-La realidad paródica del Quijote-

de Juan Ignacio Ferreras

(reseña)
Pedro Mir Gelabert.
Grado en Humanidades.
Asignatura: Cervantes.
¿Qué representa para la Historia de la Literatura la figura de Miguel de Cervantes? Y más
aún, ¿qué tan significativa es la dimensión literaria y meta-narrativa que alcanza la obra clave de
toda la literatura española, El famoso hidalgo Don Quijote de la Mancha? Si bien, todo hispano
hablante que exista y cualquier mediocre estudiante y lector que se precie tiene, al menos,
constancia de la existencia de dicha obra como también, cierto bagaje argumental de lo que en ella
se sucede – la disparatada odisea de un auto-convencido caballero andante que, estando loco, vivirá
un sin fin de “aventuras”-, quizá no se es plenamente consciente, o más bien se ignora, la magnitud
literaria y la potencia creadora que su autor abordó en tan genial novela, estando así relegada
simplemente al mito que su título infunde dentro de la cultura popular.
Para procurar dar luz dentro de los aspectos literarios que nos ofrece el Quijote, no son
pocos los estudiosos cervantistas que han puesto sus empeños en analizar todas sus dimensiones. En
este caso vamos a destacar a Juan Ignacio Ferreras y concretamente su estudio La realidad
paródica del Quijote, en el que desarrolla las dualidades, contrastes y controversias a las que está
sometido Don Quijote, así como también el valor irónico que conduce todo el discurso narrativo de
la obra.
Ferreras plantea cómo Cervantes expone en el Quijote numerosos personajes que conviven
en un universo desglosado en cuatro mundos que orbitan alrededor de la figura de Don Quijote. Con
ello consigue demostrar cómo el famoso hidalgo se consagra en el símbolo y en el prisionero del
constante debate literario entre la ficción y la realidad que constantemente se proyecta a lo largo de
la obra. Estos cuatro mundos son los siguientes:
-El mundo voluntario (Intramundo): Principalmente representado por Don Quijote,
tratándose de este modo de la óptica que plantea el personaje, siendo un cosmos imaginativo para el
resto de personajes, e interior, ya que para nuestro héroe no es sino este el mundo real y sensible.
-El mundo transformado por Don Quijote: Se trata de la consecuencia directa del mundo
voluntario anterior, en el que el personaje, impulsado por sus propias impresiones, designa una
nueva realidad para el mundo cognoscible por el resto de personajes; es gracias a este universo
donde Cervantes puede expresar la sátira y la parodia en su novela.
-Un mundo fingido: Este surge como respuesta o contraataque del resto del personajes hacia
Don Quijote, ya que aparece como necesidad paródica que procura contrarrestar el mundo
voluntario del hidalgo, buscando generar una apariencia en la que Don Quijote sea capaz de
plantearse.
-El mundo real (extramundo): El auténtico mundo sensible que goza de una realidad
objetiva.
Será a partir del reiterado uso de estos diferentes cosmos donde Cervantes expondrá la
sátira, la ironía y la parodia de la novela. Este recurso burlesco, como expone Ferreras, estará
fuertemente influenciado, evidentemente, en la inevitable imitación de los modelos y del canon
literario. No existe parodia si esta no está basada en un arquetipo al que pueda imitar: Don Quijote
es una alteración ridícula de un caballero andante que va en busca de aventuras, el cual condiciona
el mundo que le rodea y lo modifica bajo las premisas que le propone su locura, de este modo se
logra la parodia.
El análisis quijotesco en la obra de Ferreras supone para el lector no solamente un
acercamiento más profundo a la novela cervantina, sino que es a partir de las propuestas que en esta
hace que nos ofrece unas útiles herramientas capaces de realizar una doble lectura de la misma;
demostrando de este modo cómo Cervantes no se ciñó únicamente en plantear una novela de
dimensiones narrativas abrumadoras, sino también cómo fue capaz de servirse de estas para
elaborar una obra meta-literaria que va más allá de lo que su contenido argumental ofrece. Por lo
tanto, es gracias