Año 106 // 3ª etapa // 408 // Viernes 27 de marzo de 2015

El Peruano
DIARIO OFICIAL

JACK KEROUAC
JAC ESENCIA AFRO TEATRO
T
EXPLOSIÓN BEAT RELATOS,
ARCHIVOS
M
MONÓLOGO
EN LA RUTA 66 Y REALIDAD
E
EN CLAVE
La huella
h profunda de la prosa espontánea NOVELADA EXISTENCIAL
E
l letras norteamericanas. Pág. 6
en las Pág. 3 Pág. 8

MAESTRO JUAN
2 PARADIGMA
Grandeza. María Reiche quería que todos los peruanos conocieran las monumentales figuras de Nasca y buscó apoyo para financiar y construir el mirador (abajo).
HISTORIA DE
UN MIRADOR
Al pie de la Panamericana Sur, en el kilómetro 420, en Ica, se
yergue el mirador de las Líneas de Nasca. Apunta al cielo con sus
doce metros de altura, dispuesto a albergar en su férrea estructura
a quien desee ver las fabulosas figuras, como lo soñó María Reiche.
U
n mirador mira
lejos. El ojo del
visitante alado
cabalga sobre
la espalda del
viento ancestral que peina
amablemente este adoratorio
milenario. El dios Kon vigi-
lante sobrevuela la Pampa
de Nasca en círculos, corta
el espacio celeste, asciende
al cielo y roza el mar en una
sola mirada. Sus nervios agu-
zan la vista y su rostro brilla
Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Editor: César Chaman Alarcón | Jefe de Edición Gráfica: Daniel Chang Llerena
Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Editor de Fotografía: Jack Ramón Morales | Teléfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: variedades@editoraperu.com.pe cchaman@editoraperu.com.pe
ESCRIBE MIGUEL COLETTI
como los cristales de la arena
para encontrar, más allá del
horizonte, las constelaciones
formadas por astros y anima-
les mitológicos que existen en
su universo.
La pampa arde. El Dios mi-
rón llega a ver el centro del
Sol y da instrucciones para
marcar el camino de cal por
donde los antiguos guerreros
nasca desilaban satisfechos
de sangre; con su arma com-
pulsiva desenvainada reali-
Viernes 27 de marzo de 2015. El Peruano Variedades
mirador. Se encuentra aún
contrariada por los sucesos
que violentaron la integridad
de las Líneas de Nasca por
parte de un integrante de la
ONG Greenpeace.
El mirador fue inanciado
con dinero de la hermana de
María, Renate, y de algunos
otros amigos, como un her-
moso regalo de esta familia
alemana que reairmaba
con este gesto su inmenso
amor por la cultura de nues-
tro país.
Este mirador de 12 me-
tros se mandó a construir en
la ciudad de Pisco y fue trans-
portado a la pampa de Nasca
por tierra y aire. Era 1978 y
un grupo de solidarios artis-
tas plásticos organizados por
la señora Marissa Pinilla de
Mujica –entre ellos los céle-
bres Fernando de Szyszlo y
Oswaldo Guayasamín– su-
bastaron sus valiosas obras
de arte para inanciar el tras-
lado de la enorme estructura
de ierro hasta la pampa de
Nasca.
El mirador se situó en el
kilómetro 420 de la Pana-
mericana Sur, a 3 kilómetros
del hogar y oicina de María
Reiche, que era su legenda-
rio Volkswagen estacionado
eternamente en el desierto de
inmensas iguras astrales. El
mirador fue hecho con una
intención netamente social:
regalar al viajero de a pie, el
que no puede pagar el sobre-
vuelo, una hermosa vista de
las Líneas de Nasca.
Desde lo alto del mirador,
a la izquierda se puede dis-
tinguir la cabeza del mono
con las manos levantadas; a la
derecha, una raíz; y al frente,
la igura del lagarto que ya no
zaron sus trazos expertos se ve por la polución.
MARÍA Y EL MAR en el desierto caliente sin Según palabras de María
remordimiento, cargando un Reiche: “Por in está listo el
A
na María Cogorno nos cuenta un hermoso cinturón lorido de cabezas mirador, solo necesita segu-
pasaje de la vida de la legendaria enemigas. En el centro de la ridad, ya veré cómo termi-
científica María Reiche, que llegando del lejanía, un mirador mirón te narlo; pero la gente subirá y
Cusco, en 1935, se fue a vivir al balneario de La extraña y mira tu recuerdo. mirará gratis las iguras. El
Punta, Callao, junto a la familia Ríos. Le dieron mirador es mío, nadie tiene
cobijo, pero le ofrecieron además un puesto SU CONSTRUCCIÓN que cobrar, es para la gente
de trabajo como profesora de idiomas en el Llegamos temprano a la del pueblo que en forma anó-
colegio bilingüe que ellos dirigían. Algo más: entrevista con la albacea de nima me ayudó en mi trabajo.
María disfrutaba el pescado del Callao y todas la Fundación María Reiche, Es mi manera de agradecer a
las tardes almorzaba en la terraza de la casa Ana María Cogorno, quien nos los peruanos, para que vean
mirando detenidamente el horizonte marino. cuenta la historia del mítico las iguras”.
Variedades Viernes 27 de marzo de 2015. El Peruano
PUBLICACIONES 3

