Vida de consumo

Equipo 4

En la actualidad vivimos en un mundo donde las sociedades son más desarraigadas a los
valores y morales de tiempos anteriores, es decir, han ocurrido distintos cambios de
pensamiento y de estereotipos que nos hacen vivir en un mundo de consumidores, donde
el objetivo principal es alcanzar una buena posición social así reciclar su identidad y
presentarse como bien de cambio, un producto capaz de captar la atención, atraer clientes
y generar demanda.

En este libro analizaremos porque la sociedad también se considera un producto, para

esto contaremos con la ayuda del pensador original de la actualidad Zygmunt Bauman.

EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LA SOCIEDAD DE CONSUMIDORES

El primer caso nos ayuda a comprender porque los seres humanos también somos un
producto; la utilización de redes sociales es un factor que llego a evolucionar el
comportamiento de la sociedad, en el libro se hace referencia al internet como una
infección altamente venenosa, lo cual es cierto. En la actualidad los jóvenes vivimos
pegados al teléfono, a la computadora y a las redes sociales por consecuencia, tenemos
acceso a todo un mundo virtual en el que podemos encontrar de qué está hablando la
gente de todo el mundo y comunicarnos con personas alrededor de nosotros. Lo que
podría ocasionar ciertos riesgos, como el intercambio de información personal en algunos
casos no se considera muy conveniente el intercambio de información personal por medio
de las redes sociales ya que puede dar pie a situaciones de riesgo.

Se habla del tremendo esfuerzo que hacemos por encajar en la sociedad, exponiendo
prácticamente nuestra vida entera, nos olvidamos que antes éramos invisibles; sociedad
que se destaca por haber borrado los límites que otrora separaban lo privado de lo
público, por haber convertido en virtudes y obligaciones públicas el hecho de exponer
abiertamente lo privado, y por haber eliminado de la comunicación pública todo lo que se
niegue a ser reducido a una confidencia privada, y a aquellos que se rehúsan a confesarse

 “las empresas utilizan sistemas informáticos para maltratar más eficientemente al

cliente de acuerdo con el valor que ese cliente tenga para la compañía”
En este caso volvemos a observar una división de clases sociales en el comercio, donde se
da prioridad a las personas que tienen más posibilidades o son de clase alta, aquí se
aprovecha el uso de la tecnología, ya que nos brida diferentes sistemas y dispositivos que
permiten distinguir entre estos clientes facilitándoles el trabajo.

Pero volvemos a las clases sociales, es evidente que las empresas siempre les dan
prioridad a los clientes que tienen más facilidad para desprenderse del dinero, es por eso
que se crean este tipo de sistemas, las empresas no tienen problema con deshacerse de
los clientes “menos valiosos”. Lo que se emplea es un sistema de limpieza bien hecho.
Necesitan un modo de ingresar al banco de datos el tipo de información que sirva, ante
todo, para eliminar a los consumidores fallidos, gente con poco efectivo, poco crédito o
poco entusiasmo por comprar, y de todas formas inmunes a los encantos de la
mercadotecnia. Como resultado de esta selección negativa, sólo los consumidores con
recursos y ambición son bien recibidos en el juego del consumismo.

 Sistema de inmigración basado en puntaje:

El objetivo de este sistema es atraer a los clientes potenciales y alejar a los menos
potenciales; este sistema impulsado por Charles Clarke.

Busca aplicar a la selección humana la regla del mercado que llama a elegir el mejor
producto que se ofrece. Nicolás Sarkozy se opone argumentando “la inmigración selectiva
es practicada por casi todas las democracias del mundo”.

Estos tres casos mencionados tienen ideologías diferentes pero pueden parecerse porque
todas involucran a la sociedad y su necesidad de comunicación e interacción. “Ellos son,
simultáneamente, los promotores del producto y el producto que promueven. Son, al
mismo tiempo, encargado de marketing y mercadería, vendedor ambulante y artículo en
venta”. Todos los clientes y los vendedores están en un entorno al que conocemos como
mercado; se dice que la sociedad también es un artículo de venta porque somos esclavos
de la mercadotecnia, las empresas emiten anuncios publicitarios buscando su beneficio
que sería la venta de un producto mediante la persuasión de la sociedad. Y la sociedad
consume para obtener un nivel en la sociedad.

