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Venciendo a mis gigantes

I INTRODUCCIÓN

Hemos estado hablando que para conquistar la tierra de las promesas de Dios para nuestras vidas,
deberemos enfrentarnos contra fortalezas y gigantes, lasemana pasada estuvimos hablando
acerca de las fortalezas que el enemigo pone en nosotros y como vencerlas, hoy vamos a hablar de
como enfrentar a nuestros gigantes y como vencera esos gigantes, de aquíque el tema lleva por
título: Venciendo a mis gigantes.

II ¿QUE SON LOS GIGANTES EN TU VIDA?

Vamos a usar la historia de David y Goliat para ejemplificar que son los gigantes en tu vida y como
se pueden vencer.

1º. Samuel 17:4-11 “4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11

Si bien dijimos la semana pasada que las fortalezas te generan malos pensamientos y actitudes
dentro de ti, los gigantes son las circunstancias de tu vida, son situaciones reales que se enfrentan
contra ti.

Los gigantes te gritan en la cara y te quieren hacer “ver” lo grande que son y lo invencibles que
son, ellos quieren hacerte creer que tu realidad de hoy será tu realidad para toda la vida.

La descripción tan detallada del gigante y las voces que da, son una representación de tus gigantes
que se dejan ver y oír lo grandes y difíciles de vencer que aparentan.

Lo mismo que las circunstancias difíciles que te rodean: Ofensas “reales” de los seres que más
amas, te mienten, te engañan, te lastiman, tan reales que te producen sentimientos “reales” de
miedo, de depresión, de odio, dolores en el cuerpo “reales” por la enfermedad que te describe tan
clara y detalladamente los síntomas y los que han de venir, te los grita a través del diagnóstico del
médico o de tus amigos y familiares que te dicen: Después viene el dolor de huesos, después se te
van a entumir los dedos, luego se te van a enchuecar, hasta que no los puedas mover, pero ten fe
amigo, ten fe.

La escasez y las deudas son tan “reales” que te suena el teléfono todo el tiempo para “recordarte”
que estás endeudado, hasta te llegan estados de cuenta con el detalle de tus deudas. Joven, la
soledad te grita tan fuerte que “nadie te quiere”, el silencio de tus padres ocupados en sus
trabajos y en sus propios problemas es tan “real” y ese gigante te grita, “ya ves, ni a ellos les
importas, ni a tus amigos”.

Gigantes disfrazados de “realidad”, gritones, que describen con tanto detalle sus características,
que los puedes sentir, te sacan lágrimas, te producen dolor, te levantan de la cama a las 4 de la
madrugada lleno de preocupaciones, te “provocan a ira con toda la gente a tu alrededor”, ¿Me
está siguiendo?
III PREPARÁNDOTE PARA LA BATALLA

¿Pero cuántos están dispuestos a vencer a sus gigantes? Hoy vamos a aprender cuales son los
pasos para la batalla contra nuestros gigantes.

Este va a ser un mensaje interactivo, porque hoy Dios quiere que salgas habiendo peleado contra
uno de tus gigantes, para que aprendas a pelear contra ellos y puedas vencerlos.

1a interacción.- Cierre sus ojos y escoja al gigante contra el que hoy se va enfrentar, el más grande
que haya hoy en su vida, al que anhele vencer más que a ningún otro, al que le está gritando más
fuerte a través de su peor circunstancia “real” en estos momentos de su vida. ¿Ya lo tiene?

IV PREGUNTA POR LA RECOMPENSA

(NVI) 1º. Samuel 17:24-27 “24 Cuando los israelitas vieron a Goliat, huyeron despavoridos. 25
Algunos decían: «¿Ven a ese hombre que sale a desafiar a Israel? A quien lo venza y lo mate, el rey
lo colmará de riquezas. Además, le dará su hija como esposa, y su familia quedará exenta de
impuestos aquí en Israel.» 26 David preguntó a los que estaban con él:—¿Qué dicen que le darán a
quien mate a ese filisteo y salve así el honor de Israel? ¿Quién se cree este filisteo pagano, que se
atreve a desafiar al ejército del Dios viviente?27 —Al que lo mate —repitieron— se le dará la
recompensa anunciada.”

Lo primero que hizo David fue en el versículo 26, preguntar cuál era la recompensa de vencer al
gigante. El rey le daría riquezas, lo haría su yerno y bendeciría a su padre exentándolo de
impuestos. Valía la pena luchar entonces.

Dios no tiene problemas con que le preguntes cuál será tu recompensa por vencer a ese gigante,
porque el anhela decirte la recompensa que tiene para ti, porque Él es un Padre motivador de sus
hijos, de sus siervos, de sus guerreros.

