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LA POBREZA COMO DETERMINANTE DE LA SALUD DE LOS POBRES

Agudelo-Londoño Sandra Milena, Giraldo-Villa Adriana, Romero-Nieto Víctor Iván.1

 INTRODUCCIÓN

“Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de los Cielos” (Lucas 6, 20).

Si la pobreza es una virtud, ¿cuántos son los pobres que van caminado por el mundo sin
saber que son virtuosos?... padeciendo hambre, enfermedades y olvido social.

La pobreza como problema multidimensional y mas allá, los pobres como quienes tienen
que vivir en ella son el objeto de esta revisión. Al estudiar la pobreza, se debe recordar
aquella frase hipocrática, no existe la enfermedad sino enfermos, para aplicarla
particularmente en el campo de interés. Despersonalizar la pobreza, al olvidarnos que
estamos hablando de seres humanos, desdibuja el hecho que estas personas no pueden
ejercer sus capacidades de ser y hacer, debido, principalmente a la imposibilidad de
participación en la distribución de los recursos sociales, económicos y políticos.

Las personas pobres tienden a padecer mayor número de enfermedades y problemas de


salud. Siendo la salud un factor determinante en el crecimiento social económico y de
desarrollo de las poblaciones, el estar enfermo es al mismo tiempo causa y efecto de la
pobreza, en una ruleta fatal. Atender la pobreza no es simplemente un acto ético y moral,
es más que eso, es una responsabilidad de los gobiernos, que debe estar presente en las
políticas y programas públicos prioritarios. Superar la situación de pobreza de nuestras
poblaciones, es por lo tanto, una prioridad Estatal, pero no debe quedarse ahí, como un
aspecto ético, debe impulsarnos a todos como sociedad, como humanos, a desempeñar
un papel protagónico en la búsqueda de soluciones.

 EL CONCEPTO DE POBREZA

Aunque la pobreza es un fenómeno muy visible, es necesario dedicar esfuerzos


adicionales para conocerla y comprenderla. Como fenómeno complejo y multidimensional,
las perspectivas sobre la pobreza han estado caracterizadas por enfoques muy diferentes,
que involucran conceptos complejos, hasta el punto que su definición y medición sean tan
difusas como las estrategias propuestas para combatirla.

Gran parte del interés por la pobreza, nace del concepto materialista, donde la misma se
mide por el ingreso o el consumo del individuo o la familia. La población es clasificada
como pobre porque no tiene algo material que necesita, en referencia explícita a la
ausencia de bienes como: comida, vestido, vivienda y energía; elementos básicos que se
modifican con el tiempo, cultura y espacio(1).

Esta concepción de la pobreza, limita la perspectiva hacia las necesidades humanas, que
mantienen un vínculo estrecho con los recursos. Por consiguiente, si la pobreza está
asociada a una falta de recursos, puede ser entendida desde la concepción económica, a
circunstancias en que las personas carecen de ingresos, riquezas o recursos para adquirir
o consumir las cosas que necesitan(1).

1
Estudiantes Maestría en Epidemiología, Facultad Nacional de Salud Pública, 2010,
El enfoque de medir la pobreza por los ingresos es el más común; a tal punto que algunos
científicos sociales consideran que ser pobre es equivalente a tener bajos ingresos. La
Organización Internacional del Trabajo OIT, considera que “al nivel más básico, individuos
y familias son considerados pobres cuando su nivel de vida, medido en términos de
ingreso o consumo, está por debajo de un estándar específico”.

Por su parte, el Banco Mundial BM define la pobreza como “la incapacidad para alcanzar
un nivel de vida mínimo”, y define una línea de pobreza, por debajo de la cual se
encuentran los que clasifican como pobres y que está basada en una cifra arbitraria (uno
o dos dólares diarios); se utiliza para identificar la pobreza en referencia al nivel general
de vida que debe ser alcanzado con ese ingreso(2).