RELATOS DE ÉPOCA
La investigadora de temas afroperuanos Zelmira Aguilar apela al recurso de la realidad novelada
para ofrecernos un acercamiento documentado a la vida de los esclavos en la etapa de la Colonia. Y,
sin extraviarse en ficciones, se da tiempo para opinar sobre asuntos actuales como el racismo.
ESCRIBE CÉSAR CHAMAN ALARCÓN

L
a negra Zelmira
Aguilar se ha vuel-
to una usuaria recu-
rrente del Archivo
General de la Na-
ción. No hay semana que no
se aparezca por los pasillos del
viejo local del Centro de Lima
con su libreta de apuntes, su
cartera, un lapicero y la mente
abierta.
Revisa con avidez unos
folios antiguos, aquellos que
guardan datos, nombres y fe-
chas de causas civiles y pena-
les vistas en la Real Audiencia
de Lima, hace un montón de
tiempo. Ella lee, toma notas
y recompone en la mente
sucesos que ocurrieron en
la Colonia y que tuvieron por
protagonistas a otros negros,
como ella. Después, los narra
en forma de cuento.
Zelmira ya no es presen-
tadora de televisión. Y hoy se
siente más peruana que afro.
“No me incomoda que me lla-
mes negra –airma, y con su
respuesta toma distancia de
cualquier atisbo de susceptibi-
lidad enervada–; en realidad,
depende de la forma en que lo
hagas; si lo dices con cariño, Búsqueda. Zelmira Aguilar indaga en la historia de los esclavos negros y escribe sobre ellos como parte de su labor de investigación de la cultura afroperuana.
no tengo problemas.”

NADA ES GRATUITO
ACERCA DE LA UNIÓN Ahora, acaba de presentar
un libro de cuentos. Amor en El
diferencia de que mis relatos
están basados en la historia. O
que roban y comparten el bo-
tín con los esclavos del palen-