En los temas más importantes para Dios, Él nos dice cual será la recompensa si hacemos su
voluntad; por ejemplo, en la honra a los padres Dios te dice que la recompensa es que te irá bien
aquí en el tierra y serías de larga vida; al entregarle tus diezmos, Dios te dice que la recompensa
sería que Él abrirá las ventanas de los cielos y derramaré bendiciones sobre ti hasta que sobre
abunde y además que Él mismo reprendería al devorador si se quiere meter contigo.
De igual forma en la guerra contra tus gigantes también te quiere decir cuál es la recompensa y
eso te debe hacer saber que tu victoria es muy importante para Dios, porque para eso entregó a
su Hijo Jesucristo, para que tú tengas victoria en el cielo y en la tierra. ¿Amén?

2a. Interacción: Cierra tus ojos y has una oración a Dios para que su Santo Espíritu te muestre
como te verás cuando hayas vencido a ese gigante. Pregunta por tu recompensa. Pregúntale a
Dios que hay detrás de ese problema, que hay detrás de vencer esa circunstancia en tu vida,
pregúntale que va a ser de ti cuando venzas a ese gigante, que tiene para ti cuando ya no tengas
esa circunstancia en tu vida, cuando ya no tengas ese problema. Cierra los ojos y pregúntale, el
Espíritu Santo te dará respuesta, usa la imaginación en tu corazón.

V MUCHOS TE DIRÁN QUE NO PELEES ESA BATALLA

(NVI) 1º. Samuel 17:28 “28 Eliab, el hermano mayor de David, lo oyó hablar con los hombres y se
puso furioso con él. Le reclamó:—¿Qué has venido a hacer aquí? ¿Con quién has dejado esas
pocas ovejas en el desierto? Yo te conozco. Eres un atrevido y mal intencionado. ¡Seguro que has
venido para ver la batalla!

Tu gente cercana y aún tu misma familia puede llegar a detenerte, te dirán que eres un ambicioso,
una loca soñadora, te dirán que eres un egoísta, una mal intencionada, que eso cuesta mucho
dinero, etc. Jesús nos lo advirtió:

(NVI) Mateo 10:34-36 “34 No crean que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz sino
espada. 35 Porque he venido a poner en conflicto “al hombre contra su padre, a la hija contra su
madre, a la nuera contra su suegra; 36 los enemigos de cada cual serán los de su propia familia”.

Lo que Jesús está diciendo es que aun tu propia familia te pondrá tropiezos porque no pensarán
como Dios quiere que piensen, sino que se dejarán llevar de sus propios miedos, de sus propios
tropiezos, sus tradiciones, y no tomarán en cuenta lo que Dios dice. Seguimos leyendo:

(NVI) 1º. Samuel 17:29-30 “29 —¿Y ahora qué hice? —protestó David—. ¡Si apenas he abierto la
boca! 30 Apartándose de su hermano, les preguntó a otros, quienes le dijeron lo mismo.”

Si hay esas voces a tu alrededor, haz lo que hizo David, aparta esas voces de ti. No hagas caso y
sigue adelante.

(NVI) 1º Samuel 17:31-37 “31 Algunos que oyeron lo que había dicho David, se lo contaron a Saúl,
y éste mandó a llamarlo. 32 Entonces David le dijo a Saúl:—¡Nadie tiene por qué desanimarse a
causa de este filisteo! Yo mismo iré a pelear contra él.33 —¡Cómo vas a pelear tú solo contra este
filisteo! —replicó Saúl—. No eres más que un muchacho, mientras que él ha sido un guerrero toda
la vida.34 David le respondió: —A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un
oso viene y se lleva una oveja del rebaño, 35 yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y
si el animal me ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. 36 Si este siervo de Su Majestad ha matado
leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está desafiando al ejército
del Dios viviente. 37 El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del
poder de ese filisteo.—Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe.”

Te van a querer desanimar diciéndote que eres muy pequeñito para ese problema tan grande, que
no vas a poder, que te va a ir peor, pero tu responde como David diciéndole como Dios ha
intervenido en tu pasado, trae a memoria las veces que has visto pelear a Dios tus batallas, cuando
te libró de esa enfermedad, cuando te envió ese trabajo y te sacó del desempleo, trae a memoria
todas las veces que pensando que te iría muy mal, te libró, las veces que te salvó la vida en un
accidente, las veces que te ha dado victorias.

3a. Interacción: Cierra tus ojos y calla esas voces que te han querido decir que no puedes, que el
problema es demasiado grande y trae esas victorias a tu presente, trae tu pasado en victoria a tu
presente atribulado, reconoce que ha sido Dios el que te ha librado de esos problemas.

VI TU MEJOR ARMA ES LA DECLARACIÓN DE TU BOCA

(NVI) 1º Samuel 17:40-44 “40 tomó su bastón, fue al río a escoger cinco piedras lisas, y las metió
en su bolsa de pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo. 41 Éste, por su parte, también
avanzaba hacia David detrás de su escudero. 42 Le echó una mirada a David y, al darse cuenta de
que era apenas un muchacho, trigueño y buen mozo, con desprecio 43 le dijo:—¿Soy acaso un
perro para que vengas a atacarme con palos? Y maldiciendo a David en nombre de sus dioses, 44
añadió:—¡Ven acá, que les voy a echar tu carne a las aves del cielo y a las fieras del campo!

