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ANTECEDENTES DE LA ETICA

Los principios de la ética:

“principio es una ley universal que rige la vida de las personas y la naturaleza misma…un
carácter esencial de los principios es su objetividad, entendido como la facultad que posee de
existir por si mismos independientes de la capacidad valorativa de el sujeto que los percibe.
Los principios obedecen a leyes naturales aplicables a cualquier momento y lugar. Ellos se
expresan en las acciones y prácticas humanas manifestadas en forma de valores, ideas, normas
y enseñanzas que edifican, fortalecen y hasta ennoblecen el carácter de las personas” .Los
principios señalan un norte a seguir, permiten comprender el actuar con autodeterminación y
el tomar decisiones con la seguridad y la confianza de elegir con rectitud y responsabilidad
para lograr las metas deseadas, resolver las situaciones diarias, logrando un crecimiento y
desarrollo personal en cuanto a dignidad y calidad de vida , ya que son edificadores de vida .
Estos principios son:

2.1 La rectitud : Con este principios se desarrollan valores como la justicia, integridad y
honestidad que son los cimientos sobre los cuales se construyen la confianza para general
ambientes de credibilidad en las relaciones, siendo un elemento esencial para establecer el
principio de cooperación en la búsqueda de un bien común.

2.2. Principio de potenciación, creación y proyección humana : este principio permite


desarrollar los valores de la libertad, el respeto mutuo y la responsabilidad compartida y la
solidaridad, ya que nos lleva a encontrarnos con el otro, en sus potencialidades y posibilidades.

2.3 Principio de Autonomía: Define el derecho de toda persona a decidir por sí misma en todas
las materias que la afecten de una u otra manera, con conocimiento de causa y sin coacción de
ningún tipo. Determina también el correspondiente deber de cada uno de respetar la
autonomía de los demás.

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3. Historia :

La ética es la reflexión de la forma de vida de los pueblos, un discurso valorativo de su acción o


del deber ser.

Ramas de la ética

Metaética

Artículo principal: Metaética

La metaética es una rama de la ética cuyo centro de interés es el análisis del lenguaje moral.

El problema del ser y el deber ser

Artículo principal: Problema del ser y el deber ser


La ética teleológica es generalmente una ética orientada hacia fines, hacia un télos (en griego,
‘fin u objetivo que perfecciona a quien lo alcanza’).

Hume ha planteado la objeción de que la transición de “lo que es” a “lo que debe ser” es
problemática, y en general ilegítima. La

falacia naturalista de George Edward Moore plantea cuestiones estrechamente relacionadas,


pero no es estrictamente lo mismo.

Como se destaca más adelante, los positivistas, deben estar epistemológicamente entre las
tasas y tarifas de destino, y se diferencian por su relación diferente a los sentidos. La distinción
epistemológica entre es y debe se basa en la ciencia empírica moderna. Quien no acepta esta
distinción, o bien debe postular a un ser que no es directamente o indirectamente detectable,
o se debe considerar lo que debe ser perceptible.

Las normas éticas se derivan de supuestas declaraciones sobre los seres, con frecuencia pasan
inadvertidos por el uso de la ambigüedad normativa y empírica de términos como “esencia”,
“naturaleza”, “determinación”, “función”, “final”, “sentido” u “objetivo alcanzado”. Así, la
palabra “objetivo” es incluso lo que en realidad busca una persona (Su meta es graduarse). La
palabra objetivo puede referirse también a lo que debe perseguir un hombre (por ejemplo,
cuando se dice de alguien que perdió el objetivo o la meta de su existencia humana).

La ambigüedad inadvertida empírico-normativa de ciertos términos conduce a falacias lógicas


tales como: “La esencia de la sexualidad es la procreación. Por lo tanto, la anticoncepción no
está permitida, porque no refleja la naturaleza de la sexualidad”.

Tomando nota de que esto supone que se ha deducido lógicamente que el ser es una
justificación de las normas aún no declaradas (Promulgadas). Porque, además de las
declaraciones normativas y de los registros, hay voluntades. La expresión de la voluntad de
una persona: “No quiero ser molestado en la siguiente hora por cualquier persona” incluye el
deseo de que la norma “Nadie me debe molestar en la hora siguiente” sea capaz de ser
acogida y respetada por otros. El punto central será saber si la expresión de la voluntad de esa
persona sea o no sea éticamente correcta, o sea simplemente un acto arbitrario que no exige
un respeto absoluto por parte de otros.

La falacia naturalista

Artículo principal: Falacia naturalista

George Edward Moore , en su obra Principia Ethica, acusa al naturalismo de cometer un error
cuando infiere que algo tiene una propiedad moral a partir de que ese algo tiene tal o cual
propiedad natural. [5] Por ejemplo, asumiendo que el placer es una propiedad natural, un
naturalista podría sostener que las

relaciones sexuales son buenas porque son placenteras. [5] Sin embargo, Moore señala que
para afirmar esto, primero se necesita mostrar que todo lo placentero es bueno, [5] y esto
requiere de un argumento que parece difícil de proveer. Pese al nombre de la falacia, la misma
parece poder extenderse más allá del naturalismo. [5] Así, el desafío propuesto por Moore
parece mostrar cómo es posible concluir legítimamente que una propiedad no moral puede
identificarse o tener la misma extensión que una propiedad moral.

