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NEUROCIENCIAS.

EXPERIENCIA SUBJETIVA
ALBERTO BOTTO
NEUROSCIENCES. SUBJECTIVE EXPERIENCE

COMENTARIO DE LIBROS

EL CEREBRO Y EL MUNDO INTERIOR.


UNA INTRODUCCIÓN A LA NEUROCIENCIA
DE LA EXPERIENCIA SUBJETIVA
Autor: Mark Solms y Oliver Turnbull
Fondo de Cultura Económica, 2004

(Rev GU 2006; 2; 1: 23-25)

Alberto Botto1

E l libro que comentamos corresponde a la traduc-


ción del texto original publicado el año 2002 por
Other Press, Nueva York. Mark Solms es neuropsicólo-
tes del Premio Nobel de medicina Eric Kandel, quien, re-
flexionando sobre el futuro del psicoanálisis, ha resalta-
do la importancia que podría tener el desarrollo de una
go y psicoanalista. Sus estudios se han enfocado en la neuropsicopatología y el progreso en neuroimágenes
teoría psicoanalítica y su relación con la investigación en la implementación de estrategias psicoterapéuticas
en neurociencias, especialmente sobre los mecanis- específicas para cada paciente en forma particular (1).2
mos del sueño. Además es coeditor de la revista Neu- Aún considerando la “paradoja de la equivalencia”, este
ro-Psychoanalysis. Oliver Turnbull es neuropsicólogo de último punto, es decir, la indicación diferencial en psico-
la Universidad de Cambridge. También se desempeña terapia, ha sido ampliamente avalada por la investiga-
como secretario de la Sociedad Internacional de Neu- ción empírica (2). En este terreno de amplios debates el
ropsiconálisis y editor del Compendio de Investigación libro de Solms aparece como un significativo aporte.
de la revista Neuro-Psychoanalysis. El primer capítulo, Introducción a conceptos básicos,
El libro está conformado por un prólogo a cargo de desarrolla en forma simple y esquemática una “guía
Oliver Sacks, un prefacio y diez capítulos. del cerebro para principiantes” y tiene como objetivo
Hasta hace poco tiempo el “mundo interior” y la ex- familiarizar a los no especialistas con la información
periencia subjetiva parecían ser campos exclusivos de básica para entender de qué manera el cerebro se
la psicología y, especialmente, del psicoanálisis. Sin em- constituye en el sustrato de la vida mental subjetiva. A
bargo, los avances en el conocimiento neurocientífico través del caso de Phineas Gage, descrito y analizado
y en las metodologías de investigación han permitido previamente por otro reconocido neurocientífico, An-
acercar la brecha entre biología y psicología, abriendo tonio Damasio (3), el autor ilustra cómo la mente y la
un terreno de diálogo que ha resultado altamente fruc- personalidad pueden cambiar debido a una lesión ce-
tífero no sólo en el ámbito de la teoría sino también en rebral. Para esto se adentra en la anatomía y fisiología
la práctica clínica. Un ejemplo de ello han sido los apor- elementales del sistema nervioso central, destacando

1
Departamento Psiquiatría Oriente, Universidad de Chile.
2
Ver en este número el comentario al libro “Psychiatry, Psychoanalysis and the New Biology of Mind”. También el artículo del
mismo Eric Kandel “Revisita a la psicoterapia y la sinapsis individual”.