Te daré una advertencia conforme a lo que dice la Biblia:

2a Corintios 2:11 " para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos
sus maquinaciones."

Dice que no ignoremos sus maquinaciones para no darle va gana a tu enemigo.

Cuando te decidas a vencerlo, el gigante gritará más fuerte, será más específico contra ti. Lo que
esto nos enseña es que las circunstancias se pueden poner más difíciles, porque una cosa es que
oigas al gigante decir el que se meta conmigo lo destruiré, que te digan cuando te llegue el
divorcio querrás salir huyendo, cuando repruebes el examen querrás abandonar tus sueños, se
siente tan feo que tus padres te ignoren, que tu pareja te engañe, todo esto es duro, pero que la
circunstancia te grite a ti específicamente, te voy a destruir tu matrimonio, te voy a dejar sin
estudiar, te voy a hundir en deudas, te voy a encarcelar en depresión, o te voy a arruinar tus
sueños con pobreza, eso es otra cosa.

Pero ahora David nos da el principio de nuestra victoria:

(NVI) 1º Samuel 17:45-51 “45 David le contestó: —Tú vienes contra mí con espada, lanza y
jabalina,

Ojo acá, en todo el pasaje, sólo dos veces mencionó David al gigante y sus características, una vez
dijo ¿Quién se cree ese filisteo pagano y otra vez dijo: tú vienes con espada lanza y jabalina, con
esto David estaba reconociendo contra quien peleaba y algunas de las armas que usaba su
gigante, pero mencionó 8 veces a su Dios, David le contestó:

Pero yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los
que has desafiado. 46 Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; y yo te mataré y te cortaré
la cabeza. Hoy mismo echaré los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras del
campo, y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel. 47 Todos los que están aquí reconocerán
que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor, y él los entregará a
ustedes en nuestras manos. 48 En cuanto el filisteo avanzó para acercarse a David y enfrentarse
con él, también éste corrió rápidamente hacia la línea de batalla para hacerle frente. 49 Metiendo
la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se la lanzó al filisteo, hiriéndolo en la frente.
Con la piedra incrustada entre ceja y ceja, el filisteo cayó de bruces al suelo. 50 Así fue como David
triunfó sobre el filisteo: lo hirió de muerte con una honda y una piedra, y sin empuñar la espada.
51 Luego corrió adonde estaba el filisteo, le quitó la espada y, desenvainándola, lo remató con ella
y le cortó la cabeza.”

David comenzó a hablarle al gigante, pero no le habló de sus habilidades, le habló de Dios, se
concentró en el poder de Dios y no en el tamaño y fuerza del gigante, puso a Dios a pelear por él.
Dile que Dios te diseñó para la victoria por que Jesús venció en la cruz a tus gigantes.

¿Usted cree que el gigante se cayó y dejó de hablarle a David? Yo pienso que no, yo pienso que
siguió hablando contra David, sólo que David no escuchó la voz del gigante porque estaba
escuchando su propia voz, y la Escritura nos está contando la historia desde la perspectiva de
David, no del gigante.

Calla a tu gigante oyendo tu propia voz, si tu no le gritas a tu gigante, lo que oirás será su voz, por
eso la batalla se gana hablándole al gigante de quien es tu Dios, quien es su Hijo el Cristo,
hablándole de la victoria de Jesús en la cruz para todos nosotros.
VII MINISTRACIÓN

4a. Interacción: Ponte de pie, cierra tus ojos y comienza a hablarle a tu gigante de Dios. Hazle
saber que tu Dios pelea por ti esta batalla, dile como Jesús le dijo a satanás: Escrito está:

- Caerán a mi lado mil, Y diez mil a mi diestra; Mas a mí no llegará.

- Cuando pase por las aguas, Él estará contigo; y si por los ríos, no me anegarán. Cuando pase por
el fuego, no me quemaré, ni la llama arderá en mí.

- Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

- pero los que esperamos a Jehová tendremos nuevas fuerzas; levantaremos alas como las águilas;
correremos, y no nos cansaremos; caminaremos, y no nos fatigaremos.

- Más gracias le doy a Dios, que me da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.

- Pero tengo este tesoro en vaso de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no mía,
que estoy atribulado en todo, mas no angustiado; en apuros, mas no desesperado; perseguido,
mas no desamparado; derribados, pero no destruido;

- Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.

- ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó
ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas?

Ahora comience a hablarle específicamente a su gigante:

- Dígale lo que Dios le mostró cuando preguntó por la recompensa,

- Dígale que Dios le ha dicho que usted es la generación donde se detiene esta maldición,

- Dígale que su matrimonio será restaurado y ejemplo para otros en Cristo Jesús.

- Dígale que usted no está más sola, que Dios está con usted y lo llena de amor de su familia.

- Dígale a esa enfermedad que Jesús pagó por ella en la cruz y se la llevó y ordénele en el nombre
de Jesús a esa parte de su cuerpo que sea sana.

- Dígale a las deudas, la pobreza y la escasez que Jesús se hizo pobre para enriquecerlo a usted y
declare usted es prosperado en el nombre de Jesús.

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