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INTRODUCCIÓN
“Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de los Cielos” (Lucas 6, 20).
Si la pobreza es una virtud, ¿cuántos son los pobres que van caminado por el mundo sin
saber que son virtuosos?... padeciendo hambre, enfermedades y olvido social.
La pobreza como problema multidimensional y mas allá, los pobres como quienes tienen
que vivir en ella son el objeto de esta revisión. Al estudiar la pobreza, se debe recordar
aquella frase hipocrática, no existe la enfermedad sino enfermos, para aplicarla
particularmente en el campo de interés. Despersonalizar la pobreza, al olvidarnos que
estamos hablando de seres humanos, desdibuja el hecho que estas personas no pueden
ejercer sus capacidades de ser y hacer, debido, principalmente a la imposibilidad de
participación en la distribución de los recursos sociales, económicos y políticos.
EL CONCEPTO DE POBREZA
Gran parte del interés por la pobreza, nace del concepto materialista, donde la misma se
mide por el ingreso o el consumo del individuo o la familia. La población es clasificada
como pobre porque no tiene algo material que necesita, en referencia explícita a la
ausencia de bienes como: comida, vestido, vivienda y energía; elementos básicos que se
modifican con el tiempo, cultura y espacio(1).
Esta concepción de la pobreza, limita la perspectiva hacia las necesidades humanas, que
mantienen un vínculo estrecho con los recursos. Por consiguiente, si la pobreza está
asociada a una falta de recursos, puede ser entendida desde la concepción económica, a
circunstancias en que las personas carecen de ingresos, riquezas o recursos para adquirir
o consumir las cosas que necesitan(1).
1
Estudiantes Maestría en Epidemiología, Facultad Nacional de Salud Pública, 2010,
El enfoque de medir la pobreza por los ingresos es el más común; a tal punto que algunos
científicos sociales consideran que ser pobre es equivalente a tener bajos ingresos. La
Organización Internacional del Trabajo OIT, considera que “al nivel más básico, individuos
y familias son considerados pobres cuando su nivel de vida, medido en términos de
ingreso o consumo, está por debajo de un estándar específico”.
Por su parte, el Banco Mundial BM define la pobreza como “la incapacidad para alcanzar
un nivel de vida mínimo”, y define una línea de pobreza, por debajo de la cual se
encuentran los que clasifican como pobres y que está basada en una cifra arbitraria (uno
o dos dólares diarios); se utiliza para identificar la pobreza en referencia al nivel general
de vida que debe ser alcanzado con ese ingreso(2).
Se habla también de pobreza extrema o pobreza absoluta como la falta del ingreso
necesario para satisfacer las necesidades de alimentación básicas. Éstas se suelen
expresar en términos de requerimientos calóricos mínimos. Adicionalmente existe la
definición de pobreza general o relativa, que es la falta de ingreso necesario para
satisfacer tanto las necesidades alimentarias básicas como las necesidades no
alimentarias básicas, tales como vestido, energía y vivienda (3).
Para otros autores, como Amartya Sen, tanto la privación como la insuficiencia de
recursos reflejan carencia de titularidades más que ausencia de artículos esenciales en sí
mismos(4). La falta de vivienda es el resultado de la falta de acceso a la vivienda o la
tierra, no de la inexistencia de viviendas en sí; las hambrunas, no son el resultado de la
falta de alimentos, sino de la incapacidad de la población para comprar los alimentos
existentes. La ausencia de titularidad es fundamental para la condición de pobreza: las
personas con titularidades no son pobres (2, 5).
MEDICIÓN DE LA POBREZA
Hay numerosos indicadores y métodos de medición para captar la pobreza. Según qué
organización la este midiendo (organismos gubernamentales, no gubernamentales,
agencias multilaterales), según el enfoque económico o social, según la disciplina desde
la que se aborde. Todas con perspectivas muy diferentes, producen también resultados
muy disimiles, que al analizarlos, evidencian que son insuficientes para captar la
complejidad de este fenómeno.
Linea de Pobreza:
La línea de pobreza se define como el ingreso mínimo necesario para que una persona o
un hogar satisfagan sus necesidades básicas y clasifica como pobres a todos aquellos
que no alcancen su ingreso(8).
