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FIFTY SHADES OF CAROLINA

Estaba claro, tenía problemas, necesitaba arreglarlos, no sabía cómo, no


sabía con quién, ni en dónde.
Ella me llamo para que fuera a su oficina, me dirigí a ella y entre en
silencio.
-Te propongo algo – me miró fijamente con los codos recargados en el
escritorio – quiero ayudarte así que…
- ¿Que?
- Quiero evaluarte y seguir un tratamiento contigo, asi que te iras a vivir
conmigo- seguía mirándome.
- E…¿enserio?- dije sorprendida, no supe como reaccionar, ¿esto estaba
pasando?
- Si, ¿te parece la idea?- me dijo esperando una respuesta
- Eh…eh si, esta bien – dije después de unos segundos de pensarlo.
- Ok perfecto, mañana pasaré por tus cosas – me dijo sonriente – ah si tus
padres están de acuerdo.
- O…ok, esta bien mañana será – no podía creerlo, era lo que mas quería,
pero a la vez estaba nerviosa, ¿como se supone que iba a vivir con ella?
- Bueno, puedes volver a tus clases – dijo abriéndome la puerta.

*al día siguiente*

-Bueno esta es mi casa, espero te guste – me dijo invitándome a entrar.


- Es muy bonita – Dije un poco temerosa.
Me asignó mi habitación, aún sigo sin creer que esto esté sucediendo, fui a
dormir a mi nueva habitación, la verdad no se cuánto durará esto.
Los días pasaban y nuestra relación mejoraba, hablamos más,
desayunábamos juntas, puedo decir que se ha vuelto una persona muy
cercana, me llevaba a la escuela y me recogía a veces, todo era normal en
la escuela, nos veíamos en los descansos, nos topábamos en el baño,
todo estaba bien.
Hasta que un día, era sábado por la tarde tenía mucha hambre y como no
conocía bien la casa, quería comida y no sabia donde encontrarla.
-Caro, tengo hambre ¿me ayudas?- dije sin recibir respuesta alguna.
Caro…- seguí insistiendo, no la encontraba así que entre a su a habitación
en busca de ella…
No estaba, escuché una respiración extraña en el baño así que decidí
entrar… y fue ahí cuando vi esa sorprendente pero a la vez excitante
escena, si, era ella dándose placer así misma, seguía viéndola, mi
respiración comenzó a acelerarse asi como los latidos de mi corazón

Ca…¿carolina? – dije sorprendida y temerosa a la vez, me jaló


rápidamente dentro de la habitación, en ese momento sentí una chispa
recorrer todo mi cuerpo.
Sin saber qué hacer y cómo reaccionar al tenerla tan cerca de mí, lo único
que hice fue besarla, sin pensarlo ella me correspondió el beso, un
pequeño gemido salió de mi boca en ese momento me separé de ella y fui
rápidamente hacia mi habitación.
Wow, ¿en verdad lo había hecho? ¿La bese?, todos esos pensamientos
corrían por mi mente. Una hora después escuché una voz que provenía
desde afuera…
-Elisa… ¿estás ahí? Necesitamos hablar – me dijo tocando la puerta.
- Si, ¿qué pasa? – dije temerosa, pues no sabía de que iba a hablarme.
- Bueno… eh, lo que paso hace rato, mira lo sien-
- No, está bien no te preocupes – interrumpí tratando de desviar el tema.
- Espera tengo algo… que decirte – me dijo nerviosa.
-Dime…- dije mirándola fijamente
- Mira… es que… yo…- tomo una bocanada de aire – yo siento… cosas
por ti.
- ¿Qué?- la mire sorprendida – ¿eh… hablas enserio?- pregunte temerosa
- Si… es muy enserio, todo este tiempo…ah…me he dado cuenta que en
verdad… yo… yo te quiero – Me miro con esos ojos marrones, los que
causaban miles de cosas en mi.
- Yo… también… eh siento cosas por ti, muchas cosas… – le dije con
evitando su mirada.
-¿Hablas enserio?... Wow Elisa, no puedo creerlo… - me dijo sorprendida
- Oye…- la interrumpí con un beso, un beso el cual ella me correspondió,
un beso lleno de pasión, de cariño, no podía estar más feliz en ese
momento.
Nos separamos para tomar aire.
- Elisa… eh… me preguntaba si… ¿quieres…-
- Si, si quiero – le dije seguido de otro beso, ese momento no podía ser
más perfecto, ella y yo juntas.
Luego de eso, fui a dormir siendo la mujer más feliz de este planeta.

Pasaron los días, muchas cosas cambiaron, todos los días esperaba con
ansias el descanso para poder ir a saludarla y besarla, creo que visitaba
más su oficina que mi propio salón.
Las dos estábamos muy felices, hacíamos todo juntas, veíamos netflix
(and chill) juntas, desayunábamos juntas todo estaba perfecto.