Se habla también de pobreza extrema o pobreza absoluta como la falta del ingreso
necesario para satisfacer las necesidades de alimentación básicas. Éstas se suelen
expresar en términos de requerimientos calóricos mínimos. Adicionalmente existe la
definición de pobreza general o relativa, que es la falta de ingreso necesario para
satisfacer tanto las necesidades alimentarias básicas como las necesidades no
alimentarias básicas, tales como vestido, energía y vivienda (3).

Para otros autores, como Amartya Sen, tanto la privación como la insuficiencia de
recursos reflejan carencia de titularidades más que ausencia de artículos esenciales en sí
mismos(4). La falta de vivienda es el resultado de la falta de acceso a la vivienda o la
tierra, no de la inexistencia de viviendas en sí; las hambrunas, no son el resultado de la
falta de alimentos, sino de la incapacidad de la población para comprar los alimentos
existentes. La ausencia de titularidad es fundamental para la condición de pobreza: las
personas con titularidades no son pobres (2, 5).

Otras aproximaciones, ponen la discusión de la pobreza como un juicio moral.


Manifestando que ésta es una privación severa y se considera que las personas son
pobres cuando se juzga que sus condiciones materiales son moralmente inaceptables.
Sostienen que la pobreza no es miseria, sino una miseria inaceptable. Afirman que el
término pobreza lleva consigo un juicio y un imperativo moral de que algo debería hacerse
al respecto(2).

Una de las grandes dificultades con respecto a la definición de la pobreza, es el carácter


objetivable que ha primado en su medición. Son aquellos quienes no se consideran
pobres, quienes la definen, la miden y la analizan, con la intención, no de develar el
problema en toda su complejidad, sino por el contrario de lograr medirlo desde los
métodos más simples para poder realizar comparaciones y “políticas sociales”.
Consideramos que nuevos enfoques de conceptualización y medición de la pobreza (que
no son escasos), desde indicadores más comprensivos, no sólo cuantitativos brindan
importantes aproximaciones a la comprensión de un fenómeno tan complejo y que cobra
especial interés desde la mirada de aquellos que lo viven diariamente (6).
Tabla 1: Conceptos de pobreza (1)

Perspectiva Autores/esc Visión Características básicas


uela
Ausencia de Neoclásica Materialista- Falta de un recurso o recursos ante un
recursos/Privación utilitarista, referente de dotación de recursos que
procedimentalista posee un individuo, grupo o
comunidad que presenta un grado de
bienestar.
Necesidades Banco Mínimo de bienes que debe tener una
Básicas (privación) Mundial persona o grupo para encontrarse en
una situación digna de vida. Pérdida
de bienestar por tal
Circunstancia.
Insuficiencia de Atkinson, Económico. Problemas en el ingreso que genera
medios para Bourguignon Inequidad social/ un obstáculo a los individuos para
adquirir recursos consecuencialista acceder a recursos. Falta de ingresos
que genera brechas entre de niveles
de vida entre las personas.
Clase social/ Karl Marx Desigualdades La acumulación del capital conlleva
desigualdad una acumulación de riqueza, cuya otra
cara es necesariamente la pobreza. La
extracción social genera grandes
desigualdades entre los grupos
sociales, los cuales explican su bajo
nivel de bienestar.
Problema de Amartya Sen Capacidades Se concentra en las capacidades de
capacidades los individuos y en su posibilidad de
individuales/ desarrollar habilidades, allí lo material
titularidades pasa a un segundo plano (sin dejar de
ser importante). Las titularidades
permiten analizar cómo las estructuras
sociales le permiten a los individuos
acceder a un bien.
Problema moral Ética Posición normativa frente a la pobreza
en planos de carácter cultural.

Con respecto a la conceptualización de pobreza, subyacen algunas apreciaciones que


vale resaltar. Para algunos la pobreza es confundida con la desigualdad social. Aquellas
personas que se encuentren por debajo de los niveles mínimos aceptables de esa
sociedad y que no cuenten con las estrategias ni recursos para superar esta situación,
están en desventaja, esto da origen a la concepción de las desigualdades y de esta
forma, hay una conexión ineludible entre pobreza y desigualdad (2, 7).