Entre las críticas realizadas a este indicador encontramos que apunta a la satisfacción
potencial de las necesidades básicas y no a la situación específica de satisfacción o
insatisfacción de esas necesidades. Supone que si tienen un ingreso superior a la LP, se
tienen todas sus NBI cubiertas. Considera que la satisfacción de las necesidades básicas,
depende únicamente del ingreso o del consumo corriente cuando en realidad son más
variables que determinan la satisfacción. En la medida que el método LP no toma en
cuenta estas otras dimensiones, solamente capta una visión parcial de la pobreza por lo
que independiente de la forma en que se haya construido la línea de pobreza tiende a
subestimarla(8).
Entre las críticas realizadas a este indicador, se encuentran que sólo identifica pobres y
no permite medir la brecha ni la distribución entre los pobres, concede la misma
ponderación a cada uno de sus componentes o variables, mide cada variable de manera
independiente, pero no logra identificar las interrelaciones entre ellas; y dado que es un
indicador que solo capta la pobreza estructural no logra identificar la pobreza coyuntural,
referida a los que pueden tener satisfechas sus necesidades básicas pero que en
determinadas circunstancias pueden carecer del ingreso suficiente para satisfacer el
consumo de bienes y servicios incluidos en la canasta familiar(8). Otras críticas
relevantes, corresponden al poder de discriminación de la variables, en la medida que el
tiempo pasa se observa que muchas de las variables que conforman el NBI dejan de
captar la pobreza; además que su uso para fines de focalización significa que numerosas
personas quedarían incluidas en los programas de reducción de la pobreza(8).
Coeficiente de Gini:
En 1912, C. Gini propone el indicador que lleva su nombre para medir desigualdad, a
partir de la medida de la diferencia media de las rentas de la distribución(10). Este
coeficiente se deriva de la curva de Lorenz. Es un índice de la falta de equidad en una
distribución. Un valor más alto implica una mayor falta de equidad. Cuando el valor se
acerca a uno indica que hay mayor concentración del ingreso, en cambio cuando el valor
de Gini se acerca a cero la concentración del ingreso es menor. El coeficiente de Gini es
igual al área entre la curva de Lorenz y la línea de 45 grados multiplicada por dos.
Índice de Sen:
El índice Sen, entrelaza tres aspectos de la pobreza: su magnitud, el porcentaje de pobres
para una línea de pobreza definida y la distribución del ingreso entre los pobres medida
por un índice de GINI. El índice de Sen varía entre 0 y 1, cuando el ingreso de la
población pobre sujeta a estudio es homogéneo, el índice de GINI es cero.
Del índice de Sen se han obtenido otras propuestas como el índice FGT (Foster- Greer-
Torbecke) que tiene la ventaja de ser aditivo en diferencia al índice de Sen. Este índice
"mide la intensidad de la pobreza, ponderando la brecha de pobreza de cada grupo por su
brecha respectiva para determinar la pobreza total" La aditividad es una condición que
permite el siguiente resultado: la pobreza total es igual al agregado de los subgrupos de
pobreza ponderados por los grupos de población.
Como críticas a este indicador se tienen que no logra captar directa ni indirectamente los
intangibles, no tiene en cuenta la localización en espacios de riesgo, no tienen en cuenta
dentro de las necesidades básicas la alimentación, vestuario, y recreación; la
determinación del punto de corte es tan arbitraria, y por su naturaleza, la magnitud de la
pobreza es bastante menor por el sistema de compensaciones (8).
Ilustración 1: Tasa de incidencia de la pobreza, en hogares que viven con menos de $1.25
por día(13).
En el caso de América latina, Colombia es el país con mayor número de hogares que vive
con menos de $1,25 dólares por día, 16% seguido por Bolivia y Perú. (Tabla 2).