Siegfried Kracauer señalaba: “El éxito de los salones de belleza surge en parte de
preocupaciones existenciales, y el uso de productos de belleza no siempre es un lujo. Por
temor a ser descartados por obsoletos, tanto las damas como los caballeros tiñen su
cabello, mientras que los cuarentones se dedican a hacer deporte para mantenerse
delgados. “Cómo ser hermoso”, es el título de un folleto de reciente aparición en el
mercado, y en los periódicos es publicitado como el camino “para mantenerse joven y
hermoso ahora y para siempre”.
Este autor sostiene lo antes mencionado, es decir, la sociedad busca constantemente
encajar con el estereotipo de acuerdo a las tendencias del momento; expuso que la
función principal era la “transformación del capital y del trabajo en mercancía, en bienes
de cambio” el capitalismo debe asegurarse de que esos encuentros se produzcan, sean
continuos y exitosos, o sea que concluyan en transacciones de compra y venta.

La capital siempre debe ser suficiente para pagar el precio de ese momento de la
mercancía, y cumplir con todas las características para entras al mundo del mercado de
bienes y servicios. Pero para que todas estas características se cumplan la fuerza de
trabajo debe estar siempre en óptimas condiciones, siempre lista para atraer la mirada de
potenciales compradores, lograr su aprobación e hipnotizarlos para que compren lo que
ven.

A esto se le suman los conceptos de privatización que es la transferencia de una compañía

pública o de una actividad administrada por el Estado a una empresa privada. De este
modo, la gestión de lo que antes pertenecía al conjunto de una sociedad queda en manos
de empresarios que persiguen sus propios beneficios. Lo que fortalece al sector privado
obviamente. Y el concepto de desregulación que es el proceso de reducir o eliminar las
normas que controlan una actividad económica con el fin de que sean las fuerzas de
mercado las que determinen el equilibrio entre oferta y demanda. Todo esto con el fin de
proporcionar más y mejores servicios para la sociedad consumista. Eliminando barreras de
entrada y de salida.

Pero este proceso no siempre es eficiente debido a que el Estado siempre busca su
beneficio haciendo lo imposible por mantener bajos los “costos laborales”, desmantelando
los mecanismos de negociación colectiva y de estabilidad laboral e imponiendo barreras
legales a las acciones defensivas de los sindicatos. Es sobre todo la re transformación del
trabajo en producto la que más ha sido afectada hasta ahora por los procesos gemelos de
desregulación y privatización.

Después aparece Arlie Russell Hochschild quien dice algo que bien es cierto las personas
cambian de trabajo con tanta facilidad, es decir, no les duele desprenderse de su empleo
por distintos factores. Ya sea porque no está ejerciendo su profesión o por falta de valores
El empleado ideal sería una persona que no tenga lazos, compromisos ni ataduras
emocionales preexistentes y que además las rehúya a futuro. Una persona dispuesta a
aceptar cualquier tarea y preparada para reajustar y reenfocar instantáneamente sus
inclinaciones, abrazar nuevas prioridades y abandonar las ya adquiridas lo antes posible.

El mercado de trabajo es tan sólo uno de los mercados de bienes de cambio en los que
están inscritas las vidas individuales.
Primero, el destino final de todos los productos en venta es el de ser consumidos por
compradores. Segundo, los compradores desearán comprar bienes de consumo si y sólo si
ese consumo promete la gratificación de sus deseos. Tercero, el precio que el cliente
potencial en busca de gratificación está dispuesto a pagar por los productos en oferta
dependerá de la credibilidad de esa promesa y de la intensidad de esos deseos.