Ética normativa
Artículo principal: Ética normativa

El dilema del tranvía es un

experimento mental que puede servir para ilustrar y poner a prueba distintas teorías éticas.

Las teorías de la filosofía ética o moral se pueden distinguir de acuerdo a los criterios de sus
bases para la determinación del bien moral. El bien moral puede ser determinado por:

Las consecuencias (ética teleológica) consecuencialismo;

Disposiciones de comportamiento, rasgos de carácter y virtudes (ética de la virtud);

La intención del actor (ética disposición);

Objetivos hacia hechos morales, como objetivo de las evaluaciones morales sobre la propiedad
o la acción (ética deontológica);

Optimización de los intereses o de las partes interesadas (de preferencia), la ética utilitarista,
de la felicidad (eudaimonía), o del bienestar.

Consecuencialismo

Artículo principal: Consecuencialismo

Jeremy Bentham , uno de los padres del utilitarismo.

Las éticas teleológicas (Del gr. τέλος, fin) es un grupo de teorías éticas que emana deberes u
obligaciones morales que buscan lograr un fin último, que presume bueno o deseable.
También se le conoce como ética consecutiva, ya que se basa el juicio de los actos en sus
consecuencias, y se opone a la éticas deontológicas (del griego δέον, deber), que sostienen
que la moralidad de una acción es independiente del bien o mal generado a partir de ella. [6]

El consecuencialismo sostiene que la moralidad de una acción depende sólo de sus


consecuencias (el fin justifica los medios). [7]

[8] El consecuencialismo no se aplica sólo a las acciones, pero éstas son el ejemplo más
prominente. [7] Creer que la moralidad se trata sólo de generar la mayor cantidad de felicidad
posible, o de aumentar la libertad lo más posible, o de promover la supervivencia de nuestra
especie, es sostener una postura consecuencialista, porque aunque todas estas creencias
difieren en cuanto a las consecuencias que importan, están de acuerdo en que lo que importa
son las consecuencias. [8]

Una manera de clasificar a los distintos tipos de consecuencialismos es a partir de los

agentes que se deben tener en cuenta cuando se consideran las consecuencias de las acciones.
Esto da lugar a tres tipos de consecuencialismo: [9]

Egoísmo moral

Una acción es moralmente correcta si produce consecuencias positivas para el agente. [10]

Altruismo moral

Una buena acción es aquella que produce el bien de los demás, sin considerar al agente.

Utilitarismo
Una acción es moralmente correcta si predominan los resultados favorables sobre los
indeseables para todos . Por tanto, la mejor acción posible es aquella que produce el mayor
bien para el mayor número de personas. [11]

Deontología

Immanuel Kant, uno de los principales pensadores de la deontología, desarrolló la ética


kantiana.

Artículo principal: Deontología

La deontología es la teoría normativa según la cual existen ciertas acciones que deben ser
realizadas, y otras que no deben ser realizadas, más allá de las consecuencias positivas o
negativas que puedan traer. [12] Es decir, hay ciertos deberes , u obligaciones , que deben ser
cumplidos más allá de sus consecuencias. [12]

Ética de la virtud

La ética de virtud es una teoría que se remonta a Platón y, de modo más articulado, a
Aristóteles, según la cual una acción es éticamente correcta si hacerla fuera propio de una
persona virtuosa. [13] [14] Por ejemplo, si para el utilitarismo hay que ayudar a los necesitados
porque eso aumenta el bienestar general, y para la deontología hay que hacerlo porque es
nuestro deber, para la ética de virtudes, hay que ayudar a los necesitados porque hacerlo sería
caritativo y benevolente. [13]

Ética aplicada

Artículo principal: Ética aplicada

La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar cuestiones morales concretas
y controvertidas. [9] Por ejemplo, algunos objetos de estudio de la ética aplicada son el

aborto inducido , la eutanasia y los derechos de los animales . [9] Algunas de estas cuestiones
se agrupan por similitudes y son estudiadas por subdisciplinas: [9]

La bioética estudia las controversias morales que son producto de los avances en la biología y
la medicina . [15]

La deontología profesional se ocupa tanto de buscar justificación para valores morales que

deberían guiar a los profesionales, como de estudiar los valores que de hecho guían a los

profesionales . [16]

En el primer sentido la deontología profesional es una disciplina normativa y filosófica. En el


segundo sentido, se trata más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto

científica. [16] La deontología profesional también cuenta con subdisciplinas como la

ética médica, la ética de negocios y la ética de la ingeniería . [17]

La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio ambiente .
[18]

Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean: ¿qué deberes tienen los seres
humanos hacia el medio ambiente, y por qué? [18] En general, la respuesta a la primera
pregunta es una consecuencia de la respuesta a la segunda. [18] Distintas respuestas o
aproximaciones a respuestas han dado lugar a distintas éticas ambientales. [18]

Ética militar es un conjunto de prácticas y discursos que sirven para orientar a las fuerzas
armadas y a sus integrantes para que actúen conforme a unos valores y unas normas
determinadas, y para mostrar al conjunto de la ciudadanía esos valores de referencia.