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las dos características que diferencian al cerebro (y al afectiva, el autor describe cuatro “sistemas de comando
tejido neural) de otros órganos: la capacidad de trans- de emociones básicas”: Búsqueda, Ira, Miedo y Pánico.
ferir información y la de aprender. Además, describe Estos sistemas motivacionales tendrían un sustrato
las principales estructuras encefálicas, especialmente neurobiológico (asociado a sistemas de neurotransmi-
el sistema límbico, centro de dos funciones básicas en sión específicos) y una función determinada (con diver-
neuropsicología: las emociones y la memoria. En tér- sos grados de superposición). Un punto interesante es
minos generales se plantea que la función del cerebro la relación que existiría entre dichos sistemas y la psico-
sería actuar como mediador entre el mundo interno y el logía del desarrollo tanto normal como patológica. Así,
mundo externo a través de la integración entre senso- el sistema de Pánico contribuiría a la regulación de las
percepción, propiocepción y motricidad. conductas de apego a través de funciones neuro-hor-
En el segundo capítulo, La mente y el cerebro ¿cómo monales relacionadas con el sistema límbico y sustan-
se relacionan?, se plantea la pregunta sobre qué es y cias como los opioides endógenos, oxitocina y prolacti-
cómo surge aquello que denominamos mente. Aparece na. Su disfunción estaría en la base de cuadros clínicos
entonces el problema de la relación mente-cuerpo y las como las crisis de pánico o la depresión.
distintas perspectivas de análisis: materialismo versus En el capítulo cinco, Memoria y fantasía, se descri-
idealismo, monismo versus dualismo, reduccionismo, ben las principales funciones de la memoria desde el
interaccionismo, paralelismo, etc. Intentando respon- punto de vista de la neurociencia cognitiva: codifica-
der a estas interrogantes, el autor propone entender ción, almacenamiento, recuperación y consolidación.
la relación mente-cuerpo como un monismo de doble Además se distinguen dos tipos de memoria: la pro-
aspecto, es decir, que estaríamos hechos de un solo tipo cesal (implícita) y la episódica (explícita), destacando
de sustancia (de ahí la posición monista) que se percibe sus características y su relación con procesos como la
de dos maneras (es decir, de doble aspecto): física cuan- represión, el olvido y la amnesia infantil. Finalmente se
do se observa desde afuera (como un objeto) y mental destaca la importancia de las emociones en el desarro-
cuando se observa desde adentro (como un sujeto). Por llo de la cognición y el interés que pudiera tener para el
lo tanto, la distinción entre mente y cuerpo no sería más psicoanálisis.
que un artefacto de percepción. En el capítulo seis, Sueños y alucinaciones, se de-
El tercer capítulo, La conciencia y el inconsciente, sarrolla el tema de la relación del sueño con la vida
busca integrar ambos conceptos, considerando que mental normal y patológica (tomando como ejemplo
hasta hace poco parecieran haber pertenecido a cons- la esquizofrenia). Los sueños han sido un área particu-
tructos teóricos divergentes: la neurociencia cognitiva larmente difícil de investigar desde un punto de vista
en el caso de la primera y el psicoanálisis en el segundo. científico. Gran parte de los estudios se han efectuado
Partiendo por una revisión de los sustratos neurales de en animales y en individuos con lesiones cerebrales. Se
la conciencia (el sistema reticular activante ascenden- ha visto que los sistemas emocionales antes descritos
te), se propone que su función sería servir como puente (Búsqueda, Pánico, etc.) junto con el hipocampo y par-
entre los mundos interno y externo, asignándole un va- tes del sistema visual son muy activos durante la fase
lor a la experiencia, es decir evaluándola en términos de de sueño REM. Esta observación destaca el papel de las
“bueno” o “malo”. Finalmente, el autor realiza un breve emociones en el soñar. Por otro lado, aunque no ha sido
comentario histórico sobre el inconsciente dinámico de demostrado empíricamente, existiría evidencia para
Freud y postula que su localización cerebral podría en- apoyar la idea de Freud de “los sueños como guardianes
contrarse en el cuadrante ventromedial de los lóbulos del sueño”. De esta forma, se ha visto que pacientes con
frontales. Una lesión en este nivel (tal como ocurrió con un daño neurológico que les impide soñar adecuada-
Phineas Gage) produciría un estado mental muy similar mente presentan un dormir más intranquilo.
a las características que Freud describió como propias En el capítulo siguiente se resume el amplio tema
del sistema inconsciente: ausencia de contradicción, de las Influencias genéticas y ambientales en el desarro-
atemporalidad, reemplazo de la realidad externa por la llo mental. Se describen los principios básicos de los
realidad psíquica y primacía del proceso primario. genes y su funcionamiento, en especial en los periodos
El cuarto capítulo trata sobre Las emociones y la críticos del desarrollo donde se hace más evidente la re-
motivación. Aquí se plantea que las emociones corres- lación entre las influencias genéticas y ambientales, por
ponderían a “modalidades de percepción dirigidas in- ejemplo, a través del proceso de poda neural. Lo mismo
ternamente” cuyo sustrato filogenéticamente más pro- puede verse en los sutiles mecanismos que comandan
fundo sería la sustancia gris periacueductal. Siguiendo la diferenciación sexual y los cambios que hacen que
a Panksepp (4) y su concepción de una neurociencia el cerebro se “modifique sexualmente”. Dentro de mu-