Todos los elementos de mercado se relacionan de lo contrario no existiría, necesitamos de

los consumidores para vender y de los vendedores para comprar y dependemos de la
mercadotecnia para dar mayor alcance a los productos.

En la sociedad de consumidores nadie puede convertirse en sujeto sin antes convertirse

en producto, y nadie puede preservar su carácter de sujeto si no se ocupa de resucitar,
revivir y realimentar a perpetuidad en sí mismo las cualidades y habilidades que se exigen
en todo producto de consumo.

La sociedad de consumidores busca constantemente transformar a los consumidores en

productos consumibles.

Karl Marx reprobaba a los economistas de su época por la falacia del “fetichismo de la
mercancía” insistía Marx, era no sólo desconcertante sino revolucionario: un primer paso
hacia la reinstauración de la esencia humana en la cada vez más deshumanizada realidad
de explotación capitalista. Y aunque suene repetitivo es un fenómeno increíble ver como la
sociedad cada vez mas va perdiendo los escrúpulos y se van haciendo más egoístas y
ambiciosos.

En el mercado laboral, de cada transacción comercial nace una relación humana, cada
contrato de trabajo es una nueva refutación del fetichismo de la mercancía, y en el
balance final de cada transacción abundan las pruebas de la falsedad de este concepto y
de la decepción y frustración a las que conduce. Lamentablemente ya vivimos en una
sociedad donde día con día se va perdiendo la interacción humana, la gente vive pegada a
sus computadoras o dispositivos móviles. Si es cierto que el internet nos ha abierto las
puertas de la comunicación para el mercado y nos ha facilitado un sinfín de tareas pero al
mismo tiempo trae consigo consecuencias como la esclavitud ante las redes sociales,
pérdida de tiempo y pérdida de escrúpulos.

Recurrir a la red a la hora de elegir pareja también se ha vuelto algo sumamente común
en lo que viene siendo las compras por internet, ya que es más fácil poner entre medio un
monitor y no tener que lidiar con las habilidades social que se requieren para interactuar
físicamente, porque al lidiar con alguien más damos a ver nuestras intenciones y
emociones con un simple gesto.

Pero al final es una búsqueda la que se hace en el internet para encontrar pareja en
donde se busca la consumación en donde aguarda el encanto e interés al igual que pasa
con el fetichismo de la mercancía, que se basa en la ilusión.
La capacidad productiva de los productos va hilada a esta búsqueda que pasa al encontrar
pareja, por más que creamos un perfil que contengan todas estas cualidades
preseleccionadas nuestras, no se podrán separa de la persona que las posea, dejando al
descubierto la pura subjetividad del sujeto.

Dentro de la soberanía del consumidor que nos promete que la sociedad de consumidores
puede extenderse pero no ilimitadamente, debido a que crecen más con las presiones que
se imponen sobre ellos para hacerlos desparecer. Al fetichismo de la subjetividad basarse
en un mentira, caen al enfrentarse al ser humano que se niega a la cosificación. Este
fetichismo de sujeto-objeto se mantiene a pesar de la serie de desengaños que produce
debido a que la alta tasa de residuos que genera y lo poco que duran el deseo de lago
antes de su desaparición, hace que dure deba de existir una alta eliminación de residuos.

Se describen a una “pura relación” como la transpolación de las reglas del mercado al
ámbito de los vínculos humanos, esto dicho por Anthony Giddens. Donde las partes tiene
derecho a tratarse como objetos de consumo y una vez que no sirve se desecha, tal como
nos los da a entender a continuación.

- “la creación de una buena relación, mutua y duradera” en franca oposición con la búsqueda de la
gratificación a través de los objetos de consumo, “demanda un esfuerzo enorme” situación que la
“pura relación” rechaza de plano”-

A través de este libro se intentan proponer 3 “tipos ideales” de consumismo, los cuales se
utilizan para poder comprender de mejor la manera en la sociedad en la que vivimos. Con
este mismo concepto intentar borrar el tiempo puntillista, la transformación del
consumidor en objeto de consumo o el fetichismo de la subjetividad, que se tiene como
conceptos más antiguos acerca de la sociedad, e intentar registrar como el modelo
consumista ha intervenido en varios aspectos sociales.
 I. CONSUMISMO VERSUS CONSUMO

El consumo es una condición permanente e inamovible de la vida, es una función imprescindible

para la supervivencia.