La posición económica se encuentra ligada con la desigualdad, pero ésta es un asunto de


la estructura social, no de la desigualdad de los recursos de consumo; estos por su parte
son un buen indicador de la posición social. La posición económica se identifica en
sociología con el concepto de clase. La gente pobre pertenece a una clase social
específica. La pobreza es una cuestión de clase, estrechamente vinculada a una situación
general de desigualdad de clases (1, 5). Pero no son sinónimos pobreza y desigualdad
aunque están estrechamente relacionados porque sociedades más desiguales fomentan
poblaciones más pobres (6).
En esta intención de presentar un enfoque más comprensivo, retomamos la definición de
Consuelo Corredor, a partir del planteamiento de Sen(6): “la pobreza es entonces una
situación en la cual la persona no está en condiciones de satisfacer sus necesidades
vitales, no solo en términos de sobrevivencia física (alimentación, salud, vivienda) sino
también en términos de su desarrollo como persona: inserción social, política, identidad,
sentido de pertenencia, acceso a la formación y la información, etc. La incomprensión de
esta complejidad del problema explica el predominio de políticas asistenciales en materia
de social que han prevalecido de tiempo atrás en las estrategias de combate de contra la
pobreza. La mayor parte de estas políticas se concentran de forma importante en
transferencias que apuntan a resolver transitoriamente condiciones de supervivencia
física, pero no llegan a remover los obstáculos que impiden el desarrollo integral de las
personas”.

 MEDICIÓN DE LA POBREZA

Hay numerosos indicadores y métodos de medición para captar la pobreza. Según qué
organización la este midiendo (organismos gubernamentales, no gubernamentales,
agencias multilaterales), según el enfoque económico o social, según la disciplina desde
la que se aborde. Todas con perspectivas muy diferentes, producen también resultados
muy disimiles, que al analizarlos, evidencian que son insuficientes para captar la
complejidad de este fenómeno.

Presentamos algunos de los más reconocidos indicadores para medir pobreza:

Bajo la concepción materialista, que reduce la pobreza a la carencia de bienes materiales,


a los cuales se les asignan unos atributos, el indicador utilizado para la medición son las
Necesidades Básicas Insatisfechas –NBI-, y para la detección de la pobreza por medio de
la insuficiencia de ingreso para su satisfacción, el indicador utilizado es la Línea de
pobreza –LP-.

Linea de Pobreza:
La línea de pobreza se define como el ingreso mínimo necesario para que una persona o
un hogar satisfagan sus necesidades básicas y clasifica como pobres a todos aquellos
que no alcancen su ingreso(8).

Entre las críticas realizadas a este indicador encontramos que apunta a la satisfacción
potencial de las necesidades básicas y no a la situación específica de satisfacción o
insatisfacción de esas necesidades. Supone que si tienen un ingreso superior a la LP, se
tienen todas sus NBI cubiertas. Considera que la satisfacción de las necesidades básicas,
depende únicamente del ingreso o del consumo corriente cuando en realidad son más
variables que determinan la satisfacción. En la medida que el método LP no toma en
cuenta estas otras dimensiones, solamente capta una visión parcial de la pobreza por lo
que independiente de la forma en que se haya construido la línea de pobreza tiende a
subestimarla(8).

Necesidades básicas insatisfechas NBI:


Las NBI, captan hogares que carecen de servicios básicos, cuyos lugares de alojamiento
no cumplen con especificaciones mínimas de habitabilidad o que por ciertas
características, tienen residentes con importantes desventajas en el mercado laboral. Este
indicador determina la pobreza absoluta, y los cinco indicadores en que se basan son:
hogares que habitan en viviendas inadecuadas, hogares que habitan en viviendas sin
servicios básicos, hogares con hacinamiento crítico, hogares con inasistencia escolar, y
hogares con alta dependencia económica (8).