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chas otras cosas, esto explicaría la asimetría hemisféri- el funcionamiento de estas neuronas se caracteriza por
ca entre hombres y mujeres. Así, el cuerpo calloso sería reflejar “en la imaginación” de un observador pasivo el
proporcionalmente más grande en el cerebro femenino comportamiento de otro, a través del disparo del mis-
que en el masculino. Finalmente se plantea que una mo patrón neuronal que define dicho comportamiento.
distinción categórica entre lo genético y lo ambiental Este mecanismo fisiológico podría estar en la base de
pareciera ser un artificio ya que sus influencias suelen diversos procesos como la identificación con los padres,
ser múltiples e inseparables. la mentalización o la empatía. Por último se plantea
Palabras y cosas: los hemisferios izquierdo y de- que, dada la función integradora de los lóbulos prefron-
recho del cerebro, es el título del octavo capítulo, que, tales (entorpecida por la represión), el propósito de la
siguiendo con las ideas precedentes, trata sobre las psicoterapia, desde un punto de vista neurobiológico,
diferencias funcionales entre los hemisferios izquierdo sería extender la esfera de influencia funcional de los ló-
y derecho del cerebro. Partiendo por los estudios de bulos prefrontales a través del lenguaje y en el contexto
Broca en torno al lenguaje y su relación con el hemis- de una relación intersubjetiva.
ferio cerebral izquierdo, el autor reseña los principales El último capítulo trata sobre El futuro y el neuropsi-
hallazgos en torno a la asimetría lateral y sus relacio- coanálisis. Tomando como ejemplo La interpretación de
nes con el psicoanálisis. Así, Galin en 1974 afirmaba los Sueños de Freud, y contrastándola con los hallazgos
que el sistema consciente y el “proceso secundario” más recientes (Hobson), el autor plantea que lo que
como forma de pensamiento se alojaban en el hemis- los neurocientíficos cognoscitivos han estudiado es lo
ferio izquierdo (verbal, analógico y lógico), mientras mismo que estudiaba Freud desde otro ángulo y con
que el inconsciente y el “proceso primario” se ubicaban otros recursos. Por lo tanto sólo queda integrar y combi-
en el derecho (concreto, holístico e intuitivo). De gran nar las dos perspectivas, y así reconciliarlas entre sí. Para
utilidad para el desarrollo de estas ideas fueron los realizar dicha tarea se creó a comienzos de los años
estudios efectuados en los años 60 y 70 en pacientes 1990 el “Grupo de Estudio de Neurociencia” del Institu-
epilépticos a quienes se les seccionaba el cuerpo ca- to Psicoanalítico de Nueva York. El éxito de este grupo
lloso como forma de tratamiento. De esta manera se condujo a la creación de otros centros cuyos esfuerzos
ha pensado que la represión normal implicaría una des- han cristalizado en la fundación de la revista Neuro-
conexión funcional interhemisférica, transformando al Psychoanalysis (5) y en la Internacional Neuro-Psychoa-
cuerpo calloso en el “órgano de la represión”. El capí- nalysis Society.
tulo finaliza con dos conclusiones. En primer lugar, la En conclusión, El Cerebro y el Mundo Interior, alejado
creencia de que las hipótesis psicoanalíticas relaciona- de cualquier reduccionismo es una estimulante intro-
das con la organización funcional del aparato mental ducción a un campo del conocimiento que cada día se
humano pueden y deben ser corroboradas utilizando hace más amplio y que sólo apunta hacia la integración
los métodos de la moderna neurociencia. Y en segundo y el diálogo interdisciplinario. De esta manera, el psi-
lugar, la convicción de la utilidad de una colaboración coanálisis, sin dejar de ser una ciencia de la subjetividad,
interdisciplinaria. podrá contar con argumentos más sólidos que permi-
En el capítulo nueve se intenta dar una explicación tan enriquecer su teoría y guíen a los clínicos hacia una
a lo que entendemos por El yo y la neurobiología de la mejor práctica en beneficio de sus pacientes.
cura de conversación. Retomando los temas que inicia-
ron el texto (conciencia, memoria, sistemas emociona- REFERENCIAS
les básicos) se plantea que el yo funcionaría como un
integrador entre la percepción (que es guía de la acción) 1. Kandel E. Psychiatry, psychoanalysis and the new biology of mind,
American Psychiatric Publishing Inc., Washington DC, 2005
y la conciencia (cuyo propósito fundamental sería la 2. Fonagy P, Roth A. What works for whom? A Critical review of psy-
percepción de las emociones). El yo guiaría la acción en chotherapy research, Second Edition, The Guilford Press, New
base a la evaluación. Estos mecanismos se sustentarían York, 2005
en el funcionamiento de los lóbulos prefrontales. En la 3. Damasio A. El error de Descartes, Editorial Andrés Bello, Santiago
de Chile, 1996
génesis de los programas ejecutores están las llamadas 4. Panksepp J. Affective Neuroscience: The foundations of human
“neuronas espejo”, que se localizan en la superficie ex- and animal emotions, New York, Oxford University Press, 1998
terior de los lóbulos frontales. En forma muy resumida, 5. www.neuro-psa.com

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