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La Organización Mundial de la Salud menciona que en ninguna región del mundo se

justifica una incidencia de cesárea mayor del 10-15%. Varios factores han contribuido al
aumento global de las tasas de cesáreas, entre ellos, mejores técnicas anestésicas y
quirúrgicas, menor riesgo de complicaciones postoperatorias a corto plazo, factores
demográficos y nutricionales, y la percepción de la seguridad del procedimiento por parte
de los prestadores y las pacientes.

En particular, este último es un factor que influye en el incremento de la cesárea electiva


sin indicación médica específica. Sin embargo, los resultados obtenidos en la Encuesta
Global de Salud Materna y Perinatal de la OMS indican que el aumento de las tasas de
cesáreas se relaciona con un mayor uso de tratamiento antibiótico en el periodo puerperal
e incremento de la morbilidad materna severa. El aumento en la tasa de nacimiento por
cesárea, está también asociado con un aumento en las tasas de morbi-mortalidad neonatal.
Con el consecuente incremento de estadía de los recién nacidos en unidades de cuidados
intermedios o intensivos durante siete días.

La alta incidencia de cesáreas se considera un problema de salud pública. Se ha


establecido que las causas son diversas, entre las que se pueden mencionar: valoración
inadecuada del riesgo obstétrico, bajo índice de control prenatal, preferencias del médico
y la embarazada, mala valoración del riesgo fetal, entre otras.

El incremento de cesáreas se relaciona con una mayor morbilidad y mortalidad materna


futura ya que se eleva el riesgo de placenta previa y acretismo placentario, lo que
condiciona una mayor posibilidad de hemorragia obstétrica y por lo tanto mayor
probabilidad de muerte materna, además de los riesgos quirúrgicos y anestésicos. Se ha
comprobado que la disminución de la tasa de cesáreas no ha afectado negativamente a la
morbimortalidad perinatal. Por otra parte, está bien documentada la falta de asociación
entre cesárea y reducción de los problemas neurológicos infantiles, entre los que se
incluyen la parálisis cerebral y las convulsiones.

5. Objetivo general –
Brindar recomendaciones clínicas basadas en la mejor evidencia científica disponible
para la correcta indicación y manejo de la cesárea.
Objetivos específicos 1. Definir las condiciones de salud para realizar una correcta
indicación y manejo de cesárea. 2. Establecer los criterios de referencia y transferencia
de una embarazada que requiera una cesárea. 3. Determinar las mejores prácticas para
realizar la cesárea. 4. Establecer las mejores prácticas para la recepción y atención del
RN. 5. Definir las mejores prácticas para el manejo post cesárea y las condiciones de
alta médica

ntroducción
La cesárea es una cirugía para el nacimiento de un bebé. El bebé se saca a través de una incisión en
el abdomen de la madre. En los Estados Unidos, cerca de una de cada cuatro mujeres dan a luz de
este modo. La mayoría de las cesáreas se realiza cuando ocurren problemas inesperados durante el
parto. Las razones para una cesárea incluyen:
 Problemas de salud de la madre
 Un embarazo múltiple de la madre
 El tamaño o la posición del bebé
 La salud del bebé está en peligro
 El parto no avanza como debería
La operación es relativamente segura para la madre y el bebé. Sin embargo, es una cirugía mayor e
implica riesgos. También requiere un período de recuperación más prolongado que el parto vaginal.
Puede aumentar el riesgo de tener problemas en embarazos futuros. Algunas mujeres pueden
presentar problemas al intentar un parto vaginal más adelante. No obstante, muchas mujeres pueden
dar a luz por parto vaginal después de una cesárea.

Se habla de cesárea primaria cuando se lleva a cabo antes de que empiecen los dolores
del parto. A este grupo pertenecen las cesáreas planificadas o electivas. Una cesárea
secundaria o de urgencia por el contrario, es la que se realiza una vez empezadas
las contracciones, es decir, cuando ya ha comenzado el trabajo del parto en sí. Suele ser
la consecuencia de complicacionesdurante el parto, que requieren una actuación
inmediata