Entre las críticas realizadas a este indicador, se encuentran que sólo identifica pobres y
no permite medir la brecha ni la distribución entre los pobres, concede la misma
ponderación a cada uno de sus componentes o variables, mide cada variable de manera
independiente, pero no logra identificar las interrelaciones entre ellas; y dado que es un
indicador que solo capta la pobreza estructural no logra identificar la pobreza coyuntural,
referida a los que pueden tener satisfechas sus necesidades básicas pero que en
determinadas circunstancias pueden carecer del ingreso suficiente para satisfacer el
consumo de bienes y servicios incluidos en la canasta familiar(8). Otras críticas
relevantes, corresponden al poder de discriminación de la variables, en la medida que el
tiempo pasa se observa que muchas de las variables que conforman el NBI dejan de
captar la pobreza; además que su uso para fines de focalización significa que numerosas
personas quedarían incluidas en los programas de reducción de la pobreza(8).

Método integrado de medición de la pobreza MIP:


Para interrelacionar los dos conceptos, el DANE estableció el método integrado de
medición de la pobreza –MIP- que resulta de la aplicación simultánea de NBI y LP, bajo el
criterio de que ambas son complementarias. Algunos autores expresan que esta
metodología tiene los mismos problemas de la NBI y la LP, puesto que realiza un simple
cruce entre los indicadores sin llegar por ejemplo a contemplar las relaciones existentes
entre el ingreso y las necesidades básicas (8).

Curva de Lorenz, Indice de concentración:


A inicios del siglo XX, M.O. Lorenz propone sus curvas
para analizar la desigualdad de la renta y de la riqueza,
indicando que el abombamiento de las mismas es un
indicador de la desigualdad existente en la
distribución(9). La línea diagonal o de equidistribución
sirve de base para comparar la forma como en realidad
se distribuyen los ingresos, la cual es representada por
la curva de Lorenz. Mientras más cerca esté la curva
de Lorenz de la línea diagonal, será más equitativa la
distribución del ingreso.
Por lo tanto, una medida de igualdad debe medir qué tan cerca se encuentra la curva de
Lorenz de la diagonal.

Coeficiente de Gini:
En 1912, C. Gini propone el indicador que lleva su nombre para medir desigualdad, a
partir de la medida de la diferencia media de las rentas de la distribución(10). Este
coeficiente se deriva de la curva de Lorenz. Es un índice de la falta de equidad en una
distribución. Un valor más alto implica una mayor falta de equidad. Cuando el valor se
acerca a uno indica que hay mayor concentración del ingreso, en cambio cuando el valor
de Gini se acerca a cero la concentración del ingreso es menor. El coeficiente de Gini es
igual al área entre la curva de Lorenz y la línea de 45 grados multiplicada por dos.

Índice de Sen:
El índice Sen, entrelaza tres aspectos de la pobreza: su magnitud, el porcentaje de pobres
para una línea de pobreza definida y la distribución del ingreso entre los pobres medida
por un índice de GINI. El índice de Sen varía entre 0 y 1, cuando el ingreso de la
población pobre sujeta a estudio es homogéneo, el índice de GINI es cero.

Del índice de Sen se han obtenido otras propuestas como el índice FGT (Foster- Greer-
Torbecke) que tiene la ventaja de ser aditivo en diferencia al índice de Sen. Este índice
"mide la intensidad de la pobreza, ponderando la brecha de pobreza de cada grupo por su
brecha respectiva para determinar la pobreza total" La aditividad es una condición que
permite el siguiente resultado: la pobreza total es igual al agregado de los subgrupos de
pobreza ponderados por los grupos de población.

Índice de calidad de vida:


El índice de calidad de vida combina en una sola medida "las variables de potencial de
acceso a bienes físicos: características físicas de la vivienda y las posibilidades de acceso
a los servicios públicos domiciliarios; variables que miden el capital humano presente y
potencial: educación del jefe de hogar y de los mayores de 12 años y las posibilidades de
acceso de niños y jóvenes a los servicios escolares; y la composición del hogar" (11).

Como críticas a este indicador se tienen que no logra captar directa ni indirectamente los
intangibles, no tiene en cuenta la localización en espacios de riesgo, no tienen en cuenta
dentro de las necesidades básicas la alimentación, vestuario, y recreación; la
determinación del punto de corte es tan arbitraria, y por su naturaleza, la magnitud de la
pobreza es bastante menor por el sistema de compensaciones (8).

