadiendo los usos paso, que más que solucionar entorpece. Como
y consideraciones necesarias para que pueda ser hemos dicho, muchas son las plumas que han
entendido para los tiempos aquí tratados. Ve- escrito en la dirección que hemos propuesto;
mos una Arqueología muy diferente a la de cada vez más las actuaciones, publicaciones y
otros periodos, pero en realidad, en esencia, sea proyectos que tienen en la mirada arqueológica
la misma. Si los arqueólogos del periodo roma- del patrimonio contemporáneo su objetivo, pero
no no se preocupan mucho del patrimonio in- no son suficientes, como tampoco las posibili-
material es porque, en realidad, las fuentes son dades de especialización. Por eso quizás el
muy reducidas, y quizás lo máximo que se pue- carácter filosófico, hipotético y poco académi-
da saber sea lo que se pueda conocer a través de co/científico de este trabajo, carácter que en
la documentación escrita y la especulación ma- muchos aspectos vendrían a enriquecer, y no
terial. No hay fotografías, no hay narración oral, necesariamente empobrecer, el debate y la re-
no hay testimonio no escrito de la gente que usó flexión en lo que pretende ser una disciplina
un objeto o participó en un rito. Considero que, científica como la Arqueología. Pero quizás,
igual que el método de arqueología prehistórica como se ha advertido, sea un problema de tiem-
se enriquece cuando en época romana es nece- po, bien para desterrar a esta disciplina como
sario añadir nuevas fuentes y métodos que inútil ante la posibilidad de que se venga
completen lo material a través de registros es- haciendo como hasta ahora y según las necesi-
critos, en época contemporánea el método ar- dades prácticas exijan, o quizás sea el tiempo, el
queológico se enriquece de los aportes técnicos, futuro, quien dilucide si esto es un debate en
sociales y humanísticos procedentes de las dis- torno a un nombre o hay razones más que ob-
ciplinas que documentan lo contemporáneo. vias para justificar un cambio. Lo que no queda
Quizás sea hora también de reformar qué es eso lugar a dudas es que se necesita debate. Y en el
de Arqueología, Historia, etc., y si se justifica al campo que corresponde aquí, el que se haya

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conseguido introducir la disciplina de la Ar- o careceríamos de la necesidad de estar deba-


queología Industrial no justifica que no se deba- tiendo sobre estas cuestiones. Pero es inútil la-
ta en torno a ella. Hay que llevarla a los foros mentarse del pasado y usar la cómoda excusa de
generales de debate arqueológico y a los de la queja sin solución. Yo aquí me quejo, y apor-
debate de historia contemporánea. Eso es una to mi modesta solución. Este ensayo pretende
urgencia, como también ser conscientes de la participar, desde la posición iniciática a la que
necesidad de darle cabida para su expresión en pertenezco, en este debate, poniendo en eviden-
congresos, jornadas y publicaciones, tanto es- cia los problemas y limitaciones con los que me
pecializadas como de carácter más general, he encontrado hasta ahora y las posibles solu-
aunque cada vez son más las actividades donde ciones. Esta disciplina necesita también aire
ello es posible, pero repetimos, son insuficien- fresco, reflexión, discusión, y más presencia en
tes. También urge, quizás más que en lo ante- los foros cinéticos, académicos y editoriales. No
rior, un acuerdo para introducirla como especia- ha de ser un problema de unos pocos especialis-
lidad universitaria y poder vehicular los medios tas en Arqueología Industrial que se cuestionan
necesarios para formar arqueólogos especialis- sobre el sentido real de su trabajo, o quieran
tas en patrimonio contemporáneo, de manera mejorarlo. Se trata de un problema que en pri-
práctica pero también teórica. Ello es algo que mer lugar afecta a la propia Arqueología, de la
se viene repitiendo desde que la disciplina se que pertenece toda o parte de la Arqueología
creó, no habiéndose realizado todavía. Si se Industrial, no se nos olvide, pero también afecta
hubiera debatido más en su época y tomado al resto de Ciencias, técnicas, sociales o
algún tipo de solución más a tiempo, el debate humanísticas, pues se enlaza con otros muchos
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