Una cesárea puede ser una intervención planificada o, por el contrario, ser una decisión
espontánea del equipo médico.
Las causas de una cesárea planificada son las siguientes:
 Una enfermedad de la madre, que pudiera poner en peligro a esta y al bebé
durante un parto natural o si la madre no soportara los dolores con fuertes
convulsiones, padeciera de determinadas enfermedades oculares, deficiencias
cardíacas o gestosis u otras enfermedades generales.
 Una grave infección para el niño, producida por un herpes genital o el VIH
 Un parto múltiple en el que al menos uno de los bebés venga mal colocado
 Trastornos del desarrollo del bebé
 Un estrechamiento de la pelvis de la madre (desproporción entre el cerebro y la
pelvis, o fetopélvica)
 Una placenta previa delante del orificio uterino
 El bebé viene en posición atravesada o de nalgas
 Por un expreso deseo de la madre
Una cesárea no planeada puede ser necesaria en las siguientes situaciones:
 Aparecen complicaciones súbitas durante el parto, fiebre o fluctuaciones de la
presión sanguínea.
 Existe peligro para el bebé debido a una situación de emergencia, como por
ejemplo tener el cordón umbilical alrededor del cuello, que la placenta se rompa
antes de tiempo o en situaciones con falta de oxígeno que se determinan a través
del cardiograma o por un microanálisis de sangre.
 Falta de contracciones, el parto no avanza.
 Un estrechamiento de la pelvis materna (desproporción entre el cráneo y la
pelvis o desproporción fetopélvica) que no se había podido visualizar antes
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Las causas que deciden a los médicos realizar una cesárea son indicaciones que cada
cual valora de forma diferente, así por ejemplo, la postura de nalgas para muchos
ginecólogos es motivo de cesárea especialmente si la madre es primeriza, mientras que
otros ante la misma situación prefieren llevar a cabo un parto vaginal. Lo mismo sirve
decir en el caso de los partos gemelares y múltiples.
La necesidad médica de una cesárea en casos de partos que sean un peligro para la
madre o el hijo es algo que no se cuestiona. Cada vez más a menudo se ofrece como
alternativa al parto natural. La ventaja es que la madre puede planificarlo todo mejor y
los costes suelen ser menores para la clínica. Además, se evitan los dolores, sin
embargo, no hay que obviar que la cicatriz tarda en curar con las consecuentes molestias
y dolores de las primeras semanas. Además, se pueden presentar problemas en caso de
futuros embarazos.
La fecha del parto por cesárea planificada suele adelantarse algunos días a la del parto
natural. En casos infrecuentes, es necesario aplicar anestesia total aunque generalmente
se utiliza la local que afecta menos a la madre y al bebé y además permite que esta
pueda estar consciente y tomar a su hijo en brazos nada más nacer.
En cuanto a la anestesia local, existen dos procedimientos similares y ambos se realizan
con una punción en forma de cruz: son la anestesia espinal y anestesia epidural AE).
En ambas se realiza primero una anestesia local en el canal de la médula espinal entre
dos vértebras lumbares, en las que se punciona con una fina aguja, donde se
posteriormente introduce otro anestésico.
La diferencia entre una anestesia epidural (AE) y una anestesia espinal es a qué capa
del canal de la médula espinal entra el medicamento. En la anestesia epidural el médico
inyectará el medicamento exactamente por fuera del saco de líquido alrededor de la
médula espinal, denominado espacio epidural. Posteriormente se coloca y fija una sonda
de entrada de manera que se pueda inyectar más anestésico local durante y después de la
operación para ayudar a controlar el dolor durante y despues del procedimiento. En la
anestesia espinal, el anestesiólogo inyectará medicamento dentro del líquido en la
médula espinal. Esto por lo regular se hace solo una vez por lo que no es necesario
poner un cateter.
La anestesia local solo afecta a la zona a operar y a las dos piernas, aunque la paciente
sigue notando los movimientos de empuje y tirón que aparecen durante el proceso. En
total en anestesista necesita entre 10 y 15 minutos para realizar la anestesia.
En cuanto empieza a hacer efecto se coloca una catéter para la orina y se afeita la parte
superior del vello púbico (la zona del bikini). Seguidamente, se lava y desinfecta la zona
a operar, donde además se suele colocar un plástico tapándose el resto con paños.
También se coloca una tela en la zona superior del abdomen de la gestante para separar
la parte esterilizada de la no esterilizada.
En algunos hospitales se permite al padre estar presente en el quirófano, aunque debe
cambiarse de ropa y colocarse gorro y mascarilla protectores.
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La cesárea comienza con un corte trasversal en el abdomen inferior, la denominada
zona del biquini. Luego se procede capa a capa, en lo posible en corte romo, sin utilizar
el bisturí, solo hendiendo y ensanchando con tracción digital, es decir, manualmente con
los dedos (método Misgav-Ladach) para terminar abriendo la matriz. El bebé se
extrae cuidadosamente pero con rapidez del útero y una vez cortado el cordón
umbilical, se hace cargo de él la matrona. Con la anestesia espinal la madre está
consciente y puede dar la bienvenida a su hijo en el quirófano.
Seguidamente, la matrona se ocupa del examen del bebé recién nacido mientras el
ginecólogo extrae la placenta y vuelve a cerrar con cuidado la matriz y la pared
abdominal. Este método quirúrgico es menos invasivo y suele evitar los consabidos
drenajes (tubitos de plástico por donde excreta la herida).
La decisión de una cesárea elegida por deseo propio es exclusivamente de la madre y
debe pensárselo bien teniendo en cuenta los posibles riesgos y complicaciones. Por eso,
es fundamental que la gestante sopese y reflexione objetiva y críticamente todos los
argumentos a favor de un parto natural y de una cesárea según sea su situación
personal.
Sobre todo, cuando una operación por cesárea no está planificada y se debe
realizar durante el parto, los miedos que aparecen por el bebé y la intervención en sí
pueden tener una carga psicológica importante para los padres, que viven el parto como
una experiencia negativa o incluso carente. En este caso es muy importante hablar con
el médico o la matrona para que les aclaren las dudas y puedan gestionar lo vivido de la
mejor manera posible. Además, en muchos lugares, como hospitales, centros de
matronas o psicólogos, existen grupos de parturientas por cesárea en los cuales las
afectadas pueden intercambiar sus vivencias.
Los primeros dos días posteriores a la cesárea la madre aún no suele estar en situación
de ocuparse del bebé de forma autónoma, debido a la herida del abdomen, por lo que
depende especialmente de la ayuda de las personas más cercanas y las enfermeras.
Cuando la cesárea se desarrolla sin complicaciones, lo normal es que al tercer día la
madre ya se mueva y pasada una semana pueda abandonar el hospital con el niño.
Como consecuencia de una cesárea, pueden aparecer complicaciones
postoperatoriascaracterísticas, como por ejemplo hemorragias, infecciones en la
herida, trombosis, embolias o formaciones de adherencias en la zona de la cicatriz. A
esto se le añade un posible impedimento en cuanto a volverse a quedar embarazada e
incluso la esterilidad.
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En cuanto al bebé, en el caso de una cesárea suele sufrir más problemas respiratorios
que si hubiera nacido por parto natural debido a que el líquido amniótico puede
atragantarse en las vías respiratorias (aspiración) o por un vaciado incompleto del
pulmón infantil de líquido amniótico, a consecuencia de la falta de presión en el canal
del parto.
En caso de un nuevo embarazo, sobre todo si se produce dentro de los dos años
posteriores a la cesárea, es necesario un intenso control médico. En principio, la cesárea
se puede realizar varias veces, aunque no siempre es necesaria en un segundo embarazo
por el mero hecho de que en el anterior sí se produjera así.