En Colombia, el Sistema de Identificación de Potenciales beneficiarios de Programas


Sociales (Sisben) sirve también como herramienta para la focalización del gasto público
en la población más pobre y su medición siguió los mismos criterios del ICV, haciendo
ajustes a las variables que se deben incluir y en el sistema de construcción de los
puntajes y las ponderaciones por variables, de acuerdo con las necesidades específicas
de la focalización (11).

Índice de desarrollo humano:


El índice de desarrollo humano –IDH- elaborado en el programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo – PNUD- con base en los trabajos de Sen, se estructura con
indicadores de resultado: esperanza de vida, niveles educativos, y conjugados con un
indicador de ingresos. El IDH busca trascender los indicadores que tradicionalmente han
medido la pobreza, puesto que espera, a través de la conjugación de las variables
mencionadas, obtener un mejor diagnóstico de la pobreza a escala mundial con un
indicador que permite la comparación entre países(5).

Índice de pobreza multidimensional:


En Colombia, y siguiendo con la tendencia mundial, se han estado explorando nuevos
indicadores que permitan medir la pobreza desde enfoques mas integrales. La
universidad de Oxford ha propuesto con base en esta tendencia el Índice de pobreza
multidimensional, MPI (por sus siglas en inglés). El índice se sustenta en que las vidas de
las personas que viven en la pobreza están afectadas por algo más que el ingreso. El MPI
complemente la mirada tradicional del ingreso reflejando las privaciones que las personas
pobres enfrentan con respecto a la estándar de educación salud y vida. Éste, evalúa la
pobreza al nivel individual y como las personas tienen múltiples privaciones y extiende la
pobreza a la medición del rango de éstas. En el Colombia, en el último mes se propuso
por el director de planeación Nacional que se usará este índice, obteniendo que por
efecto, entre otras acciones, de los diferentes subsidios estatales, la pobreza en Colombia
había disminuido en 6.4 millones de colombianos y 3.2 millones de personas saldrían de
los cálculos de la indigencia(12).

 DISTRIBUCIÓN DE LA POBREZA EN EL MUNDO

El Banco Mundial periódicamente, ofrece un acercamiento a la distribución de la pobreza


a nivel mundial, mostrando indicadores de la población que viven por debajo de la línea
de pobreza, (incluyendo las distribuciones de ingresos y, las tasas de pobreza urbana y
rural) tomando en cuenta la paridad del poder adquisitivo (PPA) de cada nación. Como se
observa en la ilustración 1, el mayor porcentaje de la población que vive con menos de
$1.25 2 dólares por día se encuentra ubicada en la región Subsahariana - Continente
africano, donde es notorio el aumento de la brecha frente a los países ricos. Es seguido
por los países en vías de desarrollo de Asia meridional y América latina y del Caribe.

Ilustración 1: Tasa de incidencia de la pobreza, en hogares que viven con menos de $1.25
por día(13).

En el caso de América latina, Colombia es el país con mayor número de hogares que vive
con menos de $1,25 dólares por día, 16% seguido por Bolivia y Perú. (Tabla 2).

La pobreza en América latina afecta muchas dimensiones, no solamente la privación de la


capacidad adquisitiva, sino incide en la capacidad de las personas para gozar de sus
derechos más elementales, tales como el acceso a vivienda, salud, educación, agua
potable, servicios domiciliarios, etc. Las últimas estimaciones disponibles para los países
de América Latina, referidas al año 2006, indican que en ese año un 34,1% de la
población de la región se encontraba en situación de pobreza. La extrema pobreza o
2
Para lograr comparaciones entre países, en este trabajo se ha escogido como línea de pobreza
internacional la Tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $1,25 por día (PPA). Que está
basada en encuestas primarias de los hogares nacionalmente representativas realizadas por
oficinas estadísticas nacionales u organismos privados (bajo la supervisión del Gobierno o de
organismos internacionales), y obtenidas de las oficinas estadísticas del Gobierno o de los
departamentos geográficos del Banco Mundial en cada país.
indigencia abarcaba a un 13,4% de la población. Con ello, el total de pobres alcanzaba
184 millones de personas, de las cuales 68 millones vivían en situación de indigencia(14).