Tampoco es reina de belleza.
“Ojo, no gané el concurso, no
fui miss, sino que quedé en se-
gundo lugar”, acota –remon-
tándose a los años setenta, a
los tiempos en que desilaba
en ropa de baño– para aclarar
que nada le ha llegado gratis
en la vida. En cambio, hoy se
dedica a investigar la historia
de los esclavos y a estudiar la
realidad de los afroperuanos.
Con su ensayo Mujer negra,
esclava y resistencia ganó un
certamen del Ministerio de
Educación y consiguió, en
2012, que su lectura fuera
obligatoria en los colegios de
secundaria.
C
uando hablamos de la llegada de los Baratillo, traición en Malambo sea, a partir del tema históri- que de Huachipa. “Al inal, la
africanos al Perú, debemos reconocer que reúne cuatro relatos de épo- co, comienzo a novelar.” negra mata a la amante de su
no todos provenían de la misma etnia, ca, ambientados en el Rímac marido de doce puñaladas.”
comenta Zelmira Aguilar. de las primeras décadas de TODO ES AMOR-ODIO Aguilar explica que su libro
Está probado que procedían de diversos la Colonia: negros, lepra, in- El primer cuento es “El indio contiene una gran cantidad
regiones de África y que, en muchos casos, los dios, gallinazos, iglesias, riñas, camaronero”, y el segundo, de citas para que el lector
grupos se odiaban mutuamente; las luchas carrozas, trata de esclavos y “Amor en El Baratillo”, la his- sepa de dónde ha tomado cada
tribales ancestrales desembarcaron en costas el amor, como telón de fondo. toria de una blanca que se ena- referencia, cada dato. No es
peruanas con los esclavos y se mantuvieron “Quien busca la verdad de mora de un negro precioso, historia en sentido estricto
por varias décadas, impidiendo la unión de los los hechos visita y consulta los comenta Zelmira. El tema del y tampoco icción absoluta,
afrodescendientes. “Entonces, por eso, archivos”, reza la inscripción sincretismo religioso también reconoce, para luego aceptar
el negro es hasta hoy desunido. de una de las salas del Archivo está presente en el libro, con que los afroperuanos nunca
Hace unas semanas, un futbolista panameño General. De esa fuente se ha el cuento “La niña, el soldado han estado verdaderamente
recibió insultos racistas en un estadio de nutrido Zelmira para perilar y el santo”, que trata sobre unidos en nuestro país. “La
futbol en la ciudad del Cusco, ¿Acaso algún a sus personajes. Y la historia un soldado que compra una libertad no se consigue por
movimiento negro sacó algún comunicado o la ha novelado, como hacen esclava y tiene una hija con decreto –dice Zelmira, saltan-
un pronunciamiento? Ninguno. Y eso se debe otros escritores. ella. Y el último es “Traición do hasta 1854–; lamentable-
a que, acá en nuestro país, cada uno tira “Me muevo en dos géne- en Malambo”, el amor de una mente, aquí algunos siguen
para su lado”. ros: ensayo y cuento, con la negra y un negro malandros pensando como esclavos.”
4 HOMBRES DE PRENSA
C
uando a Juan Luis
Gargurevich Regal
(Mollendo, 1934) se
le pregunta qué es
aquello que tanto
nos cuesta deinir a los hom-
bres de prensa, cómo es vivir
en la experiencia del perio-
dismo, él se pone cómodo
y responde con claridad de
maestro. Que el periodis-
mo es el oicio de recoger,
procesar y difundir infor-
mación, así de sencillo. Que
nadie puede estar ajeno a esa
fórmula transparente y que
el tema debe ser meridiano
para jóvenes y viejos. Pero
agrega que el periodismo
tiene funciones puntuales y
no otras, que es el proceso de
informar, entretener y divul-
gar. Pero, ojo, advierte que el
periodismo se deine como
oicio, profesión, vocación y
pasión.
Para llegar a establecer
estas fórmulas categóricas,
Gargurevich ha tenido que
navegar por los encrespados
mares de una experiencia in-
tensa que comenzaría en el
diario La Crónica, aquel año
de 1954, cuando trabajar en
periodismo obligaba a tener
otra profesión paralela. No
obstante, todo lo que hizo fue
periodismo. El Perú de esos
años gozaba de la prosperi-
dad de la posguerra y de un
superávit de autoritarismo.
Por ello, nuestro joven Gargu-
TI
MAES
revich se sintió importante.
Hombre que tenía audiencia
con solo escribir una cuarti-
lla, personaje que sesgaba,
de alguna manera, la opinión
de la gente por construir un
titular. Entonces se apasionó
aún más y se dijo que nadie lo
obligaría a dejar el periodis-
mo. Y se hizo mayor de edad,
se casó y se hizo de familia.
Ahora estamos conver-
sando en uno de los am-
bientes de la redacción de
El Peruano. Gargurevich es
un hombre bonachón, saluda
a todos y todos lo saludan.
Frente a dos tazas de café,
ahora me está contando que
hasta 1970 no había libros
que explicaran la historia del
periodismo en el Perú. Enton-
ces, en 1972, reúne un con-
densado de textos que había
comenzado a escribir para
llenar ese vacío y, dos años
más tarde, publica su primer
libro, Mito y verdad de los dia-
Variedades El Peruan
rios de Lima. Aquello fue un
deslumbramiento, el libro se La tr
hizo de lectura obligatoria.
Por primera vez, alguien ex- const
plicaba todo aquel tinglado
que se tejía en torno al oscuro toria
mundo de la prensa. Y, cierto,
ahora me está explicando que
durez
cada medio en ese entonces
representaba –y defendía a
profe
rajatabla– a los sectores más de pr
poderosos de la esfera econó-
mica nacional. El Comercio al
sector industrial, La Prensa
no. Viernes 27 de marzo de 2015 HOMBRES DE PRENSA 5