Cuándo realizar una cesárea


En ocasiones, una cesárea puede ser más seguro que un parto vaginal, tanto para el bebé
como para la madre. El médico recomienda esta intervención en los siguientes casos:
 Una de las razones más comunes es que el parto no avance, ya sea porque el
cuello del útero no se dilata lo suficiente o porque la cabeza del bebé es
demasiado grande para pasar por el canal del parto.
 Cuando el bebé no recibe el oxígeno suficiente. Si el médico está preocupado
por el suministro de oxígeno o cambios en la frecuencia cardíaca del bebé, puede
que la cesárea sea la mejor opción para evitar daños.
 La posición del bebé no es la correcta (con la cabeza hacia abajo). Puede
colocarse con los pies o las nalgas hacia abajo o de lado, lo cual complicaría que
se diera un parto vaginal.

 Embarazos múltiples. En este caso es normal que alguno de los bebés esté en la
posición incorrecta.
 Problemas con la placenta. Si la placenta se desprende del útero antes de que
comience el parto o esta cubre el cuello del útero, la cesárea será la forma más
de segura de tener al bebé.
 Problemas con el cordón umbilical. Cuando el cordón umbilical sale antes que
el bebé o si este es comprimido por el útero durante las contracciones, ya que
puede cortar el suministro de oxígeno del bebé.
 Problemas de salud de la embarazada. El médico puede sugerir una cesárea si
usted tiene algún problema de salud que puede complicarse durante el parto,
como enfermedades cardíacas o la presión arterial alta. También puede ser
recomendable cuando hay alguna infección como herpes genital o VIH.
 Problemas de salud del bebé. Puede ser más seguro para bebés que tienen
ciertas anomalías en el desarrollo, como el exceso de líquido en el cerebro
(hidrocefalia).
 Cesárea anterior. Dependiendo del tipo de incisión uterina y otros factores, a
menudo es posible intentar el parto vaginal después de una cesárea anterior.
Pero, en algunos casos el médico puede recomendar realizar otra cesárea.
Algunas mujeres solicitan la cesárea para tener su primer hijo. A veces para evitar el
trabajo o las posibles complicaciones de un parto vaginal, o para tener la ventaja de un
parto programado. Sin embargo, no es recomendable, ya que hay algunos riesgos que
hay que tener en cuenta puesto que al fin y al cabo se trata de una cirugía.