Con los anteriores indicadores se reflejan las grandes disparidades existentes entre los
diferentes niveles de la sociedad. Además, se suma que los pobres de América Latina
viven en áreas rurales (62% de la población rural), siendo la pobreza extrema también
más alta en el campo que en la ciudad (38% frente a 13,5%). Por otra parte, la pobreza
afecta en mayor medida a la niños (entre 0 y 17 años) que a los adultos. Así, alrededor
del 44% de toda la niñez latinoamericana es pobre, en comparación con el 28,6% de la
población adulta (15). Entre las principales causas del elevado número de niños pobres,
esta la alta tasa de fertilidad de las familias con las que viven, sumado a los bajos niveles
de educación y menor oportunidad de los padres, en especial de las mujeres. En muchos
países de la región, los adultos que viven en familias pobres no han terminado la
educación primaria y en muchos casos no llegan a tener tres años de estudios (15).

Tabla 2. Distribución de la pobreza a nivel mundial. Hogares que viven con menos de $1.25
por día, 2005(13).
Tasa de incidencia de la pobreza, sobre la base de $1.25 por día (% de la población) 2005
África al sur del Sahara 50,90%
América Latina y el Caribe 8,20%
Colombia 16,00%
Bolivia 11,90%
Perú 7,70%
Paraguay 6,50%
Brasil 5,20%
Ecuador 4,70%
Venezuela 3,50%
Argentina 3,40%
Chile 2,00%
Uruguay 2,00%
Asia meridional 40,30%
Asia oriental y el Pacífico 16,80%
Europa y Asia central 3,70%
Oriente Medio y Norte de África 3,60%

Es alarmante el aumento de la pobreza en Colombia, (grafico 1) en el periodo


comprendido entre 1991 y 2000 los hogares con ingresos menores a $2 y $1,25 dólares
se duplicaron pasando de 6% a 12% y 8% a 16% respectivamente, en este mismo
periodo de tiempo el desempleo y tasa de inflación aumentaron, agudizando la situación
de los pobreza en la población.

Los datos de la CEPAL en su último informe ofrecen cifras que no mienten: la magnitud
de la pobreza e indigencia entre niños y adolescentes colombianos es del 45% (pobres) y
17% (indigentes). Al sumar tenemos que el 62% de los pequeños colombianos no tienen
acceso a ninguna esperanza de vida plena y se debaten entre la desnutrición, la
insalubridad y la ignorancia (16). En nuestra nación el 10% de hogares más ricos percibe
ingresos 30 veces superiores al 10% más pobre. Ahora bien, la pobreza y la desigualdad
en el ingreso repercuten directamente en el disfrute y goce de todos los derechos, pero de
manera directa en el goce de los derechos sociales, es decir aquéllos que se ven
sistemáticamente privados de abrigo u hogar; aquéllos que padecen diariamente el
hambre; aquéllos que son víctimas sistemáticas de la violencia, etc.

Gráfico 1: Proporción de hogares Colombianos que viven con menos de $2 y $1,25


al día. 1991-2006 (13)
18,00%
16,00%
14,00%
12,00%
10,00%
8,00%
6,00%
4,00%
Ingreso < $1,25 Ingreso < $2,00
2,00%
0,00%
1991 1995 1996 1998 1999 2000 2003 2006

 POBREZA Y SALUD

La salud es un factor determinante del crecimiento económico y del desarrollo, mientras


que la enfermedad es, al mismo tiempo, causa y efecto de la pobreza. De ahí que gran
parte del boom del estudio de la pobreza, haya nacido de su relación con el desarrollo y
como factor determinante de la fuerza del trabajo. Aparte de las graves consecuencias
que la mala salud tiene para el bienestar social, también priva a los países en desarrollo
de recursos humanos, y el elevado coste de las enfermedades reduce el crecimiento
económico y limita los recursos que los gobiernos pueden dedicar a invertir en la salud
pública. Por consiguiente, la mejora de la salud en los países en desarrollo es un
elemento clave para luchar contra la pobreza.