a los terratenientes, Correo

a los poderosos pesqueros.
AUTODIDACTA
Don Juan se hizo en el campo.
Don Juan es producto de las
tensas horas de las redaccio-
nes. Don Juan es ese temple
de las ‘horas de cierre’. Tra-
baja en prensa escrita como
en la radio y la primera tele-
visión. Como Mariátegui tam-
bién –me está explicando–,
él fue autodidacta. ¿Desde
cuándo?, le pregunto. Desde
toda la vida, me responde.
Desde el colegio. ¿Pero us-
ted militó en el Partido Co-
munista?, le espeto. No –me
dice rotundo–, yo jamás fui
comunista. Mis amigos sí lo
eran y ello me alimentó de un
sentimiento social, igualita-
rio, y me evitó que me tilden
de ‘rojo’ y me expulsen de
algunos de mis trabajos, me
PRODUCCIÓN TOTAL espíritu innovador que traían
los nuevos periodistas que se
La historia del periodismo en la pluma de Juan articularon a la preocupación
Gargurevich Regal. Todos sus títulos: gremialista que, como reiere
Gargurevich, se constituyó
Z Mito y verdad de los diarios de Lima. Editorial en factor clave para el de-
Labor. Lima, 1972. sarrollo de un pensamien-
Z La razón del joven Mariátegui. Editorial to propio para entender el
Horizonte. Lima, 1978. desarrollo de la prensa y los
Z Introducción a la historia de los medios de medios. Los periodistas eran
comunicación en el Perú. Editorial Horizonte. seres políticos que luchaban
Lima, 1982. por mejores condiciones de
Z Géneros periodísticos. CIESPAL. Quito, 1982. trabajo y contra los autori-
Z Prensa, radio y TV. Historia Crítica. Editorial tarismos. Estas ideas fueron
Horizonte. Lima, 1987. elementales para defender
Z Historia de la prensa peruana. Ediciones La las libertades democráticas
Voz. Lima, 1991. frente a la dictadura.
Z La prensa sensacionalista en el Perú. Fondo Don Juan Gargurevich
Editorial Pontificia Universidad Católica del fue un reconocido dirigente
Perú. Lima, 2000. gremial peruano e interna-
Z La comunicación imposible. Fondo Editorial cional. Vicepresidente de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Federación Latinoamerica-
Lima, 2002. na de Periodistas, llegó a ser
Z Los periodistas. Historia del gremio en el Perú. también vicepresidente para
Asociación Nacional de Periodistas. Lima, 2003. América Latina del Consejo
Z Última Hora. La fundación de un diario de Formación Profesional de

LA
cuenta. Entonces leo lo que
dice su hoja de vida: “Gargu-
revich, desde muy joven, tuvo
una profunda vocación por el
periodismo, especialmente
en temas de cultura política,
lo que lo condujo al estudio
cada vez más sistemático de
los medios de comunicación.”
popular. La Voz Ediciones. Lima, 2005. la Organización Internacio-
Z Mario Vargas Llosa. Reportero a los 15 años. nal de Periodistas y animó,
Primera edición. Fondo Editorial Pontificia desde su fundación, el com-
Universidad Católica del Perú. Lima, 2005. bativo Club de Periodistas
Z Historias de Periodistas. La Voz Ediciones. del Perú. La actividad gre-
Lima, 2009. mial no le impidió dedicarse,
Z ¡Capturamos a Hawkins! Historia de una a su vez, a la enseñanza del
noticia del siglo XVI. La Voz Ediciones, 2010. periodismo y la obtención
Z Introducción a la Historia del Periodismo. de su título como periodis-

NTA
Su padre fue un empleado
de aduanas y su madre des-
cendía de un coronel del ejér-
cito. Nada entonces lo unía
al periodismo. Sin embargo,
recuerda que fue su madre
quien lo alentó a leer, aunque
sin orden ni concierto. “Yo
era un devorador de libros,
pero también me gustaba el
Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, ta profesional, otorgado en
2011. 1966 por la Pontiicia Uni-
Z Mario Vargas Llosa. Reportero a los 15 años. versidad Católica del Perú,
Segunda edición. Editorial Planeta. Lima, 2015. en virtud de la Ley N° 15630
de setiembre de 1965, que
permite a los periodistas de
“Don Juan se 7 del Ministerio de Educación experiencia obtener el título
y luego América Televisión, respectivo de las universida-
hizo en el cam- que expande el concepto de la des del Perú.
po. Es producto televisión comercial. De esos Hoy que se encuentra ad