Todo estaba bien hasta que tuvimos nuestra primera pelea, tengo
compañeras que se llevan muy bien conmigo y jugando a veces me toca
de mas, solo que en este momento, ella lo noto no me dijo nada hasta
llegar a casa, en el transcurso del día me lastime la mano en educación
física.
-Hola! – la salude con un beso en la mejilla pero se alejó
- Elisa necesitamos hablar – mi sonrisa desapareció
- No me gusta como te tocan tus compañeras – me dijo algo seria
- Por dios solo son mis amigas-
- Pues evita llevarte así con ellas por favor-
-Dios… ¿estas celosa verdad? – la mire con una sonrisa picara
- ¿Qué? Celosa… ¿yo? NO – negó
- Bueno, como sea les diré que se controlen ok?-
- Este bien, así me gusta – Me miro con una sonrisa maliciosa

Era viernes e iría a ver a mis padres más tarde, decidimos ver una película
juntas.
-Corazón ¿qué te paso en la mano? – me miro preocupada
-Oh, nada solo me lastime en clase y ya – le dije observando mi mano
-¿Segura?- me miro dudosa – Si – asentí – bueno voy a curarte – dijo
levantándose para ir por un botiquín
Me lavo, me puso alcohol y pomada…
-Ahora a quien golpeaste – dijo riendo
- A unos cuantos – dije sarcástica
- Tendrás reporte eh! – dijo burlona
- No sigas.- dije riendo.-
- Bueno ya está listo, tu mano está sana, ¿me pasas la venda que está en
el botiquín, yo iré a botar los algodones.
- Okay.
Saque la venda del botiquín como me dijo ella.
-¿la tienes?.- preguntó mientras se ponía enfrente mío.
- si ¿es esta? –
- déjame ver.- le extendí la mano para darle la venda ella la tomo, sentí un
escalofrío al sentir sus dedos rozar mi mano. Empezó a cubrir la herida con
la venda, si me dolía pero se me quitaba cuando la miraba.
- listo.-
- quedo bien. - dije y mire mi mano.
- si está bien.- nos miramos fijamente, ella acercó su mano a mi rostro y
empezó a acariciar mi mejilla.
- eres hermosa.-
- gra..gracias.-
- te quiero. - cerré los ojos con fuerza.
- Carolina...yo. -

- no me digas que no me quieres porque no es verdad.-

- si… te quiero.

- entonces ámame.

- lo hago.

- ¿sientes amor por mí?