Sin embargo, podemos avanzar en una visión diferente donde no es la salud o la


enfermedad la que determina el desarrollo, es la pobreza la que determina la salud y a
través de la inacción se convierte en un ciclo vicioso donde los pobres son cada vez mas
enfermos.

Para muchos, la relación entre pobreza y enfermedad es muy clara, también es


fundamental entender el sentido opuesto, donde la enfermedad profundiza y perpetúa la
pobreza.

El ciclo de la pobreza, lo podemos situar, desde la gestación misma, una mala nutrición
de la gestante, sumado a las características de su patrón de reproducción (baja edad,
cortos periodos intergenésicos, multiparidad), poco acceso a los servicios de salud y las
características culturales y sociales dominantes están asociadas con altas tasas de
mortalidad infantil, y el riesgo de procrear neonatos con bajo peso al nacer y con
infecciones perinatales(17). Ya en la infancia, una alimentación inadecuada (déficit en los
requerimientos nutricionales) mella en la población pobre; en esta etapa se observan
deterioros en el crecimiento y desarrollo de (baja estatura y peso) dificultades en el
aprendizaje, además, gracias al medio ambiente donde el infante se desarrolla, se eleva
el riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas (IRA, EDA, etc). Igualmente la
ausencia de educación y de recursos sociales, acompañados de patrones de exclusión
social que alejan a los menores de oportunidades de superación y de inserción educativa
y social en las sociedades consumistas actuales. Muchas de estas situaciones configuran
y propician patrones agresivos en la conducta conduciendo al vandalismo y la
delincuencia desde tempranas edades.

Los bajos niveles de energía por insuficiente y baja dieta, además de las enfermedades
repetitivas, desfavorecen a los trabajadores adultos en aquellas actividades de alto
desempeño. Cuando los jefes de familia dejan de generar ingresos por las consecuencias
de los problemas de salud, el sujeto y su familia pueden llevar a condiciones de pobreza
extrema. Esta situación se ve agravada por cuestiones de desigualdades más profundas
por género o grupo étnico. Por ejemplo, las mujeres tienden a tener menos acceso a los
servicios de educación y salud, muchas tienden a dedicar sus vidas a las labores
domésticas. Con la poca educación y escaso conocimiento sobre los servicios de salud,
las mujeres tienden a tener hijos muy jóvenes y en condiciones precarias, dando inicio,
nuevamente, al ciclo de la pobreza.

 CONCLUSIONES

La estrategia gubernamental contra la pobreza propone el acceso de los pobres a la tierra


sin platear una reforma fiscal que detenga la concentración improductiva y (violenta) de la
misma, propone el acceso al crédito sin plantear la necesidad de reducir los márgenes de
intermediación del sistema financiero y propone aumentar la voz de los pobres sin
plantear una estrategia de democratización de la vida política y nacional. Se propone
también mejorar la focalización del gasto social sin plantear una estrategia de
fortalecimiento del control ciudadano para restringir el manejo clientelista de las
instituciones sociales del estado(18).

Es necesario un concepto de pobreza más integral para tener éxito en la identificación


de la pobreza, y más aun en la superación de la misma. Se podría entrar entonces a
discutir si la pobreza se supera por si misma, o debe estar atravesada por estrategias
de equidad en la población. Este es un tema de especial interés al estudiar la pobreza
en las sociedades del mundo, y las políticas para superarla(2).
Consideramos también que son necesarias el planteamiento y ejecución de políticas
reales que toque el fondo del problema, las estrategias de focalización y el
asistencialismo son coyunturales y no responden a la verdadera problemática. Una
mirada desde el enfoque de justicia social, podría ayudar más a los pobres, que solo
la medición de la pobreza. No se puede dar una mirada de mercado (microeconómica)
a un problema social (macroeconómico) como lo es la pobreza.
Los gobiernos locales, aún sin el apoyo de los organismos multilaterales que miden la
pobreza para cuantificarla, mantenerla y controlarla no para superarla, deben de
acuerdo con sus compromisos democráticos de servir al pueblo y garantizar su
bienestar propender por estrategias sociales incluyentes, con oportunidades reales y
estructurales en las sociedades actuales.
Queda tanto por hacer que no hay conclusiones sino desafíos.
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