STRA
rayectoria de Juan Gargurevich Regal
tituye un capítulo importante en la his-
del periodismo peruano. Hoy, en la ma-
z de su existencia, reflexiona sobre la
sión y la responsabilidad de los hombres
rensa de nuestro país.
ESCRIBE ELOY JÁUREGUI
cine y jugaba bien al fútbol”,
cuenta. Su formación cató-
lica se debe a su paso por el
colegio San Agustín –aunque
los curas españoles tenían
iliación e inspiración fran-
quista– y también sus prime-
ros textos periodísticos en la
revista Mundo Agustiniano,
publicación en la que antes
habían participado poetas
y periodistas de la talla de
Alejandro Romualdo y los
hermanos Augusto y Sebas-
tián Salazar Bondy. Gargure-
vich, así, se vinculó de joven
a un círculo de intelectuales
y artistas que practicaban el
canto, el baile, la música, la
literatura y el teatro. Y todo
hizo Gargurevich, pero más
pudo el periodismo que,
pese a que su padre le había
conseguido un trabajo como
‘ventanillero’ de un banco de
de las tensas
horas de las
redacciones.
Don Juan es ese
temple de las
horas de cierre.”
Lima, lo sedujo y lo hizo un
hombre apasionado con su
tiempo y con sus gentes.
HOMBRE CONCRETO
Los años 50 son fundamen-
tales para entender al Perú.
Gargurevich fue un hombre
de su tiempo. En aquel tiem-
po se produce una serie de
transformaciones en el pa-
norama de los medios de
comunicación. Aparece la
televisión, primero el Canal
años son las experiencias de
la primera prensa popular,
los vespertinos La Tercera
de La Crónica y Última Hora.
Lima vive su más intensa
explosión urbana; se demo-
cratizan algunos servicios y
la industrialización le otorga
un nuevo peril a la capital
peruana. Gargurevich es el
periodista ideal para enten-
der aquel fenómeno. Junto a
otros jóvenes, como Mario
Vargas Llosa y Humberto
Martínez Morosini, le insu-
lan nuevos aires a la prensa
de ese tiempo.
En 1950, el gran perio-
dista Genaro Carnero Checa
funda la Federación de Pe-
riodistas del Perú. Hay efer-
vescencia por los gremios. La
vetusta Asociación Nacional
de Periodistas (ANP) ya no
era más representante del
portas de presentar la segun-
da edición de su libro Mario
Vargas Llosa. Reportero a los
15 años, es bueno saludar al
maestro Gargurevich y agra-
decerle también su investi-
gación a profundidad de la
experiencia periodística de
José Carlos Mariátegui. La Ra-
zón del joven Mariátegui, uno
de sus mejores libros, retrata
la vida y obra de ‘El Amauta’ y
su articulación hacia el pen-
samiento socialista. He ahí
la igura de un Mariátegui
comunicador, de ese hombre
integral, de aquel ejemplo a
seguir. Por eso, cuando i-
nalmente le pregunto qué
es ser periodista en el Perú,
el maestro Juan dice: “Cuando
uno es periodista de vocación
no se puede dedicar a otra
cosa. Es una vocación inten-
sa”. La mejor, la única.
6 LETRAS Viernes 27 de marzo de 2015. El Peruano Variedades

EXPLOSIÓN
CREATIVA
Considerado el padre de la generación beat, Jack
Kerouac (Massachusetts, 1922-Florida, 1969), creó
la ‘narración espontánea’ a mediados del siglo XX.
Con esa novedosa forma de expresión, desnudó la
otra cara de la sociedad norteamericana, aquella
que surgió tras la Segunda Guerra Mundial.