Con los anteriores indicadores se reflejan las grandes disparidades existentes entre los
diferentes niveles de la sociedad. Además, se suma que los pobres de América Latina
viven en áreas rurales (62% de la población rural), siendo la pobreza extrema también
más alta en el campo que en la ciudad (38% frente a 13,5%). Por otra parte, la pobreza
afecta en mayor medida a la niños (entre 0 y 17 años) que a los adultos. Así, alrededor
del 44% de toda la niñez latinoamericana es pobre, en comparación con el 28,6% de la
población adulta (15). Entre las principales causas del elevado número de niños pobres,
esta la alta tasa de fertilidad de las familias con las que viven, sumado a los bajos niveles
de educación y menor oportunidad de los padres, en especial de las mujeres. En muchos
países de la región, los adultos que viven en familias pobres no han terminado la
educación primaria y en muchos casos no llegan a tener tres años de estudios (15).
Tabla 2. Distribución de la pobreza a nivel mundial. Hogares que viven con menos de $1.25
por día, 2005(13).
Tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $1.25 por día (% de la población) 2005
África al sur del Sahara 50,90%
América Latina y el Caribe 8,20%
Colombia 16,00%
Bolivia 11,90%
Perú 7,70%
Paraguay 6,50%
Brasil 5,20%
Ecuador 4,70%
Venezuela 3,50%
Argentina 3,40%
Chile 2,00%
Uruguay 2,00%
Asia meridional 40,30%
Asia oriental y el Pacífico 16,80%
Europa y Asia central 3,70%
Oriente Medio y Norte de África 3,60%
Los datos de la CEPAL en su último informe ofrecen cifras que no mienten: la magnitud
de la pobreza e indigencia entre niños y adolescentes colombianos es del 45% (pobres) y
17% (indigentes). Al sumar tenemos que el 62% de los pequeños colombianos no tienen
acceso a ninguna esperanza de vida plena y se debaten entre la desnutrición, la
insalubridad y la ignorancia (16). En nuestra nación el 10% de hogares más ricos percibe
ingresos 30 veces superiores al 10% más pobre. Ahora bien, la pobreza y la desigualdad
en el ingreso repercuten directamente en el disfrute y goce de todos los derechos, pero de
manera directa en el goce de los derechos sociales, es decir aquéllos que se ven
sistemáticamente privados de abrigo u hogar; aquéllos que padecen diariamente el
hambre; aquéllos que son víctimas sistemáticas de la violencia, etc.
POBREZA Y SALUD
El ciclo de la pobreza, lo podemos situar, desde la gestación misma, una mala nutrición
de la gestante, sumado a las características de su patrón de reproducción (baja edad,
cortos periodos intergenésicos, multiparidad), poco acceso a los servicios de salud y las
características culturales y sociales dominantes están asociadas con altas tasas de
mortalidad infantil, y el riesgo de procrear neonatos con bajo peso al nacer y con
infecciones perinatales(17). Ya en la infancia, una alimentación inadecuada (déficit en los
requerimientos nutricionales) mella en la población pobre; en esta etapa se observan
deterioros en el crecimiento y desarrollo de (baja estatura y peso) dificultades en el
aprendizaje, además, gracias al medio ambiente donde el infante se desarrolla, se eleva
el riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas (IRA, EDA, etc). Igualmente la
ausencia de educación y de recursos sociales, acompañados de patrones de exclusión
social que alejan a los menores de oportunidades de superación y de inserción educativa
y social en las sociedades consumistas actuales. Muchas de estas situaciones configuran
y propician patrones agresivos en la conducta conduciendo al vandalismo y la
delincuencia desde tempranas edades.
Los bajos niveles de energía por insuficiente y baja dieta, además de las enfermedades
repetitivas, desfavorecen a los trabajadores adultos en aquellas actividades de alto
desempeño. Cuando los jefes de familia dejan de generar ingresos por las consecuencias
de los problemas de salud, el sujeto y su familia pueden llevar a condiciones de pobreza
extrema. Esta situación se ve agravada por cuestiones de desigualdades más profundas
por género o grupo étnico. Por ejemplo, las mujeres tienden a tener menos acceso a los
servicios de educación y salud, muchas tienden a dedicar sus vidas a las labores
domésticas. Con la poca educación y escaso conocimiento sobre los servicios de salud,
las mujeres tienden a tener hijos muy jóvenes y en condiciones precarias, dando inicio,
nuevamente, al ciclo de la pobreza.
CONCLUSIONES