Riesgos
La recuperación de una cesárea es más lenta que la recuperación de un parto
vaginal. Y al igual que otros tipos de cirugía mayor, las cesáreas también conllevan un
riesgo de posibles complicaciones (3).
Los riesgos para el bebé

 Problemas respiratorios. Los bebés que nacen por cesárea tienen más
probabilidades de desarrollar taquipnea transitoria. Es un problema
respiratorio caracterizado por una respiración anormalmente rápida durante
los primeros días después del nacimiento. En las cesáreas que se realizan antes
de las 39 semanas de embarazo o sin prueba de madurez pulmonar, el bebé
podría aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas respiratorios,
incluyendo el síndrome de dificultad respiratoria. Se estima que alrededor
de 35 de cada 1000 bebés nacidos por cesárea tienen problemas
respiratorios, frente a 5 de cada 1000 bebés nacidos por parto vaginal (4).
 Lesión quirúrgica. Aunque es raro, se puede dañar la piel de bebé durante la
cirugía.
Los riesgos para la mujer

 La inflamación y la infección de la membrana que recubre el útero. Esto se


conoce como endometritis y puede causar fiebre, flujo vaginal con mal olor y
dolor uterino.
 Aumento del sangrado. Es probable que pierda más sangre con una cesárea que
con un parto vaginal. Las transfusiones de sangre pueden ser necesarias en
algunos casos.
 Reacciones a la anestesia. Son posibles las reacciones adversas a cualquier tipo
de anestesia. Puede experimentar fuerte dolor de cabeza en los días posteriores
al parto.
 Coágulos de sangre. El riesgo de desarrollar un coágulo de sangre es mayor en
una cesárea que un parto vaginal. Esto sucede especialmente en las piernas y los
órganos pélvicos.
 Infección de la herida. Es posible que se infecte la herida de la cesárea.
 Lesión quirúrgica. Aunque es raro, pueden producirse lesiones en órganos
cercanos, como la vejiga.
Recuperación
Por lo general, una cesárea puede durar alrededor de una hora. En la mayoría de los
casos, su pareja o un familiar puede permanecer con usted durante la cirugía.
La mayoría de las cesáreas se realizan con anestesia local, solo la parte inferior del
cuerpo queda anestesiada, lo que le permitirá estar despierta en todo momento. En casos
de emergencia, puede ser necesaria la anestesia general, en la que la mujer no podrá ver,
sentir u oír nada.
Después de la intervención tanto el bebé como la madre pueden permanecer en el
hospital alrededor de tres días o incluso más. Poco después de la cesárea se le
animará a levantarse y caminar. Moverse puede ayudar a que su recuperación sea más
rápida y además, ayudará a prevenir el estreñimiento y coágulos de sangre que pueden
ser potencialmente peligrosos.
La herida puede tardar en curarse entre 4 y 6 semanas. La fatiga y las molestias
son comunes e irán disminuyendo con el tiempo si no hay infecciones en la herida. Es
importante, que no haga esfuerzos durante las primeras semanas, como levantar objetos
pesados o ponerse en cuclillas.
Intente mantenerse hidratada para recuperar la perdida de líquidos durante el
embarazo y evitar el estreñimiento. Tome los medicamentos para el dolor que se le
han recomendado y evite las relaciones sexuales hasta que su médico se lo indique.
Si presenta alguno de los siguientes síntomas es importante que consulte con su
médico.
 Cualquier señal de infección, como fiebre alta, dolor severo en el abdomen,
enrojecimiento o hinchazón.
 Dolor de pecho acompañado de enrojecimiento o fiebre.
 Flujo vaginal con mal olor.
 Dolor al orinar.
 Sangrado vaginal o grandes coágulos.
 Dolor o hinchazón de piernas.
 Síntomas de depresión postparto: cambios de humor, pérdida de apetito, fatiga,
falta de energía y desinterés. Más información en “La depresión postparto”.
Consejos para su recuperación en casa

 Descanse todo lo que pueda. Pida a sus familiares, amigos o contrate algún
servicio, para que le ayude con el cuidado del recién nacido o de otros hijos.
 No levantar peso y tener cuidado con la posición de la espalda.
 Caminar todos los días puede tener beneficios para su salud física y emocional.
Además, le ayudará a que su recuperación sea más rápida. Solo necesita dar
paseos cortos.
 Incluya en su dieta productos ricos en fibra y beba al menos dos litros de
agua al día. Esto le ayudará a combatir el estreñimiento.
 Mantenga la herida limpia y seca. Use ropa suelta y si tiene signos de
infección consulte con su médico.

http://maternidadfacil.com/los-riesgos-de-una-cesarea/

https://www.onmeda.es/parto/cesarea-mas-informacion-2167-5.html
https://medlineplus.gov/spanish/cesareansection.html
http://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2014/05/GPC-
Atencion_del_Parto_por_cesarea.pdf

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