ESCRIBE: MARCELINO APARICIO

C
on A llen Gins-
berg, William S.
Burroughs y Neal
Cassady, el escri-
tor Jack Kerouac
promovió un movimiento
social que innovó las formas
de expresión narrativa. En
sus años aurorales, la beat
generation fue vapuleada
por considerársele ‘con-
tracultura’.
Kerouac viajó durante
siete años por Estados Uni-
dos, país que bregaba frente
al ascenso de la Unión So-
viética, la Guerra Fría y la
Revolución Cubana. El no-
velista observaba la cruda
realidad circundante y luego
la redactaba con minuciosi-
dad y alto contenido poético.
Para ello, utilizaba la
‘prosa espontánea’, género
en el cual el artista entraba
en trance y las ideas luían
directamente del cerebro
al papel, sin las correccio-
nes de rigor que cualquier
intelectual ‘serio’ haría en
sus textos.
Entre 1947 y 1951, re-
corrió más de diez estados
y visitó México. Lo acom-
pañaron sus colegas de la
Generación Beat, muchos
de los cuales aparecerían
retratados en sus libros.
Saliendo de Nueva York
pasaron por Chicago, Wyo-
ming, Denver, San Francisco,
Los Ángeles, Texas, Nueva
Orleans y Louisiana, entre
otras metrópolis.
Además, Tamaulipas,
Hidalgo, Nuevo León y Mé-
xico D.F. En 1951, escribió
la novela En el camino (On
the road). Durante tres se-
manas, mecanograió los
cinco capítulos del libro en
un rollo de papel periódico.
La obra maestra vio la luz
recién en 1957.
La ‘prosa espontánea’
le permitió describir vigo-
rosas escenas plagadas de
jazz, poesía, drogas, pros-
titutas y vagabundos que
erraban por Estados Unidos
haciendo autoestop. En sus
párrafos abundan mencio-
nes a los jazzistas George
Shearing, Charlie Parker,
Louis Armstrong y Billie
Holiday.
También da cuenta de
“La Generación
Beat expiró a
comienzo de
los años 60
y dio paso al
movimiento
hippie, la revo-
lución sexual y
el rock”.
una desenfrenada juerga
bailando mambo en México.
Próxima a cumplir 60 años
de publicación, En el camino
es la obra por excelencia de
la Generación Beat.
Las vivencias de Sal Pa-
radise (Jack Kerouac); Dean
Moriarty (Neal Cassady);
Carlo Marx (Allen Ginsberg)
y Old Bull Lee (William S.
Burroughs) marcaron por
siempre a los estadouni-
denses.
HISTÓRICA RUTA 66
No son los tradicionales
personajes atormentados;
al contrario, gozan plena-
mente de la vida disoluta
que llevan. Utilizan la fa-
mosa Ruta 66 para viajar
de la costa este a la oeste.
Ya en la carretera, aso-
man el pringoso rostro por Otro camino. Kerouac describe la vida desenfrenada que marcó a la denominada Generación Beat.
entre las ventanillas del
viejo Dodge y, con los cabe-
llos alborotados al viento, INFLUENCIA EN PERÚ la marihuana y el éxtasis.
lanzan alaridos y se sienten Sin duda, eran verdaderos
L
felices. lama la atención que la Generación Beat ‘chicos malos’. A propósito
Kerouac y Burroughs lle- carezca de seguidores emblemáticos en el de su paso por tierras azte-
gan a México como parte de
su aprendizaje social, pero
Perú. Ginsberg y Burroughs estuvieron en
tierras incas en busca de la milenaria ayahuasca,
cas, Kerouac escribe ‘Mexico
City Blues’, un onírico poe-
se ven envueltos en un he- y Kerouac se ocupa más de una vez del Perú ma publicado en 1959.
cho de sangre que termina en On the Road. Incluso Ginsberg prodigó El mundo no fue el mis-
con Burroughs en prisión
por el asesinato de su espo-
encendidos elogios a César Vallejo. No obstante,
este movimiento influyó en la nueva literatura
mo después de aquellos
enloquecidos v iajes. La
sa Joan Vollmer. latinoamericana aportando la coloquialidad y la Generación Beat expiró a
El hecho ocurre en un rebeldía contra el orden social establecido. Quizá comienzos de la década de
apartamento del centro del el vate Juan Ramírez Ruiz (Chiclayo, 1946-Virú, 1960 y dio paso al movi-
D.F., luego de una juerga en 2007) podría ser catalogado como el primer miento hippie, la revolución
la que no faltan el alcohol, seguidor de estos iconoclastas norteamericanos. sexual y el rock.
Variedades Viernes 27 de marzo de 2015. El Peruano
TECNOLOGÍA 7

BENEFICIARIOS
I
berotec es una institución educativa
formada por la Organización de Estados
Iberoamericanos (OIE), con el fin de
potenciar profesionales técnicos en las áreas
de telecomunicaciones y tecnología de la
información. Muchos de sus estudiantes son
beneficiarios del programa Beca 18, que les
permite costear los gastos, incluso si vienen
de provincias lejanas. Hoy, 26 de ellos –entre
becados y estudiantes regulares– participan de
un proyecto para la construcción de un dron de
seis palas o hélices, el primero que se armará en
el Perú. Este hexacóptero volará a una distancia
de 3 kilómetros y a una altura de 100 metros.

Joel, uno de los viene de Huancavelica. Hace

dos años llegó a Lima para
mejores pilotos estudiar telématica en Ibe-
de dron, espera rotec; desde entonces, vive en

Pioneros. Los jóvenes tardaron meses en dar forma al proyecto y construir sus vehículos aéreos no tripulados, antes de hacerlos volar.
construir uno un cuarto que comparte con
un compañero del instituto.
que facilite Tiene 20 años y dejó su hogar
el cuidado para aprender a convivir con

EL VUELO DE del ganado la nostalgia.

Joel, hijo de campesinos,
en la Sierra, airma que de niño quería
de donde ser piloto de avión y no está
lejos, pues es piloto del primer
proviene.