La forma de consumo de un período específico a otro cambia poco con respecto al anterior,
cambiando de manera cuantitativa. Este es considerado uno de los principales determinantes
dentro de las relaciones humanas, moldeando la formas de vida y sus patrones de funcionamiento.

También tenemos que tener el claro que el acto de producción y el acto de consumo son
actividades a pesar de estar correlacionadas poseen una total autonomía la una de la otra.

Antes de seguir hablando del consumismo cabe mencionar que no existen las casualidades y todo
se remota a un pasado y que en diferentes formas de vida este concepto adquiere un configuración
distinta.

Podemos comenzar mencionando que los tipos ideas propuestos por Max Webber son; los modelos
del consumismo; sociedad de consumidores; Cultura consumista; no son descripciones de la
realidad sino formas de analizarla.

Hemos estado hablando de consumismo pero, realmente nos hemos puesto a analizarlo?. –
“Consumismo” es un tipo de acuerdo social que resulta la reconversión de los deseos, ganas o
anhelos humanos en la principal fuerza de impulso y de operaciones de la sociedad- y a diferencia
del consumo, el consumismo es un atributo de la sociedad. Para que sea parte de esta debe tener
la capacidad de ese deseo ser separado de las personas y poner en movimiento a la sociedad de
consumidores.

Se cree que la base de la sociedad consumista es el adquirir y el poseer bienes, los cuales la
sociedad de productores fabricaron inicialmente para obtener seguridad, que se basaba en el deseo
humano de lo seguro y resistente al tiempo. Siendo en el pasado las grandes posesiones reflejo de
un futuro prometedor, seguridad, confort y grandes poder. Básicamente las sociedades basaban su
seguridad en el tener de cosas que fueran durables (metales y piedras preciosos) que aseguraban
una durabilidad tal como se esperaba que durara su posición social. En la actualidad esa base de
“seguridad y estabilidad” no sirve con la sociedad de consumidores. Ahora con el consumismo lo
que se busca no es la seguridad con algunos objetos, sino el aumento permanente de volumen y la
intensidad de los deseos, entrando así en la cadena de obsolescencia incorporada de los objetos y
su búsqueda de un rápido reemplazo.

Gracias a este tipo de comportamiento de consume-desecha, se ha adquirido el término cultura

ahorita y cultura acelerada para referirse al estilo de vida que lleva nuestra sociedad. Derivado por
el fenómeno líquido que se considera a la sociedad. El tiempo en la sociedad líquida es considerado
puntillista por inconsistencia y la falta de cohesión entre sus elementos, estando el tiempo
esparcido en una multitud de instantes. Los puntos cada uno es considerado que contiene una
infinidad de posibilidades que deben de ser aprovechada al momento de no ser así no puede existir
el progreso, sólo existe la oportunidad, el aquí y el ahora.

Por lo tanto se niega el destino y dice que las consecuencias inesperadas no existen, todo es causa
de acciones de un pasado. Pero un presente o futuro podemos comprender el porqué de la
distribución de puntos en el tiempo de nuestras vidas y encontrar el significado de esa.
Reitero como cada punto es una oportunidad del aquí y el ahora, no es dada por una segunda vez
y a consecuencia de esto se le define a la sociedad una sociedad ahorista que recae en el apuro de
consumir y acomunar para luego eliminar y reemplazar.

A diferencia de la sociedad productores que si algo falla lo intentan de nuevo con mayor esfuerzo,
la de consumidores que si algo no sirve lo desechan y buscan algo útil que lo sustituya, por eso las
sociedades consumistas se busca que se genere el deseo de desaprenderse del deseo de
desprenderse de su dinero con el fin de poder consumir más bienes para luego desecharlos.