- Si. Mucho.-
- yo también lo siento por ti.- respiro. - estas lista.
El movimiento en mi mejilla se aceleró, yo perdidamente mirando sus
ojos y sus labios.
Se fue acercando lentamente.
- ¿qu..que haces? .- dije, estaba nerviosa, que significa que esté lista.
- lo que e querido hacer todo este tiempo. - me tiró hacia atrás y ella
cayó encima mío.
Empezó a besar mi clavícula y mi cuello.
-Carolina...-
- prepárate, esta noche no sales de mi habitación.-
- tengo que tomar.. Ah .- me hizo un chupón. ....un taxi... Ah.
- a la mierda el maldito taxi, esta noche quiero que seas mía.
Voy a ser suya ahora, deben ser la tres de la madrugada y quiere tener
sexo conmigo.
-Carolina…¿qué quieres tener conmigo? Ahora.
- quiero hacerte el amor.
- ¿el amor?
- quiero tocarte como si fueras arte, quiero acariciarte cada parte de tu
cuerpo desnudo con suavidad y sentimiento, quiero que lo sientas, quiero
gastarte tus labios a besos. Quiero matarte a besos y que tu mueras
besando mis labios. –
la quede mirando por unos segundos y luego volví a la realidad. Ella está
encima mío en este momento.
Sus ojos son mi perdición.
Sus ojos me enloquecen.
Somos adictas a lo que nos destruye.
Y la bese.
Sus manos en mi cintura.
Caricias de arriba hasta abajo.
Mis pelos de punta.
Enrolló mis piernas en su cintura.
Sus besos bajan hasta mi cuello.
El calor crece.
Me muerde, la pasión duele decían. La estoy sintiendo ahora mismo, mi
virginidad se va a terminar.
Me muerdo el labio, siento mojado mi cuello, y ella sigue mordiéndome,
como si su vida dependiera de ello.
Me agarro de su camisa con fuerza.
Bésame.
Muérdeme.
Incéndiame.
Ella me sigue acariciando, siento humedad en mi entrepierna. Siento mi
cuerpo caliente. La pasión crece cada vez.
Con sus manos tira de mi camisa, dejándome solo con mis jeans y mi
brazier.
Besa mi estómago.
Besa por alrededor de mi brazier.
Besa mis costillas.
Y vuelve a mis clavículas.
Débora mi cuello.
Ella se saca su playera, ahora estamos las dos en jeans y brazier.
Dios su cuerpo es hermoso.
No estés nerviosa, ella está siendo suave contigo, ella no te hará daño,
ella te está sacando el brazier.
La mire ella me pidió permiso con un simple movimiento de su cabeza,
asentí, no quiero que pare.
Lo saco. Mi pecho esta al aire.
Siento el frio aire rozar mis pechos.
Se sienta en mi regazo y me observa.
- eres hermosa....muy hermosa. - susurra en la oscuridad, con su dedo
índice empieza a acariciarme desde mi estómago hasta mis pechos. -
quiero besarte aquí.- acaricia alrededor de mis pechos. - aquí también.-
rodea mi pezón izquierdo. - y aquí también. - acaricia mi pezón derecho.
- Simplemente quiero besar todo tu cuerpo como si no hubiera un mañana.
- ¿que pasa si no hay un mañana?
-será mejor.
Y me beso.
Dejo besos húmedos por las partes que había dicho.
Los besos se hicieron más apasionantes cuando su lengua empezó a
lamer alrededor de mi pezón erecto.
La humedad en mis entrepiernas era mayor.
Cuando sentí la humedad sabía que ya estaba en su boca.
Su lengua jugaba con mi pezón, dentro de su boca.
Mis gemidos invadan la habitación.
Sus manos alrededor de mí.
Sus labios jugando con mi pezón.
La pasión creció más cuando sentí que su rodilla jugaba con mi
entrepierna.
Sus labios terminaron su trabajo con mis pechos y fueron bajando hasta
mis caderas.
Con sus dedos acarició la comisura de mis jeans.
Beso mi centro con arriba de mis pantalones.
Un gemido salió de mi boca.
Estamos jugando a ser humanos en esta habitación.
Con sus ojos llenos de pasión, brillantez, pedían permiso para ir más allá
de lo que estaban.
Nuestra incomoda postura.
Le di el permiso, con delicadeza desabrochó mi pantalón, tirando de este
hacia abajo.
El pantalón cayó al piso, solo me cubren sus bragas, sus ojos examinaron
cada parte de mi cuerpo.
Deslizó sus dedos por arriba de mis bragas, me aferré a su espalda, mis
uñas se enterraron en su piel.
Y sin pedir permiso las bajo.
Estoy completamente desnuda para ella, mi cuerpo se entrego.
Miro mi centro y dejo un beso en la parte superior, di un grito ahogado.
Sentía su lengua rozar mi clítoris, por alrededor de mi entrepierna, por
todos los lados, no paraba, tampoco quiero que se detenga.
Se puso a la altura de mi rostro y me beso, con pasión, su lengua también
empezó a jugar con la mía.
Se sacó sus jeans y también sus bragas.
Solo somos las dos en una habitación, dos mujeres dándose amor, dos
mujeres desnudas. En una habitación.
- quiero que digas mi nombre cuando kk dedos te penetren. - susurro
mientras mordía el lóbulo de mi oreja. - si...- dije apenas, estaba con la
respiración agitada.
Y sentí un dedo dentro de mí, moviéndose de adentro hacia afuera.
Dos dedos dentro....
Tres dedos dentro...
Mis gritos que solo decían su nombre.
Las gotas de sudor corriendo por nuestros rostros.
Mis dedos aferrándose más fuerte a su espalda, dejándole marcas.
Me besaba mientras sus dedos hacían su trabajo dentro de mí.
Yo también quería jugar.
Mientras ella me penetraba con sus dedos me dirigí hacia sus pechos, uno
me lo eché a la boca.
-Elisa...ahh.- salió de sus labios, fue tan tentador escuchar mi nombre de
su boca.
Mordí su pezón erecto.
Un grito más en la habitación.
Mi mano salió de su espalda y se dirigió a su centro, empecé a acariciar su
entrepierna, suave y salvaje, los movimientos.
Nuestros gritos se hicieron más fuertes ella no me soltaba, yo tampoco la
quería soltar.
Jugaba con su pezón mientras ella cerraba sus ojos con fuerza.
Sus dedos salieron de mí.
Mi cuerpo se deslizó hacia abajo, su centro estaba frente mio y sin
pensarlo empecé a lamer cada parte de este.
Gemido.
Sus gemidos.
Estamos perdidas en la noción del tiempo.
Y me detuve.
Carolina cayó rendida a la cama, caí tras ella.
Las dos a un costado mirándonos fijamente.
Sus ojos llenos de lujuria.
Tomo mi manó entre la suya, entrelazó nuestros dedos.
Vi la silueta de su trasero y de su espalda-Carolina estaba boqui abajo- las
marcas que le deje eran visibles, incluso cuando lo único que nos
iluminaba era las luces de las estrellas.
Estábamos en silencio mirándonos fijamente.
- te amo....- dijo.
- yo también te amo...
- esto es el cielo.
- sí, lose.

Continuara…

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