LOS DRONES
al inicio un profesor lo hace
manualmente, alcanza 23
Un grupo de jóvenes, parte de un ambicioso proyecto educativo con metros de altura, luego 27.
Pregunto si puede subir más.
drones construidos por ellos, cuenta la experiencia del primer vuelo “Claro, llega a 100 metros de
altura, pero no lo veríamos”,
de estos vehículos aéreos no tripulados, que en la actualidad tienen responde.
La primera prueba es sa-
una aplicación ilimitada y útil para cualquier actividad productiva tisfactoria, el dron aterriza,
todos aplauden. A mi lado,
o de investigación. muy emocionada, está Janeth
Ramírez, una alumna apuri-
ESCRIBE HARLYN FLORES meña becada que no tiene
más de 22 años. “Es una ex-
periencia increíble, aprendi-
mos mucho, es la primera vez
dron construido en el Perú.
Asegura que sus padres no
saben que él es parte de este
proyecto por una sencilla ra-
zón: no saben qué es un dron.
En el futuro, le gustaría apli-
car estos conocimientos en la
construcción de drones para
la búsqueda del ganado en la
Sierra; quién mejor que él
para entender la importancia
de esta tecnología aplicada a
las tareas agrícolas.
Joel es la muestra de que
detrás de grandes mentes
hay grandes historias. Este
estudiante de corazón va-
liente sabe que arriesgar es
parte del camino al éxito y
está dispuesto a echar sus

M
ediodía y aún
no se asoma
el sol. Entre
la niebla pue-
do distinguir
claramente el ómnibus de los
estudiantes de Iberotec que
acaba de estacionarse. No
hay nadie más en esta playa
chorrillana que poco a poco
empieza a despejarse.
Profesores, estudiantes y
autoridades han llegado des-
de la sede principal, ubicada
en Lince, para ver el vuelo del
primer dron construido en el
Perú, y que, según comentan
los jóvenes artíices de esta
unidad aérea no tripulada,
tardó siete meses.
Sus rostros relejan curio-
sidad y alegría. Su ópera pri-
ma está a punto de despegar.
Se organizan en dos grupos.
Uno de ellos, al que llamare-
mos ‘La torre de control’, está
a unos metros del dron. Tiene
una antena y una laptop con
la que registran información
sobre la altura o el tiempo de
batería que le resta.
ARRIBA, MÁS ALTO
Comienza a volar. Se eleva
más, va a los lados, gira,
parece tan sencillo pilotearlo,
que participo en un proyecto
como este”, asegura.
Me cuenta que la etapa
más tediosa para ambos gru-
pos fue cuando realizaron las
coniguraciones. “A veces algo
salía mal. Dábamos vueltas en
algo que no funcionaría para
luego darnos cuenta de que se
trataba solo de una conexión.”
El segundo grupo pilotea
el hexacóptero con destreza.
Entre tantos jóvenes resalta
uno de ellos que después des-
cubrí es uno de los mejores
pilotos del proyecto.
Su nombre es Joel Torre
Día D. Ensamblaje, conexión y programación en el tramo final. Taype, un alumno becado que
sueños a volar.
El equipo de ‘La torre de
control’ pone al dron en auto-
mático, es decir, le han dado
coordenadas para que avance
solo. Todos celebran.
El ingeniero Jaime Sote-
lo, uno de los docentes que
acompaña al equipo, resalta
la visión de los jóvenes de
aprender y llevar tecnología
a sus comunidades.
Tiene 10 años de experien-
cia, pero asegura que ver vo-
lar al dron que construyó con
su equipo es lo más importan-
te de su carrera. Lo dejamos
con sus sueños.
8 Viernes 27 de marzo de 2015

El Peruano

UN SER
HUMANO
¿Puede el ser humano vivir en la honestidad
absoluta? La obra de teatro El hombre del
subsuelo propone al espectador una reflexión
intensa sobre la condición del sujeto y cuestiona
la forma en que la sociedad y la historia buscan
representarnos como no siempre somos.
ESCRIBE MIGUEL ANGULO GIRALDO