La ética económica se ocupa de las relaciones éticas que deberían guiar las relaciones
económicas entre los seres humanos y el efecto que tales normas tendrían sobre la economía
de nuestras sociedades. De hecho gran parte de los economistas que desarrollaron la teoría
moderna de la economía partieron de bases éticas. El ejemplo más cercano es el utilitarismo
desarrollado primero como doctrina moral y luego usado para la teoría del valor neoclásica.
[19] [20]

Historia de la ética

Edad Antigua

Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la ética.

Platón afronta la temática ética en diversos lugares y desde contextos diferentes. Así, por
ejemplo, en el Gorgias busca superar el

hedonismo y la ley del más fuerte. En el Fedón evidencia la importancia de lo que exista tras la
muerte para regular el propio comportamiento. En La República aborda juntamente la ética
individual (desde la perspectiva de una justicia dentro del alma) y la ética pública, con una
compleja teoría del Estado, que encuentra complementos y puntos de vista diferentes en otras
dos obras, el

Político y las Leyes .

La Ética nicomáquea , seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles , se basa


en la premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles
todos los seres naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a
realizar completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección de un
ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia, aquello a que solo él puede
realizar. También los seres humanos están orientados a la realización plena de la función que
les es propia. El problema que se suscita, entonces, es cuál es la función propia del hombre. Y
si acaso hay más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien más alto y más perfecto de los
que puede alcanzar el ser humano?

Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al
respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del
hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué consiste
la felicidad y el buen vivir. Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite realizar la
actividad superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes materiales, salud), y
en compañía de un número suficiente de amigos (cf. Ética nicomáquea I).

Sólo son morales las acciones en las que se puede elegir y decidir qué hacer. En cambio, no son
morales ni inmorales las acciones padecidas, compulsivas o forzosas. Lo que es moral es la
acción que depende de la voluntad, si se actúa de modo correcto. ¿Cuándo se actúa
correctamente? La forma correcta de actuar depende del ámbito de acción (dianoético o
intelectual, ético o moral) y en parte está pautada por las costumbres de la comunidad a la que
se pertenece (si la comunidad es éticamente sana, algo que supone Aristóteles para el mundo
griego quizá de modo acrítico) y se aprende con la educación. Cuando se actúa de acuerdo con
estas pautas, se vive bien y se es virtuoso.

Por otra parte, los filósofos estoicos y epicúreos propusieron teorías morales basadas en
principios opuestos: la virtud y la vida con

moderación (estoicismo), y la búsqueda del

placer (epicureísmo).

Edad Media

Es un momento en el que la ética asume elementos de las doctrinas clásicas de la felicidad (el
fin del actuar humano consiste en obtener el bien que nos hace felices) y los une a la doctrina
cristiana (vista como Revelación divina), especialmente según la normativa que recogen los
mandamientos. El fin último del actuar humano es la caridad, que se consigue al vivir desde el
Evangelio, y que permite al hombre acceder a la visión de Dios (en el cielo), donde el ser
humano alcanza su máxima plenitud y el bien supremo.

Diversos autores hablan de ética y según perspectivas diferentes. Es oportuno recordar dos
grandes nombres, san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino (especialmente en la
segunda parte de la Suma de teología, en la que se recogen numerosos elementos de la ética
de Aristóteles). [21]

Posteriormente, y tras las huellas de las ideas de Tomás de Aquino, se desarrolla en el ámbito
católico lo que luego será conocido como

principio de doble efecto.

Edad Moderna

Los filósofos éticos modernos trabajan con la mirada puesta, sobre todo, en el mundo antiguo
(estoicos, epicúreos, Platón, Aristóteles), si bien con algunos elementos heredados de la
Escolástica medieval.

Descartes tiene algunos elementos de ética en su famoso Discurso del método . Dentro del
racionalismo, es Baruch Spinoza quien elaboró de modo más amplio y sistemático una
propuesta ética. En el ámbito del empirismo,

David Hume trabajó en diversos momentos para comprender los motivos profundos de las
acciones humanas.

La gran revolución ética moderna se realiza a través de Immanuel Kant, que rechaza una
fundamentación de la ética en otra cosa que no sea imperativo moral mismo (deontologismo
formal), pues si la moral se orienta a buscar la felicidad no podría dar ninguna norma
categórica ni universal. Los filósofos idealistas desarrollaron esta moral del imperativo
categórico . Hacen frente así al utilitarismo, al afirmar que el principio de utilidad no es el
único criterio de corrección de las acciones.

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