S
alta, ríe y golpea.
Mueve los pies para
adelante y para atrás.
Sus manos dibujan
formas extrañas.
Retrocede a pasos gigantes.
Desata su saco plomo ya gasta-
do. Sus viejas botas negras re-
suenan contra el piso. Su mano
derecha recoge su cabello y
lo acomoda hacia un costado.
Respira hondo, se detiene y
se sienta.
El público ríe a carcajadas,
pero el sujeto sobre el escena-
rio comienza nuevamente su
relexión. Habla de la condi-
ción humana frente a las ca-
retas sociales, de cómo cada
vez más gente muere a causa
de la guerras, de la búsqueda
de la felicidad en aquello que
no nos hace ‘bien’, de qué es un
ser humano, de dar la mano y
querer golpear, de matar, de
vivir y morir.
Memorias del subsuelo
(1864), novela escrita por
Fiódor Dostoievski y que para
muchos es la primera obra
existencialista de la historia,
se reestrena en el teatro del
centro cultural de la Pontiica
Universidad Católica del Perú
e irá hasta el 12 de abril bajo el
título El hombre del subsuelo,
dirigida por Josué Méndez y
personiicada delirantemente
por Pietro Sibille.
EL MONÓLOGO
Un ex funcionario público de
40 años de San Petersburgo
comienza la escena con una
larga relexión. Sentado frente
a su escritorio, mira al público
y conecta las primeras pala-
bras: “Soy un enfermo. Soy
un malvado. Soy un hombre
desagradable.”
Durante cerca de 40 mi-
nutos, el hombre del subsuelo
relexionará en solitario sobre
los misterios de la condición
humana. ¿Podemos ser com-
pletamente libres y honestos?,
¿deseamos siempre hacer
el bien?, ¿cuánto debemos
mentir para conseguir lo que
queremos?, ¿qué signiica ser
humano?
En esta primera parte,
el público se enfrenta a las
respuestas que casi nunca
desea escuchar. El hombre
del subsuelo da cuenta de su
condición miserable y, por ello
mismo, imperfecta y huma-
na: “Tenemos una idea de lo
humano, pero quiénes somos
nosotros para decir qué es lo
humano. No hay cómo encasi-
llar lo humano, ponerlo dentro
de una silla. Es todo. Puede ser
también matar a alguien, eso
también es humano, no exis-
te lo inhumano”, menciona el
director de la obra.
Para Sibille, protagonista
de la obra, la mentira es parte
de esta sociedad: “Nosotros
creemos que podemos ser
buenos, que podemos hacer
el bien, que podemos relejar
o transmitir cosas buenas,
ayudar a la gente; pero creo
que en el fondo nos mentimos
a nosotros mismos para poder
estar tranquilos; sino, nos vol-
veríamos locos”.
Según relata Méndez, la
realización de esta obra ha
sido lo más diícil de su ca-
rrera. Destaca la adaptación
de las cerca de 60 páginas del
monólogo de la obra original,
con relexiones ilosóicas
profundas, a tan solo cinco
páginas del libreto. La obra fue
escrita tres meses antes de los
ensayos, pero su inal terminó
de escribirse dos días antes del
estreno, en setiembre de 2014.
NIEVE DERRETIDA
Las relexiones iniciales del
hombre del subsuelo se hacen
visibles también en sus actos,
“Sentado
frente a su
escritorio,
mira al público
y conecta
las primeras
palabras: Soy
un enfermo.
Soy un
malvado.”
que son presentados en la
segunda parte de la obra. El
reencuentro con sus compa-
ñeros de la escuela en un bar
marcará la crisis del personaje.
El hombre deberá encontrarse
con ellos, humillarse y men-
tir para ser aceptado pero,
inalmente, también buscará
ser honesto y decir la verdad.
Denigrado por su sinceridad,
el hombre aún desea continuar
con ellos y así llegan a un pros-
tíbulo.
Aquí, las contradicciones
acompañan el quehacer del
personaje. El hombre cuestio-
na a Lisa, una joven prostituta
a quien pregunta si cree que
lo que hace está bien, si era
ese el sueño de sus padres, si
gusta vivir en esa satisfacción
del otro. Lisa llora, se quiebra,
encuentra en este hombre a un
compañero, alguien que no se
aprovecha de ella.
Lisa va en busca de este
hombre, pero se encuentra
con la contradicción puesta
en práctica. El hombre que la
cuestionó la desprecia. Quien
antes la apreció e ilusionó, aho-
ra le arroja dinero por el suelo.
El mismo dinero que uno de
sus compañeros de escuela le
arrojó a él antes de ir al burdel.
El ciclo se completa: el hom-
bre ha pasado de humillado
a humillador. El hombre del
subsuelo ha vuelto a ser hu-
mano, ha vuelto a equivocarse.
El espectáculo inaliza,
los artistas aparecen, los
pensamientos y las emocio-
nes luyen. Los espectadores
han presenciado el vuelo y la
caída del personaje. Este héroe
de la honestidad busca romper
las caretas sociales, las trabas
históricas, pero la honestidad
no es solo el bien, es también el
mal, porque así solo así somos
humanos.
Las palabras inales del
hombre invitan al autoaná-
lisis: “Todos cojeamos, unos
más, otro menos. No he hecho
otra cosa que llevar hasta el
in lo que ustedes solo han lle-
vado hasta la mitad… Mi vida
es, tal vez, más real que la de
ustedes.”